Para qué Estado construir, significa
romper con la lógica electoral y
unir la diversidad de asambleas u
otras organizaciones populares
en lucha por la vida y la dignidad
humana.
Tercera parte
Tratemos de averiguar porqué se apoya la dispersión del debate mayoritario
sobre los grandes problemas para centrarse en hacer visibles a candidatos, operación que era cada 2 años y se ha acortado a casi un año.
Brasil y Uruguay: dos
procesos electorales de importancia continental
25 de octubre de 2014
25 de octubre de 2014
Por Guillermo Almeyra (Rebelión)
Este domingo, en la segunda vuelta de la elección presidencial
brasileña y primera de la uruguaya, se juega mucho más que el futuro equilibrio
político en los países respectivos.
Brasil, en efecto, es el país más extenso y
poblado de toda la llamada América Latina, con sus 200 millones de habitantes,
es una de las llamadas “potencias emergentes” que forman el grupo BRICS con
Rusia, India, China y Sudáfrica, posee la economía más fuerte del MERCOSUR y de
la UNASUR y es el centro de las inversiones chinas en la región y el principal
socio comercial de la Argentina y un importante sostén para las economías cubana
y venezolana. Uruguay, por su parte, a pesar de su pequeñez y de su escasa
población de 3.4 millones de personas, desempeña en el MERCOSUR un papel de
bisagra entre Brasil y Argentina, sus vecinos más poderosos y está más ligado a
Brasilia que a Buenos Aires.
Tanto Brasil, en varios momentos de su
historia, como Uruguay, han sufrido las presiones de las grandes potencias
colonialistas y, desde el siglo pasado, de Estados Unidos, que buscaban utilizar
a estos países (y a Chile) como peones contra la más díscola Argentina, que
tiene fuertes tradiciones nacionalistas e incluso recurrentes veleidades de
potencia regional.
Durante los ocho años (2003-2011) de gobierno
de Luiz Inácio“Lula” da Silva, y de Dilma Rousseff, que cesará su mandato en el
2015 y se ha postulado para la reelección,
el gobierno del Partido de
los Trabajadores (PT) llevó a cabo una política económica de tipo neoliberal de
alianza con el gran capital extranjero y el agronegocio, pero con ribetes
asistencialistas y planes sociales que, ahora, cuando la crisis mundial aprieta
también a Brasil, la oligarquía local y el gran capital consideran un
despilfarro que afecta su tasa de ganancias. En el plano internacional, en cambio, y sobre
todo en el sudamericano, Lula (y en parte también Dilma Rousseff) mantuvieron en
cambio una política integracionista con sus vecinos, defendiendo su
independencia.
El gobierno del PT ahora está siendo jaqueado
por la derecha clásica que ha sumado a sus fuerzas importantes sectores de las
nuevas clases medias conservadoras (desarrolladas por el mismo PT) y, a la
izquierda, por el descontento social difuso y por una extrema izquierda inmadura
y sectaria que condena la política conciliadora con el gran capital del gobierno
del PT sin darse cuenta de que, al no ofrecer alternativas viables, trabaja en
realidad para la derecha y lleva al país a salir de Guatemala cayendo en
Guatepeor.
En Uruguay el primer gobierno del Frente
Amplio, con el Gran Maestre masón Tabaré Vázquez como presidente de la
República, fue más que moderado, tuvo una política extractivista lesiva para el
ambiente y estuvo marcado por la tensión con Argentina y por los constantes
intentos de firmar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. El ala
centroderechista presidida por Vázquez-Danilo Astori fue derrotada en el 2008 en
el Congreso del Frente Amplio donde triunfó el centro, que impuso a José Mujica
como candidato a presidente; éste también llevó a cabo una política una política
antiambiental, impulsó la gran minería y chocó con los sindicatos pero amplió
los derechos civiles y mantuvo una política latinoamericanista. Sin embargo,
apoya ahora a Vázquez en su nueva candidatura que toma como modelo Bachelet u
Hollande, es resistida por buena parte de los militantes frenteamplistas y que
no despierta simpatías en los sectores urbanos más pobres, lo cual da
posibilidades a la derecha histórica en caso de ballotage.
De modo que las amenazas a la continuidad de la integración latinoamericana y del apoyo a Venezuela y Cuba y al funcionamiento sin problemas mayores del MERCOSUR provienen de la posibilidad de un viraje a la derecha de los gobiernos del MERCOSUR, en lo inmediato en Brasil y en Uruguay y en octubre del 2015 en Argentina. Sin duda la crisis mundial y sus efectos en esos países contribuye poderosamente a este cambio político pero la derecha no está más fuerte porque crezca electoralmente (por el contrario, sus votos no aumentan e incluso disminuyen) sino porque las políticas neoliberales de los gobiernos “progresistas” han desilusionado a muchos de sus antiguos simpatizantes y desmoralizado y desmovilizado a otros.
En Brasil, Dilma probablemente ganará por unos
pocos puntos y en Uruguay es muy posible que gane el Frente Amplio. En Argentina
también es previsible que en el 2015 gane un candidato peronista mucho más a la
derecha que el gobierno kirchnerista actual. Lo importante será saber si esos
ganadores centristas y conservadores podrán contar con una mayoría parlamentaria
sólida, como hasta ahora o si se abrirá una guerra de usura en el Congreso y una
fase continua de negociaciones, empates y compromisos podridos y, sobre todo,
qué capacidad de movilización popular podrá mantener el núcleo duro petista,
frente amplista o kirchnerista, que conservaría un 25 por ciento de los votos a
sus candidatos.
En efecto,
si en Brasil hay una
importante ultraizquierda sectaria reacia a hacer política, no hay en cambio una
fuerte izquierda en el PT, que se burocratizó y desorganizó en el gobierno y lo
mismo pasa en el Frente Amplio uruguayo y en Argentina. Ante la ofensiva social de una derecha débil,
pero cuya fuerza principal consiste en el apoyo del gran capital extranjero y
ante el vacío de ideas y propuestas para salir de la crisis capitalista por la
izquierda, lo esencial es medir bien cuál es la situación y cuál es la real
disposición de la mayoría de los trabajadores para combinar la resistencia a la
inevitable ofensiva de la derecha con la construcción de poder popular y local y
de una alternativa.
Contrastemos con lo que
sostiene
Ricardo Antunes,
sociólogo y referente intelectual de la izquierda brasileña
en la siguiente entrevista.
"El gobierno Dilma será de
los grandes capitalistas"
9
de diciembre de 2014
Por Mario
Hernández (Rebelión)
-Mario
Hernández (MH): Comenzamos con la emisión de “¿Sin salida?” premiado como Mejor
Programa de Economía en FM por la entrevista que le hiciéramos a Claudio Katz de
Economistas de Izquierda (EDI) en oportunidad de la megadevaluación de
principios de este año. Hoy tenemos desde Campinas, San Pablo, Brasil, a Ricardo
Antunes con quien no pudimos hacer el balance de la segunda vuelta de las
elecciones en Brasil, pero las novedades en la constitución del futuro gabinete
nos da la oportunidad.
Al
respecto, aquí nos llegó el comentario del derrotado candidato Aécio Neves
diciendo que la convocatoria al Ministerio de Economía de Joaquim Levy era como
llamar a un cuadro de la CIA a dirigir la KGB.
Por otro
lado, hemos tomado conocimiento del documento que, entre otros, suscriben
Leonardo Boff, Joao Pedro Stedile y Emir Sader donde señalan una regresión en la
agenda que fue victoriosa en las urnas a favor del PT. ¿Cuál es tu visión?
-Ricardo Antunes (RA): Las dos cosas no son en mi opinión ninguna novedad. Dilma
ganó las elecciones en la segunda vuelta en una disputa muy intensa. Los
trabajadores, la población asalariada y los pobres sabían que si con Dilma el
gobierno iba a ir mal, con Aécio, con los tucanos, el partido de la
socialdemocracia brasileña, sería peor.
Aécio Neves es el puro neoliberalismo
financiero abierto y Dilma es un gobierno de acuerdo con el capital financiero,
comercial, industrial y agrario. Dilma decía que Aécio iba a hacer lo que ella
está haciendo ahora. Te doy tres ejemplos. Levy en el Ministerio de Hacienda es
un hombre importante en el segundo banco privado brasileño, el Bradesco. Dilma
intentó nombrar para esta función al principal directivo de esa entidad bancaria
que no aceptó.
La Ministra de Agricultura, la senadora Katia
Abreu, es una terrateniente muy conservadora. El Ministro de Industria es un
hombre de la Confederación Nacional de la Industria, por lo tanto, son tres
alternativas que a mí no me sorprenden. La sorpresa de estos intelectuales
simpatizantes o afiliados al PT para mí no existe.
Dilma ganó las elecciones diciendo que iba a
hacer un gobierno un poquito menos neoliberal, pero terminada la primera vuelta
organiza un gobierno para los capitales financieros, industriales y de los
agronegocios. El gobierno Dilma será de los grandes capitalistas que se pueden
quedar tranquilos porque va a subir el superávit primario y la tasa de ganancia.
Esa es la situación real.
Dilma repitió una estrategia que el PT ya había
utilizado en otras elecciones. Cuando las va a perder contra la derecha hace una
pequeña, muy pequeñita radicalización de su discurso moderado.
Un Frankestein
neo-desarrollista de base neoliberal
-MH: ¿Qué
programa va a aplicar Levy que ha motivado las reacciones que te comentaba?
-RA: Levy es un hombre de absoluta confianza del capital
financiero, que retomará la posición de Antonio Paolocci durante el gobierno
Lula siete, ocho, nueve años atrás, o sea, los capitales financieros exigen que
el gobierno haga los ajustes, que el superávit primario sea preservado y los
intereses de los bancos también.
Si Dilma escogiera un Ministro de Hacienda
entre los economistas del PT sería una declaración de confrontación con los
bancos y el gobierno del PT, desde 2002, jamás quiso confrontar con el sistema
financiero. La diferencia del gobierno Dilma y anteriormente de Lula, de lo que
hubiera sido un gobierno de Aécio, es que éste sería un gobierno abiertamente,
escandalosamente neoliberal, privatizador, con un superávit primario muy grande
para garantizar el pago de la deuda pública, etc.
Con Dilma será lo mismo pero con una parte
pequeña de los recursos financieros para garantizar la Bolsa Familia y algunas
actividades del Estado que son importantes para incentivar el desarrollo
económico industrial, por ejemplo.
Fundamentalmente hay una disputa de las clases
dominantes en Brasil por dos proyectos: uno abiertamente neoliberal, privatista
y del capital financiero en sentido puro y otro abiertamente pro capital
financiero pero combinando neoliberalismo con neo-desarrollismo, que en verdad
nada tiene que ver con el desarrollismo del pasado sino que es una especie de
Frankestein de un neo-desarrollismo de base neoliberal.
En ningún
momento desde 2002 el capitalismo fue mínimamente cuestionado
-MH:
Algunos datos hablan que en el presupuesto del 2014 el sector financiero se ha
apropiado del 42% en concepto de intereses y amortizaciones de la deuda pública,
con el 4% en salud, el 3.5% en educación y poco más del 1% en Bolsa Familia.
