Planteo
Como hecho positivo la Ley de expropiación del 51% de YPF dispone que el petróleo y el gas dejan de ser un “commodity” para pasar a ser un «bien estratégico», sujeto al «interés público nacional». Ahora es fundamental referir estos dos conceptos al modelo productivo y de desarrollo en vigencia. También es crucial tener en cuenta que las cúpulas empresaria y gobernantes son quienes se apropian de los bienes comunes (tanto sociales como naturales) y de la toma de decisiones sobre su uso. Son quienes nos convencen que lo principal es el crecimiento económico del capitalismo local para la inclusión social por multiplicación de fuentes laborales y la atención a los pobres. Pero los últimos mayoritariamente proceden del medio rural que está siendo arrasado por la expansión de agronegocios, megaminería, explotación hidrocarburífera, megaemprendimientos turísticos e inmobiliarios y la IIRSA.
Javier Rodríguez Pardo, en "El planeta errante y la quimera verde de Río + 20", advierte: "(…)En la última década, América Latina se ve sometida a proyectos concebidos en el marco de la Iniciativa para la Infraestructura de Integración Regional Sudamericana (IIRSA) y de la prolongación del Plan Puebla Panamá de Centroamérica. Ambos designios fueron forjados con el claro objetivo de facilitar la extracción, circulación, comunicación de los bienes comunes (recursos naturales) que conforman el botín del saqueo de las corporaciones transnacionales. Si Río+20 es un llamado a la cordura para el rescate de un planeta agonizante, los proyectos IIRSA no son la mejor respuesta para impedir su agonía.
Represas faraónicas desplazando a miles de indígenas de la Amazonía, ductos hidrocarburíferos, alteraciones hidrológicas y dragados de pasos fluviales son, con los corredores bioceánicos, parte estratégica de un modelo extractivo que agota fuentes de agua y consume ingentes volúmenes de energía. Se planifica Río+20 al mismo tiempo que se ejecuta un instrumento de depredación que contribuye aún más al calentamiento global. Agua, suelos fértiles y minerales críticos y estratégicos son bienes comunes escasos extraídos mediante una matriz energética generadora de emisiones atmosféricas que inciden en el calentamiento global.
Por todo ello la respuesta latinoamericana a Río+20 es de rechazo y refleja la desazón que ofrece un camino viciado desde su origen por quienes no abandonan consumismo y derroche. Es también la esperanza de infinidad de movimientos sociales que se levantan en rebelión en una sola frontera continental que los une. Son pueblos y comunidades originarias que conforman la masa crítica que intenta detener el rumbo hacia la destrucción del único hábitat posible: este planeta (...)".
A favor de este desarrollo criminal y suicida está la Presidenta. Cristina Fernández manifestó:"Ustedes saben que cuanta más basura hay, más progreso y más consumo representa”. Su sentencia la da en momentos en que la sociedad de consumo como bienestar a la capitalista es cuestionada, sobre todo, por degenerar en fastuosidad de una minúscula minoría mundial, tecnología devastadora, potencial comunicacional e informativo con uso manipulador, amplio y pujante mercado de comida chatarra, fabricación mirando a la corta duración del producto, enorme despilfarro de agua dulce y energía, etc.
Si indagamos en cómo está constituido el poder real, cuyo formidable crecimiento económico en la postconvertabilidad los K relatan como perteneciente al país, comprobamos la presencia de oligopolios imperialistas ya que dominan los sistemas globales de agronegocios, de megaminería, de industria petrolera y de la automotriz. Todas actividades opuestas a lo público y al buen vivir de los de abajo.
