Recuperar
la voluntad popular conlleva a enfrentar
el apoderamiento y destrucción del país-mundo por el
extractivismo.
Ya los diversos de abajo de nuestro país
despliegan luchas en contra del crecimiento económico de los oligopolios y que
el gobierno CFK encubre como proyecto nacional-popular. Es decir, comprobamos
que "se unen abajo y organizan
combativamente"(legado de la CGT de los Argentinos) contra: las
flexibilización y precarización laboral, el constante aumento de la
desigualdad social, el privilegio de las especulaciones financiera e
inmobiliaria, la privatización-mercantilización de la naturaleza y
los bienes comunes sociales, los medios de comunicación hegemonizados según un enfrentamiento falso, la obediencia debida a
los poderes establecidos, el pago e incremento de la estafa
oficializada como deuda externa pública, la criminalización tanto de
la pobreza como de la protesta social que se ha intensificado con
las
leyes antiterroristas, etc.
En
consecuencia, se requiere la articulación de esas luchas
reivindicativas que persiga instalarlas en la agenda pública como
facetas del modelo productivo y de desarrollo en vigencia. Es volver
explícita la necesidad de los otros de abajo de involucrarse en la resistencia
al acaparamiento oligopólico asumiéndose sujetos colectivos de derechos. Es
arraigar y potenciar la unificación de todas las organizaciones en lucha contra
el sistema opresor por incorporación protagónica de quienes interpelados se
afirman en el compromiso con la autodeterminación de los pueblos. Para conseguir
este objetivo es
prioritario que la unificación se dé por crear y multiplicar
espacios en común de discusión sobre los problemas fundamentales. Espacios
comunes que se vayan transformando en órganos
de deliberación sobre el programa de cambios radicales a realizar
para encaminar el buen vivir abajo.
¿Qué
cambios radicales se pueden ir concretando desde ahora?
Comienzan con el encuentro de
quienes resisten, a la opresión y saqueo devastador, en torno a organizarse para
atender las necesidades e ideas en los diversos territorios y sectores. Son
protagonistas comprometidos con soluciones a problemas fundamentales, con
enfocarlas en la dinámica ecológica de cada una y de sus interrelaciones y con
interpelar a una creciente mayoría para la construcción de democracia
participativa desde las bases. Pero esta ampliación de la reunión y el
protagonismo en decidir sobre el destino común precisa del esclarecimiento mutuo
sobre conceptos claves a la definición de rumbos a seguir. Porque la década K ha
puesto de manifiesto para qué querían poder quienes se identificaban de
izquierda revolucionaria y terminaron sumándose a conciliar con la
recolonización del país-continente. Al menos los diez años de ocupación
devastadora del extractivismo, nos debe enseñar a que no basta con compartir
idearios. Precisamos dialogarlos para la reciprocidad de la aproximación a la
realidad deseada o para actuar en forma colectiva en vez de individual. Y estar
dispuestos a escuchar razones para pensar distinto a su visión, opinión.
Jorge
Orovitz Sanmartino,
en
"Un acuerdo a la medida de Chevron: Un llamado a la defensa de la soberanía
energética"(especial
para ARGENPRESS.info), finaliza su artículo planteando:"queremos
llamar a la reflexión a todos aquellos militantes o simpatizantes del gobierno
que se han entusiasmado con aquella convocatoria de 2012 a la recuperación de
YPF y que llevaban orgullosos escarapelas celestes y blancas en sus pechos. Hay
que hacer como Arturo Jauretche y como John William Cooke, que le dijeron no
incluso a Perón, y rechazaron en el Congreso la propuesta de asociación con la
antecesora de Chevron, la Standard Oil. Hay que seguir por el camino de las
convicciones. No importa del partido que sea ni las opiniones del pasado, hace
falta demostrarle a la derecha reaccionaria que se frota las manos con este
triunfo ideológico de que “no hay alternativa” a la Chevron, que sí la hay, que
una política energética de la mano de nuestros hermanos latinoamericanos, de las
inversiones del estado, de los técnicos e ingenieros de nuestro país, que
diversifique y desarrolle energías renovables es posible. La derecha, por
supuesto, hace demagogia con el peligro ambiental y las concesiones a la
Chevron, pero lo hace explotando el punto ciego de la política neodesarrollista
oficial, aquella que siempre deposita en manos de las grandes corporaciones,
sean ellas Monsanto, Barrick Gold o Chevron, el destino del desarrollo nacional.
