domingo, 25 de junio de 2017

El "capitalismo serio" K vs. el rumbo fijado por "trabajo, dignidad y cambio social".

Lo verificamos en qué mundo es producto del sistema y
 
cuál procuran las luchas de los diversos de abajo.

 
 
Averigüemos adónde nos condujeron los gobiernos progresistas e incluso los izquierdistas y cuáles son las alternativas que ya están creando los de abajo al confrontar con el capitalismo:
 

Legado y riesgo regresivo para la transición democrática en Bolivia

11 de junio de 2017
Por Arturo D. Villanueva Imaña
Un contexto de perplejidad mundial y retroceso al neoliberalismo en América Latina por lo sucedido con las recientes elecciones que han colocado en el gobierno a personajes como Trump y Macrón en EE.UU. y Francia, o Macri en Argentina y Temer en Brasil; marca el escenario de transición democrática en Bolivia que se producirá el 2019.
Con los signos de esa misma incertidumbre y retroceso que se percibe a nivel mundial y latinoamericano; en Bolivia los pronósticos también son poco optimistas, muy a pesar de la esperanza y las expectativas que el proceso nacional había despertado hasta el año 2009.Tomando en consideración ese contexto, el presente ensayo se encargará de explorar algunos escenarios de cara a la transición democrática que se perfila para el año 2019, cuando se producirán las nuevas elecciones nacionales.
EL LEGADO DEL GOBIERNO PARA LA TRANSICIÓN
Como queriendo ratificar aquella sentencia por la cual no se conoce que exista algún proyecto de izquierda y progresista que no haya terminado traicionando sus postulados, o dando paso a regímenes conservadores y reaccionarios que restauraron viejas estructuras de poder y sometimiento; el gobierno del MAS también se dispone a cumplir semejante legado[i]/.
La afirmación se sostiene en los siguientes argumentos. Habiendo tenido la oportunidad como el mandato expreso (que además fue constitucionalmente estatuido como resultado de la Asamblea Constituyente), el oficialismo prefirió adoptar el camino pragmático y oportunista de las componendas y la alianza espúrea con sus antiguos detractores y declarados opositores. Bajo este tipo de “respaldo” político, se dio a la tarea de imponer nada menos que un modelo económico extractivista que se encuentra en la antípoda del Vivir Bien, de la relación armoniosa con la naturaleza y de la construcción de un nuevo paradigma alternativo al capitalismo. Abandonó los principios basados en la reciprocidad, la complementariedad, el intercambio y la solidaridad; para reproducir y hacer prevalecer los valores capitalistas discursivamente repudiados, como el  individualismo, la competencia y el extremo afán de explotación del hombre y la naturaleza (que ya nos están provocando enormes daños y efectos de contaminación, sequía, pérdida de biodiversidad, vulneración de derechos, etc., que paralelamente contribuyen al cambio climático y el riesgo de colapso mundial).
Adicionalmente, el legado del gobierno del MAS a Bolivia, no se limita al abandono y traición de las tareas populares  y los postulados constitucionalmente establecidos. Ni siquiera a la imposición de una agenda antinacional, entreguista y anticonstitucional que se ha operativizado por medio de un modelo económico salvajemente extractivista y desarrollista. En realidad, lo que ha sucedido es que en mérito a la defección y capitulación frente a los intereses capitalistas (nacionales y transnacionales), que ha sido seguida por la alianza lograda con los sectores conservadores y reaccionarios de las nuevas y antiguas élites dominantes para conservar el poder a toda costa; lo que ha permitido es sentar las bases para desarrollar el capitalismo de Estado extractivista y desarrollista en lo económico, y un sistema de gobierno caudillista y autoritario en lo político. Es decir, un régimen de gobierno que facilita y tiende la alfombra para la restauración conservadora y neoliberal que, irónicamente, funge de oposición política. No por nada, tendencialmente, ya es sabido que en la realidad, es la política que sigue a la economía y no a la inversa. Es decir, que no existen razones para pensar que al margen de la impostura gubernamental y oficialista (que pretende hacer creer que se trata de un régimen de izquierda), en el futuro pueda establecerse un gobierno de corte neoliberal y conservador, que teniendo como base el modelo económico extractivista que impulsa el gobierno del MAS, quiera y esté dispuesto a encarar y cumplir tareas económicas y transformación que son contradictorias a sus intereses.
Teniendo en mente dicho contexto desfavorable generado desde el Estado y la gestión gubernamental, ahora exploremos algunos escenarios de transición democrática que pueden esperarse, vistos ya desde la perspectiva de lo que puede hacer la sociedad civil.
 
