Prueban este crecimiento: el
Covid19,
la desigualdad social e
internacional,
los extractivismos sin
cuarentena
y el desmantelamiento de lo
público.
Ante todo alertémonos por el avance del capitalismo contra los pueblos
originarios que viven en armonía con selvas, bosques, ríos...Veamos cómo y para qué
les indígenas se
unen, y reflexionemos porqué todes les otres del Abya Yala deberíamos proceder de igual modo
ampliando su unión. Hoy:
Ante ausencia oficial, indígenas se ponen
a la delantera para conducir
a sus pueblos ante COVID-19
12 de abril de 2020
- Genaro Bautista
– AIPIN.
Iniciativas aisladas gubernamentales en lenguas
indígenas
Ningún organismo internacional o multilateral
ha planteado la creación de programas emergentes para pueblos indígenas
Discursos de papel
La globalización de las enfermedades como la
pandemia por Covid-19 ha mostrado una vez más la insistencia de los Estados
nacionales y los organismos internacionales por invisibilizar a los pueblos
indígenas y originarios que no reciben atención especializada ni siquiera
información suficiente en sus lenguas para enfrentar esta crisis sanitaria
mundial.
Sin nadie que encabece desde los diferentes países de Abya Yala una estrategia estatal de prevención e información en los pueblos indígenas, son las mismas autoridades tradicionales, representantes y comunicadores indígenas quienes han tenido que ponerse al frente, porque gobiernos y organismos multilaterales han sido superados por la contingencia.
Ante este insistente abandono, los pueblos originarios han acordado crear sus propios programas emergentes, porque pese a lo que digan, pese a las distintas declaraciones y esfuerzos oficiales, hasta ahora no hay un programa específico para pueblos indígenas. Solo saliva y papel.
Eliminar medidas fiscales ha sido un recurso en
algunos países y gobiernos locales, pero ninguno está diseñado específicamente
para los modelos económicos y de subsistencia de las comunidades originarias.
En el caso de México, por ejemplo, la solución
del Estado ha sido por demás regresiva al determinar un recorte de mil millones
de pesos al Instituto Nacional de Pueblos Indígenas; lo que representa una
quinta parte de su ya de por si castigado presupuesto anual.
Y sin embargo, el mismo gobierno mexicano, el
primero emanado de la izquierda, ha mantenido beneficios para las mineras, sobre
todo canadienses, que durante la administración del derechista del Partido
Acción Nacional (PAN), obtuvieron millonarios beneficios fiscales para explotar
territorios indígenas.
Las epidemias son como armas biológicas. Habrá
perturbaciones y gran mortandad si las comunidades indígenas y los servicios de
salud no toman decisiones”, dijo
Sofía Mendonçam, coordinadora del proyecto Xingu en la Escuela Paulista de
Medicina de la Universidad Federal de São Paulo, Brasil.
En este tenor, los pueblos indígenas continúan
resistiendo pandemias, plagas, invasiones y saqueos, a los que se suma el enorme
desafío por el Covid-19, como lo ha destacado el propio Mecanismo de Expertos de
las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (MEDPI).
El MEDPI asegura que la propagación del
coronavirus ha exacerbado la crítica situación de pobreza y marginación que
pueblos indígenas enfrentan desde hace siglos.
El llamado es simple: que los Estados cumplan
sus obligaciones en materia de derechos humanos, guiados por la Declaración de
las Naciones Unidas sobre los derechos y para proteger la salud y la vida de los
pueblos indígenas.
Recuerdan que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), debe asegurarse de que los pueblos indígenas se conviertan en sus aliados y a proporcionar una atención sanitaria culturalmente aceptable, así como alimentos u otro tipo de ayuda humanitaria, cuando sea necesario y sin discriminación.
Para todos los actores, los Estados deben reconocer y darle lugar a los derechos y responsabilidades culturales, espirituales y religiosos de los pueblos indígenas, al momento de establecer las medidas de respuesta al virus.
Pero en particular el reconocimiento a la
autonomía y libre determinación, romper los esquemas de discriminación que
mantienen fuera del escenario público a los pueblos originarios.