En la hora actual, kirchneristas o no kirchneristas, es necesario mostrar el más
amplio y macizo frente común en defensa de la soberanía energética y de la
soberanía nacional. Reclamar una asamblea constituyente de la energía y la
producción, para discutir democráticamente entre todos el destino que queremos
darle a nuestro subsuelo, así como a los minerales y demás riquezas de nuestra
tierra. Es necesario profundizar el debate entre todos los sectores que se
reclaman nacionales y populares para exigir una revisión completa del decreto y
de los acuerdos firmados y demostrar la viabilidad de la política petrolera en
un sentido latinoamericano, basado en la integración con Venezuela y otros
países del ALBA y en la defensa del ambiente y las generaciones futuras".Leer
Ejemplifica nociones
que, al no estar claras, son usadas para embaucar por los K. De suerte que tanto
el Mercosur como Unasur son homologados con el ALBA. También el sentido
latinoamericano y antiimperialista se aplica al sometimiento a China. Tampoco la
política petrolera puede ser soberana y contribuir a la soberanía nacional si no
se erradica al modelo extractivista y a su generación de pobreza. En fin, no se
trata de defender el ambiente y las generaciones futuras como si fuesen
externalidades cuando la ocupación integral del país-continente por las
corporaciones locales e imperialistas está desertificando o sea destruye las
condiciones socionaturales para la vida y el trabajo tanto en el presente como
en el futuro.
En consecuencia, principios básicos de
los cambios radicales a realizar para el buen vivir abajo son la
autoorganización de los pueblos en acuerdo con un desarrollo postcapitalista y con alternativas al extractivismo.
Descubramos razones para poner fin
al modelo en vigencia mediante los dos
artículos siguientes:
Acuerdo entre YPF y CHEVRON
Por Julio
C. Gambina (Rebelión)
Sucedió lo
que veníamos anunciando desde la expropiación parcial de YPF, situación ésta que
oportunamente saludamos, pero en la que advertíamos se parecía privilegiar una
asociación para la dependencia con la Chevron.
La
expropiación parecía a medida de la petrolera estadounidense, la que fundó
Rockefeller, y que ahora es demandada por familias indígenas del Ecuador por
19.000 millones de dólares. Denuncia motivada en la depredación de la naturaleza
y la afectación de 30.000 personas en la Amazonía ecuatoriana, por explotación
de hidrocarburos de la Texaco (comprada por la Chevron) entre 1965 y 1990.
Fue sospechoso que EE.UU. no criticara la expropiación de YPF, y ya se conocía el interés de Washington por frenar cualquier intento de compra de YPF-Repsol por petroleras chinas. Es que el petróleo es un insumo estratégico en cualquier parte del mundo, pero especialmente en EE.UU., donde se provocó la primera crisis petrolera, energética, a comienzos de los 70´ y desatara la búsqueda de provisión petrolera a cualquier costo, económico, social y natural. Es conocida la evolución posterior de la sociedad mundial para asegurar la provisión de hidrocarburos al mayor consumidor mundial: militarización, invasiones territoriales y afectación de las soberanías de los países y pueblos del mundo, de Afganistán a Irak, pasando por Libia y las eternas amenazas a Venezuela, para pensar sólo en el último tiempo. Todo ello es coherente con el estadounidense criminal accionar sobre Cuba bloqueada. Si miramos hacia atrás encontramos el conflicto del medio oriente que según comentarios generalizados olía a petróleo.
Crisis
energética y petrolera
La energía mundial tiene base en los fósiles. Es muy lento el avance de fuentes alternativas de energía, y claro, las petroleras tienen sus intereses en que esto no avance. Aun con 90% de las reservas petroleras en manos de los Estados nacionales, las grandes y monopólicas petroleras manejan la tecnología y se aseguran un negocio multimillonario, pese al cenit alcanzado de reservas internacionales. Eso mueve al alza los precios, con una demanda que no para y una oferta en franca disminución. Claro que esa ecuación de precios favorece la extensión de la exploración y explotación, tal como demostraron las producciones extra territoriales y ahora la experimentación sobre los no convencionales, gas y petróleo atrapado en rocas ubicadas en el subsuelo, a más de 1.000 y 4.000 metros de profundidad.
