Significa la unión
abajo para priorizar
la recuperación del trabajo honesto y solidario.
Partamos de considerar que:
La historia
sobre Patria o Buitres acaba de iniciar su desenlace
Por:
Fabiana Arencibia (RED ECO)
(…)El fallo Griesa es consecuencia del juicio iniciado por el 1 por ciento de
ellos.También es necesario recordar que sobre el origen de los bonos reestructurados y los que están aún sin canjear, existe una causa judicial abierta, la del Megacanje 2001. Por esta causa, fueron procesados 8 funcionarios, ex integrantes del equipo económico del entonces ministro de Economía Domingo Cavallo y al ex procurador del Tesoro. Se los acusó del delito de negociaciones incompatibles con la función pública por lo actuado en ese canje. De todos ellos solo Cavallo permanece procesado y espera desde el 2007 ser sometido a juicio oral. Si bien el resto fue sobreseído por prescripción del delito, la fiscalía ante la Cámara Federal porteña acaba de apelar esa decisión.
Este proceso se agrega al fallo del Juez Ballesteros (julio de 2000) ante la denuncia que Alejandro Olmos (padre) presentó en 1982 por la deuda contraída durante la dictadura (1976 a 1982) que pasó de 8.085 millones de dólares en 1975 a 45.087 millones de dólares en 1982.
El juez determinó en su fallo: “La deuda externa de la Nación ha resultado groseramente incrementada a partir de 1976 mediante la instrumentación de una política económica vulgar y agraviante que puso de rodillas al país a través de los diversos métodos utilizados, que tendían, entre otras cosas, a beneficiar y sostener empresas y negocios privados -nacionales y extranjeros- en desmedro de sociedades y empresas del Estado”.
Parte de la deuda que acaba de renegociarse con el Club de Paris (casi la mitad) es deuda declarada ilegal por la justicia argentina.
Alejandro Olmos (hijo) también denunció ante la justicia a los funcionarios que actuaron en materia de endeudamiento público durante el período 1983-1994.
Por otra parte, la semana pasada, el diputado por la Unidad Popular Claudio Lozano se presentó en los tribunales de Comodoro Py para reimpulsar dos investigaciones que involucran al vicepresidente, Amado Boudou, por el uso de fondos de la ANSES y el canje de deuda en 2010.
En resumen, toda la deuda contraída desde la dictadura de 1976 hasta las reestructuraciones realizadas por la actual gestión de gobierno está declarada o tiene causas abiertas que cuestionan su legalidad.
Todos los elementos necesarios para investigar y no pagar lo ilegítimo han estado siempre allí. Desde la comisión armada durante el gobierno de Raúl Alfonsín (1983) que puso al descubierto las maniobras de endeudamiento de la dictadura hasta el fallo del Juez Ballesteros. Esa deuda transmutó en nueva deuda. El Plan Brady de Menem, el Megacanje de Fernando de la Rúa y las reestructuraciones durante la gestión kirchnerista, han contribuido a legitimarla y aumentarla.
A fines de 2003, el primer año de la presidencia de Néstor Kirchner, la deuda pública (*) ascendía a casi 179.000 millones de dólares. Luego del canje 2005, del pago al Fondo Monetario Internacional (9.810 millones de dólares), de la nueva reestructuración en 2010 y de haber pagado, según dijo la presidente, 176.000 millones de dólares en 10 años, la deuda pública que el Ministerio de Economía publica en su último informe (30/9/2013) es de 201.009 millones de dólares. Esta cifra no incluye intereses, ni deudas provinciales y municipales, ni los juicios del CIADI (600 millones), ni los bonos entregados a Repsol (6.000), ni el arreglo con el Club de París (9.700 millones) y tampoco las negociaciones que se iniciarán con los fondos buitres (hoy de 1.330 millones con otros 15.000 en puerta).
No es nada nuevo. La Hoja de Ruta que el actual vicepresidente, y en ese momento ministro de Economía, Amado Boudou, trazó era clara: pagar la deuda con el Club de París y acordar con los holdouts.
Los sucesivos déficits presupuestarios - permanentes desde al menos los últimos tres presupuestos - se han venido cubriendo con emisión de nueva deuda y así lo ha votado el Congreso Nacional cada vez que aceptó el presupuesto presentado por el Ejecutivo.
Hasta ahora esa deuda se venía contrayendo con la ANSes, el Banco Nación y el Banco Central que le prestaban al Gobierno y recibían a cambio bonos. Hoy se ha llegado a un punto en que ese dinero no es suficiente y el gobierno se propone ponerle fin a sus compromisos financieros externos con la esperanza de volver a ser recibido en el mercado internacional de capitales para recibir nuevo préstamos.
