Por
eso mantiene qué economía, la de las externalidades como el capitalismo las
designa.
Denunciemos
la criminalidad de la política de crecimiento económico. Se desentiende de las
consecuencias que clasifica como externalidades y las menosprecia
atribuyéndolas a la naturaleza y al estado físico de las personas.
Ejemplifiquemos externalidades del sistema transnacionalizado de soja y
otros transgénicos:
Inundaciones en Chaco:
“El cambio climático es causado por el hombre,
no por la naturaleza”, explicó Rolando Núñez
30
abril 2019
“Todo el territorio en
situación de desastre producto del desmonte”, señaló.
El presidente
de la Fundación Mandela de Chaco, Rolando Núñez, describió la situación en
la provincia a raíz de las impresionantes inundaciones que arrasaron campos
y pueblos y afirmó que
“todo el territorio agrícola de la
provincia está inundado y en situación de desastre, con campos que tienen
dos metros de agua encima”.
Explicó que
ello se debe “al desarrollo del desmonte para la instalación de la soja, el
girasol y el maíz –todo transgénico- rompiendo el equilibrio o balance
ambiental que nos someten a inundaciones más inundaciones, sequías,
inundaciones y sequías, en una serie que permite contemplar que estamos en
un ciclo, no en una situación de contingencia”. Al respecto, aseveró que “se
está dando un avance mayúsculo en territorios donde no se debe desmontar ni
hacer agricultura industrial, pero sin embargo el gobierno chaqueño cedió el
territorio a los grandes intereses de grandes empresarios sojeros,
girasoleros y maiceros de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe”.
“No entendieron ni el gobierno provincial, ni el gobierno nacional ni los
productores que en la medida en que avanzaban desmontando iban generando las
causas para el cambio climático localizado en la provincia, que se asocia y
combina con los factores generales que determinan esta situación. Esto no es
la naturaleza sino que es el hombre que atacó a la naturaleza”, analizó.
En
declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza)
Núñez indicó que “hay un planteo que preocupa y que se instaló en los medios
de comunicación porque o es un error o es un enfoque que tiene una
orientación para desinformar porque se habla de las consecuencias del cambio
climático cuando en realidad hay que analizar las causas del cambio
climático”.
Aseveró que
“las consecuencias las estamos viendo, todo el territorio agrícola de la
provincia de Chaco está inundado y en situación de desastre, con campos que
tienen dos metros de agua encima” y analizó que “si se mira el viejo domo
algonodonero con epicentro en Sáenz Peña y analizamos el sudoeste chaqueño
donde se desarrolló el desmonte para la instalación de la soja, el girasol y
el maíz –todo transgénico y con el paquete agrotecnológico que todos
conocemos- terminamos rompiendo el equilibrio o balance ambiental en función
de las características históricas –con algunas contingencias- que nos
someten a inundaciones más inundaciones, sequías, inundaciones y sequías, en
una serie que permite contemplar que estamos en un ciclo, no en una
situación de contingencia”.
Al respecto,
explicó que “en todo el sudoeste chaqueño se terminó de eliminar el monte
nativo de la vieja cuña boscosa chaqueña y ahora van por más, van por El
Impenetrable, y en el norte de Pampa del Infierno, Los Frentones, Río Muerto
y hasta el límite con Santiago del Estero que es zona protegida, se está
dando un avance mayúsculo, en territorios donde no se debe desmontar ni
hacer agricultura industrial, pero sin embargo el gobierno chaqueño cedió el
territorio a los grandes intereses de grandes empresarios sojeros,
girasoleros y maiceros de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe
fundamentalmente”.
“Esto
permitió que de 2012 en adelante comenzaran a desmontar la zona protegida de
bosques, y así estamos en este momento: con más de la mitad de Chaco
inundado que coincide perfectamente con la zona donde se hacía monte y donde
ahora se desarrolla la agricultura”, apuntó Núñez, que también planteó que
“no entendieron ni el gobierno provincial, ni el gobierno nacional ni los
productores que en la medida en que avanzaban desmontando iban generaban las
causas para el cambio climático localizado en la provincia, que se asocia y
combina con los factores generales que determinan esta situación. Lo mismo
ocurre en Santiago del Estero, Formosa y Salta que todavía conservan retazos
de esa vieja cuña boscosa del monte chaqueño”.
Ante ello, se
preguntó: “¿Por qué no terminamos de reconocer los problemas, y que esto no
es la naturaleza sino que es el hombre que atacó a la naturaleza, que hemos
descarrilado y por eso estamos en esta situación”.
En el marco
de su argumentación, mencionó que “si se analiza el régimen de lluvias 50
años para atrás vemos los marcadores en isohietas que se corrieron hacia el
Chaco seco, y si se mira que allí se desmontó y hay chacras transgénicas, lo
que no contemplaron es que si bien avanzó hacia el norte-oeste profundo del
Chaco que es El Impenetrable, luego retrocedió y se están moviendo
constantemente producto de que hemos atacado el monte que se sintetiza en lo
que hoy se conoce como cambio climático, que es causado por el obrar humano
y no por la naturaleza”. (N.R. La isoyeta o isohieta es una isolínea que une
los puntos en un plano cartográfico que presentan la misma precipitación en
la unidad de tiempo considerada. Así, para una misma área, se puede diseñar
un gran número de planos con isoyetas, como las isoyetas de la precipitación
media de largo periodo del mes o las isoyetas de las precipitaciones
anuales”).
Aseveró que
esto “ya no es una contingencia, es un ciclo y no se sabe cuándo vamos a
salir del mismo” y mencionó que “la paradoja es que los grandes productores
piden ser indemnizados o compensados en sus pérdidas, pero cuando tienen
ganancias no las comparten”.
“Porque ese
modelo de desmonte, quema de restos forestales, pasar la rastra y habilitar
la charca en un corto periodo ha generado grandes dividendos y beneficios
para muy pocos sectores productivos, que son los mega productores, pero
cuando se les inunda el campo quieren reparaciones con plata publica que
administran los gobiernos. Es un negocio completo: anti-ambiental, de
naturaleza netamente económica, productivista y además asociados con los
gobiernos cuando tienen pérdidas”.
Consultado
por las comunidades originarias de la zona, afirmó que “el avance de la
frontera agrícola transgénica significó el avance del desmonte contra la
población rural, y la mayoría de los criollos pobres, pequeños productores
minifundistas terminaron viviendo en asentamientos de localidades cercana o
se trasladaron a Resistencia o Sáenz Peña”.
Describió que
“del total de la población metropolitana de Chaco un tercio está en
situación de indigencia, en asentamientos sin la mínima urbanización y eso
no responde al crecimiento vegetativo de la población propia del área
metropolitana sino al éxodo de la población rural de distintos puntos de la
provincia para encontrar oportunidades de trabajo y sobrevivir. En ese
sentido están muy afectados los criollos pobres y las comunidades indígenas
que fueron desplazadas a lo más profundo de El Impenetrable, dejando las
tierras fértiles o productivas cuyas poblaciones ya no existen”.
Por último,
advirtió que “ahora hay otro problema porque como ya no hay capacidad de
escurrimiento ni de absorción en el territorio agrícola los pueblos están
siendo inundados y cuando pase este ciclo de inundación y se retiren las
aguas, nos vamos a encontrar con las consecuencias propias de un pequeño
tsunami de largo plazo, y veremos las consecuencias sanitarias, económicas,
ambientales, sociales, educativas de los sectores más pobres”.
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