viernes, 17 de agosto de 2012

Otro país-mundo arraiga en la lucha de La Vía Campesina y Aliados de 26 países de Asia, África, América y Europa

A diferencia de la Presidenta y de su gobierno que nos relatan un presente y futuro promisorio en el capitalismo, La Vía Campesina y Aliados de 26 países de Asia, África, América y Europa se sitúan en que es “un momento de emergencia global provocada por las múltiples crisis alimentaria, medioambiental, financiera, de pobreza y desempleo”. Y se reúnen “para evaluar nuestras estrategias y aprendizajes en las últimas dos décadas de lucha por la reforma agraria y por la defensa de la tierra y los territorios de los pueblos”. Hacen la Declaración de Bukit Tinggi:

Reforma agraria y defensa de la tierra y el territorio en el siglo XXI



"Reafirmamos nuestro compromiso con los derechos de los pueblos a la tierra y el territorio, con la defensa de la soberanía alimentaria y con el cuidado de la Madre Tierra. La nueva reforma agraria debe ser un pilar fundamental en la construcción de la soberanía alimentaria y en la transformación democrática de la sociedad para que las nuevas civilizaciones pongan fin al hambre y la pobreza." 14 de julio de 2012

Nos hemos reunido en Bukit Tinggi, Sumatra Occidental, Indonesia, del 10 al 15 de julio de 2012, para el Taller y Seminario Internacional "Reforma Agraria y Defensa de la Tierra y el Territorio en el siglo XXI: desafíos y futuro," convocado por La Vía Campesina y la Campaña Global por la Reforma Agraria, en un momento de emergencia global provocada por las múltiples crisis alimentaria, medioambiental, financiera, de pobreza y desempleo, para evaluar nuestras estrategias y aprendizajes en las últimas dos décadas de lucha por la reforma agraria y por la defensa de la tierra y los territorios de los pueblos.
La más reciente avalancha de acaparamiento de tierras en todo el mundo exige que este análisis sea urgente. Como ya expresamos en el Llamamiento de Dakar y en la Declaración de Nyeleni en contra del Acaparamiento de Tierras, éste es un fenómeno global promovido por las élites y los inversores locales, nacionales y transnacionales, y los gobiernos con el objetivo de controlar los recursos más preciados del planeta.
Desde la fundación de La Vía Campesina y el lanzamiento de la Campaña Global por la Reforma Agraria, hemos cosechado muchos logros significativos y al mismo tiempo el mundo ha cambiado mucho. Cabe destacar la transnacionalización del capital financiero y la concomitante mercantilización de la naturaleza que ha desatado un flujo enorme de capitales hacia las industrias extractivistas, la agricultura y la pesca industrial, los agrocombustibles, las plantaciones forestales, los proyectos turísticos y el desarrollo de grandes infraestructuras. 

