domingo, 20 de julio de 2014

La otra comunicación se está creando por desalienación del capitalismo de quienes la concretan.

Al priorizar la solidaridad social
reelaboran la honestidad laboral de ir más allá de 
roles fijados por el sistema.
En busca de rumbos distintos a la comunicación que construyó el mito de gobierno de los derechos humanos y nac&pop, analicemos y relacionemos entre sí a reflexiones sobre comunicación de realidades silenciadas como:
1. La pobreza e incluso la miseria en que están las mayorías.

Argentina: Salarios, AUH y jubilaciones: al ritmo del candombe del "siempre menos"
Por: Gastón Ramírez - Esteban Mercatante (PUNTO DE DESEQUILIBRIO)
Cada vez que se anuncia un nuevo dato de la inflación, vuelve la polémica entre los valores que anunciarán los funcionarios y aquellos que surgen de las mediciones privadas. No podía ser de otra manera, ya que las cifras del IPC-Nu presentado en febrero, en reemplazo del IPC destruido por el ex Secretario de Comercio Guillermo Moreno, que amagaron con devolverle algo de credibilidad a las estadísticas oficiales aunque con numerosos puntos oscuros, vuelven a atravesar el mismo sendero de falta de credibilidad que las de su predecesor, ya que mes a mes presentan datos de inflación que se van alejando más y más de los que indican otros índices, reproduciendo las dudas sobre la solvencia del nuevo índice oficial. Según el Ministerio de Economía la inflación acumulada a junio es del 15%, cuando para las mediciones privadas o la que elabora el Congreso arrojan más de 21,5%.

Lo que está en discusión es cuánto pierden los trabajadores, ya que invariablemente, aún con los benevolentes datos oficiales, el resultado en negativo para los salarios en la carrera con los precios. Según estudios publicados recientemente el poder de compra de la masa salarial cayó un 5,2% en el primer trimestre, respecto de un año atrás. Si contamos el conjunto de los ingresos de la población (salarios, jubilaciones, planes sociales) estos se redujeron un 4,8% respecto del primer trimestre de 2013. Ud. se preguntará, pero ¿Cómo? ¿No hubo paritarias, actualizaciones de las jubilaciones y de la asistencia social? Si, claro, pero las subas están por detrás de la inflación. Lo que a un desprevenido podría parecerle más, es sencillamente, menos. Veamos.

En el caso de las jubilaciones pese a la ley de movilidad, el incremento del 11,3% de Marzo, con una inflación acumulada del 13,5 (según el Indec) entre Enero y Mayo, estaría agotado a partir de Julio. Si tomamos el IPC Congreso para el mismo período la inflación acumulada es del 18.5%, con lo cual ya se licuó en Junio el aumento de Marzo. En el caso de las prestaciones sociales como la Asignación por Hijo o el programa PROGRESAR, éstas habrían subido en una cifra cercana al 31% en el primer trimestre. Pero la asignación por hijo, que se ajustó en junio, no variaba desde igual mes del año pasado. Es decir que con el aumento que rige desde julio, comparado con una inflación que ronda entre el 36% y el 40% anual (y mayor aún en los alimentos y otras partidas de consumo básico), en términos reales habría perdido un 3,1% en su poder de compra, respecto al primer trimestre de 2013 (ver acá).

Aquellos trabajadores que se encuentran registrados tuvieron una reducción de su poder de compra cercano al 5% en el primer trimestre del año respecto a igual período del año pasado. Sin embargo, si analizamos por sectores existe una gran disparidad. En el caso de los empleados de comercio la suba del 27% anual significa una baja del 9% y en el caso de los trabajadores de la construcción la paritaria del 30% anual se traduce en una baja del 5% en su poder de compra.

Para el sector de salarios más elevados, al efecto poda de la inflación, se suma la quita del impuesto a las ganancias que arbitrariamente aplican sobre el salario (que no es ganancia). Un empleado bancario con dos hijos luego de una paritaria del 29% descontando el pago de ganancias y por efecto de la inflación tiene una reducción del 16% de su poder de compra. En el caso de los metalúrgicos con un aumento del 30% la caída por ambos efectos es del 17%. No es una sorpresa, ni algo que ocurre recién este año. Según publica el Observatorio del Derecho Social de la CTA, desde 2006 hasta hoy, los agremiados en la UOM acumulan una pérdida de 7,69% en comparación con la inflación acumulada en el mismo período. Otro gremio que también muestra un fuerte retroceso es la UTA, que muestra una evolución salarial que perdió 3,13% respecto de la inflación. En el caso de los estatales, el salario de convenio se encontrará a comienzos de 2015, según la misma fuente, un 28,2% por debajo del nivel de comienzos de 2007.

Los aumentos de los salarios por debajo de la inflación no son una casualidad o el resultado fortuito de la marcha de los mercados. Por el contrario, es una decisión del gobierno y las patronales (con el apoyo de la burocracia sindical). Para el gobierno y las patronales, los aumentos presuntamente “desdemedidos” de los salarios son el gran culpable de la inflación. Por eso, más aún después de la devaluación de enero, redoblaron la presión para moderar las subas, con colaboración de la mayor parte de las conducciones sindicales. Al pactar paritarias que no alcancen la suba de precios, se aseguran que no baje (sino más bien que suba) su rentabilidad. Lo que pierden los trabajadores se lo llevan los empresarios. Por ejemplo, el caso de Quickfood (Paty) acaba de dejar en la calle a 250 familias, sin embargo, como parte de este proceso de ajuste espera mejorar sus ganancias que para el primer trimestre del año ya acumulan $12 millones. En los gremios afiliados en la CGT Balcarce, sólo donde está la izquierda como en alimentación se perforó los techos que buscaba imponer el gobierno.

Con la caída del poder adquisitivo de los salarios, se cae también uno de los presuntos logros del modelo: “la recuperación del salario”. Recuperación que, lejos de ser un resultado de la política oficial, como explicamos acá lo es del cambio en las condiciones de empleo, y que por el contrario la política kirchnerista buscó contener desde 2006 con los techos para las paritarias, subordinando completamente la recomposición salarial al mantenimiento de altos márgenes de ganancia.
El resultado está a la vista: Según el propio Indec el 40% de las familias perciben ingresos por menos de 6.700 pesos por mes, cuando la canasta familiar para no ser pobres ronda los pesos 10.000.Si los empresarios se la llevaron (y siguen llevando con pala), los trabajadores (en blanco) que tuvieron que esperar recién a 2007 para recuperar el poder de compra del salario previo a la devaluación del 2001-2002, con enormes disparidades entre gremios; y con la inflación y los techos más bajos que imponen los tiempos de ajuste, ahora pierden junto a los trabajadores en negro (los que más pierden) los jubilados, y quienes cobran planes sociales. Este deterioro vuelve a acrecentar la brecha de ingresos. Y esta situación de mayor desigualdad se corrobora en el deterioro en la distribución del ingreso familiar (a favor de los que más ganan) con una suba del Coeficiente de Gini de 0.09 (mayor suba significa más desigualdad en la distribución del ingreso), comparando el primer trimestre del año respecto al último trimestre del año pasado.

Aunque el gobierno se esfuerce en negarlo, con ayuda de los medios oficialistas, estamos ante un año de caída de los salarios, a lo que se suma, en un marco de creciente desmejora de la actividad económica y con patronales que suspenden y despiden, un panorama del empleo tampoco es nada alentador. Hoy, para fortalecer la pelea de los trabajadores por defender sus condiciones de vida frente a los ataques del gobierno y las patronales, con colaboración de la burocracia sindical, es necesario jugarse con todo al triunfo de luchas “testigo” como la de los trabajadores de Lear, EMFER-ATSA. Es un punto fundamental para desbaratar el ajuste en marcha.

