De
ahí que sea prioritaria la autoorganización socioeconómica de comunidades
hermanadas entre sí y en lucha por erradicar
las
ganancias patronales o la explotación laboral.
Reflexionemos
sobre:
¡ Somos los que falta!
Trabajadores por la dignidad
Buenos
Aires, 1-5-2013
Este primero de mayo, conmemorando los 45 años del manifiesto de la CGT de los
Argentinos, las organizaciones nucleadas en la Confederación de Trabajadores de
la Economía Popular (CTEP) marcharán a partir de las 10:00 hs. desde el
Ministerio de Trabajo hasta el Sindicato Gráfico, emblema de la resistencia
popular. Reclamarán igualdad de derechos para todos los trabajadores que se
desempeñan por afuera del mercado laboral formal, la apertura de una “paritaria
social” para discutir los problemas de ese sector y la inscripción de la CTEP
como organización gremial representativa de cooperativistas, cuentapropistas,
comunitarios e informales en sus distintas ramas de actividad. (...)
5.- La injusticia que persiste.- Pero nuestro Pueblo sabe bien que, a
pesar de todos los avances paridos durante los últimos años, lejos estamos de
vivir en una Patria Justa. La injusticia que persiste se expresa dramáticamente
en nuestros diez millones de pobres, en millones de trabajadores sin plenos
derechos, en multitud de niños sometidos a trabajo infantil, en la desesperanza
de los jóvenes que ni estudia ni trabaja, en cientos de miles de hogares
arruinados por el paco, en la opresión de nuestros hermanos esclavizados en
prostíbulos y talleres clandestinos, en los campesinos e indígenas desplazados
por el agronegocio, en millones de compatriotas sin vivienda digna, en
centenares de villas y asentamientos sin infraestructura básica, en los pibes
asesinados por el gatillo fácil y el crimen organizado; todas situaciones de
injusticia que sentimos en lo más profundo y nos convocan a redoblar el esfuerzo
militante.
6.- Los obstáculos a la justicia social.- La madre de estas injusticias son las estructuras que entronizan la ganancia, la cultura consumista, el saqueo de los recursos naturales y la productividad como factor rector de la vida social. En el marco de la crisis global del capitalismo, el capital financiero y las corporaciones transnacionales, en estrecha alianza con las oligarquías y monopolio locales, profundizan una ofensiva que pretende mercantilizar la vida, subordinar la agricultura y los bienes naturales a lógicas especulativas y profundizar la explotación de los trabajadores, provocando la exclusión de grandes masas de pueblo. Son estas estructuras las que mantienen a millones en la exclusión y a nuestro Pueblo trabajador dividido, no entre oficialistas y opositores como quieren hacernos creer los monopolios mediáticos, sino entre integrados y excluidos: esta es la principal contradicción social que atraviesa hoy a nuestro Pueblo. Superarla es la tarea más apremiante del movimiento popular. Somos lo que falta.
6.- Los obstáculos a la justicia social.- La madre de estas injusticias son las estructuras que entronizan la ganancia, la cultura consumista, el saqueo de los recursos naturales y la productividad como factor rector de la vida social. En el marco de la crisis global del capitalismo, el capital financiero y las corporaciones transnacionales, en estrecha alianza con las oligarquías y monopolio locales, profundizan una ofensiva que pretende mercantilizar la vida, subordinar la agricultura y los bienes naturales a lógicas especulativas y profundizar la explotación de los trabajadores, provocando la exclusión de grandes masas de pueblo. Son estas estructuras las que mantienen a millones en la exclusión y a nuestro Pueblo trabajador dividido, no entre oficialistas y opositores como quieren hacernos creer los monopolios mediáticos, sino entre integrados y excluidos: esta es la principal contradicción social que atraviesa hoy a nuestro Pueblo. Superarla es la tarea más apremiante del movimiento popular. Somos lo que falta.
7.- Los “nuevos” trabajadores.- Los millones de excluidos del mercado
formal de trabajo, los millones de expulsados del campo y los que aún resistimos
en nuestro territorio, nos fuimos buscando un lugarcito en la periferia social,
inventándonos nuestro propio trabajo, aferrándonos a los programas sociales,
también sudando en pequeñas empresas informales que no garantizar condiciones
dignas de labor. De a poquito nos fuimos organizando, formamos movimientos,
asociaciones, cooperativas, recuperamos fábricas, defendimos y recuperamos
nuestro territorio y forjamos lazos de hermandad entre nosotros. Los cartoneros,
campesinos, artesanos, vendedores ambulantes, feriantes, trabajadores de
programas sociales, motoqueros, cooperativistas, microemprendedores y obreros de
empresas recuperadas, comenzamos a salir a la luz y a reclamar los mismos
derechos que el resto de la clase trabajadora.
8.- Trabajo, Organización y Lucha.- Con la dignidad del trabajo,
comenzamos a forjar organizaciones para luchar por nuestros derechos. No vamos a
esperar que la Justicia Social caiga como maná del Cielo porque creemos
profundamente que “sin poder popular no hay justicia social”. Con independencia
de la posición política de cada uno de nosotros,
reafirmamos nuestra convicción
en que sólo la organización y la lucha de los trabajadores puede garantizar un
futuro digno para nuestro Pueblo, defender los derechos conquistados y
profundizar el camino hacia la liberación nacional y la justicia social.
9.- La necesaria unidad del movimiento obrero.- En ese sentido, la unidad del movimiento obrero es una necesidad estratégica que trasciende ampliamente la coyuntura política. La dispersión de las fuerzas populares y la fragmentación política, social y económica de los trabajadores constituyen el principal obstáculo para avanzar en transformaciones estructurales que rompan las cadenas de dependencia para construir una sociedad sin esclavos ni excluidos, una economía al servicio del Pueblo y una Patria justa, libre y soberana. Y no se trata simplemente de saldar las falsas antinomias que dividen en cinco centrales a los trabajadores formales sino de avanzar en una profunda reestructuración del movimiento obrero que nos incluya también a nosotros y pelee prioritariamente por las reivindicaciones de los trabajadores más pobres.
9.- La necesaria unidad del movimiento obrero.- En ese sentido, la unidad del movimiento obrero es una necesidad estratégica que trasciende ampliamente la coyuntura política. La dispersión de las fuerzas populares y la fragmentación política, social y económica de los trabajadores constituyen el principal obstáculo para avanzar en transformaciones estructurales que rompan las cadenas de dependencia para construir una sociedad sin esclavos ni excluidos, una economía al servicio del Pueblo y una Patria justa, libre y soberana. Y no se trata simplemente de saldar las falsas antinomias que dividen en cinco centrales a los trabajadores formales sino de avanzar en una profunda reestructuración del movimiento obrero que nos incluya también a nosotros y pelee prioritariamente por las reivindicaciones de los trabajadores más pobres.
10.- En el mercado formal no hay lugar para todos.- Tras diez años de
crecimiento ininterrumpido, aprendimos que el mejoramiento de los indicadores
macroeconómicos, que el aumento de la productividad, el desarrollo de la
tecnología y el incremento en las inversiones productivas no se traduce en
trabajo formal y dignidad para todos nuestros compañeros. Comprendimos que, en
el mercado, no hay ni habrá lugar para nosotros. Observamos como desde el
Estado, quizás con buenas intenciones, se aborda el problema estructural de la
exclusión socio-laboral con asistencialismo encubierto y recetas de
“flexibilización progresista”, la nueva cara de las “teorías del derrame” que
esperan que a la larga el crecimiento del PBI nos resuelva la vida a todos.
Frente a este panorama, tenemos dos opciones: conformarnos con subsistir como
“ciudadanos de segunda” magramente asistidos por el estado en las periferias del
mercado o construir una nueva economía que rompa con la lógica de la ganancia,
la Economía Popular.