Además, bajo el pretexto de dar soluciones a la crisis climática, el capitalismo financiero se reviste en el siglo XXI de “economía verde y azul” para mercantilizar los bosques, el aire, el mar y hasta la composición misma de la vida y sus ciclos, generando así el “acaparamiento verde y azul”. Estas supuestas “inversiones” se traducen en realidad en el despojo de los territorios de los pueblos indígenas, campesinos, pescadores, pastoralistas y otras comunidades locales. Nuestros Estados y élites han desempeñado un papel central en este robo porque son ellos los que han entregado nuestros bienes comunes para su beneficio personal y en contubernio con las empresas transnacionales.
Pero no sólo ha cambiado el mundo que nos rodea. Nosotros también hemos crecido en la lucha gracias al encuentro entre culturas, a nuestros procesos, victorias y reversos, y a la diversidad de nuestros pueblos. Por eso nos hemos reunido en estos días para compartir un proceso de reflexión y actualización de nuestras visiones y conceptos de lucha por la reforma agraria y la defensa de la tierra y el territorio. Hemos comenzado a delinear algunos elementos para una nueva visión de reforma agraria y de soberanía popular en los territorios, entre los que figuran:
- El campesinado y la producción agrícola familiar ocupan el papel central en la soberanía alimentaria.
- La convivencia armónica y solidaria entre los pueblos rurales incluyendo a los campesinos, las campesinas, pastoralistas, pescadores y pueblos indígenas.
- La necesidad de ampliar nuestras alianzas para incorporar otros pueblos amenazados por los mismos fenómenos actuales; entre ellos, los pobladores urbanos amenazados de desalojo y empobrecimiento a causa de la especulación inmobiliaria, los pueblos que sufren ocupaciones militares, los consumidores que deben pagar precios cada vez más altos por los alimentos y cada vez de peor calidad, las comunidades que sufren desalojos por industrias extractivistas, y los trabajadores rurales y urbanos.
- La necesidad de fortalecer nuestra libre determinación construyendo nuestras autonomías a través del gobierno propio de nuestros bienes comunes.
- Reforzando y ampliando el liderazgo de las mujeres en la lucha por la tierra y la defensa del territorio y en nuestros movimientos.
- No repetir los errores de la Revolución Verde y cuidar de la Madre Tierra utilizando prácticas de producción agroecológica.
- Priorizar la lucha de los jóvenes por el acceso a la tierra tanto en Europa y Norteamérica como en los países del Sur, así como reconstruir las economías rurales para que los jóvenes no estén forzados a emigrar.
- La necesidad de forjar nuevas alianzas y tácticas solidarias y de protección contra la creciente criminalización de quienes defienden sus territorios.
- El reconocimiento del papel primordial de los movimientos sociales en las recientes reformas agrarias llevadas a cabo por los Estados con mayor o menor éxito en varios países.
Con el inicio de este proceso de reflexión y revitalización de nuestra lucha reafirmamos nuestro compromiso con los derechos de los pueblos a la tierra y el territorio, con la defensa de la soberanía alimentaria y con el cuidado de la Madre Tierra. La nueva reforma agraria debe ser un pilar fundamental en la construcción de la soberanía alimentaria y, por extensión, en la transformación democrática de la sociedad para que las nuevas civilizaciones pongan fin al hambre y la pobreza y respeten y protejan la Madre Tierra.
¡Globalicemos la lucha! ¡Globalicemos la esperanza!
 Campaña Global por la Reforma Agraria Leer

Mientras Vía Campesina y las organizaciones aliadas se comprometen “con los derechos de los pueblos a la tierra y el territorio, con la defensa de la soberanía alimentaria y con el cuidado de la Madre Tierra, el gobierno CFK hace que el Estado (en sus distintas jurisdicciones) entregue los bienes comunes y promocione los agrocombustibles con el consiguiente acaparamiento gigantesco de tierras y agua. Su Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial procura expandir el modelo de soja transgénica que significa la desaparición forzada de los campesinos e indígenas y la destrucción tanto de la soberanía alimentaria como de las biodiversidades que sostienen a los equilibrios ecológicos y a los suelos en sus fertilidades. Suma a este proceso de desertificación y exclusión social en gran escala, a la explotación de hidrocarburos no convencionales y la parte argentina de IIRSA. También acaba con economías regionales e instala economías de enclave.

Mientras la Presidenta y su gobierno imponen el rótulo de egoísmo o falta de solidaridad a las luchas reivindicativas porque, dicen, nunca hubo mayor coincidencia de intereses entre el poder económico y los de abajo, Vía Campesina y las organizaciones aliadas reflexionan, revitalizan su lucha comprendiendo la necesidad de articular con pueblos que resisten a ser desalojados por avance de la especulación inmobiliaria, del modelo extractivo y comparten ser objeto de criminalización. En lugar de constituir bloques regionales cada vez más extensos (CELAC y BRIC) que potencian al capitalismo, convocan a los pueblos a globalizar la lucha por el buen vivir de todos ellos. Es decir a derrotar al capitalismo mundializado que implanta el 'Mercado' de los oligopolios sobre la vida y la dignidad de los pueblos.