Fuente:
http://www.argenpress.info/2014/07/argentina-salarios-auh-y-jubilaciones.html
2. La criminalización de la pobreza


Oscar Castelnovo, traspasando las rejas
18-07-2014
Oscar Castelnovo, integra la Agencia para la Libertad y desde hace muchos años da talleres en el penal de Devoto y en la cárcel de mujeres de Ezeiza, entre otros. En ellos posibilita que a través de la palabra, los presos y las presas puedan tener momentos de libertad y humanidad. 
Por RNMA.
Durante la radio abierta, Castelnovo planteó que el sistema carcelario es “un intento de la burguesía de segregar a los pobres, castigarlos, exterminarlos y hacer buenos negocios”: “Las cárceles no resocializan a nadie.
Si hay un crimen invisibilizado en la Argentina es lo que pasa en la cárcel. Es un tema que no lo toma ni siquiera Clarín que, en su pelea con el gobierno, podría denunciar los crímenes atroces que allí se comenten. Pero no se toman porque no les interesa la muerte de los ‘negros’. A los presos y las presas no se le da entidad humana”.
“Nosotros tenemos una doble tarea, una como medio alternativo de sacar lo que sale desde adentro de las prisiones, y otra de tratar como personas a quienes viven en la cárcel, que tienen identidad, y que no son un número. Si existe un espacio de liberación, es el de la comunicación”, afirmó.
-----

 

Criminalizar la pobreza
La distribución desigual del castigo

Por Esteban Rodríguez Alzueta
La distribución desigual de la riqueza se traduce en una distribución desigual del castigo. No es lo mismo la manifestación de la pobreza que la ostentación de la riqueza. Y para comprobarlo basta repasar la cantidad de figuras que el código penal dedica para perseguir los delitos de cuello blanco y las que destina a perseguir el delito predatorio; o revisar las figuras que contienen los códigos de convivencia o contravencionales aprobados o proyectados en los últimos años. Basta, también, comprobar la extracción de la población carcelaria para darnos cuenta de que las cárceles están repletas de pobres; o comparar los números presupuestados para perseguir los delitos de cuello blanco o la corrupción y los microdelitos o las conductas incivilizadas.
Por un lado, el estado de malestar criminaliza la pobreza cuando referencia como problemáticas a las estrategias de sobrevivencia que desarrollan los más pobres para resolver o hacer frente a las dificultades materiales que tienen. De esa manera, cuidar coches o limpiar los autos o sus parabrisas; hacer malabarismos o practicar números circenses en las paradas de los semáforos; mendigar; juntar cartones, papeles o botellas de vidrio o plástico; la venta ambulante; la oferta de sexo en la vía pública; dormir debajo de un puente o en el banco o debajo de una ligustrina de una plaza; que se desarrollan en el centro de la ciudad o en los barrios ubicados dentro del casco urbano, constituyen una contravención que habilitan a la policía a intervenir.
Pero allí no se detienen los desórdenes sociales que trama la pobreza. También las estrategias de pertenencia que desarrollan los jóvenes marginados, se transforman en un problema de urbanidad y se autorizará perseguirlos y castigarlos. En efecto, en un contexto de desafiliación, cuando se deterioran las trayectorias que se organizaban en torno a la escuela y el trabajo estable, los lazos sociales, ya no podrán componerse en torno a los compañeros de escuela o la fábrica. En este contexto, cuando el estado deja de ser la metainstitución dadora de sentido, forjadora del lazo social, los jóvenes marginales tienen que desarrollar sus propias prácticas que enmarcarán con determinados rituales para producir solidaridad. Estas prácticas también serán definidas como conductas incivilizadas, productoras de riesgo social y, en consecuencia se habilitará a la policía a intervenir para desalentarlas. En ese sentido, pasear por la ciudad (“merodear”); escuchar música o cantar en voz alta, reunirse en la esquina o en la plaza (“ruidos molestos”); andar en moto o bicicleta en grupo (“disturbios en la vía pública”); pintar grafitis o estampar esténcils en las paredes (agresión a la propiedad privada o pública); orinar en la calle (“exhibicionismo”); etc. son conductas incivilizadas que serán castigadas.
Basta revisar las figuras en los códigos de convivencia urbana o contravencionales, proyectados o aprobados en los últimos años, para darnos cuenta de las diferentes tramas jurídicas a través de las cuales se pretende penalizar a la pobreza y sus manifestaciones.
Casi siempre se trata de prácticas colectivas, asociadas generalmente a los jóvenes, pobres y morochos, que agreden la vida “civilizada” y ofenden “el decoro y las buenas costumbres”. Se trata de eventos que se vuelven problemáticos cuando las practica determinado actor, es decir, cuando el autor certifica el prejuicio, coincide con el estereotipo de peligrosidad con el que trabaja la autoridad. Un estereotipo modelado al interior de los procesos de estigmatización que involucran no sólo a la institución policial y judicial, sino a las coberturas espectaculares y discriminatorias de los mass media y a la propia comunidad.
Pongamos algunos ejemplos: Si vemos a un blanco caminando por el centro de la ciudad vemos a un consumidor, pero si el transeúnte en cuestión es un joven pobre y morocho, entonces lo que observamos es a un individuo en actitud sospechosa. Cuando vemos a un blanco desnudo en el centro de la ciudad nos reímos y decimos: “una despedida” o “una recibida”. Pero si se trata de un “morocho” festejando la final del campeonato, nos apresuramos a ver un “disturbio en la vía pública”. Cuando un joven blanco anda por la ciudad en bicicleta, está paseando, pero si se trata de un morochito, entonces estará “merodeando” y hay que alertar a la policía. De la misma manera si andan de a dos en la moto: si son blancos, el amigo está llevando al otro a la facultad o al trabajo; pero si son dos morochos, están a punto de arrebatar una cartera o hacer una salidera.
Por otro lado, la distribución desigual del castigo se corrobora en los proyectos que proponen bajar la edad de la imputabilidad para los menores de edad; en el agravamiento de las penas para aquellos delitos a través de los cuales se persigue a la pobreza (robo); en la prohibición de las excarcelaciones; en el aumento de la prisión preventiva; o en el aumento de las facultades policiales para la instrucción de las causas.
La brecha legal que existe entre los ciudadanos y los consumidores, los marginales necesitados y beneficiarios o merecedores, perfila y acentúa un sistema penal clasista. Una justicia dispuesta a capturar al “ladrón de gallinas”, a enredar a los individuos con mayores dificultades. Por eso decimos que la distribución desigual de derechos se transforma en una distribución desigual de castigos. Solo aquellos que tienen los recursos necesarios podrán costear los honorarios de un abogado con capital simbólico y social (contactos) para ser escuchado por el juez de turno y eludir de esa manera –primero- la prisión preventiva, y –luego- una pena alta o los presidios para los presos comunes.
Pongamos algunos ejemplos. Cuando un banquero se lleva la plata de los ahorristas, o un empresario vacía la fábrica y sus empleados pierden su fuente de ingreso para sobrevivir, solemos ver allí empresarios con mala suerte, que no recibieron el suficiente apoyo de parte del estado. Ahora, cuando un trabajador no concurre a trabajar durante días para protestar por los términos de las condiciones laborales, o un desocupado corta la ruta para exigir alimentos, una asignación familiar o seguro de desempleo; o un joven roba un estéreo de un auto que luego venderá para comprarse un par de zapatillas o colaborar en el sostenimiento de su casa, lo que vemos son ciudadanos irresponsables, conductas incivilizadas o, lisa y llanamente, criminales. No hay derechos vulnerados ni ciudadanos ensayando estrategias para hacer valer los derechos que tienen y que el Estado debería garantizarles.
Como dice Mariano Ciafardini, tenemos una estructura esquizofrénica del sistema penal dispuesta para perseguir y capturar a los pobres y marginales: “La mayoría de los pobres no comete delitos pero la pobreza genera delincuencia y la mayoría de los que acumula riqueza y poder comete o ha cometido delitos para llegar y mantenerse en el lugar en que están, aunque sus acciones criminales serán mucho menos evidentes.”
Pero la distribución desigual del castigo se profundiza con el racismo solapado que caracteriza la administración de justicia. Porque así como hay pabellones vip en las cárceles argentinas, hay también una justicia para blancos y otras para negros. Los tiempos procesales no siempre son los mismos. Los conflictos sociales siguen siendo raciales. Los litigios penales no solo involucran casi exclusivamente a los pobres sino a los pobres morochos. Desde el momento que un morocho tiene más probabilidades de ser detenido por la policía, tendrá además más chances de ser declarado culpable de cualquier delito, por el solo hecho de ser pobre (no poder pagar un abogado que se ocupe de su caso) y ser "negro" (cargar con los estigmas y los prejuicios sociales). Basta comparar la población que transita por los pasillos de los tribunales civiles y la que frecuenta en los tribunales penales para advertir la diferencia en el color de la piel. Los tribunales civiles son transitados por blancos y los penales por “negros”. Y lo mismo sucede en los tribunales de menores.
En definitiva, como cantaba Bob Dylan en “Sweetheart”: “Roba un poco y te arrojan a la cárcel. Roba mucho y te pondrán en el trono.”
3. El trabajo de colectivos universitarios respecto a:
Las representaciones ocultas de la exclusión
22/11/11


