domingo, 13 de mayo de 2012

Otro país-mundo se levantará por lucha de los pueblos de carácter anticapitalista, antiimperialista, antiracista, antipatriarcal

Planteo
Según Informe de GRAIN, Argentina  es uno más de los destinos del capital financiero en busca de ganancias extraordinarias con los alimentos o del capital estatal en busca de asegurar la provisión de comida para los habitantes del su país. “La mayor parte de los 298 acaparadores registrados provienen del sector del agronegocio, compañías financieras y fondos soberanos son responsables de cerca de un tercio de las negociaciones. Y, en muchas ocasiones, se superponen. Por ejemplo, los datos muestran cómo Cargill, una de las compañías de agronegocios más grandes del mundo, ha estado adquiriendo cientos de miles de hectáreas de tierras agrícolas a través de su fondo de cobertura Black River Asset Management”, apunta la investigación, que destaca que dos tercios de las inversiones de este tipo en el mundo vienen de Europa y Asia.


La pregunta que surge es si la flamante Ley de Tierras puede llegar a modificar la tendencia de la extranjerización de tierras en la Argentina (cuyas cifras certeras se desconocen pero se presume que podrían abarcar más de 20 millones de hectáreas). Carlos Vicente, de Grain, cree que si bien la norma ha molestado a las corporaciones –señal de que va en el buen camino– “es muy claro que en las condiciones actuales de control territorial del agronegocio y en sus modos de operar en los cuales la adquisición de tierras es una cuestión secundaria ya que estos grupos operan fundamentalmente a través del arrendamiento con lo que la Ley de Tierras no significa un obstáculo para su avance”. “Lo que realmente necesitamos es un cambio profundo en nuestro modelo agrícola que contemple como mínimo: una ley que ponga freno al desalojo de comunidades campesinas e indígenas; la reorientación de la producción agrícola hacia la soberanía alimentaria y un debate profundo sobre la función social de la tierra que nos encamine hacia la posibilidad de una reforma integral”, concluye Vicente. (...)


Pero es evidente que la decisión gubernamental es profundizar el modelo del sistema global de agronegocios. Como Darío Aranda dice: "el Plan Estratégico Agroalimentario (PEA) fue presentado el año pasado por el gobierno nacional. Prevé metas productivas para los próximos diez años, entre ellas insta a aumentar un 60 por ciento la producción granaria e incorporar nuevos territorios al modelo de agronegocios. “El Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata declara su discrepancia con los lineamientos generales del PEA”, destaca la resolución 048/2012 de la Facultad y advierte: “El Plan Agroalimentario tendrá un profundo y negativo impacto en el complejo sistema productivo de nuestro país, al consolidar el modelo de país agroexportador basado en la agricultura industrial, pools de siembra, agrotóxicos, monocultivos, despoblamiento rural y enormes ciudades insustentables.”(...)
-------

Ideología
Como advierte el Boletín mensual del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM), número 175, febrero 2012 en ¿Caminos a seguir?

El capital especulativo y los actores interesados como bancos, consultores, grandes empresas, fondos de inversión, así como otros actores aliados como ONG y, frecuentemente, nuestros propios gobiernos, pretenden apoderarse de los territorios de los pueblos con el comercio de servicios ambientales para “vender” y lucrar. Así, la lucha por los derechos de los pueblos de los bosques que dependen de ellos tiende a tornarse más compleja y difícil.

¿Cómo continuar esa lucha? A continuación, algunas posibles orientaciones:

a. Muchas comunidades que viven en bosques, sean campesinas, tradicionales o indígenas, comparten la preocupación sobre cómo conservar esas áreas, principalmente cuando las mismas se tornan más escasas y la necesidad por tierras aumenta. Muchas veces, exigen, en una demanda justa, el apoyo del Estado para garantizar su conservación. Las informaciones recogidas en este artículo alertan a que las comunidades, en vez de entrar en esquemas como el pago por servicios ambientales y el comercio de tales “servicios”, reúnan todas las informaciones sobre qué es y qué representa la idea de servicios ambientales y su comercio, promoviendo debates con toda la comunidad. El presente texto tiene exactamente la finalidad de alimentar esos debates.

Si los gobiernos gastan recursos públicos para ayudar a grandes empresas y bancos, el mismo dinero puede ser aplicado también en políticas públicas para ayudar a las comunidades que buscan conservar y recuperar sus áreas forestales, sin necesidad de transformar esas acciones en mecanismos perversos como el comercio de servicios ambientales, lo que profundiza el proceso de mercantilización y financierización de la naturaleza.

b. Una característica común del comercio de servicios ambientales y del “mercado de carbono” es su falta de transparencia. Es de suma importancia exigir, en su país, informaciones a las autoridades, a los parlamentarios, sobre la reglamentación ya aprobada y la que está siendo discutida sobre este tipo de actividad. En países donde la legislación sobre el comercio de servicios ambientales está elaborándose rápidamente, como en Brasil, hay claras contradicciones con la Constitución del país, por ejemplo, cuando los proyectos de ley proponen la privatización de algo fundamental y de libre acceso para toda la población. Por ejemplo, en el estado de Acre, entidades de la sociedad civil están pidiendo al Ministerio Público Federal que inicie una acción de inconstitucionalidad contra la Ley Estadual 2.308/2010 que instituye el Sistema de Incentivos al Servicio Ambiental del Estado.

c. La agricultura campesina en casi todos los países del Sur sufre la falta de apoyo, de políticas públicas, para mantenerse y fortalecerse. Ese tipo de agricultura, practicada incluso en áreas de bosques sin que haya sido una amenaza a la continuidad del bosque, ha posibilitado una convivencia y una interacción con el mismo. La idea del comercio de servicios ambientales descarta esa convivencia. Más apoyo en forma de políticas públicas para ese tipo de agricultura fortalecería la seguridad y la soberanía alimentaria de esas poblaciones y de las regiones en las que están viviendo. Además, la agricultura campesina ya contribuye, como la Vía Campesina ha divulgado, con el “enfriamiento” del planeta. Los Estados, en vez de conceder apoyo a las comunidades campesinas, a menudo financian y facilitan la introducción del comercio de servicios ambientales. Significa gastar dinero público y, a veces, asumir nuevas deudas financieras con instituciones internacionales como el Banco Mundial, cuando éstas ofrecen “incentivos” para ese nuevo tipo de “comercio”. La carga nuevamente es para el pueblo.