ESCENARIOS DE TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA
1.                  a) El Escenario previsible = restauración neoliberal y transición regresiva
Como emulando lo sucedido en países como Brasil y Argentina, pero sobre todo dando continuidad al modelo económico impuesto, este escenario de transición democrática aparece como previsible. El principal soporte político para que ello suceda, es la actual oposición de derecha, representada por líderes y partidos políticos tradicionales de la antigua democracia pactada, que a pesar de un fuerte rechazo ciudadano y popular expresamente manifestado, insisten (como lo hace el propio oficialismo), en su intención de volver al poder y restaurar un régimen abiertamente neoliberal.
Sobre la base del descontento, el repudio y el rechazo cada vez más generalizado de la sociedad; pero sobre todo afincados en el respaldo externo y en su propia fortaleza económica que no son desdeñables para influir sobre la opinión pública nacional; estos sectores reaccionarios buscan conseguir el respaldo social y electoral del que carecen (porque de otra forma ya se habrían lanzado a alguna aventura desestabilizadora), para conseguir apoderarse del gobierno.
Su pertinaz empeño no está exento de sinsabores amargos, porque a su turno se ha hecho muy evidente el rechazo popular y nacional a su intento de volver al poder. Se da por entendido que el neoliberalismo ya fue expulsado del país, y tampoco se quiere reeditar las antiguas y repugnantes prácticas de los pactos y las componendas entre minorías para gobernar.
A pesar de su evidente incapacidad para constituirse y generar una verdadera oposición con liderazgo, propuesta y capacidad de convocatoria, su “fortaleza” radica en la ausencia de una alternativa política diferente y una verdadera oposición de izquierda a los intereses económicos y el modelo imperante. El respaldo expectaticio de esta oposición ficticia, radica en aquellos sectores que comparten intereses económicos y políticos de carácter neoliberal y reaccionario, a los que se suman algunos que definitivamente no quieren saber nada del gobierno del MAS.
Su desafío consiste en aprovechar el descontento y el rechazo cada vez más generalizado de la sociedad, para convencerla de votar en su favor, en una especie de réplica de lo sucedido en países limítrofes.
Para el país, un desenlace democrático como éste no sólo significaría haber perdido casi dos décadas de un esfuerzo y un proceso tan caro como profundamente promisorio, sino que volveríamos a ser obligados a repetir la tarea.
 