Investigadores de la Universidad de La Plata rastrillaron las imágenes que tienen los sectores marginales de la justicia y las prácticas sociales adoptadas ante la violencia cotidiana.

A casi 30 años del regreso de la democracia, el acceso a la justicia de los sectores económica y socialmente más vulnerables de la población sigue siendo una deuda del Estado. Los habitantes de los barrios pobres consideran que la justicia “queda lejos” o es “para otros”, se vinculan con ella solamente a través de una policía con la que mantienen una relación ambigua y plagada de desconfianzas y recurren a estrategias surgidas de las mismas comunidades para hacer frente a los conflictos ante la ausencia de un árbitro externo. Y esto no es todo: los vecinos de barrios marginales desconocen tanto sus derechos como la legislación vigente y suelen ser inconstantes cuando logran llevar un reclamo a los tribunales por cuestiones tan básicas como el no contar con el dinero necesario para pagar el colectivo. Los instrumentos creados para favorecerlos, como la posibilidad de litigar sin gastos, son utilizados hoy por las clases medias empobrecidas y los más vulnerables ni siquiera los tienen en cuenta.
Estas son algunas de las conclusiones de un trabajo realizado por investigadores de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) en cuatro barrios periféricos de La Plata donde constataron, a través del testimonio de los vecinos y la observación de la vida cotidiana de las comunidades, que allí “los únicos conflictos que se judicializan son los que desbordan o exceden a los habitantes del lugar, como las agresiones personales cuando hay lesionados”.
 
La particularidad saliente del trabajo es que no estudia la relación entre los pobres y la justicia desde la perspectiva de la organización judicial, sino que lo hace a partir de los mismos habitantes de los barrios pobres, reparando en sus prácticas y en su propia cultura. Y concluyen cuestionando la idea de que un mayor presupuesto, un aumento del número de los operadores jurídicos o la creación de leyes específicas mejoren el vínculo entre los pobres y el sistema judicial. En cambio, creen que la descentralización de la organización judicial, la inmediatez y las vías alternativas de resolución de conflictos como la mediación, la conciliación y el arbitraje pueden contribuir a ese fin.
Para los especialistas a cargo del estudio, “el fortalecimiento del vínculo que procure una mejor y mayor justicia para los sectores excluidos no puede reducirse al campo jurídico o a una visión monista del derecho”. En este sentido, los autores reclaman posturas más amplias que tengan en cuenta los saberes de las propias comunidades “que hoy tienden a ser ignorados o desvalorizados”.
La investigación fue realizada por profesionales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP en cuatro barrios social y económicamente vulnerables de la periferia platense: “Las Rosas”, “La Unión”, “El Mercadito” y “Malvinas”. El libro Los pobres y el acceso a la justicia , compilado por Olga Salanueva y Manuela González y recientemente publicado por la editorial de esa universidad (Edulp), compendia siete trabajos realizados a partir del estudio, que se desarrolló entre 2005 y 2008.
Las comunidades analizadas aparecen, en la descripción de los profesionales, como “zonas de no Estado, no derecho, no justicia estatal, no alcanzadas por la seguridad y la asistencia jurídica públicas. Allí el Estado sólo se hace presente imponiendo prácticas de disciplinamiento a través de la policía o de cooptación clientelar por vía de punteros o líderes barriales vinculados a políticos, partidos políticos o el gobierno de turno”. El resultado es que los vecinos no se sienten parte de la construcción del derecho ni protagonistas de sus prácticas.
Al describir esas comunidades, los autores proponen romper con una visión homogénea de la pobreza, vigente entre los agentes de la justicia que provienen, mayoritariamente, de la clase media. En ese sentido, destacan que en la vida cotidiana de esos barrios marginales coexisten grupos bien diferenciados y a veces enfrentados (bandas de jóvenes, inmigrantes de distintos países limítrofes, vecinos conflictivos implicados en el consumo de drogas, entre otros).
Esto, sumado a la ausencia de la justicia y de cualquier otro tipo de mediador externo, naturaliza el conflicto y determina que la tensión sea permanente. Frente a esta situación, los vecinos echan mano a distintas estrategias, códigos y rituales, surgidos de las experiencias personales que se incorporan al saber de cada comunidad.
Un trabajo incluido en el libro y escrito por el abogado y magíster en Ciencias Sociales Esteban Rodríguez Alzueta ahonda en esas estrategias que surgen en los distintos barrios para preservar vidas, bienes y espacios públicos. Estrategias variadas como estar atentos al chusmerío como fuentes de información sobre vecinos y lugares peligrosos; forjar redes de vínculos sociales con las personas más respetadas del lugar; no dejar la casa sola, ni a los chicos en la calle después de ciertas horas; apelar al chiste para distender situaciones potencialmente peligrosas y saber cuándo caminar altivos y cuando bajar la mirada.
Los autores del trabajo constataron también que en los barrios marginales existen altos umbrales de tolerancia a las situaciones conflictivas y a la humillación provocada por el accionar de bandas y policías.
Mientras tanto, la situación de estos sectores no entra en la agenda inmediata de una justicia que tiende a declarar no judiciables sus problemas por el escaso valor pecuniario de los reclamos o por su naturaleza: las separaciones, la violencia intrafamiliar y las disputas entre vecinos por perros sueltos, quema de basura o música fuerte son algunos de los más comunes, que derivan frecuentemente en nuevos episodios de tensión y violencia.
----

