De ahí la necesidad de un Frente cultural
político para
expandir el análisis sobre qué Estado criminaliza tanto la
pobreza como la protesta social.
Segunda Parte
Es
que el Frente utilizará los
diferentes canales y lenguajes
de todas las luchas anticapitalistas o sea las que afirman el sí a la vida,
la dignidad humana, la diversidad cultural e identitaria y la gran variedad
de territorios geográficos, artísticos, comunicacionales, laborales,
cotidianos en contra de la mercantilización y privatización de los bienes
comunes por el sistema mundializado en vigencia. Se trata de enfrentar la realidad
de la desposesión desde quienes la resisten.
Es
aprender también de cómo los de
arriba dominan para saber cómo facilitar el protagonismo popular en adueñarse de su
destino.
Territorios y cuerpos
en disputa:
extractivismo minero
y ecología política de las emociones
Vol. 8, Núm. 1 (2014)
Vol. 8, Núm. 1 (2014)
Horacio Machado Aráoz
(Universidad Nacional de Catamarca.)
machadoaterreno@arnet.com.ar
Este
nuevo ciclo de ‘mineralización’ de la América Latina se extiende ya a lo largo
de la vasta diversidad biológica y climática de sus territorios, y abarca
también los más diversos paisajes ideológicos de los gobiernos vigentes. Hoy por
hoy, el ‘consenso minero’ unifica a todo el espectro variopinto de los
oficialismos gobernantes: desde los gobiernos de ‘derecha’ (de la ‘moderada’ y
de la extrema), a los autoproclamados ‘progresistas’ y hasta ‘revolucionarios’;
desde aquellos que abren las puertas a la expansión del militarismo
norteamericano, permiten la instalación de nuevas ‘bases’ e impulsan los TLC con
las potencias dominantes, a los que adoptan una retórica ‘anti-neoliberal’ , e
incluso, a aquellos que modificaron sus Constituciones y consagraron los
“Derechos de la Naturaleza” y el “Buen Vivir”. Al unísono con las grandes
corporaciones del sector, los gobiernos latinoamericanos defienden a rajatabla
“la minería”.
El oficialismo pro-minero se ejerce instalando,
día a día, a través de diferentes canales y lenguajes, el mensaje de que “sin
minería no se puede vivir”. A juzgar por los intereses del poder, el extractivismo minero parece
férreamente consolidado. A más de dos décadas de iniciado, su implantación ha
implicado cambios tan drásticos como profundos en todas las dimensiones de lo
social; su magnitud y consecuencias no sólo impactan en el escenario presente
sino que tienen implicancias mayores aún en el mediano y largo plazo. Con
precisión, cabe señalar que la contundencia y eficacia transformadora del nuevo
régimen minero ha dado lugar a la conformación de un nuevo escenario
socioterritorial regional, tanto en el plano macro, de las instituciones y
variables estructurales, como en nivel micro, de las subjetividades y las
experiencias de la vida cotidiana. La envergadura del fenómeno ha concitado el
interés de las ciencias sociales en la región y hoy contamos con muchas
investigaciones relativas a diversos aspectos de la problemática. Por caso, hay
ya una profusa bibliografía sobre las reformas político-institucionales y
legislativas que crearon el marco de condiciones de posibilidad de este nuevo
‘auge minero’ (…).
2.-
Territorios minados. Una caracterización de la conflictividad
socioterritorial ‘minera’.
“En los ámbitos de las operaciones mineras, las comunidades
se convierten en anfitrionas pasivas de una actividad que poco conocen y que
trastoca su vida cotidiana y sus relaciones con el entorno. (…) Se acumulan
elementos de vulnerabilidad dinámicos que acrecientan el factor de riesgo de las
comunidades locales. (…) El desafío es la reducción de la vulnerabilidad
construyendo y potenciando capacidades, respetando la cultura y contribuyendo a
que estas comunidades mineras sean actores de los procesos de crecimiento
económico y desarrollo sostenible. (…) Es recomendable considerar el tema de los
riesgos mineros como parte de los desafíos del desarrollo”. (Martínez Casilla,
2003: 5-6).
“Para nosotros no son solamente conflictos socioambientales,
son más bien conflictos multidimensionales que tienen que ver con la
problemática de la tierra y de los territorios; tienen que ver con recursos
fundamentales como, el agua, la tierra, los bosques, tiene que ver con la vida
misma. Es decir, la presencia de las multinacionales petroleras o mineras están,
directamente, influenciando en nuestra vida, están afectando nuestra salud… […]
Por ejemplo, en La Oroya, ocho de cada diez niños, están fuertemente
contaminados con presencia de metales pesados en sus organismos […]Pero más allá
de esto tiene que ver, también, con la cultura, nuestra cultura, nuestra forma
de organización social económica: las comunidades se ven alteradas fuertemente
por la presencia de multinacionales que estropean, que arrasan con nuestros
territorios”. (Mario Palacios Panéz, CONACAMI,
Lima, 2009).
Uno de
los principales y más difundidos slogans del marketing social de la minería
transnacional a gran escala afirma que “ningún proyecto minero se hace sin el
consentimiento previo de las comunidades involucradas” (Machado Aráoz et Alt.,
2011). Sin embargo, de ser así, resulta bastante difícil entender cómo y por qué
este tipo de explotaciones genera tantas resistencias y tantos conflictos allí
donde se instala. La realidad regional de las últimas décadas muestra, en
efecto, que la expansión territorial de los proyectos mineros ha alimentado una
escalada de la conflictividad que no ha cesado de crecer en frecuencia,
intensidad y grados de violencia. Los marcados contrastes que -en términos de
recursos financieros e intervención tecnológica sobre los territorios- se
verifican entre estos emprendimientos y las modalidades productivas de las
economías locales, frecuentemente se usan para alentar las ilusiones de un
discurso desarrollista que presenta a la minería como “oportunidad de empleo” y
“superación de la pobreza” de los lugares.
No obstante, poco tiempo después esos mismos contrastes
alimentan frustraciones y antagonismos crecientes. En el
ámbito de la minería a gran escala, los efectos de las promesas desarrollistas
duran poco; a medida que la maquinaria extractiva se echa a andar, los
conflictos no cesan de fluir. Así, lo cierto es que más allá de las ‘políticas
de imagen’ que despliegan las corporaciones, la expansión del extractivismo
minero da lugar al estallido de una amplia multiplicidad de antagonismos.
Procesos de reubicación forzada de poblaciones; anegamiento de espacios
productivos; ventas compulsivas de tierras y/o en condiciones fraudulentas;
afectación de las fuentes de agua; conflictos por el acceso y uso de los bienes
naturales (agua, suelo, flora, fauna); impactos por instalaciones y
mega-infraestructuras, con sus transformaciones paisajísticas radicales y sus
‘cuotas’ de nuevos riesgos y peligros…
Competencias internas por el reparto de las nuevas ‘oportunidades’ económicas;
disputas por puestos de trabajo y/o la venta de ‘servicios’ a las mineras;
divisiones entre los que aceptan y aprovechan tales ‘oportunidades’ y quienes no
acceden o se niegan a ‘transar’ con ‘la minera’; acusaciones de corrupción de
los líderes políticos locales; conflictos por salarios, por el pago y/o el uso
de las ‘regalías’, por incumplimientos o restricciones de los ‘programas’ de
“responsabilidad social” de las empresas; afectados por accidentes, por casos de
contaminación, por nuevas enfermedades ‘raras’; enfrentamientos directos entre
pobladores y fuerzas de seguridad públicas y/o privadas; litigios judiciales
interminables… Éstas, y muchas más, conforman la larga lista de la casuística de
la conflictividad en las noveles “comunidades minera(lizada)s”
(AA.VV., 2009; Bebbington,
2007; Bury, 2007b; De Echave, Hoetmer y Palacios Panez, 2009; AA.VV., 2009;
Damonte, 2007; Delgado Ramos, 2010; Machado Aráoz, 2010a; Alimonda, 2011).
A través de éstos y muchos otros casos, se manifiesta en realidad un escenario
de conflictividad estructural en torno al territorio como espacio de vida y
proyecto político (….).
Comprender la profundidad y especificidad de este tipo de
conflictividad requiere atender a la propia naturaleza ecobiopolítica de la
entidad “territorio”. En efecto, como indicábamos en otro trabajo (Machado Aráoz,
2010d), cabe concebir el territorio como producto complejo del acto de
apropiación –inseparablemente material y simbólico- que se da en y por el
trabajo, la energía psíquica, corporal y social que designa, se apropia y
transforma la disposición de fenómenos, elementos y procesos que se dan en un
determinado espacio geográfico, y que de tal modo, es así convertido en
entorno-propio-de-vida. De allí que no hay territorio sin sujeto político que lo
constituya como tal en el marco de esa relación pragmática que se entabla entre
población y espacio geográfico en la gestión de la vida (…).
Desde sus orígenes, la modernidad definió lo ‘civilizado’ como lo
‘desapasionado’; la ‘racionalidad’ como el estadio de dominio y control del
cálculo sobre los sentimientos. La expresión directa y plena de lo que
‘sentimos’ fue desde entonces asimilado a lo ‘bárbaro’ y a lo ‘primitivo’ (Elías
[1977] 2011). Así nació la ‘objetividad’, como negación de lo que sentimos….
