¿Este qué país legitima?
Nos responde
la propia realidad de
creciente
acaparamiento oligopólico y
súper explotación tanto de los trabajadores
como de la naturaleza.
El PJ, secundado por la UCR, ha gestionado los dos períodos esenciales a la
máxima acumulación gran capitalista durante la 'democracia': el del
Consenso de Washington
y el del
Consenso de los commodities
bajo los liderazgos de Carlos Menem y del matrimonio Kirchner
respectivamente. En el primero se transnacionalizaron a los motores del
desarrollo nacional y bienestar social. En el segundo, sobre la base de esas
privatizaciones y del cuerpo jurídico que estableció el primero, se
expandieron los extractivismos. Estos condujeron a la superlativa
concentración / centralización económico territorial de la actualidad. Más
de una deKada de tan gran ocupación del país por las transnacionales ( cuyos
imprescindibles socios menores son los factores locales de poder) se
garantizó además por intensificación del "gatillo fácil" y la
actualización dictatorial:
Del enemigo interno a
las nuevas
amenazas
1 de agosto de 2018
Juan Chaneton
“El
8 de julio de 2014, en una de las reiteradas represiones a los trabajadores de
Lear, Berni volvió a utilizar la Gendarmería como manopla. (…) Este Rambo de
opereta, que desciende en helicóptero sobre las manifestaciones obreras, se
jacta de ser el único ‘que entra en chancletas al despacho presidencial’ . Por
algo existe el Proyecto X de la Gendarmería y un genocida como el General Milani
es el Jefe del Ejército. Los espías no son periodistas o simples chismosos: el
Estado espía para poder reprimir con eficacia”.
El párrafo corresponde al capítulo “La goma K”, del último libro
de Miguel Bonasso. El periodista, cofundador de Página 12 en 1990, escribió
“Recuerdos de la muerte” en 1984. Allí se refería a los horrores ocurridos en la
ESMA y denunciaba cómo habían actuado los “grupo de tareas”, represores y
espías, en los años 70.
Hace muy pocos
meses, a fines de 2014 publicó “Lo que no dije en Recuerdos de la muerte”. En
este libro vuelve sus pasos para denunciar cómo sigue actuando el criptoestado,
donde se mueven espías y asesinos.
En sus páginas,
además del relato sobre el origen y las tareas de los Stiuso y los Milani, se
puede conocer parte de la pelea de los organismos de derechos humanos, la
izquierda y las organizaciones obreras y sociales que denuncian y resisten a
esos aparatos de represión y espionaje.
Desde La
Izquierda Diario nos acercamos a hablar con Miguel Bonasso, sobre estos y otros
temas de actualidad.
La crisis abierta con la muerte de Nisman puso sobre el tapete el
tema de los servicios de inteligencia. En el libro publicado en noviembre le
dedicás varios capítulos a los aparatos de espionaje, tomando la definición de “criptoestado”.
Bonasso-
Tomo diversos elementos que tienen que ver con el espionaje a los actores
sociales, cosa que ha denunciado por ejemplo Myriam con respecto al Proyecto X
de la Gendarmería. Al decir “Lo que no dije en Recuerdo de la muerte” me refiero
a todo lo que no podía prever hace 30 años. Que viniera un ciclo de recuperación
de la democracia formal en la cual “informalmente” siguieran los mismos
personajes tenebrosos que habían hecho inteligencia militar, haciendo
inteligencia en tiempos civiles, haciendo inteligencia sobre políticos, actores
sociales, periodistas, magistrados..
En algunos casos
con métodos francamente repulsivos. Como los del hasta diciembre director de
Operaciones de la Secretaría de Inteligencia Antonio Stiuso, alias “Stiles” o “Stiler”.
Un personaje que en un viejo libro mío sobre Yabrán, Don Alfredo, había acusado
de ser un “cineasta de las tinieblas”, porque filmaba gente en situaciones
comprometidas, actos sexuales, por ejemplo un juez con una menor, y los había
utilizado como elemento extorsivo para sacar información y tener gente
“agarrada”.
Stiuso actuó en
sociedad, muchos años, con Raúl Martins, que estaba refugiado en México y el
fiscal Federico Delgado acá lo reclamaba por una indagatoria. Se llama a sí
mismo “el Yabrán de los prostíbulos” y es un siniestro personaje de la trata.
Exagente de la SIDE también, exmiembro de la Triple A con la banda de Aníbal
Gordon, la banda más siniestra y delincuencial que no sólo asesinaba opositores
sino que además se dedicaba a robos y asaltos. Y como decía también agente de la
SIDE vinculado a Stiuso. Con él fueron armando, empezando con departamentitos
privados, llegaron a un burdel y así Martins llegó a ser titular con testaferros
de siete locales en Buenos Aires. Algunos están funcionando. Allí, secretamente,
filmaban a determinadas personas para encapetarlas. Jueces, de todo. Recordarán
el famoso escándalo de Oyarbide en Spartacus. Es parte de la misma cadena. Al
mismo tiempo es el tipo que armó la vinculación con el Poder Judicial, muy
estrecha, a través de la “Cadena de la Felicidad”, sobornando jueces, fiscales,
de la misma manera que sobornaban periodistas. Stiuso fue uno de los cerebros de
todo eso. Por eso llega hasta diciembre del año pasado siendo el director de
Operaciones de la SI.
¿Por qué se
produce la crisis? Creo que algo tuvo que ver mi libro, en la medida que
reproduce muchas de estas denuncias contra Stiuso y su socio. Tiene que ver con
lo que el cientista italiano Norberto Bobbio llama el “criptoestado”, el Estado
que está en las sombras, como falla central de todo lo que podríamos llamar
“modelo occidental de democracia”. Un agujero donde se mueven resortes de poder
absolutamente desconocidos. A mayor secreto mayor poder para actuar de las
oligarquías que actúan en las sombras. El poder económico por ejemplo. Y a mayor
transparencia, mayor apertura, mayor vigilancia pública. Esta democracia,
construída a partir de la derrota que se inflingieron los militares en Malvinas,
tiene como deuda fundamental haber mantenido a lo que llamamos el “criptoestado”
durante estos treinta años. En eso todos los gobiernos tienen culpa. Algunos
más.
En la época de
Carlos Saúl (Menem, NdR), el Jefe de la SIDE (Juan Bautista) Yofre, introdujo
varios militares represores, que no estaban en la SIDE. Los puso. Había habido
una pequeñísima purga por parte de los radicales y habían sacado algunos
represores en el gobierno de Alfonsín. Llega Yofre, la SIDE menemista, y pone al
General Carlos Martínez, que había sido jefe de la SIDE y jefe del Batallón 601
de Inteligencia del Ejército, nada más ni nada menos. Un hombre que no pudo ser
condenado a cadena perpetua porque murió de “muerte natural” el año pasado,
después de haber estado mucho tiempo sin que lo toque la Justicia.
Bregman- Cuando allanaron la casa de Martínez recuerdo que
encontraron muchísima información, carpetas y archivos que él mismo guardaba en
su domicilio.
Bonasso-
Cierto. Martínez era un hombre claramente vinculado a la contrainsurgencia
gringa, alumno de la Escuela de las Américas, agregado militar ante la Junta
Interamericana de Defensa en Washington. Esto para quienes dicen que la SIDE no
tiene vínculos con la CIA, estrechos, y no sólo con la CIA sino también con la
DIA, la agencia militar norteamericana de inteligencia.
- Ese aparato de espionaje, en esta década, ha seguido
funcionando con sus propias “reglas”…
Bonasso-
Se da un hecho inusitado en el marco de una guerra entre espías. La SIDE tiene
varias bandas sueltas, e individuos, con diversos intereses. Que se han ido
agregando, entre esos 2000 agentes de planta y los “inorgánicos”, ya que fueron
nombrados en distintas etapas. Durante la dictadura militar, el alfonsinismo,
hasta llegar al kirchnerismo. Había dos bandas principales: la del director de
Operaciones Stiuso y la de Fernando Pocino, director de Reunión Interior, muy
vinculado a Nilda Garré. Pocino también está vinculado al tema trata, con otros
lenocinios, pero aparece como “el demócrata”, porque es de formación radical,
que como sabemos no es ninguna garantía (risas). Y Pocino se vincula muy
astutamente a la inteligencia militar, que se desarrolla, comienza a crecer de
forma vertiginosa, con la asunción de Garré en Defensa, que ha sido presentada
incorrectamente por algunos organismos de derechos humanos como una gestión
“civilizadora” y que, por el contrario, creo que inicia una de las mayores
regresiones que ha tenido este gobierno, que es entregarle a la inteligencia
militar el espionaje interno. Incluso, lo ha dicho el jefe de Gabinete
Capitanich, no yo, la inteligencia criminal. No puede hacer ni inteligencia
criminal interna, ni muchísimo menos espionaje político y sobre los actores
sociales: eso está expresamente vedado al Ejército. Hubo un corpus de leyes al
comienzo de la democracia, que tienen defectos pero son consonantes con los
acuerdos de derechos humanos que firmó Argentina en su momento y marcan una
“voluntad” de alejarse de los preceptos de la Doctrina de Seguridad Nacional. La
Ley de Inteligencia forma parte de ese “corpus”, que ahora se reforma. Establece
que los militares no pueden actuar ni como policía interna ni en “espionaje
político”. Bueno, esto se está violando. El Presupuesto de Inteligencia del
Ejército, de $500 millones, comparado con el de la SI que se supone que
concentra la mayor cantidad de operaciones, que tiene $800 y pico de millones…
Comienza a haber una desmesura. ¿Y qué significa eso?
Si a esto le
sumamos que los antecedentes del general César Santos Gerardo del Corazón de
Jesús Milani no son precisamente santos, sino que aparece vinculado al
terrorismo de Estado en La Rioja y Tucumán, a la desaparición de su propia gente
como el soldado Alberto Ledo y a otros hechos delictivos, de crímenes de lesa
humanidad, estamos en una situación muy grave. Una situación que solo ha sido
posible con el silencio cómplice de algunos organismos de derechos humanos
comprados por el gobierno, sin dudas. Eso hay que decirlo categóricamente. Hay
un sector de organismos de derechos humanos que han tenido una actitud digna,
consecuente y combativa, como el CeProDH.
LID- Además de los fondos reservados vos decís que, así como
otras fuerzas de seguridad, los servicios obtienen fondos de lo que llamamos el
“gran delito”. Lo que sería una parte “en negro” que no se sabe de dónde cobra y
hay sectores que tienen relación con el gran delito.
Bonasso-
Exacto, relaciones con el gran delito.
Bregman-
En la nueva ley de inteligencia una de las atribuciones que le dejan a la nueva
“SIDE”, a la AFI, es intervenir en delitos complejos como narcotráfico. Creo que
es el delito que menos inteligencia necesita en la Argentina. El tema de los
desarmaderos, por ejemplo, que están directamente ligados a piratas del asfalto,
robos violentos, entraderas, etc. No hay desarmaderos ocultos, los puede ver
cualquiera que quiera ver. La trata de personas tampoco es un negocio oculto.
Pero siguen manteniendo esta relación entre que es necesario un servicio secreto
para descubrir el gran delito. De hecho lo que hacen es legalizar esta relación,
que viene existiendo hace años. Está el caso del “Lauchón” Viale, un agente que
reportaba a Stiuso y fue acribillado por el Grupo Halcón de la Policía de la
Provincia en un “operativo antidrogas”.
Bonasso-
Ahí tenés la respuesta. Teóricamente el “Lauchón” estaba infiltrado en una
organización narco y en realidad es evidente que existe una competencia entre la
Provincia de Buenos Aires y el señor Stiuso y le matan a Viale por una cuestión
territorial: “pum, te matamos a uno de tus lugartenientes”.
Bregman-
En la nueva ley éste es uno de los elementos a analizar. Se vuelve a plantear
que se necesita un servicio secreto para el delito complejo cuando más bien lo
que ha hecho es alimentarlo y retroalimentarlo, generando estas mafias que se
matan entre sí.
Bonasso-
La muerte de un fiscal que iba a denunciar a la Presidenta, en la víspera que se
iba a presentar ante el Congreso, en cualquier país significaría un escándalo.
Además es muy grave desde el punto de vista cultural y social, porque pone al
pueblo ante el tema de la violencia política de mala manera, que hay un poder
mafioso en las sombras, que viene y te mata. A la luz de esto, ¿se puede
reformar algo tan difícil como es la inteligencia del país, en medio de una
crisis? Se pueden terminar agravando los problemas de espionaje.
Bregman-
Nosotros consideramos que la SIDE, por más que le cambien el nombre o algunas
funciones, al estar ligada a tareas de control social, lo que hace que la
oposición tampoco se pueda sentar a discutir en serio, es porque nadie
quiere abordar a fondo para qué se necesita un servicio secreto ,
en defensa de qué intereses. Si no vas a fondo con qué intereses se quieren
defender. Por eso hay un debate muy superficial. Que diga el gobierno nacional
“porque tengo que mantener los intereses de la Barrick, de Pepsico, junto con
las papeleras…” De fondo está eso, aunque después hay un funcionamiento
paraestatal, estamos de acuerdo.
Bonasso-
Totalmente de acuerdo. Yo te añadiría una cosa. Yo he vivido buena parte de mi
vida entre gobiernos militares y gobiernos débiles presionados por militares.
¿Para qué servía la SIDE en aquellos años? Si uno se presentaba para un puesto
público, se pedía el informe en la SIDE. O sea que la SIDE era un organismo
macartista, que te tenía fichado y determinada si por tus particularidades
políticas estabas capacitado para trabajar en el Estado o no. En términos
reales, era un organismo inquisitorial, y lo siguió siendo.
Bregman-
Se debería discutir eso, no solo donde están los archivos. El famoso “análisis
de medios públicos” se sigue haciendo, lo hace por ejemplo Gendarmería, es leer
los diarios y hacer recortes de notas periodísticas, viendo las solicitadas,
quién adhirió a tal causa, a tal marcha.
Bonasso-
Es el “gran hermano” que te vigila…
Entrevistaron:
Myriam Bregman - Lucho Aguilar.
***
En la segunda
parte de esta entrevista Bonasso habla de la persecución que el Estado,
utilizando a los servicios de inteligencia y a sus fuerzas de armadas y de
“seguridad”, realiza sobre las organizaciones obreras, populares y la izquierda.
También analiza en particular el caso de Alejandrina Barry, la hija de
desparecidos (militante del CeProDH y del PTS) que fue víctima de una operación
conjunta entre los militares
y la Editorial Atlántida, uno de los temas de su libro.
