miércoles, 24 de julio de 2013

La democracia, desde 1984, hace que el crecimiento oligopólico sea legítimo

 Recuperar la voluntad popular conlleva a enfrentar
el apoderamiento y destrucción del país-mundo por el extractivismo.

Ya los diversos de abajo de nuestro país despliegan luchas en contra del crecimiento económico de los oligopolios y que el gobierno CFK encubre como proyecto nacional-popular. Es decir, comprobamos que "se unen abajo y organizan combativamente"(legado de la CGT de los Argentinos) contra: las flexibilización y precarización laboral, el constante aumento de la desigualdad social, el privilegio de las especulaciones financiera e inmobiliaria, la privatización-mercantilización de la naturaleza y los bienes comunes sociales, los medios de comunicación hegemonizados según un enfrentamiento falso, la obediencia debida a los poderes establecidos, el pago e incremento de la estafa oficializada como deuda externa pública, la criminalización tanto de la pobreza como de la protesta social que se ha intensificado con las leyes antiterroristas, etc.

En consecuencia, se requiere la articulación de esas luchas reivindicativas que persiga instalarlas en la agenda pública como facetas del modelo productivo y de desarrollo en vigencia. Es volver explícita la necesidad de los otros de abajo de involucrarse en la resistencia al acaparamiento oligopólico asumiéndose sujetos colectivos de derechos. Es arraigar y potenciar la unificación de todas las organizaciones en lucha contra el sistema opresor por incorporación protagónica de quienes interpelados se afirman en el compromiso con la autodeterminación de los pueblos. Para conseguir este objetivo es prioritario que la unificación se dé por crear y multiplicar espacios en común de discusión sobre los problemas fundamentales. Espacios comunes que se vayan transformando en órganos de deliberación sobre el programa de cambios radicales a realizar para encaminar el buen vivir abajo.

¿Qué cambios radicales se pueden ir concretando desde ahora? Comienzan con el encuentro de quienes resisten, a la opresión y saqueo devastador, en torno a organizarse para atender las necesidades e ideas en los diversos territorios y sectores. Son protagonistas comprometidos con soluciones a problemas fundamentales, con enfocarlas en la dinámica ecológica de cada una y de sus interrelaciones y con interpelar a una creciente mayoría para la construcción de democracia participativa desde las bases. Pero esta ampliación de la reunión y el protagonismo en decidir sobre el destino común precisa del esclarecimiento mutuo sobre conceptos claves a la definición de rumbos a seguir. Porque la década K ha puesto de manifiesto para qué querían poder quienes se identificaban de izquierda revolucionaria y terminaron sumándose a conciliar con la recolonización del país-continente. Al menos los diez años de ocupación devastadora del extractivismo, nos debe enseñar a que no basta con compartir idearios. Precisamos dialogarlos para la reciprocidad de la aproximación a la realidad deseada o para actuar en forma colectiva en vez de individual. Y estar dispuestos a escuchar razones para pensar distinto a su visión, opinión.
Jorge Orovitz Sanmartino, en "Un acuerdo a la medida de Chevron: Un llamado a la defensa de la soberanía energética"(especial para ARGENPRESS.info), finaliza su artículo planteando:"queremos llamar a la reflexión a todos aquellos militantes o simpatizantes del gobierno que se han entusiasmado con aquella convocatoria de 2012 a la recuperación de YPF y que llevaban orgullosos escarapelas celestes y blancas en sus pechos. Hay que hacer como Arturo Jauretche y como John William Cooke, que le dijeron no incluso a Perón, y rechazaron en el Congreso la propuesta de asociación con la antecesora de Chevron, la Standard Oil. Hay que seguir por el camino de las convicciones. No importa del partido que sea ni las opiniones del pasado, hace falta demostrarle a la derecha reaccionaria que se frota las manos con este triunfo ideológico de que “no hay alternativa” a la Chevron, que sí la hay, que una política energética de la mano de nuestros hermanos latinoamericanos, de las inversiones del estado, de los técnicos e ingenieros de nuestro país, que diversifique y desarrolle energías renovables es posible. La derecha, por supuesto, hace demagogia con el peligro ambiental y las concesiones a la Chevron, pero lo hace explotando el punto ciego de la política neodesarrollista oficial, aquella que siempre deposita en manos de las grandes corporaciones, sean ellas Monsanto, Barrick Gold o Chevron, el destino del desarrollo nacional. En la hora actual, kirchneristas o no kirchneristas, es necesario mostrar el más amplio y macizo frente común en defensa de la soberanía energética y de la soberanía nacional. Reclamar una asamblea constituyente de la energía y la producción, para discutir democráticamente entre todos el destino que queremos darle a nuestro subsuelo, así como a los minerales y demás riquezas de nuestra tierra. Es necesario profundizar el debate entre todos los sectores que se reclaman nacionales y populares para exigir una revisión completa del decreto y de los acuerdos firmados y demostrar la viabilidad de la política petrolera en un sentido latinoamericano, basado en la integración con Venezuela y otros países del ALBA y en la defensa del ambiente y las generaciones futuras".Leer