La energía mundial tiene base en los fósiles. Es muy lento el avance de fuentes alternativas de energía, y claro, las petroleras tienen sus intereses en que esto no avance. Aun con 90% de las reservas petroleras en manos de los Estados nacionales, las grandes y monopólicas petroleras manejan la tecnología y se aseguran un negocio multimillonario, pese al cenit alcanzado de reservas internacionales. Eso mueve al alza los precios, con una demanda que no para y una oferta en franca disminución. Claro que esa ecuación de precios favorece la extensión de la exploración y explotación, tal como demostraron las producciones extra territoriales y ahora la experimentación sobre los no convencionales, gas y petróleo atrapado en rocas ubicadas en el subsuelo, a más de 1.000 y 4.000 metros de profundidad.
El productivismo siempre piensa que la ciencia todo lo resuelve y así ensayan con nuevos materiales y tecnología, no siempre calculando el costo humano y sobre la naturaleza. Es común escuchar en estas horas, en defensa de la mega minería a cielo abierto y de las petroleras, que toda industria contamina, y que es lógico que la industrialización (para el bienestar del consumismo) genere “cierta” contaminación, y agregan, a corregir. Por ello se justifican multas a todas las petroleras, porque es imposible avanzar en la producción sin costo contaminante. Recuerdo hacia 1992 el texto de John Galbraith “La cultura de la satisfacción” que explica como los magnates de la producción global sólo están interesados en el devenir del bienestar de tres de sus propias generaciones, incluyendo a hijos y nietos, desinteresándose del futuro de la humanidad y la naturaleza. Sólo les interesan sus ganancias, la acumulación y su reproducción para la dominación y eternización del capitalismo.
Es Japón un país con tradición de
cuidado en el uso de la tecnología nuclear, ya que sus antecedentes fueron
Hiroshima y Nagasaki. Por ello es que asumieron tantas medidas de seguridad
sobre los emprendimientos nucleares. Sin embargo y pese a ello, esa previsión
fue superada por Fukushima en marzo del 2011, con explosiones y consecuencias de
radiación sobre el ambiente y la población.
Es un ejemplo de que no
alcanzan las medidas de seguridad y que no resulta conveniente ensayar
tecnologías sospechadas sobre nuestras poblaciones y territorios. Vale la
mención nuclear para este caso sobre hidrocarburos no convencionales, donde la
tecnología es la de la fractura hidráulica o fracking, utilizada para explotar
la roca en el subsuelo mediante la inyección de toneladas de agua y arena
combinada con un cóctel de tóxicos que incluyen de 200 a 400 componentes
químicos para favorecer el accionar sobre las rocas que contienen el gas y el
petróleo no convencional, shale-gas y oil-gas.
Vale consignar que existen estados estadounidenses que suspendieron el uso de esa tecnología mediante una moratoria. En Europa estudian su regulación, y está prohibido en Francia y Bulgaria, con restricciones en algunos otros países, y ya existen algunos municipios argentinos que declararon sus territorios libres de fracking, en Río Negro, Mendoza y Entre Ríos. En la medida en que se extienda el esclarecimiento sobre las consecuencias de la aplicación del fracking, es factible que la protesta se extienda. Muchos opositores solo critican la forma, que sea un decreto y no una ley; que no se haya consultado previamente a los poderes neuquinos, pero muy pocos manifiestan la agresión a la población y a los recursos naturales o bienes comunitarios (o comunes). Por otra parte, no olvidemos que la movilización del pueblo del Famatina y la solidaridad nacional lograda frenaron el emprendimiento de la Osisko Mining Corporation, contrato cancelado a comienzos de Julio del 2013 y que tenía vigencia otorgada por la Provincia de La Rioja desde el 2011. No es menor detalle consignar que la movilización popular definió la no realización del emprendimiento minero a cielo abierto. Ahora cuando todos esperan el pronunciamiento del gobierno y legislatura neuquina, propietario constitucional de los yacimientos, poco se considera la protesta social, del pueblo mapuche y movimientos sociales y políticos que se oponen al acuerdo entre YPF y Chevron respaldado en un decreto del Poder Ejecutivo.