Temas relacionados
Los acaparamientos oligopólicos se
concretan, esencialmente, mediante los extractivismos. Aclaremos que son mega emprendimientos que desertifican y
arrasan los equilibrios ecológicos, de ahí las catástrofes socioambientales.
Abarcan no sólo la extracción a gran escala de minerales, hidrocarburos,
pesca, agua...suelos por los monocultivos de transgénicos. Sino también
incluyen a los megaemprendimientos turísticos e inmobiliarios y las
megalópolis por arrasar la biodiversidad y ciclos naturales (o
habitabilidad) de esos territorios.
El capitalismo en el Abya Yala,
sea de gestión neoliberal sea de gestión neodesarrollista, establece el
dominio de las corporaciones imperialistas en contubernio con los factores
locales de poder y la ruina de las grandes mayorías. Consideremos:
Transnacionales
mineras,
la segunda
“colonización”
en América Latina
21 de mayo de 2019
Por Gloria
Silvia Orellana
Diario Co Latino
Mujeres defensoras de
derechos humanos, procedentes de América Latina, concordaron en que los
proyectos extractivos transnacionales se han convertido en la segunda
colonización de los pueblos del continente, que las mujeres continúan siendo las
más vulnerables, en la lucha social de sus territorios, sus recursos naturales y
las comunidades.
Convocadas al IV Encuentro
Regional de la Alianza Centroamericana Frente a la Minería (ACAFREMIN), mujeres
defensoras de Bolivia, Perú y Haití, expusieron las duras circunstancias en que
viven las poblaciones, a la sombra de proyectos mineros, que lejos de generar
progreso en las comunidades han roto el tejido social y generado violencia en su
interior.
La Rinconada, en la provincia
de San Antonio de Putina, departamento de Puno, Perú, la conocen también como
“tierra de nadie”, que coloca a la mujer en un riesgo grave permanente, en donde
el dominio masculino y las leyendas heredadas vulneran sus derechos
individuales.
Leny Olivera, quien trabaja en Democracy Center Bolivia, habló sobre la criminalización del movimiento social y cómo las mujeres son vulneradas en sus derechos humanos, señalando casos graves en Bolivia y Perú, que termina condenándolas a vivir permanentemente, en pobreza extrema, excluidas socialmente por reforzamiento de patrones culturales.
Olivera habló sobre La
Rinconada (Perú), un proyecto minero que se enclava a cinco mil 100 metros sobre
el nivel del mar, que se considera uno de los lugares más altos en el mundo.
“En La Rinconada se refuerza el
machismo que nos llegó con la Colonización, además de otras formas de
dominación, hacia las mujeres, a través los mitos (invenciones) que se van
construyendo socialmente. Y no significa que sea parte de la cultura andina,
pero, en La Rinconada, las mujeres están expuestas a riesgos y peligros, porque
los mineros aseguran encontrar el mineral más fácil si tienen relaciones
sexuales o violan a mujeres jóvenes vírgenes o sea, de menos de 20 años.
Entonces, en estos lugares se encuentran muchas mujeres jóvenes, a las que
llevan con engaños o promesas de trabajo, que ya estando allí son vulneradas o
pueden ser violadas por extranjeros, gente que no son del lugar y luego quedan
estigmatizadas, no pueden salir fácilmente y se incrementan las experiencias de
prostíbulos, la trata y tráfico de personas, te pueden botar hasta en el río y
nadie puede reclamar. Es como si la vida de las mujeres no valiera nada”,
relató.
A esa situación se suma que
muchas mujeres están comenzando a trabajar, al interior de las minas y no por
decisión propia, han quedado viudas, otro grupo son madres solteras. Entonces
tratan de buscar un sustento para sus familias, pero son repelidas por los
mineros.
“Los mineros dicen que las
mujeres no puede entrar a la mina, porque se va a enojar o se pondrá celoso el
tío, dicen. El tío es una deidad que los mineros tienen al que invitan a beber
alcohol o pichar coca (hojas de coca en la boca), para evitar que les pase una
desgracia dentro de la mina y aunque no puedo generalizar que todos los mineros
son así, pero en La Rinconada, la vida llega a ese extremo”, aseveró.
En
cuanto a la vivencia de la segunda colonización, Olivera reiteró que
es una “invasión”, que
lleva al riesgo y vulnerabilidad a las comunidades y Pueblos Indígenas o
afrodescendientes y en especial las mujeres y las defensoras de derechos.
“El contexto es igual,
simplemente los actores han cambiado, son empresas transnacionales, organismos
como el Banco Mundial o Fondo Monetario Internacional, que tienen control e
intereses para beneficiar minorías acaudaladas, de países del Primer Mundo, a
costa de la explotación y subordinación de las poblaciones en América Latina,
entonces, todos los acuerdos a nivel internacional que en teoría defienden los
derechos humanos de indígenas y comunidades son limitadas, pero la resistencia
sigue estando presente en la lucha en América Latina, en donde muchos mueren en
defensa de sus territorios”, reconoció Olivera. Mientras, Joseline Colas Noel,
de JPIC Haití, narró como
están destruyendo el ecosistema de la isla y
cómo influye que el territorio sea víctima de muchas catástrofes, señalando como
un proyecto minero que abandonó su equipo con restos de cianuro, continúan
contaminando a la población y recursos naturales.
“Nos preocupa que compañías internacionales estén interesadas en la explotación de minas de Haití. Explotaciones de minas que no aportan nada al país. Solo entre 1996 a 1997, el Estado ha dado 57 permisos de explotación que representa el 15 % del territorio haitiano. En donde viven 11 millones de habitantes, la situación es difícil, y la situación política mucho más, cuando la población entendió que los fondos de PetroCaribe, no han sido utilizado en bienestar social como escuelas, hospitales y servicios básicos”, manifestó.
Sobre reformas jurídicas, Angie
Lee Gardy, del Grupo de Apoyo a Refugiados de Haití, enfatizó, que la propuesta
de una nueva Ley de Medio Ambiente (1976), no garantiza la protección del agua,
suelo y aire. Ni responsabiliza a las empresas a reparar daños ocasionados al
territorio y tenemos empresas mineras de Canadá y Estados Unidos.
“Han elaborado un anteproyecto de ley de mina incompleta, que quita
los derechos y autoridad al parlamento, y crea la Autoridad Minera, que sería la
única que daría los permisos, donde la empresa puede explotar todo lo que
encuentre en esa área, si hay un río, pues lo toma y no tiene que reportarlo a
ninguna otra institución del Estado, al generar daños al medio ambiente. Es una
situación grave, aunque no ha sido firmada por el parlamento, consideramos que
Haití puede desaparecer”, puntualizó.
http://www.diariocolatino.com/transnacionales-mineras-la-segunda-colonizacion-en-america-latina/
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=256202
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=256202
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Inundaciones en Chaco:
“El cambio climático es
causado por el hombre,
no por la naturaleza”,
explicó Rolando Núñez
30
abril 2019
Por Centro Nelson Mandela
“Todo el territorio en
situación de desastre producto del desmonte”, señaló.
El presidente
de la Fundación Mandela de Chaco, Rolando Núñez, describió la situación en
la provincia a raíz de las impresionantes inundaciones que arrasaron campos
y pueblos y afirmó que
“todo el territorio agrícola de la
provincia está inundado y en situación de desastre, con campos que tienen
dos metros de agua encima”.
Explicó que
ello se debe “al desarrollo del desmonte para la instalación de la soja, el
girasol y el maíz –todo transgénico- rompiendo el equilibrio o balance
ambiental que nos someten a inundaciones más inundaciones, sequías,
inundaciones y sequías, en una serie que permite contemplar que estamos en
un ciclo, no en una situación de contingencia”. Al respecto, aseveró que “se
está dando un avance mayúsculo en territorios donde no se debe desmontar ni
hacer agricultura industrial, pero sin embargo el gobierno chaqueño cedió el
territorio a los grandes intereses de grandes empresarios sojeros,
girasoleros y maiceros de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe”.
“No entendieron ni el gobierno provincial, ni el gobierno nacional ni los
productores que en la medida en que avanzaban desmontando iban generando las
causas para el cambio climático localizado en la provincia, que se asocia y
combina con los factores generales que determinan esta situación. Esto no es
la naturaleza sino que es el hombre que atacó a la naturaleza”, analizó.
En
declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza)
Núñez indicó que “hay un planteo que preocupa y que se instaló en los medios
de comunicación porque o es un error o es un enfoque que tiene una
orientación para desinformar porque se habla de las consecuencias del cambio
climático cuando en realidad hay que analizar las causas del cambio
climático”.
Aseveró que
“las consecuencias las estamos viendo, todo el territorio agrícola de la
provincia de Chaco está inundado y en situación de desastre, con campos que
tienen dos metros de agua encima” y analizó que “si se mira el viejo domo
algonodonero con epicentro en Sáenz Peña y analizamos el sudoeste chaqueño
donde se desarrolló el desmonte para la instalación de la soja, el girasol y
el maíz –todo transgénico y con el paquete agrotecnológico que todos
conocemos- terminamos rompiendo el equilibrio o balance ambiental en función
de las características históricas –con algunas contingencias- que nos
someten a inundaciones más inundaciones, sequías, inundaciones y sequías, en
una serie que permite contemplar que estamos en un ciclo, no en una
situación de contingencia”.
Al respecto,
explicó que “en todo el sudoeste chaqueño se terminó de eliminar el monte
nativo de la vieja cuña boscosa chaqueña y ahora van por más, van por El
Impenetrable, y en el norte de Pampa del Infierno, Los Frentones, Río Muerto
y hasta el límite con Santiago del Estero que es zona protegida, se está
dando un avance mayúsculo, en territorios donde no se debe desmontar ni
hacer agricultura industrial, pero sin embargo el gobierno chaqueño cedió el
territorio a los grandes intereses de grandes empresarios sojeros,
girasoleros y maiceros de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe
fundamentalmente”.
“Esto permitió que de 2012 en adelante comenzaran a desmontar la zona protegida de bosques, y así estamos en este momento: con más de la mitad de Chaco inundado que coincide perfectamente con la zona donde se hacía monte y donde ahora se desarrolla la agricultura”, apuntó Núñez, que también planteó que “no entendieron ni el gobierno provincial, ni el gobierno nacional ni los productores que en la medida en que avanzaban desmontando iban generaban las causas para el cambio climático localizado en la provincia, que se asocia y combina con los factores generales que determinan esta situación. Lo mismo ocurre en Santiago del Estero, Formosa y Salta que todavía conservan retazos de esa vieja cuña boscosa del monte chaqueño”.
Ante ello, se
preguntó: “¿Por qué no terminamos de reconocer los problemas, y que esto no
es la naturaleza sino que es el hombre que atacó a la naturaleza, que hemos
descarrilado y por eso estamos en esta situación”.
En el marco
de su argumentación, mencionó que “si se analiza el régimen de lluvias 50
años para atrás vemos los marcadores en isohietas que se corrieron hacia el
Chaco seco, y si se mira que allí se desmontó y hay chacras transgénicas, lo
que no contemplaron es que si bien avanzó hacia el norte-oeste profundo del
Chaco que es El Impenetrable, luego retrocedió y se están moviendo
constantemente producto de que hemos atacado el monte que se sintetiza en lo
que hoy se conoce como cambio climático, que es causado por el obrar humano
y no por la naturaleza”. (N.R. La isoyeta o isohieta es una isolínea que une
los puntos en un plano cartográfico que presentan la misma precipitación en
la unidad de tiempo considerada. Así, para una misma área, se puede diseñar
un gran número de planos con isoyetas, como las isoyetas de la precipitación
media de largo periodo del mes o las isoyetas de las precipitaciones
anuales”).
Aseveró que esto “ya no es una contingencia, es un ciclo y no se sabe cuándo vamos a salir del mismo” y mencionó que “la paradoja es que los grandes productores piden ser indemnizados o compensados en sus pérdidas, pero cuando tienen ganancias no las comparten”.“Porque ese modelo de desmonte, quema de restos forestales, pasar la rastra y habilitar la charca en un corto periodo ha generado grandes dividendos y beneficios para muy pocos sectores productivos, que son los mega productores, pero cuando se les inunda el campo quieren reparaciones con plata publica que administran los gobiernos. Es un negocio completo: anti-ambiental, de naturaleza netamente económica, productivista y además asociados con los gobiernos cuando tienen pérdidas”.
Consultado
por las comunidades originarias de la zona, afirmó que
“el avance de la frontera agrícola transgénica significó el avance del
desmonte contra la población rural, y la mayoría de los criollos pobres,
pequeños productores minifundistas terminaron viviendo en asentamientos de
localidades cercana o se trasladaron a Resistencia o Sáenz Peña”.
Describió que
“del
total de la población metropolitana de Chaco un tercio está en situación de
indigencia, en asentamientos sin la mínima urbanización y eso no responde al
crecimiento vegetativo de la población propia del área metropolitana sino al
éxodo de la población rural de distintos puntos de la provincia para
encontrar oportunidades de trabajo y sobrevivir. En ese sentido están muy
afectados los criollos pobres y las comunidades indígenas que fueron
desplazadas a lo más profundo de El Impenetrable, dejando las tierras
fértiles o productivas cuyas poblaciones ya no existen”.
Por último,
advirtió que “ahora hay otro problema porque como ya no hay capacidad de
escurrimiento ni de absorción en el territorio agrícola los pueblos están
siendo inundados y cuando pase este ciclo de inundación y se retiren las
aguas, nos vamos a encontrar con las consecuencias propias de un pequeño
tsunami de largo plazo, y
veremos las
consecuencias sanitarias, económicas, ambientales, sociales, educativas de
los sectores más pobres”.
Insistamos
en comprobar cuanta violencia y avasallamiento de derechos tanto de la
naturaleza como de los pueblos hay tras la fachada de democracia:
El pacto conservador contra la biodiversidad y los territorios
de los pueblos
5 de julio
de 2019
Por GRAIN
Frente a las crisis de las
economías centrales y la desaceleración del ciclo virtuoso de las mercancías de
exportación, se renueva el histórico pacto de poder conservador entre los dueños
de la tierra, los dueños del dinero y el Estado (en palabras de Maria da
Conceição Tavares), a fin de mantener la brutal apropiación del ingreso nacional
para el capital financiero y bancario, principalmente internacional.
Una versión contemporánea del
paquete económico del Consenso de Washington se impone a los países de América
Latina: son medidas de “austeridad fiscal” para gastos sociales, a fin de
generar saldo para el pago de los servicios de deuda pública y la transferencia
de tales gastos sociales hacia el sector penal y penitenciario; la supresión de
derechos laborales y de previsión social; la privatización de empresas, bienes
estatales y recursos naturales, y la flexibilización de la legislación
ambiental.
