jueves, 23 de mayo de 2013

Los medios alternativos de comunicación son fundamentales en la disputa por la representación de los trabajadores

Recuperarla significa deconstruir el concepto de trabajo y analizar la función de Tomada

En la década K se continúa el programa imperialista de ir instaurando la democracia restringida en correspondencia con la constante y rauda concentración y transnacionalización económico territorial mediante el extractivismo. En coincidencia, la Presidenta propicia que  los inversores se conviertan -como realidad e ideología de las mayorías- "en la condición de posibilidad para el empleo, la producción, la inversión,  el consumo, etc.". Leer Naturalicen que "las decisiones de inversores definan las posibilidades de las sociedades". Tampoco asocien la seguridad jurídica de inversores con la creciente criminalización tanto de la pobreza como de la protesta social e incluso sean indiferentes o reaccionen sólo ante la represión local y desconectada del "modelo nacional-popular".
 
El poder económico imperialista, impune por haber aplicado el terrorismo de estado para su acumulación neoliberal, resulta en el gran benefactor de los diversos de abajo gracias a la ejecución (en notable escala) de la manipulación psicológica e ideológica que hace interpretar la realidad social e internacional al revés de lo que es. Implica hacerles aceptar injusticias como justicia, por ejemplo, el impuesto a las ganancias que el gobierno CFK implantó para los trabajadores.
 
 
Aproximándonos al sentido del trabajo implícito en la autogestión y el autogobierno de los pueblos o comunidades, José Luis Coraggio (1994) nos interpela para: "la articulación de los sectores populares, en tanto agentes económicos capaces de presentarse como un sujeto colectivo en la escena pública, puede desarrollarse como resultado de su participación en un proceso de comunicación, aun si imperfecto, en que se discutan alternativas económicas, particularmente si no se limitan a la reivindicación sectorial sino que se involucran en el diseño de alternativas para la economía en su conjunto".

También advierte: "el diálogo puede ser sólo una forma que oculta la realidad del poder económico y político asimétrico entre los sectores participantes". Leer   En efecto, para que la dictadura de los oligopolios y el Estado garantizador de la violación de derechos humanos por los últimos parezcan democracia, es crucial la labor del ministro de Trabajo. Carlos Tomada se esmera en construir la convicción masiva de que “este es el momento del diálogo social con más urgencia que en ninguna otra época, porque no hay posibilidad de implementar políticas perdurables sin la participación de los actores sociales”.
Tomada en la OIT
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, aseguró ayer que el plan de gobierno aplicado por el presidente Néstor Kirchner “está permitiendo un desarrollo sostenible con trabajo decente” y destacó el crecimiento del empleo registrado desde 2003 como el mejor mecanismo “de inclusión social”.
El argentino habló en el marco de la 96a Asamblea Anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), donde resaltó que desde 2003 “Argentina colocó el empleo decente en el centro de las políticas públicas” y consideró que esa concepción “también debería ubicarse en el centro de las políticas globales”. Según Tomada, “este es el momento del diálogo social con más urgencia que en ninguna otra época, porque no hay posibilidad de implementar políticas perdurables sin la participación de los actores sociales”.
“Con legítima emoción –concluyó el ministro de Trabajo– puedo decir que estos cuatro años han sido años de crecimiento ininterrumpido del empleo, de puesta en marcha de amplios programas de capacitación vinculados a la producción, de construcción de un servicio público de empleo en todo el país y de recuperación de la inspección del trabajo.”
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/1-27738-2007-06-15.html