El Mecanismo de Expertos alerta además que un
importante número de indígenas se encuentra en campamentos de refugiados o
desplazados internos, en centros o instituciones de detención, o los migrantes
en situaciones administrativas, donde corren un mayor riesgo de contagio, ante
la impasividad de los diferentes gobiernos involucrados.
Igualmente los gobiernos deben garantizar el
respeto al territorio y controlar estrictamente los cordones sanitarios para
evitar el ingreso de cualquier persona a las localidades, lo que por su cuenta
han iniciado ya las propias autoridades tradicionales.
Por otra parte, Anne Nuorgam, presidenta del
Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas (UNPFII),
instó a los Estados a que den prioridad en la atención y protección de los
pueblos indígenas ante la pandemia.
En su mensaje, la diplomática enfatizó la
necesidad de que la información esté disponible en lenguas maternas, se proteja
a los “ancianos indígenas (como guardianes de la historia, tradición y culturas)
y se respete el derecho a la autodeterminación de los pueblos indígenas que
viven en aislamiento voluntario y contacto inicial”.
Para el guatemalteco maya-q’echi’, Álvaro Pop,
actual secretario técnico del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas
(FILAC), la situación es el inicio de un ciclo de cambios.
Nadie tiene idea clara -apunta- del impacto que
tendrá la pandemia en las comunidades, aunque hay quienes predicen que tienen
una mayor capacidad de sobre vivencia, paradójicamente por el abandono y
marginación que han vivido.
Para otros la exclusión de los sistemas de
salud, de educación y la no ciudadanía de
millones de indígenas en el continente será el mejor caldo de cultivo para
eliminar “la molesta existencia de los indígenas”.
Desde la perspectiva del experto maya, las estrategias pueden ser exponencialmente más efectivas si se toman en cuenta las estructuras de organización de las comunidades de los Pueblos Indígenas.
Y la mejor manera, plantea, es enfrentar la emergencia con brigadas de operadores de salud indígenas para la atención y comunicación de comunidades rurales.
De ahí la promoción a través del FILAC,
organismo que ostenta el Status de Observador en la Asamblea General de la ONU.
El FILAC lanzó la “Plataforma
Indígena Regional de Lucha contra el COVID-19” (PIR-COVID19), ante
la evidencia que pone a los pueblos indígenas como más vulnerables de todo el
continente y que hasta ahora ha confirmado muertes de indígenas en Panamá,
Colombia y Brasil.
Esta plataforma actuaría como el único
organismo bipartito para iniciar acciones de coordinación efectivas para la
contención, prevención, información y mitigación que está teniendo y va a tener
la pandemia del Coronavirus en la región.
Carlos Chablé Mendoza, cronista del municipio
maya de Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, México, destacó la responsabilidad
de los gobiernos a garantizar el abasto de agua, suspender los cobros por el
servicio por cuando menos dos bimestres y aplicar la Ley de Expropiación a las
empresas que cobran el agua si no cumplen estas medidas.
El Comité Cerezo de México, exige que el Estado
mexicano genere las condiciones para que toda la población indígena o no
indígena pueda resguardarse en casa con alimentación garantizada, como una
medida de protección comunitaria ante la actual pandemia.
Sofía Marisol Berlín, presidenta de ACAMAYA,
hizo un llamado a aprovechar las redes sociodigitales para generar y difundir
información ante la ausencia del Estado.
Ahora como nunca antes, detalla, se están
generando materiales y mensajes en plataformas como Facebook,
WhatsApp y YouTube en
lengua Maya.
La dirigente avizora un panorama sombrío para
los pueblos mayas especialmente los prestadores de servicios turísticos por lo
que pide tomar nota para que el Estado considere programas económicos
sustantivos.
Un llamamiento de los pueblos originarios, afrodescendientes y las organizaciones populares de América Latina, expresa que la crisis que globalmente ha provocado el COVID-19 nos presenta una encrucijada a los pueblos de Abya Yala - América Latina.
Somos la
primera línea de resistencia frente a las peores expresiones del sistema en
descomposición, manifiestan organizaciones como la Confederación de
Nacionalidades Indígenas del Ecuador, el Movimiento de Trabajadores Sin
Techo-Brasil, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía
Ecuatoriana, la Organización Nacional Indígena de Colombia, la Coordinación y
Convergencia Nacional Maya Waqib’Kej de Guatemala, entre otros.