Ejemplifica nociones que, al no estar claras, son usadas para embaucar por los K. De suerte que tanto el Mercosur como Unasur son homologados con el ALBA. También el sentido latinoamericano y antiimperialista se aplica al sometimiento a China. Tampoco la política petrolera puede ser soberana y contribuir a la soberanía nacional si no se erradica al modelo extractivista y a su generación de pobreza. En fin, no se trata de defender el ambiente y las generaciones futuras como si fuesen externalidades cuando la ocupación integral del país-continente por las corporaciones locales e imperialistas está desertificando o sea destruye las condiciones socionaturales para la vida y el trabajo tanto en el presente como en el futuro.

En consecuencia, principios básicos de los cambios radicales a realizar para el buen vivir abajo son la autoorganización de los pueblos en acuerdo con un desarrollo postcapitalista y con alternativas al extractivismo.
Descubramos razones para poner fin al modelo en vigencia mediante los dos artículos siguientes:



Acuerdo entre YPF y CHEVRON

Por Julio C. Gambina (Rebelión)
Sucedió lo que veníamos anunciando desde la expropiación parcial de YPF, situación ésta que oportunamente saludamos, pero en la que advertíamos se parecía privilegiar una asociación para la dependencia con la Chevron.
La expropiación parecía a medida de la petrolera estadounidense, la que fundó Rockefeller, y que ahora es demandada por familias indígenas del Ecuador por 19.000 millones de dólares. Denuncia motivada en la depredación de la naturaleza y la afectación de 30.000 personas en la Amazonía ecuatoriana, por explotación de hidrocarburos de la Texaco (comprada por la Chevron) entre 1965 y 1990.
Fue sospechoso que EE.UU. no criticara la expropiación de YPF, y ya se conocía el interés de Washington por frenar cualquier intento de compra de YPF-Repsol por petroleras chinas. Es que el petróleo es un insumo estratégico en cualquier parte del mundo, pero especialmente en EE.UU., donde se provocó la primera crisis petrolera, energética, a comienzos de los 70´ y desatara la búsqueda de provisión petrolera a cualquier costo, económico, social y natural. Es conocida la evolución posterior de la sociedad mundial para asegurar la provisión de hidrocarburos al mayor consumidor mundial: militarización, invasiones territoriales y afectación de las soberanías de los países y pueblos del mundo, de Afganistán a Irak, pasando por Libia y las eternas amenazas a Venezuela, para pensar sólo en el último tiempo. Todo ello es coherente con el estadounidense criminal accionar sobre Cuba bloqueada. Si miramos hacia atrás encontramos el conflicto del medio oriente que según comentarios generalizados olía a petróleo.
Crisis energética y petrolera
La energía mundial tiene base en los fósiles. Es muy lento el avance de fuentes alternativas de energía, y claro, las petroleras tienen sus intereses en que esto no avance. Aun con 90% de las reservas petroleras en manos de los Estados nacionales, las grandes y monopólicas petroleras manejan la tecnología y se aseguran un negocio multimillonario, pese al cenit alcanzado de reservas internacionales. Eso mueve al alza los precios, con una demanda que no para y una oferta en franca disminución. Claro que esa ecuación de precios favorece la extensión de la exploración y explotación, tal como demostraron las producciones extra territoriales y ahora la experimentación sobre los no convencionales, gas y petróleo atrapado en rocas ubicadas en el subsuelo, a más de 1.000 y 4.000 metros de profundidad.