De allí que no debe haber sentimiento político que exprese más cabalmente la
moral del orden colonial-burgués que el cinismo, ese arte de mentir
‘descaradamente’; de ocultar las emociones y controlar las pasiones propias para
ejercer el dominio sobre los cuerpos y las acciones ajenas… Cinismo que se
cultiva en intencionalidades inconfesables, y se desarrolla en el ejercicio de
decir siempre lo ‘políticamente correcto’; aunque sea ‘falso’; aunque uno no
‘sienta’ lo que dice como ‘propio’. Cinismo que, en definitiva, es el triunfo
pleno del interés sobre los ‘sentimientos’… Cuerpos radicalmente insensibles;
completamente mineralizados… Pese a todo, mal que les pese a burócratas de
Estado y a inversionistas, todavía hay en estas Tierras, cuerpos que, pese a
tanta violencia, a tantas agresiones históricamente acumuladas, sienten en
‘carne propia’ la devastación de los territorios… Son aquellos que no
‘entienden’ la lógica de la compensación, pues creen que ciertos bienes están
fuera de lo ‘negociable’… Son cuerpos-sujetos de sensibilidades-sociabilidades
otras…. Portadores de afectividades radicalmente otras… Potencialmente
alumbradoras, por tanto, de otros mundos posibles…
Fuente:
theomai.unq.edu.ar/Art_Villamil_(Territorios_y_recursos_en_disputa).pdf
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♣ Causa Winkul Newen: “es un hecho desproporcionado que
responde a un nuevo intento de profundizar
la criminalización de la
protesta social”.
12 de abril de 2015
12 de abril de 2015
La red Oilwatch Latinoamérica, a la que se sumaron las firmas de numerosas organizaciones y personalidades de la región y el continente, emitió un comunicado en el que denuncian la situación de las autoridades del lof mapuce Winkul Newen, que el próximo lunes serán sometidos a una nueva audiencia judicial.
Por
El Zumbido
En la audiencia
del próximo lunes, la justicia definirá los cargos por los que se juzgará a
Relmu Ñamku, Martín Maliqueo y Mauricio Rin. La fiscalía y la querella pretenden
que la primera sea procesada por tentativa de homicidio y el werken y el logko
del lof por daños agravados.
En el
comunicado, refieren que lo ocurrido el 28 de diciembre del 2012 en la
comunidad, cuando sucedieron los hechos por los que se los acusa “se enmarca en
el extenso proceso de avances petroleros sobre la comunidad, promovidos por el
estado provincial –que otorga las concesiones- y consumado por diferentes
empresas –como las norteamericanas Pioneer y Apache en su momento, y que
pretende continuar la subsidiaria de YPF, Yacimientos del Sur” y agregan que
“todo ello se encuentra en flagrante violación de los derechos indígenas ya que
la política hidrocarburífera, tanto en la provincia de Neuquén como a nivel del
país, se implementa sin el libre, previo e informado consentimiento de los
Pueblos Originarios afectados” y “desde hace más de una década esta situación es
denunciada por organizaciones indígenas y sociales e, incluso, el entonces
Relator Especial de la ONU para los Pueblos Indígenas, James Anaya, emitió un
documento en el mismo sentido luego de su visita a la Argentina en 2011”.
“Lamentamos las
lesiones sufridas por la oficial de justicia, consideramos que son consecuencia
de la violencia generada por la negación derechos al Pueblo Mapuche”, asegura el
texto: “durante más de una década de avanzada petrolera, la comunidad Winkul
Newen ha estado expuesta tanto al hostigamiento de la policía y de civiles
armados -e incluso niños y ancianos han sufrido graves lesiones, para ellos no
ha habido justicia, como tampoco hay por la violenta afectación ambiental, que
impide el normal desarrollo de la vida mapuche al interior de su territorio”.
El comunicado apunta: “consideramos que la mera posibilidad de que una persona sea juzgada y condenada bajo el cargo de tentativa de homicidio por defender su territorio lanzando piedras es un hecho desproporcionado que responde a un nuevo intento de profundizar la criminalización de la protesta social” y asegura que “de haber un fallo condenatorio se sentaría un grave precedente y en el futuro, cualquier persona podría enfrentar los mismos cargos por participar en una protesta en la que se lanzaron piedras”.
Fuente original: El Zumbido
♣ Buscan pena ejemplificadora contra
las
comunidades mapuches en Neuquén
15 de abril de 2015
En la cuidad
de Zapala, centro de la provincia de Neuquén, las comunidades Winkul Newen y
Wiñoy Folil afrontaron una audiencia más, previa al juicio por la defensa del
territorio. La causa, que no tiene precedentes debido a la dureza de la
imputación, es considerada por un amplio espectro de organizaciones sociales y
personalidades como un claro avance represivo para garantizar la explotación
hidrocarburífera en la región.
Por
OPSur
Este 13 de
abril se llevó adelante la audiencia de reformulación de cargos en la causa
contra los dirigentes mapuches Relmu Ñamku y Martín Maliqueo, de la comunidad
Winkul Newen, y Mauricio Raín, de la comunidad Wiñoy Folil. La
fiscal Sandra González Taboada pidió 15 años de prisión, en consonancia con la
querella. Mientras
que los abogados defensores Emanuel Roa Moreno y Darío Kosovsky, solicitaron el
cambio de caratula en el caso de Ñamku, de “tentativa de homicidio agravado
con alevosía” a “lesiones
graves”, debido a que el
mismo relato de los hechos no se condicen con la acusación que se realiza la
querella. Además
solicitaron el sobreseimiento de Maliqueo y Raín. El juez hizo lugar
parcialmente al pedido, quitándole el agravante de “alevosía”,
lo que si bien obstaculiza las intenciones de la querella y la fiscal, no quita
la gravedad de llegar a juicio con el cargo de “tentativa
de homicidio”, y desestimó la solicitud respecto de Maliqueo y Raín.
La audiencia
se desarrolló en una diminuta sala previamente distribuida por el juez Criado,
en donde tan solo ocho personas pudieron presenciarla y ningún periodista pudo
acreditarse, lo que forzó el reclamo de reporteros gráficos. Más de treinta
efectivos de la policía custodiaban la sala con vallas de por medio que no
permitían el ingreso de nadie.
Afuera, más
de un centenar de personas permaneció acompañando a las comunidades mapuches
durante las siete horas que duró la audiencia, una radio abierta
del grupo Zona Libre ofició de palco en donde se escucharon las voces de los
presentes y sus adhesiones de apoyo. En cada cuarto intermedio Maliqueo salía de
la sala para comentar el desarrollo de la audiencia.
Una pequeña
ceremonia mapuche dio paso al ingreso a la sala y el comienzo de la audiencia.
La querella comenzó con planteos dilatorios y pedidos de prorrogas para
incorporación de nuevas pruebas realizadas por el perito Enrique Prueger, el
mismo fue rechazado por el juez tras el primer cuarto intermedio. El último
punto que se discutió fue el ofrecimiento de pruebas de las partes, en donde se
dio un debate con respecto a qué queda y qué se incorpora. Kosovsky opinó que “hay
pruebas que no pueden acreditar nada, por ejemplo, unas piedras que están
embolsadas y fueron secuestradas diez meses después del hecho, por la policía
provincial”.
“El conflicto no es el lanzamiento de una piedra”
En diálogo
con Kosovsky, el abogado alertó de la gravedad que significa sostener esta
carátula, que “impide cualquier
resolución compositiva de la causa, no permite la aplicación del criterio de
oportunidad, no permite la suspensión de juicio a prueba, una mesa de diálogo u
mediación penal, ya que el Código Penal estipula que no pueden darse estas
salidas en penas tan altas como la que pide la Fiscalía. Además de rechazar
nuestro pedido [la Fiscalía] adelantó que en juicio pedirá una pena superior a
los 15 años de prisión efectiva”. Es
evidente que la intención de disciplinamiento por parte de la querella y la
fiscal requiere de cárcel efectiva.
“Claramente hay una política criminal autoritaria en el Ministerio Público Neuquino porque no encuentra ningún sustento legal el tipo de calificación que se intenta aplicar en este caso”, enfatizó Kosovsky. “Al encontrar ningún sustento legal, las mismas son arbitrarias, es decir, que las han usado a piacere y han intentado amarrar eventos o hechos históricos a calificaciones que son imposibles de ajustar, con lo cual eso implica que hay arbitrariedad en la persecución penal, no hay justicia ni legalidad” agregó.“Trabajamos para demostrar que el conflicto no es el lanzamiento de un piedra y la lesión de esta persona, sino que el conflicto real es entre el Estado, las petroleras y la comunidad, quedando este hecho como variable de ajuste que utilizan para evitar cualquier tipo de resistencia”, sostuvo el abogado defensor al realizar un balance de la audiencia. El día 16 de abril las partes volverán a juntarse para acordar si será un juicio por jurados o por Cámara.