1.                  b) El escenario indeseable = mejorar para retroceder
Tal ha sido la impostura gubernamental y la traición al proceso de cambio y transformación que se perfilaba con la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado en la Asamblea Constituyente, que aquel horizonte de realización nacional ha quedado reducido y minimizado al extremo.
Esta misma circunstancia contribuye a que algunos intelectuales y colectivos ciudadanos (en unos casos ingenuamente convencidos y en otros convenientemente camuflados), hayan decidido plantear y limitarse como objetivo de la transición democrática, la recuperación de las libertades, el Estado de derecho, la institucionalidad, el equilibrio e independencia de poderes, etc., que siendo absolutamente loables y necesarios, olvidan (deliberada o involuntariamente), que el país y su praxis democrática (histórica y cotidiana), han superado con creces esos estrechos límites del liberalismo republicano y la democracia representativa.
A nuestro modesto entender, dos son las causas que explican este fenómeno. Por una parte, todos hemos podido comprobar a lo largo de estos años de gobierno, que cuanto mayor es la tozudez por conservar el poder a toda costa, mayor es el autoritarismo y el impulso despótico del gobierno, así como mayor es la pérdida de derechos y valores democráticos que se conculcan y violan cotidianamente.
A ello se suman las prácticas prebendales, clientelares y de cooptación que han sido utilizadas para promover el copamiento institucional y organizativo de la mayoría de las entidades del Estado y las organizaciones sociales. Esta lógica de usurpación, secuestro y copamiento, ha derivado en la pérdida de independencia, la desinstitucionalización y la corporativación de movimientos y sectores, que cada vez más se ven forzados a cumplir órdenes e instrucciones, sino quieren perder los beneficios y ventajas que otorga el poder. Es decir, se va perdiendo la posibilidad de ejercer mínimamente derechos, libertades y capacidad de decisión mínimas, que no sólo coartan e impiden emprender y poner en marcha aquellos objetivos y avances que se habían establecido al inicio del proceso; sino que se encuentran envilecidos y distorsionados por el régimen de gobierno actual.
Por eso, en este escenario donde la conculcación de derechos, la pérdida de libertades básicas, el amedrentamiento cotidiano; son expresiones de la concentración de poder y donde la independencia de los mismos no existe, lo mismo que la falta de institucionalidad; lo que sucede es que recuperarlas en sus más elementales expresiones, viene a resultar una enorme conquista.
Desde esa perspectiva, se entiende perfectamente que lo que se ha perdido en dicho escenario, NO es el tipo de democracia, los derechos, la institucionalidad, o la independencia de poderes que han sido violados, cercenados o envilecidos por el gobierno del MAS; sino aquel tipo de sociedad, de democracia, de institucionalidad y de Estado de derecho que se habían establecido en la Constitución.
Por eso es posible sostener que este “olvido” (traducido en un achicamiento de perspectivas y objetivos), resulta muy conveniente para quienes les basta con recuperar lo perdido con la gestión de gobierno de Evo Morales. Lo que a los ojos de la gente aparece como un avance (en vista de la sistemática violación y conculcación de derechos y la falta de respeto al Estado de derecho que se busca recuperar), en realidad es una rémora y retroceso  respecto del tipo de democracia, el Estado y la sociedad que se habían perfilado constitucionalmente.
La moderación y aquel centrismo que reclaman equilibrios y acuerdos “por el interés nacional” (sin extremismos ni intransigencia), siempre ha constituido el argumento para impedir avances y dar un curso progresista a la historia, pero lo que es peor, ha contribuido a entrabar y poner en reversa procesos transformadores, para instalar y repetir tareas que ya fueron superadas histórica y socialmente. El llamado a la moderación y el centrismo, es el retorno a un ideal democrático que ya ni siquiera en Europa ni los EE.UU. es útil, tal como lo muestran sus propios procesos electorales.
Por otra parte, desde la perspectiva de quienes añoran una democracia representativa donde se produzca un real control, respeto y equilibrio de fuerzas; también parece legítimo sostener que Bolivia necesita realmente una etapa moderada por la buenas virtudes democráticas y el Estado de derecho. Una democracia cuyo referente idealizado corresponde al liberalismo republicano que es posible identificar en países como Uruguay o Chile (en nuestro continente), pero que pertenece a una fase capitalista industrial incipiente que ha quedado ya muy atrás en la historia.
Para sostener dicha idea, se arguye que Bolivia nunca ha cumplido ni realizado las tareas democrático burguesas (incluyendo un desarrollo industrial, diversificado, que no pasó de su fase incipiente, así como la conformación de una verdadera burguesía nacional). Que mientras ello no suceda, siempre será un Estado inconcluso, frustrado o fallido, sin posibilidades de constituirse como Estado Nacional en su completa acepción.
Sin embargo, lo que no parecen caer en cuenta, es que Bolivia llegó tarde para la realización de dichas tareas, y a su burguesía no le quedó otro camino que someterse y conformarse con ser una especie de correa de transmisión de los intereses capitalistas transnacionales. Para el pueblo y los sectores populares en cambio, esta situación se convirtió en una oportunidad para plantearse tareas más allá del límite liberal, capitalista y democrático burgués, tal como se puede comprobar en los diversos episodios de rebelión y revuelta que se produjeron en nuestra historia, pero sobre todo cuando finalmente confluyeron en el establecimiento de la Asamblea Constituyente y la posterior construcción de la nueva Constitución Política del Estado.
En vista de ello, no parece razonable, ni históricamente congruente, adoptar una solución que se limite a cumplir aquel viejo sueño centrista que aspira superar la división izquierda-derecha, pero que al final implicaría reproducir y retroceder al viejo sistema capitalista, neoliberal y democrático representativo.
Por lo demás, el liberalismo republicano y la democracia representativa (cuyo peor ejemplo constituye la democracia pactada), no es una tradición nacional dominante y tampoco constituye una consigna con arrastre y capacidad de convocatoria, tal como se puede establecer en el rechazo que ha generado la “juntucha” de antiguos y tradicionales líderes y expresidentes que se manifestaron “en defensa de la democracia y la justicia”. Todo lo contrario, y que además también se desmiente por las frecuentes y masivas expresiones de democracia comunitaria, deliberativa y directa, que ha alcanzado niveles de gestión pública y política, que a tiempo de abordar y resolver problemas y demandas olvidadas o relegadas por el Estado, perfilan un tipo de ejercicio democrático, donde la soberanía y la capacidad de decisión (el verdadero poder), radican cada vez más en el pueblo.
Para mayor abundamiento y rescatando lo que sucede en otros lugares, también ha quedado claro que los gobiernos moderados no convencen a nadie, ni en Latinoamérica y menos en Europa y EE.UU., donde se precian de haber establecido institucionalidad, una democracia estable y duradera, y un estado de derecho con contrapesos e independencia de poderes. Las elecciones recientes lo demuestran.
Un programa moderado por otra parte, sólo significará declinar y abandonar las banderas de lucha del pueblo en manos del MAS, para que se convierta en un arma de oposición virulenta, demagógica y radical, que hará temblar al nuevo gobierno, demandando el cumplimiento de las tareas traicionadas que nunca quisieron encarar.
Y para concluir este acápite, habrá que señalar que el rechazo a Evo es proporcional al que provoca la derecha y sus aliados. Por tanto, el rechazo a Evo no equivale a considerarlo como un respaldo natural a una candidatura moderada o centrista.
 