11.- La Economía Popular como Camino.- Este camino ya lo hemos iniciado, desde abajo y a los ponchazos, a mano y sin permiso. No fue la virtud sino la necesidad la que nos llevó a juntar cartones, recuperar fábricas, defender nuestra tierra, producir alimentos, abrir mercados populares, producir artesanías, pelear por programas sociales, crear miles de cooperativas. Sin embargo, esta necesidad nos fue mostrando como cuidar el ambiente, defender la soberanía alimentaria, proteger nuestro territorio, producir bienes necesarios, sacar a nuestros pibes de la droga, cuidad a nuestros niños. Hoy somos miles, tal vez millones y nos estamos organizando para que se nos reconozca como trabajadores y fundamentalmente para dignificar estos procesos que hoy existen bajo formas precarias, desreguladas y atomizadas.
12.- La Economía Popular como Objetivo.- Creemos que sólo el trabajo estable, digno y con plenos derechos, nos permitirá construir la sociedad que queremos. A la vez, nuestra fuerza de trabajo correctamente orientada permitirá lograr objetivos sociales que están por afuera de las necesidades del “mercado”. Es maravilloso pensar que toda nuestra fuerza de trabajo que hoy está dispersa, precarizada, atomizada se puede poner al servicio del mejoramiento de nuestra comunidad. ¿Cómo lograrlo? Revalorizando los procesos de trabajo popularmente creados, integrándolos, regulándolos, formalizándolos, dignificándolos, planificándolos, coordinándolos e incluso subsidiándolos para canalizarlos hacia los grandes objetivos sociales que siguen inconclusos: la soberanía alimentaria, el cuidado del ambiente, la integración urbana de las villas, la recuperación de la infancia, la erradicación del paco, la promoción de una vida saludable y la provisión de bienes y servicios básicos para la existencia. Para alcanzar una verdadera Economía Popular, la redistribución de la renta es condición necesaria pero no suficiente. Tenemos que avanzar hacia un verdadero cambio de paradigma en el que determinados bienes sociales, el trabajo primero que todos, sean valorados con reglas distintas a las del mercado.
13.- La CTEP como herramienta reivindicativa de los trabadores de la Economía Popular.- En este marco, diversas organizaciones con larga tradición en la lucha popular, hijas de la resistencia contra el neoliberalismo y nutridas de las más diversas tendencias ideológicas, nos hemos unido para formar una herramienta gremial, reivindicativa, de masas , que permita defender los derechos de esta fracción de la clase trabajadora, recuperar los derechos perdidos y avanzar en la construcción de la Economía Popular. Este verdadero sindicato de los excluidos, organizado en cada rama de actividad, se reconoce como parte del Movimiento Obrero Organizado y reclama el otorgamiento de personería gremial.
A medida que se van organizando las ramas de actividad y su estructura orgánica, la CTEP coordina los esfuerzos reivindicativos de sus organizaciones fundadoras. Así, la Confederación está integrada hoy por trabajadores del Movimiento Evita, Movimiento Popular La Dignidad, Movimiento Nacional Campesino Indígena, Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas, Movimiento Nacional de Fábricas Recuperadas, Movimiento de Trabajadores Excluidos y diversas cooperativas, asociaciones, emprendimientos productivos y federaciones adherentes en todo el territorio nacional. La CTEP, además de coordinar las acciones de sus organizaciones miembro, se organiza por ramas y regionales…14.- Las reivindicaciones más urgentes.- Desde la CTEP reclamamos que el Estado Nacional, las Provincias y los Municipios comiencen a dar una respuesta integrada al fenómeno de la informalidad estructural con políticas públicas que permitan la integración, planificación y dignificación de la economía popular. En ese sentido, reclamamos las siguientes medidas:
· Salir de la Informalidad: Reconocimiento de la necesidad de transformar la economía informal de mercado en Economía Popular mediante el registro, la regulación, la integración, la planificación, la complementación y el control de los procesos económicos que se desarrollan por afuera de las vías institucionalizadas.
· Derechos para Todos: Universalización de la totalidad de los derechos laborales para los trabajadores de la Economía Popular –salario mínimo, vacaciones, aguinaldo, asignaciones familiares, protección a la maternidad, licencias, obra social efectiva, estabilidad laboral, derecho a agremiación- a cargo del Estado y con el aporte de los sectores privados que se benefician de la cadena de valor en la que participan nuestros compañeros.
· Una nueva institucionalidad: Creación de un Ministerio de Economía Popular que registre, regule, planifique y fomente todos los procesos de Economía Popular para garantizar los derechos de sus trabajadores y el desarrollo productivo del sector.
· Lucha contra la Inflación: Creación de mecanismos de control popular de los precios, incluyendo la formación de una Red de Mercados Populares abastecidos con productos de la Economía Popular subsidiados para servir la mesa de los argentinos.
· Nuevas formas de propiedad y organización: Reconocimiento de la propiedad social, colectiva y/o comunitaria sobre los medios de producción y territorios afectados a actividades de Economía Popular. Actualización de la normativa de cooperativas sin “flexibilizaciones progresistas” y reforma del INAES.
· Fomento estatal: Ley de “Compre Social” con un cupo no menor al 20% del total de las Compras del Estado al Sector Popular de la Economía con prefinanciación.
· Ventanilla única y participación popular en los programas sociales: Coordinación centralizada de la totalidad de los programas sociales con contraprestación laboral reconociendo plenos derechos a sus trabajadores y permitiendo la participación de sus organizaciones más representativas en el diseño, la implementación y el contralor de los mismos. Dichos programas deben apuntar prioritariamente a mejorar la situación de infraestructura, mobiliario social, vivienda, salubridad y ambiente de los compañeros que viven en villas y asentamientos.
· Apoyo a las Empresas Recuperadas y Plan Nacional de Recuperación de Empresas: Ley de expropiación general para las recuperadas, créditos, subsidios, complemento de ingreso, canales de comercialización, renovación tecnológica, apoyo a la comercialización y la exportación.
· Reforma Agraria Integral: Ley de suspensión de desalojos, Función Social de la tierra, reapertura del Consejo Agrario Nacional. Programa Nacional de fortalecimiento de la agricultura campesina para la Soberanía Alimentaria. Creación de una institucionalidad de rango ministerial que aborde la el uso y función de la tierra en el marco de la Soberanía Alimentaria y popular.
· Inclusión de Cartoneros y cuidado ambiental: Programa Nacional de Gestión Social para el Servicio Público de Recolección Diferenciada, Acopio, Reacondicionamiento, Reciclado y Comercialización de Residuos Sólidos Urbanos Secos para la inclusión social de los 300.000 cartoneros que trabajan en la República.
· Erradicación del Trabajo esclavo: Creación de una Red de Polos Textiles Cooperativos para la erradicación del trabajo esclavo en la industria textil y la integración social de 500.000 trabajadores costureros reducidos a servidumbre en talleres clandestinos.
· Incautación de los bienes de corruptos, mafiosos y esclavistas: La incautación y reutilización social de fondos, bienes de capital, bienes de uso, vehículos, campos o inmuebles, que hayan sido instrumento, objeto o producto de los delitos de corrupción, contrabando, narcotráfico, trata de personas, trabajo infantil y trabajo esclavo (ley de extinción de dominio).
· Protección a los trabajadores de la vía pública: Protección, reconocimiento, registro y regulación a los trabajadores de la vía pública ya sean artesanos, vendedores ambulantes, artistas callejeros.
· Ferias Populares sin Explotación: Protección, reconocimiento, registro y regulación de las Ferias Populares y Ferias Francas de Gestión Social Social. Estatización y reconversión de las actuales Ferias “Internadas” privadas. Reconocimiento pleno de derechos laborales a los feriantes y de los productores que abastecen a la feria. Fuente: http://ctep-argentina.blogspot.com.ar/2013/04/somos-lo-que-falta.html
Comprobamos
que, pese a coincidencias importantes como la ruptura con la lógica de ganancia
para desarrollar la economía popular y la reforma agraria integral, hay
conciliación con el capitalismo e imperialismo del poder económico y con el
Estado a su servicio. Por eso, la CTEP estima:
-
La principal contradicción social que atraviesa hoy a nuestro Pueblo se da entre incluidos y excluidos. Superarla es la tarea más apremiante del movimiento popular. Somos lo que falta.