d. La mercantilización y la financierización de la naturaleza señalan la importancia de construir alianzas más amplias entre quienes combaten el sistema financiero internacional, quienes luchan contra la privatización de la naturaleza, y quienes luchan diariamente por sus territorios y ecosistemas.

e. Una alianza amplia y fuerte, contraria a la “economía verde”, está siendo propuesta a través de la convocatoria camino a Río+20. Busca concretar una agenda en conjunto con organizaciones y redes no gubernamentales y movimientos sociales, incluyendo acciones de solidaridad a comunidades impactadas por empresas que se apoderan de sus territorios y los degradan, como es el caso de la CSA en Río de Janeiro, de propiedad de las multinacionales Vale y Thyssenkrup, o contaminan el mar y afectan a pescadores como la petrolera Petrobras. La agenda conjunta prevé también la realización de la Asamblea de los Pueblos Afectados por proyectos privatizadores y degradantes en la víspera de Río+20.

f. Es necesario continuar con más fuerza la lucha para que las comunidades que conservan los bosques tropicales y dependen de ellos puedan tener el derecho y el control sobre esos espacios. Significa luchar por el reconocimiento de los derechos de esos pueblos sobre sus territorios —algo aún inexistente o insuficientemente garantizado en muchos países de Latinoamérica, África y Asia. En países donde ya hubo muchos avances como en Brasil, la tendencia es de retroceso en los derechos indígenas y en los derechos de otros pueblos tradicionales, mientras crecen sin cesar los esfuerzos para crear un “mercado global en servicios ambientales”.

g. Precisamos continuar la resistencia y la denuncia del capital financiero y sus actividades especulativas. A pesar de la crisis que afecta principalmente a las mayores economías del mundo, casi todos los países y sobretodo sus gobiernos continúan defendiendo el sistema e involucrados en él. Sin embargo, aumentan, en todo el mundo, las críticas y las movilizaciones que claman por cambios profundos especialmente en relación a la financierización cada vez mayor de la economía, y también de la naturaleza, con una creciente ola de privatización de todo lo que aún es público. Por eso, es necesario continuar luchando contra la expansión de esa lógica del capital especulativo para que no se apodere de áreas fundamentales para el futuro de la humanidad, incluso los bosques tropicales.

Corresponde que todos denunciemos cada vez más las perversidades y contradicciones de esa lógica y sus impactos concretos en los territorios. Precisamos apoyar y fortalecer la resistencia de los pueblos para que, en primer lugar, les sea asegurado el derecho sobre sus territorios y para que se revierta el proceso de privatización de la naturaleza, también en el futuro, garantizando el libre acceso a las poblaciones que siempre la cuidaron e hicieron usufructo de ella (...)
------
Premisas e hipótesis
La explotación de hidrocarburos no convencionales es la causa principal de la recuperación parcial de YPF. Otra devastación y expulsión de poblaciones. Reflexionemos: "El Fracking, un atentado contra el territorio y la soberanía alimentaria" Por Leire Urkidi, Zuriñe M.Baztan, Mikel Otero, Eider Fdez. de Pinedo.
(..)Consecuencias en el territorio
La extracción de gas de roca a partir del fracking implica una muy importante ocupación del territorio, en detrimento de otros usos. Para extraer la cantidad de gas de la que nos han hablado en la CAPV, y teniendo en cuenta la productividad media de las cuencas gasíferas de EE.UU., sería necesario construir más de 2.000 pozos, ocupando cada uno de ellos una media de 1 a 2 hectáreas, más todos los caminos de acceso y otras infraestructuras (gaseoductos, ocupación subterránea por las ramificaciones, etc.).


No estamos hablando de yacimientos muy ricos en hidrocarburos. Estamos hablando de pozos con una vida útil muy corta por estar extrayendo desde formaciones con bajas concentraciones de gas. A medida que disminuye la concentración de gas, como de cualquier otro recurso natural, la cantidad de impactos ambientales (y el coste energético, hay que “invertir” mucha energía para extraer el gas) por unidad extraída aumenta exponencialmente. En este caso, se trata de una expansión de pozos, instalaciones y caminos que competirá con otros usos como los cultivos, los pastos o los ecosistemas silvestres.


La extracción de gas natural también incide en el medio ambiente atmosférico por el metano (con un efecto invernadero 21 veces mayor que el del CO2) emitido en escapes, venteo, o desde las balsas de acumulación del agua empleada; por las emisiones de CO2 debido al intenso tráfico rodado para el transporte y a la combustión de gases residuales; por la evaporación de tóxicos volátiles; o por la incidencia en la formación de smog, entre otros.


Otra de las implicaciones a tener en cuenta tiene que ver con el riesgo sísmico derivado de las fracturas provocadas en el subsuelo. En EE.UU., se ha relacionado el fracking con numerosos terremotos de baja y media intensidad. En Ohio, se han clausurado 6 pozos tras los terremotos de nivel 4 de la escala Richter de la nochevieja de 2011. No queremos ni imaginar terremotos similares en Araba: la central nuclear de Garoña, gemela de los reactores de Fukushima, se encuentra a tan solo 49 Km. de Vitoria-Gasteiz (...)".

En lucha contra esta destrucción de las condiciones de vida y trabajo, las organizaciones reunidas en Ecuador, del 27 de junio al 1 de julio de 2007, elaboraron un amplio documento —La geopolítica de los agrocombustibles—como posición del Sur Global sobre soberanía alimentaria, soberanía energética y la transición a una sociedad postpetrolera. Presentamos aquí la parte final de su documento: “un manifiesto por el des-desarrollo: el camino que proponemos desde el sur”.(...)

Son ejes del des-desarrollo:
▪des-urbanizar, para restituir la existencia de la población a escala humana, supliendo las necesidades en el mercado local y con fuentes de energía locales.

• des-globalizar el comercio y el transporte de mercancías, sobre todo agrícolas y alimentarias, para atacar la principal fuente de consumo de combustibles líquidos: los camiones refrigerados que transportan toda la cadena de carnes y lácteos, los aviones que transportan flores y frutas tropicales; los gigantescos navíos cerealeros movidos a diésel para llevar soja a Europa y a China, etcétera, que generan un flagrante balance energético negativo, y que sostienen el discurso ilusorio del “crecimiento”.

• des-tecnologizar la producción de alimentos, a partir de tomar los sistemas productivos como agroecosistemas donde la biodiversidad y la nutrición adecuada de los suelos reemplacen a las tecnologías puntuales y contaminantes derivadas del petróleo.