1.                  c) Escenario extremo = crisis democrática al estilo venezolano
Otra de las herencias del masismo, es la inocultable incapacidad y manifiesto desdén que ha impedido generar o construir liderazgos de recambio que permitan romper el caudillismo y la dependencia secante de la figura de Evo.
Ello, sumado a la inexistencia de capacidad autocrítica que además fue expresamente anulada dentro del oficialismo; sólo ha contribuido a reforzar un caudillismo individualista, absoluto y secante que no solo concentra todo el poder de decisión en el “jefe”, sino que impide toda posibilidad de discrepar y, mucho menos, criticar.
A ello se suma la indeclinable como terca decisión de insistir en la repostulación inconstitucional, cuya carga de intransigencia puede llevarnos a una situación explosiva, muy parecida a lo que ocurre en Venezuela. Allí, donde también no hay (o no ha querido) plantearse una candidatura alterna a Maduro desde el propio oficialismo, en un contexto donde se hace imperioso como legalmente imprescindible llamar a elecciones nacionales, sucede que a la gente no le queda otra alternativa que salir a las calles. Máxime cuando adicionalmente el manejo gubernamental es completamente errático, las condiciones de vida y la economía son muy críticas, y donde no existe una alternativa plausible (acorde al proceso nacional emprendido).
Ello permite colegir que la caprichosa intención oficialista de conservar el poder cueste lo que cueste, pero sobre todo la imposición de una tendencia autoritaria, despótica y violenta dentro del MAS, pueden provocar e inducir una crisis democrática de proporciones. No hay que olvidar, por ejemplo, que el propio vicepresidente García Linera señaló recientemente que los movimientos sociales afines podrían “salir a las calles para defender el proceso”, o que un dirigente nacional haya planteado que así como se había “construido la democracia con sangre obrera y campesina”, así también se defendería el proceso.
En el caso de Bolivia, el rechazo a la repostulación inconstitucional y una nueva reelección de los actuales mandatarios, no solo ha sido expresada mayoritariamente en las urnas (cuando se realizó un referéndum nacional expresamente convocado por el gobierno), sino también un año después, cuando en las diferentes capitales y ciudades del país, la gente volvió a salir masivamente a las calles para ratificar su rotundo rechazo a ese terco capricho.
En razón de lo señalado y aunque en escenarios convulsivos y de desorientación generalizada no es extraño que surjan personajes y candidaturas estrambóticas como Trump, o inclusive Macrón, que aparecen (precisamente por el aparente vacío de liderazgos y alternativas), como eventuales “salvadores” que al reflejar y resaltar las más importantes aspiraciones de la gente, terminan consiguiendo el respaldo electoral que necesitan para ser gobierno; tampoco hay que descartar un escenario de transición democrática convulsiva, como la que sucede en Venezuela.
Lo que queda por hacer
Por lo analizado anteriormente, queda claro que escenarios democráticos regresivos al neoliberalismo, escenarios extremos al estilo venezolano, o de carácter centrista y moderado que quieren recuperar la democracia y devolvernos a un Estado liberal meramente representativo, resultan indeseables y/o insuficientes; también y al mismo tiempo, tampoco la transición democrática debería reducirse únicamente al cambio de régimen.
Si efectivamente se busca superar las actuales limitaciones y la flagrante traición que ha sufrido el proceso de cambio y transformación, se hace indispensable contemplar e incluir los aspectos económicos, políticos, sociales y ambientales.
Es decir, que para evitar que la fuerza y los impulsos de transformación que iniciaron el proceso de cambio, terminen sometidos y controlados por la imposición de la ley y el establecimiento de un Estado de derecho regresivo y restaurador, en Bolivia está abierta la necesidad de construir una alternativa política de izquierda que responda al mandato popular y constitucional establecidos.
Una agenda mínima de transición democrática debería contemplar entonces:
 
  • La profundización de la democracia para lograr la consolidación y fortalecimiento de prácticas comunitarias, deliberativas, de búsqueda de consensos y gestión pública y política en todos los niveles organizativos de la sociedad (que de hecho ya se ejercen cotidianamente), permitiendo ejercer soberanía participativa y directa al pueblo. De ese modo se superarán las prácticas meramente electorales y delegativas de la democracia representativa, donde prevalecen mayorías sobre minorías y se sigue favoreciendo intereses de poder elitista y sectario.
  • Desmontar y cambiar el modelo económico extractivista y desarrollista que, habiéndose impuesto de manera inconstitucional y antipopular, ha provocado una relación depredatoria, antinacional y entreguista de los recursos naturales del país. La alternativa consiste en construir un programa económico y productivo que adopte como prioridad una relación armoniosa con la naturaleza y el potenciamiento de las relaciones ecológicas, comunitarias y asociativas. Limitarse a un desarrollo sostenible que prevea mecanismos de protección de la naturaleza, solo equivaldría a desarrollar una lógica reparadora y económicamente transable de los daños ya provocados, que únicamente encubrirían la persistencia de prácticas y el mismo modelo de explotación de los recursos naturales.
  • Desechar todos los megaproyectos depredatorios, potencialmente destructivos y contaminantes  (como es el caso de la central nuclear, la carretera del TIPNIS, la transoceánica, las mega represas del Bala, Chepete y Rositas, la deforestación y quema de bosques y biodiversidad, el monocultivo extensivo con agroquímicos y la introducción de transgénicos, etc.).
  • Abandonar el uso de energía basada en recursos naturales no renovables  que generan dependencia económica y sometimiento a intereses transnacionales, y establecer paulatinamente un modelo de energía límpida y amable con la naturaleza, de modo que se construyan las bases del Vivir Bien y un nuevo paradigma alternativo al capitalismo.
  • Siendo que la causa del cambio climático y todos los efectos y catástrofes que sufrimos globalmente, así como el riesgo en que se ha puesto la vida (tal como se la conoce y que no se reduce únicamente a la que tenemos como seres humanos), está originada y vinculada estrechamente al sistema capitalista y los grandes intereses corporativos transnacionales; es imprescindible encarar una lucha frontal contra el sistema. Además es la única vía para perfilar la construcción de un paradigma alternativo y civilizatorio al capitalismo, que Bolivia ya insinuó a nivel global cuando se plantearon las ideas de establecer una relación armoniosa con la naturaleza, reconocer los derechos de la Madre Tierra, vivir bajo los principios de la reciprocidad, complementariedad, solidaridad y comunitarismo, etc., como la manera más adecuada para alcanzar aquel ideal de vida que el conjunto de civilizaciones del mundo vienen buscando históricamente.
  • Finalmente, siendo indispensables y complementarios, y no por ser últimos son menos importantes y estratégicos; tampoco debería dejar de plantearse el antipatriarcalismo y la descolonización, como tareas esenciales de un programa de transición integral y holístico, que efectivamente recupere y plantee un nuevo horizonte de realización para el país.