Los negocios con tierras,
aguas, minerales y otros recursos naturales sustentan la empresa colonial y
post-colonial que conforman el Estado moderno en Brasil. Con el Consenso de
Washington, el pacto en torno del Plano Real de 1994 y posteriormente con el
"Consenso de las Commodities", como lo llamó la socióloga argentina
Maristela Svampa, hubo una inserción creciente del país en el circuito de
valorización financiera, lo que propició la brutal apropiación del ingreso
nacional por parte del capital financiero y bancario, principalmente
internacional [1]
La fórmula de fomentar las
exportaciones agrícolas y minerales, potenciada tras la crisis financiera de
2008 y el llamado “boom” de las mercancías de exportación, cuando el capital
internacional buscaba nichos para aterrizar, acabó por generar la expansión y
financiarización del mercado de tierras y por tanto un aumento en el consumo de
agua debido al latifundio y las empresas mineras. La intensificación de esta
llamada economía neo-extractivista significó, contradictoriamente, el fomento de
políticas públicas sociales, como las de combate al hambre y a la pobreza y la
expansión del capital sobre las tierras públicas: sobre las unidades de
conservación, los bosques públicos, las tierras indígenas, los territorios quilombolas, las tierras de los pueblos tradicionales y los asentamientos de la
reforma agraria [2].
De este modo, aunque haya
habido políticas sociales fundamentales para los sectores más vulnerables del
estrato social, se mantuvo y se profundizó la disputa entre el Brasil público y
el Brasil privado, concentrando la propiedad privada a partir del despojo de los
bienes públicos y de los territorios campesinos y tradicionales. Esto trajo un
aumento de la deforestación y pérdida de la biodiversidad en favor de la
industria extractiva, principalmente del agronegocio.
Brasil público vs. Brasil privado
La expansión de la
privatización de las tierras y recursos naturales sobre los bienes públicos y
comunes viene ganando fuerza desde el golpe institucional de Dilma Roussef
(2016) y se profundizó con el gobierno de ultraderecha de Jair Bolsonaro. El
Ejecutivo Federal está dividido directamente entre tres grupos de poder:
-
Los señores de tierras (principalmente el Frente Parlamentar Agropecuario), que por primera vez cuenta con cinco Ministerios incluida la Agricultura (Ministerio de Agricultura, Casa Civil, Ministerio de la Ciudadanía, Ministerio de Salud y el propio Ministerio del Medio Ambiente).
-
Los dueños del dinero, con representantes del mercado financiero (Bozano, Simonsen y BGT Pactual) de la Escuela de Chicago, ocupando el Ministerio de Economía como también la presidencia de los bancos públicos como la Caixa Econômica Federal, el Banco del Brasil, el Tesoro y el Banco Central, así como de Petrobrás. El nuevo presidente de BNDES, designado en junio de 2019 por el ministro de Economía, también viene del grupo Pactual.
-
Los militares, con siete ministerios bajo su tutela. (Véase la sección “Captura corporativa del Estado”)
Este cuadro pone en el centro
de las políticas del gobierno la implementación de un paquete general de
desestatizaciones y privatizaciones (previsiones, empresas públicas, tierras),
aunque con cierta resistencia de los militares —como en la extranjerización de
la tierra, donde entidades extranjeras acaparan más y más tierras del país— en
un avance del Brasil privado sobre el público.
Está en curso tal vez la mayor
y más rápida transferencia masiva de tierras públicas para el sector privado en
América Latina, especialmente en Brasil gracias a la Ley 13.465/2017, llamada “Ley
del Grilagem”, tanto para el avance de la frontera agrícola y producción de
mercancías para exportación, como su inserción en el mercado de tierras, incluso
como lastre del capital financiero internacional.
Concentración de la tierra
Los resultados preliminares del
censo agropecuario de 2017, también registran un crecimiento del 5% de las áreas
privadas, (16 millones y medio de hectáreas, el equivalente al área del estado
brasileño de Acre), pues los establecimientos agropecuarios ocupan 41% del área
del país, pese a la reducción de 2% en el número de establecimientos. [4] Datos
que apuntan en conjunto a un aumento de la concentración de la tierra en el
país.
Brasil es el quinto mayor
concentrador de tierras en América Latina, detrás de Paraguay, Chile, Colombia y
Venezuela, respectivamente (coeficiente de Gini para la distribución de la
tierra). América Latina es la región con mayor desigualdad en la concentración
de tierra en el mundo. El uno por ciento de los propietarios rurales concentran
el 51.19% de las tierras agrícolas. En otras palabras, el 1% de las propiedades
rurales utiliza muchas más tierras que las 99% restantes [5].
En Brasil, entre los
establecimientos con mil o más hectáreas, hubo un aumento en número (3 287 más)
y en área (16 millones 300 mil hectáreas más). Su participación en el área total
pasó de 45% a 47.5% de 2006 al 2017. Ya los establecimientos entre cien y mil
hectáreas disminuyeron en el área total de 33.8% a 32% (814 574 hectáreas menos)
y tuvieron una disminución de 4 152 unidades.[6]
Deforestación
Las áreas privadas son las que
más se deforestan. De los 532 millones y medio de hectáreas con bosques y campos
naturales de Brasil (62.6% del territorio total), 190 millones están en
inmuebles rurales particulares, cerca de un tercio de todo el país (véase
infografía 2). [7],[8] Esto
refuta el argumento del sector ruralista de que Brasil es el país que más
protege sus bosques, habiendo Unidades de Conservación y tierras indígenas en
demasía. La intención de este sector es reducir la extensión de las áreas
públicas protegidas. En los últimos treinta años en Brasil, las áreas privadas
perdieron cerca de 20% de su cobertura de bosques mientras que en las Unidades
de Conservación y tierras indígenas la pérdida fue de 0.5% en el mismo
periodo. Entre agosto de 2018 y marzo de 2019, Imazon detectó un aumento de
24% de la deforestación en comparación con el mismo periodo el año anterior. El
58% [de esa 24%] ocurrió en áreas privadas.[9] Brasil sigue siendo el
país que más deforesta en el mundo, con la mayor tasa de deforestación entre
2010 y 2015: cerca de 984 mil hectáreas. [10] 20%
de Amazonia y 50% del bioma Cerrado fueron destruidos (véase infografía 3).[11]
A pesar del país representar la
segunda mayor extensión de área forestal mundial, es el 28º país con su
territorio cubierto con bosques, detrás de países como Surinam (94%), Finlandia
(72%), Japón y Suecia (68%). [12],[13] En
términos de áreas protegidas, Brasil ocupa apenas la posición 34, junto al Reino
Unido y Japón, con 28.4% del total de su área, mientras que Venezuela posee la
mayor extensión de áreas protegidas en el mundo, con 53.9% de su territorio.
Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia tienen, todos ellos, más de 40% de sus
territorios protegidos. Muchos países desarrollados tienen más áreas protegidas.
Francia, uno de los diez mayores productores de alimentos del mundo, tiene 26%;
Alemania, 38%; y Australia 20%. [14]
El avance de la frontera agrícola sobre los bosques y los territorios
Existen 245 millones de
hectáreas ocupadas con ganadería y labranza (28.6% de la área total de país),
cerca de 1.17 ha de área productiva por habitante (MapsBiomas), siendo la cuarta
mayor extensión de tierras para producción agropecuaria, sólo detrás de China,
Estados Unidos y Australia.[15],[16] De
los países con mayor extensión de áreas destinadas a producción agrícola y de
ganadería, Brasil es el segundo que más cambió el uso y ocupación del suelo en
función del avance de la frontera agrícola, incorporando 133 millones de
hectáreas entre 1961 y 2015. Ha disminuido su cobertura de bosques de 76% a
58.9%. China, pese a ampliar en 185 millones de hectáreas su área para labranza
y ganadería, incrementó sus bosques de 5.2% a 22%, en el mismo periodo. Los
demás países disminuyeron o mantuvieron la ocupación territorial de modo
agropecuario - como Estados Unidos, pese a ser uno de los mayores abastecedores
de granos y proteína animal. [17]
Producción de granos, transgénicos y agrotóxicos
Si sumamos el área plantada con
soya, caña de azúcar, maíz y eucalipto, los principales cultivos del latifundio
empresarial del agro-negocio son poco más de 76 millones de hectáreas, según
datos de noviembre de 2018 del Instituto Brasileiro de Geografía y
Estadística.[18] Del área plantada tan sólo con cultivos transgénicos son 50
millones 200 mil hectáreas, de las cuales 83% corresponden a maíz, soya y
algodón, resistentes a uno o más herbicidas de elevado impacto a la salud y al
medio ambiente. Brasil es el segundo mayor productor de soya en el mundo, cuarto
de maíz y, no por coincidencia, ocupa el segundo lugar a nivel mundial en área
plantada de OGMs, lo que corresponde a 26% del área mundial, según datos del
Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones de Agrobiotecnología
(ISAAA por sus siglas en inglés).[19]
Esa vinculación de semillas
transgénicas y agrotóxicos asociados hace de Brasil el mayor consumidor mundial
de agrotóxicos, comercializando 19% en todo el mundo, con más de mil millones de
litros al año (aunque la FAO indique que el país es el 7º en términos de volumen
por hectárea).[20] Japón
encabeza la lista. Cerca de 30% de los más de 500 productos agrotóxicos
autorizados en Brasil ya fueron prohibidos en Europa. Cabe destacar que los
herbicidas en base a glifosato (de propiedad de la Monsanto/Bayer) usados en las
semillas GM responden por más de la mitad de todo el agrotóxico usado en el
país. Sólo en 2019, el total de registros de agrotóxicos concedidos ya llega a
211 hasta junio, media de 1.17 agrotóxicos liberados por día.[21] En 2005,
apenas 91 registros fueron admitidos, en 2016, 277, llegando a 405 registros en
2017 y a 450 agrotóxicos liberados para comercialización, un récord histórico. [22]
Agricultura industrial dependiente del presupuesto público
El Plan Agrícola y Ganadero de
la Zafra 2018/2019 divulgado presenta una oferta de crédito de 48 700 millones
de dólares: el agro-negocio contrató un crédito récord para esta zafra, con un
valor medio de 23 550 dólares por productor, 8.94% más que el registrado en
2016/2017. En total, los préstamos a productores y ganaderos hasta junio de 2018
ya superaban los 43 mil millones de dólares. [23] Mientras
que el país sigue en crisis, con el congelamiento de los gastos públicos por
veinte años, reajustados por el índice de la inflación y no en conformidad con
el ingreso público líquido, para garantizar el pago de la deuda pública (EC nº
95/2016) los ruralistas lograrán descuentos de 65% hasta 95% en sus deudas (MP
733, de 15 de junio de 2016 convertida en la Ley nº 13.340, de 28 de septiembre
de 2016), que suman 310 800 millones de dólares según la Fiscalía General de
Hacienda Nacional. [24] Presionan
aun por perdón total de sus deudas, contraídas de préstamos de parte del
gobierno, colocando una vez más el peso de la crisis en las espaldas de los
trabajadores. [25]
El PIB de Brasil de 2017
totalizó 2 mil millones de dólares (al tipo de cambio del primero de marzo de
2018), siendo el sector agropecuario responsable por 73 026 millones 400 mil
dólares, o el 4.53% del PIB, incremento récord de 13% respecto al año
anterior.[26] Sin embargo, siendo la mayor participación del sector en el PIB en
veinte años, si se contabilizan las refinanciaciones, descuentos, y el perdón de
deudas (del orden de 310 800 millones de dólares con operaciones de
securitización, 4 175 millones con FUNRURAL, por ejemplo) y renuncia fiscal
(incluso de impuesto de los agrotóxicos: entre 2011 y 2016 fueron 1 millón 780
mil dólares)[27], el agronegocio necesitaría más que cuadruplicar su
participación en el PIB apenas para pagar al Estado brasileño.[28] Estos
datos permiten concluir que la agricultura industrial brasileña viene siendo
fuertemente subsidiada y, por lo tanto, dependiente del presupuesto público,
constituyendo uno de los importantes factores, aunque encubierto, para la crisis
fiscal actual, incluso para el llamado “rombo de la previsión”. Mientras,
programas para la agricultura familiar como el Plan de Adquisición de Alimentos
(PAA), tuvieran una disminución de casi 50% de 2017 para 2019 (de 2 365 millones
de dólares a 1 170 millones dólares).[29]
Violencia en el campo y despojo de los territorios
El avance de la frontera
agropecuaria sobre las tierras públicas, los bosques y recursos naturales y los
territorios de los pueblos generarán, además del incremento de la deforestación,
un significativo aumento en la violencia en el campo.
En la Amazonia Legal, entre
agosto de 2017 y julio de 2018, la deforestación aumentó 13.7% en relación a los
12 meses anteriores, la mayor tasa desde 2009, según el Proyecto de Monitoreo de
Desforestación en la Amazonia Legal por Satélite. Fueron suprimidos 7 900 km2 de
selva amazónica, lo que equivale a más de cinco veces el área de la ciudad de
São Paulo. Al mismo tiempo, en 2017 el Brasil fue el país que más mató
defensores de derechos humanos, según Global Witness. Hubo setenta campesinos
muertos, se contabilizaron cinco masacres, según el Informe de Conflictos en el
Campo de 2017 de la Comisión Pastoral de la Tierra, un monto jamás registrado
por la entidad en sus más de treinta años de registros de conflictos en el
campo.[30],[31]
En 2017 fueron asesinados 110
indígenas y 18 quilombolas, lo que implica un aumento de 350% en relación a
2016 [32], [33] .
La Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH), tras emprender una misión en el país, del 5 al 12 de
noviembre de 2018, produjo un informe en el que “expresa una profunda
preocupación de que las recientes medidas de austeridad fiscal implementadas en
Brasil puedan significar el fin de políticas sociales y la reducción de las
expectativas de mejores condiciones de vida para la gran mayoría de la
población”.[34] Apunta,
además, que entre las más graves violaciones a los derechos humanos observadas
en el país, están la “ampliación de la violencia en el campo y en la ciudad, el
aumento de asesinatos de defensores de los Derechos Humanos, especialmente los
defensores de la tierra y el medio ambiente, las agresiones crecientes a los
defensores de derechos humanos de las minorías, así como el riesgo del regreso
del país al mapa del hambre mundial”, lo que afecta trágicamente a todos. La
misión también registró que la propia CIDH fue objeto de intimidación directa
durante la visita.