El productivismo siempre piensa que la ciencia todo lo resuelve y así ensayan con nuevos materiales y tecnología, no siempre calculando el costo humano y sobre la naturaleza. Es común escuchar en estas horas, en defensa de la mega minería a cielo abierto y de las petroleras, que toda industria contamina, y que es lógico que la industrialización (para el bienestar del consumismo) genere “cierta” contaminación, y agregan, a corregir. Por ello se justifican multas a todas las petroleras, porque es imposible avanzar en la producción sin costo contaminante. Recuerdo hacia 1992 el texto de John Galbraith “La cultura de la satisfacción” que explica como los magnates de la producción global sólo están interesados en el devenir del bienestar de tres de sus propias generaciones, incluyendo a hijos y nietos, desinteresándose del futuro de la humanidad y la naturaleza. Sólo les interesan sus ganancias, la acumulación y su reproducción para la dominación y eternización del capitalismo.
Es Japón un país con tradición de cuidado en el uso de la tecnología nuclear, ya que sus antecedentes fueron Hiroshima y Nagasaki. Por ello es que asumieron tantas medidas de seguridad sobre los emprendimientos nucleares. Sin embargo y pese a ello, esa previsión fue superada por Fukushima en marzo del 2011, con explosiones y consecuencias de radiación sobre el ambiente y la población. Es un ejemplo de que no alcanzan las medidas de seguridad y que no resulta conveniente ensayar tecnologías sospechadas sobre nuestras poblaciones y territorios. Vale la mención nuclear para este caso sobre hidrocarburos no convencionales, donde la tecnología es la de la fractura hidráulica o fracking, utilizada para explotar la roca en el subsuelo mediante la inyección de toneladas de agua y arena combinada con un cóctel de tóxicos que incluyen de 200 a 400 componentes químicos para favorecer el accionar sobre las rocas que contienen el gas y el petróleo no convencional, shale-gas y oil-gas.
Vale consignar que existen estados estadounidenses que suspendieron el uso de esa tecnología mediante una moratoria. En Europa estudian su regulación, y está prohibido en Francia y Bulgaria, con restricciones en algunos otros países, y ya existen algunos municipios argentinos que declararon sus territorios libres de fracking, en Río Negro, Mendoza y Entre Ríos. En la medida en que se extienda el esclarecimiento sobre las consecuencias de la aplicación del fracking, es factible que la protesta se extienda. Muchos opositores solo critican la forma, que sea un decreto y no una ley; que no se haya consultado previamente a los poderes neuquinos, pero muy pocos manifiestan la agresión a la población y a los recursos naturales o bienes comunitarios (o comunes). Por otra parte, no olvidemos que la movilización del pueblo del Famatina y la solidaridad nacional lograda frenaron el emprendimiento de la Osisko Mining Corporation, contrato cancelado a comienzos de Julio del 2013 y que tenía vigencia otorgada por la Provincia de La Rioja desde el 2011. No es menor detalle consignar que la movilización popular definió la no realización del emprendimiento minero a cielo abierto. Ahora cuando todos esperan el pronunciamiento del gobierno y legislatura neuquina, propietario constitucional de los yacimientos, poco se considera la protesta social, del pueblo mapuche y movimientos sociales y políticos que se oponen al acuerdo entre YPF y Chevron respaldado en un decreto del Poder Ejecutivo.
El tema es la crisis energética, y eso es lo que hay que discutir.
¿Por qué hay crisis de la energía en el mundo? ¿Qué lugar ocupa la Argentina en la misma? Muy pocos se atreven a discutir el modelo productivo que dilapida en aras del consumismo las reservas de hidrocarburos. En efecto, el productivismo y la obsolescencia programada hacen inservibles prematuramente cuantiosos valores de uso.