Parafraseando a Gabriel García Márquez cuando recibió el nobel de literatura, habría que decir que así como América Latina ha demostrado su enorme capacidad creativa, ahora tengamos la misma capacidad para resolver nuestros problemas, con la misma imaginación y soluciones propias. El s. XXI no merece menos de nosotros. No somos un continente viejo que lo único que parece atinar es aferrarse a su propia institucionalidad tradicional, porque no se anima a romper el sistema que contribuyó a prostituir y envilecer su democracia y su sistema de gobierno, hasta el punto que ahora existe una desorientación que solo se traduce en perplejidad, cuando se conocen los resultados electorales y el candidato presidencial ganador.


 
Descubramos qué defienden al unirse y cómo lo realizan. Al mismo tiempo compenetrémonos de cuán implicados estamos todos  en esta resolución a favor de la Amazonía.
 
 
Comunidades y organizaciones del Centro Sur Amazónico del Ecuador anuncian campaña comunicacional por la defensa de la Amazonía
22 de julio de 2016
Las organizaciones del centro sur de la Amazonía Ecuatoriana, que forman parte de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, CONAIE y la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana, CONFENIAE, se convocaron los días 13 y 14 de julio de 2016 en la ciudad de Gualaquiza, provincia de Morona Santiago, para el taller de comunicación comunitaria con énfasis en campañas de incidencia, donde se definió la campaña denominada AMAZONÍA ES MI VIDA cuyo lanzamiento oficial tendrá lugar en la ciudad de Quito, el sábado 13 de agosto del presente año en el marco del Festival “Amazonía Indomable”.
 
La campaña nace del consenso entre las organizaciones indígenas y mestizas del centro sur de la Amazonía ecuatoriana por la necesidad de crear consciencia en la población sobre el cuidado y protección de la biodiversidad de esta región comprendida por las provincias de Pastaza, Morona Santiago y Zamora Chinchipe, que también es territorio ancestral de ocho pueblos y nacionalidades indígenas.
Esta región es rica en fuentes de agua que son afluentes de los ríos Napo, Pastaza, Morona y Santiago que alimentan el gran río Amazonas. Se considera que toda la cuenca amazónica tiene el 20% del agua dulce del planeta, y la parte correspondiente al territorio ecuatoriano es la más biodiversa por unidad de área a nivel mundial, ya que contiene alrededor de 20 mil especies de plantas, 480 especies de mamíferos, 1600 especies de aves y muchas otras que todavía se están descubriendo y son únicas de la zona.
En esta misma zona megadiversa se busca implantar la explotación petrolera y minera, que ya ha provocado los primeros daños y consecuencias socioambientales: contaminación de fuentes de agua y del aire, pérdida de fauna y flora, además, de conflictos sociales. Es por esto que las organizaciones proponen la defensa conjunta de este territorio e invitan a la ciudadanía en general a unirse a esta causa común.
La campaña será lanzada de manera oficial por las comunidades y organizaciones durante el Festival “Amazonía Indomable”, como un espacio importante para posicionar nuestros planteamientos. Además de las presentaciones artísticas se contará con una feria amazónica de exposición de las comunidades en pie de lucha donde se exhibirán productos, artesanías, gastronomía y las propuestas de defensa de las formas de vida de la población.
Invitamos a la ciudadanía a acompañarnos durante este evento y a adherirse a nuestra campaña a través de nuestros canales de comunicación en la web y redes sociales.
 
 
Percibamos la falacia sobre que la lucha por la justicia ambiental y la vida es localista, antipolítica, contraria al progreso del bienestar social, etc.:

 

Declaración del Encuentro Intercontinental 

Madre Tierra una sola Salud

19 de junio de 2017
 
 "Coincidimos en que cuando hablamos de Una Sola Salud, estamos reivindicando la salud para todos y todas, no sólo para nosotros, las y los seres humanos. Estamos reconociendo que somos una pequeña parte de un organismo viviente, una pequeña parte de un universo en que todo está entrelazado, un hilo en el tejido de la vida de este hermoso planeta, participantes todos de un equilibrio ecológico maravillosamente complejo. Estamos reconociendo que la salud humana es un reflejo de la salud de nuestro planeta."
 