Teniendo
en cuenta estos datos, Atilio Borón, en una nota de ayer titulada “Dilma
capitulación y después” dice que este nuevo gabinete representa un proyecto
refundacional del capitalismo brasileño.
-RA: Tengo un gran respeto por Atilio Borón que es mi amigo
personal, un hombre muy inteligente y de izquierda, pero yo vivo en Brasil y en
ningún momento desde 2002 con Lula hasta 2010 y desde ese momento con Dilma
hasta hoy, el capitalismo fue mínimamente cuestionado, por el contrario, la
Bolsa Familia de Lula es citada por el Banco Mundial como ejemplo de política
asistencialista.
Nosotros sabemos que es preferible caminar en
la vereda opuesta del Banco Mundial. Lo que hizo Lula de diferente y Dilma
heredó, es una alquimia política muy importante y difícil.
La parte fuerte, grande, significativa del
presupuesto, de los recursos del Estado, es para los bancos, para el gran
capital, para incentivar a las grandes empresas transnacionales y nacionales.
Basta decir que Lula tiene un papel muy importante en la transnacionalización de
la burguesía brasileña que hoy está en las cárceles porque la corrupción es
completa. Fue la que sustentó el gobierno Lula y hasta hoy paga sus viajes
cuando él va al exterior, para que tengas una idea de lo que estamos hablando.
Por lo tanto, durante Lula y también con Dilma, el capitalismo brasileño no fue en ningún momento provocado o confrontado, pero vos sabés que los capitalistas quieren más y más. No quieren todo, quieren más que todo. Ahora es la hora de la crisis, está cerrada la bonanza, la fase de expansión, de ganancias altas, es un momento de crisis y quién va a pagar la cuenta, qué sector del capital va a dejar de ganar o hacerlo menos. Entonces, empezó la guerra de una parte de la burguesía, de la gran burguesía brasileña que decidió votar e indicar la candidatura de Aécio Neves porque es una marioneta del capital, un muñeco neoliberal puro.
Dilma y
Aécio no son lo mismo, pero son parecidos
Dilma en ningún momento cambió, y por eso no
concuerdo con el manifiesto de los intelectuales brasileños que dicen que Dilma
cambió. Dilma no cambió nada. Durante las elecciones vale hablar de todo y
después no se hace nada de lo que se defendió.
Durante las elecciones las encuestas indican lo
que un candidato debe decir. Recordemos que en 2006 en gobierno Lula estaba en
la crisis delmensalao, hubo elecciones y los encuestadores del PT
percibieron que las privatizaciones estaban causando descontento en la
población, entonces Lula empezó a decir que era contrario a las privatizaciones,
pero su gobierno siempre fue privatista, no volvió ninguna privatización atrás
hecha por Fernando Henrique Cardoso, por lo tanto, no concuerdo con esta
sorpresa. Son dos variantes de lo mismo. Hay una expresión latinoamericana,
incluso en su cancionero, que voy a usar libremente. Dilma y Aécio no son lo
mismo, pero son parecidos, practican en esencia la misma política, la diferencia
es la intensidad más o menos privatista, más o menos tasa de ganancia, más o
menos incentivos a los agronegocios, más o menos recursos para la Bolsa Familia.
La parte del presupuesto para educación y salud públicas es pequeña y para el
pago de la deuda pública, es decir, los recursos para pagar a los bancos es más
del 40% del presupuesto brasileño. Tristemente, esta es la realidad.
Las
izquierdas no comprendieron bien las voces de las calles, de las rebeliones del
2013
-MH:
Volviendo a las elecciones se observa que a la izquierda del PT hay una suerte
de marginalidad, es decir, las expresiones de la izquierda se han mostrado de
esa manera.
-RA: Tenés
razón, pero Luciana Genro que fue candidata del PSOL, un partido de izquierda
muy pequeño, tuvo 1.500.000 votos. Es poco, pero no es irrelevante.
La sociedad brasileña es muy conservadora y
después de las rebeliones de junio del 2013 ¿qué pasó? La derecha politizó las
rebeliones y salió a las calles a decir: queremos derrotar a la izquierda
bolchevique en el PT. ¿Te podés imaginar que Lula y Dilma sean bolcheviques? Es
un delirio. La derecha piensa que Brasil es Cuba en 1959 o Rusia en 1917. Es una
derecha con elementos fascistas.
Por otra parte, yo soy un intelectual de
izquierda en Brasil hace más de 40 años, pero es muy conocida la incapacidad de
la izquierda para hacer cosas unitarias. La izquierda tiene una magistral
incapacidad para articular una unidad, no es muy diferente de la izquierda
argentina que yo conozco, muy dividida también. Hace muchos años que acompaño la
situación de la vida política y social argentinas.
El tercer punto importante es que tampoco las
izquierdas comprendieron bien las lecciones, las voces de las calles, de las
rebeliones de junio del 2013 que decían más o menos así:
no queremos elecciones parlamentarias que no cambian nada, queremos cambios
reales a través de la lucha social y popular en las calles, en las plazas,
queremos cambios no institucionales y la izquierda no fue capaz, en ninguno de
sus sectores, de comprender en profundidad esta lección de las calles. Incluso
muchos de la izquierda de la izquierda quieren tener parlamentarios en el
Congreso, y para la población que se moviliza en las plazas y las calles, un
parlamentario más o menos no cambia nada.
En la
situación brasileña actual la derecha se fortaleció desde el 2013 para acá. Hace
12 años que el PT destruyó a la izquierda brasileña, porque era el partido de la
izquierda, pero poco a poco fue fracturándose.
La izquierda es un mosaico de pequeños
partidos, algunos importantes como el PSOL con el cual tengo relación, como el
PSTU, el PCB que no es más el partido reformista del pasado, pero son partidos
políticos pequeños y los movimientos sociales del Pase Libre, de los
Trabajadores Sin Techo, de la periferia, en el escenario electoral ¿qué
hicieron?
En el primer turno algunos votaron al PSOL, al
PSTU o al PCB. Repito que 1.500.000 votos para Luciana Genro no son
irrelevantes, es el inicio. La primera elección de Lula, en 1979, fue con poca
votación.
Este proceso implicará combinar la lucha política partidaria con las
luchas sociales en las calles, lo que supone una revisión profunda en la
práctica de los partidos políticos de izquierda. Hablo de la izquierda de la
izquierda, no del PT que no es de izquierda, envuelto hasta el alma en una
corrupción profunda que incluye a todas las empresas estatales brasileñas. La
corrupción no alcanza solo a Petrobras. Imaginate que el PT tiene como aliado al
PMDB que es un partido corrupto hace 40 años.
-MH: Desde
la época de la dictadura.
-RA: En ese momento era una oposición moderada, relativamente
seria, pero poco a poco se tornó en un partido pantanoso. También tiene relación
con el Partido Progresista, el partido de Paulo Maluf, un hombre de la extrema
derecha durante la dictadura y hoy aliado del PT.
Cuando la corrupción no es del PT, lo es de sus
aliados que en el período electoral reclaman Petrobras, Electrobras, Itaipú,
ministerios, secretarías, es un loteo y una corrupción generalizadas, donde el
PT se convirtió en un típico partido del orden, con la diferencia que en el PSDB
de Cardoso y Aécio no debe existir el asistencialismo para los más pobres sino
exclusivamente garantizar la ganancia del gran capital.
La diferencia es que el PT coincide en esto,
pero un poquito del presupuesto debe volver a los pobres para compensar lo que
se llevan los capitalistas. Esa es la tragedia brasileña.
La izquierda de la izquierda vive una situación
difícil porque el escenario mundial cambió si miramos cuatro años hacia atrás
con los indignados en España, la rebelión en Medio Oriente, en Inglaterra, etc.
Ahora es el momento de una ola más conservadora que fue muy fuerte en Brasil.
¿Por qué Dilma casi perdió las elecciones?
Porque el descontento de todas las clases en relación al gobierno era muy
grande, entonces muchos decían a Dilma no la voy a votar jamás y después
cambiaron porque percibieron que podía ser todavía peor.
Destaquemos de lo dicho por
Ricardo Antunes:
"tampoco las izquierdas comprendieron bien
las lecciones, las voces de las calles, de las rebeliones de junio del 2013
que decían más o menos así:no queremos elecciones parlamentarias que no cambian nada, queremos cambios
reales a través de la lucha social y popular en las calles, en las plazas,
queremos cambios no institucionales y la izquierda no fue capaz, en ninguno de
sus sectores, de comprender en profundidad esta lección de las calles. Incluso
muchos de la izquierda de la izquierda quieren tener parlamentarios en el
Congreso, y para la población que se moviliza en las plazas y las calles, un
parlamentario más o menos no cambia nada.
En la
situación brasileña actual la derecha se fortaleció desde el 2013 para acá. Hace
12 años que el PT destruyó a la izquierda brasileña, porque era el partido de la
izquierda, pero poco a poco fue fracturándose. (...)
Este proceso implicará combinar la lucha política partidaria con las luchas sociales en las calles, lo que supone una revisión profunda en la práctica de los partidos políticos de izquierda. Hablo de la izquierda de la izquierda, no del PT que no es de izquierda, envuelto hasta el alma en una corrupción profunda que incluye a todas las empresas estatales brasileñas. La corrupción no alcanza sólo a Petrobras. Imaginate que el PT tiene como aliado al PMDB que es un partido corrupto hace 40 años".
Continuemos en qué resultaron el gobierno de un guerrillero y de una
admirable experiencia política como el Frente Amplio.
Una mirada desde el sur… balance crítico del gobierno Mújica
9
de abril de 2014
Daniel S. Pereira
América Latina ha
vivido en la última década un crecimiento significativo de los partidos de
izquierda que, en diversos países, han llegado al gobierno. Sin embargo, parece
que la apuesta realizada por estos gobiernos ha sido la de fomentar los
intereses del capital en nombre del desarrollo. En el caso de Uruguay la
situación no ha sido diferente. Tal vez sea este uno de los motivos por el gran
deslumbramiento que viene suscitando, tanto en sectores de izquierda, cuanto de
derecha.
(…)
En entrevista
concedida en la mañana del 28 de noviembre a Radio Uruguay, Mujica afirmó: En
Uruguay nunca tuvimos tanto trabajo, nunca en nuestra historia tuvimos tanto
salario, ni tantos derechos, ni servicios, ni tantos miles de personas como
ahora han tenido una mutualista, ni tantas motos y ni autos y ni tantos
teléfonos. Sin embargo, ¿qué nos pasa?”, interrogó.
La afirmación,
que indirectamente puede ser vista como una especie de balance de su gestión,
evidencia una relación entre las medidas que su gobierno toma y aquellas tomadas
durante el gobierno Lula. De hecho, Mujica recordó que “Luis Inácio Lula Da
Silva en Brasil logró sacar a más de 40 millones de personas de la pobreza y
arrancar a mucha gente de la miseria. Sin embargo, la televisión sólo mostraba
imágenes de protestas violentas.”
Resulta, por lo
tanto, evidente que el Gobierno Mujica se refleja ampliamente en el modelo de
desarrollo adoptado por los gobierno del PT en Brasil (gobiernos Lula y Rousseff),
que han definido el desarrollo económico como su carro jefe.
