martes, 15 de julio de 2014

La Cumbre Nacional de Pueblos y Organizaciones Indígenas expresa un conflicto esencial con el capitalismo.

Se trata de su aprecio por la vida en comunidad
cuyos sentidos suscitan el despertar a la honestidad personal-solidaridad social de los otros de abajo.
 
Si las mayorías urbanas tuviésemos esa comprensión medular del territorio nos involucraríamos en hacer imposible  la proliferación de zonas de sacrificio a lo largo y ancho del país. Pero tampoco reaccionamos frente a  nuestro malvivir en las ciudades y lo naturalizamos. Es que nos entrampan con narrativas como la siguiente: 
 
Qué se juega en las elecciones 2015
 Por Nuestro Tiempo
La discusión política en Argentina se centra cada vez más en si se va lograr darle continuidad al ciclo kirchnerista actual o bien entramos en un cambio de ciclo que no se sabe bien de que se tratará. 

Al respecto, lo primero que tenemos que mirar para no perdernos en la cantidad de información que circula y lo numerosos hechos que pasan todos los días en nuestro país, es
 cuál es la contradicción principal sobre la que nos paramos para juzgar la realidad. En este sentido lo que se está poniendo en jaque a nivel mundial es el rol del Estado frente a la economía. La disputa es: un Estado fuerte que regule el mercado e intervenga a favor de la distribución de la riqueza o un Estado que se subordine al mercado y por tanto favorezca a unas pocas grandes corporaciones económicas. 

EL KIRCHNERISMO FRENTE A LA CONTRADICCION PRINCIPAL
 
Esta es la contradicción principal (Estado vs Mercado) que se está desarrollando a nivel mundial, donde fundamentalmente desde los países periféricos se le dio una salida a la crisis del neoliberalismo, recuperando la política de cara al fortalecimiento del Estado. En este sentido, podemos definir al ciclo kirchnerista como parte de un proceso regional donde se da un crecimiento económico importante, en el cual a través de instrumentos políticos generados por el Estado se logra hacer parte a amplios sectores populares del reparto de la torta que se produce en el país.
Por tanto es un ciclo nacionalista, donde se salió de la situación de exclusión a que nos sometieron los grupos económicos en la década del 90 y se incluyó nuevamente en la economía a los sectores populares (se refleja esto en la baja de la desocupación que estaba en un 25% y en los gastos públicos orientados hacia las necesidades sociales). 
Pero este ciclo kirchnerista tiene límites importantes, si nos paramos desde el punto de vista de poder seguir profundizando la democracia y el fortalecimiento de un Estado popular.(...)
El desafío está en cómo hacer para darle una salida democrática a los mismos problemas sociales sobre los que la derecha se planta para copar la agenda y la opinión pública. Por lo que la fuerza política que tenga la capacidad de dirigir y representar sectores sociales concretos, con necesidades materiales concretas, y volcar eso al terreno de la lucha política, tendrá mejores posiciones de cara a la correlación de fuerzas pos-2015. (...)  Leer

 
No nos propone, nos atranca en la fetichización del Estado y la refuerza con otra forma de delegación de nuestra capacidad  de deliberar y decidir sobre el destino común que es la politiquería.

Comparemos la toma posición alternativa, popular, comunitaria como consecuencia de asumir honestamente su profesión al solidarizarse e ir a fondo con el diagnóstico:

 

Declaración Final del 2º Congreso Latinoamericano de Salud Socioambiental

y 1º Congreso Internacional de Salud Socioambiental
13-07-2013

Declaración dada el 28 de Junio de 2013 en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario
   
Llegamos a este Segundo Congreso constatando que los acontecimientos que a nivel mundial y regional ponen en peligro la salud y la vida de los Ecosistemas, y por tanto de los seres humanos, se han intensificado aún más…
El avance de los modelos extractivistas, depredadores de las diversidades biológicas y culturales, es una constante, fundamentalmente en los países del cono Sur, pero también en el Norte donde las crisis se agudizan.
   