-
El movimiento obrero debe priorizar la lucha por la inclusión de los excluidos o el goce de iguales derechos que toda la clase.
-
"El Estado Nacional, las Provincias y los Municipios comiencen a dar una respuesta integrada al fenómeno de la informalidad estructural con políticas públicas que permitan la integración, planificación y dignificación de la economía popular. En ese sentido, reclamamos las siguientes medidas:...".
Se
desprende que su
supuesto básico es la convivencia del capitalismo e imperialismo con la economía
popular, la dignidad de la clase trabajadora y la agricultura campesina. No repara que cada vez es más imposible.
Apreciemos:
El
Estado bajo gestión CFK
YPF, Chevron y
liberación nacional
Por
Rolando Astarita
(...)El
acuerdo firmado con Chevron debe ponerse en un contexto más amplio. El 13 de
diciembre, en la celebración del Día del Petróleo, Kicillof dijo que
“queremos que las empresas hagan buenos negocios”;
y presentó como una señal positiva el aumento a 7,5 dólares por millón de BTU
del gas que extraen YPF y otras empresas. El precio estaba en 2,3 dólares, en
tanto que el gas importado de Bolivia llegó a pagarse 12 y 13 dólares. Durante
mucho tiempo partidos de la oposición y diferentes medios dijeron que esto era
irracional, pero los K-defensores respondían que se trataba de argumentos de la
derecha. Sin embargo, el creciente el déficit energético (3500 millones de
dólares este año en la balanza gasífera) obligó al aumento, anunciado por la
presidenta como un gran paso adelante. Poco después, en el encuentro con los
petroleros, Kicillof explicaba:
“Para llevar a cabo este
aumento de producción se debe tener en cuenta la rentabilidad de la inversión en
estos costosos proyectos y el tiempo de repago de estas, que en muchos casos
exceden los plazos de las concesiones”.
Interpretaciones alternativas
Al
producirse la estatización de YPF publiqué una nota (ver aquí)
en la que polemizaba con aquellos que interpretaban la medida en términos de la
oposición “Estado o mercado”, “Pueblos o corporaciones”, “Liberación nacional o
dependencia”, y similares. De acuerdo a esta línea de pensamiento, los acuerdos
recientes, o la suba del precio del gas, serian entonces una “claudicación”
frente a las fuerzas del capital internacional (aunque el K-progresismo prefiere
mirar para otro lado; después de todo, monopolio es Clarín, pero no Chevron).
Mi
interpretación, en cambio, es que se trata simplemente de negocios capitalistas,
en los cuales diversas fracciones y el Estado discuten por las condiciones de la
explotación. La razón de fondo es que YPF, a igual que cualquier empresa,
también está sometida, en última instancia, a la lógica de la valorización.
Refiriéndome en general a las empresas capitalistas de Estado, en aquella nota
sobre la estatización de YPF escribía que de manera creciente “son regidas por
directores que se entrenan en las mismas escuelas de negocios que entrenan al
personal jerárquico de las privadas. La valorización y los balances son puestos
bajo escrutinio de los inversores, que “votan” en las bolsas de valores. Estamos
muy lejos del viejo estatismo vinculado a la industrialización por sustitución
de importaciones. Los nuevos criterios para
definir qué
es una ECE, y las ambigüedades que surgen al tratar de establecer los límites
entre lo privado y lo estatal, tienen que ver con este giro”. (...)
Leer
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Los ataques no paran: de nuevo
niños Wichí baleados en Formosa
19 de mayo de 2014
19 de mayo de 2014
Una
ola de violencia
policial está
arrollando a las comunidades
indígenas Wichí de Ingeniero
Juárez, Provincia deFormosa.
Unas semanas después de que unos niños fueran heridos
gravemente, la fuerza estatal atacó ayer otra vez contiros
de bala de plomo a
chicos Wichí de esa localidad, lesionando a varios de ellos. Uno, de 14
años, fue llevado a la comisaría y golpeado
brutalmente.
Por
Stefan Biskamp para ANRed / Fotos: Agustín Santillán.
Según relatan testigos, a las 10:00hs de la mañana de ayer, sábado
17 de mayo, una decena
de policías entró a
la comunidad
Wichí Barrio Obrero de Ingeniero Juárez en
el noroeste de la Provincia de Formosa. “Sin
avisar, tiran
directo con balas de goma y de plomo”, contó un testigo. “Entran
al barrio con palabras ’indio
de mierda’ y ’mataco’”. Cuando los miembros de la comunidad
corrían desesperadamente, “los
policías se reían”. Un niño
de 14 años fue detenido por
los efectivos: “Lo llevan a la
rastra al niño Leandro.
La madre grita, le pegaban y casi la balean también”.
(...)
Habitualmente,
representantes del Estado en las provincias del noroeste como
Formosa, gobernada por el kirchnerista Gildo
Insfrán, usan el argumento
de una supuesta agresión violenta por parte de los pueblos originarios para
justificar una represión. Así sucedió por ejemplo cuando en
Ingeniero Juárez, el 21
de marzo, tres
chicos resultaron heridos por balas. En aquella ocasión, casi
idéntica a la de ayer, el niño Nazareno
Chávez, de 11 años, sufrió las heridas más graves y
los huesos de su rodilla de izquierda fueron astillados por una bala de plomo
que disparó un policía. Hace unos días pudo volver a casa, luego de haber estado
internado casi dos meses en
un hospital en Formosa Capital, a unos 500 kilómetros de su comunidad en
Ingeniero Juárez.
Como se pudo documentar en marzo, la herida de Nazareno fue producto de una
verdadera cacería
de niños realizada
por policías provinciales. Aquel día, un grupo de chicos se había sentado
tranquilamente en la vereda, frente a la Plaza Juan Domingo Perón, cuando
efectivos bajaron de un patrullero, les
dispararon y los persiguieron, tirando con balas de goma y de plomo.
Llamativamente en ese momento –así como en el contexto de esta nueva violencia
policial contra niños Wichí– los efectivos difundieron la versión de que fueron
los chicos quienes habían empezado, amenazando con piedras a coches de vecinos
criollos y atacando a los policías después. Esta versión oficial se pudo
desmentir con una cuidadosa documentación de los hechos.(...)
Leer
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ANTE EL FALLO DE LA CÁMARA FEDERAL POR EL
MEMORANDO
CON IRAN
Por
APEMIA
Agrupación Por el Esclarecimiento
de la Masacre Impune de la AMIA
Después de veinte años de impunidad de la masacre de la AMIA, el fallo de la
Cámara Federal que declaró inconstitucional el Memorando ha provocado una nueva
crisis política. Los ministros Alak y Timerman prometieron una apelación que no
tenían pensada. Pichetto llegó a hablar de un “gobierno de los jueces” para
justificar la parálisis y el fracaso de las iniciativas que el gobierno impulsó
durante años en el tema del atentado a la AMIA.
Se
trata de un fallo al que todas las partes apostaron buscando presentarse como
ganadores. El gobierno, para mostrar que su acuerdo con Irán era beneficioso,
incluso para Israel y la paz en Medio Oriente. Los jueces, para mantener su
“independencia” y tratar de salvar el honor después de veinte años de
encubrimiento. Y DAIA/AMIA, para mostrarse como articuladores de una oposición
política que sigue encubriendo al Estado nacional y sus reconocidas
responsabilidades criminales.
(...)
Desde APEMIA llevamos años impulsando la constitución de una Comisión
Investigadora y la apertura de los archivos para esclarecer los hechos y llegar
a la verdad como único camino para superar veinte años de impunidad y maniobras
políticas y jurídicas. Después de tantos años de lucha y debates, los jueces,
finalmente, reconocieron en su fallo el valor y la legalidad de estas comisiones
de la verdad, aunque no las promuevan.
Nuestra propuesta se plasmó en un Proyecto de Ley que presentaremos públicamente
en los próximos días junto a distintos bloques parlamentarios de ambas cámaras
que la hicieron propia.