Los representantes indígenas, exigen a los
Estados que tomen el control de la producción y administración de los insumos
necesarios para enfrentar la crisis, así como la eliminación del sistema de
patentes sobre los medicamentos para desarrollar con plenitud la investigación y
aplicación científica para resolver los problemas humanos, y reconocimiento a la
medicina originaria y ancestral.
En su manifiesto demandan el fortalecimiento del cerco sanitario y asistencia humanitaria con garantía de soberanía de los territorios a pueblos originarios, nacionalidades indígenas y afro, especialmente a todo aquellos cuyo hábitat se encuentra en ecosistemas vitales como la Amazonía, para quienes la amenaza epidemiológica puede significar un etnocidio.
A estos llamados se ha sumado el Fondo de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que alertó sobre el
impacto de la pandemia en los modos de producción y consumo alimentario de los
pueblos indígenas.
Por ello hace un llamado urgente a
los Gobiernos, la academia, las organizaciones de la sociedad civil, la
comunidad internacional y a las autoridades indígenas tradicionales a tomar
medidas específicas para enfrentar la emergencia,
con un enfoque intercultural y garantizando
el respeto a los derechos de los pueblos indígenas en todo momento.
El organismo de Naciones Unidas para la
Alimentación, llama a no implementar ninguna política, programa o intervención
que afecte a los pueblos indígenas sin haber obtenido su consentimiento, libre,
previo e informado.
Lo cierto es que
ante la emergencia los pueblos indígenas no cuentan con protocolos específicos
en caso de uno de nuestros países para enfrentar la pandemia, como lo alertó la
Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), con
incidencia en 9 países de Sudamérica.
Advirtamos
la lucidez y contemporaneidad de unión continental mediante la comunicación
y su definición de los fines a perseguir.
Nativos norteamericanos
se incorporarán a Cumbre Continental
de Comunicación Indígena
23 de marzo de 2015
- Genaro Bautista / AIPIN
Phoenix, Arizona. Periodistas
de Naciones Indígenas de Estados Unidos y Canadá, acordaron incorporarse a la
Cumbre Continental de Comunicación Indígena de Abaya Yala (CCCI) o de la región
de La Tortuga, como denominaron al Continente Americano.
En una reunión a la cual acudieron representantes del Consejo
Regional Indígena del Cauca (CRIC) de Colombia, del Congreso Nacional de
Comunicación Indígena (CNCI) de México, promotores de la Cumbre Continental de
Comunicación Indígena y de la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa
Caribe Nicaragüense (URACCAN), los pueblos originarios del norte del Continente
decidieron impulsar su participación en el conclave internacional.
Para ello, informarán a sus respectivas organizaciones, autoridades
tradicionales y Naciones, sobre la perspectiva de concurrir en la CCCI, a fin de
reforzar la exigencia del derecho a la comunicación e información de los pueblos
indígenas.
Las naciones originarias de Abya Yala en Norte América, desde los
Estados Unidos y Canadá, reunidos en Phoenix, Arizona en el marco del
seguimiento internacional de la Red
de Comunicación Continental de Abya Yala del
3 al 5 de marzo del 2015, a convocatoria de Tonatierra,
apuntaron que lo hicieron además para establecer alianzas estratégicas
encaminadas a tejer y unir esfuerzos por la unidad entre las naciones
originarias, entre los representantes y las organizaciones de las naciones
indígenas de la Gran Tortuga del Abya Yala.
Vicente Otero del CRIC y Tupac Enrique, anfitrión de Tonatierra,
informaron de tareas y compromisos de las dos Cumbres de comunicación del Abya
yala, y como en el Foro
Internacional de Políticas Públicas efectuado
en Popayán, Colombia, el pasado fin de noviembre, fue donde se acordó organizar
este encuentro en Phoenix.
El objetivo, enfatizaron, es la “construcción colectiva de
estrategias a nivel local, regional, continental y Global para fortalecer las
iniciativas de comunicación indígena”.