Las crisis financieras, de un modelo económico basado en el consumismo y la especulación, han profundizado las dificultades para acceder a los alimentos para millones de personas en el Planeta.
 
Para ver la declaración en pdf haga click aqui: declaración 2 congreso Salud Socioambiental (186)
    
La crisis climática global, la contaminación de aguas superficiales y de acuíferos de agua dulce provocada por los modelos de producción impuestos, la disminución en la calidad de los alimentos (que, además, aumentan sus precios), las ciudades en las que respirar se vuelve un acto casi suicida por la cantidad de partículas en suspensión en el ambiente, la aparición de nuevas “epidemias” y el desarrollo y experimentación con nuevas vacunas y medicamentos, son algunos de los cotidianos desafíos que enfrentamos quienes dedicamos nuestra vida a entender los procesos de salud-enfermedad-cuidado de los seres humanos.
    
Este panorama se acompaña con la sanción de legislaciones que penalizan las movilizaciones y luchas sociales a favor de la vida y la salud de los ecosistemas, lo que ha permitido las persecuciones y encarcelamientos de militantes sociales a lo largo y ancho del territorio latinoamericano, tanto como el etnocidio ya no mas silencioso, y el asesinato de campesinos, estudiantes y trabajadores que luchan por un mundo con alimentos y salud para todas y todos.
     
También la aparición de “nuevas” propuestas de desarrollo energético, como el Hidrofracking, el “retorno” de la apuesta a la energía nuclear, tanto como la introducción de más eventos transgénicos, amenazando irresponsablemente la integridad genética de nuestra especie, en un planeta cada día mas intoxicado con químicos, de los que poco o nada se sabe en términos de biodisponibilidad y capacidad de daño, suman a las catástrofes que durante estos días hemos compartido.
 
 Al mismo tiempo nuestras vivencias en cada instante de este Congreso han sido las de la confirmación plena de que no solo hay un nuevo paradigma naciendo de nuestras entrañas a partir del dolor y las luchas que cotidianamente vivimos sino que  ahora mismo lo estamos encarnando en nuestros compartir, en nuestros diálogos, en nuestras articulaciones, en nuestros sueños colectivos.
 
Sabemos, con humildad y sencillez, que somos la semilla de una nueva sociedad que el planeta reclama con urgencia. Y sabemos también que nos esperan tiempos oscuros y peligrosos, pero a los que sabremos poner luz y dignidad desde el amor, la solidaridad, el compromiso y la lucha. Y que son millones los que desde cada rincón del planeta están avanzando en la misma dirección.
 
 
Hoy nuestros compromisos se fortalecen en los NO que hemos dicho repetidamente en este Congreso:
 