En contraposición, el paradigma de desarrollo de la «soberanía alimentaria» tiene como sus creadores esenciales a los campesinos, indígenas y los sin tierra que el capitalismo e izquierdistas etiquetan de atrasados y merecedores únicamente de asistencialismo y educación. Por supuesto, como la reforma agraria integral, requiere ante todo la autoorganización de las comunidades en la recuperación de sus respectivos territorios y en la articulación de hermanamiento entre ellas. Significa definir la autogestión por cada una de su producción, distribución y consumo de alimentos diversificados y acordes con sus culturas pero mirando a la complementariedad, cooperación e integración de todas que tienda a la igualdad de oportunidades para la felicidad poblacional e individual en el continente y mundo. También une saberes campesinos e indígenas con las ciencias concretando, por ejemplo, la alimergia que es un nuevo enfoque del proceso productivo integral y sistémico de alimentos según cuidados del medio ambiente y la energía. La alimergia "es un nuevo paradigma (forma de ver el mundo) necesario para responder a los desafíos y las exigencias objetivas que la comunidad humana y la sobrevivencia de la vida de la biósfera colocan en términos energéticos, alimentarios y ambientales para el presente y, dramáticamente, para la construcción del futuro".
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Ideología
El capitalismo e imperialismo ha recrudecido el ataque a las estructuras comunitarias, a los territorios de los pueblos y a la soberanía alimentaria en su expansión extractiva-exportadora. Pone en grave riesgo la vida misma de miles de millones de personas pertenecientes sobre todo a los países saqueados. Por eso, es fundamental construir la liberación nacional y social a partir de un frente cultural político que multiplique espacios en común entre los diversos de abajo para el encuentro apreciador de las diferencias en la toma de decisiones sobre los grandes problemas a resolver y la confrontación con el sistema en vigencia. Que establezca diálogos y no mera difusión e información, por ejemplo, respecto a cómo se posiciona la Articulación de Mujeres del Campo, CLOC-Vía Campesina:
"Rechazamos enérgicamente las visiones capitalistas que se imponen en el agro, que privatizan la tierra y el agua e imponen dinámicas empresariales que aniquilan la vida campesina.
Nos oponemos a que la transnacionalización de la producción alimentaria y la lógica de la acumulación de ganancias para el capital, continúe actuando como el objetivo de la humanidad y subsuma nuestras vidas a sus intereses.
Queremos transitar de una visión de distribución normada por el 'libre comercio’ hacia una de reciprocidades, complementariedades y cooperación, tal como nuestras organizaciones han venido proponiendo en sus países, pero también en el proceso de integración regional -la ALBA y la UNASUR-, que es un eje clave para encaminar nuestras aspiraciones socialistas y antipatriarcales". Se trata no sólo de discutir cómo concretar esas nuevas relaciones desde ahora en cada comunidad (lugar) y en el conjunto del país, continente, mundo. Sino también es crucial cuestionar a la UNASUR y la CELAC.
El editorial de la Revista “Biodiversidad, sustento y culturas” Nº 72 (abril 2012) se refiere a que. "En la historia reciente de los pueblos de América Latina, por lo menos desde 1989, las comunidades y organizaciones han acumulado saberes y experiencias compartidas, han acumulado información que les permite entender lo que ocurre con mucho más precisión y detalle que los científicos y académicos, que los políticos de turno, porque su reflexión junta la información actual y contemporánea (que les allega su gente de confianza) con los saberes tradicionales y contemporáneos surgidos de su propia visión integral e integradora, esa visión que abraza la complejidad y la sincronía de los fenómenos y hace convivir tiempos, flujos, ritmos: todos los procesos implicados en las situaciones que les son pertinentes". Es una ruptura con la subordinación intelectual al sistema opresor que es generada en el estar en lucha por la vida y la dignidad humana de los pueblos.
Adital relata: Entre los días 23 y 30 de abril de 1972, se realizó en Santiago de Chile el Primer Encuentro Latinoamericano de Cristianos por el Socialismo. Se postulaba, entre otros aspectos, que dicho evento "debía impactar la conciencia cristiana latinoamericana y mundial, contribuyendo a destruir la aparente legitimidad religiosa del capitalismo”.