Jair Bolsonaro es tan sólo el
gesticulador de estas fuerzas reales de poder que están llevando a cabo una
captura más directa del espacio público y de los bienes comunes de la sociedad
por intereses corporativos. Mezcla de política ultraliberal, abiertamente
subordinada a la política externa de los Estados Unidos, y un conservadurismo en
lo que se refiere a la moral y las costumbres, Bolsonaro representa una más de
las típicas intervenciones salvacionistas —autoritaria y militarizada— en la
continuidad de este violento pacto de poder conservador entre los dueños de
tierras y del capital, principalmente internacional, que está en la base del
Estado colonial del país.
Captura corporativa del Estado
Horas después de la toma de
posesión, el primero de enero de 2019, fue promulgada la medida provisional MP
870 para la reforma administrativa. Entre las modificaciones, destacan:
1. Transferencia al Ministerio
de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA) de las políticas de
regularización agraria, incluida la demarcación de tierras indígenas (antes una
atribución de la Funai) y de los territorios quilombolas. Funai es la Fundación
Nacional del Indio, órgano del gobierno brasileño que establece y desarrolla las
políticas relacionadas con los pueblos indígenas. En junio, la Suprema Corte
Federal devolvió a Funai la competencia para las demarcaciones confirmando la
decisión del Congreso. También fue transferida al MAPA la política de reforma
agraria y agricultura familiar, antes atribución del Instituto Nacional de
Colonización y Reforma Agraria (INCRA) además de la regularización de las áreas
rurales de la Amazonia legal. Estas atribuciones quedan en el ámbito de la
Secretaría Especial de Asuntos Agrarios del MAPA, dirigida por el ruralista
Antonio Nabhan Garcia, presidente de la Unión Democrática Ruralista. El
presidente de INCRA nombrado fue un militar, el general Jesús Correa. La
intención del Estado es facilitar la masiva transferencia de tierras públicas,
asentamientos y territorios quilombolas, y de los pueblos tradicionales, hacia
la propiedad privada y corporativa.
2. Transferencia al Ministerio
de Agricultura del Servicio Forestal Brasileiro (que pertenecía al Ministerio
del Medio Ambiente) y, por tanto, del Catastro Ambiental Rural, registro público
electrónico que mapea el tejido agrario brasileño arriba expuesto, y los
recursos naturales como bosques, agua, minas a cielo abierto, etcétera. También
pasa al MAPA la regulación del mercado con activos forestales por medio da la
Cuota de reserva ambiental en las bolsas de valores (Decreto 9640 de 27 de
diciembre de 2018).
3. Transferencia desde la Funai
del Ministerio de Justicia, para el Ministerio de la Mujer, Familia y Derechos
Humanos, presidido por la pastora evangélica Damares Alves. El Congreso no
aceptó este punto de la medida provisional y mantuvo a la Funai en el Ministerio
de Justicia. Todas las “minorías” y sectores vulnerables fueron aglomerados en
esta cartera conformando secretarías, aunque sin instrumentos de implementación.
No hay secretaría o consejo indígena. Por lo tanto, con el vaciamiento de la
principal atribución de la Funai y sin estructura de secretaría hay el riesgo
enorme de desestructuración del órgano indigenista. Para la presidencia del
órgano fue nombrado también un general de la reserva de los militares,
Franklimberg Ribeiro de Freitas, que dimitió en junio por presión de los
ruralistas y que fue reemplazado por otro militar de carrera. La demarcación de
los territorios indígenas ha sido objeto de una guerra entre los poderes. El
Congreso devolvió a Funai la competencia para las demarcaciones en mayo. Apenas
en junio, la Suprema Corte Federal ratificó la posición del legislativo de que
la competencia debe seguir siendo del órgano indigenista.
4. Transferencia de la
Fundación Cultural Palmares, responsable por la certificación de territorios
quilombolas para el Ministerio de la Ciudadanía, (fusión de los Ministerios de
Desarrollo Social, Deportes y Cultura, ahora reducidos a secretarías), también
bajo la dirección de los ruralistas.
5. Extinción del Consea
(Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional) como consejo asesor de
la Presidencia y transferencia al Ministerio de la Ciudadanía de la atribución
de proponer al gobierno directrices y prioridades de la política nacional de
seguridad alimentaria. Una vez más, el Congreso se opuso al Presidente y, en
mayo, reinstauró el Consejo. La medida había revocado los dispositivos del
Sistema Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sisan) relacionados con
su competencia, como convocar a la Conferencia Nacional de Seguridad
Alimentaria, y la composición del Consejo, cuya representación tiene 2/3 de
sociedad civil. Entre 1995 y 2015 fueron cinco conferencias nacionales (cuyas
etapas nacionales llegaron a reunir más de 2 mil participantes), de las que
surgieron propuestas como incluir en la Constitución Federal el derecho humano a
la alimentación, el plan Safra para la agricultura familiar, la política
nacional de agroecología y producción orgánica, y los planes de adquisición de
alimentos de la agricultura familiar por parte las escuelas (PAA y PNAE). Además
del flagrante déficit democrático en la participación y control social de las
políticas, la medida puede generar un trágico retroceso social, aún más en un
año en que Brasil puede volver al Mapa del Hambre, del que salió apenas en 2014.
El Decreto 9.759 de abril de 2019 que había previsto la extinción de todos los
demás consejos de participación social en la administración federal - alrededor
de 55 -, también fue declarado inconstitucional por la Suprema Corte, en junio,
ya que sólo por ley podría hacerlo. Bolsonaro dijo que va enviar un proyecto de
ley para confirmar la extinción de los consejos federales.
6. Coordinación, monitoreo y
supervisión de actividades de ONGs nacionales y internacionales por la
Secretaría de Gobierno, encabezada por el general de reserva Carlos Alberto dos
Santos Cruz. El ministro quiere investigar a las ONGs, sus actividades, y sus
formas de financiamiento. Pero el Congreso modificó este punto y estableció que
la Secretaria sólo tiene la competencia de “coordinar el diálogo del gobierno
con las organizaciones internacionales y nacionales”. Esto, debido a que la
inspección abierta podría implicar intervención en las actividades de estas
organizaciones, lo que podría significar una tutela indebida de la sociedad
civil y resultar en la persecución de las organizaciones que disientan del
gobierno. Esto significaría violar derechos fundamentales como la libertad de
asociación, expresión y manifestación, con consecuencias directas en la propia
democracia.
7. Extinción del Ministerio del
Trabajo, rebajándolo a secretaría del súper Ministerio de Economía, que pasa a
administrar con gran volumen de recursos el Fundo de Garantia do Tempo de
Serviço o FGTS y el Fundo de Amparo ao Trabalhador o FAT. La
fiscalización, la seguridad y la salud laboral, incluso en los trabajos análogos
al trabajo esclavo, quedarían adjudicados a la cartera de economía. La
modificación ya tiene una acción de inconstitucionalidad por desequilibrar el
“trabajo frente al capital”, subvirtiendo el precepto fundamental de la
Constitución según el cual debe haber una “valorización del trabajo humano como
fundamento del orden económico”.
8. El Ministerio del Medio
Ambiente perdió diversas atribuciones, como el combate a la deforestación,
actividad central de la política ambiental, lo que puede significar la
paralización de las actividades de fiscalización de los crímenes ambientales, y
el combate a procesos de desertificación.[35] Toda la política de recursos
hídricos y la propia Agencia Nacional de Aguas, a su vez, fueron transferidas al
Ministerio de Desarrollo Regional, fusión de los Ministerios de la Ciudad e
Integración Nacional. No hay mención de la política de cambio climático en el
texto de la medida, aunque el Ministro Ricardo Salles haya anunciado una
Secretaría Especial de Cambio Climático, con menor estructura. El ministerio vio
reducido su presupuesto en 20%, por la política de austeridad fiscal del
ministerio de la Economía.
En entrevista, el Ministro
presentó las líneas generales del actuar de su gestión, tales como:
·
Brasil no se
comprometerá con nuevas metas de reducción de emisiones según el Acuerdo de
París. El Ministro ha bloqueado 95% del presupuesto para el clima.
·
Reclasificará las
unidades de conservación para permitir actividades económicas, incluida la
posibilidad del paso de vías férreas y líneas de transmisión.
·
Revisará la
política del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales
Renovables de aplicación de multas ambientales, que tuvo un recorte del 24% de
su presupuesto anual.
·
La apuesta por
instrumentos económicos y financieros para mantener la conservación ambiental
como los pagos por servicios ambientales, afirmando que si hay límites al uso de
la propiedad privada debe haber compensación financiera al productor por esa
causa.[36]
Cabe mencionar la reducción por
decreto del salario mínimo, cayendo de la previsión de 246 dólares a 243
dólares, a partir del 1º de enero. Éste fue el menor aumento en 24 años.[37] El
gobierno propone acabar con el aumento real del valor del salario mínimo, para
que se reajuste sólo por la inflación.
Un nuevo pacto conservador
Tales medidas vienen a
confirmar el pacto conservador entre los dueños de la tierra, el dinero y el
Estado, mostrando los ejes centrales del nuevo gobierno en turno:
a) un capital
bancario-financiero con fuerte agenda neoliberal desestatizante, la supresión de
derechos sociales mediante la política de austeridad fiscal asociada a la
transferencia del presupuesto público por medio del pago de servicio de la
deuda;
b) la política de seguridad
hemisférica de combate al narcotráfico y el terrorismo subordinada a Estados
Unidos y con apoyo de la industria bélica.[38] Las
empresas Taurus y la Companhia Brasileira de Cartuchos, van siendo las
principales financiadoras de las campañas de la llamada “bancada de bala” en el
congreso nacional, que triplicó su tamaño, de 36 a 103 parlamentarios (93
diputados y 10 senadores). La empresa Taurus Armas tuvo sus acciones valuadas en
181% en 2018 y 105% en 2019 con la expectativa de que se aprobara "la posesión
de armas".[39],[40] El PSL, el
partido de Bolsonaro, apoyó a Rodrigo Maia a la reconducción de la presidencia
de la Camara, a cambio de llevar al plenario el proyecto de revocación del
Estatuto de Desarme. Además, la designación de siete militares para ministerios
estratégicos, como los de Defensa, Minas y Energía, Ciencia y Tecnología,
Infraestructura, el gabinete de seguridad institucional y la secretaría de
gobierno, así como para las presidencias de INCRA y FUNAI, también apuntan a una
militarización de las políticas de seguridad en general, confirmando una
tendencia que ya venía ocurriendo en el gobierno de Temer.
c) La protección de la
propiedad privada, sin su función social, con la tendencia a militarizar la
cuestión agraria. Esto es evidente también al desregular la posesión y portación
de armas, al ampliar las hipótesis de legítima defensa de la propiedad; al
criminalizar a los movimientos sociales del campo (y a sus líderes)
calificándoles de terroristas, como lo facilita el Decreto 9527/2018 que crea la
Fuerza-Tarea de Inteligencia para enfrentar el crimen organizado, coordinada y
compuesta mayoritariamente por militares y órganos de seguridad.[41]
El Decreto 9685/19 editado por
Bolsonaro reglamenta el término “necesidad efectiva” presente en el Estatuto de
desarme que autoriza a cualquier residente de las áreas rurales a solicitar la
posesión de hasta cuatro armas de fuego por persona, en “casos justificados”, y
en cuanto a los residentes de las áreas urbanas, pasa a ser autorizado en
municipios o estados con índices anuales de diez homicidios por cada cien mil
habitantes (artículo 12, §7 y §8). Los titulares o responsables legales de los
establecimientos comerciales o industrias también pueden contar con esa
autorización. Existe aun un segundo decreto que autoriza que la gente “común”,
porte armas y transite con ellas por la calle (como abogados, camioneros, o
agentes que tutelan a niños y adolescentes).
La medida puede generar una
verdadera guerra civil en el campo en defensa de este pacto colonial y
esclavizante por el mantenimiento de la concentración de la tierra en el país .
Pacto hasta hoy intocable, y condición para la propia instalación de la
República (1889).[42]
Tal tutela del llamado Brasil
privado, también significa flexibilizar la legislación ambiental y el componente
ecológico de la función social de la propiedad. El Código de bosques de 2012 ya
legalizó cerca de 58% de la deforestación ilegal del país, alrededor de 29
millones de hectáreas en favor de la expansión de la frontera agrícola,
autorizando aún amnistía de penalidades y multas. Los próximos pasos son la
flexibilización del licenciamiento ambiental de “emprendimientos estratégicos de
infraestructura” (PEC 65/15 e PL 654/15), y la recategorización de las Unidades
de Conservación, en reversión de los derechos territoriales de pueblos y
comunidades tradicionales, así como el desmantelamiento de los asentamientos de
reforma agraria y su reinserción en el mercado de tierras.
Dialécticamente, la historia, sabia y precisa, construye un sujeto colectivo en
oposición a tales fuerzas reales. Más que nunca, la lucha de los pueblos
indígenas, de los pueblos y comunidades tradicionales, y del campesinado, es la
lucha más universal de la era contemporánea pues es la lucha por la factibilidad
de la vida en el planeta en defensa de los bienes ambientales comunes. Es la
vida y los modos de vida que pueden oponerse al capital. Esta lucha deben
impulsarla sobre todo las juventudes del campo y la ciudad para no quedar
condenadas por los límites del planeta.
Notas:
Fuente original: GRAIN
Pongamos
en cuestión la democracia y la creencia mayoritaria en su antagonismo con la dictadura genocida.
Ejemplifiquemos un caso trascendente de cómo el país está fragmentado en
neofeudos:
La presencia de Joseph Lewis y
todo el aparato local a su servicio, representa uno de los máximos
exponentes de la oleada de venta de grandes extensiones de tierra de alto
valor socioambiental a capitales extranjeros corporativos que se viene dando
en la Patagonia Argentina.
Joseph Lewis y su testaferro, Nicolás Van Dittmar,
usurpadores del lago Escondido
4 de abril de 2016
En 1996, el magnate inglés Joseph
Lewis, a instancias del agente inmobiliario local, Nicolás Van Dittmar, se hizo
de un campo de 14.000 hectáreas que rodea completamente todo el espejo de agua y
las costas del Lago Escondido, impidiendo el libre acceso a este bien público.
Dicha situación dio lugar a una demanda judicial iniciada en 2005, con sentencia
del máximo tribunal provincial en 2009 y ratificada en 2013, que obliga al
Gobierno de Río Negro a abrir el camino de acceso, obligación a la que las
sucesivas administraciones de esa provincia, han venido negándose de manera
sistemática.
No sólo hubo mucho dinero de por medio para que el magnate inglés pudiera apropiarse de montañas, bosques, lagos, ríos y glaciares, y así montar y mantener su paraíso privado, usurpando bienes públicos; también hubo asesinatos, despojo, transferencia de tierras fiscales a privados, desafectación de áreas naturales protegidas, tala de bosques nativos, modificación del ordenamiento territorial, dádivas de todo tipo y acuerdos a puertas cerradas con autoridades de diversos estamentos y extracciones partidarias.