Solidaridad
El cierre de
la actividad fue un acto, con la oratoria de las distintas organizaciones que se
hicieron presentes en solidaridad. Entre ellos se encontraban el líder qom Félix
Díaz, Pablo Pimentel, de APDH La Matanza; Sofía Gatica, de Madres de Ituzaingó;
el dirigente mapuche Nilo Cayuqueo, también representantes del Sindicato
Ceramista, de la seccional local del sindicato docente ATEN, dirigentes de
Movimiento La Dignidad, Movimiento Socialista de los Trabajadores, Partido de
los Trabajadores Socialistas, Convergencia de Izquierda, asambleas ambientales
de Allen y Mendoza y comunidades mapuches de la zona, entre otros.
Fuente:
http://www.anred.org/spip.php?article9678
♣
comunicado de la asamblea popular por el agua (gran mendoza)-
contra la criminalización de compañerxs mapuches en neuquén
Mendoza, 14 de
abril de 2015
En el día de ayer se llevó a cabo una nueva
audiencia en el juicio contra integrantes de las comunidades Winkul Newen y
Wiñoy Folil. Lxs compañerxs mapuches Relmu Ñamku, Martín Maliqueo y Mauricio
Rain han sido acusadxs por defender su territorio. El fiscal Marcelo Jofré y
el abogado querellante, Julián Álvarez solicitaron que Ñanku sea procesada
por intento de homicidio y los otros imputados, por daños agravados a una
oficial de justicia que ingresó a su territorio, luego de burdos cambios de
carátula. En el día de ayer se llevaron a cabo dos audiencias, una de
pedido de prórroga y otra denominada de control de acusación. El juez
interviniente Dr. Tomassi tendrá en sus manos la decisión final, cuando el
juicio se lleve a cabo.
Desde la Asamblea Popular por el Agua del Gran
Mendoza, queremos solidarizarnos con el pueblo mapuche y con lxs compañerxs
procesadxs en particular. No hay justicia con leyes que no respetan el
territorio ancestral. No hay diversidad con el avasallamiento de esa otra
cosmovisión que considera sagrado el ambiente en que se vive. Así, con estas
leyes, con esta falta de diversidad, a la justicia estatal le queda estigmatizar
al distinto, disciplinar a ese que defiende su territorio.
Por eso, denunciamos la criminalización de las
luchas campesinas, indígenas, socioambientales. que protegen a su terruño, su
dignidad y sus costumbres, ante el avasallamiento de ese supuesto progreso de
petroleras, mineras, sojeras, pasteras, siendo su único objetivo el lucro y las
ganancias. Nos hacemos uno con lxs compañerxs mapuches de Neuquén, hermanados en
la lucha decimos: si tocan a uno, tocan a todxs.
JUSTICIA PARA LXS COMPAÑERXS MAPUCHES
PROCESADXS
NO A LA CRIMINALIZACIÓN DE LA PROTESTA
Como nos enseñaron ellxs: MARICHIWEU, DIEZ
VECES VENCEREMOS
Asamblea Popular por el Agua
CONTRA EL SAQUEO Y LA CONTAMINACIÓN
miembro de:
ASAMBLEAS MENDOCINAS POR EL AGUA PURA - AMPAP -
REGIONAL CUYO - NOA
UNIÓN DE ASAMBLEAS CIUDADANAS - UAC -
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CONTRA EL SAQUEO Y LA CONTAMINACIÓN
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Nos pueden escuchar en:
LA CORRENTADA!!!
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Lunes 18:00 hs.
Radio Cuyum 89.3 Mhz
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Radio Cuyum 89.3 Mhz
Es
procurar que una creciente mayoría de los de abajo sepan porqué compartir
-con los etiquetados de ecologistas o ambientalistas- su principio de tener
"como
valor supremo el agua y la vida y la soberanía de nuestros pueblos".
Manifiesto 11 Foro Regional contra el Fracking,
por el Acuífero Guaraní, los Ríos Libres y las energías
renovables.
Yapeyú, 4 de Abril del 2015
Yapeyú, 4 de Abril del 2015
Quienes asistimos al 11 Foro regional contra el Fracking 'En defensa del acuífero Guaraní, por los Ríos libres y las energías renovables' ratificamos nuestro repudio a todo intento perpetrado por gobiernos y corporaciones de imponernos como única alternativa posible ante la actual crisis energética, el realizar Fracking en nuestra región, amenaza al Acuífero Guaraní, unos de los mayores reservorios de agua del mundo. El agua y la vida valen más que los intereses del imperialismo y su sed de petróleo.
También hacemos nuestra la lucha contra las megarrepresas de Garabí-Panambí y todo intento de avanzar en esas obras criminales, corruptas y obsoletas que implican desplazamientos forzosos de poblador@s, contaminación del agua, el aire; inundación de tierras y monte nativo, emisión de gases de efecto invernadero (Metano y otros), endeudamiento interminable, riesgos de catástrofes como colapsos, sismos, etc. Exigimos a los gobiernos tengan en cuenta los resultados de la reciente consulta popular realizada en Misiones, en donde más de 100.000 misioner@s, la mayoría absoluta de votantes, han dicho NO a nueva mega-represas.
Asimismo nos oponemos a los intentos de avanzar en la
construcción de un reactor nuclear en Formosa. Consideramos burdas mentiras los
argumentos de sus lobbistas, como la seguridad de dicha energía o su limpieza.
No queremos el traslado de uranio por nuestras rutas y caminos, ni tener que
sufrir lo que han sufrido Chernoville o Fukushima. Mientras países como Alemania
con altísimo grado de desarrollo se conducen al abandono de la energía nuclear,
en la Argentina nos la quieren vender como la panacea del progreso.
No nos oponemos a la ciencia, la técnica, al contrario hemos constatado que desarrollos como la energía éolica, solar, mareomotriz, geotérmica, biodigestión anaeróbica, han madurado lo suficiente para que nuestros países puedan iniciar de forma inmediata una transición hacia una nueva matriz energética sustentable, basada en este tipo de energías renovables que son las verdaderas alternativas de cara al futuro, frente al fin de la era del petróleo.
No podemos tolerar más la firma de acuerdos secretos que perjudican a la mayoría. Ni audiencias públicas truchas en dónde se tapan las voces discordantes con los gobiernos. No pueden los gobiernos y corporaciones tomar decisiones por tod@s, comprometiendo a las futuras generaciones, sin consultar al pueblo, argumentando una representatividad lograda en elecciones fraudulentas, con una masa desinformada, con miedo, presa de la necesidad, confundida con la propaganda corporativa. Necesitamos de forma urgente democratizar la democracia.
Como pueblo tenemos que 'saber de qué se trata' las obras y políticas que padecemos, y tenemos que poder decidir.
Quienes compartimos estas luchas contra las energías obsoletas, contaminantes y que representan el saqueo a nuestros países convirtiéndonos en semi-colonias, tenemos como valor supremo el agua y la vida y la soberanía de nuestros pueblos.
L@s integrantes de este foro nos organizamos de forma democrática y asamblearia y queremos lograr una verdadera democracia para todo el pueblo, de contenido, participativa, directa. Decimos basta a la política los gobiernos de tomar decisiones que comprometen la salud, el presente y el futuro de tod@s, sin consultar a nadie mas que a las corporaciones interesadas y a los propios intereses de un clase política tradicional llena de privilegios y divorciada de los modos de vida de la mayoría de nuestro pueblo.
Por defender la vida de tod@s somos estigmatizad@s, tildad@s de 'fundamentalistas', 'ecoterroristas' y otros rótulos con los cuales quieren, gobiernos y corporaciones, negarnos nuestro derecho a la protesta, la participación, el pensamiento. Queremos denunciar que hoy es política de estado la criminalización y judicialización de la protesta. También la estigmatización sobre quienes decimos NO a la destrucción de nuestra naturaleza y al saqueo de nuestros países. Decimos NO a un modelo de desarrollo CAPITALISTA, EXTRACTIVISTA basado en el consumo irrestricto de bienes comunes naturales limitados. Por el contrario, reclamamos un modelo económico-energético-social que nos permita mirar hacia un futuro sustentable y mejor.
RESOLUCIONES:
-
Apoyo al acampe que realizan Félix Díaz y otros referentes de los pueblos originarios en la Capital Federal. Que se escuchen sus demandas. Basta de avasallamiento a sus derechos.
-
Repudio al procesamiento dictado por el juez federal de Concepción del Uruguay, Pablo Seró contra los asambleístas pertenecientes al Foro regional contra el Fracking. Consideramos que dicha medida se inscribe dentro de la criminalización de la protesta, una práctica que va cobrando cada vez mayor vigencia en todo el país.
-
Desprocesamiento de todos los luchadores.
-
Exigimos la derogación de la Ley antiterrorista.
-
Repudiamos todas las formas de neoextractivismo.
-
Solidaridad con los pobladores del centro de las provincia de Corrientes, que sufren la presión de terratenientes/capitalistas locales y foráneas para abandonar sus tierras y terminar hacinados en los cinturones de pobreza de las ciudades.
-
Repudiamos el nuevo código civil que reduce el camino de sirga, constituyendo la entrega de tierras más grande desde la 'Conquista del desierto' del genocida Roca. También el haber quitado el acceso al agua como derecho esencial, una política que favorece a los contaminadores y privatizadores.
-
Decimos No a la 'Ley Monsanto'. Repudiamos todo intento de privatizar las semillas, eslabón básico de nuestra soberanía alimentaria.
-
Apoyamos al acampe de Malvinas Argentinas contra la instalación de la planta de Monsanto, y a todas las luchas en contra del modelo de agronegocios basados en fumigaciones/transgénicos y concentración de la tierra.