Temor y control: la gestión de la inseguridad como forma de gobierno

En julio llega el primer libro de nuestra colección Intervenciones: “Temor y control: la gestión de la inseguridad como forma de gobierno”, de Esteban Rodríguez Alzueta.
De la misma manera que el delito no es consecuencia directa de la pobreza, las mejores condiciones económicas tampoco lo hacen retroceder automáticamente. La persistencia del delito y el aumento de la población encarcelada se deben a que el dispositivo de temor y control permanece vigente. Salvo algunas reformas aisladas y contradictorias, y algunas apuestas militantes, no se ha logrado desactivar la dinámica entre el punitivismo desde arriba y el punitivismo desde abajo, entre el olfato policial y el olfato social. Las articulaciones estratégicas entre las distintas agencias de este dispositivo de temor y control no se pueden modificar de un día para el otro. Pero durante la última década en Argentina se subestimó a los actores que componen la agencia judicial y se actuó tímidamente frente a las policías, habilitando su autogobierno.
Un espíritu revanchista, alimentado por la demagogia punitiva y el oportunismo electoral, impregna a la sociedad que estigmatiza y mira estos problemas por el ojo de la cerradura. La inseguridad se propone gobernar controlando la pobreza y manipulando el miedo de los ciudadanos. En los últimos años han proliferado los estudios sobre algunos de los temas que aborda este libro, pero siempre haciendo énfasis en alguna problemática en particular, sea la policía, el delito, las economías ilegales, el miedo, las campañas de pánico moral, la cárcel. Temor y control nos permite atar todos estos cabos y pensar las continuidades y discontinuidades de una década en la que “la lucha contra la inseguridad”, la criminalización de la pobreza y la regulación del delito se consolidaron como forma de gobierno.

-----

 

Rosario: Convocatoria contra la represión y la criminalización de la pobreza
La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos Rosario (APDH Rosario) denuncia con alarma la realización de procedimientos discriminatorios, de control social consistente en la detención, cacheo, secuestro de pertenencias y acciones vejatorias que se producen en forma selectiva y arbitraria a un sector de la población, por parte de las fuerzas de seguridad que operan en las afueras de la ciudad de Rosario y poblaciones aledañas, especialmente Gendarmería. Las principales razones, uso de gorra, piercing, ir dos en moto o estar en las esquinas pasando un rato, típico de muchos jóvenes.
Particular preocupación generan para APDH un sinnúmero de casos que nos fueron denunciados en nuestras oficinas y otros de público conocimiento denunciados por curas barriales, el MEDH  y la concejala Schmuk, los mismos incluyen Rosario, gran Rosario y localidades vecinas, Villa Gobernador Gálvez, etc. por gente que está concurriendo a su trabajo, con los consabidos contratiempos.
Y son el resultado de la profundización de un modelo de “seguridad” que promueve el control territorial de los sectores populares, se da el marco de un peligroso control social que venimos denunciando: Proyecto X, Ley Antiterrorista y la asunción de Milani. Asimismo la provincia de Santa Fe a través  Ley 13297 -emergencia de seguridad- con la excusa de combatir el delito y el narcotráfico y de la mano de Nación está militarizando la ciudad.
La justificación fueron los índices de violencia alcanzados en la ciudad y el narcotráfico, que a pesar de las cuatro fuerzas represivas operando de a miles,  continúan casi sin variaciones. Sabemos que muchos sectores de la población aprueban cualquier medida represiva en busca de su propia tranquilidad, pero algo tremendo nos recorre la sangre cuando vemos las postales de los colectivos con la gente apoyando sus manos mientras la apunta una itaka o los operativos cerrojo típicos de la época más salvaje de la historia reciente.
Como expresamos en distintas oportunidades, este tipo de medidas propician la violencia estatal,  afectan gravemente los derechos humanos y no resuelven las problemáticas de fondo que se pretenden combatir
Las mismos recaen en mayor medida sobre pibes y pibas trabajadores de las barriadas, merecen la denuncia, el repudio y la unidad de acción de todas las organizaciones barriales, sindicales, políticas, sociales y derechos humanos para tratar sobre el tema, a fin de denunciar, prever y/o ayudar en las consecuencias.  
En este sentido los convocamos para el día jueves 29 de mayo, a las 18,30 hs. En Tucumán 1349,  donde funciona el Bar de la Toma. 
Rosario, 22 de mayo de 2014
APDH Delegación Rosario

4. La historia de un personaje del kirchnerismo de primera hora.


Sergio Alejandro Berni
6 de abril de 2014

Por EL GORILA ENJAULADO
Médico, militar, político, instructor de karate reconocido, buzo táctico, paracaidista, acusado de haber simpatizado con el movimiento Carapintada de Rico y Seineldin, funcionario todoterreno,  negociador expeditivo y pingüino leal de la primera hora. Sergio Alejandro Berni, es nuestro peligrosísimo gorila del mes.
La relación del actual Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, con los Kirchner, viene de muchos años. Una vez recibido de médico, optó por realizar la residencia en el Ejército Argentino y en 1989 fue destinado a Rospentek, un destacamento en una zona inhóspita al sur de Santa Cruz. Para 1991 Néstor, por entonces gobernador, lo nombró director del hospital de la localidad de 28 de Noviembre. Desde entonces fue ganando confianza y escalando cargos desde el kirchnerismo primigenio, a la vez que iba haciendo carrera en el Ejército llegando a Teniente Coronel.
Una linda anécdota del Berni médico tuvo lugar en 1994, cuando vestido de guardapolvo y con un casco (recordémoslo hace un tiempo con ropa de catástrofe nuclear en el puerto de Buenos Aires atendiendo una nube de gas), por pedido del gobernador Néstor Kirchner, se apersonó en la localidad de Río Turbio y descendió a una mina tomada por sus trabajadores para oficiar de médico  y de paso informar desde adentro del desarrollo del conflicto.
En el 2006 Sergio fue nombrado Director Nacional de Asistencia Crítica y Abordaje Territorial, una linda forma de decir que desde el Ministerio de Desarrollo Social comandado por Alicia Kirchner, Berni se encargaba de negociar mano a mano con los movimientos sociales, manejando con su característico “don de gente” adquirido de la ardua formación militar, el acceso a planes y tierras en todo el país.
En 2011 Berni fue electo segundo senador de la Provincia de Buenos Aires, asumiendo además la vicepresidencia primera del Senado, lo cual lo convierte en segundo en la fila de una posible sucesión del gobernador, justo detrás de Gabriel Mariotto. En marzo del año siguiente, abandonó su puesto para acudir al llamado de la presidenta y ocupar su actual cargo. Así Berni se convierte en  Secretario de Seguridad de la Nación, o sea en el segundo del Ministerio de Seguridad de la Nación, lo cual quiere decir que tiene a su cargo el manejo de las cuatro fuerzas que dependen de esa cartera: la Policía Federal, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval Argentina y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Parece ser que a su juego lo llamaron, al Teniente Coronel le asignaron su tropa.
Desde que tiene la gendarmería Berni ha disfrutado de lo lindo, como un chico con su juguete favorito, la usa todo el tiempo y la lleva a todos lados. Cada tanto se pone ingenioso y le busca nuevos usos, como cuando destrabó la salida de camiones de la Planta de Logística de YPF en La Matanza. Sergio fue llamado a intervenir en el bloqueo a la salida de vehículos impuesto por el gremio de Moyano, y para garantizar el abastecimiento de combustible decidió montar un falso operativo en la puerta principal y mientras tanto sacar los camiones, manejados por gendarmes, por una salida lateral.
No siempre resulta tan divertido verlo a Berni jugar con sus gendarmes. El 30 de agosto de 2012 los trabajadores precarizados del Plan Argentina Trabaja mantenían cortada la Panamericana, el operativo fue brutal y dio como resultado el desalojo casi inmediato de la ruta y la detención de 65 manifestantes, de los cuales 9 eran menores de edad. En su primera aparición en público junto con la Gendarmería, Sergio eligió llegar al lugar de forma especial y aterrizó un helicóptero en plena Panamericana. Para festejar la fecha (el 30 de agosto se conmemora el Día del Detenido Desaparecido) se dispuso el traslado, sin ninguna orden judicial, de los detenidos a Campo de Mayo. Nunca está de más mencionar que Campo de Mayo fue el más cruento centro clandestino de detención de la última dictadura militar y que desde la vuelta a la democracia, allí nunca más hubieron civiles detenidos, hasta que Berni los llevó.
Hace muy poco la gendarmería de Berni dio otra muestra de sus capacidades y reprimió de forma escalofriante a manifestantes que cortaban la General Paz y la Panamericana, en el marco de la jornada de lucha convocada para reclamar por la absolución de los petroleros de Las Heras. Esta vez el accionar fue menos espectacular y más violento, hubo sólo cuatro detenidos pero los heridos a causa de los golpes, las balas de goma y los gases lacrimógenos se contaron por decenas.
Sabemos y lamentamos que el bueno de Sergio Alejandro Berni nos va a seguir dando tela para cortar, pero creemos que ya ha hecho demasiado mérito en esto de ser gorila, así que lo invitamos a que se ponga firme, salude y luego marche: ¡A la jaula!
Fuente: revistamascaro.org/el-gorila-enjaulado/sergio-alejandro-berni
-----
  