• des-petrolizar la economía; la mejor política contra el cambio climático es la eliminación de los combustibles fósiles, dejando el petróleo y el gas en el subsuelo. Eso no debe confundirse con soluciones ficticias como “descarbonizar la economía” o sea, promocionar el mercado de carbono, los mecanismos de desarrollo limpio y la implementación conjunta que perpetúan el modelo petrolero destructivo, bajo la lógica del mercado.

• des-centralizar la generación y la distribución de energía, mediante tecnologías que no recreen la dependencia, y que garanticen el abastecimiento según las necesidades de la población local, lo que se diferencia de promover la privatización de la energía, o las fuentes “alternativas” bajo el argumento de “proveer acceso de energía para los pobres”. En otras palabras: recuperar y defender el principio de la energía como un servicio y no un negocio y una mercancía ofrecida en el mercado. En esta línea de argumentación debe construirse la soberanía energética.






Conflictos irreconciliables con el capitalismo que desafían a la construcción de «democracia plebeya»

Planteo
Como dice ATTAC Argentina – CADTM: "El centro de toda política debe estar puesto en satisfacer necesidades humanas básicas, en armonía con la naturaleza, no en el lucro del capital". Pero "el G20 ha sido muy claro, ya en 2009, al definir al liberalismo económico como “el único cimiento sólido para una globalización sostenible y una prosperidad creciente para todos”, y al reafirmar el compromiso de no levantar “nuevas barreras a la inversión o al comercio de bienes y servicios, de imponer nuevas restricciones, o de aplicar medidas incoherentes de la Organización Mundial de Comercio (OMC)”". De ahí "la decisión del G20 de recapitalizar al FMI para que sea el “gendarme” del sistema financiero internacional. Si bien lo decidió el G20, son las potencias las que, controlando al FMI, controlan a qué país y bajo qué condiciones se le presta asistencia financiera". Y ATTAC Argentina – CADTM sostiene:"estamos en contra de intentar salvar un sistema que concentra la riqueza en manos de las multinacionales, condenando a miles de millones de seres humanos a la pobreza y marginalidad, y que basado en un consumo irracional degrada el medio ambiente de tal forma que amenaza la existencia misma de la especie humana".



Contra este orden mundial y del extractivismo en los países de Nuestra América se levantan CAOI, ECUARUNARI, Conamaq, ONIC y Conacami señalando:"-Defender el agua es defender la vida. -Basta de extractivismo y de criminalización. -Por la construcción e implementación del Buen Vivir y de auténticos Estados plurinacionales". Sin embargo, "los gobiernos abiertamente neoliberales y los llamados alternativos o progresistas coinciden en insistir en el capitalismo neoliberal extractivista que saquea y depreda la Madre Tierra, vulnera los derechos humanos y colectivos de los pueblos indígenas y criminaliza a sus líderes, autoridades y dirigentes, acusándolos de estar financiados por la derecha y persiguiéndolos penalmente por graves delitos, como sabotaje, secuestro, terrorismo y tentativa de homicidio: maniobras de los gobiernos para cooptar y dividir a nuestras organizaciones".

Hay criminalización de la protesta social hasta el extremo de aplicar leyes antiterroristas como en Argentina y otros países de Nuestra América. Prohíben la lucha por nuestros derechos y autonomía cuando el poder actual de los oligopolios y Estados imperialistas sobre los pueblos planetarios fue por imponer la derrota al proletariado, al campesinado y a fuerzas de izquierda mediante terrorismo de estado, planes de ajuste, privilegio del honrar la 'deuda' externa pública sobre el Estado social, desregulaciones o regulaciones en exclusivo beneficio del gran capital, guerra psicológica, sindicalismo empresario y partidos de Estado (como el PJ y la UCR) al servicio de la transnacionalización o recolonización. Por eso, es fundamental que haya unidad en diversidad de quienes se han constituido sujetos colectivos de derechos humanos y autonomía del Estado hecho para imponer la falta de libertad de los diversos de abajo e injusticia social de la constante profundización de la desigualdad implícita en el vigente crecimiento económico.


Los brasileros ejemplifican ese rumbo anticapitalista mediante el 1er Congreso Nacional de la CSP Conlutas - Central Sindical y Popular que se reunió los días 27, 28, 29 y 30 de abril en Sao Paulo.

------
 
Ideología
La llamada «cuestión ambiental» está en el centro de los conflictos entre los movimientos sociales y los gobiernos de Nuestra América. Es un enfrentamiento entre el ¡NO! y el ¡SÍ! al «modelo extractivo». Los gobiernos progresistas lo promueven y subsidian en nombre del crecimiento económico, de las fuentes laborales y la distribución de la renta. Sin embargo, la verdad es otra. Darío Aranda, en “Andalgalá, caso testigo”, escribe: “Bienestar económico, desarrollo local y cuidado ambiental. Son las principales promesas de las empresas mineras, gobiernos provinciales y funcionarios nacionales. Es lo mismo que prometió hace 18 años Minera Alumbrera, cuando comenzó su instalación. Los vecinos creyeron y, tras quince años de extracción de cobre y oro, rechazan la megaminería porque confirmaron en primero persona que no llegó el trabajo prometido, se acumulan las denuncias por contaminación y, en una nueva etapa de la política minera, se acentuó la represión contra los vecinos que rechazan la actividad. Bajo la Alumbrera, ubicado entre los diez principales yacimiento de cobre del mundo, es el caso testigo de una actividad tan millonaria como cuestionada que, en los últimos ocho años, aumentó 1500 por ciento (…)”

Eduardo Gudynas, en "Alcances y contenidos de las transiciones al post-extractivismo desde fuera", define: "Extractivismo depredador. Corresponde al estilo de desarrollo actual, caracterizado por un extractivismo que es intensivo, que afecta grandes áreas geográficas, volcado a la exportación, de alto impacto social y ambiental, y dudosos beneficios para el desarrollo nacional. Sus ejemplos son las actividades clásicas, tales como la explotación petrolera en la Amazonia de Ecuador, la minería a cielo abierto en Perú y Bolivia, o la expansión de los monocultivos de exportación en los países del Cono Sur. En todos los casos se observan altos impactos sociales y ambientales, que ya fueron recordados más arriba. Son actividades que descansan en economías de enclave, casi siempre desconectadas de redes productivas locales o nacionales, y que en muchos casos deben estar protegidas por fuerzas de seguridad (sean privadas o estatales). Es un estilo con una fuerte presencia de empresas transnacionales, sea por emprendimientos propios de esas corporaciones (donde los ejemplos más claros se encuentran en Perú, Colombia y Argentina), o en asociación con empresas estatales o mixtas (tal como ocurre en Bolivia, Venezuela o Brasil). Es un sector orientado a la exportación de materias primas, empujado por la globalización, con altísimas ganancias para las empresas, y aceptado por los gobiernos sudamericanos como forma de alimentar sus economías".