-
Apoyamos las marchas de Tacuarembó (Uruguay) y Gualeguaychú contra el Fracking y pasteras.
Apoyo al proyecto de Ley de prohibición del Fracking presentado en Uruguay.
-
Rechazamos todo tipo de acuerdos secretos y en los que perdemos soberanía. Como el pacto YPF-Chevrón o recientes pactos con China.
--
UAC Unión de Asambleas Ciudadanas Contra el Saqueo y la Contaminación
www.asambleasciudadanas.org.ar
facebook.com/unionasambleasciu dadanas
http://twitter.com/prensauac
(pdf cuadernillo uac:) --> http://go4.es/0aJa
UAC Unión de Asambleas Ciudadanas Contra el Saqueo y la Contaminación
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http://twitter.com/prensauac
(pdf cuadernillo uac:) --> http://go4.es/0aJa
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Las nuevas guerras del agua
en América Latina
17 de abril de 2015
17 de abril de 2015
Por Nazaret Castro (La Marea)
La ciudad boliviana de Cochabamba se coló en los titulares de medio mundo cuando, entre enero y abril de 2000, miles de personas tomaron las calles para exigir al Gobierno que diera marcha atrás a la privatización de la gestión del agua. Los más pobres se quedaron literalmente sin agua porque la empresa concesionaria, filial de la estadounidense Bechtel, elevó las tarifas un 100%, y decidieron tomar las calles cuando la ley les prohibió recoger la lluvia. Y fue También la lluvia, como bautizó Icíar Bollaín su película sobre la “guerra del agua” boliviana, la primera de las revueltas populares indígenas que culminaron en 2003 con el derrocamiento del gobierno neoliberal de Hugo Banzer y la elección de Evo Morales, el primer indígena que preside un país con un 62% de población originaria.
La ciudad boliviana de Cochabamba se coló en los titulares de medio mundo cuando, entre enero y abril de 2000, miles de personas tomaron las calles para exigir al Gobierno que diera marcha atrás a la privatización de la gestión del agua. Los más pobres se quedaron literalmente sin agua porque la empresa concesionaria, filial de la estadounidense Bechtel, elevó las tarifas un 100%, y decidieron tomar las calles cuando la ley les prohibió recoger la lluvia. Y fue También la lluvia, como bautizó Icíar Bollaín su película sobre la “guerra del agua” boliviana, la primera de las revueltas populares indígenas que culminaron en 2003 con el derrocamiento del gobierno neoliberal de Hugo Banzer y la elección de Evo Morales, el primer indígena que preside un país con un 62% de población originaria.
Quince años después, muchas otras batallas se
libran en América Latina. En São Paulo, la ciudad más rica y poblada de América
del Sur, la abundancia de recursos hídricos no evitó llegar a una situación
crítica: en enero de 2015, la presa que abastece a la ciudad, la Cantareira,
descendió al 5% de su capacidad, al borde del colapso: comenzó el racionamiento
y empeoró la calidad, así que 20 millones de paulistas se vieron conminados a
comprar agua embotellada, o a beber menos si el bolsillo no llegaba. Mientras la
peor crisis hídrica de la región en 84 años se extendía a los Estados vecinos de
Río de Janeiro y Minas Gerais, el gobernador del Estado de São Paulo, Geraldo
Alckmin del PSDB (Partido de la Socialdemocracia brasileña, de orientación
conservadora y principal oposición al Partido de los Trabajadores de Dilma
Rousseff), pasó de negar la crisis a responsabilizar al clima. Unas semanas
después, las lluvias típicas del final del verano han calmado la emergencia,
pero el problema de fondo sigue sin resolverse.
Desde las universidades y las calles, cada vez más voces, incluida
la relatora de la ONU para este asunto, responsabilizan de la situación a la
privatización de la Compañía de Saneamiento Básico (Sabesp), la cuarta mayor
empresa del sector por número de clientes en el mundo, que empezó a cotizar en
Bolsa en 2002 y colocó el lucro por encima del cuidado de un recurso vital. La
Sabesp privilegió el pago de dividendos frente a la manutención del sistema: en
2013, los accionistas percibieron 534 millones de reales (unos 182 millones de
euros), pero no quedó dinero para invertir en infraestructuras. Desde el punto
de vista del mercado, el agua es dinero; importa la ganancia, no el derecho. Y,
aunque las lluvias típicas del verano austral han calmado la emergencia, nada
hace pensar que no vuelva a repetirse.
Otros casos de privatización en América Latina
tienen como protagonistas a empresas españolas como Canal de Isabel II y Aguas
de Barcelona (Agbar), cuyas prácticas en Colombia y México, respectivamente, han
sido llevadas por las comunidades locales ante el Tribunal Permanente de los
Pueblos (TPP). En el municipio mexicano de Saltillo, donde Agbar adquirió en
2001 la filial Aguas del Saltillo, se ha denunciado a la multinacional por
deteriorar la calidad del líquido y encarecer el servicio: se la acusó además de
sobreexplotar acuíferos y cancelar las campañas de conservación y ahorro.
Algo similar sucedió en las localidades
colombianas de Santa Marta y Barranquilla, en la costa atlántica de Colombia. El
TPP, en la sesión celebrada en Madrid en 2010, consideró probado que las
prácticas de Metroagua y Triple A, filiales del Canal de Isabel II, “atentan
contra los derechos de los pobladores, usuarios y trabajadores, desarrollan
prácticas que encarecen el precio de los servicios públicos, minoran su
universalidad, fomentan la opacidad de su gestión, precarizan a los
trabajadores, contaminan la naturaleza y perjudican a las comunidades
indígenas”. En ambos municipios se han detectado vínculos entre el gobierno
local y los grupos paramilitares, cuyas amenazas y agresiones se han puesto al
servicio de la represión de sindicatos y movimientos sociales. El pasado
diciembre, el ayuntamiento de Santa Marta decidió cancelar un contrato con la
empresa madrileña por considerar que el acuerdo, firmado por un regidor
corrupto, resultaba lesivo para el municipio.
La lógica de la
acumulación del capital puede salir cara cuando lo que está en juego son
recursos naturales como el agua. “Sólo en 2011-2012 se registraron 100.000
conflictos ambientales, según el Instituto de Derechos Humanos de Chile; de
ellos, el 70% son mineros o energéticos. Todos los días aparecen nuevas
inversiones y, en paralelo, nuevas revueltas populares, porque el modelo
extractivista es cada vez más agresivo”, señala Lucio Cuenca, director en Santiago de Chile el
Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA).
Ríos para
la vida, no para la muerte
Hay varias razones para las incipientes guerras
del agua, desde la devastación ambiental a los intereses del negocio del agua
embotellada. El problema de fondo en América Latina es un modelo de desarrollo
extractivista que, basado en la extracción masiva de materias primas destinadas
a la exportación, no sólo profundiza la deforestación y quiebra así el ciclo
vital del agua, sino que también demanda grandes cantidades de este elemento y
contamina las fuentes hídricas. La minería en Chile, según el diario El
Mercurio, poco sospechoso de izquierdista, se traga por día el equivalente al
consumo de agua de 23 millones de personas. Por eso los movimientos contra la
megaminería recuerdan que “el agua vale más que el oro”.
En la misma línea, los movimientos contra las
centrales hidroeléctricas exigen “ríos para la vida, no para la muerte” y
repiten que “agua y energía no son mercancías”. A lo largo y ancho de América
Latina, comunidades campesinas e indígenas y movimientos urbanos asamblearios se
agrupan para frenar proyectos de grandes centrales hidroeléctricas que crecen
como setas en la región, al calor de las crecientes necesidades energéticas del
extractivismo. Sólo en la Amazonia andina se proyectan 150 nuevas represas, pese
a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) desaconseja estas construcciones
en zonas tropicales y subtropicales, donde habitan los ecosistemas más
biodiversos del planeta, vitales para la preservación medioambiental.
Más obvios si cabe son los efectos sociales, económicos y culturales, que se repiten allá donde se alza una megarrepresa: expulsión de las comunidades rurales e indígenas de sus tierras, ruptura de sus modos de vivir y economías; inflación, prostitución, militarización de los territorios, destrucción de culturas indígenas; criminalización y judicialización de las resistencias. No sólo está en jaque el agua, sino las formas de vida comunitaria que se forman en torno a ríos y lagos. Corren el riesgo de ser destruidas, siempre en aras de un progreso y un desarrollo que nunca llegan para los más vulnerables; para ellos, el capitalismo reserva la proletarización y el despojo. Pero de la experiencia se aprende. No extraña entonces el vigor de las resistencias, que comienzan a articularse en redes como el Parlamento del Agua o el Movimiento Ríos Vivos.Estas luchas transcienden así las problemáticas locales y cuestionan la irracionalidad de un sistema donde incluso las fuentes de vida más elementales, como el agua y las semillas, se dejan al arbitrio de las leyes del mercado. Porque, como ironiza Samuel Leiva, activista de Greenpeace Chile, “el libre mercado no se autorregula: se autodestruye”. Y destruye a su paso ecosistemas y pueblos enteros.
Mercancía
o bien común
La imposición del agua embotellada y la
concesión de licencias para minas y represas son otras formas de privatización.