OPERATIVOS
Desembarco y después
Por Por Esteban Rodriguez Alzueta | 20/04/2014
Hay palabras que atrasan, y hay operativos que confirman ese retroceso. El secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, utilizó la palabra “desembarco” para nombrar el megaoperativo en la ciudad de Rosario en el que participaron alrededor de 2 mil efectivos de la Gendarmería, Prefectura, Policía de Seguridad Aeroportuaria y Policía Federal, con 800 vehículos, helicópteros, un avión de observaciones y cincuenta perros. También participaron las Tropas Operativas Especiales (TOE), un grupo de élite de la policía santafesina. Se hicieron 89 allanamientos, detuvieron a 26 personas, secuestraron algunas armas e incautaron drogas. No se sabe en el marco de qué causas judiciales se hicieron los procedimientos, pero pudimos ver cómo, efectivos encapuchados y portando armas largas, recorrían las calles de los barrios de la periferia, irrumpiendo en las casas de muchos vecinos. Y agregó Berni: “Este es un trabajo que recién empieza. Esta es una lucha centímetro por centímetro. Estamos trabajando permanentemente en la frontera (…) empezando a ocupar el espacio que ocupaban otros delincuentes”.
Por su parte, el secretario de Seguridad de esa provincia, Oscar Lamberto, dijo que con el operativo se busca “marcar la cancha, decir acá está el Estado, acá están las fuerzas federales y provinciales que a partir de ahora llegan a los barrios para quedarse y dar tranquilidad”.
Varias cosas. Primero: las palabras de ambos funcionarios parecen confirmar los dichos que propalara Sergio Massa la semana pasada, cuando denunciaba que “el Estado estaba ausente”. Pero las respuestas de los funcionarios son igualmente apresuradas y ponen las cosas en un lugar donde no se encuentran. No es cierto que el Estado estaba ausente. Estaba presente a través de una policía que regulaba el delito, vendiendo invisibilidad, liberando las zonas para el crimen organizado. La policía es la mano invisible de los mercados criminales en Argentina, tanto en Santa Fe como en Córdoba, la provincia de Buenos Aires o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Segundo, no es la primera vez que el Gobierno apela a la saturación policial. Lo vimos en los operativos rotativos que hicieron en el marco del Centinela y Cinturón Sur. La novedad es que esta vez no se trata de una política de prevención situacional o ambiental sino de ocupación y pacificación territorial. No se busca prevenir el delito sino perseguir a las bandas criminales.

Las consecuencias habituales de estos operativos son dos:
  • Por un lado, tienden a militarizar los barrios, agregando mayor violencia a otras conflictividades existentes (se multiplicarán las detenciones por averiguación de identidad, los maltratos y destratos; aumentarán los procesos por tenencia de drogas para consumo personal, entre otras).
  • Por otro, contribuyen a estigmatizar más aún estos barrios, asociando el narcotráfico a los barrios pobres, y a vulnerabilizar a los más jóvenes que, de ahora en más, serán objeto de nuevas rutinas policiales. Seguramente, muchos vecinos se sentirán más seguros, pero difícilmente puedan resolverse el narcotráfico y los conflictos que lo orbitan (mercado de armas, secuestros, etc.) apelando al control territorial. El delito puede moverse de territorio, y para entonces las denuncias por violaciones de DD.HH. se habrán multiplicado en esos barrios.
Tercero, una vez más vemos que las respuestas se piensan desde la coyuntura de las cosas, para ganarse unas cuantas tapas de diarios. Se sabe: nada es casual, si se sigue la ruta de la droga sólo se llegará a los perejiles (consumidores, dealers, transas eventuales). Hasta que no se siga la ruta del dinero y se investiguen los fideicomisos que existen detrás del boom inmobiliario y turístico de esa ciudad –esas estructuras financieras que le permiten al narcotráfico reinvertir sus ganancias en los mercados legales para lograr autonomía respecto de las policías locales–, difícilmente puedan ponerse en crisis los campos criminales amparados –por distintas razones– por sectores de la Justicia y la dirigencia política, que hoy mantienen despiertos a los vecinos de Rosario, sobre todo a los residentes de los barrios más pobres.
*Docente e investigador de la UNQ.
 Fuente: http://www.perfil.com/columnistas/Desembarco-y-despues--20140420-0025.html

Para acercarnos al concepto del binomio honestidad-solidaridad que se establece durante la desalienación colectiva e individual, leamos la Presentación del libro Tiempos violentos. Barbarie y decadencia civilizatoria* por Claudia Korol**. 