- No al experimento global al que nos someten con los cultivos y los alimentos transgénicos. Seguiremos luchando por una América Latina y un Planeta Libre de Transgénicos, como única alternativa que garantice las bioseguridad y la alimentación de nuestros pueblos. Las clarísimas exposiciones científicas sobre la “mala ciencia” que los promueven que hemos compartido en este Congreso, no dejan lugar a dudas sobre la amenaza que significan los OGM.
- No a las fumigaciones masivas con agrotóxicos que nos enferman, matan y contaminan nuestras comunidades. Nuestras luchas locales para lograr legislaciones que nos protejan y limiten las fumigaciones se enmarcan en un compromiso por lograr, también, una América Latina y un Mundo libre de Agrotóxicos en el marco de otro modelo de agricultura. También hemos podido escuchar en estos días pruebas contundentes, tanto de los testimonios de las comunidades como de investigadores y profesionales de la salud comprometidos con las mismas, de los daños que este modelo productivo genera en todos los territorios. En este sentido, ratificamos lo proclamado en el 1er Congreso de Salud Socioambiental, al declarar a los agrotóxicos “armas de destrucción masiva”.
- No a la agricultura industrial y sus corporaciones, que depreda, contamina, nos expulsa de nuestros territorios, lleva al acaparamiento de tierras y es, finalmente, la principal responsable de los casi más de mil millones de hambrientos en el mundo.
- No a la minería contaminante que pretende licuar nuestros territorios extrayendo materias primas para alimentar a las grandes corporaciones y que desvasta nuestras tierras, contamina nuestras aguas y expulsa a quienes habitamos esos espacios, para convertirlos en pocos años en vertederos de sus residuos.
- No a las industrias extractivas energéticas que hoy, con el Hidrofracking a la cabeza de las apuestas hacia el “futuro”, pretenden seguir contaminando y alimentando al monstruo del consumo destruyendo la biodiversidad y amenazando con nuevos riesgos de contaminación y movimientos telúricos. Compartir el caso de los impactos de Texaco en la región amazónica ecuatoriana, con técnicas “convencionales”, nos pone en alerta y nos hace lamentar el reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia de Argentina, apoyado por el poder político, por el cual se liberó el embargo que pesaba sobre Texaco en este país.
- No al avance silencioso y mortal del asbesto/amianto en nuestros territorios.
- No a la medicalización de la sociedad y al poder de las corporaciones farmacéuticas (muchas de ellas son las mismas que las corporaciones agrobiotecnológicas) que amenaza la salud desde la fragilidad de aquellos que padecen enfermedades y que engrosan sus ganancias produciendo nuevas enfermedades y muerte.
- No a la mercantilización de la vida y la naturaleza.
- No al poder corporativo que corrompe y controla a gobiernos, ONGs y centros de estudios poniéndolos al servicio de sus intereses, vaciando sus discursos y cooptando sus prácticas, muchas veces, bajo los ropajes de “responsabilidad social empresaria”, expresión con la que el filantrocapitalismo rapaz pretende pasar por “verde”.
- No a la ciencia sin conciencia, al servicio de los intereses del poder económico y/o político-militar mundial.
- No a la criminalización de nuestras luchas y a la persecución y asesinato de nuestros dirigentes y militantes.
- Finalmente, No al capitalismo depredador que está amenazando a la humanidad y a la vida toda sobre esta, nuestra única casa, como nunca antes había ocurrido en la historia de la humanidad.
 
Pero son muchos más los SI con los que dejamos Rosario para retomar nuestras luchas en nuestros territorios:
- Si a la comprensión de la Salud como el ejercicio del derecho a luchar por una vida digna, fortaleciendo las diversidades y deconstruyendo las hegemonías, así como bienestar individual, interés colectivo y condición esencial para vivir libres. Entendemos que, en efecto, la libertad sustancial está disminuida cuando predomina la enfermedad. Pensamos en Salud, como construcción histórica, social, cultural, intrínsecamente vinculada a la cuestión ambiental.
- Si al amor como declaración política, desde un ámbito científico, como fundamento de toda acción humana, de la mano de una nueva ética para la vida.
- Si a la soberanía alimentaria como camino para recuperar el control de nuestros sistemas alimentarios y poder producir alimentos saludables y diversos, en armonía con los ecosistemas y con la posibilidad cierta y concreta de que nadie tenga que sufrir el flagelo del hambre. En este sentido, el ejemplo de los movimientos campesinos, los agricultores familiares, los huerteros urbanos, moviliza y contagia esperanzas.
- Si a la articulación en múltiples redes complementarias, diversas y sistémicas que fortalezcan un nuevo tejido social en el que los pueblos recuperen el poder sobre sus vidas y la política se resignifique como camino para construir el bien común sobre la base de la autonomía y la autodeterminación de los pueblos.
- Si a las Universidades Públicas trabajando codo a codo con quienes son su razón de ser: los millones de personas que sostienen con sus dineros al Estado. Exigimos Casas de Estudios que formen profesionales comprometidos con la búsqueda y generación de un conocimiento al servicio de las necesidades de la gente y no de las corporaciones o los intereses individuales.  Las experiencias de Facultades como la de Cs Médicas y otras casas de la UNR, los trabajos de investigadores de la UNL, la UNLP, la UNRC, la UNC, compartidas en este Congreso, permiten asumir que esto es posible. En este sentido, repudiamos la intervención que ha sufrido la Facultad de Cs. Médicas de la Universidad de Cuenca, Ecuador, y nos solidarizamos con sus claustros.
- Si a una ciencia comprometida con la vida bajo la construcción de un nuevo paradigma decolonial que parta de un lugar distinto al impuesto por la modernidad eurocéntrica y los intereses a lo que esta responde.
- Si a un modelo energético que comience por cuestionar el actual consumo energético de nuestras sociedades, la distribución del mismo y que se fundamente en la utilización de energías renovables descentralizadas.
- Si a las semillas como patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad, libre de propiedad intelectual y de transgénicos.
- Si al nacimiento de una nueva sociedad basada en la solidaridad, la cooperación, la complementariedad, la alegría y el amor.
Cerramos este 2do Congreso Latinoamericano y 1er Congreso Internacional de Salud Socioambiental, convocándonos al próximo, en el año 2015, en esta misma Facultad, con la convicción de estar andando una verdadera hora de solidaridad inter y transgeneracional, de la nos sentimos y sabemos artífices, junto a muchos miles de seres humanos que, en todo el Planeta, cada día trabajan para hacer realidad esos nuevos amaneceres que nos merecemos ver…
Aula Magna de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, Argentina, a los 28 días de junio de 2013.

