jueves, 11 de junio de 2015

¿Qué Estado puede garantizar la acumulación gran capitalista?

El autoritario delictivo y en eso se especializó el PJ.
Desde 1983 hasta hoy el Partido Justicialista se fue afirmando como partido de estado al concretar el «desvío de poder». Desde México, Gilberto López y Rivas señala:
"A lo largo de los trabajos del Tribunal Permanente de los Pueblos, el concepto desvío de poder contribuyó a comprender lo que ocurre en nuestro país y a tipificar los actos criminales que han cometido reiteradamente los gobiernos neoliberales. Este desvío es definido como:

  1. el uso faccioso del derecho y los poderes del Estado para favorecer los intereses de los grandes capitales trasnacionales, así como para perseguir y afectar las garantías de los pueblos;
  2.  la aplicación de una ingeniería constitucional e institucional dolosa que configura un estado de guerra social permanente y ocupación interna, una situación estructural, sistemática y de largo plazo por la que el edificio jurídico del Estado se abre a las corporaciones, mientras se cierran los canales legales a la población, que se ve obstaculizada en sus anhelos de justicia por las mismas entidades que deberían defenderla;
  3. la violencia, despojo, fragmentación y devastación como programa de gobierno;
  4. el abandono por parte del Estado de su deber primordial de velar por el interés general de la sociedad para satisfacer los intereses de corporaciones y grupos particulares;
  5. el ejercicio institucional y estructural por parte del Estado como guardián de los intereses privados para facilitar la mundialización capitalista, utilizando su capacidad coercitiva contra toda discrepancia u oposición al modelo". Leer
Desde un país hermano de Nuestra América también nos aportan a enfocar la realidad argentina que el liderazgo CFK tapa y los candidatos presidenciales callan:
El modelo de dominación clasista en la República Dominicana
10 de julio de 2013
Por Narciso Isa Conde (Rebelión)
En el contexto del actual sistema capitalista mundial, después de tres décadas de imposición de la estrategia neoliberal del gran capital transnacional y local en este escenario, no es difícil apreciar a grandes rasgos lo acontecido en nuestra sociedad: 
1) La burguesía transnacional es cada vez más determinante en el país y en toda la isla, ahora con mayor predominio de su facción financiera-especulativa (la deuda externa de RD representa la mitad del PBI y compromete el 40% del Presupuesto Nacional) y de su vertiente minero- energética y de apropiación del territorio (el país está casi totalmente concesionado: para extracción de riquezas naturales, toma de fuentes de agua y de biodiversidad, ocupación de terrenos con vocación turísticas, bosques, valiosas zonas urbanas, infraestructuras viales…) 
2) La acumulación y reacumulación, el reordenamiento del proceso de apropiación y concentración capitalista por esa vía, ha contado con la complicidad y la asociación de importantes facciones de la gran burguesía dependiente y de la partidocracia, que bajo la protección del Estado corrompido y la impunidad que éste auspicia, han generado procesos de enriquecimiento privado en gran escala y a gran velocidad, los que se suman y entrecruzan con los fabulosos narco-negocios y las tratativas dolosas de los grandes carteles privados de la construcción. 
Así, la burguesía transnacional ha incrementado su control sobre el territorio nacional y sobre la dinámica económica del país, empobreciendo brutalmente la sociedad de los/as de abajo y creando desigualdades escandalosas. 
La gran burguesía dependiente, sus grupos y familias tradicionales, han ampliado su fortuna en forma espectacular. 
La parte superior de la partidocracia y de la llamada “clase política”, se ha convertido en una facción neo-capitalista asociada parcialmente a sectores de la gran burguesía privada, pero con fuerza propia y grandes atesoramientos aquí y en el exterior. En ese orden son evidentes las mayores ventajas obtenidas dentro de ese latrocinio por la cúpula del PLD y dentro de ella por el sector leonelista, sin descargar del pillaje y la rapiña a las elites del PRSC, del PRD y grupos satélites. 
Las formas y vertientes de acumulación, los métodos empleados, las operaciones realizadas y los medios de que disponen, le imprimen a esos sectores dominantes y al modelo que auspician ciertas particularidades cada vez más potenciadas. La impronta delictiva que los llevado a imponer sus intereses y operaciones por encima de toda normativa formal-legal, o a acomodar la Constitución y las leyes a sus ambiciones, los ha convertido definitivamente en una variante de la lumpen dominación capitalista, mezcla de facciones del lumpen imperialismo, la lumpen burguesía dependiente y la lumpen burocracia civil y militar del país. 
Es preciso destacar que en el ejercicio de la gestión de Estado de las últimas dos décadas, ha sobresalido en esa prácticas de acumulación capitalista el grupo de poder conformado por Leonel Fernández al interior del Estado, del partido y del capitalismo privado, hasta conformar una verdadera corporación político-económica; aprovechando en forma aventajada la progresiva conversión del PLD en un partido-estado con fuertes rasgos autoritarios y centralistas y fuertes dotes empresariales. 
Esa condición fue a la vez aprovechada óptimamente para fraguar un régimen político muy peculiar, una especie de dictadura institucionalizada.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=170907