El dedo en la llaga:un análisis profundo y descarnado de la violencia.
La locomotora mediática nos arrastra a la carrera suicida de vivir sin comprender, de morir sin saber, de sobrevivir sin aprender. Corremos para llegar a cualquier lugar. Corremos porque todos y todas corren. Corremos para no perder. Corremos por miedo, por necesidad, por competencia, porque sí.
Mientras corremos, perdemos… Y en esa misma vuelta, nutriéndose de nuestras pérdidas y derrotas, el capital multiplica sus ganancias, el patriarcado refuerza sus privilegios, el colonialismo delimita sus territorios recuperados mediante guerras, amenazas, chantajes, invasiones imperialistas. Todas las dominaciones se imponen con violencia sobre nuestros cuerpos y van tatuando nuestra piel.
La locomotora mediática cumple su papel naturalizando todas las opresiones hasta volverlas invisibles. Nos hace masticarlas, digerirlas, comprarlas, sin posibilidad de elegir, decidir. Nos impiden ejercer soberanía y poder sobre nuestras vidas, individuales y comunitarias, porque es la manera de anular nuestra autonomía como sujetos.
El “mal vivir” es esta carrera que nos enajena, nos arrastra, nos estresa, nos aliena, desde el comienzo hasta el final: en el acto de nacer en un mundo que se suicida o, mejor dicho, al que destruyen, quienes tienen el poder para hacerlo; en el acto de crecer entre experiencias que se creen sin pasado y sin futuro –el eternizado presente–; en el acto de estudiar los programas escolares y académicos que nos enseñan a obedecer, o en el acto de ser empujados fuera de la escuela, aprendiendo lo que la cultura hegemónica nos “regala” como mendrugos de saberes descartables, que nos vuelven más vulnerables a su control; en el acto de trabajar para reproducir al sistema que nos oprime, reprime y exprime; en el acto de desoír lo que nuestros cuerpos de mujeres y/o disidentes de la heteronormatividad desean y necesitan; en el acto de desconfiar del vecino y lincharlo “por las dudas”, en el acto de odiar a lxs diferentes y levantar muros que nos impiden verlos o que nos vean; en el acto de morir por enfermedades que podrían ser evitadas, por la represión, por la destrucción ambiental, por la depresión general, o en la epidemia de suicidios adolescentes provocados por la pérdida de sentidos…
Pensar y crear las condiciones para el “buen vivir”, para reinventar la vida en relaciones sociales solidarias, para imaginar y hacer un socialismo desde abajo, descolonizado, feminista, exige detener la locomotora.
Se vuelve urgente pensar, sentir, analizar colectivamente y compartir las vivencias, interpelar las creencias; no sólo las que nos impone la dominación, sino también las que se “naturalizan” en nuestras militancias que intentan ser transformadoras, revolucionarias y que, sin embargo, en muchas ocasiones reafirman sentidos conservadores.
Este libro es un necesario aporte a esta reflexión. Es un libro para este tiempo. Indaga en las lógicas de la violencia estructural y de la materialidad subyacente en las violencias simbólicas, observa cómo atraviesan las diferentes dimensiones objetivas y subjetivas de nuestras vidas. Lo hace a partir de distintas y variadas perspectivas sociopolíticas. Relaciona las lógicas de la acumulación capitalista mundial en esta época de transnacionalización salvaje con las políticas represivas locales y sus impactos en la vida cotidiana. Realiza una interpelación a la racionalidad subyacente en el mundo en que vivimos, especialmente a aquellos costados que se presentan a primera vista como más irracionales y que, sin embargo, –como aquí se va develando– expresan cabalmente las lógicas depredatorias del capital.(...)
*Ediciones Herramienta, Buenos Aires, Argentina | junio de 2014 | 320 páginas | ISBN: 978-987-1505-42-5         
**Claudia Korol es educadora, secretaria de redacción de la revista América Libre y coordinadora del Equipo de educación popular Pañuelos en Rebeldía.
Fuente: http://www.herramienta.com.ar/tiempos-violentos-barbarie-y-decadencia-civilizatoria/tiempos-violentos-barbarie-y-decadencia-civili

  

martes, 15 de julio de 2014

La Cumbre Nacional de Pueblos y Organizaciones Indígenas expresa un conflicto esencial con el capitalismo.

Se trata de su aprecio por la vida en comunidad
cuyos sentidos suscitan el despertar a la honestidad personal-solidaridad social de los otros de abajo.
 
Si las mayorías urbanas tuviésemos esa comprensión medular del territorio nos involucraríamos en hacer imposible  la proliferación de zonas de sacrificio a lo largo y ancho del país. Pero tampoco reaccionamos frente a  nuestro malvivir en las ciudades y lo naturalizamos. Es que nos entrampan con narrativas como la siguiente: 
 
Qué se juega en las elecciones 2015
 Por Nuestro Tiempo
La discusión política en Argentina se centra cada vez más en si se va lograr darle continuidad al ciclo kirchnerista actual o bien entramos en un cambio de ciclo que no se sabe bien de que se tratará. 

Al respecto, lo primero que tenemos que mirar para no perdernos en la cantidad de información que circula y lo numerosos hechos que pasan todos los días en nuestro país, es
 cuál es la contradicción principal sobre la que nos paramos para juzgar la realidad. En este sentido lo que se está poniendo en jaque a nivel mundial es el rol del Estado frente a la economía. La disputa es: un Estado fuerte que regule el mercado e intervenga a favor de la distribución de la riqueza o un Estado que se subordine al mercado y por tanto favorezca a unas pocas grandes corporaciones económicas. 

EL KIRCHNERISMO FRENTE A LA CONTRADICCION PRINCIPAL
 
Esta es la contradicción principal (Estado vs Mercado) que se está desarrollando a nivel mundial, donde fundamentalmente desde los países periféricos se le dio una salida a la crisis del neoliberalismo, recuperando la política de cara al fortalecimiento del Estado. En este sentido, podemos definir al ciclo kirchnerista como parte de un proceso regional donde se da un crecimiento económico importante, en el cual a través de instrumentos políticos generados por el Estado se logra hacer parte a amplios sectores populares del reparto de la torta que se produce en el país.
Por tanto es un ciclo nacionalista, donde se salió de la situación de exclusión a que nos sometieron los grupos económicos en la década del 90 y se incluyó nuevamente en la economía a los sectores populares (se refleja esto en la baja de la desocupación que estaba en un 25% y en los gastos públicos orientados hacia las necesidades sociales). 
Pero este ciclo kirchnerista tiene límites importantes, si nos paramos desde el punto de vista de poder seguir profundizando la democracia y el fortalecimiento de un Estado popular.(...)
El desafío está en cómo hacer para darle una salida democrática a los mismos problemas sociales sobre los que la derecha se planta para copar la agenda y la opinión pública. Por lo que la fuerza política que tenga la capacidad de dirigir y representar sectores sociales concretos, con necesidades materiales concretas, y volcar eso al terreno de la lucha política, tendrá mejores posiciones de cara a la correlación de fuerzas pos-2015. (...)  Leer

 
No nos propone, nos atranca en la fetichización del Estado y la refuerza con otra forma de delegación de nuestra capacidad  de deliberar y decidir sobre el destino común que es la politiquería.

Comparemos la toma posición alternativa, popular, comunitaria como consecuencia de asumir honestamente su profesión al solidarizarse e ir a fondo con el diagnóstico:

 

Declaración Final del 2º Congreso Latinoamericano de Salud Socioambiental

y 1º Congreso Internacional de Salud Socioambiental
13-07-2013

Declaración dada el 28 de Junio de 2013 en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario
   
Llegamos a este Segundo Congreso constatando que los acontecimientos que a nivel mundial y regional ponen en peligro la salud y la vida de los Ecosistemas, y por tanto de los seres humanos, se han intensificado aún más…
El avance de los modelos extractivistas, depredadores de las diversidades biológicas y culturales, es una constante, fundamentalmente en los países del cono Sur, pero también en el Norte donde las crisis se agudizan.
   
Las crisis financieras, de un modelo económico basado en el consumismo y la especulación, han profundizado las dificultades para acceder a los alimentos para millones de personas en el Planeta.
 
Para ver la declaración en pdf haga click aqui: declaración 2 congreso Salud Socioambiental (186)
    
La crisis climática global, la contaminación de aguas superficiales y de acuíferos de agua dulce provocada por los modelos de producción impuestos, la disminución en la calidad de los alimentos (que, además, aumentan sus precios), las ciudades en las que respirar se vuelve un acto casi suicida por la cantidad de partículas en suspensión en el ambiente, la aparición de nuevas “epidemias” y el desarrollo y experimentación con nuevas vacunas y medicamentos, son algunos de los cotidianos desafíos que enfrentamos quienes dedicamos nuestra vida a entender los procesos de salud-enfermedad-cuidado de los seres humanos.
    