Todo lo sólido se desvanece en el aire
Más allá de lo
contundente y conmovedoras que puedan ser las palabras de Mujica cabe
preguntarse lo que realmente representan las medidas adoptadas por su gobierno.
Y mas: ¿ha conseguido el gobierno Mujica dar consecución al plan de gobierno
presentado durante la campaña electoral? ¿Estaría la economía cambiando su rumbo
‘natural’? ¿Será que el FMI, la OMC y las grandes empresas multinacionales y
transnacionales cambiaron sus actitudes respecto a América Latina? ¿Por qué
gobiernos de izquierda ya no son vistos como un problema?
Para responder a
estas cuestiones proponemos aquí una mirada a dos aspectos emblemáticos del
desarrollo económico en Uruguay actual: la explotación de recursos naturales y
la cuestión agraria. No obstante, cabe señalar que Uruguay al igual que su
vecino, Brasil, ha adoptado como prioridad, en términos económicos la
implementación de un conjunto de medidas desarrollistas. En otras palabras, la
comprensión del gobierno Mujica es que se hace necesario que el país crezca en
términos económicos en caso de que desee alcanzar la equidad social.
Subsecuentemente, ha crecido el nivel de insatisfacción respecto del gobierno,
que se traduce en manifestaciones, división en la esfera sindical y surgimiento
de corrientes en el ámbito interno del Frente Amplio, partido de sustentación al
gobierno.
1. La explotación de recursos naturales
En los últimos
tres años el gobierno uruguayo ha adoptado un conjunto de medidas con el
objetivo de fomentar la explotación minera por parte de empresas extranjeras,
más específicamente la empresa Zamin Ferrous, con base en Dubai, a través del
megaproyecto Aratirí, de extracción de mineral de hierro. En el centro de estas
medidas están los cambios en la legislación de modo que se permite la
explotación a cielo abierto. Así, en 2011 se procedió a la reforma del Código de
Minería. Posteriormente, fue promulgada, el año pasado, la Ley de Puertos de
Aguas Profundas y, finalmente, el pasado mes de septiembre, el parlamento
promulgó la Ley de Minería de Gran Porte. Los impactos ambientales y sociales de
una explotación de este tipo eran hasta el presente momento desconocidos en el
país.
La consecuencia
directa de la explotación de minerías a cielo abierto es la profunda degradación
del medio ambiente, así como el deterioro de la calidad de vida. Esto se
comprende si se considera que la explotación a cielo abierto exige la extracción
de grandes cantidades de rocas del subsuelo. Ese proceso conlleva un alto uso de
explosivos y de materiales químicos, aumento de la contaminación del aire y de
la polución sonora.
Concomitante a
esto, el gobierno está construyendo un puerto de aguas profundas en la región de
Rocha, para lo que contará con ayuda del gobierno brasileño, de modo que se
tendrá un camino para exportar los minerales extraídos del subsuelo. Entre el
local de exploración y el puerto será construido un canal, de modo que se
cambiará totalmente el ecosistema de la región, inundando diferente áreas, así
como desviándo el trayectos de un río y algunos arroyos. Debe sumarse a esto la
construcción de un canal subterráneo de desagüe de toda el agua contaminada en
el océano.
Para maquillar toda esta situación el gobierno ha forjado todo un discurso afirmando que la explotación minera es una gran inversión que traerá desarrollo y divisas al país, además de fomentar el empleo y fortalecer la industria siderúrgica. Sin embargo todo esto se ha mostrado falso, una vez que la empresa Zamin Ferrous pagará bajísimos impuestos, generará apenas 1.500 puestos de trabajo y todos los minerales extraídos serán destinados a la exportación.
2. La cuestión agraria
Uruguay posee
históricamente una muy alta concentración de tierras, herencia del período
colonial, cuando grandes extensiones eran entregadas a los amigos de la corona
española. Esta estructura atravesó por un conjunto de modificaciones, no en
términos de extensión, pero en términos de distribución lo que permite reconocer
3 grandes períodos, a saber:
a) Período de
modernización del gran latifundio, a fines del siglo XIX, mediante la
consolidación de la gran propiedad rural y uso extensivo del suelo, lo que llevo
causó un significativo éxodo rural;
b) Periodo de
industrialización (mitad del siglo XX), dando origen al empresariado agrícola,
expansión de complejos agroindustriales y consolidación del trabajo agrícola
asalariado, llevando a la agricultura familiar a una situación de crisis.
c) Periodo de
expansión del capital multinacional y transnacional (fines del siglo XX y
comienzos del siglo XXI), vinculados al agronegocio, llevando a un intenso
proceso de concentración de la tierra, incorporación de tecnología y capital,
asi como tercerización de tareas y servicios.
Dentro de
ese contexto histórico-político, la cuestión agraria representaba una prioridad
dentro del Plan de Gobierno de Mujica. Sin embargo, las medidas adoptadas una
vez asumido el poder nos muestran que cualquier posibilidad de realización de un
proceso de reforma agraria ha sido totalmente descartada. En su lugar ha entrado
en juego de manera triunfal el agronegocio.
A
consecuencia de eso hubo un aumento significativo de la concentración de
tierras.
Conforme el Censo General Agropecuario de 2011, el 9% de las explotaciones
(fincas rurales) poseían 60% de la tierra mientras que el 56% de las
explotaciones poseían un 5% de la tierra. A su vez, el 43% de las explotaciones
se encuentran, hoy día, en manos de empresas extranjeras. Este índice es el
resultado de una rápida transformación ocurrida entre 2000-2008. En el año 2000
las fincas en manos de extranjeros equivalían al 1% del territorio nacional.
Actualmente, se calcula que más de 7 millones de hectáreas se encuentran en
manos de empresas extranjeras, área que anteriormente estaba distribuida, en su
gran mayoría, entre productores con menos de 100 hectáreas. Para no ser
injustos, digamos que el Instituto Nacional de Colonización ha distribuido
alrededor de 60 mil hectáreas en lo que va del gobierno.
Otro revés ha
ocurrido en lo que se refiere a la tributación sobre las grandes propiedades,
cuyo impuesto ha sido considerado inconstitucional por la Suprema Corte de
Justicia. Frente a este cuadro desolador podría alguien pensar que se trató de
una derrota sufrida por el gobierno en sus propósitos. Sin embargo, en la época
era conocida la posición contraria del vicepresidente, Danilo Astori, a la
creación de este impuesto. Y aún más, se sabe que, en caso de que la ley fuese
aprobada, el gobierno recaudaría 60 millones de dólares, suma esta que no se
destinaría a la reforma agraria, sino a la simple mejoría de infraestructura
rural, en consonancia con los intereses de los grandes capitalistas rurales. En
otras palabras, el dinero recaudado regresaría, en la forma de proyectos, a sus
antiguos propietarios.
Todo esto, para
no hablar de los problemas derivados de la implementación de una industria de
celulosa en la región de Fray Bentos, la UPM (United Papel Mill Ltd.), lo que ha
llevado a un aumento del monocultivo de eucaliptos, que requieren un alto
consumo de agua y la polución de los ríos. Todo esto para generar parcos 800
puestos de empleo directo y 2600 puestos indirecto, conforme datos de la
empresa. Dicha empresa, a nivel mundial, tiene un lucro de más de 10.000
millones de dólares y un total de 22.000 empleados. Haciendo un promedio,
podríamos decir que cada trabajador genera un lucro de aproximadamente
454.545,54 dólares. Queda por saber cuál es el coste de todo este proceso para
los trabajadores y cuál es el impacto para el medioambiente. Y como cereza en
torta de cumpleaños, el gobierno ha creado la Universidad Tecnológica a partir
de recaudaciones del impuesto Territorial Rural, creado ha poco tiempo. Los
cursos serán de nivel técnico y tecnológico, con el objetivo de formar mano de
obra cualificada para las demandas del agronegocio.
En fin, como
diría nuestro viejo amigo Marx: La producción capitalista sólo desarrolla, por
tanto, la técnica y la combinación del proceso social de producción socavando al
mismo tiempo las dos fuentes originales de toda riqueza: la tierra y el
trabajador.
Movimientos sociales en Uruguay
El
escenario presentado nos muestra que la opción del Gobierno Mujica (en nombre
del desarrollo socioeconómico) ha sido el fortalecimiento del capital
internacional.
Sin embargo, esto no significa la ausencia de luchas, en las cuales los
movimientos sociales adquieren un papel significativo, aunque también poseen
serios limites en términos de consciencia social. Tampoco significa que la
posición del Frente Amplio, partido al cual Mujica pertenece, defienda una
posición monolítica, sino que podemos observar dentro del Frente algunas
posiciones que situaríamos ‘más a la izquierda’.
Dada la peculiaridad uruguaya de no poseer grandes espacios en el gobierno que fomenten la participación social, la acción de los movimientos sociales posee en muchos casos un carácter reivindicativo, una vez que parten de las situaciones menos coyunturales. En contraparte, se trata de personas provenientes de barrios y periferias, de modo que su acción militante va siendo forjada desde la base.Otro movimiento que merece destacarse es el movimiento ambientalista, que originalmente poseía un carácter bastante conservador e ingenuo, pero que en Uruguay pasó por un avance significativo abrazando banderas políticas y económicas y llegando, en el momento actual, a adoptar una posición diametralmente opuesta a la acción de las empresas multinacionales y transnacionales. ¿Será esto indicativo de una posición de clase? El tiempo y los acontecimientos nos dirán.
En el contexto de
lucha por la tierra y la reforma agraria debemos destacar el papel de la UTAA
(Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas) que vivió un primer momento fuerte
en el periodo de 1961-1973, constituyéndose como un movimiento de clase, que
organizó luchas masivas y asumió la bandera de la Reforma Agraria.
Un segundo
momento, a partir de 2006, con la llegada del Frente Amplio al poder, abrió la
posibilidad de nuevas ocupaciones de tierras por parte de UTAA. Esta también
hace parte de la UNATRA (Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y
Afines) que, como el nombre ya indica, congrega a trabajadores rurales
asalariados y está vinculada al PIT-CNT, principal fuerza sindical de Uruguay.
Aquí también entra en escena el Movimiento por la Tierra, que agrupa campesinos
sin tierra, que han realizado diversas acciones y ya han obtenido sus primeras
conquistas. Es
importante percibir en este movimiento la comprensión de que una reforma agraria
no significa sólo concesión de tierras, sino construir condiciones para que los
campesinos puedan permanecer en la tierra como infraestructura, financiación,
vivienda, irrigación, entre otros.
El impuesto sobre
las grandes propiedades hacía parte de una negociación entre Mujica y las
cúpulas de los partidos de oposición,
así pues puede verse lo lejano que queda
el interés del señor presidente de que el pueblo organice una movilización
social contra las fuerzas capitalistas, como era de esperarse de alguien que
hace pocos días ha declarado que aún se siente Tupamaro.
Algunas palabras no conclusivas
Más allá de lo
conmovedoras que puedan ser las palabras del presidente Mujica, la realidad
uruguaya exige medidas que sean capaces de
crear igualdad y justicia,
en una postura radical contra el capital y sus agentes.