El tema es
la crisis energética, y eso es lo que hay que discutir.
¿Por qué hay crisis de la energía en el
mundo? ¿Qué lugar ocupa la Argentina en la misma? Muy pocos se atreven a
discutir el modelo productivo que dilapida en aras del consumismo las reservas
de hidrocarburos. En efecto, el productivismo y la obsolescencia programada
hacen inservibles prematuramente cuantiosos valores de uso.
El objetivo es la recreación constante del mercado capitalista, que subordina los valores de uso a su contrario, los valores de cambio. Los hidrocarburos son recursos agotables y el patrón de consumo es depredador y motivado en el tipo de producción a escala global que se reproduce en todos los territorios. En nuestro país, sea la producción agraria, minera, extractiva en general, o la industria y los servicios promueven el uso intensivo de la energía fósil contribuyendo a la crisis local y global. Un dato adicional relevante es el deterioro de la capacidad de autoabastecimiento de combustible del país, con importaciones de 9.300 millones de dólares en 2011, aumentadas a 10.200 millones en 2012 y con previsión de incrementarse un 30% para este 2013. Es que el modelo privatizador de los 90´ destruyó la posibilidad de una gestión soberana de la exploración y explotación de hidrocarburos.
¿Qué se
puede esperar de la política que subyace al acuerdo YPF-Chevron?
Está
provocando mucha discusión, y desde el gobierno se sostienen argumentos
favorables a la explotación desde la intervención de la petrolera de gestión
estatal. Rápidamente viene a cuento la negociación del Gobierno de Perón en 1955
con la California, sucursal de la Stándar Oil, antecesora de la Chevron. O los
acuerdos bajo el gobierno de Frondizi. En el 55 había contradicción con la
Constitución del 49 e incluso diputados oficialistas como John William Cooke se
manifestaron en contra, según recuerda Galasso. En el 58 se iba a contramano de
las concepciones previas en “Petróleo y Política” y sus posicionamientos contra
los contratos del 55. En ambos casos se fue a contramano de la retórica previa.
¿Es asimilable a la actualidad?
Sin duda, la subordinación al modelo productivo y de desarrollo capitalista supone la adecuación a los parámetros que define la acumulación capitalista en este tiempo histórico. Ello significa producir en base a fósiles y con la tecnología de época en manos de las corporaciones transnacionales, por caso la Chevron o los que asuman la oportunidad de negocio que ofrece el decreto del poder ejecutivo para la promoción de los hidrocarburos. Además, se vuelve a reiterar la subordinación a tribunales externos ante litigios o controversias. Las empresas podrán demandar fuera de la Argentina. Ya sabemos lo que ello significa, ante 58 tratados bilaterales de defensa de las inversiones externas (tbi) vigentes en el país.
Vale
mencionar que en variadas ocasiones hemos insistido en que Argentina necesita
denunciar esos tbi, tanto como retirarse del CIADI, ámbito al que acuden las
empresas en contra de los Estados y en el marco del Banco Mundial. Con el
acuerdo con Chevron y los que pueda venir se fortalece la institucionalidad de
los 90 (los tbi) y se potencia la dependencia petrolera y tecnológica, todo por
atraer inversiones externas. En este caso unos 1.240 millones de dólares, pero
se anticipa que esa cuencia requiere inversiones por 16.000 millones de dólares
y en general para los próximos años el plan de inversiones de YPF es de 37.500
millones de dólares. Chevron es el comienzo de una asociación subordinada al
capital petrolero extranjero.
Otra
cuestión destacable del acuerdo es la posibilidad de exportar luego de 5 años, y
no liquidar en el país el 20% de la producción, siempre y cuando haya
abastecimiento, y de no haberlo se compensará a la empresa con referencia al
precio internacional, que nadie imagina con tendencia a la baja, especialmente
por lo ya comentado del cenit de reservas y la creciente demanda petrolera y
gasífera. Como se puede apreciar, las restricciones para hacerse de divisas no
corren para las petroleras inversoras según el nuevo régimen de promoción.
¿Se puede
hacer algo distinto?