 
Desde España nos ejemplifican cómo piensan, luchan, se organizan y construyen el autogobierno de la diversidad de abajo.


Podemos, un gran acierto y una gran responsabilidad

Por Brais Fernández (Viento Sur)
La aparición de Podemos ha “desordenado” el panorama político. En una situación de bloqueo institucional, donde la inestabilidad parecía más ser fruto de la crisis de los viejos partidos que del surgimiento de nuevos agentes, Podemos aparece como la gran amenaza para los de arriba y la gran esperanza para los de abajo. Tras años de movilizaciones y de dinámicas de lucha esencialmente defensivas, la marea de indignación que abrió el 15M busca dotarse de instrumentos para luchar por la conquista de cuotas de poder institucional, provocando un cambio de ciclo donde las clases subalternas ya no se conforman con protestar, sino que buscan convertir su propio relato en poder político. Un sector de la población comienza a creer, de nuevo, en la posibilidad de construir una sociedad igualitaria y democrática: la política ha sido profanada por la irrupción popular. (...)
Una de las grandes apuestas de Podemos era romper la dicotomía entre lo electoral y los procesos de lucha y auto-organización. Durante todo el proceso previo al 25M, Podemos construyó un movimiento político electoral masivo, con vocación de continuidad, en un contexto en donde las movilizaciones callejeras estaban en reflujo, con la excepción del repunte de las Marchas de la Dignidad. Por un lado, este “proceso constituyente” no hubiera sido posible sin la acumulación de fuerzas provocada por muchas movilizaciones anteriores, que siempre marcan la conciencia de épocas posteriores. Pero también es cierto que Podemos ha utilizado las elecciones para reordenar el campo político, pues por primera vez no se planteó la batalla electoral con una “guerra de posiciones” con las fuerzas acumuladas, sino como una “guerra de movimientos” rápidos, que buscaba sumar nuevos sectores sociales no vinculados a la acumulación de fuerzas producto de las movilizaciones anteriores. Producto de ese uso de los procesos electorales se han conformado los círculos, los cuales han vivido y actuado en la campaña electoral como agentes de una movilización: buscaba votos a la vez que se abrían espacios para la auto-organización popular.
Podemos ha nacido con un horizonte concreto: desalojar a los partidos del régimen de las instituciones. Pero eso no significa necesariamente “ganar”. Ganar es poder gobernar, es más, es dotar a las clases populares de mecanismos para el auto-gobierno, a la vez que se desaloja del poder a las clases dominantes desmantelando sus mecanismos de dominación. Esto no se consigue por decreto, ni de un día para otro, es un proceso que en esta coyuntura histórica solo puede iniciarse con una victoria electoral. Podemos necesita prepararse para ello, afrontando las campañas electorales desde un prisma ofensivo mientras, paralelamente, se prepara para abordar la cuestión del gobierno más allá de lo discursivo. ¿Alguien duda de que el programa de Podemos encontrará resistencias por parte del capital financiero internacional, de los grandes empresarios, o de la casta vinculada a los aparatos del Estado? ¿Cómo gobernar ayuntamientos endeudados por las políticas neoliberales? ¿Cómo resistir una fuga de capitales, reacción más que posible ante la implantación de una fiscalidad fuertemente progresiva? Se hace necesario construir poderes populares preparados para resistir esa presión que se desatará en caso de ganar las elecciones. Las amenazas catastróficas de los grandes medios de comunicación no solo se combaten con desmentidos verbales: la mejor forma de combatirlas es un pueblo con confianza en sí mismo, preparado para ejercer el poder.
