Indaguemos cómo el único capitalismo existente y
posible
hoy arrasa la Argentina.
hoy arrasa la Argentina.
Norberto Yauhar, justificando la recuperación estatal
del predio vendido a precio vil a la Sociedad Rural, señaló que la Mesa de Enlace "ya no
representa a los sectores productivos". Sucede que el ministro de Agricultura,
Ganadería y Pesca de la Nación se esmera en garantizar a Monsanto que siga
acumulando riqueza y poder en nuestro país. En el lanzamiento de la soja
Intacta RR2 por Monsanto, su discurso comienza:"Buenos
días a todos, Sr. Presidente de Monsanto Argentina y a todo su equipo, Sres.
Compañeros del gabinete, miembros de distintos Ministerios que nos
acompañan, a la gente del INTA, los representantes de la embajada de Estados
Unidos, representante de la embajada de China, a la gente, a los semilleros
argentinos en general porque hay varios representantes.
Me parece que éste es un día muy especial para Monsanto, y es un día muy especial también para la Argentina. Vamos a probar la segunda generación de soja, la primera estaba aprobada en el año 1996 y ahora vamos por una segunda generación.
Con una impronta muy especial, si se quiere, y yo voy a hacer dos o tres reflexiones nada más, porque creo que han sido muy claras las explicaciones tanto del Presidente de Monsanto, como del Secretario de Agricultura. Pero si creo que vale la pena hacer dos o tres reflexiones de este tipo (...)". Leer
Durante una entrevista radial, Norberto Yauhar afirmó: "Hay mucha confianza en las empresas
internacionales o multinacionales, en cómo está encarando la Argentina
un nuevo esquema agropecuario" y "todas estas empresas están haciendo
apuestas importantísimas en la Argentina, de 200, 300 o 400 millones de
dólares, porque tienen una visión de que este gobierno le da
determinadas garantías y previsibilidad de cómo va a funcionar de cara
al futuro".
Leer
¿En qué consiste esta seguridad jurídica para
las corporaciones imperialistas que dominan al sistema agroalimentario y
agroindustrial del capitalismo planetario? Reflexionemos sobre qué planteó
el Ministro en la presentación de la soja Intacta RR2 por Monsanto:
"“Hay
que respetar la propiedad intelectual” y adelantó que el Gobierno estaba
trabajando en una nueva ley de semillas, que contemple el cobro de regalías
para quienes desarrollan las semillas transgénicas"
Leer
.
Así como la polarización en el
conflicto con la 125 encubrió a los principales beneficiarios del
sistema de la soja: los oligopolios imperialistas agroexportadores, hoy bajo
el esquema de privatización-mercantilización se oculta la ampliación de la
transferencia de renta agraria a las transnacionales semilleras.
Sigamos escrutando
cómo la postconvertibilidad favorece el crecimiento del poder concentrado y
transnacional mediante el documento:
10 motivos para luchar contra el proyecto de ley
que pretende privatizar las semillas en la Argentina
Por Movimiento Nacional Campesino Indígena
CLOC -
Vía Campesina Argentina
GRAIN
Amigos
de la Tierra
Acción
por la Biodiversidad
Sectores del Agronegocio, de las transnacionales, así como el Ministro de
Agricultura y otros funcionarios, vienen trabajando sobre un nuevo proyecto
de Ley de Semillas. Según los borradores que se conocen y por las
declaraciones públicas, el mismo busca subordinar la política nacional de
semillas a las exigencias de la UPOV y las transnacionales.
Las
consecuencias las sufrirán los campesinos y agricultores familiares, pero
también el pueblo argentino, ya que golpeará sobre el mercado interno de
alimentos.