El propósito final es que los indígenas del Norte de Abya Yala
estén presentes en reuniones preparatorias rumbo a la 3ª Cumbre a realizarse en
Cochabamba, Bolivia en el 2016.
La comunicación, afirmaron, es parte fundamental de las
reivindicaciones de los pueblos indígenas y las Naciones Indias de la Gran Isla
Tortuga del Abya Yala.
Durante la exposición, los panelistas expusieron que las Cumbres de
Comunicación Indígena de Abya Yala, es el resultado de las propuestas realizadas
desde hace más de tres décadas desde en el ámbito local hasta dentro del sistema
de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Como ejemplo de ello, mencionaron el Convenio 169 de la
Organización Internacional de Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales en
Países Independientes (Convenio 169 de la OIT), donde se señala el tema de
comunicación, pero más concretamente se ve reflejados su reivindicación al tema
en el artículo 16 de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas.
El derecho a la comunicación, subrayaron, logró insertarse en el
Borrador Cero del Documento Final de la reciente Conferencia Mundial de Naciones
Unidas sobre los Pueblo Indígenas de la ONU, de septiembre del 2014.
Los periodistas indígenas recordaron que el conclave de
comunicación obedece a un mandato de la Cumbre de los Pueblos Indígenas y
Naciones Originarias del Abya Yala y más concretamente la que se efectúo en
Puno – Perú.
En la reunión de Puno, se determinó organizar en Colombia la Primer
Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abaya Yala, en el 2010 y ahí
mismo se define que la Segunda Cumbre se realizaría en Oaxaca México, en 2013.
Parte de los compromisos de ambos eventos, apuntaron, es el
impulsar la escuela itinerante de comunicación indígena, contar con un padrón de
comunicadores, así como
continuar empoderando el derecho a la comunicación donde los propios pueblos
desde su propia cosmovisión compartan con el mundo sus propuesta por el Buen
vivir.
En este contexto, se inserta la propuesta de Tupac Enrique con relación a la
conformación la Red Continental de Comunicación Indígenas, donde estén incluidos
los de habla inglesa y habla castellano
Vicente Otero, afirmó que la génesis de la comunicación es un
derecho de los pueblos, que incluye la libre determinación.
Subrayó que como parte de los propósitos es combatir los
estereotipos del uso tergiversado que los medios masivos siempre hacen de la
imagen de los pueblos indígenas.
Por ello, recomendó en el reencuentro construir una agenda común de
comunicación partiendo de los 39 compromisos emanadas de las 2 Cumbres, y la
incorporación de los indígenas del norte en la Comisión Internacional.
Su alta en la Comisión, implica la participación en diferentes
reuniones a los largo del Abya Yala, como la de finales de abril en Nicaragua y
la de mayo, en Bolivia.
Amanda Blackhorse de la Tribu Diné así como Bruce Talawyma deRadio
Hopi Kuyi, coincidieron en que es importante el hermanamiento
permanente entre las naciones y procesos del Norte y Sur.
Amanda enfatizó que en su caso está también la lucha contra los
estereotipos promovidos desde Hollywood donde se muestra a los indígenas como
personajes salvajes.
La denominación de los “pieles
rojas”, apunta, es un concepto de los colonizadores y cazadores de
indios quienes como prueba de la matanza contra los pobladores de las
comunidades nativas les despojaban de la cabellera para cobrar 250 dólares por
cabeza.
Por ello, para desmitificar los estereotipos determinaron empoderar
sus formas de comunicación que incluyen lenguas originarias, leyendas,
mitología, representaciones de los tejidos, las danzas, apoyándose en mecanismos
internacionales tales como la Declaración de las Naciones Unidas como los
Derechos de los Pueblos Indígenas.
Afirmaron que la comunicación es una estrategia para defender la
vida en todos los sentidos, pero sobre todo el territorio, donde está la Madre
Tierra.
En su momento Tupac Enrique de Tonatierra, mostró la preocupación
de que el hecho de que la 3ª Cumbre Continental de Comunicación Indígena se
realice en Bolivia, sea absorbida por el gobierno del presidente Evo Morales.