Consiste en la conformación de una Comisión Investigadora que funcione en el
ámbito del Congreso Nacional, conformada por una mayoría de personalidades de
trayectoria incuestionable en distintos ámbitos, representantes de los
familiares de las víctimas y diputados y senadores. Su espíritu se refleja en
los antecedentes internacionales que el fallo de Cámara cita.
La
condición para su funcionamiento es la apertura de los archivos secretos
vinculados al atentado a la AMIA, que el gobierno ya abrió para otras causas de
Derechos Humanos.
La
constitución de una Comisión Investigadora y la apertura de los archivos es la
única vía
que nos puede
llevar a la verdad que el Estado argentino oculta desde hace veinte años. Y el
derecho a verdad, justicia y castigo a todos los culpables es la única
salvaguarda contra la impunidad.
Leer
Situación de opresión y represión de los trabajadores.
Incompatibilidad del
extraordinario crecimiento oligopólico con los derechos de todos los
trabajadores.
A propósito
del 1 de Mayo
Por:
Julio C. Gambina (especial para ARGENPRESS.info)
Resulta interesante, a propósito de la
celebración del día internacional de los trabajadores, evidenciar algunos datos
referidos al empleo y los salarios en la Argentina, que surgen de un estudio de
la FISYP. (1)En el trabajo se señala que la información proviene de la EPH-INDEC, la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC, con datos para el cuarto trimestre de 2013 y refieren a la situación de los trabajadores asalariados.
Del estudio surge que sólo el 49,4% de los asalariados es a la vez ocupado pleno o a tiempo completo, o sea, que trabaja más de 35 horas semanales y está registrado.
• Que la mitad de los asalariados gana menos de $4.500 por mes en su ocupación principal.
• Que el 33,5% de los asalariados no está registrado por su empleador, dando cuenta de la permanencia de una situación de impunidad empresarial que persiste en no registrar a sus trabajadores y privarlos de seguridad social.
• Que el 81,2% de los asalariados no registrados gana menos de $4.500 por mes en su ocupación principal.
• Que el salario promedio de los trabajadores no registrados es de $2.903 por mes. El de los no registrados, pero plenos o a tiempo completo, o sea que trabajan más de 35 horas semanales es de $3.745.
• Que el ingreso medio de la ocupación principal de distintos grupos de trabajadores asalariados es de $5.050 al mes.
Ese promedio es resultado de:
• Asalariados Plenos $5.859;
• Varones $5.738 y mujeres $4.182;
• Trabajadores Estatales $6.204;
• Trabajadores Privados $4.758;
• Trabajadores Registrados $6.133;
• Trabajadores No Registrados $2.903;
• Trabajadores Registrados y Plenos $6.652;
• Trabajadores no registrados y pleno $3.745.
Son datos promedios que evidencian la precariedad de ingresos de los trabajadores asalariados y la persistencia de la impunidad empresarial que niega seguridad social a un tercio de los trabajadores.
El conjunto de datos oficiales referencia la base material que justifica la demanda de los trabajadores por mejorar el ingreso y las condiciones de empleo en la Argentina.
En otro trabajo de la Fisyp (2) se destaca la “recuperación del empleo” en la década transcurrida desde 2002, aunque “asentado sobre dos aspectos que se han demostrado constitutivos e imprescindibles para la sostenibilidad del modelo: un nivel de precarización muy elevado y trabajo “en negro” (no regularizado por impunidad empresaria) en niveles inéditos para períodos de bonanza económica”.
El caso del Estado Nacional es interesante, ya que “a junio de 2013 un 15,7% de sus empleados estaba bajo el formato de “contratados”, constituyéndose en uno de los empleadores que apuntala la situación de precariedad laboral.”
Sobre el trabajo “no registrado” se sostiene que “aparece como una necesidad del modelo económico vigente”, por ser un dato estructural con límites a la baja desde el 2008.
El informe da cuenta de una diferenciada “recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores en la última década”, siendo “Para el sector privado registrado....del 32%...” mientras que “los trabajadores no registrados....apenas han incrementado su capacidad de compra”.
Se señala que “El poder adquisitivo del salario se encuentra, en la actualidad, en niveles comparables con el que tenía un trabajador promedio a fines de la década del ´40, lejos del punto máximo de 1974”.
El estudio señala a propósito de la política social masiva que “a pesar del alto nivel de empleo existente, los salarios son lo suficientemente bajos como para que se requiera una transferencia importante del Estado para terminar de conformar los ingresos de los sectores populares, incapaces sin esta ayuda de afrontar sus necesidades cotidianas.”
Se concluye destacando “deudas” en este periodo “la precarización laboral, el empleo no registrado y el bajo poder adquisitivo del salario”, en tanto “necesarios para el sostenimiento de un modelo económico que no ha transformado estructuralmente el tipo de empleo que se crea en la Argentina.”
Son estudios que requieren ser discutidos más allá de ideologismo o concepciones propagandísticas sobre el resultado en condiciones de vida de estos años transcurridos luego de la crisis del 2001/02, especialmente para pensar en una estrategia emancipadora desde los trabajadores.
Notas:(...)Fuente: http://www.argenpress.info/2014/05/a-proposito-del-1-de-mayo.html
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Política para la impunidad de quienes acumulan riquezas desposeyendo hasta de su supervivencia a millones que son contenidos frente a tamaña injusticia con otra: la "transferencias de ingresos provenientes de la ANSES".
Argentina:
Política social compensatoria
Por:
Julio C. Gambina (especial para ARGENPRESS.info)
Hacía un año que no se actualizaban los montos de la Asignación Universal por
Hijo (AUH), y esta semana se informó una actualización del 40%. Aun siendo poco
representativo para cada perceptor del beneficio, de $460 a $644 por mes, la
suma total afectada aporta en el intento de contrarrestar la caída del consumo y
la producción que verifica la desaceleración de la economía en el presente.
El ajuste de ingresos por beneficios sociales supone varias consideraciones. Por un lado significa un reconocimiento de la variación real de los precios de bienes y servicios que consumen los sectores más desprotegidos de la sociedad; y por otro, confirma que los elevados indicadores de crecimiento de la economía en la década no alcanzan para que millones de personas resuelvan su cotidianeidad con recursos provenientes del empleo.
La política económica no ha podido resolver cuestiones estructurales asociadas al ingreso popular, por lo que la política social masiva actúa de forma compensatoria, intentando morigerar indicadores sociales de marginación y empobrecimiento que constituyen legados de cambios regresivos en el orden económico y social gestados en las últimas cuatro décadas.
Vale mencionar que la AUH es el programa más extenso de una política social masiva que involucra a casi 4 millones de beneficiarios, y a la que se suman otros tres millones de diversos planes sociales, entre ellos nuevos jubilados sin historial de aportes previsionales. La política social alcanza a unos 7 millones de personas que reciben transferencias de ingresos provenientes de la ANSES.
El ajuste de ingresos por beneficios sociales supone varias consideraciones. Por un lado significa un reconocimiento de la variación real de los precios de bienes y servicios que consumen los sectores más desprotegidos de la sociedad; y por otro, confirma que los elevados indicadores de crecimiento de la economía en la década no alcanzan para que millones de personas resuelvan su cotidianeidad con recursos provenientes del empleo.
La política económica no ha podido resolver cuestiones estructurales asociadas al ingreso popular, por lo que la política social masiva actúa de forma compensatoria, intentando morigerar indicadores sociales de marginación y empobrecimiento que constituyen legados de cambios regresivos en el orden económico y social gestados en las últimas cuatro décadas.
Vale mencionar que la AUH es el programa más extenso de una política social masiva que involucra a casi 4 millones de beneficiarios, y a la que se suman otros tres millones de diversos planes sociales, entre ellos nuevos jubilados sin historial de aportes previsionales. La política social alcanza a unos 7 millones de personas que reciben transferencias de ingresos provenientes de la ANSES.