En diez años hemos pagado casi 2 millones de dólares por hora, 550 dólares por segundo, en cada abrir y cerrar de ojos. Ahora iniciamos nuevamente el camino del endeudamiento externo. La historia se repite, primero como tragedia y luego como farsa.
*) Hablamos de Deuda Pública Nacional que está formada por: Deuda externa con acreedores privados, deuda externa con organismos multilaterales y bilaterales de créditos (Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, Corporacion Andina de Fomento, Club de Paris, etc), y deuda con el sector público Nacional (ANses, Banco Nación, BCRA y otros) conocida como Intra Estado.
Reflexionemos
sobre el funcionamiento capitalista (que explica esa profundización en la estafa al pueblo) mediante la siguiente nota:
Después del Club de París, fondos buitres
20/06/2014
Por:
Rolando Astarita (Blog)
(…)Por
empezar, ya en 1975, bajo el gobierno de Isabel Perón, hubo un intento de tomar
grandes cantidades de deuda a tasa variable para superar la aguda crisis de la
balanza de pagos que Argentina estaba atravesando. Luego, a partir de 1976, el
endeudamiento fue aprobado, o por lo menos consentido, por amplios sectores de
la clase dominante. Por este motivo continuó después de caída la dictadura
militar, y se prolonga hasta el día de hoy. ¿Cuál fue la lógica? Pues que la
deuda sirvió para financiar las grandes salidas de capitales que ocurrieron a lo
largo de todos estos
años.
En este punto, un trabajo de economistas K del Banco Nación (Gaggero, Casparrino
y Libman, “La fuga de capitale. Historia, presente y perspectiva”, Cefidar,
2007)
muestra con meridiana claridad cómo el stock de la deuda externa y el stock de
capitales fugados crecieron casi a la par desde mediados de los 1970 hasta los
mediados de los 2000. Esto no fue una “imposición” del imperialismo colonialista
sobre una burguesía sometida, sino
una operación consciente y libre de los explotadores criollos, obedeciendo a sus
propios intereses. Por esta vía se operó concretamente la soldadura con el
capital financiero internacionalizado.
Naturalmente, las refinanciaciones también dieron lugar a repetidos festivales
de dinero -cada una de estas operaciones dejaba suculentos ingresos a quienes
participaban de ellas-,
saqueo de los
fondos públicos y corruptos negociados de todo tipo.
Es muy significativo que en los 1990 y comienzos de los 2000, cuando se
anunciaban las reestructuraciones de la deuda externa -en el marco de un
creciente empobrecimiento del pueblo trabajador- la clase dominante saludaba
estas operaciones como “triunfos”. Subrayo: fue
una política general, de clase. Y esa política se integró con las
privatizaciones -que implicaban siempre nuevas y gigantescas transferencias de
riquezas-, con las aperturas de los mercados, y el despliegue a pleno de las
leyes del capital. La dirigencia K, que hoy se hace la víctima, no puede negar
que participó de cuerpo y alma en el asunto.
Por otra parte, muchos de los que adquirían los bonos de deuda también eran
argentinos. Para bancos, financieras y otros inversores, los títulos eran vistos
como una oportunidad de buenas ganancias. De esta manera se estrechaban también
los vínculos con el capital financiero internacional. Por eso no se puede decir
que la clase dominante argentina fuera o sea actualmente “explotada” por medio
de la deuda. Los argentinos que tienen colocaciones financieras en Suiza, Miami
o paraísos fiscales como las Seychelles, no están oprimidos por los centros
financieros internacionales, sino
son partícipes de la explotación del trabajo a través del capital de préstamo,
al mismo nivel que cualquier otro capitalista financiero, sea de EEUU o de
cualquier otro país.
