domingo, 25 de junio de 2017

El "capitalismo serio" K vs. el rumbo fijado por "trabajo, dignidad y cambio social".


Lo verificamos en qué economía -más de una deKada- afianzó. 

Al contrario, las luchas abajo contra
el extractivismo y el 'desendeudamiento' 
procuran buenos vivires convivires.

Los construyen al afirmarse en el rumbo de 
"trabajo, dignidad y cambio social".

Apreciemos la 'seriedad' del capitalismo e incluso la de Cristina Fernández de Kirchner cuando reclamaba a los trabajadores en huelga que fuesen inteligentes y  vieran la conveniencia de aceptar la lógica del empresariado. Constatemos en qué consisten los resultados de esa racionalidad mirando hacia el lucro del bloque dominante:

En estos momentos, sólo cinco hombres poseen

casi tanta riqueza como la mitad de la población mundial

19 de junio de 2017
El año pasado eran 8 hombres, que entonces bajaron a 6 y ahora son prácticamente 5. Mientras los estadounidenses se fijan en Trump, los súper-ricos se están fugando con nuestra riqueza, y la plaga de desigualdad continúa creciendo.

Por Paul Buchheit

Un análisis de datos de 2016 concluyó que las cinco décimas partes más pobres de la población mundial poseen unos 410 mil millones de dólares como riqueza total. A 8 de junio de 2017, los cinco hombres más ricos del mundo poseían más de 400 mil millones de dólares en riqueza. Así, de media, cada uno de ellos posee casi tanto como 750 millones de personas.
¿Por qué permitimos a tan poca gente transferir grandes porciones de la riqueza mundial a ellos mismos?
La mayor parte de los super-super-ricos son estadounidenses. Nosotros, el pueblo americano, creamos internet, desarrollamos y financiamos la Inteligencia Artificial y construimos una masiva infraestructura de transportes, aunque dejamos que sólo unos pocos individuos tomaran casi todo el crédito, junto a cientos de miles de millones de dólares.
Los defensores de la brecha de riqueza fuera de control insisten en que todo está bien, porque, después de todo, Estados Unidos es una “meritocracia” en la cual los super-ricos se han “ganado” todo lo que tienen. Prestan atención a las palabras de Warren Buffett: “El genio de la economía estadounidense, nuestro énfasis en la meritocracia, un sistema de mercado y un imperio de la ley, ha permitido a generación tras generación vivir mejor de lo que lo hicieron sus padres.”
Pero no es una meritocracia. Los hijos ya no están viviendo mejor de lo que lo hicieron sus padres. En los ocho años desde la recesión, el valor del Wilshire Total Market[1] se ha más que TRIPLICADO, creciendo de un poco más de 8 billones a cerca de 25 billones de dólares. La gran mayoría de ellos se han ido a los bolsillos de los estadounidenses más ricos. Solo en 2016, el 1 por ciento más rico transfirió de la riqueza del resto de la nación a la suya propia cerca de 4 billones de dólares, con cerca de la mitad de la transferencia de riqueza (1,94 billones de dólares) procediendo del 90 por ciento más pobre de la nación: las clases medias y bajas. Eso supone más de 17.000 dólares en viviendas y ahorros per cápita, entre las clases medias y bajas, perdidos hacia los super-ricos.
¿Una meritocracia? Bill Gates, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos han hecho poco que no hubiera sucedido de igual manera. TODA la moderna tecnología de EEUU comenzó con –y en gran medida continúa con– nuestros dólares pagados en impuestos, nuestros institutos de investigación y nuestros subsidios a las corporaciones.
¿Por qué permitimos a la gente rica no cualificada decirnos cómo vivir? ¡Especialmente a Bill Gates!
En 1975, a la edad de 20 años, Bill Gates fundó Microsoft con su compañero de instituto Paul Allen. En aquél momento, el sistema operativo CP/M de Gary Kildall era el estándar de la industria. Incluso la empresa de Gates lo usaba. Pero Kildall fue un innovador, no un hombre de negocios, y cuando IBM llegó pidiendo un sistema operativo para el nuevo PC de IBM, sus retrasos condujeron el servidor central de la empresa a Gates. Incluso aunque la recientemente creada empresa Microsoft no podía cubrir las necesidades de IBM, Gates y Alenn vieron una oportunidad, por lo que se apresuraron a comprar los derechos de otros sistemas operativos de empresas locales, que estaban basados en el sistema CP/M de Kildall. Kildall quiso demandar, pero las leyes de propiedad intelectual para el software aún no habían sido promulgadas. Kildall fue un creador estafado.
Así que Bill Gates tomó lo de otros para convertirse en el hombre más rico del mundo. Y ahora, debido a su gran riqueza y al mito de la meritocracia, MUCHA GENTE LE BUSCA PARA SOLUCIONES EN ÁREAS VITALES DE LAS NECESIDADES HUMANAS, tales como educación y producción global de alimentos.
Gates sobre educación: ha promovido monitores galvanizados de respuesta a la piel para medir las reacciones biológicas de estudiantes, y la grabación en video de profesores para evaluar sus actuaciones. Sobre los colegios ha afirmado que “los mejores resultados han llegado en ciudades donde el alcalde está a cargo del sistema educativo. Por lo que tienes un ejecutivo, y el consejo escolar no es tan poderoso.”
 
Gates sobre África: con inversiones en ella o acuerdos con Monsanto, Cargill y Merck, Gates ha manifestado su preferencia por el control de las corporaciones sobre los países pobres considerados incapaces de ayudarse a sí mismos. Pero no hay problema, ya que según Gates, “para 2035, no habrá casi ningún país pobre en el mundo.”
Warren Buffett: pidiendo pagar impuestos en el mayor tramo (mientras su propia empresa no tenga que pagar)
Warren Buffett ha abogado por impuestos más altos sobre los ricos y un impuesto de sucesiones razonable. Pero su empresa Berkshire Hathaway ha utilizado “cantidades hipotéticas” para “pagar” sus impuestos mientras realmente aplazaba 77 mil millones de dólares en impuestos reales.
Jeff Bezos: 50 mil millones de dólares en menos de dos años, y combatiendo los impuestos de siempre
Desde finales de 2015, Jeff Bezos ha acumulado tanta riqueza como para cubrir el conjunto delpresupuesto de vivienda de EEUU de 50 mil millones de dólares, que sirve a 5 millones de estadounidenses.
Bezos, que ha obtenido amplios beneficios de internet y de la infraestructura levantada durante muchos años por mucha gente con muchos de nuestros dólares pagados en impuestos, ha utilizadoparaísos fiscales y caros lobistas para evadir los impuestos debidos por su empresa.
Mark Zuckerberg (el 6º más rico del mundo, el 4º de EEUU)
Mientras Zuckerberg estaba desarrollando su versión de red social en Harvard, los estudiantes de la Universidad de Columbia, Adam Goldberg y Wayne Ting construyeron un sistema llamado Campus Network, que era mucho más sofisticado que las primeras versiones de Facebook. Pero Zuckerberg tenía el nombre de Harvard y mejor apoyo financiero. También se presupone que Zuckerberg pirateó los ordenadores de sus competidores para comprometer los datos de sus usuarios.
Ahora, con sus miles de millones, ha creado una fundación “caritativa”, que en realidad es una empresa de responsabilidad limitada exenta de impuestos, dejándole libre para hacer donaciones políticas o vender sus holdings, todo sin pagar impuestos.
Todo ha encajado para el joven Zuckerberg. No le queda nada más que hacer que presentarse a presidente.
La falsa promesa de la filantropía
Muchos individuos super-ricos han comprometido la mayor parte de sus fortunas en causas filantrópicas. Esto sería muy generoso, si mantuviesen sus promesas. Pero no es realmente lo que ocurre.
Los multimillonarios estadounidenses hicieron en todos los casos sus fortunas debido a la investigación, la innovación y las infraestructuras que constituyen los fundamentos de nuestras modernas tecnologías. Han tomado créditos, junto a sus masivas fortunas, para éxitos que se derivan de la sociedad más que de unos pocos individuos. No debería ser una decisión de una persona cuál debe ser un uso apropiado de esa riqueza.
En cambio, se debe comprometer una parte significativa de los beneficios anuales de la riqueza nacional a la educación, la vivienda, la investigación en salud y las infraestructuras. Eso es lo que los estadounidenses, sus padres y abuelos han ganado después de medio siglo de duro trabajo y productividad.
Nota:
[1] El Wilshire 5000 Total Market Index, o simplemente Wilshire 500, es un índice bursátil que indica el valor del conjunto de acciones activas en los Estados Unidos. [N. del T.].
Paul Buchheit, es profesor universitario y miembro activo de US Uncut Chicago. Su último libro es Disposable Americans: Extreme Capitalism and the Case for a Guaranteed Income. Es asimismo fundador y promotor de páginas web educativas y sobre justicia social (UsAgainstGreed.org, PayUpNow.org, RappingHistory.org, así como editor y autor principal de American Wars: Illusions and Realities (Clarity Press). Puede contactarse con él en paul@UsAgainstGreed.org.
Traducción: Adrián Sánchez Castillo

Esta descomunal desigualdad social e internacional denuncia la criminalidad de lesa humanidad del capitalismo por generarla mediante:


La superexplotación y desposesión tanto de los trabajadores como de los pueblos que los progresistas e izquierdistas afines también practican. Veamos en Bolivia:


Desaceleración económica

El “empleo urgente” del gobierno

no resolverá la precariedad laboral y el desempleo creciente

12 de mayo de 2017
La semana que transcurre se  asignaron 146 millones de dólares a un paquete de cinco programas para reducir el desempleo citadino y la pobreza rural, lo que significa  apenas el 2,4% del costo estimado de un publicitado megaproyecto hidroeléctrico. Este es el verdadero lugar que se otorga al empleo, pese a su centralidad para asegurar el bienestar de los trabajadores y sus familias. En el trasfondo, la  economía boliviana disminuyó su crecimiento en dos puntos porcentuales en el año 2015 y mostró cambios importantes como la caída de la incidencia de los sectores productivos en el PIB. Esto viene provocando un mayor desempleo y precariedad laboral que no se podrá resolver con “planes de empleo urgente”.
 