Así, cuando el
Frente Amplio se prepara a la disputa de una nueva campaña electoral, se hace
necesario que las fuerzas sociales de izquierda fortalezcan su unidad de clase,
tensionando el próximo Plan de Gobierno. Se precisa rescatar la experiencia
histórica del Movimiento Tupamaro, o tal vez recordar la vida del Chueco Maciel
que tomaba de los ricos y repartía entre los pobres, para salir de nuestro
letargo e ingenuidad.
Fuente original: Gallopinto, nº62, Comité de Solidaridad Internacionalista de Zaragoza. Fuente: http://www.revistapueblos.org/?p=15760
Fuente original: Gallopinto, nº62, Comité de Solidaridad Internacionalista de Zaragoza. Fuente: http://www.revistapueblos.org/?p=15760
Pensemos ahora en lo fundamental de generalizar la toma de conciencia de construir
el "Más allá del rentismo, más
allá del capitalismo".
Venezuela: ¿crisis terminal del modelo petrolero rentista?
septiembre, 2014
septiembre, 2014
Por
Edgardo
Lander
En los años del gobierno
bolivariano, en Venezuela, se han producido significativas transformaciones en
cultura política, en el tejido social y organizativo, así como en
las condiciones materiales de vida de los sectores populares anteriormente
excluidos. Mediante múltiples políticas sociales (las misiones) dirigidas a
diferentes sectores de la población, se han reducido muy significativamente los
niveles de pobreza y pobreza crítica. De acuerdo a la CEPAL, el país ha pasado a
ser, junto con Uruguay, uno de los dos países menos desiguales de toda América
Latina1 . La población esté mejor alimentada2. Se realizaron efectivos
programas de alfabetización. Con apoyo cubano, la misión Barrio Adentro
llevó asistencia médica primaria a los sectores populares rurales y urbanos en
todo el país. Se produjo una ampliación masiva del régimen de pensiones públicas
incorporando a millones de personas de la tercera edad. Se llevó a cabo
igualmente una extraordinaria expansión de la matrícula universitaria. En los
últimos años se ha impulsado un programa de viviendas populares. Se han
mantenido bajos niveles de desempleo y se ha reducido el empleo informal de 51%
en el primer semestre del año 1999 a 41% en el primer semestre del año 2014.3 Se
estima que el monto dedicado a la inversión social entre los años 1999 y 2013
fue de un total de unos 650 mil millones de dólares.4 De acuerdo al PNUD, el
índice de Desarrollo Humano del país se elevó de 0.662 en el año 2000 a 0.748 en
el año 2012, pasando de un desarrollo humano “medio”, a un desarrollo humano
“alto”.5 Ha sido en estos años amplia la dinámica organizativa y participativa
en el mundo popular: Mesas Técnicas y Consejos Comunitarios de Agua, Comités de
Salud, Comités de Tierras Urbanas, Consejos Comunales, Comunas... La mayor parte
de esta dinámica organizativa fue el resultado de políticas públicas
expresamente orientadas a promover estos procesos. Ha sido igualmente importante
el peso de la experiencia venezolana -en particular su proceso constituyente- en
el llamado desplazamiento progresista o de izquierda que ha ocurrido en América
Latina en estos 0años, así como en la creación de diversos mecanismos de
integración regional que han fortalecido la autonomía regional de la dependencia
histórica que la región ha tenido con Estados Unidos: UNASUR, CELAC, Petrocaribe,
ALBA.
Sin
embargo, las transformaciones sociales que se han dado no han sido el
resultado de transformaciones en la estructura productiva del país. Por el
contrario, lo que ha ocurrido en estos tres lustros ha sido una profundización
del modelo rentista, incrementándose la dependencia de los ingresos provenientes
de las exportaciones petroleras. El petróleo, en el valor total de las
exportaciones, pasó de representar un 68,7% en el año 1998 a 96% en los últimos
años6 . En términos absolutos se ha dado durante estos años una reducción del
valor de las exportaciones no petroleras y de las exportaciones privadas.7 La
contribución de la industrial al PIB bajó de 17% en el 2000 a 13% en el año
2013.8 Los avances importantes que han ocurrido en el área social son
consecuencia de un muy importante re-direccionamiento en el reparto de la renta
petrolera en el cual se le ha dado una clara prioridad a responder a carencias y
demandas de los sectores populares. Esto hace que estas políticas no solo sean
extraordinariamente vulnerables a las variaciones del ingreso petrolero, sino
que igualmente generan crecientes expectativas que solo sería posible satisfacer
sobre la base de ingresos petroleros en sostenido ascenso. Estas políticas
sociales y sucesivas alzas salariales han aumentado notablemente la capacidad
adquisitiva de la población, sin que este incremento sostenido de la
demanda estuviese acompañado por aumentos proporcionales de la producción
nacional, generando brechas sostenidas que tienen que ser satisfechas mediante
crecientes importaciones.
Durante estos años ha habido
una severa carencia de un debate teórico sobre lo que podría ser una sociedad
post-capitalista en este siglo y sobre cómo podría o deberían ser las relaciones
entre Estado, mercado y sociedad organizada, que incorpore tanto una evaluación
crítica de las experiencias del socialismo del siglo pasado. Igualmente ausente
ha sido una lectura informada y reflexiva sobre las potencialidades y
limitaciones postcapitalistas de las actuales transformaciones en marcha en
China, Viet Nam y Cuba. Esto, por supuesto no es un problema particular
venezolano, es una expresión más de la situación de la izquierda, que en todas
partes del mundo, ha demostrado su impotencia y falta de respuestas creíbles
ante la actual crisis global y la forma como ésta ha sido aprovechada para
avanzar en la restricción de la democracia y una aún mayor concentración del
poder y de la riqueza. En ausencia de reflexiones y búsquedas más sistemáticas o
estratégicas sobre las alternativas post-capitalistas, en estos años, desde el
gobierno venezolano han predominado dos tipos de propuestas.
-
La primera consiste en el automatismo que identifica socialismo con estatismo (propiedad estatal y/o control estatal).9 Buena parte de las empresas industriales y agrícolas que han pasado al control estatal pasan a ser gestionadas con menor eficiencia y menores niveles de producción. Esto ha sido el resultado de la expansión de la fuerza laboral, burocratismo, continuos conflictos laborales, precios de venta de sus productos que no corresponden a los costos de producción y falta de inversión, no solo para mantenimiento, sino igualmente para actualización tecnológica de plantas que -en casos como en la producción de acero y aluminio- presentan extraordinarios niveles de deterioro y obsolescencia. En el momento en que alguna empresa es estatizada, pasa inmediatamente a ser denominada “empresa socialista”.
-
La segunda es la que identifica al post-capitalismo con el Estado comunal. A todo esto se agrega la corrupción. En consecuencia, una elevada proporción de estas empresas está produciendo pérdidas y solo sobreviven gracias a la inyección de recursos provenientes de la renta petrolera. La noción de Estado comunal ha operado más en el ámbito discursivo y de promoción de una amplia gama de modalidades de organización política popular, que como una experiencia de transición hacia formas de organización de la producción descentralizadas, como parte de procesos de autogobierno desde la base de la sociedad. Las políticas públicas de fomento y financiamiento de diversas modalidades de organizaciones de base, en especial de los Consejos Comunales y las Comunas, han producido consecuencias contradictorias en estas dinámicas organizativas. Por un lado ha impulsado niveles de organización popular desconocidos en la historia del país y ha transferido enormes cantidades de recursos a comunidades para abordar la solución de sus problemas: vialidad, vivienda, actividades productivas, etc., contribuyendo igualmente al fortalecimiento del tejido social de las comunidades. Sin embargo, la tendencia dominante ha sido que, como resultado de la reafirmación de la histórica lógica estatista centralizadora de la economía petrolera rentista, en la medida en que las organizaciones populares tienden a depender directamente de transferencias de recursos del Estado, se han limitado o simplemente frenado las posibilidades de consolidación y autonomía de estas modalidades comunitarias de base como alternativa a la estructura del Estado. Adicionalmente, la corrupción asociada a las pugnas por el reparto de la renta ha llegado por esta vía también a la base de la sociedad.
El peso de la llamada economía social sigue siendo, después de
15 años, insignificante. A pesar de estos obstáculos, existen muchas
experiencias de base que, si bien son minoritarias, han logrado hacer propios
estos impulsos organizativos y financieros, pero sobre todo, se han nutrido de
la politización y activismo que ha atravesado a la sociedad venezolana en estos
años, para llevar a cabo procesos comunitarios de una extraordinariamente
riqueza y autonomía. Son, en este sentido, ejemplos vivientes de lo posible en
el campo popular. En el ámbito petrolero, contando el país con las mayores
reservas petroleras del planeta, durante estos años se han anunciado una y otra
vez grandes planes de expansión de la actividad, especialmente en la Faja del
Orinoco. Para ello se ha promovido una muy amplia participación de corporaciones
internacionales públicas y privadas, con un gran peso de corporaciones chinas.
Igualmente se han negociado créditos en gran escala (nuevamente especialmente de
China)12, tanto para sostener el gasto corriente como para proyectos
de infraestructura y de expansión de la actividad petrolera.
El Plan de la Patria, presentado originalmente por Hugo Chávez en las elecciones del año 2012 y que ha sido aprobado formalmente por la Asamblea Nacional como programa de gestión del presente gobierno, contempla como una de sus metas la transformación de Venezuela en una Gran Potencia energética y la duplicación de la producción petrolera hasta llevarla a seis millones de barriles diarios en el año 2019. Sin embargo, y afortunadamente para el planeta, hoy, a pesar de esas extraordinarias inversiones realizadas, la producción petrolera es algo menor que la del año 1998 Uno de los problemas más severos que confronta la economía venezolana es la continuidad de la sobre-valuación histórica de la moneda y la llamada enfermedad holandesa. El componente importado de la economía es tan elevado que devaluar la moneda hasta llevarla a una paridad más razonable inevitablemente produciría un salto aún mayor en la inflación. En consecuencia en Venezuela, prácticamente todo, menos el petróleo, es más barato importarlo que producirlo en el país.
Esto ha tenido y continúa produciendo severas consecuencias y
distorsiones. En primer lugar, socava los intentos de fomentar la
producción interna, sea esta pública, privada o de la economía social. Implica
igualmente una permanente e insostenible hemorragia de divisas altamente
subsidiadas, para alimentos y demás bienes de consumo básico, para insumos y
bienes intermedios, e incluso para la importación de bienes de lujo y turismo al
exterior. Los sucesivos instrumentos burocrático administrativos creados para
controlar el uso de las divisas subsidiadas y los intentos de una sistemática
micro gestión de todas las esferas de la economía mediante las decisiones
de sobre el otorgamiento o no de las divisas altamente subsidiadas, han
conducido a severos cuellos de botella en las importaciones, con un
significativo impacto sobre los precios y la disponibilidad productos e
igualmente a niveles masivos de corrupción. De acuerdo a Edmeé Betancourt, quien
en ese momento presidía el Banco Central de Venezuela, del total de $59.000
millones en divisas subsidiadas entregados en el año 2012, unos $20.000
millones dólares fueron entregados a “empresas de maletín”, una “demanda
artificial” “no asociada a actividades de producción”. Las amplias políticas
sociales, el subsidio a los alimentos y su importación intensiva por parte del
Estado, el subsidio masivo a la gasolina, las transferencias de recursos
a empresas públicas que, en algunos casos, no producen ni para pagar sus propias
nóminas, el aumento sostenido del empleo en el sector público, así como las
exigencias de inversión de la industria petrolera, implican una sostenida y
siempre creciente presión sobre el gasto público y demanda niveles cada vez
mayores de divisas. El creciente malestar entre amplios sectores de la
población Son varios los motivos por los cuales se han venido gestando niveles
crecientes de malestar de amplios sectores de la población, sobre todo la parte
de ésta que se identifica con la oposición. La inflación ha deteriorado la
capacidad adquisitiva e incluso ha revertido parte de los avances en la
capacidad de consumo logrados en estos años.