Destaca: 
"(...)Alternativas y transiciones 
Llegados a este punto, frente a la seriedad de los impactos y limitaciones del extractivismo es necesario postular una estrategia alternativa post-extractivista. Esta alternativa debe ofrecer cambios que respondan a los diversos problemas que encierra el extractivismo, pero a la vez, deben demostrar que son posibles y viables. La tarea entre manos se puede ilustrar con algunos ejemplos, a saber: 
Los impactos sociales del extractivismo incluyen situaciones como el aumento de las desigualdades, desplazamiento de comunidades, violencia, etcétera, de donde las alternativas deberán proponer estrategias enfocadas en la calidad de vida de las personas y en erradicar la pobreza, sin esperar por las soluciones de supuestos “derrames” económicos. 
En los aspectos ambientales, las alternativas deberán impedir la destrucción de las áreas naturales, la contaminación y otros efectos negativos producidos por prácticas extractivistas. A su vez, en lo que podría calificarse como una dimensión socio-ambiental, se deberá revertir la actual externalización de los costos del extractivismo hacia el resto de la sociedad, modificando sustancialmente la asignación de precios. En la dimensión territorial, se deben detener los procesos de fragmentación y desterritorialización propios del extractivismo.
En el campo económico, es evidente que se vuelve imperiosa una reforma tributaria sobre el sector extractivista, y la aplicación de tasas y cánones para evitar cualquier dumping socio-ambiental.
De esta manera, es posible identificar urgencias y necesidades alternativas, que conforman un conjunto de puntos que necesariamente deben estar contemplados en cualquier alternativa. Varios de estos elementos se ilustran en las siguientes secciones del presente artículo. Pero este ejercicio también indica que las alternativas puntuales e instrumentales no son suficientes (entendidas como “desarrollos alternativos”), y que en realidad es necesario un cambio sustancial a toda la idea del desarrollo contemporáneo. 
Tal como ya se adelantó arriba, es necesario enfrentarse a la base ideológica que sustenta el desarrollo convencional contemporáneo, tanto en sus bases conceptuales como en sus prácticas, institucionalidad y discursos legitimantes. Por lo tanto, el post-extractivismo es parte de una “alternativa al desarrollo”. Existen muchos antecedentes que nutren estos esfuerzos. La crítica al desarrollo ya tiene más de cuatro décadas, y existe un nutrido acervo de reflexiones sobre los límites sociales y ambientales del desarrollo contemporáneo, y distintas propuestas de reorientación enfocadas en atacar la pobreza, la calidad de vida y la protección ambiental. Son particularmente importantes los programas para “desmaterializar” y reducir las economías, inspirados por ejemplo en los aportes del Instituto Wuppertal en Alemania (por ejemplo, Sachs y Santarius, 2007), en tanto implican reducir la demanda por materias primas y energía. A su vez, se han logrado propuestas detalladas sobre economías alternas viables que no descansan sobre el crecimiento (por ejemplo, Jackson, 2009). En paralelo existen expresiones de la sociedad civil con reclamos y ensayos similares. Por ejemplo, el movimiento de “ciudadanos en transición”, originado en Irlanda y ahora difundido en Inglaterra, Estados Unidos y otros países, se centra en reducir el consumo de energía y apoyarse en la resiliencia local (entendida como las capacidades de amortiguación y elasticidad ambiental local), y en promover la calidad de vida a nivel comunitario y estilos de vida simples (...).

-----
Premisas e hipótesis
La emancipación del capitalismo cuyo funcionamiento patentiza Walmart no provendrá de la integración con el Estado como el II FORO NACIONAL “Hacia Otra Economía” hizo. Un rumbo más representativo de la liberación social comenzó a impulsarse con el 1er Congreso Villero. “Ahora el desafío es consolidar la corriente villera, darle continuidad al espacio y empezar a luchar juntos para llevar adelante lo discutido. Como dijimos en nuestra convocatoria, somos hombres y mujeres de trabajo, capaces de pelearle a la vida un lugar de dignidad. Hoy el desafío es ese, poner en pie al movimiento villero”.
 
Sobre "La crisis de la representatividad y la insurgencia de la democracia de la calle" en Venezuela nos habla Andrés Antillano (Rebelión): "(...)El Caracazo supone la emergencia, violenta y definitiva, de un nuevo sujeto popular. Si los episodios de luchas de masas habían sido protagonizados hasta entonces por estudiantes y movimientos sindicales, el 27 de febrero de 1989 es testigo de la insurgencia de un sujeto marcado por la pérdida de la condición laboral, esencialmente desempleados o trabajadores precarios, excluidos tanto del mundo del trabajo, del consumo y, en tanto habitantes de las periferias urbanas empobrecidas, de la ciudad como trama de inscripción social.