Por CEDLA
 
La dinámica del crecimiento económico latinoamericano al inicio de esta década siguió asociada a factores externos como el aumento de la demanda y los precios de los productos de exportación, la disponibilidad de liquidez o financiamiento y, a factores internos como la expansión del consumo privado sostenido por el aumento del gasto público, el aumento del empleo, los salarios y la expansión del crédito al sector privado.
Sin embargo, estos determinantes comenzaron a deteriorarse en los últimos años a causa de la desaceleración de la economía china y del bajo crecimiento del mundo desarrollado, provocando una importante caída de los precios de los bienes primarios y la creciente volatilidad en los mercados financieros[1].
En Bolivia, estas mismas causas llevaron a la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) hasta 2013, cuando se alcanzó un crecimiento inédito del 6,8%. Desde entonces, los menores ingresos por la exportación de materias primas con escaso valor agregado —principalmente gas, minerales y derivados de soya— y el aumento de las importaciones baratas desde China y los países limítrofes, repercutieron en desequilibrios macroeconómicos (déficit fiscal, comercial y de la cuenta de capital), que amenazan con dejar atrás la continuidad del crecimiento experimentado durante los últimos 10 años.
La desaceleración y sus efectos en el empleo
La desaceleración económica llevó a la disminución en el crecimiento del PIB hacia 2015 (4,8%), y a un cambio trascendente en su composición. Por segundo año consecutivo se redujo la incidencia de los sectores productivos —hidrocarburos, minería, industria manufacturera y agropecuaria— en la variación del PIB (1,4%), mientras que los sectores de servicios —administración pública, financieros, empresariales, transporte, comunicaciones y servicios básicos— pasaron a liderar el crecimiento económico con un aporte del 2,5% al incremento anual. Esto revela el carácter discursivo de las políticas y planes gubernamentales referidos a los procesos de diversificación de la matriz productiva e industrialización en la última década.
Esta recomposición del crecimiento tiene efectos directos e indirectos sobre el empleo pues con una misma unidad porcentual del PIB en actividades productivas o de servicios pueden lograrse impactos muy diferentes en el mercado laboral. Por su naturaleza, los servicios tienen límites en la generación de nuevos empleos cuando mantienen una escasa relación con actividades de apoyo a la producción y se concentran en los servicios al consumidor final en los cuales la productividad crece lentamente o definitivamente no crece y la demanda laboral se estanca, como sucede en el país.
En cambio las actividades productivas, a pesar de su menor crecimiento en casi todos los rubros, tienen mayor potencial de generación de empleo —directo e indirecto— por su eslabonamiento con el resto de la economía para la provisión de materia prima y la circulación de bienes, incluso en contextos caracterizados por un débil tejido industrial. Al parecer, los factores que explicaban el crecimiento económico no provenían necesariamente de la demanda interna como se venía sosteniendo desde el discurso oficial, sino de la demanda y los precios internacionales de las materias primas. De otro modo, la desaceleración industrial reciente habría sido más atenuada.
Se estima que por cada décima de punto porcentual que no crece la región, se deja de generar unos 100 mil empleos[2]. En el país se han perdido varios puntos, no sólo décimas en los últimos años y, esto afecta al mercado laboral. Los datos oficiales muestran que ya hubo una caída en la ocupación y un aumento en el desempleo, pero las evidencias superan las cifras día tras día y se manifiestan en las declaraciones públicas empresariales, en los conflictos laborales que surgen en diferentes sectores de actividad y en los testimonios sobre los despidos o la insuficiencia de los salarios frente al costo de vida que reflejan los medios de comunicación[3].
Todo esto ocurre en ausencia de políticas estatales para impulsar la diversificación y producción de bienes con mayor valor agregado, una situación que continuará en el corto y mediano plazos, porque los planes de inversión pública siguen priorizando sectores extractivos intensivos en capital hasta 2020 (hidrocarburos, energía, minerales), con megaproyectos de lenta maduración financiados con más deuda externa. Esto llevará a reproducir un modelo económico que ha dejado atrás el imperativo de generación de empleos y la mejora de su calidad. Como en otros escenarios de desaceleración económica, los resultados en términos de empleo están a la vista.
Un contexto difícil para los trabajadores: desempleo y precariedad laboral
La mejora de algunos indicadores laborales durante la década pasada está en franco retroceso en este nuevo contexto global que ha provocado la desaceleración del crecimiento económico; la tasa de ocupación disminuye rápidamente en las principales ciudades del país, mientras que la tasa de desempleo aumenta en forma lenta pero constante, como se muestra en el Gráfico.
Es posible afirmar, que la desocupación real es mucho mayor de lo que sugieren las estadísticas oficiales (4,7%) tanto por el llamado efecto desaliento que lleva a que muchos trabajadores desistan de buscar empleo por las dificultades que tienen para encontrar uno, como por el autoempleo en actividades ocasionales de bajos ingresos que no hacen más que encubrir la falta de alternativas de trabajo.
Mientras no se logra frenar la desaceleración económica con el gasto público, el desempleo y la informalidad siguen creciendo con las consecuencias sociales que esto tiene, en particular para las mujeres, los jóvenes y los profesionales en general. Una encuesta de demanda laboral realizada por el CEDLA en empresas con cinco y más ocupados de La Paz y El Alto, mostró que al optimismo expresado por los empleadores sobre la perspectiva de sus actividades, pronto le siguió la incertidumbre sobre el futuro: desde 2015, la mayoría ya no apostaba por un mejor desempeño empresarial y menos por nuevas inversiones para mantener, al menos, el tamaño de su personal, como ahora se puede comprobar.
La escasa incorporación de tecnología y/o modernización de los procesos de trabajo que caracterizan a gran parte de las empresas grandes, medianas y pequeñas, da lugar a una pérdida creciente de competitividad que afecta su dinamismo, con efectos negativos sobre el nivel de empleo, con pocas excepciones. Si con un crecimiento promedio superior al 5% y una importante incidencia de los sectores productivos no fue posible impulsar el aumento sostenido del empleo, con la actual desaceleración y recomposición del PIB centrado en los servicios, la posibilidad de generar más y mejores empleos se hace cada vez más lejana.
Las políticas dirigidas a la generación de empleo y la mejora de su calidad debieron comenzar en 2006, pero el gobierno incumplió uno de los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo que prometía potenciar los sectores productivos, mejorar la productividad y diversificar la producción con mayor valor agregado con vía para avanzar en esa perspectiva. Cuando no hay buena siembra hay poco que cosechar y las consecuencias recaen sobre las espaldas de los trabajadores.
La respuesta estatal: plan para generar “empleo urgente”
Considerando los problemas estructurales que afectan al mercado de trabajo, es cuando menos ilusorio tratar de disminuir la desocupación con programas de empleo temporal en obras públicas municipales, programas basados en subsidios empresariales o en la entrega de fondos semilla para nuevos emprendimientos —cuando otros se van cerrando por miles— como propone actualmente el gobierno. Esto ha sido ampliamente demostrado en la evaluación de programas similares en los últimos 30 años y ratifica la necesidad de encarar verdaderas políticas que promuevan empleos productivos y condiciones laborales adecuadas, más allá de planes públicos de bajo presupuesto que se caracterizan por generar puestos de trabajo de baja calidad.
En efecto, se asignaron 146 millones de dólares a un paquete de cinco programas, menos que al Fondo Indígena II (200 millones) y apenas el 2,4% del costo estimado de un megaproyecto hidroeléctrico que se pretende implementar. Este es el verdadero lugar que se otorga al empleo, pese a su centralidad para asegurar el bienestar de los trabajadores y sus familias.
[1]Balance preliminar de las economías de América Latina y El Caribe, CEPAL: Santiago de Chile, 2015
[2] Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe. Mejoras recientes y brechas persistentes en el empleo. OIT/CEPAL: Santiago de Chile,2016
[3] Alerta Laboral No.75, CEDLA: La Paz, mayo 2015; OBESS-www.cedla.org, 2016

El tributo llamado deuda externa pública. No olvidemos, no perdonemos que en nombre de "honrar la deuda" y luego del "desendeudamiento" se haya desfinanciado la educación pública, la salud pública y la seguridad social.  Con la justificación de esa estafa oficializada como deuda externa pública Menem, el Partido Justicialista y Cavallo llevaron a cabo las privatizaciones que implicaron despojo masivo de trabajo, colapso de las economías regionales extrapampeanas y quita de derechos básicos, convertidos en servicios con acceso si se los puede pagar.
Tengamos presente también a Cristina Fernández cuando explicitó que su responsabilidad central era garantizar el pago a los acreedores o sea, inconstitucionalmente, los privilegió por sobre los pueblos de Argentina, como lo hicieron los otros presidentes. Para concretar esa transferencia a gran escala de fondos públicos  a la economía global de casino, CFK promovió la expansión del sistema de soja transgénica que destruye la Pampa Húmeda y desertifica todo el país. Analicemos la política de estado de forzar a la población a empobrecerse para sostener el enriquecimiento sideral de bancos y cómo CFK lo mantuvo:
 


"El desendeudamiento es un engaño infantil”
21 de septiembre de 2015
Héctor Luis Giuliano es licenciado en Administración y Finanzas y experto en Deuda Pública y Externa. El lunes pasado dialogó con Te digo más, que sale al aire cada semana a las 17 por Radio La Retaguardia, para contar en particular la situación de la deuda externa argentina y la herencia de la próxima gestión. Giuliano caracterizó la importancia de este debate: “En la deuda se juega cómo se financia el Estado, si lo hace con recursos genuinos o de prestado”. 
 