El movimiento de trabajadores jubilados cuestiona la distracción de fondos del ANSES para fines que no sean previsionales, sustentando que lo esencial de los recursos de la seguridad social son aportes y contribuciones con ese específico fin. En todo caso, señalan, la insuficiencia de fondos para hacer frente los pagos de jubilaciones y pensiones se asocian a la disminución de aportes patronales gestados en tiempo de Cavallo y Menem y que motivó el reemplazo con recursos tributarios. Este último argumento, la compensación con impuestos para el fondo de la seguridad social es lo que sostiene el gobierno para atender el conjunto de la política social con dinero de la ANSES.
La cuestión parece irresoluble por escasez de fondos, sean del tesoro nacional o del fondo de la seguridad social. Las demandas a satisfacer son cuantiosas y más allá del debate sobre índices de pobreza e indigencia, la realidad es que una parte importante de la sociedad tiene problemas de ingresos para resolver las necesidades de la vida cotidiana.
En efecto, si son 7 millones los beneficiarios de la política social con
ingresos ajustados pero escasos, y unos 5 millones de jubilados nacionales
perciben la mínima, por debajo del 50% de lo necesario para una vida digna; y un
tercio de los trabajadores están en situación irregular con ingresos menores a
los regularizados con seguridad social;
queda claro entonces la deuda del orden
económico social con la mayoría de la población.
Con ese cuadro de situación se impone la masividad, no necesariamente universalidad, de una política social compensatoria ante una economía que en la crisis mundial creció a valores superiores. Es una situación que la Argentina comparte con la mayoría de los países de la región, aún con orientaciones políticas diferenciadas. En casi todos los países de Latinoamérica se aplican programas de transferencias de renta sustentados en fuertes ingresos fiscales derivados de la particular situación de suba de los precios internacionales de los productos de exportación.
Uno de los problemas a consignar es que en estudios de la CEPAL y de la OIT para la región se anticipan modificaciones en las condiciones globales del rumbo económico, del comercio y de los precios de las materias primas que pueden afectar la cuestión de los ingresos fiscales de los países y convocaran a discutir el uso de los recursos públicos. No en vano, sectores hegemónicos presionan para la disminución del gasto público y aunque no siempre se sostenga claramente, el gasto social está en la mira del objetivo para la reducción.
Otro de los problemas proviene de la evolución de los precios, del 1,8% en abril según el INDEC, que se suma al 10% del primer trimestre, y en particular del de la divisa, que esta semana parece haber iniciado un nuevo movimiento alcista luego de la devaluación de enero. Las mínimas correcciones del valor del dólar impactan en varios precios que sufren precisamente los sectores de menores ingresos, que aun antes de percibir los ajustes ya sufren el impacto de la suba en bienes y servicios de consumo cotidiano.
Fuente: http://www.argenpress.info/2014/05/argentina-politica-social-compensatoria.html
Con ese cuadro de situación se impone la masividad, no necesariamente universalidad, de una política social compensatoria ante una economía que en la crisis mundial creció a valores superiores. Es una situación que la Argentina comparte con la mayoría de los países de la región, aún con orientaciones políticas diferenciadas. En casi todos los países de Latinoamérica se aplican programas de transferencias de renta sustentados en fuertes ingresos fiscales derivados de la particular situación de suba de los precios internacionales de los productos de exportación.
Uno de los problemas a consignar es que en estudios de la CEPAL y de la OIT para la región se anticipan modificaciones en las condiciones globales del rumbo económico, del comercio y de los precios de las materias primas que pueden afectar la cuestión de los ingresos fiscales de los países y convocaran a discutir el uso de los recursos públicos. No en vano, sectores hegemónicos presionan para la disminución del gasto público y aunque no siempre se sostenga claramente, el gasto social está en la mira del objetivo para la reducción.
Otro de los problemas proviene de la evolución de los precios, del 1,8% en abril según el INDEC, que se suma al 10% del primer trimestre, y en particular del de la divisa, que esta semana parece haber iniciado un nuevo movimiento alcista luego de la devaluación de enero. Las mínimas correcciones del valor del dólar impactan en varios precios que sufren precisamente los sectores de menores ingresos, que aun antes de percibir los ajustes ya sufren el impacto de la suba en bienes y servicios de consumo cotidiano.
Fuente: http://www.argenpress.info/2014/05/argentina-politica-social-compensatoria.html
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Prioridad al clima de súper negocios de las
petroleras con condena a perpetua a los trabajadores de Las Heras y...
CRÓNICA
DESDE SANTA CRUZ DEL VIAJE DE ORGANIZACIONES
Libertad inmediata a Oñate,
Vivares y Armoa
06 May 2014
06 May 2014
La provincia de Santa Cruz es desde el año pasado el blanco de todas las miradas por la persecución y criminalización de la protesta social debido al injusto fallo donde se condenó a tres petroleros a cadena perpetua. La movilización de organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas ha impedido por ahora que la prisión se haga efectiva. Pero el gobierno, la justicia provincial y las patronales petroleras no conformes con este ataque, siguen su avanzada contra los trabajadores: el 23 de febrero pasado detuvieron a cinco petroleros que se encontraban reclamando por mejores condiciones laborales en la empresa BACSSA.(…)
Un Primero de Mayo tras las rejas por luchar
A 128 años en que los Mártires de Chicago iniciaran la lucha por las 8 hs de
jornada laboral, y que les costara la vida, siguen las mismas persecuciones a
los trabajadores cuando se organizan, incluso en un gobierno que levanta
demagógicamente las banderas de los derechos humanos y se reivindica “nacional y
popular”. Como dijimos más arriba, en Santa Cruz, provincia donde los Kirchner
comenzaron su acumulación de poder político y económico, se condenó a cadena
perpetua a trabajadores que luchaban contra el impuesto a las ganancias y la
tercerización laboral, y desde febrero están detenidos con prisión preventiva
trabajadores de la empresa BACSSA que reclamaban, entre otros puntos, que se
cumpla con el ítem de desarraigo, en una provincia donde las distancias entre
las localidades son enormes, y por la reincorporación de Víctor Oñate, quien
había sido despedido por la empresa. Las causas que les imputan a estos
trabajadores son por coacción agravada, entorpecimiento de la producción vía
terrestre y violación al domicilio.
En vista de esta situación se llevó a cabo un acto por el Día Internacional de
los Trabajadores frente a la Alcaidía de Pico Truncado, donde se encuentra
detenido Oñate. Allí se hicieron presentes, entre otras organizaciones, la
conducción provincial de la CTA, ATE Pico Truncado, Adosac provincial, Sindicato
Judiciales, delegados petroleros, MST, PO, CCC, PSTU, y delegaciones de
trabajadores de Las Heras, Los Antiguos, Caleta Olivia, Puerto Deseado, Río
Gallegos, Río Turbio, Gobernador Gregores, Perito Moreno, 28 de Noviembre,
Puerto Santa Cruz, Comodoro Rivadavia. Desde el PTS nos acercamos al acto para
llevar nuestra solidaridad con la causa de estos tres petroleros detenidos y
exigir la inmediata liberación de los mismos, el cese de las persecuciones a los
que luchan y comunicar la presentación en el Congreso de la Nación del proyecto
de ley contra la criminalización de la protesta social. Oñate y Vivares dejaron
sus saludos a los presentes en el acto, en una comunicación vía telefónica desde
sus lugares de detención. Además, en la plaza central de la localidad de Las
Heras también se organizó un acto pese al corte de la luz que se produjo en el
preciso momento en que se iba a realizar el mismo, según nos comentaron sus
organizadores.(…)
CARTA DE UN PRESO POR LA INJUSTICIA
Hola , soy Justo Martín Oñate, mi apodo, "cuellito"...miembro de Comisión
Directiva del Sindicato Petrolero y Gas Privado de la Provincia de Santa Cruz, y
estoy detenido, privado de mi libertad en Pico Truncado, en la Unidad de
detención de máxima seguridad, también en Caleta Olivia, en la alcaldía se
encuentran en similar condición: Néstor Vibares miembro de Comisión Directiva y
Jorge "chiru" Armoa, delegado de la empresa Baccsa.Aclaro, para que se entienda mejor, detenido por luchar, defender lo que nos corresponde, por las leyes convencionales y la L.C .T. 20744 etc. y sin justificación valedera nos han privado de la libertad cuando habíamos realizado todos los pasos legales correspondientes. Aún no entiendo y no puedo creer que en el año 2014 en una etapa que se profesa y habla tanto de democracia sindical, hoy tenemos tres dirigentes detenidos, tres familias sufriendo, compañeros, ciudadanos pasando tanta angustia en una provincia que se jacta de libertad y que también se dice tener el sindicato más grande y más fuerte, de primer grado, como el Sindicato Petrolero de Santa Cruz.