Se trata entonces de un sujeto excluido y precarizado, que no tiene a la fábrica como espacio de socialización y organización, pues es el barrio y las relaciones de convivencia y solidaridad las que le dan forma; ya no es la lucha por el rescate del trabajo o la plusvalía la que lo moviliza, pues la vida toda es ahora un bien en disputa; la ciudad, y especialmente los suburbios, es la superficie de su irrupción. No es casual que las protestas de aquel día se hayan desencadenado en las ciudades satélites de los pobres en contra del alza del pasaje, para luego extenderse a toda la ciudad y diversificar sus objetivos, enfrentándose a la policía, saqueando comercios o destruyendo vehículos e inmuebles.
Este sujeto, que tiene sus precedentes en luchas de marcado carácter urbano como las protestas por el agua, contra el alza del pasaje o contra intentos de desalojo de barrios populares, desarrolladas en los años previos, se convertirá en el actor central de los procesos históricos que vivirá Venezuela desde entonces y hasta la fecha. Su gestación es inseparable de las nuevas formas que adquiere el capital, el trastrocamiento del capital productivo en capital especulativo que parasita todas las esferas de la vida; que sustituye la ganancia, producida en la explotación directa del trabajo, por la renta, extraída de todas las actividades y necesidades colectivas. No se trata ya de luchas laborales. El ataque masivo a la vida supone que la vida toda, las condiciones para su reproducción (vivienda, servicio, consumo, recreación y afirmación simbólica), se vuelve materia de lucha.
Sus formas de lucha son propias de su naturaleza y de la naturaleza de sus demandas: la recuperación de espacios y bienes expropiados por la lógica del capital, privatizados o excluyentes, la toma de terrenos, de fábricas, de espacios públicos, la apropiación violenta de bienes y servicios, la acción directa y explosiva. La calle es su escenario. Se abandonan las formas tradicionales de organización. El tumulto, la auto-convocatoria, la asamblea sustituyen a estructuras formales y rígidas de pertenencia.
Tanto sus demandas, sus métodos y sus formas de organización implican, de manera inmediata y directa, una transgresión de los límites de las formas democráticas tradicionales, encorsetadas en la representación de intereses y en los canales institucionales por los que discurriría esa representación. Se trata en cambio de la puesta en escena de formas de «democracia plebeya», de calle, en que por la vía de la acción directa de las masas desestructuran las formas de dominación y se apropian colectivamente de espacios y procesos de los que son excluidos. Esta acción política de las masas supone la crisis de la representación. Partidos, sindicatos y otras formas de intermediación conocen un acelerado proceso de deslegitimación, al igual que los medios convencionales de participación política(.)".










Comunicación contra el capitalismo por multiplicación de espacios en común

Planteo
Como hecho positivo la Ley de expropiación del 51% de YPF dispone que el petróleo y el gas dejan de ser un “commodity” para pasar a ser un «bien estratégico», sujeto al «interés público nacional». Ahora es fundamental referir estos dos conceptos al modelo productivo y de desarrollo en vigencia. También es crucial tener en cuenta que las cúpulas empresaria y gobernantes son quienes se apropian de los bienes comunes (tanto sociales como naturales) y de la toma de decisiones sobre su uso. Son quienes nos convencen que lo principal es el crecimiento económico del capitalismo local para la inclusión social por multiplicación de fuentes laborales y la atención a los pobres. Pero los últimos mayoritariamente proceden del medio rural que está siendo arrasado por la expansión de agronegocios, megaminería, explotación hidrocarburífera, megaemprendimientos turísticos e inmobiliarios y la IIRSA.



Javier Rodríguez Pardo, en "El planeta errante y la quimera verde de Río + 20", advierte: "(…)En la última década, América Latina se ve sometida a proyectos concebidos en el marco de la Iniciativa para la Infraestructura de Integración Regional Sudamericana (IIRSA) y de la prolongación del Plan Puebla Panamá de Centroamérica. Ambos designios fueron forjados con el claro objetivo de facilitar la extracción, circulación, comunicación de los bienes comunes (recursos naturales) que conforman el botín del saqueo de las corporaciones transnacionales. Si Río+20 es un llamado a la cordura para el rescate de un planeta agonizante, los proyectos IIRSA no son la mejor respuesta para impedir su agonía.


Represas faraónicas desplazando a miles de indígenas de la Amazonía, ductos hidrocarburíferos, alteraciones hidrológicas y dragados de pasos fluviales son, con los corredores bioceánicos, parte estratégica de un modelo extractivo que agota fuentes de agua y consume ingentes volúmenes de energía. Se planifica Río+20 al mismo tiempo que se ejecuta un instrumento de depredación que contribuye aún más al calentamiento global. Agua, suelos fértiles y minerales críticos y estratégicos son bienes comunes escasos extraídos mediante una matriz energética generadora de emisiones atmosféricas que inciden en el calentamiento global.


Por todo ello la respuesta latinoamericana a Río+20 es de rechazo y refleja la desazón que ofrece un camino viciado desde su origen por quienes no abandonan consumismo y derroche. Es también la esperanza de infinidad de movimientos sociales que se levantan en rebelión en una sola frontera continental que los une. Son pueblos y comunidades originarias que conforman la masa crítica que intenta detener el rumbo hacia la destrucción del único hábitat posible: este planeta (...)".



A favor de este desarrollo criminal y suicida está la Presidenta. Cristina Fernández manifestó:"Ustedes saben que cuanta más basura hay, más progreso y más consumo representa”. Su sentencia la da en momentos en que la sociedad de consumo como bienestar a la capitalista es cuestionada, sobre todo, por degenerar en fastuosidad de una minúscula minoría mundial, tecnología devastadora, potencial comunicacional e informativo con uso manipulador, amplio y pujante mercado de comida chatarra, fabricación mirando a la corta duración del producto, enorme despilfarro de agua dulce y energía, etc.


Si indagamos en cómo está constituido el poder real, cuyo formidable crecimiento económico en la postconvertabilidad los K relatan como perteneciente al país, comprobamos la presencia de oligopolios imperialistas ya que dominan los sistemas globales de agronegocios, de megaminería, de industria petrolera y de la automotriz. Todas actividades opuestas a lo público y al buen vivir de los de abajo.


En contraposición, el paradigma de desarrollo de la «soberanía alimentaria» tiene como sus creadores esenciales a los campesinos, indígenas y los sin tierra que el capitalismo e izquierdistas etiquetan de atrasados y merecedores únicamente de asistencialismo y educación. Por supuesto, como la reforma agraria integral, requiere ante todo la autoorganización de las comunidades en la recuperación de sus respectivos territorios y en la articulación de hermanamiento entre ellas. Significa definir la autogestión por cada una de su producción, distribución y consumo de alimentos diversificados y acordes con sus culturas pero mirando a la complementariedad, cooperación e integración de todas que tienda a la igualdad de oportunidades para la felicidad poblacional e individual en el continente y mundo. También une saberes campesinos e indígenas con las ciencias concretando, por ejemplo, la alimergia que es un nuevo enfoque del proceso productivo integral y sistémico de alimentos según cuidados del medio ambiente y la energía. La alimergia "es un nuevo paradigma (forma de ver el mundo) necesario para responder a los desafíos y las exigencias objetivas que la comunidad humana y la sobrevivencia de la vida de la biósfera colocan en términos energéticos, alimentarios y ambientales para el presente y, dramáticamente, para la construcción del futuro".
-----