Aparte de todas las vicisitudes de este Encuentro –tales como invitaciones a obispos que fueron rechazadas; cartas confidenciales de obispos chilenos a Conferencias Episcopales de América Latina sobre el carácter "político” del Encuentro; fría entrevista de los participantes con el entonces Arzobispo de Santiago-, el Encuentro entregó un Documento Final que, a grandes rasgos, podría sintetizarse en que el problema sustantivo de aquel momento era el de la liberación, para lo que se requería la ruptura del sistema capitalista a fin de crear las condiciones de un proceso de construcción del socialismo, renunciándose a las "terceras vías” postuladas por la democracia cristiana.
El Documento Final establecía que "nuestro compromiso revolucionario nos ha hecho redescubrir la significación de la obra liberadora de Cristo. Ella da a la historia humana su unidad profunda y nos permite comprender el sentido de la liberación política, al situarla en un contexto más amplio y radical. La liberación de Cristo se da necesariamente en hechos históricos liberadores, pero no se reduce a ellos; señala sus límites, pero sobre todo, los lleva a su pleno cumplimiento. Los que operan una reducción de la obra de Cristo son más bien aquellos que quieren sacarla de donde late el pulso de la historia, de donde unos hombres y unas clases sociales luchan por liberarse de la opresión a que los tienen sometidos otros hombres y clases sociales; son aquellos que no quieren ver que la liberación de Cristo es una liberación radical de toda explotación, de todo despojo, de toda alienación”.
Han pasado 40 años y estos conceptos mantienen plena vigencia, como también continúa viva la palabra de Salvador Allende, cuya conducción de la Vía Chilena al Socialismo fue respaldada por este sector de sacerdotes, religiosos(as) y laicos(as), y que nació desde un grupo de consagrados(as) que habitaban sectores populares, o trabajaban como obreros, o simpatizaban con este tipo de experiencias.
Al inicio del proceso de construcción del socialismo en Chile que, innegablemente, abrió mayores horizontes a la clase trabajadora, los citados discípulos del "Hijo del Carpintero” se reunieron a reflexionar sobre su situación y su acción en aquella nueva realidad, de la que nadie puede desconocer que significaba una nueva concepción del hombre, de un empuje de la humanidad hacia delante, de una superación del capitalismo para hacer brotar una nueva sociedad, concordando con el Concilio Vaticano II que postula que "la Iglesia (…) se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia”. ("G. et S.”, 1).
En medio de las cenizas dejadas por el golpe de Estado de 1973, la dictadura militar de diecisiete años, la ambigüedad de los grupos políticos que han continuado administrando el neoliberalismo y la involución de la jerarquía de la Iglesia Católica , el Movimiento Cristianos por el Socialismo debería renacer para transmitir esperanzas a los jóvenes; entregar visiones de futuro que inunden las mentes y la imaginación de las escuelas, de las Universidades, de los medios de comunicación; despertar utopías que abran caminos; descubrir valores que den sentido a la vida; presentar prácticas nuevas que cambien las relaciones sociales; señalar cuidados con la naturaleza; enseñar a usar las tecnologías sin olvidar la poesía y la gratuidad; desarrollar vínculos de fraternidad entre las culturas y los pueblos.
Es aquella solidaridad liberadora que emana del Evangelio (tan distante de Karadima, de su círculo social y de toda la decadencia moral que esos sectores representan), lo que posibilitará que nuevamente, tal como hace casi medio siglo, podamos "esperar contra toda esperanza” que "sobre estas ruinas brillará la gloria de Dios”. (Romero, 7-1-79).
Hervi Lara B.
Comité Oscar Romero- SICSAL Chile.
Santiago de Chile, 16 de abril de 2012.
Comite Obispo Oscar Romero. Chile
Fuente: http://www.adital.org.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=66376
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Premisas e hipótesis
La lucha por la soberanía alimentaria y el buen vivir tiene como referente importante a Vía Campesina que: "llama a todas las organizaciones campesinas del mundo y sus aliados y aliadas para organizar acciones en este mes de junio.
El avance del sistema capitalista, que alcanzó dimensiones sin precedentes en las últimas dos décadas, está resultando de la misma forma en una crisis sin precedentes. La crisis financiera, alimentaria, energética y del medio ambiente son facetas de la crisis estructural del capitalismo, que no tiene límites en su búsqueda de más beneficios. Y que, al igual que otras crisis estructurales, golpean a los pueblos del mundo y no a las élites y corporaciones.