Encuentro Intercontinental Madre Tierra una sola Salud
IV Congreso Internacional de Salud Socioambiental
Declaración de Rosario
16 de junio de 2017
En el día de la Ciencia Digna y en homenaje a Andrés Carrasco que nos sigue acompañando, enseñando e inspirando
Somos colectivos académicos, sociales, ecologistas, de pueblos originarios, artistas, profesionales de la salud humana, animal y vegetal, productores de alimentos, activistas, científicas e investigadoras, creadores de nuevas economías, comunicadores de buenas noticias; que nos hemos encontrado en la semana del 12 al 16 de junio llegando desde Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, India, México, Paraguay, Perú, Suecia y Uruguay para construir espacios para el diálogo, el arte, la ciencia y la poesía, en el marco de los saberes ancestrales y académicos, visibilizando las historias de resistencia necesarias para la defensa de la vida.
Hemos llegado a Rosario para compartir la plácida urgencia de unificarnos en la diversidad, de multiplicar los esfuerzos por caminar con armonía evitando el desgaste y el derroche. También para compartir preocupaciones y diversas formas de resistencia y construcción frente a los ataques a la salud de la Madre Tierra y de sus muchas comunidades. Para esperanzarnos en modos de vida, inclusivos y diversos, y celebrar la cosecha de los frutos que hemos sembrado. Hemos buscado encontrarnos para alegrarnos, para soñar, volar, despertar y resistir. Para solidarizarnos, escucharnos y aprender junto al cuidado de las plantas, los animales, la Tierra y nuestras vidas. Para continuar soñando con los sueños del mundo buscando “el Corazón de la Ciencia y la Vida”.
 
Coincidimos en que cuando hablamos de Una Sola Salud, estamos reivindicando la salud para todos y todas, no sólo para nosotros, las y los seres humanos. Estamos reconociendo que somos una pequeña parte de un organismo viviente, una pequeña parte de un universo en que todo está entrelazado, un hilo en el tejido de la vida de este hermoso planeta, participantes todos de un equilibrio ecológico maravillosamente complejo. Estamos reconociendo que la salud humana es un reflejo de la salud de nuestro planeta. Reconociendo que nuestra Casa Grande, la Madre Tierra o Pachamama, es un macroecosistema que alberga millones de ecosistemas interconectados, cada uno con sus particularidades.
Durante estos intensos días hemos compartido testimonios y evidencias científicas de la devastación de la Tierra y de las enfermedades que esa destrucción –motivada por el sistema industrial de producción y consumo y su afán de lucro desmedido– provoca a las comunidades, los seres humanos y a otras formas de vida. Hemos visto testimonios de las múltiples interrelaciones entre la salud de la mente, los cuerpos, las estructuras económicas, políticas y los ecosistemas; y hemos intercambiado experiencias y evidencias del buen convivir en la sociedad y la naturaleza, para refrescar nuestros sentidos y retomar el camino de la complementariedad, la solidaridad y la cooperación con todos los seres.
 
Estamos construyendo una plataforma con todos los saberes para cuidar las semillas, la biodiversidad, la vida microbiana, nuestras economías y culturas, para detener la degradación de los elementos y recuperar la salud de la Madre Tierra y de nuestras comunidades.
Hemos comprobado como globalmente se intenta imponer un modelo de agricultura y alimentación industrial corporativo que conlleva una enorme devastación ambiental y causa hambre, malnutrición y destrucción de los territorios campesinos y de los pueblos indígenas. De la mano de las grandes corporaciones se siguen imponiendo en vastos territorios semillas transgénicas, monocultivos industriales y fumigaciones masivas con agrotóxicos. La concentración corporativa es cada vez mayor, siendo apenas un puñado las corporaciones que controlan los mercados globales de semillas, biotecnología, agrotóxicos, maquinaria agrícola y fertilizantes. Todo el proceso marcha hacia una mayor concentración en muy pocas empresas transnacionales, con el objetivo de convertir a los agricultores en meros esclavos de las empresas. Las leyes de semillas, las normas sanitarias y fitosanitarias, las nuevas tecnologías y la imposición en los mercados de alimentos ultraprocesados son algunas de las herramientas que el capitalismo está usando para imponer este sistema agro-alimentario. Un sistema que está ligado a la mayoría de las enfermedades más frecuentes de las personas, los animales y el planeta.
 
El extractivismo es otra faceta de este proceso de destrucción y a partir de los relatos concretos de compañeros y compañeras, de campesinos y pueblos indígenas, hemos podido compartir como con la minería a gran escala y a cielo abierto, la extracción de hidrocarburos, la imposición del fracking (fractura hidráulica) y otros megaproyectos se está expulsando a comunidades enteras y se las agrede, violenta y criminaliza frente a la justa resistencia que oponen, único camino que les queda para su supervivencia. Al mismo tiempo las mega-ciudades se han convertido en otro espacio del extractivismo, de la mano de la especulación inmobiliaria, la ocupación irracional del espacio urbano y la brutal utilización de recursos que el modelo de consumo implica.
 
También hemos podido ver que los llamados “Sistema de salud” son en realidad “Sistemas de enfermedad” donde el foco está puesto en el comercio y la mercantilización y donde el resultado es un sistema que enferma y mata, controlado, también en este caso, por un puñado de corporaciones (muchas de ellas también son corporaciones de agrotóxicos como es el caso de Bayer que hoy está en proceso de adquisición de Monsanto). En ese contexto los medicamentos industriales son, junto a la tecnología médica, una de las principales herramientas para el control de las vidas de nuestros pueblos. Las patentes, la concentración de medicamentos en pocos laboratorios y el uso abusivo de los mismos son todas facetas de una misma problemática.
Un capítulo especial merece el uso indiscriminado de antibióticos tanto en su uso por las personas como en su aplicación en la agricultura y la ganadería que está produciendo el surgimiento de microorganismos resistentes que se están convirtiendo en amenazas cada vez más graves y que muy pronto podrán ser incontrolables en nuestras sociedades.
También hemos podido reconocer en uno de los problemas más graves que afectan a nuestras sociedades, el de la basura, la muestra patente de una sociedad que se ha desentendido de los ciclos vitales y ha perdido el control de su propio metabolismo para convertirse en una generadora de los gérmenes de su propia muerte.
 