La escasez generalizada de
productos de consumo cotidiano exige dedicarle muchas horas (y muchas colas) a
la búsqueda de estos bienes. A esto se agrega la permanente preocupación por
el tema de la inseguridad. De acuerdo a la Oficina de Naciones Unidas contra la
Droga y el Delito, en el año 2012, la tasa de homicidios en Venezuela fue de
53,7 por 100.000 habitantes, la segunda más elevada del mundo después de
Honduras. 19 Esta situación económica coincide en el tiempo con un conjunto de
nuevas condiciones en el terreno político. El chavismo no ha sido capaz en estos
largos años de extender su base de apoyo electoral, por el contrario la ha ido
perdiendo poco a poco con políticas y discursos que han le han dado prioridad a
la confrontación y la exclusión político-ideológica (“los que no
sean socialistas, favor abstenerse”) sobre el diálogo y la inclusión. Con
frecuencia desde el gobierno se ha denunciado a la totalidad de la oposición
como fascista y golpista. Esta lógica de amigo-enemigo fue muy útil al chavismo
en los primeros años ya le que permitió movilizar a los sectores populares y
crear y consolidar una base de apoyo sólida, comprometida.
Una identidad popular chavista.
Sin embargo, ha contribuido igualmente a conformar y consolidar un
denso bloque de oposición, no solo al gobierno, sino a la idea misma de
socialismo. El proyecto de cambio no ha sido capaz de tender puentes hacia
otros sectores de la sociedad que de modo alguno pueden ser considerados como
oligarcas o fascistas. Difícilmente puede avanzar y consolidarse en el tiempo un
proceso de transformación profunda de la sociedad si la mitad de ésta (tal como
esta se expresa electoralmente), no solo no comparte, sino que tiene con
relación a este proyecto de cambio fuertes desacuerdos y, por las razones que
sea, profundos temores. La muerte de Hugo Chávez dejó un gobierno debilitado y
sin el extraordinario carisma y capacidad de liderazgo que lo caracterizaron. El
Presidente Maduro fue electo por una diferencia de menos de 2%. En elecciones
municipales del año 2013, el gobierno ganó la mayoría de las alcaldías y ganó en
la votación popular, pero perdió en las principales ciudades del país, incluida
el área metropolitana de Caracas, ámbitos privilegiados de la política en el
país. La oposición venezolana siempre ha sido heterogénea. Durante los primeros
años del gobierno bolivariano, los sectores de la derecha más radical lograron
-con el apoyo del Departamento de Estado- imponer su hegemonía sobre el conjunto
de la oposición en su búsqueda de derrocar al gobierno por vías no electorales.
Quienes no compartían esta visión fueron chantajeados y acusados de colaborar
con y legitimar al “régimen dictatorial”. Condujeron al conjunto de la oposición
a sucesivos fracasos: el golpe de Estado de abril 2002, el paro petrolero-lockout
empresarial de 2002-2003 y la retirada a última hora de sus candidatos en las
elecciones parlamentarias, que buscando desprestigiar al gobierno y demostrar su
carácter autoritario, que lo que hizo fue entregarle la Asamblea Nacional al chavismo.
Cada una de estas derrotas de la oposición fortaleció al gobierno y consolidó
su apoyo entre los sectores populares que, con su movilización y tenaz
resistencia cotidiana, jugaron un papel principal en la derrota tanto del golpe
de Estado como del paro petrolero. Esto comenzó a cambiar a partir del año 2006.
Después de fuertes debates, poco a poco, se fue imponiendo en la mayoría de la
oposición el criterio de que era necesario construir una base de apoyo política
nacional con el propósito de derrotar al gobierno por la (…)
Más allá del rentismo, más
allá del capitalismo
En el siglo XXI los retos de
ir más allá del capitalismo no pueden separarse de la exigencia igualmente
crucial de desprenderse de los modos de producción, distribución y consumo y de
las modalidades hegemónicas de producción de conocimiento de este orden social.
Esto pasa necesariamente, entre otras cosas, por el establecimiento de otras
formas de relacionarse los seres humanos con el resto de la naturaleza y la
creación de otros patrones energéticos. El surgimiento y primacía global del
capitalismo industrial se sustentó en el acceso a combustibles fósiles baratos y
ampliamente accesibles. En dos siglos y medio el capitalismo industrial logró
transformar esos inmensos depósitos -creados a lo largo de millones de años- en
la energía que hizo posible tanto el espectacular crecimiento económico de estos
siglos, como la acelerada destrucción de las condiciones que hacen posible la
vida en este planeta. Este patrón energético no es un componente secundario,
sino una dimensión constitutiva esencial de la forma como se desplegó
históricamente este régimen de producción y de vida. Nadie pretende que el paso
a una sociedad post-petrolera signifique que de un día a otro se puedan cerrar
todos los pozos petroleros. Es necesario sin embargo, en forma urgente, dar
pasos y formular las direccionalidades de esta indispensable transición.
Este imperativo está ausente en las políticas públicas de prácticamente todos
los gobiernos del mundo que siguen dándole prioridad al crecimiento económico
sobre las exigencias de la preservación de la vida. De la misma manera, las
políticas del Estado venezolano no solo no contemplan la necesidad de esta
transición, sino que por el contrario están comprometiendo el futuro del país a
largo plazo en una dirección opuesta. La mayor parte de los principales
objetivos de transformación de la sociedad que han sido formulados en el
proyecto bolivariano, en el texto constitucional, y en los documentos
y propuestas políticas hasta llegar al Plan de la Patria, no son realizables
sobre la base de la afirmación del modelo de la monoproducción petrolera. Sin
una transformación profunda de este patrón productivo, si no se abandona el
imaginario del crecimiento sin fin, si no se reconocen los límites del planeta y
la profunda crisis civilizatoria que confronta la humanidad, si la
transformación no tiene como eje medular la transición hacia una sociedad
post petrolera, como condición de la posibilidad misma de una sociedad post
capitalista, los objetivos principales del proceso de cambio que han sido
propuestos por el movimiento bolivariano no tienen posibilidad alguna de
realizarse.
Este proceso político está atravesado por profundas contradicciones entre sus principales objetivos declarados por un lado, y el reforzamiento sistemático de la lógica colonial del desarrollo y del rentismo petrolero. Objetivos tan centrales en las formulaciones de este proyecto de transformación societal como lo son la democracia participativa y el Estado comunal; la soberanía nacional; la soberanía alimentaria; la pluriculturalidad, y el reconocimiento de los derechos constitucionales de los pueblos indígenas; y el objetivo quinto del Plan de la Patria, “contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana” no sólo presentan tensiones, sino que son estructuralmente incompatibles con un petro-Estado, con una economía extractivista depredadora cuyos ingresos estén, además, altamente concentrados en manos del poder ejecutivo. La participación democrática de base y el autogobierno comunal encuentran un límite estructural en el hecho de que en esta economía petrolera, las comunidades carecen de un piso productivo propio y dependen en una forma permanente de las transferencias (“bajadas”) de recursos y líneas políticas desde el ejecutivo y el partido de gobierno. Sin autonomía en relación tanto al Estado como al mercado, no es posible la construcción de una genuina democracia participativa. Por más organización y participación de base que se promueva, no se puede hablar de democracia protagónica si las principales decisiones sobre el rumbo del país son tomadas en el vértice de las estructuras políticas, burocráticas y técnicas altamente centralizadas que caracterizan al petro-Estado venezolano.
Insistamos sobre
"no se puede hablar de democracia
protagónica si las principales decisiones sobre el rumbo del país son
tomadas en el vértice de las estructuras políticas, burocráticas y técnicas
altamente centralizadas que caracterizan al petro-Estado venezolano".
Tengamos en cuenta a las reflexiones y propuestas de otro venezolano
revolucionario:
Dos
autocracias al interior del fascismo y el gobierno y el rol insurgente del poder
popular
28 de marzo de 2014
Por: Roland Denis
(...)Siendo el ejecútese del poder popular la alternativa que nos queda, la
propuesta de los Consejos Populares Revolucionarios (ver
consejopopularrevolucionario.blogspot) a regar por todo el país desde su
instancia nacional hasta local, no es más que un intento en debate que se
extiende por lo pequeño y prueba con la movilización nacional al Táchira.
Se
trata de reactivar el Proceso Popular Constituyente y la movilización del
pueblo en lucha, como única alternativa a la violencia fascista y la
degradación burocrática que han creado sus respectivas autocracias. Hay
muchos movimientos, colectivos y partidos ya agregados en este esfuerzo,
pero necesitamos que lo mejor del consejismo organizado se vaya insertando a
este esfuerzo de manera de darle a estos consejos populares la posibilidad
de ser una síntesis real del poder popular con completa autonomía. Algo que
comienza a darse en la medida en que el debate de cada una de sus cartas de
luchas propias (la carta que lo define, ubica su lucha concreta y aclara la
nueva realidad a crear) pasa al ejecútese de la misma, utilizando los
derechos de ley y la disposición colectiva para hacerlo, chocando sin lugar
a dudas con el estado burgués y los intereses capitalistas más nocivos y
opresores.
No es la clásica toma del poder aunque mucho se pueda discutir al respecto,
y nada niega que se tenga que hacer. Lo importante, después de todos estos
años de esfuerzo de millones de compatriotas y viendo como la debilitación
del sujeto revolucionario y del proyecto de justicia y socialización ha
permitido que se reabra el capítulo fascista en este país, es hacer que el
poder real sobre nuestro destino común como pueblo esté cada vez más lejos
del Estado. Las autocracias nacen cuando ese Estado ha entrado en una fase
realmente crítica e incapaz de generar el contrato social para lo cual fue
creada la forma-Estado por la burguesía europea. No se trata entonces de
reoxigenarlo sino de terminar de crear las condiciones para terminar de
pulverizarlo como pedía Chávez...golpe de timón: golpe al fascismo y la
autocracia.
----
Carta fraternal a Marea Socialista
19 de noviembre de 2014
19 de noviembre de 2014
Por: Roland
Denis
(...)Una tendencia que se materializa en lo que hemos llamado: "una
república corporativa-burocrática" y que hoy en día ha convertido "al partido"
en una autocracia, y el Estado en un modelo corporativo de mando que ha
defalcado sus propios recursos y que mientras más habla de socialismo más lo
burocratiza, más lo corrompe; tragedia secular de las izquierdas en el poder.