Por La Retaguardia

“Estamos en festival de bonos –ironizó e informó- Festival de bonos fue una expresión que utilizó el entonces secretario Lavagna en época de Alfonsín o durante el menemismo refiriéndose a la sucesión de emisiones con títulos públicos, pagarés del Estado. Ahora es más grave porque el gobierno emitió en 2015 alrededor de 100.000 millones de pesos”, aseguró. Giuliano contó que el grueso de la deuda argentina vence entre marzo de 2016 y 2018, lo que la constituye como una herencia sumamente pesada que “el próximo gobierno, sea cual fuera, Scioli, Macri, Massa, van a tener que afrontar y sus referentes económicos sobre este problema no dicen media palabra. Al revés –denunció-, proponen tomar más deuda”.
Según Giuliano, “todos los gobiernos desde el proceso hasta la fecha y cualquiera sea su signo político aumentaron la deuda pública. Todos se han lamentado de haber recibido una herencia de deuda pero todos dejaron más de la que recibieron”. Sobre la década de kirchnerismo, el experto aseguró que “no es una excepción.
Cuando Kirchner recibe y hace el megacanje la deuda era de unos 150.000 millones de dólares y en este momento, si tomamos la base de las cifras oficiales, pasa a los 260.000 millones”. Por otra parte, Giuliano desnudó una trampa: “Hay deuda que el gobierno no computa como tal. Hubo un megacanje Kirchner-Lavagna de 2005 que después se reabrió en 2010 y fue por 68.000 millones de dólares”, informó. Mencionó, también, la necesidad de la gestión de utilizar eufemismos: “No se usa la palabra megacanje por pudor, porque está mal hablar de eso, pero el gobierno se jacta de haber hecho el monto del megacanje más grande de la historia del mundo. Creo que ahora Grecia le batió el récord. Es decir, estamos ante magnitudes de deuda impagable”, aseguró.

Sumar y seguir sumando

Con mayores tecnicismos, Giuliano explicó que “según el ministerio de Economía oficialmente y al 31 de diciembre del año 2014, había unos 233.000 millones de dólares de deuda pública. Deuda pública en moneda local, un 40% en pesos, y deuda pública en moneda extrajera, un 60%”. El experto señaló que “hay dos grandes grupos de deuda no computada porque no se consideran los cupones ligados al producto bruto que son casi unos 10.000 o 15.000 millones de dólares más y tampoco se consideran la mayor parte de los juicios que se están perdiendo contra los holdouts y los fondos buitre que son otros 10.000 o 15.000. Así que –informó Giuliano- la deuda no está en 233.000, sino que pasaría los 265.000 sin contar intereses”. El experto además explicó que no se trata de la sumatoria de la deuda nacional sino sólo de la administración central “porque no está contada la que corresponde a provincias, municipios, empresas del Estado”.
Giuliano desarrolló durante la entrevista que hay, del total de la deuda, un 71% que el Estado le debe a sus propias instituciones. El problema de esta transacción radica en que “se saca plata que tienen administrada terceros y, en lugar de usarla para su destino específico, se usa para pagar deuda pública”.
Es decir, se desfinancia a, principalmente, tres organismos: “La Anses que administra la plata de los jubilados, no es plata del Estado sino de los jubilados; el Banco Central que administra las reservas del Estado nacional y todo lo que sea transacciones de la balanza de pagos; y el Banco Nación que está para prestar a la actividad productiva, privada, para proyectos, etcétera”.

Acreedores mejores y peores
Giuliano explicó que la idea de tomar deuda del propio Estado para pagar la deuda externa parece, a priori, efectiva: “El razonamiento primario que hace el gobierno parece favorable, es decir, mejor deberle a un organismo interno la deuda externa que deber deuda externa con un tercero, un banco o un bonista –expresó- Hasta pareciera que se razona bien, pero viene la pregunta del millón: ¿Cómo, cuándo y de qué forma devuelve el Estado ese dinero a los jubilados, al Banco Central o al Banco Nación? Toda una serie de organismos que le prestan plata al Estado, desde la AFIP hasta el PAMI”. Finalmente, Giuliano denunció con contundencia: “Todos los candidatos y sus referentes económicos, frente a todos estos problemas tienen una respuesta común: más deuda”.

Sobre las propuestas electorales, Giuliano relató una entrevista que oyó al doctor Mario Blejer, asesor de Scioli. “Le preguntaron cómo resolvería el tema de los holdouts ya respuesta fue que si ganamos nosotros vuelve la confianza, sobra dinero en el mundo, las tasas de interés son bajas, a la Argentina le podrían prestar con tasas más baratas, o sea: más deuda”. Giuliano continuó y contó la siguiente pregunta: Cómo se arreglaría con los vencimientos de deuda del año que viene y “respondió otra vez: si vuelve la confianza a Argentina le pueden prestar. Otra consulta fue cómo se hace para conjugar el déficit fiscal, y la respuesta fue que se puede resolver si la Argentina vuelve al mercado de capitales”. Giuliano afirma que “esa es la trampa de la deuda perpetua que significa que un Estado, frente a una deuda impagable, la vive refinanciando, es la trampa de la usura –denunció
- El prestamista usurero no quiere que el deudor le devuelva la plata, quiere que no se la pueda devolver nunca porque vive de los intereses que se pagan por esas deudas. Los intereses que se pagan por año son más de 10.000 millones de dólares”, concluyó.
 
“El gobierno actual está haciendo lo mismo que los anteriores –aseguró- lo único irritante es que está haciendo lo mismo pero dice estar haciendo lo contrario: decir que el gobierno se está desendeudando es un engaño grosero e infantil a la opinión pública porque la deuda está creciendo a un ritmo de más de 10.000 millones de dólares por año”. Giuliano sostuvo que los candidatos suelen criticar otros aspectos de la economía pero “cuando llega el momento de hablar de deuda se hace el razonamiento inverso: acá el gobierno está haciendo las cosas bien, pero falta arreglar con los fondos buitre”.

Cadena perpetua
Según el experto, el problema de la deuda es que es perpetua y se la recicla de forma permanente y aportó datos: “El año 2014 la deuda pública aumentó en 19.000 millones de dólares, lo dice el ministerio de Economía. En este año en curso, la previsión de aumento es de 18.000 millones de dólares más. El proyecto que acaba de entrar de presupuesto para el 2016 prevé un aumento de 23.000 millones de dólares”. Giuliano aseguró que que la deuda “se está inflando como una bomba de tiempo” y que pronto llegará el momento de reestructurarla nuevamente.

El experto sostiene que la deuda “se paga con niveles de pobreza. El tema de la pobreza es un escándalo, no puede haber una discrepancia conceptual y operativa tan grande en un gobierno que habla del 6% o 7% de pobreza y el relevamiento más confiable del observatorio social de la UCA que está respaldado y se hace con la debida prolijidad, aunque sin la infraestructura del INDEC, pero el INDEC falsea los contextos de base”. Giuliano aseguró que “frente a cada dato que al gobierno no le conviene se arma la polémica de que es todo falso o cuestionable –y explicó las mediciones realizadas de forma tendenciosa- la inflación es un índice que se calcula tomando un consumo promedio de una familia tipo: padre, madre y dos hijos. Hay todo un mecanismo estadístico de relevamiento, todo eso está pautado y normalizado y va lo más bien –avanzó-. El origen del problema del falseamiento de la inflación es que cuando llega el momento de valorizar a esos consumos, ¿a qué precio se toman?”. El experto explicó que, para realizar los cálculos sobre los aumentos de precios, el responsable del INDEC Guillermo Moreno “pretendía que los precios que se tomen como referencia sean los pautados por el gobierno. Se toma, por ejemplo, a los precios cuidados, pero no son el universo de todo lo que compra la gente y aplican sólo a las cadenas de supermercados”.
Esas operaciones son las que genera que “las estimaciones de inflación entre el gobierno y las consultoras privadas dan 10 puntos de diferencia. El gobierno está en los 15 anualizado y las consultoras están en 25. A cada problema se responde con una relativización de los valores, eso mismo pasa con la deuda pero es más grave porque nunca se puede aceptar que se desmienta a la opinión pública diciendo que un país se está desendeudando”.
Giuliano volvió sobre la gravedad de, según él, el engaño: “Si se usa la palabra desendeudar no hay otra connotación, pero en realidad la deuda sigue subiendo. Ésta es la herencia que recibe el próximo gobierno y los candidatos ya dicen por anticipado que su objetivo es tomar más deuda”.
Giuliano denunció que, teniendo en cuenta sus planteos, los candidatos y aspirantes a la presidencia “son funcionales a los banqueros que con estas disputas se refriegan las manos. La Argentina –explicó- perdió un juicio y está en desacato y atrincherado desde el ministerio de Economía se puede decir cualquier cosa, pero es un discurso que se vende para el consumo interno. Por eso todos los candidatos aclaman que hay que pagar”.


El incesante enriquecimiento del bloque dominante (la alianza de capitales y estados imperialistas con los locales) implica el constante empobrecimiento del país y sus pueblos e individuos. Recordemos a Giuliano cuando señala:“Si se usa la palabra desendeudar no hay otra connotación, pero en realidad la deuda sigue subiendo. Ésta es la herencia que recibe el próximo gobierno y los candidatos ya dicen por anticipado que su objetivo es tomar más deuda”.