 
¡Nos declaramos en resistencia contra este modelo de muerte!
 
Y por eso las resistencias de los pueblos fumigados, la de los pueblos originarios en sus territorios, el ejemplo de los recicladores, el de las mujeres movilizadas, las luchas contra los transgénicos, contra el fracking y contra la minería son ejemplos que alientan nuestro andar colectivo y solidario.
Pero al mismo tiempo, y porque sabemos hacia donde vamos, hemos compartido una enorme cantidad de saberes, propuestas, búsquedas, ideas, principios y paradigmas que conforman las semillas, diversas y complementarias, del mundo nuevo que está naciendo en nuestro andar.
 
En ese camino hemos podido reafirmar la necesidad de consolidar como base para nuestro andar la producción de alimentos sanos para pueblos libres. Únicamente la agri-cultura agroecológica de base campesina, diversa, local y en armonía con la naturaleza podrá producir alimentos saludables para nuestros pueblos como lo han venido haciendo a lo largo de los últimos diez mil años. Esos alimentos son los que nos nutren, los que nos vinculan con los otros, los que se enriquecen cada día de la cultura de nuestros ancestros, los que nos sanan, lo que nos hacen comunidad y los que nos permiten seguir dialogando con la naturaleza y generando diversidad.
 
En ese contexto, la Soberanía Alimentaria es la vía, principio y guía para recorrer el camino hacia un mundo sin hambre y que produzca alimentos saludables en armonía con la naturaleza. La Soberanía Alimentaria se expresa en las luchas de todos los pueblos ligados a la tierra que defienden sus territorios, sus bienes naturales, sus semillas y sus sistemas de vida. El único camino es lograr que ese derecho de los pueblos a decidir que cultivar y como hacerlo se instale a nivel global como norma y como práctica irrenunciable.
También encontramos en las luchas feministas, en los feminismos populares, en los movimientos contra la violencia contra las mujeres y en el cuestionamiento radical al sistema patriarcal dominante otra de las fuentes de inspiración que nos nutren, nos estimulan a la transformación y nos guían en el camino a una sociedad sin violencias. De estas luchas hemos aprendido que nuestros cuerpos también son nuestros territorios y que defenderlos y cuidarlos es un componente fundamental e integral de los territorios de vida que estamos defendiendo y construyendo. La diversidad es la base de todas las formas de vida y también de las resistencias. Denunciamos y nos solidarizamos contra los feminicidios en todas partes. Vemos como esencial la construcción y la lucha de las mujeres, aprendemos de la sabiduría de las mujeres indígenas y campesinas, reafirmando la necesidad de mantener y fortalecer los cuidados colectivos que todos tenemos que ejercer, de la Tierra y de todos los seres vivos.
 
Así podemos comprender que reparando y sanando los territorios podemos proteger la salud colectiva y garantizar una vida saludable para nuestros pueblos. Y así nos encontramos con la posibilidad concreta de una naturaleza que nos sane, nos nutra y nos permita vivir plenamente. Allí los microorganismos juegan un rol indispensable, por ser los mas viejos y mas numerosos en nuestro planeta, para sostener el balance de la vida promoviendo la diversidad, en su imprescindible contribución a los procesos biológicos esenciales y también en su resistencia a la toxicidad de nuestras medicinas.
 