El objetivo es la recreación constante del mercado capitalista, que subordina los valores de uso a su contrario, los valores de cambio. Los hidrocarburos son recursos agotables y el patrón de consumo es depredador y motivado en el tipo de producción a escala global que se reproduce en todos los territorios. En nuestro país, sea la producción agraria, minera, extractiva en general, o la industria y los servicios promueven el uso intensivo de la energía fósil contribuyendo a la crisis local y global. Un dato adicional relevante es el deterioro de la capacidad de autoabastecimiento de combustible del país, con importaciones de 9.300 millones de dólares en 2011, aumentadas a 10.200 millones en 2012 y con previsión de incrementarse un 30% para este 2013. Es que el modelo privatizador de los 90´ destruyó la posibilidad de una gestión soberana de la exploración y explotación de hidrocarburos.
¿Qué se puede esperar de la política que subyace al acuerdo YPF-Chevron?
Está provocando mucha discusión, y desde el gobierno se sostienen argumentos favorables a la explotación desde la intervención de la petrolera de gestión estatal. Rápidamente viene a cuento la negociación del Gobierno de Perón en 1955 con la California, sucursal de la Stándar Oil, antecesora de la Chevron. O los acuerdos bajo el gobierno de Frondizi. En el 55 había contradicción con la Constitución del 49 e incluso diputados oficialistas como John William Cooke se manifestaron en contra, según recuerda Galasso. En el 58 se iba a contramano de las concepciones previas en “Petróleo y Política” y sus posicionamientos contra los contratos del 55. En ambos casos se fue a contramano de la retórica previa. ¿Es asimilable a la actualidad?
Sin duda, la subordinación al modelo productivo y de desarrollo capitalista supone la adecuación a los parámetros que define la acumulación capitalista en este tiempo histórico. Ello significa producir en base a fósiles y con la tecnología de época en manos de las corporaciones transnacionales, por caso la Chevron o los que asuman la oportunidad de negocio que ofrece el decreto del poder ejecutivo para la promoción de los hidrocarburos. Además, se vuelve a reiterar la subordinación a tribunales externos ante litigios o controversias. Las empresas podrán demandar fuera de la Argentina. Ya sabemos lo que ello significa, ante 58 tratados bilaterales de defensa de las inversiones externas (tbi) vigentes en el país.
Vale mencionar que en variadas ocasiones hemos insistido en que Argentina necesita denunciar esos tbi, tanto como retirarse del CIADI, ámbito al que acuden las empresas en contra de los Estados y en el marco del Banco Mundial. Con el acuerdo con Chevron y los que pueda venir se fortalece la institucionalidad de los 90 (los tbi) y se potencia la dependencia petrolera y tecnológica, todo por atraer inversiones externas. En este caso unos 1.240 millones de dólares, pero se anticipa que esa cuencia requiere inversiones por 16.000 millones de dólares y en general para los próximos años el plan de inversiones de YPF es de 37.500 millones de dólares. Chevron es el comienzo de una asociación subordinada al capital petrolero extranjero.
Otra cuestión destacable del acuerdo es la posibilidad de exportar luego de 5 años, y no liquidar en el país el 20% de la producción, siempre y cuando haya abastecimiento, y de no haberlo se compensará a la empresa con referencia al precio internacional, que nadie imagina con tendencia a la baja, especialmente por lo ya comentado del cenit de reservas y la creciente demanda petrolera y gasífera. Como se puede apreciar, las restricciones para hacerse de divisas no corren para las petroleras inversoras según el nuevo régimen de promoción.