Claro que
sí, pero supone salir de la lógica del
modelo productivo de inserción subordinada y la promoción de una estrategia
compartida con países vecinos para encarar un trabajo de mediano y largo plazo
para reorientar la producción, no sólo energética, sobre la base de resolver en
la región, y si se puede en el mundo, con criterio de soberanía alimentaria,
energética y financiera.
Cuando el
movimiento del “pase libre” sostuvo la gratuidad del transporte en Brasil, la
respuesta fue que era una demanda utópica, que incluso el boleto de transporte
debía aumentarse. Millones movilizados tiraron a la basura el incremento del
ticket de transporte y hoy existen ciudades que asumieron el transporte público
gratuito. ¿Es posible des-mercantilizar el transporte? Antes de las
movilizaciones de junio pasado en Brasil parecía un hecho imposible. La realidad
demuestra que es posible. La movilización pudo contra el aumento del transporte
en el país vecino e incluso en la gratuidad, del mismo modo que ocurrió con el
Famatina o contra la Meridien Gold en Esquel luego de un avasallador “NO a la
mina” en la consulta popular del 2003.
Como siempre es una cuestión de voluntad popular. ¿Qué quiere el pueblo argentino? Sólo la política puede responder el interrogante. Muy pocos legisladores se pronuncian por la cuestión de fondo, algunos desde hace años, con éxito relativo. El pueblo mapuche salió a la calle. Hace años que los pueblos fumigados luchan contra el modelo sojero y no siempre se los escucha. Las asambleas contra la mega minería protestan y han logrado ciertos éxitos, pero no toda la población asume el legado y el programa. La lucha contra el fracking recién comienza. Los trabajadores de la energía, caso de la FeTERA en la CTA, y organizaciones sociales y culturales como el MORENO y/o el Observatorio Petrolero Sur, entre otros, demandan por la soberanía energética, contra el modelo productivo, la dependencia tecnológica y especialmente el fracking. La CTA está en una campaña en defensa de los bienes comunes, que puede extenderse más allá del país, máxime cuando YPF pretende extender la asociación con las transnacionales para explorar y explotar hidrocarburos no convencionales en Bolivia y Uruguay. Movilización y articulación popular existe, y es aun insuficiente.Es una cuestión de argumentos, de ideas que deben poblar la discusión de fondo. No alcanza con la crítica metodológica, se requiere ir al fondo, que para nosotros es el modelo productivo y de desarrollo del capitalismo contemporáneo, en la Argentina y en el mundo.
Pascua Lama, minería
transfronteriza, crisis, y resistencia de los pueblos
Por
R.Gómez Mederos (Rebelión)
La
importancia de un promisorio freno al proyecto Pascua Lama del lado chileno, y
la consideración de un posible cierre en plena etapa de construcción de su
infraestructura logística y edilicia, pone de manifiesto las contradicciones y
fundamentalmente las falacias, con que se han construido en el imaginario
social, las benevolencias del modelo minero depredador, inscripto en una
política hegemónica global, que destina a nuestras naciones a ser proveedoras de
commodities y materias primas; política homologada por el consenso de Washington
(Item:Elimination of the barriers to the foreign direct investments) y los
intereses de los países desarrollados como Europa, Japón y EEUU, pero además,
una política de influencia y cooptación, por parte de las naciones emergentes
más influyentes (Brasil, China y Rusia), en cuanto a aprovechar las ventajas
jurídicas y económicas que brindan nuestros países. Es decir, estamos en el
medio, indefensos, ante el avance sin límites de los intereses de las naciones
más poderosas sobre nuestros territorios.
El
conflicto y la posterior retirada de la minera Vale de la provincia de Mendoza,
dueña en Malargüe, de Potasio Rio Colorado, con una inversión inicial de 6000
millones de dólares, justificado en una suerte de argumentación menciona: “que
en el contexto macroeconómico actual los fundamentos económicos del proyecto no
están alineados con el compromiso de Vale”, muestra como esta poderosa minera de
Brasil, además miembro del Mercosur, influye en la economía de Argentina.
Recordemos que Vale tiene también en la provincia de San Juan, junto a Golden
Arrows, el Proyecto de minería metalífera, Mogote, hoy en plena etapa de
exploración.
