El autoritario delictivo y en eso se
especializó el PJ.
Desde 1983 hasta hoy el Partido Justicialista se fue afirmando como partido
de estado al concretar el «desvío de poder». Desde México,
Gilberto López y Rivas
señala:
"A lo largo de los trabajos del Tribunal
Permanente de los Pueblos, el concepto desvío de poder contribuyó a comprender
lo que ocurre en nuestro país y a tipificar los actos criminales que han
cometido reiteradamente los gobiernos neoliberales.
Este desvío es definido
como:
-
el uso faccioso del derecho y los poderes del Estado para favorecer los intereses de los grandes capitales trasnacionales, así como para perseguir y afectar las garantías de los pueblos;
-
la aplicación de una ingeniería constitucional e institucional dolosa que configura un estado de guerra social permanente y ocupación interna, una situación estructural, sistemática y de largo plazo por la que el edificio jurídico del Estado se abre a las corporaciones, mientras se cierran los canales legales a la población, que se ve obstaculizada en sus anhelos de justicia por las mismas entidades que deberían defenderla;
-
la violencia, despojo, fragmentación y devastación como programa de gobierno;
-
el abandono por parte del Estado de su deber primordial de velar por el interés general de la sociedad para satisfacer los intereses de corporaciones y grupos particulares;
-
el ejercicio institucional y estructural por parte del Estado como guardián de los intereses privados para facilitar la mundialización capitalista, utilizando su capacidad coercitiva contra toda discrepancia u oposición al modelo". Leer
Desde
un país hermano de Nuestra
América también nos aportan a enfocar la realidad argentina que el liderazgo CFK
tapa y los candidatos presidenciales callan:
El modelo de dominación
clasista en la República Dominicana
10 de julio
de 2013
Por
Narciso Isa Conde
(Rebelión)
En el contexto del actual sistema capitalista mundial, después de
tres décadas de imposición de la estrategia neoliberal del gran capital
transnacional y local en este escenario, no es difícil apreciar a grandes rasgos
lo acontecido en nuestra sociedad:
1) La burguesía transnacional es cada vez más
determinante en el país y en toda la isla, ahora con mayor predominio de su
facción financiera-especulativa (la deuda externa de RD representa la mitad del
PBI y compromete el 40% del Presupuesto Nacional) y de su vertiente minero-
energética y de apropiación del territorio (el país está casi totalmente
concesionado: para extracción de riquezas naturales, toma de fuentes de agua y
de biodiversidad, ocupación de terrenos con vocación turísticas, bosques,
valiosas zonas urbanas, infraestructuras viales…)
2) La acumulación y reacumulación, el
reordenamiento del proceso de apropiación y concentración capitalista por esa
vía, ha contado con la complicidad y la asociación de importantes facciones de
la gran burguesía dependiente y de la partidocracia, que bajo la protección del
Estado corrompido y la impunidad que éste auspicia, han generado procesos de
enriquecimiento privado en gran escala y a gran velocidad, los que se suman y
entrecruzan con los fabulosos narco-negocios y las tratativas dolosas de los
grandes carteles privados de la construcción.
Así, la burguesía transnacional ha incrementado
su control sobre el territorio nacional y sobre la dinámica económica del país,
empobreciendo brutalmente la sociedad de los/as de abajo y creando desigualdades
escandalosas.
La gran burguesía dependiente, sus grupos y
familias tradicionales, han ampliado su fortuna en forma espectacular.
La parte superior de la partidocracia y de la
llamada “clase política”, se ha convertido en una facción neo-capitalista
asociada parcialmente a sectores de la gran burguesía privada, pero con fuerza
propia y grandes atesoramientos aquí y en el exterior. En ese orden son
evidentes las mayores ventajas obtenidas dentro de ese latrocinio por la cúpula
del PLD y dentro de ella por el sector leonelista, sin descargar del pillaje y
la rapiña a las elites del PRSC, del PRD y grupos satélites.
Las formas y vertientes de acumulación, los
métodos empleados, las operaciones realizadas y los medios de que disponen, le
imprimen a esos sectores dominantes y al modelo que auspician ciertas
particularidades cada vez más potenciadas. La impronta delictiva que los llevado
a imponer sus intereses y operaciones por encima de toda normativa formal-legal,
o a acomodar la Constitución y las leyes a sus ambiciones, los ha convertido
definitivamente en una variante de la lumpen dominación capitalista, mezcla de
facciones del lumpen imperialismo, la lumpen burguesía dependiente y la lumpen
burocracia civil y militar del país.