Frente a esa tendencia, el activista Oscar Oliveira, que vivió la guerra en
Cochabamba, no cree que el Estado sea la solución, sino que reivindica formas de
gestión comunitarias y democráticas: “Si persiste este modelo de desarrollo
continuo, se generarán cada vez más conflictos entre pueblos. El destino del uso
del agua debe ser discutido por el pueblo, no por las corporaciones
transnacionales ni por los gobiernos que insisten en decidir por nosotros. El
agua es un bien común y forma parte de una discusión que tiene que ver con la
democracia política”, explica en en una entrevista a la revista brasileña Caros
Amigos.
No opina lo mismo Peter Brabeck, presidente de
Nestlé, para quien el agua debería ser tratada como cualquier otro bien y tener
un valor de mercado establecido por la oferta y la demanda. Desde 2013, Brabeck
difunde el mantra de que el mercado es el mejor administrador posible de los
recursos, y que así debiera ser también en este caso. Mientras, Nestlé, Danone,
Coca-Cola y otras multinacionales ven crecer sus beneficios: en 2012, el consumo
de agua embotellada alcanzó los 249.000 millones de litros, un 7% más que el año
anterior, y Brasil es ya el cuarto consumidor mundial, según datos de Agencia
Pública Brasil.
Como sostiene la activista india Vandana Shiva, los ejecutivos de estas multinacionales están a un extremo de las guerras globales del agua; al otro están las comunidades que comparten la visión del agua como una necesidad ecológica, y no como potencial lucro monetario. América Latina cuenta con una característica especial: es la región más rica en recursos hídricos del planeta. Y las corporaciones transnacionales lo saben.
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Depredación rima con represión
Desde
que empezó el bloqueo selectivo a los camiones de Alumbrera la provincia de
Catamarca, el ‘modelo minero’ transnacional se ‘cargó’ tres (nuevos) muertos en
América Latina: Bernardo Méndez, en San José del Progreso (Oaxaca, México),
Jerónimo Rodríguez Tugri y Francisco Miranda, del pueblo originario Ngöbé-Bugle
(Panamá).
En distintas circunstancias, fueron víctimas de los mismos intereses, factores de poder y modus operandi: Bernardo, asesinado por un grupo paramilitar comandado por el Presidente Municipal por intentar impedir la concesión de agua a la minera canadiense Fortuna Silver Mines Inc.; los hermanos del pueblo Ngöbe-Bugle, asesinados durante una represión ordenada por el presidente Martinelli a un bloqueo de la carretera Intercontinental en oposición a un proyecto minero en territorio de sus comunidades. A ellos, hay que sumar un largo centenar de heridos, y encima, judicializados. Si también tuviéramos en cuenta la cantidad de personas que fueron reprimidas en Cajamarca (Perú) por oposición al proyecto Conga (de la empresa Yanacocha, controlada por la norteamericana Newmont), las víctimas se contarían por millares. Allí, en el norte del Perú -como Beder en La Rioja- Ollanta Humala hizo campaña diciendo proteger las cuatro lagunas altoandinas amenazadas por el proyecto minero y prometiendo decretar su inviabilidad. Ahora, siendo presidente, cambió su postura: “Conga se hace sí o sí”, dijo, y lanzó una fuerte escalada represiva que incluyó el dictado del estado de excepción y la militarización de la región.
No sólo acá, en ‘nuestro pueblito chico’, sino a lo largo de toda América Latina, la minería transnacional a gran escala genera resistencias populares, por los devastadores ‘impactos’ de su voraz metodología extractiva que implica la voladura de cerros enteros, la destrucción de acuíferos y ecosistemas, y el consumo descomunal de agua y energía. En toda América Latina, vemos también el mismo paisaje político: gobiernos e instituciones estatales, funcionando como ‘capataces’ de las transnacionales, usando la fuerza pública para reprimir las resistencias. Ganando elecciones con clientelismo o falsas promesas; luego, más allá de toda ideología, gobernando para las empresas. Lo hacen, dicen, para “combatir la pobreza”; para “fomentar el progreso”… “Es que es la única vía que tenemos para desarrollarnos”, afirman…
En distintas circunstancias, fueron víctimas de los mismos intereses, factores de poder y modus operandi: Bernardo, asesinado por un grupo paramilitar comandado por el Presidente Municipal por intentar impedir la concesión de agua a la minera canadiense Fortuna Silver Mines Inc.; los hermanos del pueblo Ngöbe-Bugle, asesinados durante una represión ordenada por el presidente Martinelli a un bloqueo de la carretera Intercontinental en oposición a un proyecto minero en territorio de sus comunidades. A ellos, hay que sumar un largo centenar de heridos, y encima, judicializados. Si también tuviéramos en cuenta la cantidad de personas que fueron reprimidas en Cajamarca (Perú) por oposición al proyecto Conga (de la empresa Yanacocha, controlada por la norteamericana Newmont), las víctimas se contarían por millares. Allí, en el norte del Perú -como Beder en La Rioja- Ollanta Humala hizo campaña diciendo proteger las cuatro lagunas altoandinas amenazadas por el proyecto minero y prometiendo decretar su inviabilidad. Ahora, siendo presidente, cambió su postura: “Conga se hace sí o sí”, dijo, y lanzó una fuerte escalada represiva que incluyó el dictado del estado de excepción y la militarización de la región.
No sólo acá, en ‘nuestro pueblito chico’, sino a lo largo de toda América Latina, la minería transnacional a gran escala genera resistencias populares, por los devastadores ‘impactos’ de su voraz metodología extractiva que implica la voladura de cerros enteros, la destrucción de acuíferos y ecosistemas, y el consumo descomunal de agua y energía. En toda América Latina, vemos también el mismo paisaje político: gobiernos e instituciones estatales, funcionando como ‘capataces’ de las transnacionales, usando la fuerza pública para reprimir las resistencias. Ganando elecciones con clientelismo o falsas promesas; luego, más allá de toda ideología, gobernando para las empresas. Lo hacen, dicen, para “combatir la pobreza”; para “fomentar el progreso”… “Es que es la única vía que tenemos para desarrollarnos”, afirman…
Desde que fue ‘descubierta’ (inventada), NuestrAmérica nació ‘subdesarrollada’; se nos conquistó para ‘civilizarnos’, pues éramos una tierra de ‘bárbaros y salvajes’; desde que nos ‘independizamos’ nuestras clases gobernantes lo hicieron en nombre del ‘orden y el progreso’… A lo largo de toda la historia, desde la colonia (visible y palpable) a nuestros días (de colonización invisible) las clases dirigentes y ‘patricias’ de América Latina han gobernado ‘persiguiendo’ el “desarrollo”; han construido y destruido en nombre del desarrollo; han prosperado (ellos) y han empobrecido (a las mayorías); han dictado leyes y han matado en nombre del “desarrollo”… Casi como una obsesión, cuanto más esfuerzos y recursos se invierten en pos de él, tanto más ‘subdesarrollados’ nos hacemos…
Seguimos siendo presas del dilema colonial: el “desarrollo”
es el nombre de la colonialidad, ese estado mental, afectivo y político en el
que la dominación y la depredación de nuestras energías vitales, de nuestras
riquezas y de nuestros sueños no precisa ya de fuerzas de ocupación extranjeras,
ni de ‘virreinatos’; se administra más ‘económicamente’ (como quería en su
momento Jeremy Bentham en su “Manual de Economía Política” de fines del siglo
XVIII). Los colonos son ‘celosos guardianes de nuestros intereses’, no implican
ningún costo a las finanzas de la metrópoli y son incluso más decididamente
violentos con su propio pueblo que los mismos (y onerosos) ejércitos de
ocupación… Así, Bentham instaba a la corona británica a cesar en su política de
imperialismo militarista; el libre comercio, las finanzas y los encantos de la
inversión del capital podrían hacer todo mucho más barato y ‘más
civilizadamente’…
En pleno siglo XXI, seguimos inmersos en ese viejo trauma colonial; sólo que ahora, tras más de cinco siglos de ‘desarrollismo voraz’, estamos llegando a un estadio definitorio de agotamiento del mundo (materialmente hablando). La crisis climática, la crisis energética mundial y la drástica reducción del stock de recursos no renovables (entre ellos, las fuentes de agua, los hidrocarburos y los minerales)plantean un escenario geopolítico para nada pacifista. La guerra, motor impulsor del ‘desarrollo’ de Occidente, está más extendida y diversificada que nunca. No hablamos sólo de las convencionales guerras de ‘ocupación y de conquista’; los colonos les ahorran esas ‘barbaridades’ a los centros de poder mundial; llevan adelante una cotidiana guerra de intensidad variable, que nos va ‘acostumbrando’ a niveles crecientes de violencia y (auto)destrucción… La ilusión desarrollista se acompaña cíclicamente de momentos de ‘auge’, donde la ‘plata dulce’ y el consumismo de las ‘novedades tecnológicas’ va anestesiando las sensibilidades colectivas sujetas-a-expropiación…
En pleno siglo XXI, seguimos inmersos en ese viejo trauma colonial; sólo que ahora, tras más de cinco siglos de ‘desarrollismo voraz’, estamos llegando a un estadio definitorio de agotamiento del mundo (materialmente hablando). La crisis climática, la crisis energética mundial y la drástica reducción del stock de recursos no renovables (entre ellos, las fuentes de agua, los hidrocarburos y los minerales)plantean un escenario geopolítico para nada pacifista. La guerra, motor impulsor del ‘desarrollo’ de Occidente, está más extendida y diversificada que nunca. No hablamos sólo de las convencionales guerras de ‘ocupación y de conquista’; los colonos les ahorran esas ‘barbaridades’ a los centros de poder mundial; llevan adelante una cotidiana guerra de intensidad variable, que nos va ‘acostumbrando’ a niveles crecientes de violencia y (auto)destrucción… La ilusión desarrollista se acompaña cíclicamente de momentos de ‘auge’, donde la ‘plata dulce’ y el consumismo de las ‘novedades tecnológicas’ va anestesiando las sensibilidades colectivas sujetas-a-expropiación…
“No voy a permitir el saqueo” prometió Ud., señora gobernadora. ¿Qué significa eso? ¿En nombre de quién/es habla la solicitada reciente del Partido Justicialista? ¿A quiénes está defendiendo/ representando? Del saadismo al castillismo, del brizuelismo al novel ‘frente para la victoria’, en Catamarca, “la minería es política de estado”; eso no quiere decir que la minería sea expresión de un consenso democrático amplio y transparente, sino, más tristemente, que la minería transnacional ha colonizado al estado; que acá se puede discutir cualquier cosa, menos ‘eso’… Que la minería (transnacional a gran escala, de exportación) se hace ‘sí o sí’… ¿Qué tipo de diálogo podemos tener bajo esa premisa, si lo que estamos discutiendo es la in-viabilidad de ese tipo de minería y lo que reclamamos es un modelo sustancialmente diferente de ‘aprovechamiento de nuestros recursos’?