Condiciones para los buitres
Recurrir a la historia y ampliar la lente hasta las relaciones sociales subyacentes permite desnudar al impostor. La “niebla ideológica” del nacionalismo estatista no sólo pretende ocultar “el reino de las estructuras”, para sustituirlas por mera apariencia -bandera argentina, patria, unidad nacional- sino también su propia participación en el crimen que denuncia con palabrerío infinito. Por eso, escuchando en el día de hoy a Cristina Fernández, me vino a la memoria el pasaje de Marx que dice “si de verdad creyera en su propio ser, no lo escondería bajo la apariencia de un ser ajeno ni buscaría su salvación en la hipocresía y el sofismo”. Es que no fue “un ser ajeno” a los Kirchner el que estableció las cláusulas que posibilitaron a los fondos buitres litigar en Nueva York.Los datos, los duros datos de la realidad y de la historia reciente -esos que nunca podrá “coordinar” el funcionario “coordinador del pensamiento nacional”- están allí para quien quiera verlos. Cuando se reestructuró la deuda en 2004, el decreto firmado por el presidente Kirchner (decreto número 319 del PEN) prorrogó la jurisdicción de los tribunales de Nueva York y la renuncia a oponer la defensa de inmunidad soberana. Esta renuncia de soberanía fue mantenida en el nuevo canje de 2010 (decreto 1953 de 2009, presidencia Cristina Kirchner). Alejandro Olmos Gaona (del que tomo muchos de estos datos) señaló repetidas veces que los funcionarios argentinos que aceptaban los tribunales de Nueva York no podían desconocer las tradiciones del derecho anglosajón en cuanto hacer cumplir contratos de deudas. Pero el criterio sigue vigente: entre las cláusulas (que se intentan mantener en secreto) del convenio que el gobierno K firmó con Chevron, hay una que establece que en caso de existir desacuerdos entre Chevron e YPF, la jurisdicción para arreglarlos no serán los tribunales argentinos, sino la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio con sede en Francia. Y otra que dispone que la ley aplicable del acuerdo en caso de incumplimientos o disputas no es la de Argentina, sino la que rige en la ciudad de Nueva York.
Tengamos presente también que en los canjes de 2005 y 2010 actuaron como
intermediarios grandes grupos financieros: Citigroup Global Markets Inc. y
Deutsche Bank Securities Inc. y Barclays Capital Inc., UBS Limited y Merrill
Lynch, Pierce, Fenner & Smith Incorporated, que cobraron, como siempre, jugosas
comisiones. Además, se fijaron otras cláusulas muy favorables a los acreedores,
como las “cross default” (que disparan el default generalizado si no se cumple
con el pago a algunos bonos), o la “RUFO” (siglas en inglés de derecho acerca de
futuras ofertas), que garantiza que cualquier mejora que se otorgue a los que no
entraron en el canje se aplicará a los que sí lo hicieron. Naturalmente, la
Presidenta se niega a recordar estas cuestiones. Pero son datos históricos que
no deberían olvidarse.
Permanencia de la dependencia y el subdesarrollo
Como lo hemos señalado más arriba, aquí hay un sendero que se profundiza y
afianza. Los acuerdos con el Ciadi, con Repsol, Club de París, ahora con los
fondos buitres, no se pueden separar de la devaluación y el ajuste de salarios,
ni de cuestiones como la ley antiterrorista, la inteligencia sobre
organizaciones de izquierda y movimientos sociales, o la designación de Milani.
Y todos ellos conectan con algo fundamental, que hemos discutido en otras notas: el
pretendido “modelo industrialista con inclusión social” no cambió en absoluto la
matriz dependiente y atrasada del capitalismo argentino. Los “pilares” de la
economía K durante la última década siguieron siendo el complejo sojero,
maicero, la gran minería, la industria automotriz (deficitaria en términos de
balanza comercial) y la industria liviana, con crecimiento más bien extensivo
(esto es, basado en plusvalía absoluta). En este marco, desde 2007 a 2012 se
produjo una nueva y gigantesca fuga de capitales (unos 80.000 millones de
dólares hasta el cepo cambiario), expresión mayúscula del subdesarrollo.
Agreguemos que en la “década ganada” los acreedores recibieron 173.000 millones
de dólares (cifra proporcionada por Cristina Fernández). Y desde fines de 2013
la economía entró en estancamiento y recesión; a la vez, disminuyó el superávit
comercial, y continuó aumentando el déficit fiscal. Por eso están dadas todas
las condiciones para un nuevo incremento del stock de deuda. A los 9.700
millones de dólares que se comprometieron con el Club de París y a los 5000
millones de endeudamiento con Repsol, se sumarán ahora los montos que “arreglen”
con los holdouts.
Cuando el gobierno devaluó en enero, los escribas K escribieron que “esta vez iba a ser distinto”. Desde este blog -y desde todas las publicaciones de la izquierda marxista- se pronosticó que venía más explotación y penalidades para el pueblo trabajador. No nos equivocamos. Ahora nos quieren vender que están “liberando la Patria” con este nuevo ciclo de endeudamiento masivo. La realidad es que esta “liberación” va a significar nuevos y mayores “ajustes” sobre los salarios y el bienestar de la clase trabajadora. De nuevo, esta vez tampoco será “distinto”.