De igual manera creo todavía en la Justicia aunque tengo impotencia, dolor, sufrimiento por que no deberíamos estar ni un día detenidos por las mentiras que un gerente de Neuquén, que abusando de su poder se dirige al juzgado acusando con malicia a trabajadores y dirigentes para acallar los reclamos y así reírse de una institución y hacer este gran mal a nuestra persona...la verdad que tengo mucho para hablar pero más que todo pido la automática libertad de Néstor Vivares, Jorge Armoa y mi libertad, Justo Martín Oñate...
Dios es testigo de esta injusticia que estamos viviendo por eso les pido de corazón como obrero, trabajador, luchador y ciudadano de Las Heras provincia de Santa Cruz que este 21 de mayo en la ciudad de Caleta Olivia se haga marcha, manifestación, acto o como quieran llamarlo, repudiando esta situación y pidiendo nuestra inmediata libertad.
Les solicito o convoco a todos los sindicatos e instituciones, compañeros, sectores políticos, compañeros delegados, agrupaciones petroleras y a todos los medios de comunicaciones escritos y orales que se solidaricen y difundan y que dicho sea de paso les agradezco de corazón...
"GRACIAS A UNA SANTA CRUZ LIBRE, LAS HERAS, PICO TRUNCADO, CALETA OLIVIA, RÍO GALLEGOS.....PRESOS DE LA INJUSTICIA SINDICAL "
Fuente: http://www.anred.org/spip.php?breve9489
Alternativas al capitalismo desde los diversos de abajo.
Otra
economía para otra civilización
Julio-septiembre de 2013
Por Alberto
Acosta*
Cualquier cosa
que sea contraria a la Naturaleza
lo es también
a la razón, y cualquier cosa que sea
contraria a
la razón es absurda. Baruch de Spinoza (1632-1677)
Dejemos
sentado desde el inicio que no hay alternativa alguna dentro del capitalismo.
Son inviables opciones dignas en una civilización en esencia depredadora y
explotadora que «vive de sofocar a la vida y al mundo de la vida». La
Humanidad, entonces, tiene que superar tal civilización, que además está en
crisis. Y no se puede esperar que esta abra la puerta a los cambios; ellos
deben ser construidos e impulsados como parte de una acción política
preconcebida que se aproveche de la crisis del capitalismo. En ese sentido, es
muy importante estar atentos a aquellos elementos que configuran la esencia civilizatoria
de ese sistema, para no insistir en ellos y dar paso, dentro de él, a la
construcción de una alternativa. La salida del capitalismo se cristalizará
incluso arrastrando, inicialmente, algunas de sus taras propias. Pero eso no
es suficiente. Hay que transitar del actual antropocentrismo al
sociobiocentrismo. Lo anterior exige un proceso de mutación sostenido y
plural, como requisito fundamental para llevar a cabo una gran transformación
civilizatoria. La tarea es organizar la sociedad y la economía asegurando la
integridad de los procesos de la naturaleza, garantizando los diversos flujos
de energía y de otros materiales en la biosfera, sin dejar de preservar la
biodiversidad del planeta. Por lo tanto, no se trata de continuar por la senda
del tradicional progreso en su deriva productivista y del desarrollo como
dirección única, sobre todo en su visión mecanicista de crecimiento económico,
en sus múltiples sinónimos. Es necesario plantear caminos diferentes, mucho
más ricos en contenidos y, por cierto, más complejos y concretos.
Elementos de
una economía solidaria y sustentable
Cuando se acepta que una economía debe sustentarse en la solidaridad y en la sustentabilidad, se busca la construcción de otro tipo de relaciones de producción, intercambio, cooperación y también de acumulación del capital y de distribución del ingreso y la riqueza. En el ámbito económico se requiere incorporar criterios de suficiencia antes que sostener la lógica de la eficiencia entendida como la acumulación material cada vez más acelerada. De ello se desprende una indispensable crítica al fetiche del crecimiento económico, que es apenas un medio, no un fin. Esto plantea también, como meta utópica, la construcción de relaciones armoniosas de la colectividad, y del individuo con la naturaleza. El objetivo final es establecer un sistema económico sobre bases comunitarias y orientadas hacia la reciprocidad, que debe ser sustentable; es decir, debe asegurar procesos que respeten los ciclos ecológicos y que puedan mantenerse en el tiempo, sin ayuda externa y sin que se produzca una escasez crítica de los recursos. Para lograr este objetivo múltiple será preciso dejar atrás paulatinamente las lógicas de devastación social y ambiental dominantes.
Cuando se acepta que una economía debe sustentarse en la solidaridad y en la sustentabilidad, se busca la construcción de otro tipo de relaciones de producción, intercambio, cooperación y también de acumulación del capital y de distribución del ingreso y la riqueza. En el ámbito económico se requiere incorporar criterios de suficiencia antes que sostener la lógica de la eficiencia entendida como la acumulación material cada vez más acelerada. De ello se desprende una indispensable crítica al fetiche del crecimiento económico, que es apenas un medio, no un fin. Esto plantea también, como meta utópica, la construcción de relaciones armoniosas de la colectividad, y del individuo con la naturaleza. El objetivo final es establecer un sistema económico sobre bases comunitarias y orientadas hacia la reciprocidad, que debe ser sustentable; es decir, debe asegurar procesos que respeten los ciclos ecológicos y que puedan mantenerse en el tiempo, sin ayuda externa y sin que se produzca una escasez crítica de los recursos. Para lograr este objetivo múltiple será preciso dejar atrás paulatinamente las lógicas de devastación social y ambiental dominantes.
El mayor desafío de las transiciones se
encuentra en superar aquellos patrones culturales asumidos por la mayoría de la
población que apuntan hacia una permanente y mayor acumulación de bienes
materiales; una situación que no asegura
necesariamente un creciente bienestar de todos los individuos y
las colectividades. No sólo hay que consumir mejor y en algunos casos menos,
sino que se debe obtener mejores resultados con menos, en términos de mejorar
la calidad de vida. Es imprescindible construir otra lógica económica, que no
radique en la ampliación constante del consumo en función de la acumulación de
capital. En consecuencia, esta nueva propuesta tiene que consolidarse superando
el consumismo, e inclusive el productivismo, sobre bases de creciente
autodependencia comunitaria en todos los ámbitos. No se trata de minimizar la
importancia que tiene el Estado, pero sí de ubicarlo en su verdadera
dimensión, es decir, asumir sus limitaciones y repensarlo desde lo comunitario.
Subordinar el Estado al mercado implica supeditar la sociedad a las relaciones
mercantiles y al individualismo ególatra. Si bien el mercado total no es la
solución, tampoco lo es el Estado por sí solo. Debe tenerse presente, como un aspecto medular, que no todos los actores de
la economía actúan movidos por el lucro. Y que tampoco la burocracia estatal
puede suplantar las expresiones de las comunidades, en la medida en que ella
no garantiza la participación popular en la toma de decisiones, ni el control
democrático.
Eso lleva a comprender que en una economía solidaria, como parte de una
sociedad plenamente democrática, no puede haber formas de propiedad
capitalista monopólica u oligopólica, y tampoco puede la empresa pública o
estatal totalizar la economía, al ser considerada la forma de propiedad
principal y dominante. Existen modos distintos de propiedad y organización:
cooperativas de ahorro y crédito, de producción, de consumo, de vivienda y de
servicios, así como mutuales de diverso tipo, asociaciones de productores y
comercializadores, organizaciones comunitarias, unidades económicas populares y
empresas autogestionarias. En este universo habrá que incorporar una gran
multiplicidad de organizaciones de la sociedad civil, que pueden acompañar una
transformación que no se improvisa, e incluso ser su base. Tal economía parte
de una marcada heterogeneidad de formas de propiedad y de producción. Desde
donde se deberán ir construyendo otras relaciones de producción y de control
de la economía. El Estado y el mercado tendrán un importante papel; este último
podría ser repensado desde la visión de una economía socialista de mercado. El
objetivo, ya desde la fase de transición, será impulsar la satisfacción de las
necesidades actuales sin comprometer las posibilidades de las generaciones
futuras. No se trata solamente de defender la fuerza de trabajo y de oponerse
a su explotación.