Este panorama se acompaña con la sanción de legislaciones que penalizan las movilizaciones y luchas sociales a favor de la vida y la salud de los ecosistemas, lo que ha permitido las persecuciones y encarcelamientos de militantes sociales a lo largo y ancho del territorio latinoamericano, tanto como el etnocidio ya no mas silencioso, y el asesinato de campesinos, estudiantes y trabajadores que luchan por un mundo con alimentos y salud para todas y todos.
     
También la aparición de “nuevas” propuestas de desarrollo energético, como el Hidrofracking, el “retorno” de la apuesta a la energía nuclear, tanto como la introducción de más eventos transgénicos, amenazando irresponsablemente la integridad genética de nuestra especie, en un planeta cada día mas intoxicado con químicos, de los que poco o nada se sabe en términos de biodisponibilidad y capacidad de daño, suman a las catástrofes que durante estos días hemos compartido.
 
 Al mismo tiempo nuestras vivencias en cada instante de este Congreso han sido las de la confirmación plena de que no solo hay un nuevo paradigma naciendo de nuestras entrañas a partir del dolor y las luchas que cotidianamente vivimos sino que  ahora mismo lo estamos encarnando en nuestros compartir, en nuestros diálogos, en nuestras articulaciones, en nuestros sueños colectivos.
 
Sabemos, con humildad y sencillez, que somos la semilla de una nueva sociedad que el planeta reclama con urgencia. Y sabemos también que nos esperan tiempos oscuros y peligrosos, pero a los que sabremos poner luz y dignidad desde el amor, la solidaridad, el compromiso y la lucha. Y que son millones los que desde cada rincón del planeta están avanzando en la misma dirección.
 
 
Hoy nuestros compromisos se fortalecen en los NO que hemos dicho repetidamente en este Congreso:
 
- No al experimento global al que nos someten con los cultivos y los alimentos transgénicos. Seguiremos luchando por una América Latina y un Planeta Libre de Transgénicos, como única alternativa que garantice las bioseguridad y la alimentación de nuestros pueblos. Las clarísimas exposiciones científicas sobre la “mala ciencia” que los promueven que hemos compartido en este Congreso, no dejan lugar a dudas sobre la amenaza que significan los OGM.
- No a las fumigaciones masivas con agrotóxicos que nos enferman, matan y contaminan nuestras comunidades. Nuestras luchas locales para lograr legislaciones que nos protejan y limiten las fumigaciones se enmarcan en un compromiso por lograr, también, una América Latina y un Mundo libre de Agrotóxicos en el marco de otro modelo de agricultura. También hemos podido escuchar en estos días pruebas contundentes, tanto de los testimonios de las comunidades como de investigadores y profesionales de la salud comprometidos con las mismas, de los daños que este modelo productivo genera en todos los territorios. En este sentido, ratificamos lo proclamado en el 1er Congreso de Salud Socioambiental, al declarar a los agrotóxicos “armas de destrucción masiva”.
- No a la agricultura industrial y sus corporaciones, que depreda, contamina, nos expulsa de nuestros territorios, lleva al acaparamiento de tierras y es, finalmente, la principal responsable de los casi más de mil millones de hambrientos en el mundo.
- No a la minería contaminante que pretende licuar nuestros territorios extrayendo materias primas para alimentar a las grandes corporaciones y que desvasta nuestras tierras, contamina nuestras aguas y expulsa a quienes habitamos esos espacios, para convertirlos en pocos años en vertederos de sus residuos.
- No a las industrias extractivas energéticas que hoy, con el Hidrofracking a la cabeza de las apuestas hacia el “futuro”, pretenden seguir contaminando y alimentando al monstruo del consumo destruyendo la biodiversidad y amenazando con nuevos riesgos de contaminación y movimientos telúricos. Compartir el caso de los impactos de Texaco en la región amazónica ecuatoriana, con técnicas “convencionales”, nos pone en alerta y nos hace lamentar el reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia de Argentina, apoyado por el poder político, por el cual se liberó el embargo que pesaba sobre Texaco en este país.
- No al avance silencioso y mortal del asbesto/amianto en nuestros territorios.
- No a la medicalización de la sociedad y al poder de las corporaciones farmacéuticas (muchas de ellas son las mismas que las corporaciones agrobiotecnológicas) que amenaza la salud desde la fragilidad de aquellos que padecen enfermedades y que engrosan sus ganancias produciendo nuevas enfermedades y muerte.
- No a la mercantilización de la vida y la naturaleza.
- No al poder corporativo que corrompe y controla a gobiernos, ONGs y centros de estudios poniéndolos al servicio de sus intereses, vaciando sus discursos y cooptando sus prácticas, muchas veces, bajo los ropajes de “responsabilidad social empresaria”, expresión con la que el filantrocapitalismo rapaz pretende pasar por “verde”.
- No a la ciencia sin conciencia, al servicio de los intereses del poder económico y/o político-militar mundial.
- No a la criminalización de nuestras luchas y a la persecución y asesinato de nuestros dirigentes y militantes.
- Finalmente, No al capitalismo depredador que está amenazando a la humanidad y a la vida toda sobre esta, nuestra única casa, como nunca antes había ocurrido en la historia de la humanidad.
 
Pero son muchos más los SI con los que dejamos Rosario para retomar nuestras luchas en nuestros territorios:
- Si a la comprensión de la Salud como el ejercicio del derecho a luchar por una vida digna, fortaleciendo las diversidades y deconstruyendo las hegemonías, así como bienestar individual, interés colectivo y condición esencial para vivir libres. Entendemos que, en efecto, la libertad sustancial está disminuida cuando predomina la enfermedad. Pensamos en Salud, como construcción histórica, social, cultural, intrínsecamente vinculada a la cuestión ambiental.
- Si al amor como declaración política, desde un ámbito científico, como fundamento de toda acción humana, de la mano de una nueva ética para la vida.
- Si a la soberanía alimentaria como camino para recuperar el control de nuestros sistemas alimentarios y poder producir alimentos saludables y diversos, en armonía con los ecosistemas y con la posibilidad cierta y concreta de que nadie tenga que sufrir el flagelo del hambre. En este sentido, el ejemplo de los movimientos campesinos, los agricultores familiares, los huerteros urbanos, moviliza y contagia esperanzas.
- Si a la articulación en múltiples redes complementarias, diversas y sistémicas que fortalezcan un nuevo tejido social en el que los pueblos recuperen el poder sobre sus vidas y la política se resignifique como camino para construir el bien común sobre la base de la autonomía y la autodeterminación de los pueblos.
- Si a las Universidades Públicas trabajando codo a codo con quienes son su razón de ser: los millones de personas que sostienen con sus dineros al Estado. Exigimos Casas de Estudios que formen profesionales comprometidos con la búsqueda y generación de un conocimiento al servicio de las necesidades de la gente y no de las corporaciones o los intereses individuales.  Las experiencias de Facultades como la de Cs Médicas y otras casas de la UNR, los trabajos de investigadores de la UNL, la UNLP, la UNRC, la UNC, compartidas en este Congreso, permiten asumir que esto es posible. En este sentido, repudiamos la intervención que ha sufrido la Facultad de Cs. Médicas de la Universidad de Cuenca, Ecuador, y nos solidarizamos con sus claustros.
- Si a una ciencia comprometida con la vida bajo la construcción de un nuevo paradigma decolonial que parta de un lugar distinto al impuesto por la modernidad eurocéntrica y los intereses a lo que esta responde.
- Si a un modelo energético que comience por cuestionar el actual consumo energético de nuestras sociedades, la distribución del mismo y que se fundamente en la utilización de energías renovables descentralizadas.
- Si a las semillas como patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad, libre de propiedad intelectual y de transgénicos.
- Si al nacimiento de una nueva sociedad basada en la solidaridad, la cooperación, la complementariedad, la alegría y el amor.
Cerramos este 2do Congreso Latinoamericano y 1er Congreso Internacional de Salud Socioambiental, convocándonos al próximo, en el año 2015, en esta misma Facultad, con la convicción de estar andando una verdadera hora de solidaridad inter y transgeneracional, de la nos sentimos y sabemos artífices, junto a muchos miles de seres humanos que, en todo el Planeta, cada día trabajan para hacer realidad esos nuevos amaneceres que nos merecemos ver…
Aula Magna de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, Argentina, a los 28 días de junio de 2013.