Se nos acusa de ‘fundamentalistas’ y de no tener ‘voluntad de diálogo’. ¿De qué estamos hablando? ¿Cómo hacemos para dialogar, cuando se nos descalifica de entrada, exponiendo inaceptables prejuicios racistas y clasistas (‘hippies vagos’; ‘foráneos’; ‘ignorantes’, etc…)? ¿Cómo hacer escuchar nuestros planteos cuando la gran mayoría de los periodistas de nuestros medios, no se acercan a preguntarnos por qué protestamos, cuáles son nuestras posiciones y reclamos? ¿Cómo exponer nuestros argumentos, si no tenemos dinero suficiente para pagar solicitadas? Cuando la apelación ‘oficial’ al diálogo queda en un plano de abstracción discursiva sin abrir instancias concretas, institucionales que lo canalicen, sólo expresa una retórica cínica que bajo lo políticamente correcto, impone el autoritarismo de facto…
Dijeron que no iban a reprimir, pero es lo que finalmente hicieron… No les ‘sale’ hacer otra cosa… La represión parece ser un acto reflejo, más cuando de defender los intereses de las ‘grandes empresas’ se trata… Es que, en contextos (neo)coloniales de depredación, la represión no es un exceso; es una ‘necesidad’. La violencia represiva del estado es el recurso último al que apela la oficialidad del poder para mantener la ‘gobernabilidad’. Dosis diversificadas y variables de asistencialismo, de resignación y de represión configuran la ‘ecuación de gobernabilidad’ del coloniaje administrado por ‘colonos’… Parece que Bentham tenía razón: esto es más eficaz y más barato que el colonialismo ‘a secas’… Lo que no calculó bien el filósofo londinense es el ‘costo’ de las rebeliones internas…
Afortunadamente -lo digo como deseo y por convicción-, tenemos alternativas… No tenemos por qué resignarnos a ser el ‘open pit’ y los ‘diques de colas’ para la industrialización de China, India y los países del Norte… Podemos crear vías alternativas al ‘desarrollo’ –otro desarrollo… El ‘destino minero’ es un destino colonial; pero lo que se pretende imponer como tal, no es una fatalidad. Podemos cambiarlo. Estamos trabajando para eso... En cada bloqueo, en cada acto de rebeldía que afirma tozudamente que hay ciertas cosas que no se compran, que no se venden; que el Agua-Vida, no tiene precio… Señores ‘proveedores’, sepan disculpar las molestias. Leer
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[UAC] La Rioja: Otra victoria de la movilización popular en Angulos (Famatina)
Comunicado:
Esta mañana nuevamente la decisión y coraje de los vecinos del departamento Famatina, especialmente los de los pueblos del norte (Angulos, Campanas y Pituil) han ganado la pulseada al intento de instalación de un emprendimiento minero en el Río Blanco a cargo del Sr. Miguel Urtubey (MI DA IS SH).
Esta mañana nuevamente la decisión y coraje de los vecinos del departamento Famatina, especialmente los de los pueblos del norte (Angulos, Campanas y Pituil) han ganado la pulseada al intento de instalación de un emprendimiento minero en el Río Blanco a cargo del Sr. Miguel Urtubey (MI DA IS SH).
Sus maquinarias tuvieron que abandonar el lugar donde habían empezado a trabajar porque los vecinos les ratificaron que no tienen licencia social para ningún tipo de actividad minera que comprometa el ambiente, siendo expulsadas del departamento Famatina.Una vez más ha quedado demostrado que los vecinos no tenemos otro camino que la movilización popular para defender nuestros territorios de la avaricia del modelo extractivista que pretende dejarnos sin cerros, sin agua y sin futuro.También queda claro que, quienes en teoría deben encargarse de controlar y de impedir la radicación de este tipo de empresas se encuentran ocupados armando y desarmando listas y candidaturas para las próximas elecciones.
Condenamos las declaraciones del nuevo secretario de ambiente de la
provincia Santiago Azulay quien fiel a su jefe Beder Herrera ha
inaugurado su gestión MINTIENDO que “la minería no forma parte de la
agenda del gobierno provincial” o que, quienes nos oponemos somos “
sectores opositores que buscan obtener réditos políticos con fines
electorales”.
n
Miente Azulay y lo demuestra el registro que hicieron los compañeros de
la Asamblea Campanas por la Vida, donde el propio responsable de la
minera, Urtubey, reconoce y “saca chapa” de estar autorizado por la
secretaria de minería de La Rioja. Si la minería no está en la agenda
del gobierno, desafiamos a Azulay a dejar sin efecto cada informe de
impacto ambiental presentado para muchos de los proyectos mineros, que
suman más de 2 millones de hectáreas en nuestra provincia y que han sido
aprobados por esa secretaria. Informes falsos y que ocultan los efectos
dañinos de esos proyectos en el ambiente.
n
Azulay, miente. Las asambleas ciudadanas no somos parte de ningún sector
de oposición. No somos gobierno ni oposición. Somos ciudadanos
concientes y movilizados en defensa de nuestros bienes comunes. Hemos
repetido hasta el cansancio que no tenemos ninguna relación con sectores
políticos partidarios que pretenden utilizar políticamente y colgarse de
la lucha de los pueblos. Y quien sigue relacionando un espacio con otro
es porque desea cargar a las asambleas el descrédito público que tienen
los partidos del oficialismo y de la oposición.
Que
no se equivoque con esos análisis fáciles que le dicta su jefe Beder
Herrera porque como hoy en Angulos (Famatina), el año pasado en Las
Cañas (La Rioja Capital) o como hace casi 10 años en el cerro Famatina y
en toda la provincia se van a seguir llevando sorpresas. Van a tener que
irse una por una las empresas, JAMAS LOS DEJAREMOS INSTALARSE, porque
los riojanos hemos decidido que no queremos la megamineria en nuestro
territorio y continuaremos reconquistando con la lucha cada hectárea de
nuestro suelo que Beder o cualquier gobernante que lo suceda entregue al
saqueo y la contaminación.
Asamblea Riojana Capital, Regional Cuyo-NOA – UAC
Contactos: 03825 15672860
--
--
-Red
Nacional de Medios Alternativos Red
Nacional de Medios Alternativos
-ECOS
Córdoba Comunicación
de la luchas por el territorio
-Construccion Tecnológica Popular Cba Construyendo Tecnológia Popular
-Construccion Tecnológica Popular Cba Construyendo Tecnológia Popular
-Indymedia
Córdoba
Comunicación para el Cambio Social
-Radio
Comunitaria La Quinta Pata 93.3 Radio
comunitaria desde Barrio San Vicente
--
UAC Unión de Asambleas Ciudadanas Contra el Saqueo y la Contaminación
www.asambleasciudadanas.org.ar
facebook.com/unionasambleasciudadanas
http://twitter.com/prensauac
(pdf cuadernillo uac:) --> http://go4.es/0aJa
Es
confluir con las luchas abajo sobre todo de Nuestra América y contribuir a
hacer posible:
"cuando los de abajo
comienzan a entender de qué se trata, otros mundos abrazados por la
Madrecita tierra comienzan a germinar entremedio, intentando enmendar cada
desgarre desde la experiencia comunitaria de resistencia".
La
singularidad de las rebeldías
Ayotzinapa “otra historia desde los semilleros de abajo”
25 abril de 2015
25 abril de 2015
Por Diana Itzu Gutiérrez Luna (Rebelión)
Nos desvelamos, amanecimos y en vela seguimos
por la búsqueda del sentido profundo que despierta el “43”.