Desde Chile nos interpelan a realizar la propuesta desde abajo y a la izquierda

Hoy estamos frente a una tarea histórica: la desmercantilización de la sociedad
10 de junio de 2015
Por Vinculación Puente Alto (Rebelión)
En los ámbitos de la crisis del sistema educacional y la emergencia de la movilización social, se abre hoy una oportunidad inédita en Chile. No sucedió en las movilizaciones por los “raspapases” (pasas escolares para el transporte público) del 2001, ni en la movilización de los pingüinos de 2006, ni en las multitudinarias movilizaciones por educación gratuita y de calidad de 2011. Pero hoy, 2014, la posibilidad de encontrarse, organizarse y movilizarse en conjunto entre Estudiantes y Profesores está ante nosotras y nosotros.
Las antidemocráticas y anticientíficas propuestas del Gobierno, tanto respecto a la Reforma Educacional como al Proyecto de Ley para el Desarrollo Profesional Docente, genera no sólo la oportunidad sino la necesidad de que el movimiento estudiantil y el de los trabajadores de la educación converjan en la demanda por una transformación estructural del sistema educacional en Chile.
 
Esta transformación no sólo transporta la demanda de un proyecto, de una meta radicalmente distinta un sistema educacional gratuito, de calidad y democrático, sino a procedimientos radicalmente novedosos: no ya hecho entre cuatro paredes, en comisiones conformadas por tecnócratas gubernamentales, sino desde los actores mismos, profesoras, profesores y estudiantes; no ya desde instituciones cooptadas y clientelizadas, sino a partir de una profundización del trabajo de base.
Además, la potencia de la demanda por educación gratuita, de calidad y democrática, conlleva el horizonte transformador de la sociedad: la desmercantilización no sólo en el ámbito de la educación, sino también en la salud, la previsión social, el transporte público, la vivienda, el arte y la cultura.
 
Todo esto contrasta con un sistema económico, político y social antidemocrático, privatizador, elitista, que se basa en la explotación y el endeudamiento; el descrédito y deslegitimidad de la “clase política”, su deterioro generalizado; los escándalos de corrupción y enriquecimiento ilícito; la bancarrota moral de las instituciones como el Parlamento, los Partidos Políticos, el Gobierno y las Fuerzas Armadas; gracias a los múltiples casos que ejemplifican este deterioro: Penta, Soquimich, Caval, Luksic, Angelini, Aguas Andinas, Martelli, Peñailillo y la campaña de Bachelet, Municipalidades y el negocio de la basura, las colusiones de las Farmacias, la Ley de Pesca, las sanciones internacionales por la violación a los derechos humanos en las comunidades mapuche, los criminales y represivos protocolos de las Fuerzas Armadas, el entramado de relaciones entre sectores políticos y sectores del gran empresariado, etc., etc.
 
Sin embargo, esta situación de bifurcación entre, por un lado, un horizonte social transformador, democrático, antimercantilista, y por otro, unastatus quo neoliberal, pone al descubierto una profunda asimetrías de poder entre los actores de cambio y los continuadores del modelo, entre el pueblo trabajadores y las elites explotadoras, entre los movimientos sociales y las instituciones, entre las organizaciones de izquierda y los partidos neoliberales (modernizadores como la Nueva Mayoría o conservadores como la Alianza).
 

Hoy estamos frente a una tarea histórica: la desmercantilización de la sociedad. Pero esta tarea y oportunidad que se nos presenta, sólo podrán ser realizadas a partir de la convergencia de todas las demandas, movilizaciones y actores, y la ruptura con la clase política, sus instituciones y su proyecto. El movimiento estudiantil y de trabajadores de la educación deben mostrar el camino de esta convergencia. Y las organizaciones de izquierda han de profundizar la convergencia hacia la multisectorialidad, junto a los trabajadores (profesionales, obreros, técnicos y de servicio, artistas, etc.) y pobladores (vecinas, vecinos, organizaciones comunitarias, jubilados, etc.). (...) Leer

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