Ideología
El capitalismo e imperialismo ha recrudecido el ataque a las estructuras comunitarias, a los territorios de los pueblos y a la soberanía alimentaria en su expansión extractiva-exportadora. Pone en grave riesgo la vida misma de miles de millones de personas pertenecientes sobre todo a los países saqueados. Por eso, es fundamental construir la liberación nacional y social a partir de un frente cultural político que multiplique espacios en común entre los diversos de abajo para el encuentro apreciador de las diferencias en la toma de decisiones sobre los grandes problemas a resolver y la confrontación con el sistema en vigencia. Que establezca diálogos y no mera difusión e información, por ejemplo, respecto a cómo se posiciona la Articulación de Mujeres del Campo, CLOC-Vía Campesina:

"Rechazamos enérgicamente las visiones capitalistas que se imponen en el agro, que privatizan la tierra y el agua e imponen dinámicas empresariales que aniquilan la vida campesina.
Nos oponemos a que la transnacionalización de la producción alimentaria y la lógica de la acumulación de ganancias para el capital, continúe actuando como el objetivo de la humanidad y subsuma nuestras vidas a sus intereses. 
Queremos transitar de una visión de distribución normada por el 'libre comercio’ hacia una de reciprocidades, complementariedades y cooperación, tal como nuestras organizaciones han venido proponiendo en sus países, pero también en el proceso de integración regional -la ALBA y la UNASUR-, que es un eje clave para encaminar nuestras aspiraciones socialistas y antipatriarcales". Se trata no sólo de discutir cómo concretar esas nuevas relaciones desde ahora en cada comunidad (lugar) y en el conjunto del país, continente, mundo. Sino también es crucial cuestionar a la UNASUR y la CELAC.


El editorial de la Revista “Biodiversidad, sustento y culturas” Nº 72 (abril 2012) se refiere a que. "En la historia reciente de los pueblos de América Latina, por lo menos desde 1989, las comunidades y organizaciones han acumulado saberes y experiencias compartidas, han acumulado información que les permite entender lo que ocurre con mucho más precisión y detalle que los científicos y académicos, que los políticos de turno, porque su reflexión junta la información actual y contemporánea (que les allega su gente de confianza) con los saberes tradicionales y contemporáneos surgidos de su propia visión integral e integradora, esa visión que abraza la complejidad y la sincronía de los fenómenos y hace convivir tiempos, flujos, ritmos: todos los procesos implicados en las situaciones que les son pertinentes". Es una ruptura con la subordinación intelectual al sistema opresor que es generada en el estar en lucha por la vida y la dignidad humana de los pueblos.


Adital relata: Entre los días 23 y 30 de abril de 1972, se realizó en Santiago de Chile el Primer Encuentro Latinoamericano de Cristianos por el Socialismo. Se postulaba, entre otros aspectos, que dicho evento "debía impactar la conciencia cristiana latinoamericana y mundial, contribuyendo a destruir la aparente legitimidad religiosa del capitalismo”.


Aparte de todas las vicisitudes de este Encuentro –tales como invitaciones a obispos que fueron rechazadas; cartas confidenciales de obispos chilenos a Conferencias Episcopales de América Latina sobre el carácter "político” del Encuentro; fría entrevista de los participantes con el entonces Arzobispo de Santiago-, el Encuentro entregó un Documento Final que, a grandes rasgos, podría sintetizarse en que el problema sustantivo de aquel momento era el de la liberación, para lo que se requería la ruptura del sistema capitalista a fin de crear las condiciones de un proceso de construcción del socialismo, renunciándose a las "terceras vías” postuladas por la democracia cristiana.


El Documento Final establecía que "nuestro compromiso revolucionario nos ha hecho redescubrir la significación de la obra liberadora de Cristo. Ella da a la historia humana su unidad profunda y nos permite comprender el sentido de la liberación política, al situarla en un contexto más amplio y radical. La liberación de Cristo se da necesariamente en hechos históricos liberadores, pero no se reduce a ellos; señala sus límites, pero sobre todo, los lleva a su pleno cumplimiento. Los que operan una reducción de la obra de Cristo son más bien aquellos que quieren sacarla de donde late el pulso de la historia, de donde unos hombres y unas clases sociales luchan por liberarse de la opresión a que los tienen sometidos otros hombres y clases sociales; son aquellos que no quieren ver que la liberación de Cristo es una liberación radical de toda explotación, de todo despojo, de toda alienación”.


Han pasado 40 años y estos conceptos mantienen plena vigencia, como también continúa viva la palabra de Salvador Allende, cuya conducción de la Vía Chilena al Socialismo fue respaldada por este sector de sacerdotes, religiosos(as) y laicos(as), y que nació desde un grupo de consagrados(as) que habitaban sectores populares, o trabajaban como obreros, o simpatizaban con este tipo de experiencias.


Al inicio del proceso de construcción del socialismo en Chile que, innegablemente, abrió mayores horizontes a la clase trabajadora, los citados discípulos del "Hijo del Carpintero” se reunieron a reflexionar sobre su situación y su acción en aquella nueva realidad, de la que nadie puede desconocer que significaba una nueva concepción del hombre, de un empuje de la humanidad hacia delante, de una superación del capitalismo para hacer brotar una nueva sociedad, concordando con el Concilio Vaticano II que postula que "la Iglesia (…) se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia”. ("G. et S.”, 1).


En medio de las cenizas dejadas por el golpe de Estado de 1973, la dictadura militar de diecisiete años, la ambigüedad de los grupos políticos que han continuado administrando el neoliberalismo y la involución de la jerarquía de la Iglesia Católica , el Movimiento Cristianos por el Socialismo debería renacer para transmitir esperanzas a los jóvenes; entregar visiones de futuro que inunden las mentes y la imaginación de las escuelas, de las Universidades, de los medios de comunicación; despertar utopías que abran caminos; descubrir valores que den sentido a la vida; presentar prácticas nuevas que cambien las relaciones sociales; señalar cuidados con la naturaleza; enseñar a usar las tecnologías sin olvidar la poesía y la gratuidad; desarrollar vínculos de fraternidad entre las culturas y los pueblos.


Es aquella solidaridad liberadora que emana del Evangelio (tan distante de Karadima, de su círculo social y de toda la decadencia moral que esos sectores representan), lo que posibilitará que nuevamente, tal como hace casi medio siglo, podamos "esperar contra toda esperanza” que "sobre estas ruinas brillará la gloria de Dios”. (Romero, 7-1-79).