Podemos
afirmar que:
-
La ley propuesta no protege los conocimientos ni la biodiversidad; sólo fomenta la privatización y protege la propiedad sobre lo que es un patrimonio colectivo de los pueblos, especialmente de las comunidades campesinas y los pueblos indígenas. De esta forma expande un principio inaceptable, el de que es posible y aceptable privatizar los conocimientos y diversas formas de vida La ley es parte de un conjunto de normas e iniciativas políticas que fomentan la privatización de los conocimientos y de las formas de vida, como las leyes de patentes, la privatización de los sistema de investigación, la privatización de la educación, etc. Este tipo de normas concentra un poder creciente en manos de unas pocas empresas transnacionales, expropia y privatiza el patrimonio biológico nacional, arruina los sistemas nacionales de investigación, dificulta el intercambio de información -fundamento del avance científico-, agrede e impide el normal desarrollo de las formas campesinas e indígenas de relacionarse y hacer agricultura, y violenta principios éticos fundamentales, como es el libre acceso al conocimiento. Al permitir la privatización de las semillas, esta ley y su antecesora además ponen el lucro por sobre el derecho fundamental a la alimentación.
-
Abre las puertas para que se profundice la expropiación y privatización de la biodiversidad agrícola y silvestre de Argentina. El proyecto de ley hace posible la mayor privatización de los recursos genéticos y de la biodiversidad nativa de Argentina al expandir los llamados derechos de obtentor sobre las especies vegetales. Al aplicarse la ley a todas las especies vegetales, el proyecto permite que toda especie nativa pueda transformarse en propiedad de empresas nacionales o extranjeras. Lo único que se requerirá es hacer un trabajo simple de selección para lograr una población o grupo de plantas relativamente homogéneas. Adicionalmente, el proyecto de ley facilita que cualquier empresa se apropie de las variedades campesinas e indígenas, al considerar como “nuevo” cualquier variedad que no haya sido comercializada ampliamente o inscrita en registros de propiedad intelectual.
-
Ilegaliza o restringe gravemente prácticas que han estado en vigencia desde los inicios de la agricultura, como es el seleccionar, mejorar, obtener, guardar, multiplicar e intercambiar semilla libremente a partir de la cosecha anterior. Esta práctica es un derecho fundamental de los agricultores y agricultoras del mundo -incluso reconocida por el Tratado de Recursos Fitogenéticos de la FAO- que además fue central en crear la diversidad y riqueza genéticas utilizadas por las mismas empresas semilleras que buscan hoy prohibir aquella práctica. El proyecto de ley impedirá que las comunidades campesinas e indígenas experimenten, mejoren e intercambien libremente las semillas, proceso a través del cual generaron toda la diversidad que hoy sustenta a la agricultura. Peor aún, la combinación de esta ley con la ley de patentes hará posible que los agricultores cuyas variedades hayan sido contaminadas por cultivos transgénicos sean penalizados y sus variedades sean confiscadas. Se crea así una clásica situación del ladrón detrás del juez.De esta manera, el proyecto de ley entra en conflicto con el Tratado de Recursos Genéticos de la FAO, del que Argentina es signatario.
-
Fortalece las condiciones para que se profundice la introducción de nuevos cultivos transgénicos y su expansión, al otorgar propiedad sobre variedades sin exigir prueba efectiva de mejoramiento y en base a la simple expresión de un carácter. La definición de los requisitos para otorgar propiedad no exige que una variedad sea efectivamente mejor que las ya existentes, ni siquiera exige que sea útil o inocua. Al definir que basta la diferenciación de un carácter, facilita significativamente la práctica común de las empresas biotecnológicas de utilizar variedades antiguas para adicionar transgenes o genes cosméticos (sin valor productivo, pero capaces de provocar una diferencia visible) y luego registrarlas como “nuevas”. La no exigencia de mejorías comprobables o de inocuidad facilita además la introducción de cultivos tóxicos.