No sólo hubo mucho dinero de por medio para que el magnate inglés pudiera apropiarse de montañas, bosques, lagos, ríos y glaciares, y así montar y mantener su paraíso privado, usurpando bienes públicos; también hubo asesinatos, despojo, transferencia de tierras fiscales a privados, desafectación de áreas naturales protegidas, tala de bosques nativos, modificación del ordenamiento territorial, dádivas de todo tipo y acuerdos a puertas cerradas con autoridades de diversos estamentos y extracciones partidarias.
Además, luego el inglés empezó a
desarrollar en el lugar proyectos energéticos, aeropuertos privados y
mega-desarrollos inmobiliarios, sin licencia social, conformando sociedades
corporativas con otros grandes grupos empresarios argentinos y/o extranjeros.
Hoy, es dueño de casi toda
la energía eléctrica que se genera, transporta y distribuye en Argentina, si
baja la palanca, medio país se queda sin luz. Pronto también a él deberemos
comprarle la nafta y el gas...
¿Por qué decimos que Lewis y
Van Dittmar son usurpadores?
Hablamos explícitamente de
usurpación del Lago Escondido, ya que se trata de un bien público que al estar
todo el perímetro del espejo de agua completamente rodeado por esta propiedad
privada, y al no permitir el libre ingreso a sus costas, este señor está
ocupando de hecho un inmueble que no le pertenece; y lo está haciendo mediante
el uso de la fuerza, así como también cooptando a un sector de la sociedad y
cohersionando al resto...
De acuerdo al Código Civil de la
República Argentina, los ríos y lagos son de dominio público del Estado (art.
2.340 texto viejo, art
235 del nuevo Código Civil y Comercial), así mismo, la Constitución
de la Provincia de Río Negro establece que debe asegurarse el libre acceso a las
costas de los ríos y lagos públicos, con fines recreativos (art 73). Bajo estas
condiciones y aún estando el Lago Escondido completamente rodeado por una única
propiedad privada, el mismo posee una servidumbre pública de paso fijada por el
Gobierno de Río Negro y registrada en su propio catastro hace ya bastante
tiempo, más precisamente desde el mismo momento en que se registró la propiedad
privada única que rodea la totalidad de sus costas. El no reconocimiento de
dicha servidumbre por parte de los sucesivos privados y de los propios
funcionarios de las distintas gestiones del gobierno provincial, no implica,
obviamente, la no existencia de la misma.
La legislación argentina
reconoce a la propiedad privada como un derecho ejercitable, por más que en
esencia podamos o no estar de acuerdo con eso, sobre todo si dentro de la
propiedad privada existen bienes comunes estratégicos. Ahora bien, la propiedad
privada no es un derecho absoluto y bajo ninguna circunstancia puede ser puesto
por encima de los intereses generales de la sociedad, como lo son el beneficio y
goce de los bienes públicos por parte de la población. Existe abundante
jurisprudencia en tal sentido, incluso contraria al concepto privatista de
"derechos adquiridos" cuando se atenta contra los intereses colectivos de la
sociedad o aquellos considerados "difusos".
Por ello es que a las
cosas hay que llamarlas por su nombre: Joseph Lewis y Nicolás Van Dittmar (en
complicidad con el estado provincial y nacional) son usurpadores del Lago
Escondido.
Un verdadero atropello
La presencia de Joseph Lewis y
todo el aparato local a su servicio, representa uno de los máximos exponentes de
la oleada de venta de grandes extensiones de tierra de alto valor socioambiental
a capitales extranjeros corporativos que se viene dando en la Patagonia
Argentina.
Esta situación se encuentra
abundantemente documentada y ha dado lugar a varias publicaciones (recomiendo
leer "La
Patagonia Vendida" de Gonzalo Sanchez, para ilustrarse al respecto).
Consecuentemente, la
extranjerización de la tierra, asociada a la apropiación de los bienes comunes y
el territorio, es motivo de continuo debate, principalmente por la falta
deliberada de voluntad y decisión política de los representantes del Estado para
definir y hacer respetar la delgada línea que separa la propiedad privada
(conformada por una determinada superficie de terreno establecida en el título
de propiedad) de la propiedad pública (conformada por los bienes comunes
consagrados por ley contenidos en ella, como los cursos y cuerpos de agua, los
glaciares, los humedales, el bosque, el patrimonio cultural, etc.). A ello se
suma, obviamente, la pretensión filantrópica de estos grandes terratenientes,
que como toda acción de supuesta “responsabilidad social empresaria” encarada
por estos enormes capitales corporativos transnacionales, tienden a reemplazar a
un estado deliberadamente ausente por propia decisión, para cumplir con su rol
específico, que es organizar y servir a la sociedad y defender sus intereses.
No es materia de este trabajo
ahondar en este debate más de lo que ya se ha dicho y argumentado públicamente,
porque quien desee hacerlo, actualmente posee todas las herramientas
tecnológicas para obtener información adecuada y objetiva, más allá del interés
particular del privado. Sólo mencionaremos el hecho de que los propios
representantes de Lewis han reconocido (en declaraciones periodísticas y en
instancias judiciales) la propiedad pública de los bienes comunes contenidos en
su propiedad, a pesar, claro está, que desde que son dueños de la tierra
circundante, han hecho un uso discrecional y hasta abusivo de los mismos, sin
rendir cuentas en lo más mínimo de tal atropello.
El Lago Escondido
Es un espejo de agua de origen
glaciar, situado en la Cordillera de Los Andes, provincia de Río Negro,
República Argentina, aproximadamente a unos 50 km. (en línea recta) de la
localidad de El Bolsón.
El Lago Escondido forma parte de
la cuenca
de los ríos Manso y Puelo, la cual vierte al Océano Pacífico, a
través del Río Puelo, al cual se une el Río Manso en territorio chileno. El lago
se conecta a esta cuenca, a través de su emisario, el Río Escondido, cuya
embocadura se localiza en el extremo este del mismo; y luego de descender unos
pocos kilómetros, formando nomerosas cascadas y saltos, se une al Río Foyel, el
cual desemboca en el Río Manso.
El Lago Escondido, a su vez tiene importante cuenca de
alimentación, no tanto por lo extenso (unos 110 kilómetros cuadrados)
sino por la gran cantidad de precipitaciones que recibe (promedia los 2.000
milímetros anuales). En ella se localizan (en orden descendente y aguas arriba
del Lago Escondido) los lagos Soberanía 2 y 1, el Lago Montes y una laguna menor
sin nombre. Todos estos cuerpos están unidos por un curso de agua al que
denominan Arroyo Soberanía al principio y luego Río Montes. Todos estos cursos
de agua se alimentan de las lluvias invernales, cuando registran su mayor
crecida, y luego del deshielo en verano, ya que toda esta cuenca de alimentación
se cubre de nieve en invierno y además hay glaciares en las cumbres más altas.
El Lago Escondido tiene una
superficie de 713 hectáreas, se halla a una altitud de 770 metros sobre el nivel
del mar. El espejo de agua tiene forma alargada, se extiende de oeste a este con
un largo aproximado de 10 kilómetros (km.) y un ancho máximo de 1,5 km. Posee
una estrechura en el medio donde el ancho es de apenas 180 metros, que divide al
lago en dos cubetas aproximadamente iguales. La profundidad máxima estimada es
de 120 metros.
El dato más importante es quizás
el volumen del lago: se calcula que contiene un total de 412,4 hectómetros
cúbicos, esto es más de 400 mil millones de litros de agua dulce.
¿Quién es Joseph Lewis?
Joseph Lewis es un magnate de
origen inglés, aunque también tiene nacionalidad norteamericana. Su fortuna se
calcula en 5.300 millones de dólares, según Forbes es
una de las más grandes de Gran Bretaña y está entre las 300 personas más
adineradas del mundo.
Es el dueño y principal
inversionista del GrupoTavistock,
un conglomerado corporativo dueño de franquicias de las más diversas en todo el
mundo, cuyo portfolio incluye a más de 200 empresas de variados rubros radicadas
en 15 países. La sede central del Grupo Tavistock es en Bahamas, entendiéndose
que el lugar ha sido elegido por ser paraíso fiscal, por esta razón Lewis es
considerado un "tax exile" que son las personas muy adineradas que eligen
afincarse en países con baja carga impositiva.
El conglomerado del Grupo Tavistock incluye a corporaciones dedicadas a la biotecnología, industria farmacéutica, centros médicos, agronegocios, energía, medios de comunicación, negocios inmobiliarios, franquicias de todo tipo (deportivas, gastronómicas, textiles, etc.), turismo de alta gama y servicios financieros, entre otros rubros.
El conglomerado del Grupo Tavistock incluye a corporaciones dedicadas a la biotecnología, industria farmacéutica, centros médicos, agronegocios, energía, medios de comunicación, negocios inmobiliarios, franquicias de todo tipo (deportivas, gastronómicas, textiles, etc.), turismo de alta gama y servicios financieros, entre otros rubros.
A pesar de que son homónimos y de
que la lógica indicaría que puede haber alguna relación, el autor de este
escrito no ha hallado ningún dato o indicio concreto que pueda vincular al Grupo
Tavistock, con el Instituto
Tavistock de Relaciones
Humanas, que es una institución científica inglesa dedicada al estudio de la
psicología de grupos, acusado de desarrollar estrategias metodológicas para
manipular psicológicamente a la población a escala global, mediante diversos
medios comerciales masivos como la televisión o la radio.
En Argentina, Joseph Lewis
regentea varias franquicias ámpliamente distribuidas en todo el país, como Vans,
Puma, Gottex, Freddo, Aroma, Hard Rock Caffe, Planet Hollywood, Starbucks y
otras. Además tiene vínculos societarios con los grupos Bemberg, Mindlin y
Burco, compartiendo acciones y personas en los directorios, de manera recíproca
entre las empresas que integran estos grupos y las franquicias locales de
Tavistock.
Lewis, la YPF "recuperada", Vaca Muerta y el lavado de dinero
Lewis, la YPF "recuperada", Vaca Muerta y el lavado de dinero
Actualmente el interés más grande
de Lewis en Argentina es el negocio de la energía, ya que participa como
inversionista del Grupo Pampa
Energía, en sociedad con Marcelo
Mindlin (de quien también
trataremos más adelante). Este grupo corporativo aglutina a empresas
generadoras, transportadoras y distribuidoras de electricidad en todo el país.
Por la envergadura de sociedad que controlan, bien podría decirse que si ellos
dos "bajan la palanca", la mitad del territorio argentino se queda sin luz...
El socio de Lewis en estos negocios, Marcelo Mindlin, es primo del ex-canciller Héctor Timerman, sin embargo la relación con los gobiernos kirchneristas ha tenido numerosos vaivenes. Con el macrismo está pasando algo similar. Sin embargo, pasan los gobiernos y las sociedades político-empresariales, pero el pulpo capitalista y depredador que supieron construir se va haciendo cada vez más y más grande.
El socio de Lewis en estos negocios, Marcelo Mindlin, es primo del ex-canciller Héctor Timerman, sin embargo la relación con los gobiernos kirchneristas ha tenido numerosos vaivenes. Con el macrismo está pasando algo similar. Sin embargo, pasan los gobiernos y las sociedades político-empresariales, pero el pulpo capitalista y depredador que supieron construir se va haciendo cada vez más y más grande.
Pampa Energía es una empresa controlada por "Pampa Holding LLC", offshore radicada en Delaware (paraíso fiscal), a nombre de Marcelo Mindlin, Damián Mindlin y Gustavo Mariani, sin embargo está controlada por "Pampa F&F LLC" y "Lambex International Sarl". "Pampa F&F LLC" es una offshore registrada en Delaware y administrada por "Dolphin Fund Management SA". "Lambex International Sarl" es una offshore radicada en Luxemburgo (otro paraíso fiscal) y está controlada por el Tavistock Group, de Joseph Lewis. "Dolphin Fund Management SA" es una sociedad registrada en Uruguay a nombre de Marcelo Mindlin, Damián Mindlin y Gustavo Mariani. Todo este entramado corporativo en el que figura el magnate inglés no tiene otra intencionalidad que lavar activos, fugar ganancias y eludir el pago de impuestos. Los otros accionistas en Pampa Energía son los grupos inversores City of London, Autonomy Capital,Parametric Portfolio, Fore Research, Sequoia Fund y Morgan Stanley.
No es un dato menor que Lewis tenga preferencia por la generación de energías sucias: la mayoría de sus negocios están dirigidos a la generación de energía térmica mediante la quema de combustibles fósiles y la obtención de éstos por medio de fracking.
Además de ello, tiene a su cargo la generación hidroeléctrica en Los Nihuiles, Los Reyunos y Agua del Toro, en Mendoza, provincia en la que además es concesionario de la Línea Eléctrica Comahue-Cuyo, que lleva la energía generada en los ríos de la Patagonia para abastecer a las megamineras del NOA.
Cabe mencionar que a través de la subsidiaria Transener provee de energía a la explotación megaminera de Bajo la Alumbrera. También tiene la concesión para hacer lo propio con Veladero, Pascua Lama, El Pachón, Potasio Río Colorado, Cerro Vanguardia y otras 5 explotaciones megamineras más de la provincia de Santa Cruz. Todas estas mega-explotaciones y proyectos aún no cuentan con lineas de transferencias a los yaciminetos. Desde ya, según los planes de Lewis, la energía para Veladero, Pascua Lama y El Pachón saldrá de Mendoza...
Con el tema de la energía volveremos más adelante en este informe, ya que Lewis tiene una central hidroeléctrica en su campo privado, cuya producción pretende venderla al Sistema Interconectado Nacional a un valor muy superior al del mercado energético.
Fuente:
http://federico-soria.blogspot.com/2016/04/joseph-lewis-y-su-testaferro-nicolas.html
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Quién
Tavistock y quién te ve
El Tavistock Group
consolida su posición en la rama de la producción de energía en Argentina
Por Susana Lara
Por Susana Lara
El ingreso de equipamiento para
la Central Hidroeléctrica de Paso Río Escondido al puerto internacional de
Buenos Aires y su llegada esta última semana a destino en la provincia de Río
Negro confirman que Tavistock Group consolida su posición en la rama de la
producción de energía en la Argentina. Este avance incluye la puja firme por
quedarse con la licitación internacional del proyecto hidroeléctrico
multipropósito sobre el río Nahueve, en el noroeste de Neuquén, cuya apertura de
sobres está anunciada para el mes próximo.