Comprobemos qué sucede hoy:


El sistema de la deuda eterna: 
Argentina emite bonos a 100 años
24 de junio de 2017
 
Por María Elena Saludas (CADTM)
El endeudamiento público se utiliza como un engranaje del sistema de acumulación capitalista
Recientemente, fue publicado el artículo: “Deuda pública en expansión” del economista Julio Gambina |1|
El 19 de junio, del corriente año, nos enteramos a partir de un simple comunicado publicado en la página web del Ministerio de Finanzas, institución a cargo de Luis Caputo, ex CEO del Deutsche Bank y JP Morgan, que la “Argentina emitirá bonos en dólares a 100 años de plazo”, con una tasa de interés cercana al 8 por ciento anual (7,95%). Es decir, “más expansión de Deuda Pública”.
Y... ¡en qué condiciones! La tasa de interés es altísima, el plazo es extensísimo y la moneda de emisión del bono no es la propia. Es decir, las condiciones además de gravosas son sumamente, inciertas.
Es la primera vez, en la historia, que Argentina hará una emisión a tan largo plazo. Cinco generaciones de argentinos tendrán que hacerse cargo de ella durante la gestión de 26 presidentes.
Esta decisión se suma a la política de endeudamiento, del gobierno de Macri, que está superando al espiral de deuda iniciado durante la dictadura cívico-militar (1976), continuado durante los gobiernos posteriores y, que hoy se acerca a los 100 mil millones de dólares, en 20 meses de gestión de la Alianza Cambiemos.
El bono se convertirá en la operación financiera más rentable para los grandes fondos de inversión internacional. Aunque todavía no se tienen detalles de la operación, el Ministerio de Finanzas informó que el monto de la emisión es de 2.750 mil millones de dólares.
Si hacemos algunas comparaciones vemos que hay muy pocos casos registrados: México emitió bonos similares, consiguiendo una tasa de 5,75 por ciento anual. En Europa algunos países han emitido ese tipo de títulos a tasas que no superan el 3 por ciento anual: Francia, Bélgica, Irlanda, Suiza e Italia han salido al mercado financiero con bonos a 50 y 100 años. Irlanda y Bélgica se han comprometido a pagar una tasa de 2,35 por ciento anual en papeles a 100 años.
Según el Lic. Héctor Giuliano: “Los bonos a 100 años entran en la modalidad de bono perpetuo , esto es, endeudamiento sobre el que los acreedores no tienen necesidad ni interés en el recupero del capital o principal sino en gozar de una renta permanente, por tiempo virtualmente indefinido, dando así destino rentable (muy altamente rentable en el caso argentino) a sumas que, caso contrario, corren el riesgo de permanecer ociosas dado el primer problema del sistema financiero internacional que existe hoy, que es el exceso de liquidez mundial (sobrante de capitales financieros en el mundo)”.
¿Quiénes son los grandes ganadores?
En primer lugar los grandes bancos. En esta oportunidad, las operaciones, estarían comandadas por HSBC y Citibank mientras que Santander y Nomura se encargarían de la colocación.
Junto con J.P. Morgan, la mayoría de estos bancos estuvieron a cargo de las grandes colocaciones de deuda del país, como el blindaje, el megacanje de Domingo Cavallo o la reestructuración que realizaron Néstor Kirchner y Roberto Lavagna en 2005 y Amado Boudou en 2010.
Los fondos internacionales de inversión (en su mayoría fondos de pensión). Son las prometidas “inversiones”… que, sin embargo, no llegan para instalación de nuevas empresas o para ampliar la actividad productiva sino para aprovechar las altas tasas de interés que pagan los bonos de deuda pública.
El destino de este nuevo endeudamiento todavía no se conoce. En principio como toda la Deuda Pública que se viene contrayendo, desde el inicio del Gobierno de Macri, es para financiar gasto público corriente y para cubrir el déficit fiscal.
Es probable que la emisión de este bono a cien años haya estado, también, relacionada con el intento de dar “credibilidad” ya que, en simultáneo se realizaban las tratativas de re-categorización de la Argentina a País Emergente (en la actualidad “mercado de frontera”) por parte del banco internacional Morgan Stanley y de esta forma adecuar sus sobre-tasas de interés en la futuras operaciones de endeudamiento. Sin embargo, no fue incluido en esa categoría lo que dio lugar a salida de divisas especulativas, refugio en moneda fuerte y el retroceso de los precios en la bolsa .
 
¿Quiénes son los grandes perdedores?
No hay duda que el pueblo. Las finanzas nacionales ya están comprometidas. En el Presupuesto 2017, sólo el pago de intereses de la deuda (sin contar el capital) comprende desembolsos por $ 247 mil millones. Esto equivale al 10,5 % de todos los recursos del corriente año. Mientras tanto, educación y salud apenas reciben $ 160 mil millones (6,8 %) y $ 87 mil millones (3,7 %), respectivamente.
Durante 100 años, o sea, hasta el 2117 esto se verá agudizado. Se pagarán intereses a una tasa, sumamente, onerosa. Son bonos que limitan la soberanía ya que están emitidos en dólares y con legislación extranjera, es decir, que remiten a tribunales de Nueva York o Londres para solución de controversia, como toda la Deuda Pública emitida.
Por eso hablamos de “Deuda eterna o perpetua” ya que el sistema de la deuda requiere que el deudor se vuelva a endeudar para pagar vieja deuda, y así en un espiral perpetuo. El deudor, cada vez más ahogado por una deuda creciente, se ve sometido, cada vez más, a las condiciones que le impone el capital trasnacional como requisito previo a autorizar nueva deuda. Estas condiciones son conocidas por nosotros: la aplicación de las políticas de ajuste estructural (PAE)
De esta manera, la deuda como sistema se transforma en el gran condicionante de nuestro desarrollo.
Por eso reafirmamos que el endeudamiento público se utiliza como un engranaje del sistema de acumulación capitalista.
Sólo el rompimiento de su lógica usuraria nos permitirá emprender un proyecto autónomo de desarrollo, que ponga el foco en la satisfacción de las necesidades populares y no en las del capital trasnacional. Y para ello, la herramienta es creación de una Auditoria, con participación ciudadana, de la Deuda Pública que investigue y determine la ilegalidad e ilegitimidad de la misma.
Nota:
María Elena Saludas . ATTAC/CADTM Argentina.


El saqueo y la contaminación ambiental durante más de una deKada hasta hoy. Recordemos el informe especial de Darío Aranda:

La década extractiva
25 de mayo de 2013
Soja, minería, monocultivo de árboles y petróleo. Desalojos, fumigaciones, desmontes y tierra en pocas manos. Judicialización y represión sobre campesinos, indígenas y asambleas socioambientales. Las corporaciones y los asesinatos en el campo profundo. Diez años que dejaron heridas. 
El monocultivo de soja abarcaba 12 millones de hectáreas en 2003 y, en diez años, pasó a ocupar 20 millones de hectáreas. La minería también fue por más: de 40 proyectos se pasó a 600 (creció 1500 por ciento). Sólo dos cifras, y dos actividades, que confirman el avance en la última década del extractivismo (agronegocios, forestales, minería, petróleo), con consecuencias que el relato oficial silencia: masivo uso de agrotóxicos, desmontes, desalojos rurales, leyes de escaso cumplimiento, concentración de tierras en pocas manos, judicialización y represión. Y la bienvenida a las corporaciones. Balance de una década extractiva. (…) Leer

Sepamos cómo esa deKada se profundiza actualmente agravando las consecuencias y cómo las comunidades y pueblos resisten.

Fernández Oro, el pueblo rionegrino 
que se rebeló contra el fracking
20 de junio de 2017
 
Por Javier Borelli (Tiempo argentino)
En la ciudad del Alto Valle iniciaron una exploración de hidrocarburos a pocos metros de sus casas. Los habitantes impulsaron una ordenanza para prohibir la extracción no convencional, pero el gobierno provincial reclama la potestad de esa decisión.
El Alto Valle del Río Negro ya no es solamente la principal área de producción de peras y manzanas del país, ahora también es el epicentro de la resistencia al fracking. El mes pasado, los vecinos de Fernández Oro lograron que su Concejo Deliberante sancionara una ordenanza para suspender la exploración en un pozo ubicado a pocos metros de sus casas y lindero al principal río que alimenta la ciudad, pero saben que el gobierno provincial ya intercedió en otros casos a favor de las petroleras. Desde 2013 son 17 los municipios que se han declarado libres de fracking en la llamada "cola de Vaca Muerta" por el pasivo ambiental que genera la técnica extractiva y las consecuencias sobre la salud de sus habitantes.
"El año pasado nos enteramos por la página de Facebook del Municipio que se había realizado una reunión en el Concejo Deliberante con representantes de YSUR, subsidiaria de YPF en la zona y gran causante de derrames en la ciudad vecina de Allen. En seguida empezamos una campaña para juntar firmas y sacar la ordenanza", cuenta a Tiempo Diego Jarlip, referente del grupo de vecinos autoconvocados de Fernández Oro. La ordenanza no llegó a sancionarse en 2016 y las obras empezaron, pero la indignación creció.
"El pozo está a 100 metros de las casas. Se escuchan los ruidos de la exploración y tienen las luces prendidas las 24 horas, lo que atrae la carpocapsa (plaga principal de los árboles frutales que se cultivan en la zona). Encima, está ubicado en la vera del río con el enorme riesgo de la contaminación", añade Jarlip.
"El intendente Mariano Lavin dice que puede haber una convivencia con controles, pero el que debería controlar es el Departamento Provincial de Agua, que responde al Ejecutivo que autorizó la exploración; y la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Río Negro, a cargo de Dina Migani, que tiene una empresa en Fernández Oro (Quinpe SRL) que provee químicos para la industria petrolera", precisa.
"Somos una localidad y provincia que tenemos el valle más importante bajo riego artificial y ahora vivimos con incertidumbre por nuestra matriz productiva", añade Christian Artero, concejal del Frente para la Victoria en Fernández Oro. "Y será una pelea difícil porque desde el Estado Provincial tenemos un gobernador (Alberto Weretilneck) que financió su campaña política con la renegociación de los contratos petroleros", explica el hombre que es quinta generación de productores frutícolas en la zona y convive hoy en día con un pozo a 300 metros de su hogar. Su gestión fue una de las que posibilitó que este año la ordenanza no vuelva a frustrarse.