Serán siete largos meses que la palabra
sencilla de los y las familiares de los 43 jóvenes desaparecidos y, los
tres asesinados de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, en el
estado mexicano de Guerrero, nos sigue interpelando sobre qué entendemos
por verdad y justicia.
La voz de cada uno y una de los padres, madres,
hermanos, hermanas, tíos, abuelas, no es resultado de manuales o notas
arrojadas por vanguardias revolucionarias, sino que emerge del latido
profundo del corazón. Son personas sencillas, gente de campo, de
dignidad andando frente a las adversidades de la vida que caminan “los
de abajo”. Poco a poco hemos constando que su palpitar es consecuente,
no se resigna, convirtiéndose en su única guía por la búsqueda de
quienes “en vida nos hacen falta”. Y así los familiares dejaron de tener
la vida que tenían antes del 26 de septiembre del 2014 para penetrar a
un mundo lleno de injusticias e impunidad, poco a poco nos damos cuenta
qué cuando el cansancio se hace presente aparece el aliento de miles de
bocanadas de quienes hacen de su dolor la mirada y el abrazo compañero.
Mientras nosotros y nosotras entendemos lo que debemos de hacer con las
vidas de esos muchachitos, con sus seños y convicciones, la justicia
pequeña se desvanece en su propia impunidad desnudando a los criminales.
Y respecto a los familiares ¿Quién se atrevería
a dirigirlos, a despreciar su dolor, a decirles cómo y desde dónde
caminar? ¿el sistema criminal, la farsa de los malos gobierno, las
instituciones podridas, la bandera partidaria, la izquierda
vanguardista?
Hoy reaparecen interrogantes. Cuándo nos
negaron la posibilidad de ejercer y por tanto conocer la verdad y la
justicia dejando a cambio muerte, cárcel, desaparición o dicho
ampliamente: despojo, desprecio, explotación y represión. Desde cuándo
nos vendieron la ilusión de ser depositarios de un tipo de democracia
mal parida por el Estado liberal moderno como la única oferta de
libertad y justicia social en un mundo patriarcal, colonial y
capitalista. Hace 21 años que la palabra de los pueblos del sureste
mexicano ejerció el derecho legítimo por expresarse desde la boca del
fusil. El 1 de enero de 1994 donde no había líderes vimos caudillos,
donde no había cabezas vimos dirigentes blancos, es decir; no vimos nada
porque a escuchar no aprendimos. En cambio ellos,
los zapatistas,
siguieron caminando y construyeron sociedades
otras sin pedir permiso
para hacerlo. Hoy experimentan el “mandar obedeciendo” como
democracia real, donde la potencia social de las Juntas de Buen Gobierno
se despliega territorialmente en los cinco Caracoles
y los 27 Municipios
Autónomos Rebeldes superando y anulando el monopolio de la
representatividad de los de arriba y celebrando al colectivo y no al
individuo. “Floreciendo así otra forma de vida social”.
Pero hay quienes piensan que llegó el tiempo en
que ellos y ellas, los más pequeños, los que encarnizan los crímenes del
sistema, los que caminan con la dignidad de no venderse, de no rendirse,
tienen que contar sus verdades no sólo para constatar una sociedad
mundial ya desquebrajada, sino porqué como dicen los zapatistas del EZLN
es el tiempo de levantar otros mundos posibles:
“Y esto es lo que nos enseñan los familiares de
Ayotzinapa, que es mejor que nos busquemos y nos encontremos quienes
padecemos esta enfermedad que se llama capitalismo. De su mano de los
familiares de Ayotzinapa buscamos a las desaparecidas que hay en todos
los mundos que somos” (Sub Comandante Insurgente Moisés, 1 de enero del
2015, Oventik, Chiapas).
Ayotzinapa se presenta como espejo mundial donde se miran los dolores
y rabias de los asesinados, desaparecidos, olvidados, despojados,
encarcelados de cualquier rincón del mundo.
Muestra lo que somos y lo que
queremos cambiar, lo existente y transformable. También se ha convertido
en una ventana para asomarse y ver el mundo que se va y el horizonte que
puede venir. Entretanto las ciudades en el mundo se ven
agitadas en veces por las gritaderas y otras tantas por el silencio que
estremecer la piel. El dolor y la rabia en 200 ciudades de Estados
Unidos con la “Caravana 43”; en Europa con las 14 que está recorriendo
la “Euro-caravana 43” y; próximamente en el sur del continente con la
“Caravana 43 Suramérica” se está desplegando el gran telar hecho puente,
una vez que se ha enlazado desde cada resistencia y organización el
reencuentro con el compromiso y consecuencia de los de abajo.
Colectivos y espacios organizativos anti-partidistas
y no electorales, que se organizan por la autonomía, hacen resquebrajar
las grietas nuevamente con un ¡YA BASTA! para recibirlos. A mediados de
mayo estarían llegando a Córdoba, Rosario, Buenos Aires, Montevideo,
Porto Alegre, Río de Janeiro, Sao Paulo para despertar la memoria digna
como lucha contra
el olvido, se advierte un aprendizaje rebelde de otro tipo de
“compañerismo” que implica compartir con el otro, con la mirada y
palabra de respeto y cariño,
coincidiendo
políticamente en que no quedó atrás el despojo vestido con los ropajes
progresistas o el “menos peor” que viene dejando a su paso desmonte,
monocultivos transgénicos, minería, hidroeléctricas, fracking, crimen,
asesinatos, cárcel, etc. Haciendo constar que el exterminio de hace 520
años hacia diversos mundos de vida sigue en Argentina, Uruguay y Brasil.
También en Bolivia y Ecuador.
Y Emiliano Zapata no murió, como tampoco José
Artigas ni Raúl Sendic en Uruguay, ni Chico Mendes ni Zumbi dos Palmares
en Brasil, ni Bartolina Sisa en Bolivia, ni Juana Azurduy ni el
Comandante Andrecito Guicurarí en Argentina ni el Sub comandante Pedro
ni la comandanta Ramona, ni el Tata Juan Chávez Alonso en México, sino
que se desencontraron con la orden de represión asesina cuando sus
proyectos en lucha mantenemos. Los mandones no se disuelven, se
fortalecen, y en siglo XXI gritamos por la libertad de los 23 jóvenes y
jóvenas criminalizados en Brasil y por las cerca de 170.000 personas
desalojadas por el Mundial de fútbol y los que vienen con las Olimpíadas
en Río de Janeiro en 2016. Gritamos por quienes intoxicados quedan por
los agrotóxicos y bombardeos de productos procesados Monsanto. Y en cada
dolor y rabia buscamos en las mismas geografías a los 46 muchacho que en
vida nos hacen tanta falta. Cuatro meses antes del crimen del 26 de
septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero, un grupo de paramilitares de la
CIOAC-H en Chiapas asesinaron al maestro de la “Escuelita zapatista”
Galeano, quien al igual que miles de zapatistas acompañaron a los
asistentes para constatar cómo y desde dónde avanza la vida digna de las
familias y comunidades en resistencia, para conocer y aprender esa “otra
forma de hacer política”. Él ahora revive, en cada latido andante de la
lucha de los de abajo una vez que entendimos que la venganza no es la
justicia que buscamos. Nos acompaña el mensaje del otro Galeano que las
venas abiertas nos dejó y curo con su palabra que cicatriza dignamente
el recuerdo en realidad transformable. Y apenas 20 días después del
homenaje al “Maestro zapatista” en el Caracol de
La Realidad las palabras del finado Sub Comandante Marcos, también hoy
llamado Galeano, revivían a los 43 nombres de los asesinados y
desaparecidos en los últimos 9 años que en vida se nacen en cada
rebeldía de lo que somos: “Alexis Benhumea, Francisco Javier Cortéz,
Juan Vázquez Guzmán, Juan Carlos Gómez, Bety Cariño, el compa Kuy,
comuneros de Cherán, los asesinados y desaparecidos de Santa María
Ostula, Sandra Luz Hernández, Juventina Villa Mujica, el compa mapuche
Matías Valentín Catrileo Quezada, Juan Francisco Sicilia Ortega…los y
las migrantes asesinados y desparecido, los presos que se quiere matar
en vida”
Entonces transcurrieron 135 días y nos embosca
nuevamente el tortuoso “43”: Cesar Manuel, Emiliano, Cutberto, Luis
Ángel, Abelardo, Jorge, Magdaleno, José, Leonel, Jesús, Mauricio,
Antonio, Bernardo, Israel, Dorian, Miguel… ¿qué nos susurran los jóvenes
de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa? Será lo que los
zapatistas repiten una y otra vez: “no se rindan”, “no claudiquen”, “no
se vendan” porqué falta lo que falta.