Ministro de Trabajo y Seguridad Social participó del Encuentro...
23/10/2012 Programa Regional para la Promoción del Diálogo y la Cohesión Social en América Latina patrocinó del Encuentro Federal Argentina 2020: Diálogo Social para la Inclusión, el Empleo y la Competitividad, realizado en la Ciudad de Posadas, Provincia de Misiones el día 18 de octubre. La actividad tuvo como objetivo debatir acerca del entorno del diálogo social, la competitividad y la formación profesional, entre otros aspectos clave en las temática sociolaborales.
El Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, integró el Panel Diálogo Social y Plan Estratégico 2020 junto a los gobernadores de las provincias de Misiones y el Chaco, Maurice Closs y Jorge Capitanich, respectivamente. Las autoridades saludaron la iniciativa del encuentro presentando los avances y logros obtenidos en materia laboral tanto de Misiones como del Chaco. El Ministro detalló los conceptos por los que se rigió el Encuentro: el aumento de la competitividad de la economía argentina, la inclusión vinculada al crecimiento económico y el rol fundamental del diálogo social como mecanismo de conexión entre el crecimiento y la inclusión.
Teniendo en consideración que el Encuentro fue organizado de manera conjunta con el Ministerio de Trabajo y la OIT, el Director de la Oficina de OIT para Argentina, Marcelo Castro Fox, reconoció la importancia de la promoción Trabajo Decente, de los cuatro pilares que lo sustentan y la necesidad de emplear el diálogo social como herramienta para lograr los objetivos trazados en materia laboral.
Fuente: http://dialogosocial.oit.org.pe/?p=2292
 

Programa Regional para la Promoción del Diálogo y la Cohesión Social en América Latina

CLAUSURA DEL CURSO DE FORMADOR DE FORMADORES EN DIÁLOGO SOCIAL Y NEGOCIACIÓN COLECTIVA

El Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina, Dr. Carlos Tomada, El Secretario de Relaciones Internacionales y Director del Equipo Multidisciplinario de Trabajo Decente de la CGT, Compañero Gerardo Martínez, el Director de la Oficina Argentina de la Organización Internacional del Trabajo, Dr. Marcelo Castro Fox y el Director del Programa Promoción del Diálogo y la Cohesión Social de la OIT – Lima, Daniel Pujol, dieron clausura en la tarde del día 29 de septiembre al Curso de Formador de Formadores en Diálogo Social y Negociación Colectiva para dirigentes y asesores sindicales.

A lo largo de cinco intensas jornadas, 38 delegados y asesores sindicales de sindicatos agremiados en la CGT, Judiciales, SUETRA, UOCRA, UOM, SUTEP, FAECYS, SECASFPI, APUBA, UTI Y UATRE, se formaron en diálogo y negociación, así como herramientas pedagógicas para la educación sindical.
El Compañero Gerardo Martínez abrió la mesa expresando que este primer curso de formadores constituye un componente esencial para fortalecer a los sindicatos en sus tareas y nuestro objetivo es poder volcar toda la trayectoria que la CGT lleva adelante en la promoción del trabajo decente en el campo internacional a todos los sindicatos confederados en nuestra Central. Para nosotros es un orgullo poder unir a los sindicatos de nuestra Confederación en un trabajo de formación para nuestras provincias. El diálogo social y la negociación es el instrumento por excelencia de los trabajadores para poder luchar y ejercer nuestros derechos. Necesitamos que en cada rincón de nuestro país tengamos dirigentes y delegados capacitados para negociar, tanto en su fábrica, en la empresa, en la obra, en cada puesto de trabajo, un militante por los derechos de los trabajadores y la concreción del trabajo decente.
El Director de la OIT en Argentina, Dr. Marcelo Castro Fox, en su primera actividad pública en este cargo, reafirmó el compromiso de la OIT con el tripartismo y la profundización del diálogo en Argentina, país que mostrado una madurez en tiempos de crisis y que el sindicalismo argentino ha mostrado un compromiso democrático, de diálogo y de reafirmación de su trabajo por la dignidad de los trabajadores y trabajadoras.
El Director del Programa Regional para la Promoción del Diálogo y la Cohesión Social en América Latina, Dr. Daniel Pujol expresó que los objetivos de las acciones que realiza la Oficina de OIT – Lima y la importancia para la OIT del diálogo social como condición sine qua non para el fortalecimiento de la democracia.
El Ministro de Trabajo, Dr. Carlos Tomada reflexionó sobre la evolución de la Argentina en los últimos siete años, recordando que al asumir las funciones este gobierno, el Ministerio de Trabajo desarrollaba políticas destinadas a la gestión de planes sociales y actualmente puede decir con orgullo que el crecimiento del empleo, que se expresa en la creación de cinco millones de puestos de trabajo, coloca al trabajo como el eje central de todas las políticas públicas.
Los panelistas entregaron los certificados a los participantes, quienes tendrán la labor durante el último trimestre de 2010 y el año 2011 de recorrer las regionales de la CGT capacitando a delegados y dirigentes en materia de Diálogo y Cohesión Social.
Como subrayó el Compañero Gerardo Martínez, este acto no es una clausura de un curso de educación, sino que es un inicio del largo camino de formación integral donde los participantes de los sindicatos asumieron el compromiso fue la práctica y la enseñanza de todos estos contenidos de trabajo decente a lo largo y ancho de todo el país. Sólo así lograremos una nación con justicia social.
Fuente: http://www.cgtrainternacional.com.ar/?seccion=5
 