Hervi Lara B.
Comité Oscar Romero- SICSAL Chile.
Santiago de Chile, 16 de abril de 2012.
Comite Obispo Oscar Romero. Chile
Fuente: http://www.adital.org.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=66376


-----------

Premisas e hipótesis
La lucha por la soberanía alimentaria y el buen vivir tiene como referente importante a Vía Campesina que: "llama a todas las organizaciones campesinas del mundo y sus aliados y aliadas para organizar acciones en este mes de junio.



El avance del sistema capitalista, que alcanzó dimensiones sin precedentes en las últimas dos décadas, está resultando de la misma forma en una crisis sin precedentes. La crisis financiera, alimentaria, energética y del medio ambiente son facetas de la crisis estructural del capitalismo, que no tiene límites en su búsqueda de más beneficios. Y que, al igual que otras crisis estructurales, golpean a los pueblos del mundo y no a las élites y corporaciones.


En todos los continentes, hemos visto que incluso durante la crisis, el capitalismo no ha reducido su impulso. La compra y el acaparamiento de tierras por empresas extranjeras, el avance de la industria minera, las tecnologías transgénicas, cada vez más presentes en el campo, los agrocombustibles y los pesticidas se comercializan a gran escala. Por último, la crisis del capitalismo no significa que el sistema retroceda. Por el contrario, es precisamente entonces cuando se mueve con más intensidad hacia adelante; las empresas aprovechan la crisis para extender su dominio en los territorios que aún no han conquistado.


La Conferencia de Río +20 es un claro ejemplo. En lugar de reunir a los gobiernos de todo el mundo para encontrar soluciones reales a la crisis ambiental, el evento servirá para consolidar las falsas soluciones y la apropiación de los territorios tradicionales de los pueblos y de las campesinas y campesinos. En la Conferencia de las Naciones Unidas sólo los intereses de las grandes corporaciones tendrán cabida.


Para resistir y desafiar a estos intereses, es esencial que los pueblos del mundo continúen fortaleciendo su organización y luchas, alzar la voz y mostrar que sólo la soberanía popular puede garantizar las soluciones reales.


Por ello, desde La Vía Campesina, hacemos un llamamiento a nuestras organizaciones miembro y aliados para organizar y articular luchas en todo el mundo y durante todo el mes de junio. Dando énfasis al día 5, día Mundial del Medio Ambiente, mostrando nuestra unidad y fuerza, para enviar por adelantado desde todos los rincones del mundo un mensaje contundente a los líderes que estarán en Río +20, del 20 al 22 de junio, en Río de Janeiro, Brasil.


Cada lucha, cada resistencia, cada territorio recuperado por nosotros debe ser la expresión de la unidad global contra el avance del sistema capitalista sobre la naturaleza.


Paralelamente a la conferencia oficial, los pueblos del mundo estaremos reunidos en la Cumbre de los Pueblos, en un proceso de construcción colectiva y de movilización permanente. A lo largo de la semana, entre los días 18 y 22 de junio, también será un periodo de movilización global. Y nuestra tarea no es sólo en Río de Janeiro. Seguimos el camino de las luchas de los países, y especialmente el 20 de junio, cuando oficialmente se inicia la conferencia. Durante este período las luchas en todos los continentes deben hacerse eco en Río de Janeiro y en el mundo.


Invitamos a todas las organizaciones campesinas y sus aliadas y aliados a organizar protestas y acciones en todo el mundo: marchas en la ciudad y en el campo, ruedas de prensa, acciones de Reforma Agraria y tierra, campañas de comunicación, programas de radio, movilizaciones contra las empresas que explotan el medio ambiente, debates en las escuelas y universidades, exhibición de películas temáticas y otras acciones construidas colectivamente en sus países.


En el momento en que el capitalismo quiere globalizar aún más el sistema, dominar nuestros territorios y explotar nuestra fuerza de trabajo, debemos internacionalizar la lucha. Vamos a organizar, preparar nuestras acciones, articular nuestras bases y nuestros aliados en esta gran jornada de lucha contra el capitalismo. La fuerza en nuestro viaje vendrá de nuestra capacidad para organizar y proporcionar la visibilidad nacional e internacional.


Solicitamos que comuniquen las acciones en lvcweb@viacampesina.org


NO A LAS FALSAS SOLUCIONES DEL CAPITALISMO VERDE


AGRICULTURA CAMPESINA YA!


Globalicemos la Lucha, Globalicemos la Esperanza".

Fuente: http://viacampesina.org/sp/index.php?option=com_content&view=article&id=1403:rio--20-jornadas-internacionales-de-lucha-pueblos-del-mundo-contrla-mercantilizacion-de-la-naturaleza&catid=46:cambios-climcos-y-agro-combustibles&Itemid=79









sábado, 12 de mayo de 2012

Concepto de porqué es hora de definiciones anticapitalistas

PLANTEO 
El modelo productivo CFK no sólo sigue privilegiando la globalización financiera sobre el Estado social sino que invade y ocupa el territorio argentino en favor del desarrollo capitalista e imperialista. Concreta este 'progreso' destruyendo las economías regionales, las comunidades y los equilibrios ecológicos (biodiversidades, climas, fuentes hídricas y suelos). En su lugar establece economías de enclave con duración hasta que los mega emprendimientos turísticos e inmobiliarios degraden demasiado el medioambiente y el extractivismo agote los recursos naturales.Es un funcionamiento socioeconómico que es racista al violar todos los derechos de las poblaciones desalojadas o subalternizadas. También es indiferente a las catástrofes, masacres, tragedias que genera.