En todos los continentes, hemos visto que incluso durante la crisis, el capitalismo no ha reducido su impulso. La compra y el acaparamiento de tierras por empresas extranjeras, el avance de la industria minera, las tecnologías transgénicas, cada vez más presentes en el campo, los agrocombustibles y los pesticidas se comercializan a gran escala. Por último, la crisis del capitalismo no significa que el sistema retroceda. Por el contrario, es precisamente entonces cuando se mueve con más intensidad hacia adelante; las empresas aprovechan la crisis para extender su dominio en los territorios que aún no han conquistado.
La Conferencia de Río +20 es un claro ejemplo. En lugar de reunir a los gobiernos de todo el mundo para encontrar soluciones reales a la crisis ambiental, el evento servirá para consolidar las falsas soluciones y la apropiación de los territorios tradicionales de los pueblos y de las campesinas y campesinos. En la Conferencia de las Naciones Unidas sólo los intereses de las grandes corporaciones tendrán cabida.
Para resistir y desafiar a estos intereses, es esencial que los pueblos del mundo continúen fortaleciendo su organización y luchas, alzar la voz y mostrar que sólo la soberanía popular puede garantizar las soluciones reales.
Por ello, desde La Vía Campesina, hacemos un llamamiento a nuestras organizaciones miembro y aliados para organizar y articular luchas en todo el mundo y durante todo el mes de junio. Dando énfasis al día 5, día Mundial del Medio Ambiente, mostrando nuestra unidad y fuerza, para enviar por adelantado desde todos los rincones del mundo un mensaje contundente a los líderes que estarán en Río +20, del 20 al 22 de junio, en Río de Janeiro, Brasil.
Cada lucha, cada resistencia, cada territorio recuperado por nosotros debe ser la expresión de la unidad global contra el avance del sistema capitalista sobre la naturaleza.
Paralelamente a la conferencia oficial, los pueblos del mundo estaremos reunidos en la Cumbre de los Pueblos, en un proceso de construcción colectiva y de movilización permanente. A lo largo de la semana, entre los días 18 y 22 de junio, también será un periodo de movilización global. Y nuestra tarea no es sólo en Río de Janeiro. Seguimos el camino de las luchas de los países, y especialmente el 20 de junio, cuando oficialmente se inicia la conferencia. Durante este período las luchas en todos los continentes deben hacerse eco en Río de Janeiro y en el mundo.
Invitamos a todas las organizaciones campesinas y sus aliadas y aliados a organizar protestas y acciones en todo el mundo: marchas en la ciudad y en el campo, ruedas de prensa, acciones de Reforma Agraria y tierra, campañas de comunicación, programas de radio, movilizaciones contra las empresas que explotan el medio ambiente, debates en las escuelas y universidades, exhibición de películas temáticas y otras acciones construidas colectivamente en sus países.
En el momento en que el capitalismo quiere globalizar aún más el sistema, dominar nuestros territorios y explotar nuestra fuerza de trabajo, debemos internacionalizar la lucha. Vamos a organizar, preparar nuestras acciones, articular nuestras bases y nuestros aliados en esta gran jornada de lucha contra el capitalismo. La fuerza en nuestro viaje vendrá de nuestra capacidad para organizar y proporcionar la visibilidad nacional e internacional.
Solicitamos que comuniquen las acciones en lvcweb@viacampesina.org
NO A LAS FALSAS SOLUCIONES DEL CAPITALISMO VERDE
AGRICULTURA CAMPESINA YA!
Globalicemos la Lucha, Globalicemos la Esperanza".
Fuente: http://viacampesina.org/sp/index.php?option=com_content&view=article&id=1403:rio--20-jornadas-internacionales-de-lucha-pueblos-del-mundo-contrla-mercantilizacion-de-la-naturaleza&catid=46:cambios-climcos-y-agro-combustibles&Itemid=79
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