Está en juego la defensa de la vida misma.
Así, los objetivos económicos subordinados a las leyes de
funcionamiento de los sistemas naturales, deben conciliarse con el respeto a la
dignidad humana y la mejoría de la calidad de vida de las personas, las
familias y las comunidades. No puede sacrificarse la naturaleza y su
diversidad; el ser humano forma parte de ella y no tiene derecho a dominarla,
mercantilizarla, privatizarla, destruirla. El autocentramiento en la base de
las transiciones Las transiciones, entendidas como rutas hacia una nueva
civilización, deben ser pensadas sobre todo desde las nociones de
autocentramiento. En esta aproximación las dimensiones locales quedan muy bien
situadas, lo que supone una estrategia de organización de la política y de la
economía construida desde abajo y desde dentro, desde lo comunitario y
solidario; donde, por ejemplo, cobran fuerza las propuestas productivas
resultantes de los barrios y las comunidades. Adoptar esas nociones implica
tomar decisiones políticas colectivas, para lo cual debe seguirse un camino
gradual que vaya desde lo regional a lo nacional, y luego al mercado mundial.
Este empeño será mucho más fácil si se cuenta con el respaldo del gobierno
central y si hay una estrategia de integración regional autónoma, es decir, que
no esté normada por las demandas del capital transnacional.
El fundamento
básico de la vía autocentrada es el desarrollo de las fuerzas productivas
endógenas, que incluye capacidades humanas y recursos productivos locales y el
correspondiente control de la acumulación y centramiento de los patrones de
consumo. Todo esto debe venir acompañado por un proceso político de
participación plena, de manera tal que (sobre todo en los países donde el
gobierno no está sintonizado con esta visión) se construyan «contrapoderes»
(económico y político) que puedan impulsar paulatinamente las transformaciones
a nivel nacional. Esto implica ir gestando, desde las localidades, espacios de
poder real en lo político, lo económico y lo cultural. A partir de ellos se
podrán forjar los embriones de una nueva institucionalidad estatal, así como
diseñar y construir una renovada lógica de mercado, en el marco de una nueva
convivencia social. Estos núcleos de acción servirán de base para la estrategia
colectiva que dé lugar a un proyecto de vida en común, el cual no podrá ser
una visión abstracta que descuide los sujetos y las relaciones presentes al
reconocerlos tal como son y no como se quiere que sean. Una propuesta de
transición desde el autocentramiento —en lo económico— prioriza el mercado
interno. Esto no significa volver al modelo de «sustitución de importaciones»
que procuró beneficiar, y de hecho favoreció, a los capitalistas locales, con
la expectativa de fomentar o fortalecer una inexistente «burguesía nacional».
En
este nuevo contexto, mercado interno quiere decir mercados heterogéneos y
diversos, así como de masas. En el último predominará el «vivir con lo nuestro
y para los nuestros», al vincular el campo con la ciudad, lo rural y lo urbano,
para desde allí evaluar las posibilidades de reinsertarse en la economía
mundial. No es posible desarrollar proyectos económicos sin involucrar
activamente a la población en su diseño y gestión. Es necesario fomentar a la
vez la creación y el fortalecimiento de unidades de producción
autogestionarias, asociativas, cooperativas o comunitarias (desde las familias,
pasando por las «microempresas» a nivel local, hasta llegar a los proyectos
regionales). Tal propuesta exige de modo imperioso el fortalecimiento de dichos
espacios comunitarios. Así, por ejemplo, los productores agrícolas deberían
formar asociaciones que les permitan manejar temas claves de manera conjunta,
como el acceso a mercados, créditos, tecnologías, capacitación, etcétera. Hay
que crear, por igual, las condiciones para propiciar la producción de (nuevos)
bienes y servicios, sobre la base de tecnologías adaptadas y autóctonas. Esta
política debe favorecer a empresas colectivas, familiares o incluso
individuales, pero sin dar paso al surgimiento y consolidación de estructuras
oligopólicas y menos aún monopólicas. Tales bienes y servicios deben estar
acordes con las necesidades axiológicas y existenciales de los propios
actores del cambio, a fin de estimular el aprendizaje directo, la difusión y
el uso pleno de las habilidades, la motivación para la comprensión de los
fenómenos y para la creación autónoma. En lo social la transición propone la
revalorización de las identidades culturales y el criterio autónomo de las
poblaciones locales, la interacción e integración entre movimientos populares y
la incorporación económica y social de los ciudadanos en general.
Estos deben
dejar su papel pasivo en el uso de bienes y servicios colectivos y convertirse
en propulsores autónomos de los servicios de salud, educación, transporte,
entre otros, impulsados coordinada y consensuadamente desde la escala
local-regional. Por último, en lo político, tales procesos contribuirían a la
conformación y fortalecimiento de instituciones representativas y al desarrollo
de una cultura democrática y de participación, para lo cual habrá que
fortalecer los de tipo asambleario, propios de los espacios comunitarios.
Estos procesos demandan el cambio de los patrones tecnológicos
para recuperar e incentivar alternativas locales, sin negar los valiosos
aportes que pueden provenir del exterior, sobre todo de las llamadas
tecnologías intermedias y «limpias». Hay que entender que gran parte de las
capacidades y conocimientos locales están en manos de comunidades y pueblos
que por decisión, tradición o marginación, se han mantenido fuera del patrón
occidental. En dichos segmentos del aparato productivo se utilizan e inventan
opciones para facilitar el trabajo y el consumo de productos locales,
artesanales y orgánicos. Numerosas prácticas tradicionales tienen tal grado de
solidez que el paso del tiempo parecería solo afectarlas en lo accesorio y no
en lo profundo. Además, si se observa con detenimiento hay respuestas
productivas, como las de la agricultura orgánica, con mejores rendimientos
económicos en términos amplios que las promocionadas actividades
convencionales.
La
construcción de un nuevo patrón tecnológico implica rescatar, desarrollar, o
adaptar viejas y novedosas tecnologías, que, para ser liberadoras, no deberán
generar nuevos modelos de dependencia
(a través de los transgénicos, por
ejemplo), tendrían que ser de libre circulación y de bajo consumo energético,
así como emitir CO2 en reducidas cantidades, muy poco
contaminantes, al tiempo que aseguran la creación de abundantes puestos de
trabajo de calidad. Ahora bien, hay que tener presente que un proyecto de
organización social y productiva, sustentado en la dignidad y la armonía, como
propuesta emancipadora, requiere una revisión del estilo de vida vigente, sobre
todo a nivel de las élites, que sirve de marco orientador (inalcanzable) para
la mayoría de la población en el planeta. Igualmente habrá que procesar, sobre
cimientos de equidades reales, la reducción del tiempo de trabajo y su
redistribución, así como la redefinición colectiva de las necesidades
axiológicas y existenciales del ser humano en función de satisfactores
singulares y sinérgicos, ajustados a las disponibilidades de la economía y la
naturaleza.
(...)
El objetivo final es establecer un sistema económico sobre bases comunitarias y
orientadas hacia la reciprocidad, que debe ser sustentable; es decir, debe
asegurar procesos que respeten los ciclos ecológicos y que puedan mantenerse
en el tiempo, sin ayuda externa y sin que se produzca una escasez crítica de
los recursos.