De todos esos debates salimos literalmente derrotados , quedando muchos de nosotr@s, gentes que no nacimos ayer y que alguna vaina hemos echado en este país, maguareando entre la callada resistencia local, la lucha frontal pero fragmentaria y una irreverencia intelectual que sirve al alma mas no al movimiento ya que no termina de toparse orgánicamente con él. De allí nos hemos ganado cualquier cantidad de detractores y criminalizaciones, igual que ustedes. Pero esto es lo menos importante y más natural dentro de la comidilla miserable que es como el mosquito y la picazón: inevitable. El problema es otro, es la pregunta existencial más recurrente que aparece en estos momentos de "apartheid": ¿tendrá sentido todo esto?, y cuando veíamos en persona la sangre vertida por seres tan esplendorosos y ejemplares como Sabino Romero o Argenis Vásquez, fenómeno que no para, ahora son hasta masacres a colectivos –Quinta Crespo-, y que se hunde una y otra vez en la misma impunidad, todavía más.
Para no extender
mucho la cosa, cuando leí esas conclusiones que dirigen una crítica frontal a la
dirección del PSUV, siendo ustedes de ese partido, viendo en ese seminario
congregadas personas con quien tenemos muchas diferencias como es el caso del
grupo Garibaldi (Navarro, Osorio), pero que reconocemos su calidad personal e
intelectual, o Fredy Gutierrez, o la incorporación a sus filas de hombres como
Nicmer Evans, y otros que no conozco, entonces digo lo mismo que sentí cuando
Chávez lanzó ese impredecible y último "Golpe de Timón": ¡carajo, esta pelea no
ha sido en vano!, de muchos y muchas que están en lo más hondo de este pueblo y
no solo este catire anarcoide. La verdad efectivamente ¡es siempre
revolucionaria!.
Muy satisfecho
entonces,
viendo como esa "rebelión antiburocrática" que propagandizamos desde
el año 2005 (hasta saqué un libro al respecto, "Rebelión en Proceso") se pueda
empezar a concretar, de acuerdo a sus tesis tácticas, dentro del principal
partido de este país. Siendo ustedes, gentes probas, herman@s, luchador@s
quienes la animan a integrarse de manera organizada y definiendo bien los
objetivos comunes y no cualquier oportunista o infiltrado (que no se asombren
pero la "línea-sapo" ya los van a acusar de tal, y además ¡de la CIA!, he oído
preparaciones de campaña por ese lado, mosca pues).
Ahora bien, así como anima el pequeño pero importante paso que están dando, también hay cosas que nos preocupan y que tratamos en la última reunión de la "asamblea de militantes" que hicimos. Se trata por un lado que no les pase como a un perrito callejero frente a mi casa, muy juguetón y simpático pero una "ladilla china" en la noche, ladraba solo hasta por horas. Noches atrás vino un tipo en la madrugada con una pistola y lo mató: "muerto el perro, se acabó la sarna", como dicen. ¡Mosca igual por su vida y se eso se lo decimos de frente hermanos!, sobran las razones. Pero no es sólo la muerte física lo que advertimos, es también la muerte política del esfuerzo.
Ustedes apuestan
como militantes del PSUV, en principio a la continuidad en el poder de este
partido, que en este caso representaría al conjunto del chavismo y la revolución
bolivariana. Pero esa apuesta está condicionada por lo que ustedes declaran: a
que se produzca, se reconozca y se legitime la rebelión, sin dividir la
estructura. Acuérdense lo que le ha pasado en este país a todas esas iniciativas
importantes que han tratado de darle el vuelco a un partido popular, de
identidad inicial nacionalista y antimperialista, en el poder como lo fue Acción
Democrática en los años 60. El MIR, el PRIN, el MEP, cada uno en su
característica quiso voltearle la torta desde adentro a la dirección impuesta y
traidora, generando una rebelión interna que inevitablemente luego los llevó a
dividirse. A la final por causas muy distintas, terminaron siendo esfuerzos
inútiles. Pero de eso también podemos contar infinidad de esfuerzos
internacionales, dentro de partidos socialistas y comunistas en el poder o muy
importantes, ¡o la tragedia de Trotsky dentro del PCUS!, personaje histórico muy
afecto a muchos de ustedes.
Ojalá sean
ustedes y no nosotros los que tengan la razón, en cuanto a la posibilidad de
derrotar una dirección autocrática dentro del partido y en el poder, e imponer
la línea democrática-radical que se extendería sobre el quehacer de gobierno, a
lo cual incitan en el seminario. Nosotros de "entrismo" y líneas tácticas dentro
de partidos, somos unos burros, no sabemos nada, y por tanto nada tenemos que
recomendar en ese sentido. Pero sí hay algo que podríamos aportar menos táctico:
las estructuras políticas de partido una vez creadas y mimetizadas a la
burocracia de gobierno, se cierran sobre ellas y encuentran su caudal militante
en esa misma burocracia o gentes anexas a ella mediante el clientelismo
político. Generar una "rebelión interna" dentro de estos partidos por lo general
termina siendo una "fuga lateral", que atrae lo más noble que queda en él pero
se queda aislado sin masa real o muy precaria. Eso forza la ruptura –o la
expulsión- que a su vez, si no cuenta con un "otro" más allá del partido, si no
se funde con el verdadero "pueblo en lucha", sus movimientos, sus
movilizaciones, sus razones que no tienen nada que ver con vanguardias o
partidos, la capacidad de desacreditación o de represión de esta estructura
partido-gobierno, hace que el esfuerzo se desmorone. No vemos en ese sentido una
estrategia clara como antídoto estratégico a este ciclo inevitable de las
divisiones dentro de un partido-gobierno, con todas las razones del mundo pero
sin estrategia de fuerza.
Ustedes hablan en su seminario, de que si no se produce esta "revolución democrática" dentro del partido habrá que empezar a generar una nueva vanguardia, ir a la división entonces y promover un nuevo partido me imagino que se parezca mucho más a lo que se vendió a la hora de constituir el PSUV. Compañeros me disculpan pero eso me parece muy superficial y voluntarista. Ustedes apuestan a la unidad del "pueblo bolivariano" sobre una estructura de partido fuera del PSUV, que incluso podría como vanguardia ir a la lucha directa por el poder. Todas estas consideraciones suenan bellas, pero donde esta el nuevo "Chávez" que lo haga, o un "Chávez colectivo" que salte insurrecto, es decir, ¡con que culo se sienta la cucaracha!.
En nuestro caso
hasta nos parecería muy bueno si el PSUV pierde las elecciones parlamentarias,
no vamos a hacer ninguna campaña por eso pero no estaría mal, "pa lo mal que
estamos" y que ustedes y sus trabajos publicados han sido los primeros en
constatar, eso le vendría muy bien a este proceso. Llevaría a reanimar muchas
cosas, a cuestionar a fondo otras con eco en toda la sociedad y no solo las
redes de opinión, un gran reto frente al desafío que representaría el desespero
de masas envalentonadas venidas de la clase media hacia arriba por derribar a
Nicolás a la fuerza o por referéndum: la venganza histórica. Esto sería un golpe
despertador que obligaría a reanimar no un partido sino las bases clasistas de
la revolución bolivariana, el pueblo que realmente la necesita y que van mucho
más allá del chavismo incluso y por tanto del gobierno.
Pero nosotros
regados, estamos en "otra política": insurgencia-dualidad de poderes. Mientras
que ustedes apuestan a la continuidad del esquema gobierno-partido-masas, bajo
el chavismo. Apuestan a la victoria electoral dándole continuidad a estos 15
años, y esta tesis de la "nueva vanguardia" dicha en el aire para ese cometido,
ojala tengan todo a suerte, pero es de más que vaga, hasta podría darle la razón
a muchos que quisieran acusarlos de simples divisionistas, desacreditándolos en
el sentido común de las cosas.
Considero finalmente, dentro de la fraternidad que nos une, que no hay duda que hay una tarea urgente y derrotar el autocratismo, ir a un esquema de gobierno abierto al pueblo, construyendo un poder obrero y popular que sea capaz de "tomar el poder", equivalente a "pulverizar el estado burgués". Tiene que haber justicia frente a la sangre derramada y la cantidad de corruptos en las filas del gobierno y la burguesía que han desfalcado este país. Tiene que reanimarse una verdadera estrategia de soberanía perdida entre corporaciones y políticas que han acabado la producción nacional en pro de un populismo clientelar y el trabajo improductivo y totalmente des-socializado. Si en cosas como estas muchos y muchas podemos estar de acuerdo, y ustedes se han convertido en un pequeño faro de la rebelión.
Entonces:
¡Échenle bola!, no esperen lo que se les diga en contra ni de garantizar nada
dentro del esquema de poder que sólo Chávez pudo mantener (y la rebelión del 13
de Abril). Vamos a ayudar a nuestro pueblo a mover la sangre insurrecta
bolivariana de nuevo.
No esperen construir "nuevas vanguardias" fijas en un
partido o estructura, que esta revolución es y siempre vino de abajo, sus
vanguardias reales que nunca han sido cofrecitos del PSUV, están articuladas
bajo otra lógica que no es la del partido tradicional, y son las que en
definitiva mantienen este sueño vivo. Pueblo que es impredecible como los
huracanes del caribe y en estos momentos si no hay ese salto en caliente, bajo
el frío y demagogo maquillaje de candidatos despotricando del enemigo, no por
culpa nuestra, por culpa de ellos-ellas y solo de ellos, van a perder las
elecciones parlamentarias. Pero van a quedar gentes como ustedes dentro de la AN
y eso está bien. No le paren al chantaje pero vayan a la lucha real y
significativa que eso generará el verdadero referente. Toda revuelta es buena
como decía Mao pero cuando hay estrategia. Y no es el partido Psuv quien
necesita un sacudón es la revolución que asumió el pueblo como suya y de la cual
cada día se habla menos en ese mismo pueblo. Verse a sí misma y reencontrar su
brío, desechos entre tanto golpe trapero, tanta mentira, tanto traidor.
Saludos
militantes
----
El desastre nacional y una otra
política libertaria
4 de diciembre de 2014
4 de diciembre de 2014
Por Roland
Denis (Rebelión)
(...)Necesitamos a como de lugar de un congreso de
bases fuera de toda esta maldición del Polo Patriótico-PSUV, para generar una
“otra política” que así sea con armas en mano, se imponga con la posibilidad de
reordenar el país y ver que posibilidad tenemos en estos momentos desde el
movimiento obrero, minero, campesino y movimientos sociales que los acompañen,
de promover una política de autogobierno del pueblo con capacidad de producir lo
necesario al menos para que en los próximos años podamos cambiar radicalmente la
situación de este país y darnos lo que necesitamos sin hacernos cada día más
pobres y dependientes sino al contrario, más libres y soberanos.
Hay por supuesto que poner al gobierno contra
la pared, hay que atreverse a ello.
Corredores territoriales de producción y
autogobierno integrados, deben asumir el poder en Venezuela, de lo contrario y
el gobierno no lo acepta, preparar el contexto de una huelga general promovida
desde el movimiento popular de base chavista. Estas palabras parecen de puro
alarmismo fuera de los intereses tácticos en que la inmensa cantidad de núcleos
de opinión y organización en estos se mueven alrededor del chavismo o más
alejado de él. Pero ya verán con que nos vamos a conseguir dentro de dos meses y
no más con un país rentista con menos del 30% de divisas que el rentismo le
otorga y con todas las reservas de divisas agotadas y en los bolsillos de los
grandes saqueadores de estos últimos años.