En Colombia: Declaración del Congreso de Tierras, Territorios y Soberanías 

Por Movimientos Sociales hacia el ALBA 

"La Madre Tierra es de quien la cuida, los territorios son de los pueblos, la soberanía es popular
11.500 delegadas y delegados de las organizaciones campesinas y de trabajadores y trabajadoras del campo y las ciudades, de los pueblos indígenas y afrodescendientes, de pobladores urbanos, las organizaciones de víctimas de crímenes de Estado y de víctimas del desarrollo capitalista, nos hemos reunido en Cali entre el 30 de septiembre y el 4 de octubre de 2011 en torno de la defensa de la vida y de la Madre Tierra, para ratificar nuestra voluntad de trabajo y movilización conjunta, y continuar el proceso de legislación propia sobre el territorio. 

1. Hemos venido a defender la vida y la Madre Tierra. Hemos comprobado que la única opción de vida no es el consumismo, la adicción al petróleo, la destrucción de la naturaleza y la economía impulsada por la guerra. Los aquí presentes ya venimos construyendo la alternativa: territorios gobernados por las comunidades, relaciones sociales y de trabajo equitativas e igualitarias, economías sustentables donde impera el uso respetuoso de los bienes de la naturaleza, decisión autónoma sobre la producción de alimentos (...)". Leer 



Derrotar al capitalismo es posible e imprescindible. Marcus Eduardo de Oliveira, en “Conflicto irresponsable que pone la vida de todos en peligro” expresa: Hoy en día, la pregunta que se refiere a todos los que quieren obtener calidad de vida es ¿cómo tener salud en un planeta enfermo? En nombre del "progreso económico" la contaminación poco a poco va cobrando vidas. El mercado presiona y exige crecimiento de la demanda en un mundo que es cada vez más insostenible. (...)
La economía suicida
Hace algunos años, en un artículo terrible y esclarecedor titulado "El Programa Suicida de la Economía", el ensayista alemán Robert Kurtz advirtió que las condiciones básicas de vida, tales como agua, aire y tierra, están expuestas a un creciente proceso de envenenamiento. La capa protectora de ozono en la atmósfera se erosiona. Kurtz dice que "en el sur de Argentina y Australia, una multitud de ovejas presentan cáncer de piel. Los desiertos avanzan día a día, y se prevé que las guerras del siglo XXI tendrán como detonante el control de las fuentes de agua".
Derretimiento de los casquetes polares y la sabanización de la Amazonía
Es el cambio climático, manipulado por manos humanas, lo que hace que el planeta esté gravemente enfermo. Si tomamos nota de los datos recientes señalados en el Informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), ubicamos por lo menos tres daños como resultado del cambio climático:
 ·  Derretimiento de los glaciares eternos de las cimas de los montesFuji en Japón, y el Kilimanjaro en Tanzania: los ríos de los valles del entorno de los picos son alimentados por nieve derretida en verano. Y el volumen está disminuyendo, lo que afecta la irrigación de cultivos agrícolas y la producción industrial, que depende del agua.
·  Derretimiento de los casquetes de hielo en el sur y el norte: los trozos de hielo de agua dulce alteran la salinidad del mar, provocando cambios en el clima y la cadena alimentario. El oso polar, por ejemplo, ya tienen problemas para encontrar comida.
·  Sabanización de la Amazonía: si la devastación continúa, debido a la ganadería, las haciendas de soja, la extracción de madera y el calentamiento climático, el bosque se convertirá en una sabana (terreno plano, con manchas de desierto). Como resultado, varias especies locales desaparecerán. Y sin la fuerza de los "pulmones del planeta", la emisión de gases de efecto invernadero ganará fuerza, dañando a la Tierra.
Los costos de transporte y la emisión de contaminantes
Catastrófico y preocupante también es el hecho de que el cambio climático se desarrolla con voracidad en momentos en que el proceso de globalización se proyecta (al menos para sus seguidores) como una política capaz de traer el progreso para todos. En la esencia de los hechos, sin embargo, no es eso (¿el progreso?) lo que está sucediendo. (…) Leer


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