Antes del crimen de Estado en Ayotzinapa, en la
primera semana del mes de agosto el Congreso Nacional Indígena junto con
el EZLN y adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona
advierten que aquel tiempo en que la madre tierra hablaba con las
mujeres y los hombres tiene que ser recuperado para nombrar al verdadero
criminal: el capitalismo. Mientras tanto, ya escurriendo los días del
mes de diciembre y levantándose los de enero
los familiares de
los 46 se liberaron de ser los únicos a quienes habita el dolor y la
rabia, se reencontraron con los y las que somos en el abajo en el
“Primer festival mundial de las resistencias y las rebeldías contra el
capitalismo: donde ellos destruyen nosotros reconstruimos” y en la lucha
siguen junto a miles en el mundo. Entrando el 2015 Palestina y Rojava no han
sido derrotadas por el poder de las tiranías ante el mismo rostro de
muerte. En múltiples escalas geográficas las mujeres defienden su tierra
y la pachamama las acompaña. Las reflexiones y análisis nacidas del
pecho de los seminaristas de la Universidad de la Tierra en San
Cristóbal de las Casas son semillas que brotan en un suelo que es
potencia viva de los pueblos. Y los campesinos y barrios urbanos
siembran y cosechan también semillas de libertades. En “territorio
zapatista, rebelde y en resistencia” se defienden los semilleros y
frutos de tantos años de lucha, resistencia y organización, y el día 1
de marzo del 2015 se inauguró la Escuela Autónoma Zapatista “Compañero
Galeano” y la Clínica Autónoma 26 de Octubre “Compañero Subcomandante
Insurgente Pedro” en
el poblado Nueva Victoria. El Sub Comandante Insurgente Moisés y el sub
Galeano invitan del 2 al 9 de mayo a producir/reproducir semilleros
mientras cuidan sus Caracoles.
Quizás aún la marea desafiante no se alcanza a ver y los vientos que nos
desgarran desdibujan la tormenta que viene –y la cual advierten los
zapatistas- .
Vendrá también la segunda etapa de “la
Escuelita para la libertad según l@s zapatistas” aún a pesar de que el
despojo y la represión brutal pretende acallar lo que no es abreviable.
Pero cuando los de abajo comienzan a entender de que se trata,
otros mundos abrazados por la Madrecita tierra comienzan a germinar
entremedio, intentando enmendar cada desgarre desde la experiencia
comunitaria de resistencia. Nacen y se refuerzan las referencias
colectivas del concepto de “compartición”, dejando que la
comunicabilidad de la experiencia no muera. Es en el momento de narrar
el transcurso de su vida que se pone en movimiento una serie de
sentimientos, de dolor y rabia, de esperanza y desasosiego, de
reflexiones, propuestas y procesos territorializados entre las cuales,
sin percatarse de ello, se encuentran a sí mismos en sus muertos y
desaparecidos, en nuestros muertos y, en susurro la escucha atenta se
brota en un nosotras, aquí
y ahora.
En
un sistema moribundo, no sólo el saber y la sabiduría de hombre y
mujeres comunes es una necesidad por la vida, sino sobre todo su vida
vivida colectivamente y la defensa irrefutable de sus frutos es el
material que tanto nos hace falta para curar la brutal herida que viene
dejando el despojo/represión, para tejer, nacer y proteger la historia
de libertad que tanto necesitamos en está tormenta que pretende
arrancar, desenterrar y ahogar las semillas de estos mundos ya brotados.
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participa en dos espacios organizativos adherentes a la iniciativa de la
Sexta Declaración de la Selva Lacandona: desde México en el Espacio de
Lucha contra el Olvido y la Represión (ELCOR) de la Red contra la
Represión y por la Solidaridad. En Córdoba, Argentina con Piratas x
Tierra Mojada. Fue estudiante de la Escuelita Zapatista “la libertad
según los y las zapatistas” en agosto del 2013. Es además socióloga e
investigadora social.*Diana
Itzu Gutiérrez Luna
Es fundamental que el Frente no se asuma vanguardia ni restringa su solidaridad e indagación a los pueblos de gobiernos de izquierda. Se constituye como unión de una creciente variedad de organizaciones que está luchando por la vida, la dignidad humana y la justicia social, ambiental. Por este origen y objetivo puede hallar coincidencias con:Manifiesto de Montecristi ViveHacia un compromiso por un acuerdo democrático radical
8 de abril de 2015Por Juan Cuvi (Rebelión)La marcha del 19 de marzo pasado, producto de un proceso de resistencia a las políticas del gobierno nacional iniciado el año pasado y convocado por iniciativa de las centrales sindicales, el movimiento indígena y otras organizaciones sociales, marca un momento de significativa importancia coyuntural . A los grupos organizadores de la marcha se sumaron amplios segmentos de la sociedad. No hay duda, desde las calles se plantea la necesidad de concretar y profundizar el contenido democrático de estas movilizaciones.Por esa razón, quienes conformamos Montecristi Vive proponemos a la sociedad la construcción de un acuerdo democrático radical que sintetice las principales aspiraciones sociales, en este momento en que cunden la frustración y el desencanto frente a un Gobierno que ha dado la espalda a los principios y disposiciones transformadores de la Constitución de Montecristi y que se ha alejado de sus orígenes. Este acuerdo, inspirado en la necesidad de construir una democracia radical, debe servir para la discusión de los ejes básicos de una propuesta de transformaciones a ser cristalizadas a partir de la recuperación de las calles y plazas como espacios de expresión democrática.Recogemos las demandas planteadas y le proponemos a la sociedad ecuatoriana continuar con las movilizaciones, porque es la única manera de presionar y poner límites al poder, conquistar nuestras reivindicaciones y continuar luchando por temas fundamentales como:
- Un marco jurídico y político que garantice las libertades en un sentido amplio. Eso incluye derogar las medidas de control de la sexualidad de las mujeres, como el Plan Familia, el Código Orgánico Integral Penal en tanto herramienta de represión, así como todo el aparataje estatal que restringe la libertad de expresión y de opinión, y aquellas normas, como la establecida en el Decreto 16, que limitan la organización social y ciudadana.
- La revolución agraria sustentada en los principios de la soberanía alimentaria establecidos en la Constitución, y que, entre otros puntos fundamentales, prohíben el acaparamiento de la tierra y del agua.
- Las exigencias de las organizaciones campesinas e indígenas para cambiar el proyecto de Ley de Tierras y la resistencia de la CONAIE para permanecer en su sede en Quito.
- Un marco jurídico que permita la plena vigencia de todos los derechos de los trabajadores, permitiendo la estabilidad laboral y el establecimiento de condiciones laborales dignas. Por eso decimos no al Decreto 813, que establece la posibilidad de la compra de renuncias obligatorias, así como el archivo de la modificación constitucional que excluye a los trabajadores del sector público del Código del Trabajo.
- La Asamblea Nacional debe funcionar como un espacio fundamental de debate político, lo que obligará a revisar aquellas normas legales que la han transformado en un apéndice del Ejecutivo.
- La plena vigencia de la independencia de funciones del Estado. Es decir, descorreizar la justicia, el Consejo Nacional Electoral y todas aquellas instancias de participación ciudadana controlados en la actualidad por el Ejecutivo.
- Una política económica que garantice la participación y el poder de decisión a las organizaciones sociales para enfrentar la crisis, para impedir que sean los sectores populares los que tengan que asumir el peso económico y social de las improvisadas medidas anticrisis del Gobierno
- Frenar la corrupción que se desprende de los enormes contratos estatales. Para empezar, hay que impulsar sendas auditorías al endeudamiento público y al manejo del IESS.
- Una transformación democrática y participativa de la educación, lejos de la imposición de esquemas tecnocráticos ajenos a la diversidad cultural del país. Hay que cuestionar la política educativa del régimen por autoritaria y distante de la realidad del país.
- Un auténtico proceso de descentralización y autonomías, hoy amenazado por el creciente centralismo absorbente que propicia el gobierno y el Código de Ordenamiento Territorial en contra de lo que establece la Constitución, a la que el Gobierno intenta debilitar a través de las mal llamadas enmiendas constitucionales.
- La solidaridad con todas aquellas comunidades como Íntag, Pacto, Quimsacocha, Cordillera del Cóndor, entre otras, que a lo largo y ancho del país resisten a la imposición del extractivismo depredador, así como apoyar el reclamo de los Yasunidos para que se transparente lo que está sucediendo en el ITT y en el Bloque 31.
- Convocatoria a una consulta popular sobre las modificaciones propuestas a la Constitución, especialmente en aquellos temas que tienen que ver con la restricción de derechos a la ciudadanía, a los gobiernos autónomos descentralizados, el cambio de funciones a la Fuerzas Armadas y la reelección indefinida.Con estos puntos en agenda, llamamos a los movimientos sociales, centrales sindicales y movimiento indígena, así como a todos los ciudadanos, colectivos, grupos, asociaciones y organizaciones sociales, de manera especial a las que estuvieron presentes en la movilización del 19 de marzo, a construir un gran acuerdo democrático y social para mantener y profundizar la movilización social, estableciendo distancia con las posiciones de la restauración conservadora del gobierno y de la derecha tradicional. Precisamos de una amplia unidad para enfrentar la coyuntura y la política económica del gobierno, que pretende descargar sobre los trabajadores, jubilados y pobres de nuestro país el peso de la crisis.Hacemos público este manifiesto como homenaje a los trabajadores que el próximo Primero de Mayo ratificarán, con nuevas y multitudinarias marchas y movilizaciones, el compromiso por un acuerdo democrático radical en pos de la gran transformación del Ecuador.Siempre más democracia, nunca menos.
Ecuador, abril de 2015
Juan Cuvi, Coordinador Nacional
Fuente original: http://montecristivive.com/por-un-acuerdo-democratico-radical/
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