-
Crea condiciones para expandir la presencia de empresas semilleras transnacionales en el país, en desmedro del desarrollo nacional de variedades vegetales. (...)". Leer
Hay que destacar que
Norberto Yauhar opera desembozadamente en favor de
Monsanto a partir de mediados de 2012 cuando la Presidenta, desde el Council
de las Américas, se ufanó que ese oligopolio estadounidense acabase de decidir
la amplificación de sus inversiones en el país. Aún
más, CFK le ofreció la Patagonia para expandir el modelo de la soja transgénica
en acuerdo con los objetivos del Plan Estratégico Agroalimentario y
Agroindustrial 2020.
En fin, Cristina Fernández de Kirchner también es
protagonista principal de la modelación de creencias y lógicas mayoritarias tales como
que la tierra se valoriza al ser convertida en negocios, a su vez,
formulados como exclusiva forma de generar trabajo. Es una visión
mercantilista de territorios rurales y urbanos que el FpV propagandiza como camino
de satisfacción de las necesidades abajo pero, en verdad, conduce al
acelerado acaparamiento territorial por el poder económico e imperialista.
Ejemplo de este procedimiento es el pacto del PRO con el FpV y sus aliados
incondicionales para favorecer a Eduardo Elsztain (IRSA) en que pueda completar su
apoderamiento totalitario de la ciudad de Buenos Aires, adueñamiento que se extiende a
la
participación protagónica de Elsztain en el sistema de agronegocios a través de Cresud.
El liderazgo de la Presidenta
se basa en garantizar la constante acumulación gran burguesa y lo realiza con amplio
consenso por embaucamientos a los de abajo como que:
-
Entrega las tierras 'fiscales' de CABA a Elsztain camuflándola con el Plan Pro.Cre.Ar que está subordinado al Banco Hipotecario cuyo presidente es el mismo Elsztain y a los desarrolladores urbanos donde el último predomina.
-
Apura la promulgación de la Ley de Tierras Rurales mientras subsidia directa e indirectamente a los ejecutores del Plan Estratégico Agroalimentario 2020 que propaga los monocultivos de transgénicos, con lo cual intensifica la transnacionalización territorial y lleva a la desaparición forzada de campesinos e indígenas.
-
Subraya el carácter antineoliberal de la postconvertibilidad al diferenciarla como modelo distributivo e inclusivo. Lo hace con medidas que, en verdad, son compensatorias de la expulsión social y la pobreza estructural que generan el extractivismo, la IIRSA y los megaemprendimientos turísticos, comerciales e inmobiliarios. Pero, además, convence de la dignidad emancipada de sumarse a constituir cooperativas o microemprendimientos y a integrarse en las cadenas de valor e industrialización que los somete a sacrificarse para sobrevivir dentro de los subsistemas globalizados de los oligopolios imperialistas.
-
Utiliza la construcción de un sentido común de épica emancipatoria para disuadir que el modelo es nacional y popular. Y consigue el aval de progresistas e izquierdistas. De este modo evita que la resistencia contra el apoderamiento totalitario y neocolonizador de Argentina sea más mayoritaria y contundente.
-
Completa la contrarreforma agraria mediante el fortalecimiento del poder agroexportador de los oligopolios imperialistas. Porque en vez de estatizar el comercio exterior impulsa -a través de Guillermo Moreno (secretario de Comercio Interior)- una cámara para que pequeñas empresas, cooperativas se conviertan en exportadoras de cereales pero incorpora a la estadounidense Monsanto (una de las principales firmas de biotecnología, semillas y agroquímicos del mundo) que necesita exportar cada vez más para compensar sus importaciones. Leer
Liberarnos de este avasallamiento, exige a los
diversos de abajo romper con la delegación de soberanía de nuestros
pueblos en el presidencialismo y la casta política, también nos
plantea superar tanto el racismo como la colonialidad de saber y
poder. Porque el cómo emanciparnos está bosquejado por
La Vía Campesina
en su comunicado de prensa
(Jakarta, 19 de julio de 2012)
sobre
el taller y seminario
internacional “La reforma agraria y de la defensa de la tierra y los
territorios en el siglo XXI: Retos y futuro”.