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“Después del Club de París, fondos
buitres”
"Saqueo
de los fondos públicos y corruptos negociados de todo tipo" que han empobrecido
a la salud y la educación públicas, a la seguridad social, etc. y a las grandes
mayorías tanto mediante régimen tributario sumamente regresivo como mediante
salarios de pobreza e incluso de miseria, flexibilización y precarización
laboral, expansión de los haberes jubilatorios y pensiones a nivel de
indigencia.
De modo que ese enriquecimiento sideral de
los grandes capitales y los altos funcionarios a través del sistema de deuda
perpetua coincide con el modelo de producción y desarrollo que destruye
comunidades y ecosistemas en todo el país. Ambos, como componentes del
capitalismo mundializado, priorizan la acumulación oligopólica de riquezas y
poder por sobre necesidades e intereses populares al extremo de amenazar la vida
o causar masacres entre los diversos de abajo.
Contra el trabajo ejecutor de la
desertificación y el exterminio, está surgiendo el trabajo honesto a la vez que
solidario con origen en las múltiples resistencias a la desterritorialización y
reterritorialización que fractura el país en función de mega emprendimientos
extractivos, turísticos, comerciales e inmobiliarios. Ejemplifiquemos:
Informe
oficial:
las fumigaciones duplican las muertes por cáncer.
12-07-2014
las fumigaciones duplican las muertes por cáncer.
12-07-2014
Un informe del Ministerio de Salud de Córdoba sobre muertes por tumores
cancerígenos determinó que la mayor tasa de fallecimientos se produce en las
zonas donde se utilizan transgénicos y agroquímicos, donde se duplica a la media
nacional. Esta información confirma oficialmente las denuncias que desde hace
años llevan adelante distintas organizaciones cordobesas sobre los efectos que
generan sobre la salud de la población el uso indiscriminado de agrotóxicos.
Por
La Olla TV.
Medardo Avila Vázquez,
médico e integrante de la Red
Universitaria de Ambiente y Salud (Reduas)
y de Médicos
de Pueblos Fumigados se
refirió al informe y señaló que “estas realidades terminan apareciendo tarde o
temprano, dolorosamente, porque hay
mucha gente que viene denunciando esto hace más de 10 años y nadie hace nada.
Se sigue exponiendo a muchas personas a venenos que son cancerigenos y que son
usados en forma masiva. Mientras los
productores hacen su gran negocio, muchos de los vecinos se enferman gravemente,
como demuestra esta situación”.
“Esto viene a reforzar los reclamos que venimos
haciendo porque muestra que no son
sólo datos de los mismos vecinos, o grupos de investigaciones de la universidad,
sino que son datos oficiales de
los registros de la provincia”, señala Medardo y describe que ahora esto nos va a servir “para
que, a nivel local, en los distintos pueblos, se puedan seguir sacando
ordenanzas municipales para prohibir que se siga fumigando alrededor del pueblo.
Porque la realidad del interior es que donde
termina la última casa del pueblo, ahí no más, cruzando la calle, se siembra la
soja y hasta ahí se fumiga y todo el pueblo queda impregnado con la nube de
veneno que
se aplicó”.
Asimismo, recordó que ya hay más
de 60 pueblos en la Argentina que han sacado ordenanzas que alejan las
fumigaciones de 500 a mil metros de
los limites de los pueblos y esa es una manera de proteger a la población “porque
en estas manzanas, las casas más cerca de los campos es donde hemos verificado
mayor concentración de pacientes con cáncer”.
Por otro lado, hizo hincapié en una lucha “donde
se enfrenta intereses
muy contrapuestos, de los grupos
económicos,
de los sojeros, de las empresas que están detrás de los sojeros, de los Gobiernos
que participan de los agronegocios. Pero tenemos
que analizar, qué vamos a hacer prevalecer, si el negocio o la salud,
la gente se está enfermando y de una manera seria. En
una cuadra de siete familias, cuatro tienen cáncer y eso no es normal.
Eso pasa porque se está fumigando. Hay que tomar medidas. Pensar si realmente
este sistema de producción es el único, hay alternativas para seguir produciendo
sin envenenar y sin contaminar, pero hay
que romper la alianza con un grupo de empresas multinacionales muy fuertes que
nos están conduciendo en este proceso”.
Por otro lado, se refirió a situaciones
“cínicas”, como la que se da en Marcos
Juárez,
uno de los lugares que aparece en el informe del registro. “Es
el más agrario de Córdoba, y tenemos una epidemia de cáncer, y la provincia ha
abierto una sala oncológica y la asociación de productores es la que financió la
construcción y la que paga los honorarios de los oncólogos. O sea, los
productores rurales, que generan el cáncer a través de sus prácticas, están
pagando el oncólogo. Por
supuesto que la mayor parte de ellos se atienden en otros lugares”.
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