Sobre la ultraespecialización de Tomada en "hacer la cabeza" ilustran el hecho de que haya sido alternativa progresista e izquierdista de Mauricio Macri y la escucha judicial de su conversación con Pedraza. Escuchar
 
Sobre la función de Tomada en imponer subordinación de los trabajadores a sus expoliadores, complementándolos en el funcionamiento autoritario de sus empresas y apoyando las patotas lideradas por Gerardo Martínez, consideremos:

Diez años de kirchnerismo y la situación del pueblo trabajador
 
Por Mariano Feliz y Diego Paz
(...)Por detrás de este ciclo, una serie de elementos marcan las continuidades estructurales del proyecto actual con el neoliberal: la persistencia de la precarización como forma extendida de las relaciones laborales y la superexplotación del trabajo como fuente extraordinaria de ganancias empresariales, entre otras continuidades como el saqueo de la naturaleza, la regresividad tributaria y el sometimiento al pago de la deuda pública.
Más de una década después de la crisis neoliberal en Argentina, la mitad de los/as asalariados/as en el sector privado enfrentan alguna forma de precarización laboral mientras que la misma penetra todos los rincones del aparato estatal. Los contratos basura, las cooperativas truchas y las tercerizaciones son las modalidades más extendidas, aunque no las únicas. Estado y capital han escrito un compendio de formas de precarizar el trabajo, con el aval de presidentes/as y CEO, de ministros y gerentes, de secretarios, subsecretarios y directores. La extensión de la precariedad laboral garantiza la prevalencia de la superexplotación de los trabajadores y trabajadoras: más del 50% ganan por debajo de la canasta familiar mientras un número creciente ganan menos que el salario mínimo. Los bajos niveles salariales y las precarias condiciones de trabajo se desparraman en efectos sobre las condiciones materiales de vida, haciendo imposible para las familias trabajadoras tener una casa digna o arreglarla, tener tiempo de ocio y esparcimiento, alimentación y vestimenta adecuados o acceso a servicios básicos.
Esta situación es el producto de la condición estructural que desde el Estado ha sido consolidada, pero también de la política laboral llevada adelante desde el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Desde 2003, ese ministerio utilizó la reapertura de las Comisiones Paritarias para canalizar institucionalmente el conflicto laboral que desde 2002 se hacía cada vez más potente. Una creciente cantidad de comisiones internas ganadas por los/as trabajadores/as a las burocracias sindicales se convirtieron para el gobierno y las cúpulas de los sindicatos en los principales objetivos de la nueva política laboral, en un afán de controlarlas y neutralizarlas en su accionar.
A partir de 2006 se sumó como objetivo de primer orden, la “contención” de las demandas salariales que -aun dentro del “corset” de los ámbitos paritarios- desbordaban los objetivos empresariales y minaban su rentabilidad. En el marco de la nueva política de “techos salariales”, comenzó a exigirse “moderación” a las exigencias salariales, cargando las culpas por la creciente inflación sobre los/as trabajadores/as.
En esas condiciones, desde 2001 el PBI creció un 74% hasta 2012. Sin embargo, el salario real (poder de compra) de los trabajadores formales del sector privado lo hizo apenas 20%. Los trabajadores informales y los estatales todavía tienen salarios un 25% por debajo de los niveles de 2001.
En años recientes, las barreras y límites del proyecto neodesarrollista se hacen cada vez más evidentes: regresión distributiva, reindustrialización trunca, crisis fiscal e inflacionaria, externa y productiva. Frente a ello, desde el Estado se ha avanzado en “poner en caja” las demandas populares. Los techos salariales se han generalizado, convirtiéndose en efecto en límites a las mejoras salariales. La vocación del Estado de sostener el pago de la deuda pública (fraudulenta e ilegítima) y continuar con una política de subsidios generalizados al gran capital sin corregir la inequidad tributaria, se manifiesta en la decisión de sostener un régimen de impuestos sobre el salario (“a las ganancias”) que pesa cada vez más sobre una fracción creciente de los/as trabajadores/as.
A su vez, las Comisiones Paritarias se desvirtúan (por acción y omisión de parte de los funcionarios y las burocracias sindicales) convirtiéndose en espacios que permiten legitimar un ajuste silencioso: aumentos salariales menores a la inflación, en cuotas y con plazos cada vez más prolongados. Esto se suma a la aprobación de legislación anti-popular que favorece el debilitamiento de la capacidad de lucha del pueblo.
 