El fracking y sus consecuencias
"El sistema de fractura hidráulica consiste en inyectar agua a alta presión para romper la caliza a más de 3000 metros de profundidad. El 80% del agua luego se recupera y vuelve a la superficie con metales pesados y sales. El tema es sanear esa agua y hasta el momento no hay bibliografía que demuestre que el 100% de esa agua se pueda sanear", señala Víctor de Petris, licenciado en Saneamiento y Protección Ambiental.
El riesgo no parece muy lejano: cada uno de estos pozos usa hasta 30 millones de litros de agua y, en octubre del año pasado, un derrame de 240 mil litros en Allen (ubicado a 9 km de distancia) causó la muerte de animales, árboles frutales y hubo hectáreas de tierra dañada.
"Los derrames de efluentes con metales pesados también pueden afectar a la población", advierte De Petris. "No se ven en el momento, pero provoca mutación en los genes que recién percibirán las nuevas generaciones y también tiene consecuencias cancerígenas", advierte. En su informe sobre externalidades del Megaproyecto Vaca Muerta, el Observatorio Petrolero Sur (OPSur) menciona un informe de 2016 de la Agencia de Protección Ambiental de EE UU, país en el que el método de fracking tiene ya más larga trayectoria. 
Allí mencionan que "se han constatado casos de cáncer, problemas respiratorios, daños cerebrales, desórdenes neurológicos, hipersensibilidad a químicos, debido principalmente a la contaminación del agua y del aire. El mismo estudio confirmó que en la localidad tejana de Dish, rodeada de pozos, el 61 % de las enfermedades registradas estaban asociadas a los contaminantes empleados por el fracking."
Tras el derrame en Allen, explica Jarlip, Ysur decidió tratar de borrar su nombre de la exploración en Fernández Oro para evitar el marketing negativo. "Contrató a Mirasal como prestadora de servicios y, justamente, esa empresa resultó la principal aportante de dinero para la fiesta del aniversario de Fernández Oro, el 19 de mayo pasado", recuerda. "Mientras ellos se ufanaban por auspiciar el festejo, nosotros aprovechábamos los eventos para juntar firmas contra el fracking", cuenta con sorna.

La herida abierta de Allen
Lo sucedido en Allen está en la memoria de todos porque, además, fue la ciudad donde se expresó más claramente la puja de intereses. En 2013, tras masivas movilizaciones de los y las vecinas, se aprobó una ordenanza que prohibía el fracking en el éjido municipal. El Ejecutivo provincial presentó un recurso ante el Superior Tribunal de Justicia y éste la declaró inconstitucional, alegando que el dominio sobre los hidrocarburos es de potestad de la provincia. 
Entonces volvieron con todo. Según releva OPSur, en la Estación Fernández Oro (EFO), como se denomina a la zona que incluye tanto a la ciudad homónima como a Allen, se concentra casi la mitad de la producción de gas de la provincia de Río Negro. En 2013 había 60 pozos perforados en busca de tight gas, 131 en 2014, 230 en 2015 y se calcula que a fines del año pasado ya había más de 300.
"Lo que está pasando es que se abren sectores y áreas que hoy se pueden explotar y antes no. Y esto está vinculado con Vaca Muerta y la caída del precio internacional del petróleo", comenta a Tiempo Fernando Cabrera de OPSur. "Entonces los equipos que vinieron para hacer no convencionales o fractura hidráulica revén la lógica de negocio y enfocan ya no en shale oil, sino en tight gas, que viene de otras capas geológicas de más fácil exploración y en donde el cálculo costo-beneficio les da mejores resultados", añade.
"El caballito de batalla de quienes promueven este desarrollo es que esto traerá beneficios económicos para la región, generando empleo en un momento de crisis frutícola", contextualiza Artero, el concejal del FpV en Fernández Oro. "Pero es mentira, porque en la Patagonia está lleno de petroleros sin trabajo. Entonces no van a contratar gente de mi pueblo. Acá no tributan impuestos ni compran un clavo y el cálculo perjuicios vs beneficios es muy claro”. «

Una amenaza nuclear
"En el verano hubo sequía, los ríos estaban bajos y teníamos problemas de la contaminación por efluentes. Salimos de eso y vino el fracking y ahora la energía atómica”, resume Víctor de Petris, vecino de Fernández Oro y licenciado en Saneamiento y Protección Ambiental. Se refiere al anunció que realizó el presidente de la Nación, Mauricio Macri, durante su último viaje a China en mayo pasado. Allí, junto al gobernador de Río Negro Alberto Weretilneck, firmó un acuerdo para que el gigante asiático se haga cargo de la construcción de una nueva planta nuclear en la provincia. El hecho despertó la alerta en sus habitantes.

Historia de una resistencia inspirada en Fidel Castro
En el principio de todo está Fidel. Según reconstruye el Observatorio Petrolero Sur (OPSur), el primer municipio en prohibir el fracking fue Cinco Saltos, en Neuquén, en 2012. José Pincho Chandía, militante del Partido Comunista de Cinco Saltos, leyó un artículo de Fidel Castro donde el líder revolucionario caracterizaba a las nuevas técnicas de extracción de hidrocarburos en Estados Unidos como “la marcha hacia el abismo” y decidió intervenir.
El barbudo cubano decía que “el legado de la naturaleza, generado en cientos de miles de millones de años, es desperdiciado en menos de dos siglos” y su inspiración llevó a la ordenanza. Esa idea comenzó a regarse por todo el país y distintas comunas se organizaron en asambleas de vecinos y junto a organizaciones sociales, ambientales y partidos políticos siguieron su ejemplo. 
Allen, en Río Negro, fue una de ellas. Sin embargo allí se encontraron con la resistencia del gobernador Alberto Weretilneck, que apeló al Superior Tribunal de Justicia de la provincia y este la declaró inconstitucional. Tal como recogen Martín Álvarez y Felipe Gutiérrez, de OPSur, “si bien este hecho sentó un precedente, desde los municipios se sigue reclamando su potestad para legislar garantizando el derecho al acceso y goce de la población de un ambiente sano invocando el artículo 41 de la Constitución Nacional”.
Diego Jarlip, uno de los vecinos promotores de la Ordenanza en Fernández Oro, no se da por vencido con ese antecedente. “En estas provincias se vive un sistema casi feudal o caudillista. Entonces nosotros nos declaramos libres de fracking sabiendo que el gobernador va a presentar un recurso al Supremo Tribunal de Justicia diciendo que el suelo es su potestad. Entonces seguiremos con órdenes restrictivas: prohibimos exploración a menos de 5 metros del ejido, pedimos que no esté la luz prendida todo el tiempo por la carpocapsa, que no circulen materiales radioactivos por la ciudad, etc.”. Los vecinos tienen su historia y toda la vida para insistir. Es su pueblo el que está en juego.
@javiborelli

El capitalismo está en guerra contra los pueblos y en Nuestra América ese avance de muerte se da en forma de extractivismo.

"Los pueblos indígenas hablan de la agudización de la guerra del capital. En el comunicado titulado “Llegó la hora” señalan: “Nos encontramos en un grave momento de violencia, de miedo, de luto y de rabia […] Vemos el asesinato de mujeres por el hecho de ser mujeres, de niños por el hecho de ser niños, de pueblos por el hecho de ser pueblos. La clase política se ha empecinado en hacer del Estado una corporación que vende la tierra que es de los pueblos originarios, campesinos, urbanos; que vende a las personas como si fueran una mercancía que se mata y se entierra como materia prima de los cárteles de la droga, para venderlas a las empresas capitalistas para que las exploten hasta que enfermen o mueran, de venderlas en partes para el mercado ilegal de órganos”."

“Enfrentar la guerra todos juntos”:

Marichuy, vocera del Concejo Indígena de Gobierno

21 de junio de 2017
 
Por Magis del Iteso
La apuesta del CNI es encontrar caminos posibles de resistencia y rebeldía para sobrevivir a la guerra del dinero contra la humanidad y contra la Madre Tierra, “para renacernos junto con cada semilla que sembremos, con cada sueño y con cada esperanza que se va materializando en grandes regiones en formas autónomas de seguridad, de comunicación, de gobiernos, de protección y de defensa de los territorios”. (...)

Pasar a la ofensiva
En 1999 los zapatistas advertían sobre la IV Guerra Mundial: el neoliberalismo, que ya entonces amenazaba con destruir todo lo que obstaculizara al mercado. Diecisiete años después, en octubre de 2016, el V Congreso Nacional Indígena, que cumplía 20 años de haber sido creado, comenzó con una declaración en la que se anunciaba que era el momento de los pueblos, el momento de pasar a la ofensiva y hacerlo por la vía pacífica.
Los pueblos indígenas hablan de la agudización de la guerra del capital. En el comunicado titulado “Llegó la hora” señalan: “Nos encontramos en un grave momento de violencia, de miedo, de luto y de rabia […] Vemos el asesinato de mujeres por el hecho de ser mujeres, de niños por el hecho de ser niños, de pueblos por el hecho de ser pueblos. La clase política se ha empecinado en hacer del Estado una corporación que vende la tierra que es de los pueblos originarios, campesinos, urbanos; que vende a las personas como si fueran una mercancía que se mata y se entierra como materia prima de los cárteles de la droga, para venderlas a las empresas capitalistas para que las exploten hasta que enfermen o mueran, de venderlas en partes para el mercado ilegal de órganos”. El comunicado agrega que a todo esto se suma el dolor de los familiares de las personas desaparecidas, que deben buscar por su propia cuenta a su seres queridos, ya sea que esperen encontrarlos en vida o en fosas. Y ante toda esa “repugnancia”, plantea el comunicado, “nos siguen diciendo que votemos, que creamos en el poder de arriba, que sigan dibujando e imponiendo nuestro destino”.
Carlos González, integrante de la coordinación del CNI, explica que la guerra que viven los pueblos se da en dos sentidos: por un lado, la invasión física, con el despojo permanente de tierras y territorios, los asesinatos y las desapariciones, las migraciones masivas, el desplazamiento de las poblaciones por la violencia. Por el otro lado tiene lugar un extermino cultural, que se manifiesta, por ejemplo, en la pérdida de las lenguas originarias: en Baja California ya no hay hablantes de cochimí; el kiliwa sobrevive en menos de 50 personas; en el pueblo kumiai son menos de mil indígenas quienes resguardan su lengua, pero la mayoría ha dejado sus tierras originarias; el rarámuri ha ido decreciendo con las nuevas generaciones.
Por otra parte, los despojos se han multiplicado en todos los territorios. Los recuentos crecen en cada encuentro de pueblos. Carlos recuerda de memoria las tierras del pueblo cucapá, ocupadas para basureros; la ocupación física del territorio rarámuri, “donde el narcotráfico ha sido despiadado, como la punta de lanza coordinada con militares para el despojo de comunidades”. En la costa de Michoacán, la Marina se posicionó en 2010, cuando la Familia Michoacana y luego los Templarios ocuparon el territorio y causaron terror con 36 asesinatos y seis desapariciones. A esto siguió el robo de maderas preciosas y de minerales. En la sierra wixárika ha comenzado una situación parecida a la de Ostula, ya que los cárteles han ocupado todas esas montañas del norte de Jalisco, territorio estratégico para la producción de goma de opio y para el trasiego de drogas al norte del país.(4) La guerra de la que habla el CNI continúa por el Golfo de México, con amplios territorios concesionados para proyectos energéticos, “desde Tabasco hasta la sierra potosina. En tierras popolucas, en el sur de Veracruz, ya hay concesiones para fracking y apenas es la etapa inicial de la reforma energética de Enrique Peña Nieto”; en territorio zoque hay licitación de lotes petroleros y de gas; en el istmo de Tehuantepec la presión es por proyectos eólicos y mineros. “Y así todo el territorio y el agua están siendo vendidos para proyectos altamente destructivos para la naturaleza, para las comunidades y para su gente”, dice Carlos, y advierte además que esa guerra también se manifiesta en las ciudades, en los pueblos, contra toda la población sin excepción (5)
La apuesta del CNI es encontrar caminos posibles de resistencia y rebeldía para sobrevivir a la guerra del dinero contra la humanidad y contra la Madre Tierra, “para renacernos junto con cada semilla que sembremos, con cada sueño y con cada esperanza que se va materializando en grandes regiones en formas autónomas de seguridad, de comunicación, de gobiernos, de protección y de defensa de los territorios”. Por ello es que el Concejo Indígena de Gobierno aspira a que en cada rincón se instituyan pequeñas o grandes juntas de gobierno locales, donde se repliquen formas de autogobierno que ya practican pueblos como Cherán y Santa María Ostula, cuyos procesos de seguridad comunitaria han logrado detener el despojo de sus tierras y el asesinato y las desapariciones de su gente.
El llamado es a todas y todos los mexicanos, de todos los rincones del país, que no quieren más muerte y que imaginan un mundo nuevo.(...)