Al
rescate de algunas lógicas económicas
Para empezar una acción transformadora hay que reconocer que en el
capitalismo lo popular y solidario convive y compite con la economía
capitalista y con la pública. El sector de la economía social y solidaria está
compuesto por el conjunto de formas de organización económica-social en las
que sus integrantes, colectiva o individualmente, desarrollan procesos de
producción, intercambio, comercialización, financiamiento y consumo de bienes y
servicios. Tales formas de organización solidaria incluyen en el sector
productivo y comercial cooperativas, asociaciones y organizaciones
comunitarias, así como diversos tipos de unidades económicas populares. A estas
se suman las organizaciones del sector financiero popular y solidario, que
tienen en las cooperativas de ahorro y crédito, en las cajas solidarias y de
ahorro y en los bancos comunales sus pilares. Inclusive habría que rescatar
valiosas experiencias con dinero alternativo, controlado por las comunidades,
que han servido no sólo
para resolver problemas en épocas de crisis agudas, sino que han sido de enorme
utilidad para descubrir y potenciar las capacidades locales existentes.
Organizaciones como estas casi siempre sustentan sus actividades en relaciones
de solidaridad, cooperación y reciprocidad y ubican al ser humano como sujeto y
fin de toda actividad económica, por encima del lucro, la competencia y la
acumulación de capital. Desde esa lógica es necesario romper con las
expresiones de paternalismo, asistencialismo o clientelismo, por un lado; y
por otro, con toda forma de concentración y acaparamiento; prácticas que han
dominado la historia de la región. El Estado tiene mucho que hacer en este
campo. Por ejemplo, invertir en infraestructura y generar las condiciones que
dinamicen a los pequeños y medianos productores, los cuales, con una pequeña
inversión, sacan mucho más rédito a la unidad monetaria invertida que a la que
invierten los grandes grupos de capital. Su problema es que no poseen capacidad
de acumular. Ganan muy poco y viven en condiciones de inmediatez económica,
subordinados muchas veces al gran capital. Tampoco tienen, mayoritariamente,
una adecuada preparación profesional y técnica, dado que el Estado no se ha
preocupado en ofrecer capacitación para la apropiada gestión de este sector
productivo. Igualmente, hay que favorecer la cooperación entre estas empresas
de propiedad social, en lo que se denominan «distritos industriales populares».
Al respecto, existen numerosas experiencias. Lo que toca es profundizar y
ampliar este tipo de prácticas, para que sean más las empresas que compartan
costos fijos (maquinaria, edificios, tecnologías, entre otros) y aprovechen
así economías de escala, lo que les aseguraría una mayor productividad. Por
ello se vuelve impostergable una reconversión de la matriz productiva. Esta
decisión exige el ejercicio soberano sobre la economía, la desprimarización de
su estructura, fomentar —e invertir en ella— la innovación
científico-tecnológica estrechamente vinculada con el nuevo aparato productivo
(y no en guetos de sabios); también demanda la inclusión social, la
capacitación laboral y la generación de empleo abundante y bien remunerado.
Este último punto es crucial para evitar el subempleo, la desigual distribución
del ingreso, el desangre demográfico que representa la migración, entre otras
patologías inherentes al actual modelo primario-exportador de acumulación.
Las estrategias de transición tendrán que ser necesariamente plurales.
Teniendo como horizonte la vocación utópica de futuro hay que desplegar
acciones concretas para resolver problemas concretos. Y en ese empeño, rescatar
y potenciar las prácticas y los saberes ancestrales, así como todas aquellas
visiones y vivencias sintonizadas con la praxis de la vida armónica y en
plenitud, que apunten en dicha dirección. Otro aspecto fundamental es reconocer
que esta nueva economía no puede circunscribirse al mundo rural o a los
sectores populares urbanos marginados. Uno de los mayores desafíos radica en
repensar las ciudades, rediseñarlas y reorganizarlas, al tiempo que se
construyen otras relaciones con el mundo rural, pensar formas diferentes de
organizar la vida para y desde las ciudades.
Construcción paciente vs. improvisación irresponsable
La civilización capitalista ha favorecido el individualismo, el
consumismo y la acumulación
agresiva
de bienes materiales, lo que ha exacerbado la competitividad entre iguales.
Científicamente se ha demostrado la tendencia natural dominante de los humanos
a la cooperación y la asistencia mutua. Es necesario recuperar y fortalecer
esos valores y aquellas instituciones sustentadas en la reciprocidad y la
solidaridad. Hay que valorizar los postulados feministas de una economía
orientada al cuidado de la vida, basada en las virtudes antes mencionadas. La
soberanía debe aflorar con fuerza en varios ámbitos, como el monetario, el
financiero, el energético o el alimentario. Por ejemplo, en este último, será
un pilar fundamental de otra economía, que se sustentará en el derecho que
tienen los agricultores a controlar la tierra y los consumidores su
alimentación. Esta debe entenderse como un derecho humano. Y ello empieza por
erradicar el hambre a través de una verdadera revolución agraria. Es
imprescindible el acceso democrático a la tierra, que constituye un bien
público. Dicha estrategia demanda respuestas participativas, descentralización
efectiva, reconocimiento de tecnologías propias y ancestrales. Los campesinos
y sus familias serán los protagonistas de este proceso, sobre todo a través de
asociaciones de productores, comercializadores y procesadores de alimentos. El
Estado —tanto el gobierno central como los descentralizados— debe establecer
las políticas adecuadas para fomentar el cultivo ético de la tierra,
desprivatizar el agua y asegurar la gestión social del riego, implementar
adecuados mecanismos de crédito, impulsar tecnologías apropiadas para el
entorno, fomentar los sistemas de transporte y los mercados justos, promover
la refores tación y cuidar las cuencas hidrográficas, apoyar los procesos de
capacitación de los campesinos, alentar el establecimiento de indus trias
locales para procesar los productos agrícolas. Lo anterior requiere una
política de aprovechamiento de los recursos naturales orientada a «transformar
antes que transportar», tanto para artículos tradicionales de exporta ción
como para la producción de consumo interno.
Es fundamental proteger el patrimonio genético e impedir el ingreso de semillas
y cultivos transgénicos. Ello evitará la pérdida de diversidad genética en la
agricultura, la contaminación de variedades tradicionales y la aparición de
superplagas y malezas. Y por supuesto resulta intolerable la producción de bio
o agrocombustibles. Las finanzas deben apoyar el aparato productivo y dejar de
ser simples instrumentos de acumulación y concentración de la riqueza, realidad
que alienta la especulación financiera. De ahí que sea preciso construir una
nueva arquitectura en este campo, en la que los servicios financieros sean de
orden público. En ella, las finanzas populares, por ejemplo las cooperativas
de ahorro y crédito, deberán asumir un papel cada vez más preponderante como
promotoras del desarrollo, en paralelo con una banca pública de fomento, que
aglutine el ahorro interno e impulse las economías productivas de
características más solidarias. Las instituciones financieras privadas deberán
dejar su espacio de predominio a favor de ese otro tipo de estructura. Esta
nueva economía consolida el principio del monopolio público sobre los recursos
estratégicos, pero, a la vez, establece una dinámica de uso y aprovechamiento
de ellos desde una óptica sustentable.
Asimismo, son necesarios mecanismos de regulación y control en la prestación de
los servicios públicos. La propiedad privada, comunitaria, pública o estatal
deberá cumplir su función social y ambiental. Los planteamientos expuestos
marcan un derrotero para una nueva forma de organización y de economía. Quizás
convenga rescatar el postulado de Carlos Marx en su Crítica al Programa de
Gotha, en 1875: «de cada cual, según sus capacidades; a cada cual, según sus
necesidades». Y todo esto aceptando que los seres humanos formamos parte de la
naturaleza. Estas palabras pueden parecer una utopía. De eso se trata; hay que
escribir todos los borradores posibles de una utopía por construir, una que
implique la crítica de la realidad desde los principios plasmados en la
filosofía de la vida plena. Una utopía que, al ser un proyecto de vida
solidario y sustentable, constituya una opción alternativa colectivamente
imaginada, políticamente conquistada y construida, para ser ejecutada por
acciones democráticas. Notas
(…)
*Economista.
Profesor e investigador. FLACSO-Ecuador.