Los círculos Podemos son uno de los espacios imprescindibles para afrontar esa tarea. Hay que aclarar previamente que los círculos no son mecanismos de poder popular: son herramientas, una más, para la construcción de ese poder popular al servicio de un gobierno de los ciudadanos. Se trata de mantener relaciones constantes y cercanas con la gente en los barrios, centros de trabajo y de estudios, evitando limitarse a las consultas cibernéticas, muy útiles e imprescindibles para agilizar mecanismos decisorios, pero incapaces de construir una política “cálida”, fundamentada en la deliberación colectiva y en la construcción de comunidades arraigadas en la vida cotidiana de los territorios. Se trata de combinar las formula virtuales y las presenciales, utilizando todos los instrumentos a nuestro alcance para construir, vincular y fomentar la participación de la mayoría social. Eso no significa, ni mucho menos, que los círculos deban tomar todas las decisiones que afectan a Podemos, pero sí que deben participar en la elaboración de las preguntas a la ciudadanía, para evitar que solo unos pocos definan lo que se puede responder. Solo así, los círculos se convertirán en espacios abiertos, permeables a la sensibilidad y problemas de los y las de abajo.
Los círculos también pueden ser ese vínculo entre todo el capital acumulado en el seno de la sociedad civil y las instituciones. Las tareas son concretas: hablar con las organizaciones sociales no solo para solidarizarse con ellas, sino para recoger sus experiencias de cara a la elaboración de una alternativa de gobierno (las Mareas Blanca y Verde o la PAH tienen una valiosa experiencia que debería ser la base de unas políticas públicas al servicio del conjunto de la sociedad), generar vínculos entre las fuerzas vivas de los barrios y ciudades, visibilizar problemas ignorados por las autoridades, convertirse en un lugar de encuentro abierto para todos los vecinos, ser mecanismos para la formación política de una ciudadanía que necesita aprender en común a gobernarse a sí misma..
Todo movimiento transformador tiene muchas patas. El electorado es una de ellas. Los activistas son otra. Sin duda, los portavoces y las caras públicas representan otra imprescindible. Hemos hablado de elecciones, de herramientas discursivas, de cómo utilizar la energía activista para construir poder popular. Pero queda una cuarta pata por activar: la gente “invisible”, quienes viven al margen de esa expresión de la vida pública que es la política. Para eso es necesario entender Podemos como un campo fluido, lejos de la rigidez de la política tradicional, que solo concibe la construcción de los sujetos en base a las expresiones visibles. Nos queda el reto inmenso de ser la esperanza de los que no creen en nada, de los que viven al margen del ejercicio de la política, de ser la ilusión de los que viven desencantados. Esa potencia social no se expresará hasta que una fuerza política como Podemos haya demostrado que no defraudará. El mayor reto de Podemos es generar confianza en un mundo lleno de suspicacias, donde todo está fallando y nada es excesivamente creíble. Porque si esa confianza no la genera Podemos, pueden aparecer los monstruos, las pulsiones totalitarias, los falsos ídolos. La responsabilidad es quizás excesiva para una fuerza tan joven, pero real. A todos y a todas nos toca estar a la altura.

Brais Fernández es militante de Izquierda Anticapitalista y participa en Podemos.
Fuente original: http://www.vientosur.info/spip.php?article9156
Fuente:
 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=186454

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