Los de abajo diversos y sin fronteras enfrentan al capital a través de la autoorganización comunitaria y mirando por:
"La necesidad de construir y fortalecer un nuevo modelo de desarrollo económico que sea comunitario, solidario, equitativo y redistributivo para toda la sociedad ecuatoriana, especialmente, para los sectores más marginados. Este modelo no se sustentará ni tendrá como base de crecimiento la propuesta de producción, circulación y acumulación de riqueza en pocas familias, sino que parte de las prácticas ancestrales y comunitarias del trueque o intercambio justo de los productos de acuerdo a las necesidades de las nacionalidades y pueblos. También contempla la creación de espacios mixtos entre el capital privado y la iniciativa comunitaria, es decir, la combinación entre los dos modelos económicos (CONAIE 2001: s/n)".
"El nuevo Estado plurinacional será el encargado de armonizar estos tipos de ‘propiedad’ con el objetivo principal de lograr la igualdad económica, política, cultural, tecnológica y científica de las nacionalidades y pueblos y demás sectores sociales de la sociedad nacional, garantizando la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales de toda la sociedad; y potencializando este modelo del desarrollo de la humanidad y la conservación de la madre naturaleza (CONAIE 2001: s/n)".

Plurinacionalidad y Vivir Bien/Buen Vivir
Dos conceptos leídos desde Bolivia y Ecuador post-constituyentes*
Ediciones Abya-Yala Quito-Ecuador, febrero 2015

Por Salvador Schavelzon

(….)Vivir Bien/Buen Vivir como filosofía y forma desde la comunidad

Entre las voces que remiten a la fuente indígena y comunitaria del concepto VB/BV, vemos formas indígenas de sociabilidad propias del ayllu. Estas voces proponen una excursión del discurso político por el registro habitual de la etnología clásica, de descripción de cosmologías y sistemas de organización social. En Bolivia, antropólogos en diálogo con el Estado y las comunidades indígenas como Xavier Albó, con trabajos académicos como el de Dominique Temple con su elaborado estudio sobre reciprocidad publicado en los 90 o Tristan Platt, Olivia Harris y otros antropólogos o historiadores que ayudaron a descifrar la lógica del ayllu con etnografías y estudios de documentos, destruyeron el clásico prejuicio de que las formas andinas son arcaísmos, irracionalidad o fragmentos destinados a desaparecer con el mercado. Intelectuales aymara como Ramiro Condarco o mestizos paceños vinculados al indianismo katarista y al THOA también contribuyeron a desarrollar estas ideas que bebían de la experiencia katarista, pero también sacaban sus conclusiones al ritmo del trabajo en las comunidades. Después de la sequía de 1982-1983, por ejemplo, muchas instituciones, iglesias y ONG se volcaron al campo desde la idea de que contribuían a modernizar e integrar los ayllus al mercado, entendido como progreso.
El fracaso de estas experiencias dejó listo el escenario para la crítica al “desarrollo”, al cual el Estado y las instituciones se relacionaban, recuperando formas ancestrales como la autonomía y también criticando las recetas de la izquierda y los sindicatos. Esta vertiente crítica, salida de experiencias de investigación, gestión y cooperación no tiene su foco en la definición del VB/BV, pero una de las lecturas acerca del VB/BV bebe de esta fuente para desarrollarse conceptualmente. Es también la vertiente que recibe en la discusión los nombres de “idealista”, “utópica”, “poco realista”, “milenarista”, “folclórica” o incluso “religiosa”. A pesar del fracaso de la “modernización”, la misma continúa presentándose en estos debates como único horizonte que descalifica toda crítica que parta desde afuera de la civilización occidental. Muchas voces, liberales o de izquierda, sienten rechazo ante ontologías, metafísicas o filosofías que sin duda no coinciden con la metafísica, ontología y filosofía del materialismo estatal y con la ideología de la acumulación y el progreso.
En Ecuador, el movimiento indígena de la CONAIE, nuevamente, es el principal responsable de la irrupción del concepto al que, con posterioridad, también llega la academia y los intelectuales de izquierda. Ménthor Sánchez, quechua de la ECUARUNARI, investigador y asesor del área política de la CONAIE, escribía en un documento posterior al congreso de 2001 donde la CONAIE presentó su proyecto político, que: “el objetivo fundamental e histórico que recoge nuestro proyecto, es la construcción de un nuevo orden social, con un Estado plurinacional y una sociedad pluricultural” (Sánchez 2001). Sánchez trazó los objetivos del proyecto político de la CONAIE para que no se conviertan en letra muerta como en la Constitución de 1998. En su resumen del proyecto, destaca la dimensión económica y plantea: La necesidad de construir y fortalecer un nuevo modelo de desarrollo económico que sea comunitario, solidario, equitativo y redistributivo para toda la sociedad ecuatoriana, especialmente, para los sectores más marginados. Este modelo no se sustentará ni tendrá como base de crecimiento la propuesta de producción, circulación y acumulación de riqueza en pocas familias, sino que parte de las prácticas ancestrales y comunitarias del trueque o intercambio justo de los productos de acuerdo a las necesidades de las nacionalidades y pueblos. También contempla la creación de espacios mixtos entre el capital privado y la iniciativa comunitaria, es decir, la combinación entre los dos modelos económicos (CONAIE 2001: s/n).

Estas ideas que todavía no se asociaban al concepto, resuenan, sin embargo, en la propuesta que veremos más adelante como sumak kawsay. Sin utilizar aún el concepto VB/BV, ese documento de la CONAIE también traería los componentes “filosofía integral” y “comunitarismo”, que poco después sí pasarían a asociarse al VB/BV (y, con tono despectivo, al “pachamamismo” en el debate posterior a la aprobación de la Constitución de Bolivia [cf. infra]). El documento definía estos conceptos así:
La filosofía que las nacionalidades y pueblos practicamos es una filosofía integral donde el hombre y la naturaleza están en estrecha y armónica interrelación garantizando la vida de todos los seres […]. Consecuentes con el pasado y el presente, sustentamos el principio de la filosofía integral, en la interrelación y reciprocidad, entre el cosmos, hombre-naturaleza-sociedad; para conseguir mejores condiciones de vida individual y colectiva, propugnando para ello la construcción de la nueva sociedad plurinacional, comunitaria, colectiva, igualitaria, multilingüe e intercultural, equitativa, con visión de desarrollo sostenible. La filosofía integral defiende, respeta y afirma los derechos de todas las vidas: de los seres humanos y de la naturaleza; como sustento de la espiritualidad, religiosidad, pensamiento y conocimiento de las nacionalidades y pueblos. [Y el comunitarismo como] forma de vida de todas las nacionalidades y los pueblos basada en la reciprocidad, solidaridad, igualdad y autogestión; es decir, un sistema socioeconómico y político de carácter colectivo en el que participan activamente todos sus miembros. Nuestro sistema comunitario se ha ido adaptando a los procesos económicos y políticos externos, se ha modificado pero no ha desaparecido, vive y se lo practica en las nacionalidades y pueblos cotidianamente, dentro de la familia y comunidad. El nuevo Estado plurinacional será el encargado de armonizar estos tipos de ‘propiedad’ con el objetivo principal de lograr la igualdad económica, política, cultural, tecnológica y científica de las nacionalidades y pueblos y demás sectores sociales de la sociedad nacional, garantizando la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales de toda la sociedad; y potencializando este modelo del desarrollo de la humanidad y la conservación de la madre naturaleza (CONAIE 2001: s/n).
El debate del origen comunitario del VB/BV nos lleva a la discusión del Estado. Comunidad y Estado forman un par que sirve para entender parte de las discusiones que surcan el concepto. Comunidad no siempre se opone a Estado, puede también ocupar su lugar; pero ambos polos permiten entender dos posibles devenires del concepto donde la universalización y también el control y la jerarquía del “uno” se oponen a la pluralidad horizontal comunitaria. Recorriendo estas tenciones, Floresmilo Simbaña escribe que la llegada del VB/BV al Estado tiene el antecedente del periodo incaico donde un Estado se articulaba con las comunidades de una forma más armónica. Sobre el sumak kawsay este autor agrega: En tiempos de los Estados originarios precolombinos, no sólo servía para organizar la comunidad, sino toda la sociedad, incluso al Estado mismo. Esta última característica, obviamente, no sobrevivió tras la destrucción de los Estados precolombinos por la conquista y posterior colonia. Por siglos, el sumak kawsay fue rescatado y practicado por las familias, el ayllu, la comunidad; y es justamente de aquí donde los actuales movimientos indígenas retoman y reivindican este principio como perspectiva ética-civilizatoria. Es justamente de aquí donde se toma al sumak kawsay para su actual elaboración como proyecto político (Simbaña 2011: s/n).
No desde la comunidad, sino desde el Estado, el MAS y Alianza País se ocuparían de la elaboración de un plan de desarrollo inspirados en el VB/BV. No se trata de oponer comunidad y Estado cuando la riqueza de estos conceptos surge justamente en su intersección, pero sí es importante distinguir un uso del concepto pensado desde uno y otro lado, que se debe a una u otra razón. El plan de desarrollo es uno de esos momentos políticos que rara vez se constituyen en herramienta más allá que un paso burocrático de gestión. Otros intelectuales y técnicos estatales eran ahora los encargados de su redacción. Pero es difícil pensar que desde ahí se impulsó algo más que un cambio general de terminología.