Muchos de nosotros somos parte de grupos de investigación y educación dentro de universidades y buena parte de estos días los hemos dedicado a debatir sobre nuestro rol, nuestra responsabilidad y nuestros desafíos. A partir de estas conversaciones y nutriéndonos de las luchas por la Reforma Universitaria de Córdoba hace 99 años, nos vemos comprometidos a llegar a los 100 años de esa Reforma asumiendo los desafíos actuales y planteándonos:
- Así como en el año 1918 se planteó que los estudiantes debían tener un rol fundamental en la vida universitaria hoy nos planteamos que el aprendizaje basado y centrado en los pueblos y territorios debe ser el eje que se enarbole y ponga en práctica en la próxima Reforma.
- Nos comprometemos con la Ciencia Digna, ciencia para la vida como camino hacia un modelo de construcción de conocimiento que contemple la diversidad de saberes que habitan en nuestra diversidad de pueblos. Haciendo nuestras las palabras de Andrés Carrasco “Los pueblos latinoamericanos tienen el derecho irrenunciable a desarrollar una ciencia transparente, autónoma y que sirva a sus intereses. Para ello esa ciencia deberá comprometerse con honestidad, teniendo en cuenta que de no hacerlo así, puede violar su compromiso con la verdad, para formar parte de la legitimación que todo desarrollo tecnológico dominante requiere como instrumento de control y colonialismo”.
-Nos comprometemos a continuar investigando los signos y síntomas de la enfermedad que afecta a la Madre Tierra, a profundizar el estudio de los problemas que se presentan local, nacional y regionalmente, a generar evidencias que permitan fortalecer las acciones terapéuticas interactivas con la Madre Tierra, y a la elaboración de la “Guía Terapéutica Interactiva Planetaria”.
-Impulsaremos desde lo local proyectos y acciones de reparación y de sanación que permitan curar las heridas de la Madre Tierra, tales como la propuesta de Ciudades o Pueblos Inteligentes en el Cuidado de los Antibióticos, para cuidar la Vida.
- Frente a la crisis civilizatoria que de modo radical nos interpela en el presente creemos que la Universidad debe asumir un rol activo escuchando a los pueblos y comprometiéndose con los procesos sociales y políticos que ellos han puesto en marcha.
- Como científicas y científicos comprometidos con la sociedad y la naturaleza:
·         Reafirmamos el compromiso de trabajar por una ciencia independiente de las transnacionales, con y para los pueblos, siguiendo el ejemplo de Andrés Carrasco.
·         Denunciamos el intento de los agronegocios por imponer nuevas formas de ingeniería genética, altamente riesgosas, englobadas ahora bajo el nombre de “edición genómica”, con la intención de que éstas lleguen a los mercados sin siquiera pasar por evaluaciones de bioseguridad.
·         Denunciamos el esquema desde empresas y grupos de poder políticos y académico de empujar falsas “soluciones tecnológicas”, para aumentar sus ganancias con su venta y patentamiento, y evitar que se cuestionen las causas de las crisis, sean alimentarias, de salud, ambientales o climáticas.
·         Denunciamos la estrategia de eliminación sistemática de militantes y defensores de nuestros territorios a nivel Global, pero fundamentalmente en América Latina.
·         Denunciamos y rechazamos las estrategias de los Gobiernos al servicio de las corporaciones, que impulsan acciones como el Pacto Minero (en Argentina), las denominadas “Leyes de Semillas” que en realidad son leyes de protección de las corporaciones, la entrega de nuestros territorios al poder económico estableciéndose prácticas de eliminación de pueblos originarios y campesinos.
·         Rechazamos el intento de liberar mosquitos genéticamente manipulados en varios países del continente, así como todas las propuestas de usar, comercializar y liberar animales, insectos y microorganismos manipulados genéticamente. Rechazamos enérgicamente las propuestas de frente a las crisis climáticas, manipular el clima (geoingeniería).
·         Rechazamos el veto a la Ley de Semillas en Ecuador que abre las puertas para la introducción de transgénicos en el país violando la Constitución Nacional que los prohíbe.
·         Exigimos la prohibición total de las fumigaciones con agrotóxicos en todo el continente.
·         Exigimos que las autoridades desistan de mantener políticas que protegen la salud de las corporaciones, a costa de la salud de los pueblos y los territorios.
 
Todas las tecnologías, y particularmente las nuevas tecnologías, deben ser evaluadas desde la sociedad, con una multiplicidad de visiones y perspectivas, que integren académicos, científicos y otros trabajadores, vecinos y colectivos urbanos y campesinos, ambientalistas, movimientos de mujeres y género, pueblos indígenas, movimientos de salud colectiva y popular y otros. Saludamos la iniciativa de la Red de Evaluación Social de Tecnologías en América Latina, que recoge muchas de las perspectivas de los Congresos Socio Ambientales.
 
El camino que estamos recorriendo no puede transitarse sin enriquecerse y nutrirse del diálogo con el arte y los saberes ancestrales y es así que los relatos, la música, la danza, el teatro, las experiencias vivenciales nos enriquecen y nutren, son otras formas de expresar las historias de resistencia por la vida; historias de amor, libertad y esperanza que esperan ser contadas.
 
Vivimos en un mundo, invadido por las Corporaciones… Un mundo en el que sin embargo aún es posible construir resistencias saludables, desde los encuentros y diálogos que nacen del respeto a la diversidad, a los procesos cooperativos, propios de los pueblos que supieron darse el tiempo necesario para cuidar y domesticar las semillas, que permitieron las siembras vitales.
Esas siembras emancipatorias que, habilitaron a los pueblos a encarnar y hacer realidad el sueño de cosechar futuros soberanos para todos, en territorios saludables…
Podemos asumir el desafío de reconstruir nuestros territorios, a partir de recuperar una praxis capaz de reconocer el valor de la Diversidad y el Tiempo como dimensiones esenciales para hacer florecer una nueva Política, de los Encuentros, de lo Colectivo, la Cooperación, la Humildad, la Solidaridad, que ponga freno al extractivismo que se nos impuso, priorizando la Salud de la Madre Tierra por sobre la de las corporaciones.
Durante esta semana nos hemos nutrido de experiencias, vivencias, afectos y compromisos, proyectos y propuestas, salud y alimentos saludables y reafirmamos nuestro compromiso de sanar el planeta para recuperar el flujo de la vida y de seguir caminando con la palabra, la acción, la memoria y el saber de nuestros pueblos y científicos el compromiso con la vida y el Buen vivir construyendo juntos una sociedad justa, solidaria, saludable y esperanzadora.


  

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