La
justificación reciente que expuso Jaime Bergé, presidente de la Cámara Minera de
San Juan, con respecto al conflicto con Vale dice que, “La situación de Vale en
Mendoza le pega al país, es una realidad. Los costos internos argentinos siguen
creciendo respecto al dólar y eso choca. Chocó en Vale y en el tiempo chocará a
Veladero y a los demás por el peso que significa producir” (1). De estos dichos
se desprende, que las mineras deberían tener aún más beneficios de los que hasta
ahora tienen, con la ley de inversiones mineras 24196.
La resolución de la corte de Copiapó, del vecino país de Chile, que ha hecho posible paralizar Pascua Lama, fue por incumplimiento de la Resolución de Calificación Ambiental desde 2009 en adelante, por daño al ecosistema glaciar en el que se encuentra el emprendimiento minero. La transnacional Barrick Gold, símbolo mundial de innumerables daños ambientales, e inclusive acusada de violaciones a los derechos humanos en distintas partes del mundo, por las poblaciones, la prestigiosa Amnistía Internacional y por Corp Watch; aduce, a pesar de haber prometido cumplir todas las exigencias ambientales de la legislación de ambos países (Argentina y Chile) y de utilizar tecnología de punta para no producir daño al ecosistema, ya en el año 2006 los glaciares Toro 1,Toro 2 y Esperanza, habían reducido su superficie en un promedio del 70% , gracias a la intervención de la compañía.
Barrick
Gold llegó al punto de proponer, en un supuesto pan de manejo, el traslado de un
glaciar colindante, llamado “Guanaco”, utilizando palas mecánicas. La autoridad
ambiental regional en Chile descartó la propuesta mediante una resolución del 15
de Febrero de 2006. (2)Aun así Barrick Gold, después de “acatar” la resolución,
presentó abiertamente la construcción del botadero Nevada Norte, en un sector
que cubría enteramente un glaciar de roca.
Pascua
Lama, al igual que otros megaproyectos, re fundamenta y coteja una
modificación de la matriz energética nacional, que incide directamente en la
población; para tener una idea de la magnitud del consumo energético de
estos, tres ejemplos importantes: Bajo La Alumbrera (de la inglesa Xtrata
Cooper) en la provincia de Catamarca, consume 1583GwH/a, es decir el 80% del
consumo de Tucumán; en el caso de Pascua Lama (Barrick Gold), el consumo
estipulado es de 930 GwH/a, el 85% de consumo de la provincia de Salta, y
Potasio Rio Colorado, el 83% de lo que genera Atucha I 1848 GwH/a.(3) Es
decir que la economía nacional transita un camino totalmente condicionado a
este nuevo esquema energético, he impacta directamente sobre el transporte
público, sobre el de carga y la economía en general. Para generar energía en
la República Argentina, el porcentaje de las fuentes primarias es del 43,63
% para el Gas, el 40,20 % en el caso del petróleo y el 6,04 % de la
hidráulica, como las tres formas más importantes. (4)
En la
oferta energética de Argentina, las fuentes primarias se ocupan para generar
energía térmica, energía hidráulica y energía nuclear respectivamente. Lo que se
deduce de aquí, es que la relación entre lo que se genera de energía para el
consumo normal en la actualidad, y lo que será necesario a partir del tremendo
consumo de estos proyectos, es que, no hay tantas posibilidades de generar más
de lo que hasta ahora se genera, debido a que pasamos de ser exportadores de
recursos energéticos para generar esta, a ser importadores, con lo cual,
o es para estos grandes consumidores o
para la población en general.
Esta modificación, en
términos sustanciales, cuantitativos y cualitativos, en el cual Pascua Lama es
un punto más del modelo en general, incide sobre todos los rubros de la economía
y el consumo ciudadano, incidencia que se desprende de una política de
priorización del modelo capitalista primario y extractivo.
La argumentación de una forma combinada, primaria y a la vez industrial de
sustitución de importaciones,
es desenmascarada por la
crisis energética evidente, la cual se hace cada vez más aguda.