En ese sentido operan la llamada ley “anti-terrorista” junto a la violación sistemática del derecho a huelga con el descuento de los días de paro y el uso ilegítimo de la conciliación obligatoria por parte del Estado. La retórica nacional-popular que se trasmite desde las fuerzas políticas en el gobierno es cada vez más incongruente con la realidad. La reciente aprobación de una nueva legislación de riesgos del trabajo (Ley de ART) avanza destruyendo los derechos básicos del pueblo trabajador, en momentos en que al menos mil personas mueren anualmente en promedio por accidentes laborales.

En la última década, las luchas del pueblo trabajador en torno a sus condiciones materiales de empleo como fuerza de trabajo, han mutado. Los primeros años posteriores a la crisis de la convertibilidad encontró a la histórica CGT y la CTA como actores que recuperaban cierta capacidad de intervención. Esto se explica, en parte, por la presión de sus bases, la reducción en la desocupación y la acción de los Movimientos de Trabajadores/as Desocupados/as.  La creciente contradicción entre el discurso del “capitalismo serio” y la realidad de las condiciones precarias de existencia del trabajo, se tradujeron en fracturas al interior de las organizaciones sindicales. Se consolidó así en el país un panorama gremial con cuatro centrales sindicales.
En simultáneo, las organizaciones sociales nacidas al calor de las luchas contra el neoliberalismo, registran progresivamente los cambios en la morfología del pueblo trabajador (menos desocupación abierta, más empleo precario, mayor peso del empleo industrial y en el Estado) y profundizan un trabajo sindical de nuevo tipo apoyado en los aprendizajes de sus luchas anteriores y en experiencias recientes de nuestra historia del movimiento obrero como el clasismo: democracia de base y protagonismo popular, formación de base permanente, unidad en la acción, socialismo prefigurativo, articulación multisectorial de las luchas. Nuevas corrientes sindicales, nutridas de esa experiencia y de una nueva generación de activistas, han comenzado a transformar la dinámica política en el seno del movimiento obrero altamente precarizado y con creciente participación de jóvenes compañeras y compañeros.(...) Leer

    

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