La
declaración de ese taller
termina con esta afirmación: “La nueva reforma agraria tiene que ser
un pilar fundamental sobre el cual construir no sólo la soberanía
alimentaria, sino también la transformación democrática de la
sociedad y el desarrollo así de nuevas civilizaciones que
terminen con el hambre y la pobreza y para que se respete a la Madre
Naturaleza".
(…)Leer
Nos desafía a establecer nuevas relaciones sociales e internacionales entre nosotros a medida que recuperamos o recreamos territorios como afirmación en ser sujetos colectivos de derechos y autonomía. Y desde ese situarnos en nuestros respectivos lugares e identidades convivenciales emprender caminos de aunamientos de esfuerzos, capacidades e iniciativas para concretar la soberanía alimentaria y la transformación democrática de nuestra sociedad. Es una construcción que ya la iniciaron quienes se han autoorganizado para defender territorios (comunidades de vida, cultura e historia) de su monopolización y mercantilización; para luchar por hacer prevalecer la justicia social sobre la impunidad; o para los cambios imprescindibles en educación pública, salud pública, seguridad social, vivienda, transporte, matriz energética, pago de la estafa oficializada como deuda externa pública y libertad de expresión artística, mediática, literaria, intelectual... Entre esos agrupamientos crecen las coordinaciones, las solidaridades y los intercambios en todo el país, continente y en el mundo (como "Millones contra Monsanto" Leer).
Es cuestión de multiplicar esas unidades en diversidad que creó la militancia en su lucha por la valoración de la vida y la dignidad de los pueblos e individuos por sobre los súper negocios de una minúscula minoría mediante la instalación y expansión de espacios en común de deliberación que vayan involucrando a una creciente mayoría en la voluntad de poner fin al saqueo extractivista, financiero, supermercadista e inmobiliario. Se trata de poner en debate, por ejemplo, porqué la actual contaminación y destrucción ambiental no puede ser regulada por el Estado o porqué el progreso capitalista es incompatible con la supervivencia humana y no es la única alternativa hoy. Urge esta toma de conciencia mayoritaria. Sin embargo, prima el facilismo que lleva a estar cómodo y seducido por la sociedad de consumo. De modo que el viraje desde la adhesión a la racionalidad capitalista hasta la comprensión de su irracionalidad e incoherencia respecto a necesidades e intereses populares es asumido, fundamentalmente, por quienes están siendo víctimas del sistema criminal que es el capitalismo. Se agrega al conformismo generalizado, el hecho de que entre los universitarios comprometidos con la emancipación de los pueblos sobresalgan quienes sostienen que la reforma agraria integral, la soberanía alimentaria y el buen vivir (estos dos últimos como paradigmas de desarrollo anticapitalista) son ideales muy alejados de la resolución urgente de necesidades de los despojados de todo derecho.
Ante el "extraordinario documento que es el comunicado que publicó el 30 de diciembre el Comité Clandestino Revolucionario Indígena y la Comandancia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN)", Pablo González Casanova (desInformémonos) nos advierte: "(...) Ésta es la oportunidad para pensar y organizar una inmensa red de colectivos en defensa del territorio, de la Tierra (con t minúscula y con T mayúscula). Es una tarea fundamental si pensamos en la otra política desde abajo y desde la izquierda, y si pensamos en la dialéctica de las necesidades inmediatas, que muchas veces se oponen a las grandes luchas de largo plazo -pero que la organización de los pueblos más oprimidos, que aún conservan su territorio y que ven cómo se los quitan de una u otra manera, constituye una aportación a la vieja alternativa de reforma o revolución-.
La posibilidad de crear esta organización mundial en defensa del territorio constituiría la posibilidad de enfrentar una política que tiende a irse a la extrema derecha del capital corporativo y de los complejos empresariales, militares, mediáticos y políticos. Es una política de recolonización del mundo que usa dos elementos del poder, que son la propiedad y la fuerza; el dominio y la soberanía (...)". Leer
No hay comentarios:
Publicar un comentario