¿Se puede hacer algo distinto?
Claro que sí, pero supone salir de la lógica del modelo productivo de inserción subordinada y la promoción de una estrategia compartida con países vecinos para encarar un trabajo de mediano y largo plazo para reorientar la producción, no sólo energética, sobre la base de resolver en la región, y si se puede en el mundo, con criterio de soberanía alimentaria, energética y financiera.

Cuando el movimiento del “pase libre” sostuvo la gratuidad del transporte en Brasil, la respuesta fue que era una demanda utópica, que incluso el boleto de transporte debía aumentarse. Millones movilizados tiraron a la basura el incremento del ticket de transporte y hoy existen ciudades que asumieron el transporte público gratuito. ¿Es posible des-mercantilizar el transporte? Antes de las movilizaciones de junio pasado en Brasil parecía un hecho imposible. La realidad demuestra que es posible. La movilización pudo contra el aumento del transporte en el país vecino e incluso en la gratuidad, del mismo modo que ocurrió con el Famatina o contra la Meridien Gold en Esquel luego de un avasallador “NO a la mina” en la consulta popular del 2003.
Como siempre es una cuestión de voluntad popular. ¿Qué quiere el pueblo argentino? Sólo la política puede responder el interrogante. Muy pocos legisladores se pronuncian por la cuestión de fondo, algunos desde hace años, con éxito relativo. El pueblo mapuche salió a la calle. Hace años que los pueblos fumigados luchan contra el modelo sojero y no siempre se los escucha. Las asambleas contra la mega minería protestan y han logrado ciertos éxitos, pero no toda la población asume el legado y el programa. La lucha contra el fracking recién comienza. Los trabajadores de la energía, caso de la FeTERA en la CTA, y organizaciones sociales y culturales como el MORENO y/o el Observatorio Petrolero Sur, entre otros, demandan por la soberanía energética, contra el modelo productivo, la dependencia tecnológica y especialmente el fracking. La CTA está en una campaña en defensa de los bienes comunes, que puede extenderse más allá del país, máxime cuando YPF pretende extender la asociación con las transnacionales para explorar y explotar hidrocarburos no convencionales en Bolivia y Uruguay. Movilización y articulación popular existe, y es aun insuficiente.

Es una cuestión de argumentos, de ideas que deben poblar la discusión de fondo. No alcanza con la crítica metodológica, se requiere ir al fondo, que para nosotros es el modelo productivo y de desarrollo del capitalismo contemporáneo, en la Argentina y en el mundo.

Pascua Lama, minería transfronteriza, crisis, y resistencia de los pueblos

Por R.Gómez Mederos (Rebelión)
La importancia de un promisorio freno al proyecto Pascua Lama del lado chileno, y la consideración de un posible cierre en plena etapa de construcción de su infraestructura logística y edilicia, pone de manifiesto las contradicciones y fundamentalmente las falacias, con que se han construido en el imaginario social, las benevolencias del modelo minero depredador, inscripto en una política hegemónica global, que destina a nuestras naciones a ser proveedoras de commodities y materias primas; política homologada por el consenso de Washington (Item:Elimination of the barriers to the foreign direct investments) y los intereses de los países desarrollados como Europa, Japón y EEUU, pero además, una política de influencia y cooptación, por parte de las naciones emergentes más influyentes (Brasil, China y Rusia), en cuanto a aprovechar las ventajas jurídicas y económicas que brindan nuestros países. Es decir, estamos en el medio, indefensos, ante el avance sin límites de los intereses de las naciones más poderosas sobre nuestros territorios.
El conflicto y la posterior retirada de la minera Vale de la provincia de Mendoza, dueña en Malargüe, de Potasio Rio Colorado, con una inversión inicial de 6000 millones de dólares, justificado en una suerte de argumentación menciona: “que en el contexto macroeconómico actual los fundamentos económicos del proyecto no están alineados con el compromiso de Vale”, muestra como esta poderosa minera de Brasil, además miembro del Mercosur, influye en la economía de Argentina. Recordemos que Vale tiene también en la provincia de San Juan, junto a Golden Arrows, el Proyecto de minería metalífera, Mogote, hoy en plena etapa de exploración.
La justificación reciente que expuso Jaime Bergé, presidente de la Cámara Minera de San Juan, con respecto al conflicto con Vale dice que, “La situación de Vale en Mendoza le pega al país, es una realidad. Los costos internos argentinos siguen creciendo respecto al dólar y eso choca. Chocó en Vale y en el tiempo chocará a Veladero y a los demás por el peso que significa producir” (1). De estos dichos se desprende, que las mineras deberían tener aún más beneficios de los que hasta ahora tienen, con la ley de inversiones mineras 24196.
La resolución de la corte de Copiapó, del vecino país de Chile, que ha hecho posible paralizar Pascua Lama, fue por incumplimiento de la Resolución de Calificación Ambiental desde 2009 en adelante, por daño al ecosistema glaciar en el que se encuentra el emprendimiento minero. La transnacional Barrick Gold, símbolo mundial de innumerables daños ambientales, e inclusive acusada de violaciones a los derechos humanos en distintas partes del mundo, por las poblaciones, la prestigiosa Amnistía Internacional y por Corp Watch; aduce, a pesar de haber prometido cumplir todas las exigencias ambientales de la legislación de ambos países (Argentina y Chile) y de utilizar tecnología de punta para no producir daño al ecosistema, ya en el año 2006 los glaciares Toro 1,Toro 2 y Esperanza, habían reducido su superficie en un promedio del 70% , gracias a la intervención de la compañía.
Barrick Gold llegó al punto de proponer, en un supuesto pan de manejo, el traslado de un glaciar colindante, llamado “Guanaco”, utilizando palas mecánicas. La autoridad ambiental regional en Chile descartó la propuesta mediante una resolución del 15 de Febrero de 2006. (2)Aun así Barrick Gold, después de “acatar” la resolución, presentó abiertamente la construcción del botadero Nevada Norte, en un sector que cubría enteramente un glaciar de roca.