Una de las firmas de Guillermo
Nicolás Crexell Sapag, ascendente empresario neuquino, realizó el traslado del
equipamiento que arribó al paraje El Foyel el miércoles 5 de junio. Serían
generadores, según una fuente. Lo cierto es que todo el mes anterior se registró
un importante trabajo de movimiento de suelo para permitir el ingreso del
transporte pesado en terreno boscoso, con abundantes cursos de agua
superficiales. De todos modos, una parte habría ingresado por el camino Tacuifí
vadeando el arroyo Coronel y otra por el paraje El Manso, recorrido más largo
pero más accesible para la carga pesada, según nuestra reconstrucción con
distintas fuentes del lugar.
Patagonia Energía SA, firma del
grupo de Joseph Lewis para la generación y producción de energía en nuestro
país, realizó cambios empresarios que perfilaban esta ampliación de intereses y
presencia territorial en la región. El año pasado primero modificó el objeto
social de la empresa para aggiornarla a las líneas de fomento para energías
renovables que lanzó el gobierno nacional en 2016, lo que no fue un obstáculo
para recibir antes una adjudicación en la segunda ronda del plan Renovar para la
central Río Escondido. Después, también el año pasado, reordenó el directorio
que encabeza Nicolás van Ditmar e intregran dos hombres del grupo Pampa Energía
(de los hermanos Mindlin) y Jefferson Voss, del núcleo internacional de
Tavistock.
Nuevos intereses del Tavistock
Group en la Argentina.
A partir de esa ampliación, la
empresa opera en “la generación y comercialización de energía eléctrica a partir
de fuentes renovables en todas sus formas (…), construcción, financiación,
puesta en marcha, operación y mantenimiento de centrales de generación de
energía eléctrica a partir de fuentes renovables, y demás actividades
directamente asociadas con las anteriores”. Además, “podrá ser titular de
concesiones o permisos, incluyendo sin limitación la concesión de agua de la que
es titular por la ley de concesión de uso de agua de la Provincia de Río Negro
nro. 4615/2010”, y toda la legislación vigente en el país.
En su origen, en 2015, Marcos
Marcelo Mindlin la formó exclusivamente para la central de paso Rio Escondido,
complejo industrial construido dentro del predio de más de 8.000 hectáreas que
incluye el lago Escondido.
Río Omitido
El río Escondido nace en el lago conocido por estar bloqueado su acceso, a unos 800 metros sobre el nivel del mar, y desciende hacia el noreste 8.500 metros hasta desembocar en el rio Foyel. El complejo industrial tiene cuatro partes; requirió el desmonte de unas 9 hectáreas, según nuestro análisis de imágenes satelitales. Son unos 5 kilómetros desde la primera bocatoma hasta la central. En la primera bocatoma se desvía parte del caudal del río, se lo entuba para hacerlo descender por el filo de un cerro hasta el salto previo a la central, surge de interpretar las imágenes institucionales con la documentación pública disponible y las imágenes satelitales. A pesar de que las obras de infraestructura las difunde la propia empresa en su página web (http://www.patagoniaenergia.com/) y las anunció por la prensa, hasta esta semana no fueron declaradas como mejoras ante el Catastro provincial y por lo tanto no pagan impuesto inmobiliario por la central. Tampoco están hechas las mensuras, por lo que los planos vigentes siguen siendo los de la familia Montero regularizados para la operación de venta a Lewis en los ’90. La valuación fiscal del campo es de 20 millones de pesos, como consta en la liquidación de la ART (Agencia de Recaudación Tributaria) de Río Negro.
El río Escondido nace en el lago conocido por estar bloqueado su acceso, a unos 800 metros sobre el nivel del mar, y desciende hacia el noreste 8.500 metros hasta desembocar en el rio Foyel. El complejo industrial tiene cuatro partes; requirió el desmonte de unas 9 hectáreas, según nuestro análisis de imágenes satelitales. Son unos 5 kilómetros desde la primera bocatoma hasta la central. En la primera bocatoma se desvía parte del caudal del río, se lo entuba para hacerlo descender por el filo de un cerro hasta el salto previo a la central, surge de interpretar las imágenes institucionales con la documentación pública disponible y las imágenes satelitales. A pesar de que las obras de infraestructura las difunde la propia empresa en su página web (http://www.patagoniaenergia.com/) y las anunció por la prensa, hasta esta semana no fueron declaradas como mejoras ante el Catastro provincial y por lo tanto no pagan impuesto inmobiliario por la central. Tampoco están hechas las mensuras, por lo que los planos vigentes siguen siendo los de la familia Montero regularizados para la operación de venta a Lewis en los ’90. La valuación fiscal del campo es de 20 millones de pesos, como consta en la liquidación de la ART (Agencia de Recaudación Tributaria) de Río Negro.
Durante semanas varias
cuadrillas trabajaron en el emparejado del suelo en la entrada a Hidden Like SA
(la estancia Lago Escondido), sobre la ruta 40 entre Bariloche y El Bolsón, a la
altura del paraje El Foyel. También ensancharon caminos y reforzaron puentes
para que resista gran tonelaje. Finalmente, en medio de la nevisca, la semana
pasada llegó la flota de carretones con containers a cargo de Crexell Transporte
SA, una de las empresas de transporte de carga y grúas que se hizo fuerte en los
servicios a la explotación de hidrocarburos desde su base en Plottier, Neuquén.
En la improvisada playa pasaron parte de la carga de los carretones a un camión
de unos 13 metros, que finalmente debió vadear el arroyo Coronel y evitar el
puente.
La magnitud del movimiento
habla de cambios que todavía no fueron anunciados. A la vez, la contratación a
Crexell para la logística habla de la cadena de beneficiarios en la estructura
económica y financiera con la que cuenta Lewis en la región. Guillermo Nicolás
Crexell es hijo de la
fallecida Luz Sapag, hermano de la senadora nacional por el MPN (Movimiento
Popular Neuquino) Lucila, sobrino del ex gobernador Augusto; y, así podríamos
seguir trazando la genealogía tanto familiar como económica y política del
empresario en ascenso.
Río Nahueve
Los viejos proyectos de producción de energía hidráulica tomaron nuevo impulso en Neuquén ante la demanda sostenida y creciente del área Vaca Muerta. El mes próximo se abrirán los sobres con las ofertas para la adjudicación del Proyecto Multipropósito Nahueve. Patagonia Energía es uno de los 130 interesados en financiar, construir, operar, mantener y explotar una minicentral hidroeléctrica sobre el río Nahueve, al norte de Neuquén, entre la Cordillera de los Andes y la Cordillera del Viento, anunció el gobierno provincial luego de recorrer el paraje Los Carrizos con van Ditmar y otros potenciales oferentes.
Los viejos proyectos de producción de energía hidráulica tomaron nuevo impulso en Neuquén ante la demanda sostenida y creciente del área Vaca Muerta. El mes próximo se abrirán los sobres con las ofertas para la adjudicación del Proyecto Multipropósito Nahueve. Patagonia Energía es uno de los 130 interesados en financiar, construir, operar, mantener y explotar una minicentral hidroeléctrica sobre el río Nahueve, al norte de Neuquén, entre la Cordillera de los Andes y la Cordillera del Viento, anunció el gobierno provincial luego de recorrer el paraje Los Carrizos con van Ditmar y otros potenciales oferentes.
En 2015 la Legislatura autorizó
a la provincia a tomar un crédito de 15 millones de dólares de un fondo de los
Emiratos Arabes, el que se formalizó al año siguiente. Por su parte, el gobierno
nacional otorgó un aval soberano como garante del financiamiento, que el Estado
neuquino afronta con los recursos provenientes de la Coparticipación Federal de
Impuestos y las regalías petrolíferas y gasíferas.
El gobernador Omar Gutiérrez
(MPN) y SE Mohamemed Saif Al Suwaidi, director del Fondo de Abu Dabi para el
Desarrollo (ADFD), firmaron en Buenos Aires el acuerdo del préstamo administrado
por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).
El gobernador de Neuquén obtuvo
nuevo financiamiento.
El Proyecto aprovecharía un
salto del río Nahueve generado por el desnivel topográfico y la derivación de
dicho río. Debido a su escala (4.6 MW) podría participar de RenovAr ronda 3.
La concesión incluye el derecho
a comercializar la energía eléctrica producida por esa central; además debe
ejecutar las obras de derivación de hasta 300 lts/seg de agua no turbinable con
destino a riego agrícola y para la provisión de agua potable para consumo humano
de la población de la Villa del Nahueve; y construir la línea de media tensión
en 33 kV desde la central hasta la interconexión con el sistema interconectado
provincial, de acuerdo a las copias de los pliegos de la licitación disponibles.
José Brillo, titular de la
Agencia de Inversiones del Neuquén a cargo de la licitación pública, analiza la
posibilidad de conformar una sociedad de propósito específico para que ejecute y
gerencie el proyecto.
Lewis ya está operando en
Neuquén a través de Pampa Energía con la explotación de hidrocarburos en Vaca
Muerta. Se quede o no con Nahueve, ya planteó su juego territorial.
(En colaboración con Javier
Grosso en el análisis de las imágenes y la cartografía)
Enfrentamos hoy
los
límites del desarrollo dependiente.
Ante ello,
los sectores dominantes pretenden acelerar el ajuste y la explotación
laboral y de las riquezas naturales. Para ello, buscan avanzar sobre los
derechos laborales (reforma laboral y previsional) y destruir los remanentes
del precario estado de bienestar. El salto adelante en términos tecnológicos
y productivos es para ellos inviable y no deseable. El ajuste acelerado no
es causa sino consecuencia de la crisis transicional, del
anacronismo histórico del proyecto del capital en Argentina.
Para el pueblo la opción es clara: revolución o barbarie capitalista, como decía Rosa. La salida desarrollista (el oxímoron del “crecimiento con inclusión” del kirchnerismo) ya fue olvidada por esos sectores que buscarán una transición políticamente ordenada para conducir el ajuste estructural en marcha. El pueblo organizado tiene como única opción resistir y proyectar una salida revolucionaria, que ponga la reproducción ampliada de la vida en el centro. Estamos ante una bifurcación histórica. Como siempre, sólo el pueblo podrá salvar al pueblo.
¿Atrapada
sin salida?
Argentina
dependiente
en crisis
transicional
13 de junio de 2019
13 de junio de 2019
Por
Mariano Féliz
Argentina atraviesa una crisis económica de larga data. Casi una década de estancamiento y recesión han puesto en alerta a los sectores dominantes. Los partidos del orden no encuentran salidas, pues no comprenden la naturaleza profunda de la crisis actual. Los sectores populares enfrentamos los límites del desarrollo dependiente y una bifurcación histórica.
La economía argentina se
encuentra atrapada en una profunda crisis. Crisis transicional hemos dicho en
otro lado. Una crisis que parece poner en juego la forma de ser del capitalismo
argentino, su lugar en el mundo, su papel en la división internacional del
trabajo.
La segunda mitad de la primera
década de los 2000 mostró la fragilidad del capitalismo dependiente en
Argentina. La crisis de 2008-2009 prendió las alarmas sobre un proyecto
hegemónico que, apenas parecía consolidarse, comenzaba a enfrentar barreras,
primero, y, luego, límites difíciles de superar. En los diez años que sucedieron
a esa primera crisis en la nueva fase neodesarrollista, la acumulación de
capital se hizo inestable al tiempo que pasaba del estancamiento a la depresión.
¿Pero qué le pasa a la economía argentina? ¿Cuál es el fundamento específico de
su crisis transicional?
I
A través de la era neoliberal,
el capitalismo dependiente argentino configuró una nueva forma de reproducción
ampliada. Sobre una base industrial dependiente pero relativamente extendida
bajo control trasnacional, se consolidó un nuevo patrón de acumulación de tipo
extractivista. La primera década del siglo XXI vio la expansión del complejo
agroindustrial de la soja transgénica, el avance de la megaminería a cielo
abierto, la colonización de la producción del hábitat y la vida cotidiana por la
financiarización, y más recientemente la expansión de la explotación
hidrocarburífera por la vía de la fractura hidráulica. Este proceso es dominado
y atravesado por la irrupción del capital trasnacional. Además, la nueva etapa
incluía una nueva configuración de políticas que mantuvieran la superexplotación
del trabajo de las mujeres en la reproducción social y el cuidado. Las políticas
de transferencias de ingresos condicionadas (del Plan Jefes y Jefas a la
Asignación Universal por Hije) vieron articular un mercado de trabajo
hiperprecarizado con la necesidad de sostener la reproducción social a escala
familiar y comunitaria en el marco de un Estado de bienestar que desarticulaba
las políticas universales de inclusión social.
II
Esta nueva configuración de la
estructura de producción de valor y reproducción social en Argentina consolidaba
una nueva base extractivista sobre la histórica estructura industrial
dependiente. La industrialización -llamada por sustitución de importaciones-
entre 1940 y 1960 había podido consolidarse sobre la base de un patrón de
superexplotación de la fuerza de trabajo remunerado (mayormente masculinizado) y
no remunerado (mayormente feminizado). En efecto, en torno a la expansión de la
base industrial local, un capital crecientemente trasnacionalizado pudo
subsistir a partir de un desarrollo urbano “desigual y combinado”: en torno a
asentamientos informales, pésimos sistemas de transporte de pasajeros para las
clases populares y condiciones de empleo de creciente precariedad. Ese
desarrollo industrial pudo consolidarse en un marco internacional dominado por
la irrupción de las multinacionales norteamericanas en un mundo capitalista en
plena reintegración comercial, financiera y productiva luego de la segunda
guerra.
III
En la etapa actual, a
posteriori de la reestructuración neoliberal, la transnacionalización
capitalista y la irrupción de China e India en el mercado mundial colocan a
países de industrialización dependiente -como Argentina- ante una disyuntiva.
Argentina enfrenta este nuevo mundo con su economía articulada por una base
industrial trasnacionalizada y crecientemente articulada al nuevo vector
extractivista.
Por un lado, el ciclo
capitalista local es traccionado por la presión creciente que genera la
formación de renta extraordinaria asociada a la extracción de riquezas naturales
y formas de financiarización de la producción de la vida. Esta situación
exacerba las tensiones históricas de la contradicción entre el capital agrario
(extractivista) y el capital industrial. La ampliación contemporánea de las
bases de apropiación de plusvalía bajo la forma de renta extraordinaria se
convierte en una presión permanente sobre el conjunto del capital productivo en
el resto de las ramas, en especial en las industrias manufactureras.
Estas últimas se ven imposibilitadas de competir por el financiamiento frente a
los elevados niveles de rentabilidad extraordinaria de las ramas extractivistas
y acentúan la presión para la superexplotación laboral (en las fábricas y en las
casas).