La oposición es fascismo puro, en cualquier de
sus versiones, y ninguna fórmula de transición negociada podrá funcionar ya que
su fórmula de poder no es otra que retomar el plan de anexión al polo imperial
occidental y reorientar toda la política de gobierno en función de la
privatización del resto de lo que queda de economía y recursos básicos en este
país. Allí no hay nada y su espera por que el desastre sea de en más en más
evidente es su estrategia para emerger con cualquiera de sus fórmulas pacíficas
o violentas. Lo cierto es que en una situación así el fascismo consustancial a
esta nueva derecha-oposición no tiene ningún criterio de transición compartida,
por las razones mismas de lo que ha pasado todos estos años, donde sólo el odio
racista y de clase es lo que han sabido cultivar.
Como ya lo hemos gritado en tantas oportunidades lo decimos ahora sin tapujos: “el pueblo tiene que alzarse”, pero no como una masa desorbitada políticamente sino con un proyecto realmente revolucionario y de producción común a la mano. Ya hay suficiente experiencia y proyectos probados como para decir cada quien en su ámbito con un cambio de 180 grados de toda la política nacional hacia una alianza real y a concretar con todos los sectores trabajadores de este país puede sacarnos adelante. Pero dada la composición interna del gobierno, manejado por las mafias corruptas militares y civiles de toda índole, eso no vendrá por simples negociaciones en Miraflores. Hay que crear el marco político de encuentro para un programa político de salvación desde las bases e imponerlo al gobierno. Nicolás no está dispuesto, como bien lo ha probado, para ponerse al frente de esta rotación total e indispensable del destino económico-político de este país. Ha preferido las alianzas, como buen burócrata en que se convirtió, con los sectores de esta nueva burguesía dineraria con tal que lo sostengan en el poder. No hay nada que hacer al respecto. El liderazgo tiene que emerger con el alzamiento de la base. Si esto suena muy extremista para el día de hoy, y todas las cosas siguen como están, pues verán que mas bien suenan conservadoras para el desastre que nos avecina.
Propugnamos una y otra vez para ello, una
mentalidad realmente libertaria, fuera de todo apego a los vicios del poder y
“estar allí”, en nuestro caso a la casa de las cuotas deseadas de la renta
petrolera, que es la renta del colonialismo y la sumisión que hemos heredado,
desde el simple pendejo entre nosotr@s que espera que le apoyen su proyecto, o
le sigan bajando recursos como ha sido todos estos años, hasta los grandes
traficantes de las cuotas de poder y dinero al interno del gobierno. Ya basta
incluso de comandante y chavismo, ya basta de mitos y fantasmagorías mediáticas
que nos han puesto en el peor lugar de los lavapisos de la arrogancia de los
poderosos. Hay que alzarse, sólo una recomendación, para que no lloremos mañana
lo que perdimos para siempre.
Apreciemos
que la focalización en el triunfo electoral de "gobiernos progresistas" no
sólo se desentiende de lo medular que es el modelo extractivista compartido
y de sus respectivas autocracias (en distintos grados) sino de lo
fundamental que todos los pueblos de Nuestra América están creando:
Tejido de Autonomías y de Resistencias
13 de julio de 2014
Las grandes
empresas transnacionales que gobiernan el mundo atacan cada vez con mayor fuerza
a la naturaleza y a la humanidad.
Como el ataque es global
nuestra resistencia también debe serlo.
“Lucha Indígena” va tejiendo lazos con combatientes de diversas zonas del país y
también los teje con combatientes de otros países del continente y de más allá.
El mes pasado, la Universidad del Cauca, Colombia, impulsó la reunión “Tramas y
Mingas para el Buen Vivir”.
Sobre ese
encuentro, el escritor uruguayo Raúl Zibechi, manifiesta en el periódico
mexicano “La Jornada”: “Tramas y Mingas es el nombre del encuentro que esta
semana mantuvieron indígenas, campesinos y afros en el Cauca, sur de Colombia.
Se trataba de tejer realidades en minga (en quechua “mink’a”), trabajo
colectivo, horizontal, con base en la cooperación y la ayuda mutua. Indígenas
misak, nasa y coconucos del Cauca, quechuas de Perú y Bolivia, campesinos de
diversos países, afros de la costa Pacífico, profesores y estudiantes,
compartimos saberes y problemas que nos afligen y necesitamos superar.”…………
“Tramas y Mingas se organizó en torno a cuatro temas: la vida y la resistencia; las economías comunitarias; las autonomías y los poderes, y la educación y la comunicación.”……“El tejido de las resistencias y las mingas para darle forma al tapiz multicolor del mundo nuevo se alimenta de todas las resistencias, aun de las más pequeñas, no importando cuántos y cuántas son, sino cómo hacen, con qué espíritu trabajan.” Olver Quijano Valencia, profesor de la mencionada universidad, dijo: “…Aprendimos que hay “cosas que no caben en las cadenas”, que es posible concretar opciones “sin Estados, sin gobiernos y sin estructuras”, que tenemos “derecho a decir NO”, que hoy no hay “áreas ni gente sobrante”… se refirió a “la cooperación de organizaciones y movimientos sociales, …… dedicado a la exaltación y reconocimiento de la potencialidad explicativa, comprensiva e interpretativa de practicantes y de prácticas sociales que confrontan las intimidaciones del pensamiento euro-usacéntrico, disciplinario y profesionalizado, poniendo en tensión sus lugares de producción, sus formas de circulación y sus proyectos de representación.” Mencionó “la necesidad y el valor de una escuela para conservar, valorar y combatir la pérdida de la memoria”. No fue un encuentro de académicos, sino de gente de abajo. De Colombia estaban presentes, entre muchos otros, fundadores de la “Coordinadora Regional Indígena del Cauca”, representantes de comunidades autogestionarias, extrabajadoras de empresas agroindustriales que se independizaron para trabajar agricultura ecológica, niños que también la practicaban. Estuvieron combatientes de Bolivia, Argentina, Brasil. A nuestro representante le solicitaron que expusiera sobre el rol de “Lucha Indígena” en la difusión de las luchas anti-sistémicas de Perú y de otros países. Seguiremos tejiendo lazos con combatientes de acá y de todas partes.
Esperamos que todos quienes, en el Perú y otros
países, luchamos contra la opresión de las grandes empresas transnacionales
(sus gobiernos serviles, sus parlamentos, sus poderes judiciales, sus
policías y ejércitos, sus grandes medios de comunicación), cada vez más nos
esforcemos por conocernos más, por comprender y apoyar nuestras
diversas formas de resistencia, por unir nuestros brazos en la
lucha, haciéndola cada vez más colectiva, lo que hará posible el triunfo.
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Propuesta política y de acción de los pueblos indígenas
Colombia,
26 de agosto de 2004
Autor:
Organizaciones Indígenas de Colombia
Minga
por la vida, la justicia, la alegría, la autonomía y la libertad y movilización
contra el proyecto de muerte y
por un
plan de vida de los pueblos
Presentación:
Este es el
documento marco adoptado y aprobado por las organizaciones indígenas abajo
firmantes de los niveles nacional y regional como orientación política y
estratégica básica para la Minga y la Movilización. Se propone que las
organizaciones, autoridades y programas de las comunidades indígenas lo estudien
y lo manejen para los efectos de educación y discusión interna y externa. El
documento será compartido a través de las páginas y medios electrónicos con el
propósito de recibir comentarios, propuestas y reacciones de las organizaciones
y de los demás movimientos populares del país y solidarios del exterior. Como
documento marco, el contenido es una matriz de trabajo que debe ser explicada,
profundizada y desarrollada en diversas formas. Los equipos de comunicación
deberán desarrollar materiales para la difusión del contenido y prepararse para
responder a los medios de comunicación y a otros agentes sobre la base de su
contenido. Se solicita a expertos en diversos temas, líderes y asesores
colaboración con el desarrollo y profundización de los temas y propuestas que se
incluyen. Al documento deberán anexarse otros que desarrollen información y
temas particulares, especialmente aquellos relacionados con las violaciones de
derechos humanos cometidas en los territorios indígenas y contra las comunidades
y comuneros, como también sobre el tema del TLC y el ALCA y sobre el paquetazo
de reformas constitucionales.
Principios:
Este es un
mensaje de convocatoria desde los pueblos indígenas que tiene raíces en nuestra
voz y nuestra memoria colectiva, pero que no pretende imponerse. Los pueblos
necesitamos solidaridad recíproca y unidad, caminar juntos para defender la
vida, la justicia, la alegría, la autonomía y la libertad. Partimos de estos
principios:
• Lo que sucede hoy en nuestro país y en nuestros territorios es grave, no da espera y debemos movilizarnos de inmediato.
• La situación de emergencia se debe a un problema de fondo relacionado con la estrategia neoliberal y la globalización y por eso la acción inicial es parte de una lucha a mediano y largo plazo. Los resultados que persiguen el ALCA y el TLC representan las formas de agresión más peligrosas y destructivas para las que se realizan las reformas constitucionales y a las que en última instancia sirven la guerra y el terror.
• Las movilizaciones urgentes no son el comienzo ni el final del camino, sino una etapa del proceso que se propone construir en minga alternativas indígenas y populares para que otro país justo, democrático, respetuoso y en paz sea posible.
• Es contrario a la verdad que este Gobierno haya alcanzado o esté logrando la paz, la justicia y el bienestar y que ande por buen camino. Ya estamos sumergidos en la guerra y en una crisis sin precedentes que empeoran con las políticas que se vienen implementando con el falso argumento de superarlas.
• Las comunidades, organizaciones y pueblos indígenas vivimos en carne propia esta realidad y por eso queremos que el país y el mundo sepan que estamos inconformes con el modelo que se implementa en nuestro país y con sus consecuencias.
• Como pueblos ancestrales autónomos rechazamos la intención y la práctica irresponsable y criminal del Gobierno que pretende involucrarnos en la guerra imponiéndonos la disyuntiva de colaborar con las fuerzas armadas o de lo contrario, ser perseguidos y criminalizados como presuntos colaboradores de la insurgencia. En vez de protegernos, el Gobierno y las fuerzas militares son un factor de terror y maltrato en contra de nuestros pueblos.
• Igualmente, una vez más rechazamos la arrogancia, el autoritarismo, la intimidación, los abusos, los crímenes cometidos por la insurgencia contra nuestra organización y nuestras comunidades y sus intentos constantes de cooptar y someter a las organizaciones y de reclutar comuneros y comuneras.
• Reconocemos, respetamos y compartimos la inconformidad y la lucha de otros sectores y procesos populares y nos comprometemos a coordinarnos y a trabajar en unidad y solidaridad recíproca con ellos desde nuestra autonomía.
• Rechazamos por principio y por experiencia cualquier intento de cooptación, apropiación, manipulación o explotación de nuestro proceso.
• Es fundamental reconocer y no caer en la trampa que busca dividir a las comunidades indígenas contra las campesinas y afro-colombianas. Estas viejas estrategias explotan y generan diferencias para dividir los procesos populares.