Pascua Lama, al igual que otros megaproyectos, re fundamenta y coteja una modificación de la matriz energética nacional, que incide directamente en la población; para tener una idea de la magnitud del consumo energético de estos, tres ejemplos importantes: Bajo La Alumbrera (de la inglesa Xtrata Cooper) en la provincia de Catamarca, consume 1583GwH/a, es decir el 80% del consumo de Tucumán; en el caso de Pascua Lama (Barrick Gold), el consumo estipulado es de 930 GwH/a, el 85% de consumo de la provincia de Salta, y Potasio Rio Colorado, el 83% de lo que genera Atucha I 1848 GwH/a.(3) Es decir que la economía nacional transita un camino totalmente condicionado a este nuevo esquema energético, he impacta directamente sobre el transporte público, sobre el de carga y la economía en general. Para generar energía en la República Argentina, el porcentaje de las fuentes primarias es del 43,63 % para el Gas, el 40,20 % en el caso del petróleo y el 6,04 % de la hidráulica, como las tres formas más importantes. (4)


En la oferta energética de Argentina, las fuentes primarias se ocupan para generar energía térmica, energía hidráulica y energía nuclear respectivamente. Lo que se deduce de aquí, es que la relación entre lo que se genera de energía para el consumo normal en la actualidad, y lo que será necesario a partir del tremendo consumo de estos proyectos, es que, no hay tantas posibilidades de generar más de lo que hasta ahora se genera, debido a que pasamos de ser exportadores de recursos energéticos para generar esta, a ser importadores, con lo cual, o es para estos grandes consumidores o para la población en general.

Esta modificación, en términos sustanciales, cuantitativos y cualitativos, en el cual Pascua Lama es un punto más del modelo en general, incide sobre todos los rubros de la economía y el consumo ciudadano, incidencia que se desprende de una política de priorización del modelo capitalista primario y extractivo. La argumentación de una forma combinada, primaria y a la vez industrial de sustitución de importaciones, es desenmascarada por la crisis energética evidente, la cual se hace cada vez más aguda.