 
Desde España nos ejemplifican cómo piensan, luchan, se organizan y construyen el autogobierno de la diversidad de abajo.


Podemos, un gran acierto y una gran responsabilidad

Por Brais Fernández (Viento Sur)
La aparición de Podemos ha “desordenado” el panorama político. En una situación de bloqueo institucional, donde la inestabilidad parecía más ser fruto de la crisis de los viejos partidos que del surgimiento de nuevos agentes, Podemos aparece como la gran amenaza para los de arriba y la gran esperanza para los de abajo. Tras años de movilizaciones y de dinámicas de lucha esencialmente defensivas, la marea de indignación que abrió el 15M busca dotarse de instrumentos para luchar por la conquista de cuotas de poder institucional, provocando un cambio de ciclo donde las clases subalternas ya no se conforman con protestar, sino que buscan convertir su propio relato en poder político. Un sector de la población comienza a creer, de nuevo, en la posibilidad de construir una sociedad igualitaria y democrática: la política ha sido profanada por la irrupción popular. (...)
Una de las grandes apuestas de Podemos era romper la dicotomía entre lo electoral y los procesos de lucha y auto-organización. Durante todo el proceso previo al 25M, Podemos construyó un movimiento político electoral masivo, con vocación de continuidad, en un contexto en donde las movilizaciones callejeras estaban en reflujo, con la excepción del repunte de las Marchas de la Dignidad. Por un lado, este “proceso constituyente” no hubiera sido posible sin la acumulación de fuerzas provocada por muchas movilizaciones anteriores, que siempre marcan la conciencia de épocas posteriores. Pero también es cierto que Podemos ha utilizado las elecciones para reordenar el campo político, pues por primera vez no se planteó la batalla electoral con una “guerra de posiciones” con las fuerzas acumuladas, sino como una “guerra de movimientos” rápidos, que buscaba sumar nuevos sectores sociales no vinculados a la acumulación de fuerzas producto de las movilizaciones anteriores. Producto de ese uso de los procesos electorales se han conformado los círculos, los cuales han vivido y actuado en la campaña electoral como agentes de una movilización: buscaba votos a la vez que se abrían espacios para la auto-organización popular.
Podemos ha nacido con un horizonte concreto: desalojar a los partidos del régimen de las instituciones. Pero eso no significa necesariamente “ganar”. Ganar es poder gobernar, es más, es dotar a las clases populares de mecanismos para el auto-gobierno, a la vez que se desaloja del poder a las clases dominantes desmantelando sus mecanismos de dominación. Esto no se consigue por decreto, ni de un día para otro, es un proceso que en esta coyuntura histórica solo puede iniciarse con una victoria electoral. Podemos necesita prepararse para ello, afrontando las campañas electorales desde un prisma ofensivo mientras, paralelamente, se prepara para abordar la cuestión del gobierno más allá de lo discursivo. ¿Alguien duda de que el programa de Podemos encontrará resistencias por parte del capital financiero internacional, de los grandes empresarios, o de la casta vinculada a los aparatos del Estado? ¿Cómo gobernar ayuntamientos endeudados por las políticas neoliberales? ¿Cómo resistir una fuga de capitales, reacción más que posible ante la implantación de una fiscalidad fuertemente progresiva? Se hace necesario construir poderes populares preparados para resistir esa presión que se desatará en caso de ganar las elecciones. Las amenazas catastróficas de los grandes medios de comunicación no solo se combaten con desmentidos verbales: la mejor forma de combatirlas es un pueblo con confianza en sí mismo, preparado para ejercer el poder.
Los círculos Podemos son uno de los espacios imprescindibles para afrontar esa tarea. Hay que aclarar previamente que los círculos no son mecanismos de poder popular: son herramientas, una más, para la construcción de ese poder popular al servicio de un gobierno de los ciudadanos. Se trata de mantener relaciones constantes y cercanas con la gente en los barrios, centros de trabajo y de estudios, evitando limitarse a las consultas cibernéticas, muy útiles e imprescindibles para agilizar mecanismos decisorios, pero incapaces de construir una política “cálida”, fundamentada en la deliberación colectiva y en la construcción de comunidades arraigadas en la vida cotidiana de los territorios. Se trata de combinar las formula virtuales y las presenciales, utilizando todos los instrumentos a nuestro alcance para construir, vincular y fomentar la participación de la mayoría social. Eso no significa, ni mucho menos, que los círculos deban tomar todas las decisiones que afectan a Podemos, pero sí que deben participar en la elaboración de las preguntas a la ciudadanía, para evitar que solo unos pocos definan lo que se puede responder. Solo así, los círculos se convertirán en espacios abiertos, permeables a la sensibilidad y problemas de los y las de abajo.
Los círculos también pueden ser ese vínculo entre todo el capital acumulado en el seno de la sociedad civil y las instituciones. Las tareas son concretas: hablar con las organizaciones sociales no solo para solidarizarse con ellas, sino para recoger sus experiencias de cara a la elaboración de una alternativa de gobierno (las Mareas Blanca y Verde o la PAH tienen una valiosa experiencia que debería ser la base de unas políticas públicas al servicio del conjunto de la sociedad), generar vínculos entre las fuerzas vivas de los barrios y ciudades, visibilizar problemas ignorados por las autoridades, convertirse en un lugar de encuentro abierto para todos los vecinos, ser mecanismos para la formación política de una ciudadanía que necesita aprender en común a gobernarse a sí misma..
Todo movimiento transformador tiene muchas patas. El electorado es una de ellas. Los activistas son otra. Sin duda, los portavoces y las caras públicas representan otra imprescindible. Hemos hablado de elecciones, de herramientas discursivas, de cómo utilizar la energía activista para construir poder popular. Pero queda una cuarta pata por activar: la gente “invisible”, quienes viven al margen de esa expresión de la vida pública que es la política. Para eso es necesario entender Podemos como un campo fluido, lejos de la rigidez de la política tradicional, que solo concibe la construcción de los sujetos en base a las expresiones visibles. Nos queda el reto inmenso de ser la esperanza de los que no creen en nada, de los que viven al margen del ejercicio de la política, de ser la ilusión de los que viven desencantados. Esa potencia social no se expresará hasta que una fuerza política como Podemos haya demostrado que no defraudará. El mayor reto de Podemos es generar confianza en un mundo lleno de suspicacias, donde todo está fallando y nada es excesivamente creíble. Porque si esa confianza no la genera Podemos, pueden aparecer los monstruos, las pulsiones totalitarias, los falsos ídolos. La responsabilidad es quizás excesiva para una fuerza tan joven, pero real. A todos y a todas nos toca estar a la altura.

Brais Fernández es militante de Izquierda Anticapitalista y participa en Podemos.
Fuente original: http://www.vientosur.info/spip.php?article9156
Fuente:
 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=186454