El proyecto Pascua Lama y su freno reciente, pone en cuestión el marco
estratégico en el cual este se enmarca,
el extractivismo no sólo como
modalidad de acumulación capitalista en términos económicos, sino también
como una estructura que modifica y re categoriza los sistemas fronterizos,
es decir, la desaparición exacta y objetiva de las fronteras nacionales, en
donde estas mega-estructuras se asientan, “la fragmentación territorial, con
áreas relegadas y enclaves extractivos asociados a los mercados
globales”(5). Estas fragmentaciones territoriales, son además el producto
directo de una estrategia a nivel mundial, no solamente del esquema del
mercado global en sí mismo, sino de una forma de dominación territorial del
capitalismo monopólico generalizado a escala planetaria; si bien la
minería transfronteriza evidencia una transformación de la frontera del
estado nación tradicional, esta solo tiene características tácticas, si se
lo mira solo como un hecho en sí mismo, (es decir, solo como una iniciativa
económica de una empresa transnacional).
Lo que en realidad
está en juego, es la distribución territorial y la enajenación de la nación
en sí , a partir de la categorización del territorio, como centro de interés
específico (6) , en cuanto a su riqueza en recursos naturales
(bienes comunes), por parte de “Los estados hegemónicos más fuertes, que van
alimentando cada vez más su poderío en este juego de reparto del mundo, y a
su vez, consolidando una nueva institucionalidad supranacional, dominada por
los estados fuertes”
(7).
Pascua
Lama, en la frontera argentina–chilena, Majaz - Río Blanco y Ecua corrientes en
la frontera Ecuatoriana–Peruana, El Mutún, exponente orográfico ubicado en una
zona biogeográfica amazónica del Pantanal, en la frontera boliviano-brasileño,
dan cuenta en simultaneo, de la importancia estratégica del modelo minero
transfronterizo a nivel suramericano, y la intensiva presencia de las
transnacionales mineras en el continente.
Para la
Argentina y Chile, el tratado minero establece un ámbito de aplicación
específico, entre los paralelos 23, 49 y en un sector del paralelo 51, cuya
superficie es de aproximadamente 550.000 Km2.
El Tratado de Integración y Complementación Minera, suscripto en la provincia de San Juan, República Argentina, y Antofagasta, Chile, el 29 de Diciembre de 1997, y promulgado el 24 de marzo del año 2000, bajo la ley 25243, sienta las bases jurídicas por el que se hace posible el proyecto Pascua Lama y las demás iniciativas de minería transfronteriza. Este acuerdo binacional constituye, entre tantas cosas, la entrega de los recursos hídricos compartidos para uso a discreción por las transnacionales mineras, donde existan proyectos mutuos o no. Este es el caso específico, sacado a la luz por el diario El Tribuno, de Salta en el año 2008, un plan que prevé bombear a la puna chilena, 6000 litros de agua por segundo desde pozos subterráneos que ya empezaron a construirse en el 2007, en las zonas de la Quebrada del Agua, Laguna Socompa, el Salar de Llullaillaco y el Salar del Río Grande, a muy pocos kilómetros de la línea cordillerana que separa Salta de Antofagasta; los 6000 litros de aguas serían bombeados desde dos acueductos que nacerán en Socompa y Sico, hacia Antofagasta, con destino a las minas La Escondida y Chuquicamata de la australiana BHP Billiton. La construcción del acueducto hasta La Escondida desde Socompa, costaría 203 millones de dólares, y la línea a Chuquicamata desde Sico, 224 millones de dólares. Las empresas asociadas al proyecto cobrarían 1,5 dólares el metro cúbico durante 20 años, lo cual les redituaría 5700 millones de dólares. (8)
Es cada
vez más claro, el esquema de dominación y las nuevas funcionalidades a que han
sido destinados los estados dependientes, en donde estos van “convirtiéndose en
estructuras de administración de los intereses globales de los actores
mencionados del bloque imperial y perdiendo cada vez más su función como
representantes de sus comunidades políticas” (9).
De igual
manera, el cierre promisorio del proyecto binacional Pascua Lama, nos da cuenta
del poder que tienen los pueblos a la hora de las grandes decisiones, y de como
la organización de la resistencia al sistema en general y sus versiones de
acumulación, va teniendo sus frutos, que aunque pequeños, de gran incidencia en
la estructuración del bloque hegemónico regional.
“Cuando un
imperio proclama la paz trae guerra, cuando exalta la solidaridad esconde un
ataque, cuando reclama adhesión trama entrega y cuando ofrece amistad distribuye
hipocresía” (10)
Julio
2013. Argentina.