El proyecto Pascua Lama y su freno reciente, pone en cuestión el marco estratégico en el cual este se enmarca, el extractivismo no sólo como modalidad de acumulación capitalista en términos económicos, sino también como una estructura que modifica y re categoriza los sistemas fronterizos, es decir, la desaparición exacta y objetiva de las fronteras nacionales, en donde estas mega-estructuras se asientan, “la fragmentación territorial, con áreas relegadas y enclaves extractivos asociados a los mercados globales”(5). Estas fragmentaciones territoriales, son además el producto directo de una estrategia a nivel mundial, no solamente del esquema del mercado global en sí mismo, sino de una forma de dominación territorial del capitalismo monopólico generalizado a escala planetaria; si bien la minería transfronteriza evidencia una transformación de la frontera del estado nación tradicional, esta solo tiene características tácticas, si se lo mira solo como un hecho en sí mismo, (es decir, solo como una iniciativa económica de una empresa transnacional). Lo que en realidad está en juego, es la distribución territorial y la enajenación de la nación en sí , a partir de la categorización del territorio, como centro de interés específico (6) , en cuanto a su riqueza en recursos naturales (bienes comunes), por parte de “Los estados hegemónicos más fuertes, que van alimentando cada vez más su poderío en este juego de reparto del mundo, y a su vez, consolidando una nueva institucionalidad supranacional, dominada por los estados fuertes” (7).

Pascua Lama, en la frontera argentina–chilena, Majaz - Río Blanco y Ecua corrientes en la frontera Ecuatoriana–Peruana, El Mutún, exponente orográfico ubicado en una zona biogeográfica amazónica del Pantanal, en la frontera boliviano-brasileño, dan cuenta en simultaneo, de la importancia estratégica del modelo minero transfronterizo a nivel suramericano, y la intensiva presencia de las transnacionales mineras en el continente.
Para la Argentina y Chile, el tratado minero establece un ámbito de aplicación específico, entre los paralelos 23, 49 y en un sector del paralelo 51, cuya superficie es de aproximadamente 550.000 Km2.
El Tratado de Integración y Complementación Minera, suscripto en la provincia de San Juan, República Argentina, y Antofagasta, Chile, el 29 de Diciembre de 1997, y promulgado el 24 de marzo del año 2000, bajo la ley 25243, sienta las bases jurídicas por el que se hace posible el proyecto Pascua Lama y las demás iniciativas de minería transfronteriza. Este acuerdo binacional constituye, entre tantas cosas, la entrega de los recursos hídricos compartidos para uso a discreción por las transnacionales mineras, donde existan proyectos mutuos o no. Este es el caso específico, sacado a la luz por el diario El Tribuno, de Salta en el año 2008, un plan que prevé bombear a la puna chilena, 6000 litros de agua por segundo desde pozos subterráneos que ya empezaron a construirse en el 2007, en las zonas de la Quebrada del Agua, Laguna Socompa, el Salar de Llullaillaco y el Salar del Río Grande, a muy pocos kilómetros de la línea cordillerana que separa Salta de Antofagasta; los 6000 litros de aguas serían bombeados desde dos acueductos que nacerán en Socompa y Sico, hacia Antofagasta, con destino a las minas La Escondida y Chuquicamata de la australiana BHP Billiton. La construcción del acueducto hasta La Escondida desde Socompa, costaría 203 millones de dólares, y la línea a Chuquicamata desde Sico, 224 millones de dólares. Las empresas asociadas al proyecto cobrarían 1,5 dólares el metro cúbico durante 20 años, lo cual les redituaría 5700 millones de dólares. (8)
Es cada vez más claro, el esquema de dominación y las nuevas funcionalidades a que han sido destinados los estados dependientes, en donde estos van “convirtiéndose en estructuras de administración de los intereses globales de los actores mencionados del bloque imperial y perdiendo cada vez más su función como representantes de sus comunidades políticas” (9).
De igual manera, el cierre promisorio del proyecto binacional Pascua Lama, nos da cuenta del poder que tienen los pueblos a la hora de las grandes decisiones, y de como la organización de la resistencia al sistema en general y sus versiones de acumulación, va teniendo sus frutos, que aunque pequeños, de gran incidencia en la estructuración del bloque hegemónico regional.
“Cuando un imperio proclama la paz trae guerra, cuando exalta la solidaridad esconde un ataque, cuando reclama adhesión trama entrega y cuando ofrece amistad distribuye hipocresía” (10)
Julio 2013. Argentina.





















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