De hecho, es difícil ver los Estados del Ecuador y Bolivia con lógicas que pudieran calificarse del VB/BV. En 2007, en Bolivia, se aprueba el Plan Nacional de Desarrollo “Bolivia Digna, Soberana, Productiva y Democrática para Vivir Bien” (República de Bolivia 2007). En Ecuador, el nuevo plan se titulaba: Plan Nacional para el Buen Vivir 2009-2013, elaborado por la SENPLADES (2009), que era un actor importante en la definición del Buen Vivir estatal, dirigida entonces por René Ramírez, del cuadro correista. Uno de los centros discursivos del Buen Vivir en Ecuador es la SENPLADES, participando del debate político nacional y pensando su implementación. Ese papel, en Bolivia, estaría en manos de la Cancillería.

Desde el movimiento indígena, Floresmilo Simbaña consideraba que el Estado introduce los nuevos conceptos por la presión de abajo: Las propuestas de plurinacionalidad y sumak kawsay se desarrollaron al calor de la resistencia contra el neoliberalismo y su fuerza y asimilación social fueron tales, que en este nuevo periodo marcado por el Gobierno de Rafael Correa (sobre todo en la Asamblea Constituyente), la nueva clase política no tuvo otra alternativa que asumir y consagrarlas en la nueva Constitución del Ecuador e inclusive en los discursos del Gobierno.

[Pero se aleja del Gobierno, pues] el sumak kawsay no depende del desarrollo económico, como dicta el capitalismo, mucho menos del crecimiento económico exigido por el neoliberalismo, pero tampoco depende del extractivismo: depende de la defensa de la vida en general. Por lo tanto, el sumak kawsay no es una referencia moral individual o idea abstracta, como algunos funcionarios gubernamentales intentan insinuar. [Y cita a Gallegos y Ana María Larrea que entienden el sumak kawsay como] mejorar la calidad de vida de la población [y] contar con un sistema económico que promueva la igualdad a través de la redistribución social y territorial de los beneficios del desarrollo. [Incluso pensaría que] el sumak kawsay se reduciría a redistribuir los beneficios del desarrollo, no necesariamente a cambiar de modelo ni destruir las estructuras reales que lo sostienen (Simbaña 2011: s/n). Para Simbaña, por otra parte, expandir la explotación económica con la promesa de redistribución, significaría debilitar la economía social de los pueblos. Evalúa que el Gobierno de Correa: “terminará asentándose en la sobreexplotación de la naturaleza, manteniendo la vigorosidad de las economías no productivas (financiera y comercial) y potenciando otras nuevas, como en la de agronegocios y agroalimentos [que] como es obvio, esta ‘nueva realidad’ agrava los conflictos sociales” (Simbaña 2011: s/n).

En lugar de esto, la propuesta sería un “comunitarismo” como principio organizador del proyecto político de la CONAIE. En este sentido, Simbaña cita un documento de 1994 (revisado en 2007), donde se afirma que: Para nosotros el comunitarismo es un régimen de propiedad y sistemas de organización económica y socio-política de carácter colectivo, que promueve la participación activa y el bienestar de todos sus miembros. Nuestros sistemas comunitarios se han ido adaptando históricamente a los procesos económicos y políticos externos; se han modificado, pero no han desaparecido, viven y se los practica en las Nacionalidades y Pueblos indígenas cotidianamente, dentro de la familia y comunidad. El modelo sociopolítico que propugnamos, es una sociedad comunitaria e intercultural. En el nuevo Estado plurinacional se reconocerá y fortalecerá la propiedad familiar, comunitaria, pública y su economía se organizará mediante formas comunitarias, colectivas y familiares (Simbaña 2011: s/n).

Finalmente, Simbaña también afirmaba que “como podemos ver, el sumak kawsay no es un concepto que se pueda entender por sí solo, necesariamente está unido al de plurinacionalidad y estos directamente ligados a lo comunitario, que es la base constitutiva de ambos” (Simbaña 2011: s/n).

El trabajo alrededor del concepto de sumaj qamaña en Bolivia encuentra voces que provienen tanto de las comunidades como de afuera (esto es, las ciudades, el Estado, la cooperación, la intelectualidad académica) y al mismo tiempo asociados al “desarrollo”, la política (katarista) y también de la filosofía o cosmología aymara como campo de reflexión. Todas estas vertientes confluyeron en el proceso impulsado desde el Estado desde 1994 cuando el vicepresidente proveniente del katarismo Víctor Hugo Cárdenas buscara darle un lado comunitario a la política de descentralización municipal, impulsada por las leyes de municipalidades y de participación popular, donde la planificación co menzaba a ser transferida a alcaldías y organizaciones sociales, en el altiplano con gran presencia campesina e indígena. Este proceso tendría continuidad en 2000, con el lanzamiento de un diálogo nacional que buscaría incluir aspectos culturales a la lucha contra la pobreza. Según detalla Javier Medina, en este contexto La cooperación alemana, GTZ, organiza un componente de su programa de cooperación y lo bautiza como sumaj qamaña, para indicar, justamente, su orientación. Entonces, en colaboración con la FAM: la Federación de Asociaciones Municipales, se produce una gran cantidad de material bibliográfico sobre el sumaj qamaña, ñande reko, suma kawsay, la vida buena municipal, que llega hasta los últimos rincones del país. Se logró posicionar el concepto como diferente del de desarrollo (Medina 2012: s/n). Una serie de libros publicados en 2001 y 2002 sobre el Vivir Bien en la vida municipal –a partir de las reformas estatales de descentralización de la planificación y participación– dan cuenta de este trabajo, junto con artículos de Simón Yampara, Mario Torrez y Javier Medina (Medina 2001) en sintonía con el uso del concepto que encontraríamos después de la llegada al Gobierno del MAS. Yampara escribe que: El paradigma ideológico y la búsqueda permanente del pueblo aymara-qhichwa, están expresados precisamente en la ceremonia ritual de la jaqicha.
Más que la búsqueda del bienestar material, buscan la armonía entre lo material y lo espiritual; es decir, el bienestar integral/holista y armónico de la vida, que tiene que ver con cuatro tipos de crecimientos: a) crecimiento material, b) crecimiento biológico, c) crecimiento espiritual, d) gobierno territorial con crecimiento. Interaccionando simultáneamente estos cuatro factores, en un proceso holista, se llega a la armonía integral de la vida de los pueblos andinos que, en aymara, se llama: sumaj qamaña: ‘Vivir Bien en armonía con los otros miembros de la naturaleza y con uno mismo’ (en Medina 2001a). La sistematización de Javier Medina es citada por Albó como “sumario más estimulante para comprender las múltiples facetas del sumaj qamaña”, aunque al mismo también como subidos a un lenguaje demasiado abstracto y elitista (Albó 2011). La propuesta de Medina inspirada en esta filosofía aspira a que Bolivia se convierta en una sociedad convivial, de frugalidad de vida y calidad de vida, de alta sinergia, de baja entropía, del equilibrio, eco-simbiótica con su espacio, de redes y flujos dinámicos, de democracias locales directas. Albó, que también es una voz siempre presente desde la cooperación misionera que deriva en las primeras ONG, da cuenta del trabajo de Medina sistematizando los principios holísticos de los pueblos indígenas y convocando a diversos teóricos de todas las latitudes, que contrasta con el enfoque “mucho más economicista y diseccionador de los modelos dominantes de desarrollo y planificación”.
También se destaca la participación de Medina en la publicación con el apoyo de la cooperación alemana (GTZ y PADEP) de tres volúmenes sobre reciprocidad, del antropólogo francés Dominique Temple (2003). Pensando desde la comunidad, pero fuertemente inserto en la política “del desarrollo” –aunque sea para darle al mismo un nuevo sentido desde el mundo indígena– el intelectual aymara y katarista Simón Yampara, ya en 1991 tiene publicaciones sobre el sumaj qamaña. Yampara dirigió el Centro Andino de Desarrollo Agropecuario (CADA), muy activo en estos procesos y fue director de Pueblos Indígenas de la Prefectura de La Paz, en 2009. En un encuentro indianista organizado por el periódico Pukara Yampara manifestó que “el chiste es que este paradigma de vida que habíamos anunciado del suma qamaña, –entre mofa y seriedad– del cual me enorgullezco de ser autor; por lo menos puse al escenario político y al escenario internacional a esa palabra” (Pukara 2010: 191) y defendió el origen katarista del concepto, criticando el uso del mismo en un Gobierno que no reconocía como indígena y englobando “la derecha y la izquierda [en] la misma matriz civilizatoria cultural occidental”. Criticaba entonces el concepto de “socialismo comunitario” y el “capitalismo andino-amazónico” (ambos enunciados por el vicepresidente Álvaro García Linera) y de Estado “comunal” de Félix Patzi (2007: 193), surgido del espacio de encuentro entre clase y etnia.