Ante la desterritorialización para la reterritorialización del dominio absoluto de las transnacionales y sus socios locales, el «buen vivir» requiere ante todo encuentro entre quienes comparten cotidianeidad o lugar para valorar sus diferencias e involucrarse en un nosotros protagonista de su convivencia más pletórica de sentidos humanos. Sin embargo, la batalla cultural e ideológica de los K por dejar atrás el 19y20 ha creado un ambiente opuesto a la deliberación y toma de decisiones de los de abajo sobre el destino común. De ahí la importancia de unir las luchas socioambientales, sindicales, campesinas e indígenas y las que se llevan a cabo contra las distintas formas de impunidad de hoy y ayer. Implica concretar esta reciprocidad de los diversos de abajo como recuperación del 19y20 ante la crisis de representación. Es construir la última en sentido opuesto a los gobiernos K que legitiman el saqueo y refuerzan el sometimiento de Argentina al avance imperialista. También es facilitar diálogos de esclarecimiento mayoritario sobre significados de la criminalización tanto de la pobreza como de la protesta social y de las leyes antiterroristas, así como del empeño de la Presidenta por estigmatizar a quienes se afirman sujetos colectivos de derechos sin integrarse al Estado.
-----------

IDEOLOGÍA
El «buen vivir» exige la lucha anticapitalista mediante la «reforma agraria integral» como recuperación y construcción de los territorios por sus comunidades con voluntad de autogobierno-autogestión y unidad en diversidad local, nacional, continental e internacional. Requiere ante todo una subversión del pensamiento, de las prácticas sociales, de la subjetividad, de las instituciones, de las percepciones y de los saberes que los diversos de abajo concretaremos según avancemos en el reconocimiento mutuo, en la deliberación de los problemas fundamentales para superar la precarización tanto de la vida como del trabajo y en el análisis colectivo de notas que intentan volvernos cómplices del avasallamiento de derechos a los pueblos desalojados como "El mineral estrella" por Federico Kucher y contrastarla con "Minería y pueblos originarios – La fiebre del litio" por Darío Aranda para saber porqué solidarizarnos con las 33 comunidades indígenas que sufrirán distintos tipos de desalojos si concretan sus objetivos las transnacionales mineras que ya están en Salta y Jujuy. "Y al menos otros dos jugadores de peso, y ajenos a la minería, ya fijaron sus ojos en la zona: las automotrices Toyota y Mitsubishi".


Estamos en momento de decisión entre un camino de aparente confort individual por oferta de mercado y tecnología pero que se restringe cada vez más a una minoría minúscula al haber profundización y ensanchamiento de la expoliación y desigualdad generadas por el avance del capitalismo e imperialismo. El otro rumbo nos convoca a solidarizarnos con los pueblos que es ir humanizando nuestro presente y futuro.


-------


PREMISAS E HIPÓTESIS
Eduardo Gudynas en "Germinando alternativas al desarrollo" saca conclusiones: "Un balance final de este breve recorrido permite señalar que el Buen Vivir emerge como un término de encuentro de los cuestionamientos al desarrollo convencional, y a la vez como una alternativa a éste. Se incorporan las perspectivas, e incluso el talante, de saberes indígenas, y también otras corrientes alternativas occidentales. En este contexto debe quedar claro que el Buen Vivir no debería ser entendido como una re-interpretación occidental de un modo de vida indígena en particular. Tampoco es un intento de regresar o implantar una cosmovisión indígena que suplante el desarrollo convencional. (...)no se puede generar una propuesta esencialista que sea idéntica para todas las culturas y todos los sitios. En tanto concepto plural, podría decirse que en sentido riguroso nos estamos refiriendo a “buenos vivires” que adoptan distintas formulaciones en cada circunstancia social y ambiental. Si bien cada una de las manifestaciones concretas no se pueden reducir entre sí, de todos modos es posible identificar elementos comunes que permiten referirnos a esta plataforma múltiple. Más allá del acuerdo en rechazar el desarrollo convencional y denunciar sus efectos negativos, el Buen Vivir muestra otras concordancias. Repasemos algunas de ellas:

En primer lugar, se abandona la pretensión del desarrollo como un proceso lineal, de secuencias históricas que deben repetirse. El Buen Vivir, en cambio, no tiene una postura ni lineal ni única de la historicidad.


• Como segundo punto, se defiende otra relación con la Naturaleza, donde se la reconoce sujeto de derechos, y se postulan diversas formas de continuidad relacional con el ambiente.


• En tercer lugar, no se economizan las relaciones sociales, ni se reducen todas las cosas a bienes o servicios mercantilizables.


• Esto permite señalar un cuarto elemento, donde el Buen Vivir reconceptualiza la calidad de vida o bienestar en formas que no dependen solamente de la posesión de bienes materiales o los niveles de ingreso. Esto explica la importancia otorgada a explorar la felicidad y el buen vivir espiritual.


• Un quinto elemento hace que el Buen Vivir no pueda ser reducido a una postura materialista, ya que en su seno conviven otras espiritualidades y sensibilidades. Seguidamente deben señalarse una serie de elementos que posibilitan tejer vinculaciones entre las diferentes miradas culturales y ontologías. Entre las que se han examinado en este artículo es necesario volver a subrayar la importancia de la ética: el Buen Vivir se expresa en otra forma de concebir y asignar valores. El identificar valores intrínsecos en lo no-humano es uno de los elementos más importantes que diferencia a esta postura de la Modernidad occidental (...)".

Para poner en práctica el «buen vivir» tengamos en cuenta que consiste en recuperar la vida social-comunitaria disgregada por el capitalismo al extremo de privatizar cuanto puede para mercantilizarlo e implantar la seguridad contra la delincuencia de los perdedores como reclamo principal de la población, con lo cual consigue mayor prisión de los de abajo.

También es contraponerse con el autodenominado populismo nacional que legitima al modelo de producción destructor de las condiciones de vida, de producción y de trabajo. Aún más, lo realiza en nombre del crecimiento económico empresario al que atribuye ser benefactor de todos. Es decir, glorifica a los impunes de siempre invocándolos como representantes del interés público. Por el contrario, a quienes luchan en procura de justicia los etiqueta de corporativos o de contrarios a la solidaridad social.

La Declaración de Teotihuacan 2012 convoca, por ejemplo, a: "(...)
- Reconceptualizar y reestructurar la producción de alimentos y otros elementos básicos para la subsistencia humana, incluyendo la salud, el aprendizaje y las amenidades; regenerar nuestras comunidades, barrios, colonias, ejidos, pueblos y ciudades, por medio de ecotecnias y prácticas aprobadas por los vecinos.


- Fortalecer la autonomía y la autogestión de las comunidades, barrios, colonias, ejidos y pueblos y las confederaciones de municipios y micro regiones ecológicas (micro cuencas), por medio de asambleas vecinales permanentes en la plaza pública.


- Establecer las bases de una transición pacífica hacia una sociedad con bajo consumo de energía, agua y otros dones de la Madre Tierra, por medio de reuniones o encuentros regionales de diálogo y reflexión; por medio del estudio y la investigación aplicada.


- Realizar acciones en apoyo a las resistencias locales y a la ola mundial de revoluciones regionales nacidas de las muy duras condiciones económicas impuestas por gobiernos en descomposición (...)".