Es preciso destacar que en el ejercicio de la
gestión de Estado de las últimas dos décadas, ha sobresalido en esa prácticas de
acumulación capitalista el grupo de poder conformado por Leonel Fernández al
interior del Estado, del partido y del capitalismo privado, hasta conformar una
verdadera corporación político-económica; aprovechando en forma aventajada la
progresiva conversión del PLD en un partido-estado con fuertes rasgos
autoritarios y centralistas y fuertes dotes empresariales.
Esa condición fue a la vez aprovechada
óptimamente para fraguar un régimen político muy peculiar, una especie de
dictadura institucionalizada.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=170907
Desde
Chile nos interpelan a realizar la propuesta desde abajo y a la izquierda
Hoy estamos frente a una
tarea histórica: la desmercantilización de la sociedad
10 de junio
de 2015
Por
Vinculación Puente Alto
(Rebelión)
En los ámbitos de la crisis del sistema educacional y la emergencia
de la movilización social, se abre hoy una oportunidad inédita en Chile. No
sucedió en las movilizaciones por los “raspapases” (pasas escolares para el
transporte público) del 2001, ni en la movilización de los pingüinos de 2006, ni
en las multitudinarias movilizaciones por educación gratuita y de calidad de
2011. Pero hoy, 2014, la posibilidad de encontrarse, organizarse y movilizarse
en conjunto entre Estudiantes y Profesores está ante nosotras y nosotros.
Las antidemocráticas y anticientíficas
propuestas del Gobierno, tanto respecto a la Reforma Educacional como al
Proyecto de Ley para el Desarrollo Profesional Docente, genera no sólo la
oportunidad sino la necesidad de que el movimiento estudiantil y el de los
trabajadores de la educación converjan en la demanda por una transformación
estructural del sistema educacional en Chile.
Esta transformación no sólo transporta la demanda de un proyecto,
de una meta radicalmente distinta
─un
sistema
educacional gratuito, de calidad y democrático─,
sino a procedimientos radicalmente novedosos: no ya hecho entre cuatro paredes,
en comisiones conformadas por tecnócratas gubernamentales, sino desde los
actores mismos, profesoras, profesores y estudiantes; no ya desde instituciones cooptadas y
clientelizadas, sino a partir de una profundización del trabajo de base.
Además, la potencia de la demanda por educación gratuita, de
calidad y democrática, conlleva el horizonte transformador de la sociedad: la
desmercantilización no sólo en el ámbito de la educación, sino también en la
salud, la previsión social, el transporte público, la vivienda, el arte y la
cultura.
Todo esto contrasta con un sistema económico,
político y social antidemocrático, privatizador, elitista, que se basa en la
explotación y el endeudamiento; el descrédito y deslegitimidad de la “clase
política”, su deterioro generalizado; los escándalos de corrupción y
enriquecimiento ilícito; la bancarrota moral de las instituciones como el
Parlamento, los Partidos Políticos, el Gobierno y las Fuerzas Armadas; gracias a
los múltiples casos que ejemplifican este deterioro: Penta, Soquimich, Caval,
Luksic, Angelini, Aguas Andinas, Martelli, Peñailillo y la campaña de Bachelet,
Municipalidades y el negocio de la basura, las colusiones de las Farmacias, la
Ley de Pesca, las sanciones internacionales por la violación a los derechos
humanos en las comunidades mapuche, los criminales y represivos protocolos de
las Fuerzas Armadas, el entramado de relaciones entre sectores políticos y
sectores del gran empresariado, etc., etc.
Sin embargo, esta situación de bifurcación entre, por un lado, un
horizonte social transformador, democrático, antimercantilista, y por otro, unastatus
quo neoliberal, pone al
descubierto una profunda asimetrías de poder entre los actores de cambio y los
continuadores del modelo, entre el pueblo trabajadores y las elites
explotadoras, entre los movimientos sociales y las instituciones, entre las
organizaciones de izquierda y los partidos neoliberales (modernizadores como la
Nueva Mayoría o conservadores como la Alianza).
Hoy estamos frente a una tarea histórica: la
desmercantilización de la sociedad. Pero esta tarea y oportunidad que se nos
presenta, sólo podrán ser realizadas a partir de la convergencia de todas las
demandas, movilizaciones y actores, y la ruptura con la clase política, sus
instituciones y su proyecto. El movimiento estudiantil y de trabajadores de la
educación deben mostrar el camino de esta convergencia. Y las organizaciones de
izquierda han de profundizar la convergencia hacia la multisectorialidad, junto
a los trabajadores (profesionales, obreros, técnicos y de servicio, artistas,
etc.) y pobladores (vecinas, vecinos, organizaciones comunitarias, jubilados,
etc.). (...)
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