Tanto el CRIC como el CNCI, precisaron que las Cumbres
Continentales de comunicación Indígena son espacios autónomos.
“Como comunicadores no debemos nunca estas debajo de cualquier
Estado o gobierno, pero son los pueblos y las organizaciones que aseguran que el
evento sea autónomo y de primer nivel”, aseguraron. Los gobiernos pueden apoyar
financieramente pero no tomar el control del evento, abundaron.
Como respuesta, los indígenas de Estados Unidos y Canadá, mostraron
su interés de participar en la alianza estratégica.
El encuentro fue un primer acercamiento en el que surgen muchas
inquietudes, sin embargo, consideran que las “luchas son las mismas y que
debemos avanzar en unidad como pueblos originarios”.
Constatamos a lo largo y ancho de Argentina y del Abya Yala la resistencia
al avasallamiento capitalista tanto a los pueblos como a la naturaleza.
Pero la Convocatoria la sitúa de modo
claro y preciso:
Convocatoria a las jornadas en defensa del territorio y la Madre Tierra “Samir somos todas y todos”
20 de
enero de 2020
HERMANAS Y HERMANOS DE LOS PUEBLOS DE MÉXICO Y DEL MUNDO:
PRIMERO.- Hoy más que nunca el capitalismo crece sobre la guerra y el despojo de todas las formas de vida. Los malos gobiernos y las grandes empresas capitalistas, con nombre y apellido cada uno de ellos, pretenden invisibilizar nuestras luchas en defensa del territorio y la madre tierra, normalizando incluso el asesinato de nuestros hermanos que los defienden. Hoy nos duelen en el corazón colectivo los asesinatos de:
Samir Flores Soberanes del pueblo nahua de Amilcingo, Morelos
Julián Cortés Flores, del pueblo mephaa de la Casa de
Justicia de San Luis Acatlán, Guerrero.
Ignacio Pérez Girón, del pueblo tzotzil del municipio
de Aldama, Chiapas.
José Lucio Bartolo Faustino, Modesto Verales
Sebastián, Bartolo Hilario Morales, e Isaías Xanteco Ahuejote del pueblo nahua
organizado con el Concejo Indígena y Popular de Guerrero – Emiliano Zapata (CIPOG
– EZ).
Juan Monroy y José Luis Rosales, del pueblo nahua de
Ayotitlán, Jalisco.
Feliciano Corona Cirino, del pueblo nahua de Santa
María Ostula, Michoacán.
Josué Bernardo Marcial Campo, también conocido como
TíoBad, del pueblo popoluca de Veracruz.
Nuestros compañeros fueron asesinados por oponerse a la guerra con la que el mal gobierno pretende hacerse de nuestras tierras, montes y aguas, para consolidar el despojo que amenaza la existencia de la humanidad.
Asimismo nos duele la desaparición forzada de nuestro hermano Sergio Rivera Hernández, nahua de la Sierra Negra, Puebla, defensor del territorio y la madre tierra.
SEGUNDO.- El capitalismo, en su actual etapa neoliberal, asume formas cada vez más monstruosas, declarando una franca guerra en contra de la humanidad y en contra de la tierra, nuestra madre. El actual desarrollo económico, basado a escala planetaria en la prominencia del capital financiero que domina pueblos, naciones y continentes enteros; apoyado en la gran industria militar y extractivista; creciéndose mediante guerras reales o ficticias, la profusión del crimen organizado, así como invasiones y golpes de Estado, está llevando, en su insaciable lógica de la acumulación y el consumo capitalistas, a un cambio climático irreversible y a un límite que pone en peligro las condiciones de la vida humana en el planeta.
TERCERO.- Además, el actual sistema, con su organización patriarcal heredada de sistemas y civilizaciones anteriores, pero, profundizada en los últimos siglos, se exhibe como un violento enemigo, no sólo de la humanidad, sino particularmente de las mujeres y de nuestra madre tierra. Es decir, la explotación y la profunda violencia estructural hacia las mujeres es propia del capitalismo aunque nació mucho antes; la propiedad privada capitalista, base de este sistema, no puede explicarse ni entenderse sino como parte de un sistema patriarcal de dominación sobre las mujeres y sobre la tierra.
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