IV
En paralelo, por otro lado, el
conjunto del aparato industrial enfrenta la irrupción de las manufacturas del
eje China-India. El capital en esos territorios avanza con su producción
realizada en condiciones de trabajo ultra precarizadas, escalas productivas
inconmensurables y crecientes esfuerzos para el desarrollo de nuevas tecnologías
para la extracción de plusvalía. Esa irrupción golpea de lleno a una economía
como la Argentina donde el ciclo del capital manufacturero se encuentra
plenamente integrado a la economía global. En una posición intermedia entre las
economías poco industrializadas de la región y el hegemón subimperialista
regional (Brasil), el capital en la Argentina enfrenta esa batalla en
desventaja.
El pueblo trabajador argentino conserva -a pesar de todo- una base
de derechos conquistados en sus luchas, derechos que el capital busca diluir
para pegar un salto de competitividad. La resistencia popular frente a esa
ofensiva es la contracara de la incapacidad industrializadora del proyecto
neodesarrollista y la aceleración de la desindustrialización en la etapa
reciente de profundización del ajuste bajo el macrismo.
V
La crisis transicional se
presenta como expresión del último límite del capital dependiente en Argentina.
No parece haber alternativas. Los sectores dominantes pretenden acelerar el
ajuste y la explotación laboral y de las riquezas naturales. Para ello, buscan
avanzar sobre los derechos laborales (reforma laboral y previsional) y destruir
los remanentes del precario estado de bienestar. El salto adelante en términos
tecnológicos y productivos es para ellos inviable y no deseable. El ajuste
acelerado no es causa sino consecuencia de la crisis transicional, del
anacronismo histórico del proyecto del capital en Argentina.
Para el pueblo la opción es clara: revolución o barbarie capitalista, como decía Rosa. La salida desarrollista (el oxímoron del “crecimiento con inclusión” del kirchnerismo) ya fue olvidada, y esos sectores buscarán una transición políticamente ordenada para conducir el ajuste estructural en marcha. El pueblo organizado tiene como única opción resistir y proyectar una salida revolucionaria, que ponga la reproducción ampliada de la vida en el centro. Estamos ante una bifurcación histórica. Como siempre, sólo el pueblo podrá salvar al pueblo.
Para el pueblo la opción es clara: revolución o barbarie capitalista, como decía Rosa. La salida desarrollista (el oxímoron del “crecimiento con inclusión” del kirchnerismo) ya fue olvidada, y esos sectores buscarán una transición políticamente ordenada para conducir el ajuste estructural en marcha. El pueblo organizado tiene como única opción resistir y proyectar una salida revolucionaria, que ponga la reproducción ampliada de la vida en el centro. Estamos ante una bifurcación histórica. Como siempre, sólo el pueblo podrá salvar al pueblo.
Nos estigmatizan derechas e izquierdas
electoralistas achacándonos proponer proyectos desconocedores de la
realidad concreta e irrealizables. Pero elles luchan por mantener el círculo
vicioso del poder gran capitalista y lo hacen en momentos en que la
supervivencia de la humanidad entera está amenazada por el modo destructivo
de producción y desarrollo del sistema mundo capitalista.
Tratemos de apoyar o abrir caminos
emancipatorios mediante involucramiento mayoritario
en
una trama comunitaria que comienza a rebelarse y organizarse. A mí me
permitió -dice
Raquel Gutiérrez-
aprender cómo iba emergiendo esa otra forma de luchar que tiene que ver con
ocupar el espacio, con cuidar el adentro, con tener un sentido de equilibrio
todo el tiempo como un punto muy claro.
Es crear la otra sociedad-mundo posible desde el vamos y desde la toma de
partido de que
estamos buscando nuevas formas de reconectarnos, de
tejer una trama de interdependencias que la llamamos comunitaria o popular,
que antepone lo que se comparte, se disfruta y se gestiona, y también se
produce. Lo común no es cosa: es relación social, es manera de estar.
Raquel Gutiérrez: “Debemos aprender a mirar
el mundo en clave de interdependencia”
21 de mayo de 2019
"Raquel reside en México, donde
es profesora de la Universidad Autónoma de Puebla. En octubre del 2018 estuvo en
Buenos Aires, en coincidencia con el 33 Encuentro Plurinacional de Mujeres que
se celebró en Trelew (provincia de Chubut) y con la visita a estas tierras de la
italiana Silvia Federici. En esta entrevista hablamos de ese tejido entre
mujeres a cuya emergencia asistimos y del que somos parte, entre atónitas y
esperanzadas".
Matemática, socióloga, filósofa
y feminista de origen mexicano, Raquel Gutiérrez Aguilar tiene a sus espaldas
una extensa y vibrante historia de militancia. En la década de los 80, la que
consolidó el neoliberalismo en América Latina, viajó a Bolivia, donde fue parte
de la fundación del Ejército Guerrillero Tupac Katari (EGTK), de inspiración
aymara. En 1992 fue detenida junto a otros miembros del EGTK, entre ellos, su
pareja en aquel momento, el actual vicepresidente boliviano, Álvaro García
Linera. Pasó cinco años en la cárcel, acusada de terrorismo. De aquellos años
nació su libro ¡A
desordenar! Por una historia abierta de la lucha social. Es
autora, también, de Los
ritmos del Pachakuti. Movilizacion y levantamiento indígena popular en Bolivia y Horizontes
comunitario-populares. Producción de lo común más allá de las políticas
estado-céntricas.
Raquel reside en México,
donde es profesora de la Universidad Autónoma de Puebla. En octubre del 2018
estuvo en Buenos Aires, en coincidencia con el 33 Encuentro Plurinacional de
Mujeres que se celebró en Trelew (provincia de Chubut) y con la visita a estas
tierras de la italiana Silvia Federici. En esta entrevista hablamos de ese
tejido entre mujeres a cuya emergencia asistimos y del que somos parte, entre
atónitas y esperanzadas.
Amazonas: ¿Cómo se ha ido
articulando tu trayectoria militante y vital con tus elaboraciones teóricas?
Raquel: Yo
me he vivido a mí misma cuando un tipo de experiencia está terminando y otro
está comenzando a gestarse. Es decir, casi siempre me han tocado tiempos de
transición… aunque quisiera decir otra palabra. Tiempos en los que algo se agota
y algo empieza a existir. Me tocó la última parte de la vieja manera de acción,
totalmente masculina, guerrillera, muy centrada en una confrontación directa.
Ahí yo podía ver todos los límites, y es algo en lo que pude reflexionar mucho
en la época de la cárcel. Era, también, el momento en que esa forma antigua de
pelear y de hacer se debilitaba y surgían otras formas más parecidas a lo que,
como experiencia general, significa el zapatismo. El entretejimiento de lo viejo
disminuido con lo nuevo naciendo, es esta capacidad comunitaria, básicamente
indígena de poner en escena nuevas formas de lucha y de tener claridad de qué es
lo que se propone obtener. En la experiencia guerrillera en la que yo milité
esta hibridación era muy clara: unos jóvenes que éramos los últimos marxistas
leninistas del continente, con unas comunidades aymara y también quechua, una
trama comunitaria que comenzaba a rebelarse y organizarse. A mí me permitió
aprender cómo iba emergiendo esa otra forma de luchar que tiene que ver con
ocupar el espacio, con cuidar el adentro, con tener un sentido de equilibrio
todo el tiempo como un punto muy claro. Y luego tuve cinco años en la
universidad de la vida que me pagó el Estado, la “beca cárcel”, para pensarlo.
Ese bagaje me permitió la posibilidad de una apertura hacia lo que iba a ser la
lucha del agua, las feministas, en un momento en que la lucha era muy dura; me
hice muy amiga del grupo de feministas y lesbianas Mujeres Creando. Tuve la
suerte de poder ir transitando entre tradiciones y aprendiendo de una
experiencia vital muy dura de vivir, la gran expropiación patriarcal de todo lo
hecho y todo lo armado: me tocó atravesar vitalmente un momento de gran
expropiación; todas lo hemos sufrido y sabemos de qué estamos hablando. El
momento de perderte a ti misma, de no saber qué está pasando que te separa de lo
que fue creado y te confronta a pensar cómo volver a relanzarte.
Amazonas: Hay, ahí, una
superposición de unos tipos de violencia con otros…
Raquel: Eso
me proporcionó cierta sensibilidad para entender la continuidad de los procesos
de violencia que venía sufriendo: la violencia institucional patriarcal de la
organización política marxista, la violencia del Estado, tanto en la detención
como en la cárcel;
la violencia, después, de esta articulación del mundo privado
y público que habilita que la fuerza construida entre muchos quede significada
por un sólo gran apropiador que entonces puede establecer alianzas con otros de
su género. Y eso traté de ordenarlo como experiencia vital de algún modo. Por
eso ahora me conmueve tanto este renovado momento de despliegue de las luchas de
mujeres, lesbianas, trans y travestis, que pone en el centro la violencia
sistemática que vienen sufriendo, los diferentes pliegues de esa agresión con
mensaje, como dicen los del CELS [Centro
de Estudios Legales y Sociales de Argentina]. Pasa por sentir que
puedes reconocer esas violencias y sentirte habilitada para hablar porque
aspectos de la experiencia vital -que en momentos hay que guardar porque duele o
porque parece que no sirviera-… de repente vuelve a servir.
Amazonas: Esa experiencia nos
hace pensar en ese vínculo, tan destacado por las feministas, entre lo político
y lo personal…
Raquel: La
vida es una sola, y ahora la puedo contar así, no como una sucesión recortada de
pedazos, de tramos, sino como una sola vida que va madurando, que va
envejeciendo y consolidándose, pero que tiene que atravesar una serie de
casillas y de marcos ordenadores absolutamente patriarcales y coloniales,
absolutamente capitalistas; por eso con frecuencia sientes que todo está roto.
Amazonas: Junto a [la socióloga
argentina] Verónica Gago, plantean la existencia de una constelación feminista,
un conjunto de conceptos que siempre beben de la praxis política. ¿Cómo pensar,
desde ahí, los encuentros y desencuentros entre el marxismo y esos entramados
comunitarios?
Raquel: Cuando
estás observando la realidad desde determinado mirador teórico que admite las
segmentaciones dadas, entonces tú también piensas desde clasificaciones
instituidas; lo rural y lo urbano, lo ‘a’ y lo ‘b’; y entonces estás en
separación. Es algo en lo que acá viene insistiendo el movimiento de mujeres:
que todo se va hibridando, mezclando, entreverando, no licuando, no haciendo una
cosa homogénea, sino tejiéndose. Yo lo vi en [el Encuentro Plurinacional de
Mujeres de] Trelew, cuando veías esas pequeñas variaciones en las letras de las
canciones y, en lugar de cantar “Aborto legal en el hospital”, decimos “en
cualquier lugar”, o cuando sustituyen la palabra “brujas” por “machis” [las
autoridades espirituales del pueblo mapuche, que tienen el don de sanar] en el
canto: “Somos las nietas de todas las machis que nunca pudieron quemar”.
No es
que canto tu canción y niego la mía, o viceversa: es que a tu canción yo le
quiero añadir algo, no en una lógica de apropiación sino de entretejimiento, de
guiño, para mostrar que estoy viendo tu fuerza y que tu fuerza me da fuerza y
que estoy dispuesta a darte fuerza. Es un poner en común para generar y ampliar
una fuente de fuerzas. Parece bastante místico-mágico, pero así lo veo.
Amazonas: Eso nos lleva a
pensar si, tal vez, el feminismo puede convertirse en un movimiento
internacionalista y transversal…
Raquel: Lo
está haciendo, la cosa es que nos cuesta mucho verlo. De la misma manera que nos
cuesta mucho ver y creer que lo que nosotras hacemos es importante. Haces el
mejor libro de tu vida, empiezas a encontrar reconocimiento, empiezas a ver que
gente te dice que está super bien lo que has hecho y tú, de todos modos, dudas.
La experiencia general, es igual en el movimiento. Se mandan tamaña cosa
gigante, repercute en España de tamaño loco, hace temblar a todos los lados,
desde el Ecuador, el Perú, desborda hasta Chile y todavía decimos, “¿será que se
va a poder?”. No es que seamos bobas, no es eso; es que estamos produciendo el
lenguaje para reconocer nuestra propia creación, que es nuestra creación en otra
clave, que confronte los sistemáticos desconocimientos de lo que hacemos. Así
como tú haces la mejor cosa de tu vida y tu profesor varón te dice: “está bueno
chava”, y ya. Es una experiencia muy común, ves un colega que tiene algo
bastante parecido a lo tuyo y ese brinca hasta el cielo en el reconocimiento por
la línea de esperma, digamos simbólica o real. Igual nos pasa. No vamos a estar
saliendo en la tele más que cuando saquemos dos millones a la calle; nos van a
responder desde el Parlamento que no nos ven, que todo lo que podamos hacer es
insuficiente. Eso nos van a responder, como nos responden en la casa, como nos
responden en la escuela, como nos responden en el trabajo. Pero ahí es que vamos
trabajando nuestra propia autopercepción y nos vamos autoconvenciendo de la
grandiosidad de lo que estamos logrando y conociendo; el desafío de cómo lo
estamos haciendo en otra clave: como cuando, en estos días atrás [en el mes de
octubre pasado], las compas de Ni Una Menos le arman una gira a Silvia Federici
en la que muestran una manera de tejer por debajo que desestructura lo
instituido. Y con ello habilitan la posibilidad de establecer un piso común de
todas las mujeres que está incorporadas en los distintos lados; y habilitan el
espacio de su encuentro para que ellas puedan, con la fuerza de cada una,
movilizar lo otro: así armaron el paro. Es tan raro que cuesta trabajo
entenderlo, soy amiga de Vero [Gago] hace muchos años y tenemos comunicación
fluida, y yo no había entendido lo que quería decir “interseccional” en este
lenguaje renovado, hasta que vine a verlo a Argentina. Tienes que sentirlo,
tienes que verlo, tienes que entender qué está pasando. Como dijo León Felipe,
“las palabras no sirven cuando la derrota, pero tampoco sirven cuando uno está
luchando desde una cosa tan honda. Las palabras entonces no sirven, son
palabras”. Los conceptos a rato no nos alcanzan, y esa disputa es constante.
El concepto de constelación nos sirve para evitar el intento desde la jerarquía
académica de sintetizar nuestro pensamiento.
Amazonas: Esa “constelación”
tiene un impacto en lo que está afuera, en el espacio público y en lo común, en
lo cotidiano… y nos va transformando a cada una.
Raquel: Exactamente.