En un escrito sobre el Vivir Bien, Javier Medina (2012) recorrería el proceso que llevó el VB/BV a la Constitución en Bolivia, evaluando esta inclusión como un gran avance pero sólo de carácter formal. Medina critica que, después de seis años de Gobierno, el MAS no haya podido implementar un solo proyecto de Vivir Bien y señala la disputa política entre la Cancillería y la Vicepresidencia, entendida como “indígenas vs izquierdistas” o “pachamamistas vs extractivistas”. Medina encuentra que por tras de la disputa habría un nuevo avatar del encuentro del pensamiento amerindio contra el occidental, pero con malos entendidos de los dos lados. Del lado indígena comunal, dice Medina, “si se les pide decidir entre desarrollo y Vivir Bien, demandan desarrollo, para sorpresa del preguntón. Dan por sentado que ya tienen sumaj qamaña: algo intangible que, de todos modos, no puede percibir un occidental, educado por la objetividad y mensurabilidad de un universo cósico” (Medina 2012). Critica también que la traducción castellana de los ideólogos del pachamamismo pierde las connotaciones sistémicas y cosmobiológicas de los idiomas amerindios antropocentrizando el concepto y recurriendo al lenguaje de la new age para hacerse entender, “con lo que deviene en algo parecido a un manual de autoayuda americano” (Medina 2012).

En referencia al uso del concepto desde sectores afines al Gobierno, Medina nota que se trataría también de aymaras cristianos, desde una conceptualización asociada a idolatría y hablando de Pachamama en soledad, de forma monoteísta –aunque femenina– cuando la cosmología andina siempre es dual (sol y luna, Pachamama y Tata Inti, etc.). Del lado “extractivista”, Medina encuentra la “vieja y no resuelta relación de la izquierda latinoamericana y los pueblos indígenas” y que en lugar de aprender la lección de los sandinistas con los Misquitos, se ha intentado traducir mecánicamente “proletarios” por “indígenas”, reproduciendo la clásica idea de partido, intelectuales y desarrollismo industrial, confundiendo lo comunitario con una “granja colectiva”. La disputa entre cancillería y vicepresidencia quizás sea un poco simplificada en el análisis citado (pachamamistas vs izquierdistas), pero de hecho existe con rivalidades de baja intensidad entre dos espacios cercanos a Evo Morales y que en temas como las relaciones con Estados Unidos, la marcha de indígenas por el TIPNIS y demás, han chocado. El pasado de Choquehuanca en organizaciones de izquierda y la ceremonia andina en Tiwanaku donde García Linera celebró su boda, en todo caso, parecen hablar de un continuo intento de encuentro entre indianismo e izquierda en la base de la política boliviana plurinacional, a pesar de los énfasis y diferencias entre un espacio que fomenta el Vivir Bien y otro que desde 2009 impulsa el “salto industrial” (para una crítica a García Linera por sus trabajos sobre comunidad y capitalismo, donde la comunidad aparece fragmentada y por tanto fácilmente dominada por el capital ver Temple 2009). (...)

Catherine Walsh es otra voz en la construcción del Vivir Bien. Como académica y estudiosa de la colonialidad, ha escrito bastante sobre interculturalidad y política estatal. Basándose en autores como Medina, Estermann y Yampara, en su libro Interculturalidad, Estado, Sociedad. Luchas (de)coloniales de nuestra época (Walsh 2009) define el “Bien Estar Colectivo y Buen Vivir”, con la Madre Tierra como eje central y con cuatro principios fundamentales. 1) La relacionalidad, que sostiene el vínculo o interconexión entre todos los elementos que conforman la totalidad, los seres animados que se complementan, relacionan y autorregulan. 2) La correspondencia, por la cual los componentes de la realidad se corresponden de manera armoniosa no con nexos causales, sino más bien cualitativos, simbólicos, celebrativos, rituales y afectivos. 3) La complementariedad, que da especificidad a los dos principios anteriores, que postula que no hay entes o acontecimientos completos en sí. Así, el ser humano sólo tiene sentido desde la dualidad complementaria: un individuo autónomo aparece como incompleto. Como afirma Javier Medina, esto se opone a la lógica occidental de la identidad (coincidencia del ente consigo mismo) y el tercero excluido (no hay posibilidad más allá de verdadero y falso), que según Walsh fomentan el colonialismo y hacen imposible la interculturalidad. 4) La reciprocidad, que compete no sólo a las interrelaciones humanas, sino a todo tipo de interacción intrahumana, ser humano-naturaleza y que implica lo humano-divino. Para Medina, cita Walsh, la reciprocidad nace de la búsqueda de un equilibrio contradictorio entre identidad y diferencia, entre homogeneización y heterogeneización, entre inclusión y exclusión (Walsh 2009).

Raúl Prada participó de la elaboración de una propuesta de ley de la Madre Tierra, una de las últimas acciones del Pacto de Unidad antes del enfrentamiento de sus miembros por la política “desarrollista” del Gobierno de Evo Morales. Prada también motorizó la elaboración del anteproyecto de “Ley de gestión pública plurinacional comunitaria y autonómica” y trabajaba en el Plan Plurinacional del Vivir Bien cuando se alejó del Gobierno, en 2010. En un texto para la conferencia LASA-2012, titulado “Horizontes del Vivir Bien” (2012) Prada plantea el concepto como parte de un proyecto civilizatorio alternativo, con el VB/BV como herramienta transformadora y movilizadora y recurso político, imaginario e institucional, también como convocatoria regional e internacional. Reconoce en el mismo texto que el Vivir Bien tiene perspectivas culturales, religiosas, políticas, institucionales, filosóficas y pragmáticas. En el debate filosófico, Prada menciona una posición oída en el encuentro anual de antropología del MUSEF, en 2009, cuando en un comentario alguien no identificado opinó que el VB/BV ya había sido escrito por Aristóteles y que no era ninguna novedad de aymaras y quechuas. Prada dijo que: Esta observación es débil pues supone que se trata del vivir bien de la misma manera, forma, concepto, del Vivir Bien como hace dos milenios en Grecia. ¿Por qué se vuelve a plantear el Vivir Bien después de dos milenios o por qué perdura la cuestión durante dos milenios, por qué se convierte en un proyecto político, se incorpora constitucionalmente y por qué termina siendo parte de una resolución internacional de los pueblos contra el cambio climático? A diferencia de la historia de la ética mencionada, el proyecto civilizatorio del Vivir Bien no se centra en el sujeto, en el individuo de la modulación práctica y espiritual, sino en un referente distinto, descentrado del humano, en la complejidad e inmanencia de la Madre Tierra y el cosmos, considerados como matrices vivas e integrada por fuerzas animistas. Los seres humanos forman parte de la Madre Tierra y del cosmos, están inmersos en ámbitos de relaciones con otros seres componentes de la Madre Tierra y el cosmos, relaciones que deben ser armónicas y complementarias (Prada 2012: s/n). También Ana María Larrea, subsecretaria de Reforma Democrática e Innovación de la Gestión Pública, de la SENPLADES, da cuenta de la “superación” andina de la concepción aristotélica del Buen Vivir. Aristóteles en sus reflexiones sobre ética y política nos habla ya del Vivir Bien. Para Aristóteles, el fin último del ser humano es la felicidad, que se alcanza en una polis feliz. Es decir, solamente la felicidad de todos es la felicidad de cada uno; la felicidad se realiza en la comunidad política. Aisladamente, los seres humanos no podemos alcanzar la felicidad, sólo en sociedad podemos practicar la virtud para vivir bien, o ser felices. El fin de la polis es, entonces, alcanzar la felicidad de los seres humanos que la integran [pero] la concepción aristotélica del Vivir Bien no reconoce las relaciones del ser humano con la naturaleza ni las dimensiones espirituales de las relaciones con los antepasados y con la naturaleza, que en la visión de los pueblos kichwa andinos son tan relevantes (Larrea 2010: 20-21). Larrea resalta el énfasis que en ambas concepciones (andina y aristotélica) tienen del sentido de lo comunitario-social, frente a las visiones fragmentarias, economicistas y mercadocéntricas del “desarrollo” (2010: 21).

Desde una propuesta de hermenéutica intercultural, la respuesta de Raúl Prada al reduccionismo del Vivir Bien a la concepción de Aristóteles, remite a cosmovisión indígena pero al mismo tiempo a Deleuze, desde una ética ecológica que incorpore a los no humanos –también en sintonía con la antropología contemporánea– y que sin desechar la tradición ética de la filosofía, explica Prada, comprenda la diferencia entre una concepción basada en el sujeto y otras basada en subjetividades en devenir. En sus palabras, el Vivir Bien se descentra del humano y “estos ámbitos afectivos se emergen en múltiples devenires, devenir animal, devenir planta, devenir río, devenir montaña, devenir agua, etc. Las subjetividades son conectivas, se trata de subjetividades complejas, subjetividades integradas y en devenir” (Prada 2012: s/n). Citando conceptos del canciller Choquehuanca, Prada ve como “línea de fuga que abre la concepción del Vivir Bien” a la idea de taki: camino, recorrido y tránsito, así como la de ciclo o jaque, “por el cual una pareja debe pasar por distintas etapas, responsabilidades y cargos, participando en la gestión comunitaria” (Prada 2012: s/n). Tanto la versión de Raúl Prada como la de Larrea, se ubican en la izquierda urbana e intelectual, dando cuenta que no siempre la izquierda fue cerrada a comprenderlo y desconectada de las discusiones venidas desde las comunidades y pueblos. La llegada al Estado del concepto, de hecho, será por el camino de la izquierda pluralista cercana al movimiento indígena. De todos modos, en el caso de Prada hay un acercamiento a la matriz cosmológica andina que no encontramos en la SENPLADES ecuatoriana, situada más bien en el desarrollo de una versión estatal que es defendida en diversos foros, documentos y espacios políticos, sin salir del universo de las políticas públicas.

Las propuestas al mundo(…)
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