• Nos distanciamos de quienes aseguran que solo es posible el desarrollo y el bienestar aplicando las fórmulas y las recetas del mercado multinacional global. El deterioro de las condiciones de vida y la creciente pobreza e inseguridad de los pueblos es evidencia de lo contrario. Como pueblos indígenas reconocemos en estas promesas la versión actualizada de la vieja estrategia de exterminio y dominación que vienen aplicando desde la conquista. Recurrentemente nos han dicho que por nuestro bien debemos ser exterminados y que no hay lugar para nosotros en el presente ni en el futuro. Hoy como siempre reiteramos que no hay presente ni habrá futuro sin nosotros porque defendemos la vida, el equilibrio y la armonía. Aseguramos con el peso de nuestra experiencia que sí hay alternativas y es necesario que las encontremos reuniéndonos según nuestros usos y costumbres para soñar y trabajar juntos y desde lo propio consolidar nuestros Planes de Vida.
• El triunfo de la vida sobre la muerte depende de que la fuerza de las armas sea superada por la unidad de las conciencias. La única manera de superar la pesadilla de horror que ocupa el poder es educar, madurar y liberar la conciencia de la gente en defensa de la vida.
• Lo que sucede hoy en nuestro país y en nuestros territorios es grave, no da espera y debemos movilizarnos de inmediato.
• La situación de emergencia se debe a un problema de fondo relacionado con la estrategia neoliberal y la globalización y por eso la acción inicial es parte de una lucha a mediano y largo plazo. Los resultados que persiguen el ALCA y el TLC representan las formas de agresión más peligrosas y destructivas para las que se realizan las reformas constitucionales y a las que en última instancia sirven la guerra y el terror.
• Las movilizaciones urgentes no son el comienzo ni el final del camino, sino una etapa del proceso que se propone construir en minga alternativas indígenas y populares para que otro país justo, democrático, respetuoso y en paz sea posible.
• Es contrario a la verdad que este Gobierno haya alcanzado o esté logrando la paz, la justicia y el bienestar y que ande por buen camino. Ya estamos sumergidos en la guerra y en una crisis sin precedentes que empeoran con las políticas que se vienen implementando con el falso argumento de superarlas.
• Las comunidades, organizaciones y pueblos indígenas vivimos en carne propia esta realidad y por eso queremos que el país y el mundo sepan que estamos inconformes con el modelo que se implementa en nuestro país y con sus consecuencias.
• Como pueblos ancestrales autónomos rechazamos la intención y la práctica irresponsable y criminal del Gobierno que pretende involucrarnos en la guerra imponiéndonos la disyuntiva de colaborar con las fuerzas armadas o de lo contrario, ser perseguidos y criminalizados como presuntos colaboradores de la insurgencia. En vez de protegernos, el Gobierno y las fuerzas militares son un factor de terror y maltrato en contra de nuestros pueblos.
• Igualmente, una vez más rechazamos la arrogancia, el autoritarismo, la intimidación, los abusos, los crímenes cometidos por la insurgencia contra nuestra organización y nuestras comunidades y sus intentos constantes de cooptar y someter a las organizaciones y de reclutar comuneros y comuneras.
• Reconocemos, respetamos y compartimos la inconformidad y la lucha de otros sectores y procesos populares y nos comprometemos a coordinarnos y a trabajar en unidad y solidaridad recíproca con ellos desde nuestra autonomía.
• Rechazamos por principio y por experiencia cualquier intento de cooptación, apropiación, manipulación o explotación de nuestro proceso.
• Es fundamental reconocer y no caer en la trampa que busca dividir a las comunidades indígenas contra las campesinas y afro-colombianas. Estas viejas estrategias explotan y generan diferencias para dividir los procesos populares.
• Nos distanciamos de quienes aseguran que solo es posible el desarrollo y el bienestar aplicando las fórmulas y las recetas del mercado multinacional global. El deterioro de las condiciones de vida y la creciente pobreza e inseguridad de los pueblos es evidencia de lo contrario. Como pueblos indígenas reconocemos en estas promesas la versión actualizada de la vieja estrategia de exterminio y dominación que vienen aplicando desde la conquista. Recurrentemente nos han dicho que por nuestro bien debemos ser exterminados y que no hay lugar para nosotros en el presente ni en el futuro. Hoy como siempre reiteramos que no hay presente ni habrá futuro sin nosotros porque defendemos la vida, el equilibrio y la armonía. Aseguramos con el peso de nuestra experiencia que sí hay alternativas y es necesario que las encontremos reuniéndonos según nuestros usos y costumbres para soñar y trabajar juntos y desde lo propio consolidar nuestros Planes de Vida.
• El triunfo de la vida sobre la muerte depende de que la fuerza de las armas sea superada por la unidad de las conciencias. La única manera de superar la pesadilla de horror que ocupa el poder es educar, madurar y liberar la conciencia de la gente en defensa de la vida.
• Como
siempre, hemos consultado y seguiremos escuchando a los mayores para saber que
nos acompaña nuestra fuerza espiritual ancestral en equilibrio y armonía con
todos los seres de la vida.
Objetivos de la Minga
Es necesario
hacer claridad en algunos aspectos relacionados con los objetivos planteados.
Aunque se hacen unas exigencias inmediatas, éstas son inseparables e integrales
a los objetivos de largo plazo que se persiguen con la Minga. Tener éxito frente
a las exigencias urgentes no es el propósito de la Minga. En este sentido
también es necesario aclarar que con la marcha y con la movilización inicial no
termina la Minga. Teniendo en cuenta estas clarificaciones, se plantean los
siguientes objetivos:
1. Para el
Movimiento Indígena hacia adentro:
• Convocar
una Minga que respondiendo a la grave amenaza que representa para la vida de las
comunidades indígenas la agresión neoliberal que enfrentamos, nos comprometa con
un proceso de formación y lucha que nos lleve a hacer conciencia de la agresión,
resistirla y construir alternativas de vida desde lo propio.
2. Desde
el Movimiento Indígena hacia fuera:
• Plantear
exigencias de carácter urgente encaminadas a detener políticas, procesos y
proyectos que amenazan la supervivencia y la seguridad de nuestros pueblos,
organizaciones y comunidades.
• Establecer instancias y mecanismos de articulación y convergencia con otros procesos y organizaciones populares que nos posibiliten trabajar y actuar unidos para fortalecer la resistencia y construir alternativas que hagan posible un país diferente.
• Fortalecer la solidaridad recíproca con pueblos y procesos de las Américas y del mundo que comparten la resistencia y nuestra lucha por un mundo posible y necesario.
• Establecer instancias y mecanismos de articulación y convergencia con otros procesos y organizaciones populares que nos posibiliten trabajar y actuar unidos para fortalecer la resistencia y construir alternativas que hagan posible un país diferente.
• Fortalecer la solidaridad recíproca con pueblos y procesos de las Américas y del mundo que comparten la resistencia y nuestra lucha por un mundo posible y necesario.
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Somos
Todas y Todos los Pueblos en Camino
Hoy en
varias partes de nuestra AbyaYala,
hoy llamada América, y en otros pueblos del mundo, estamos asistiendo, estamos
sintiendo, estamos compartiendo, estamos tejiendo, estamos luchando de pie, los
hombres mujeres y niños, juntos a ancianos y ancianas y jóvenes del campo y la
ciudad, de los barrios y los ejidos, de las fábricas y las haciendas, de las
escuelas y los parques, juntos y juntas.
Nuestras
caminatas, nuestras marchas, nuestras barricadas, nuestras ocupaciones, se
convierten en espacios no sólo de CERCO a los enemigos de nuestros Pueblos, sino
también de CONSTRUCCION de nuestras vidas, de nuestros sueños.
Los
indígenas del TIPNIS de Bolivia, los campesinos de toda Colombia, los Mapuches y
estudiantes chilenos, los usuarios del transporte de Río de Janeiro y Sao Paulo,
los hermanos y hermanas de Cajamarca en el Perú, los Yukpa en Venezuela, los
hermanos y hermanas de la CONAIE, nuestros queridos hermanos y hermanas,
maestras y maestros en nuestro México lindo y querido; los ciudadanos y
ciudadanas de Uruguay contra la mega minería, los valientes defensores del
territorio en el sufrido Paraguay, las luchas de pobladores por el agua en El
Salvador, Guatemala, Honduras, las valientes mujeres y ancianos de la herida
Nicaragua queriendo recuperar su Revolución; las Madres de Ituzaingó -un barrio
obrero de la periferia de Córdoba, rodeado de campos de soya- luchando con el
dolor del cáncer de sus hijos; pueblos y sindicatos luchando por la autonomía y
emancipación en varias partes de nuestros Pueblos, todas estas luchas, todos y
todas, perteneciendo a movimientos aparentemente diversos, lejanos: no dejan de
ser una sola lucha, la lucha por la Paz, por el Amor, por la Alegría, por la
Justicia, por la Felicidad y la lucha en contra de la guerra declarada por el
DESPOJO de nuestros bienes comunes, de nuestros territorios, de nuestra
cultura, de nuestras Voces, de nuestras palabras, de nuestros sentimientos. Un
DESPOJO establecido por los dueños de las armas y el dinero, los dueños del odio
y el desprecio, los que ostentan el poder al servicio de matar y decidir, los
que pretenden condenarnos a un presente sin futuro, a un pasado sin memoria.
Los enemigos de nuestros Pueblos son los mismos, no sólo por el nombre de las
grandes Corporaciones, de los grandes Bancos, de los que venden armas, sino
también los gobiernos, en todas partes en nuestra América, los Estado-gobiernos
de todos los colores, que de todas maneras tiñen de oscuro y rojo nuestros
campos, nuestras calles, nuestras escuelas, nuestros cuerpos, entregando
nuestros territorios a esos dueños del mundo.
Pero nosotros NO ESTAMOS SOLOS NI SOLAS, nuestras broncas son las mismas, nuestras sangres son las mismas, nuestras montañas y valles son los mismos, nuestros ríos y selvas son los mismos; los hijos e hijas que luchan son nuestros y nuestras, nuestros padres y madres, abuelas y abuelos, son los mismos porque nuestra Madre es la misma, somos hijos de ella, de la PachaMama y por eso SOMOS HERMANOS Y HERMANAS, los quechuas y mapuches, los aymaras y guaraníes, los afrodescendientes y nasas, los náhuatl y yukpas, los maestros y maestras de los campos y las ciudades, los pobladores de las barriadas de nuestras ciudades, los estudiantes de nuestras escuelas y universidades, las mujeres y hombres de las calles: no estamos solos ni solas.
Nos acompañan nuestra historia, nuestros presos y presas, nuestros asesinados y asesinadas, los padecimientos compartidos, nuestros horizontes que colectivamente vamos construyendo, en esas barricadas, en esas marchas, en esos gritos, en esas lágrimas, en esos encuentros, donde todos nos convertimos en uno solo. Por eso sabemos que nuestras luchas tienen un tejido común: las ganas de vivir a plenitud, de ser íntegramente mujeres, hombres, niños y ancianos de verdad; con Alegría, con Paz, con Esperanza, con Rebeldía, para construir, para construirnos, en el Camino, en el Tejido.
Pueblos en Camino
Abya Yala, 9
de septiembre de 2013
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