Es ese desplazamiento vertiginoso lo que genera temblor. Cuando tratábamos de
hacernos una idea de qué había pasado en el 8 de marzo del 2017 que fue un
primer gran momento de, “¡ah!”, sorprendernos de lo que estaba ocurriendo, yo
estaba en Madrid. Parecía que había hecho erupción un volcán. Así lo sentía yo:
esos guiños que veía, las viejitas cantando las consignas, las jóvenes; en fin,
hay una especie de movimiento telúrico en el sentido social de la palabra, de
que las capas añejas, multiseculares, de la estructuración de la jerarquización
y fijación de lo dado, todo eso tiembla y se empieza a reacomodar. Entonces, las
mapuches podemos ser travestis y las mexicanas podemos ser madrileñas, y las
trans pueden ser señoras. Es un momento de sacudón fuerte. Y no sabemos qué
palabra ponerle a eso que estamos sintiendo. En la descripción, ponemos una
palabra; en la conceptualización, buscamos una palabra más amplia, más
abarcadora, que sea más difícil sintetizarla, para que todas las cosas, todas
las luchas quepan.
Amazonas: En España hubo una
demanda muy clara de las mujeres racializadas, especialmente las gitanas, de las
mujeres migrantes y negras que no se habían sentido incluidas en el movimiento
feminista y el
caso concreto de las temporeras de Huelva. Se viene
corrigiendo pero todavía es complicado: hay compañeras que no se sienten
representadas por el feminismo hegemónico; y está, también, esa disputa sobre el
sujeto político, si nos sirve el sujeto ‘mujer’ o si hay que visibilizar otras
identidades.
Raquel: Yo
veo dos estrategias: de un lado, la peninsular, que ha sido: “Juntas y fuertes,
feministas siempre”, como se cantaba en Madrid. Es decir, tratar de plantear el
feminismo como un gran paraguas; en él, caben todas, pero se usa en singular.
Luego se dio una vuelta de tuerca y empezó a hablarse de feminismos, en plural.
De nuevo se trata de construir un paraguas que pueda abarcar, y ahí se da el
debate acerca del descentramiento del feminismo blanco, que se corra para que
quepamos todos los feminismos.
La otra estrategia ha sido la de compañeras acá,
que ha sido una subarticulación de sujetos dispersos que, cuando en asamblea se
dieron cuenta de que no era suficiente con hablar de “mujeres”, dijeron, “bueno,
hagamos una lista”, y enumeraron: mujeres, trans, lesbianas y travestis. Acá no
se trata de un binarismo: lo que no es masculino dominante, es una
diversidad.
A
su vez, vienen las mapuches y dicen: “hagámonos cargo de la herida colonial,
nosotras estamos acá”, y
lo plantean en términos de plurinacionalidad, que
supone integrar, asumir y tomar en cuenta también esas diferencias. Pero no lo
asumen como un plan político en el sentido tradicional, no hablan de Estado
Plurinacional, como decía la CONAIE [Confederación de Nacionalidades Indígenas
de Ecuador] hace años. En Trelew cantamos: “Este Encuentro ya es Plurinacional”,
es decir, nos hacemos cargo de esa diferencia, la volvemos visible y ahí se
trata no de estabilizarla ni de congelarla, sino de gestionarla; y esa gestión
no va a estar exenta de tensión. Es decir: es una cosa que abre para poder fluir
y fluye para poder equilibrar y, otra vez equilibrado, vuelve a fluir. Es más
una mecánica de fluidos que una ingeniería de sólidos. Así lo logro pensar.
Entonces, en España han dicho: “juntas y fuertes feministas siempre”; eso
apaciguaba la confrontación cuando empezaba a haber bronca. Acá quizá sea una
consigna aun más inteligente, que le da una vuelta de tuerca a eso. Hay que ver
qué trata de expresar cada una. Hay dos maneras de acercarte a este problema,
las dos son útiles, pero conviene que estén atentas a ver qué lógica habilita
esa estrategia, qué problema contiene. Hay ahí un esfuerzo teórico pendiente;
pero ahorita lo lindo es lo que viene emergiendo de la propia colectividad, que
trata de expresar su disposición a estar juntas antes de otra cosa. Confiar en
una solución teórica que logre la síntesis sería caer en un pensamiento
patriarcal. No: de lo que se trata es de registrar la voluntad de alcanzar un
equilibrio. El pensamiento sistemático nos puede ayudar a pensarlo, acompañando,
para identificar qué aspectos estamos dejando pendientes; pero siempre en
voluntad de diálogo, no en competencia por ver cuál gana. Es un modo de hacer
distinto y lo estamos viendo pasar: por eso es tan emocionante.
Amazonas: Eso nos deja una
reflexión, también, de hasta qué punto están presentes, en este florecer de los
feminismos, el racismo y las heridas coloniales.
Raquel: Es
un desafío muy duro y que hay que hacerse cargo, y saber que nos vamos a
equivocar y que vamos a poder dejar de equivocarnos también cuando ampliemos
nuestra sensibilidad para entender lo que nos quieren decir; y que eso no es
pura empatía, es más que eso: es ánimo, es disposición, es ganas de, también
ahí, movernos. A mí no me gusta mucho, aunque lo entiendo, la clave “renunciar a
los privilegios”. No me gusta porque siento que permite culpabilizar; de lo que
se trata es de cuánto vas a desacomodarte de ese lugar que tú no elegiste, a ti
te tocó igual que a la otra. Cuánto estás dispuesta a desplazarte, a moverte, a
militar, a cooperar. No tengo una palabra para ponerle: no negar, pero tampoco
admitir que te quieran poner en un lugar, porque tú te estás moviendo de ese
lugar. Todas estamos peleando por las desclasificaciones, las desidentificaciones: se trata de lograr que, sin dejar de mirar las jerarquías
que nos separan, evitemos entrar en el juego de la reclasificación mutua.
Amazonas: Quisiéramos hablar
de mil cosas más, pero se nos acaba el tiempo. Una última cuestión: existe todo
un debate dentro de los feminismos acerca de la necesidad de revalorizar la
crianza y los cuidados; en la praxis política del movimiento, esto se concreta
en las apuestas por la crianza con apego o la defensa de la lactancia
prolongada, ambas apuestas que son absolutamente incompatibles con la lógica
capitalista. Sin embargo, aparecen riesgos de que las mujeres caigamos en nuevas
servidumbres, si no logramos salir de la lógica de individualización. ¿Cómo
hacemos para pensar los cuidados y el trabajo reproductivo desde la óptica de lo
común?
Raquel: Para
pensar en lo común, no puedes pensar en forma contractual: no se trata de
unidades que firman un contrato. Carole Pateman, por ejemplo, discute el
contractualismo y señala que la vida no es así. Lo que estamos cuestionando es
la figura del individuo abstracto en el que todas debemos reflejarnos, en esta
sociedad pretendidamente unisex, que en realidad es masculina: masculina en su
neutralidad, en tanto no cuida, no reproduce, todo lo compra y todo lo vende,
todo lo mercantiliza. Es el ideal del capital. Del otro lado, está la lógica de
la interdependencia, y así sí es que funciona la vida. A nosotras, mujeres
urbanas, nos cuesta mucho verlo, parece que sólo lo entendemos en términos de la
afectividad.
Pero debemos aprender a mirar de otra forma: a pensar de dónde tomamos agua, de dónde comemos, quién cultivó el algodón para hacer la ropa que traemos, quién la tejió. O sea, si piensas en interdependencia, tienes que empezar a entender la cuestión global, y dejas de ser un particular, pero de otra forma: no porque te vuelvas un universal, sino porque te empiezas a hacer cargo de los flujos de la vida que son del planeta, de su conjunto. Le tengo un poquito de miedo a la economía de los cuidados, que no vaya a poner una especia de límite que refuerce la diferencia, sobretodo ciudad- campo. Debemos darle la vuelta, poner el énfasis en la conexión; porque el chiste es que estamos buscando nuevas formas de reconectarnos, de tejer una trama de interdependencias que la llamamos comunitaria o popular, que antepone lo que se comparte, se disfruta y se gestiona, y también se produce. Lo común no es cosa: es relación social, es manera de estar.
Nos dividen en una falsa grieta o
enfrentamiento porque ambos agrupamientos politiqueros compiten por la
gobernabilidad de imponer la incesante acumulación de riquezas por las
transnacionales y socios locales a expensas de intensificar los ajustes o la
precarización de la vida, el trabajo....
Verificamos
que todos los gobiernos progresistas han preferido promover los
extractivismos asociándose con las transnacionales y estados imperialistas.
Han dado la espaldas a los movimientos sociales que le dieron origen y es el
protagonismo de los pueblos que hizo al retroceso del dominio neoliberal e
introdujo ciertas democratizaciones institucionales. Por lo contrario, los líderes
progresistas se apropiaron de reivindicaciones e ideales ahuecándolos de
modo de quitarles su espíritu subversivo pero sobre todo viraron la confrontación de diversidades de abajo contra los opresores hacia establecer la conciliación de oprimidos con los opresores que es esencial al capitalismo.
Al
respecto escuchemos a Guillermo Almeyra:
El protagonista del cambio no es AMLO ni MORENA. Quien tiene capacidad
creativa es el pueblo mismo que se insubordinó en Chiapas en el 94, impidió
con su lucha la construcción del aeropuerto en Atenco, construyó municipios
autónomos, formó policías comunitarias y grupos de autodefensa y resiste en
el Istmo. No hay Salvadores ni Mesías: los trabajadores por sí mismos
destruirán el yugo de la opresión imperialista y se sacudirán de encima las
bien nutridas chinches y garrapatas capitalistas. El Estado es capitalista y
es uno de los instrumentos de la dominación de gran capital. La
independencia de los oprimidos del Estado de sus opresores es una de las
condiciones básicas del cambio social.
Convoca
a:
unificar todas las luchas en un movimiento político-social independiente
que encabece la lucha tras un programa anticapitalista.
Un primer
balance (y II)
8 de julio
de 2019
Por Guillermo
Almeyra (La Jornada)
AMLO sigue gozando del apoyo
mayoritario pues el pueblo mexicano no quiere volver al régimen de la oligarquía
y del PRI-PAN-PRD y sus secuaces, pero ya no despierta las mismas esperanzas que
antes y en ciertos sectores asoma incluso la decepción.
¿Cómo
hacer posibles las reformas que sean beneficiosas para los oprimidos, rechazar
la contraofensiva de la oligarquía y sus medios y evitar la desmoralización de
muchos que esperaban un Salvador que no vino y, en su despolitización, corren el
riesgo de creer que “todos son iguales” y de caer en la pasividad favoreciendo
así a la extrema derecha?
No es
posible esperar nada de MORENA que es un mero instrumento electoral y comparte
la ideología de AMLO, quien pregona como un sacerdote el perdón de los pecados
(sobre los cuales la Justicia, y no él, debería decidir), habla de instaurar una
República Amorosa donde los oprimidos amen a sus opresores y sostiene que hay
que eliminar la corrupción, no el sistema capitalista (como si la explotación y
el despojo capitalistas no llevasen a la violencia, el robo, la corrupción y la
guerra).
¿Cómo “educar” y
“politizar” un organismo como MORENA que se basa en el acatamiento de las
órdenes que le llueven desde el Olimpo y que no tiene vida interna, ni discusión
ni democracia ni capacidad de decisión
Quienes creen en AMLO, lo hicieron antes en el PRI y después en el PRD de
Cárdenas Muñoz Ledo y en el de AMLO y por último, el de los chuchos. No son
inamovibles. Pero tienen fe, que es lo opuesto de la razón. No hay que creer;
hay que pensar críticamente, con objetividad e independencia. Eso se aprende y,
por consiguiente es posible ayudarles a evolucionar políticamente, a aumentar su
seguridad y su autoestima y a elevar su conciencia confrontándoles con la
realidad y demostrándoles que hay una alternativa al capitalismo. Pero la gente
que cree en AMLO teme -legítimamente - en el caso de un nuevo cambio político
perder el progreso que logró sacando al PRI-PAN-PRD y Cía. del gobierno y no
quiere que sus críticas sean utilizadas por la oligarquía tradicional para
volver al pasado. Esos millones de trabajadores no darán un salto al vacío.
Por
eso es necesario trabajar junto a ellos ayudándoles a organizarse, a decidir, a
comprender qué es el capitalismo y la complejidad de la tarea que emprenden
El protagonista del cambio no es AMLO ni MORENA. Quien tiene capacidad creativa es el pueblo mismo que se insubordinó en Chiapas en el 94, impidió con su lucha la construcción del aeropuerto en Atenco, construyó municipios autónomos, formó policías comunitarias y grupos de autodefensa y resiste en el Istmo. No hay Salvadores ni Mesías: los trabajadores por sí mismos destruirán el yugo de la opresión imperialista y se sacudirán de encima las bien nutridas chinches y garrapatas capitalistas. El Estado es capitalista y es uno de los instrumentos de la dominación de gran capital. La independencia de los oprimidos del Estado de sus opresores es una de las condiciones básicas del cambio social.
Cuando
la Constitución habla de municipios libres está hablando de autonomía y
autoorganización. Pueblo por pueblo, comunidad por comunidad, colonia por
colonia la población trabajadora puede ver cuáles son los recursos y necesidades
locales y decidir qué hacer así como las prioridades (vivienda, trabajo,
sanidad, agua y cloacas, reforestación, seguridad, escuela, creación de
cooperativas de producción o de consumo, crédito comunitario). En cada caso es
posible aliarse con los maestros, los trabajadores de la sanidad, estudiantes de
arquitectura o de ingeniería.
El
trabajo en común por objetivos establecidos por consenso en asambleas reforzará
la unión y la confianza en sí mismos de los pobladores pobres, que hoy esperan
soluciones del Estado capitalista. La creación de una red de municipios
autónomos y autogestionarios permitiría crear una Federación de libres comunas
constantemente en intercomunicación y discusión de experiencias.
AMLO y
MORENA persiguen la utopía del capitalismo “bueno y decente” que no existió ni
existirá jamás porque quienes viven de la explotación de los trabajadores son
depredadores. Además quieren reformar al capitalismo en una grave crisis
mundial, en tiempos de Trump y cediendo al chantaje de éste. No hay que esperar
de ellos aunque es necesario presionar a MORENA y al gobierno para que cumplan
lo prometido o dejen de lado políticas reaccionarias y funestas. Hay que
difundir y generalizar las experiencias autonómicas y autogestionarias que se
están realizando en todo el país para impulsar la autoorganización de los
explotados.
En
la acción en defensa de los pueblos y sus recursos amenazados por la ofensiva
capitalista (Tren Maya, Huexca, Istmo), contra la sumisión al imperialismo y por
todas las necesidades y los derechos de los trabajadores, indígenas o no, de
México, es necesario unificar todas las luchas en un movimiento político-social
independiente que encabece la lucha tras un programa anticapitalista.
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