Comprobamos su confrontación
con
lo comunitario-popular en las
disputas de territorios.
Consigamos esa toma de
conciencia al
generalizar la deliberación sobre:
generalizar la deliberación sobre:
-
porqué Mauricio Macri patentiza la burguesía local creída en ser todopoderosa por respaldarse en las imperialistas y tener impunidad desde hace siglos al estar encubierta tanto por las fuerzas armadas como por la democracia vigente desde 1983 hasta hoy;
-
porqué la esperanza en las elecciones, como la clase política y los grandes medios suscitan e imponen, será soportar la creciente contundencia de un Capital-Estado destructor de las condiciones tanto de vida como de trabajo que el siguiente gobierno de turno legitimará como herencia recibida; y
-
porqué la democracia desde 1983 sólo prolonga profundizando nuestra subsunción en los capitalismos imperialistas.
Comprendamos hasta dónde llega
nuestro sometimiento pero sobre todo situémonos en que el uno por ciento de la
humanidad que ha expropiado el mundo requiere tender hacia el fascismo. Indaguemos
interpretaciones y caminos poco frecuentados por el llamado pensamiento crítico
que no revolucionario:
La última
entrevista a Samir Amin
"El sistema mira
hacia el fascismo
como la respuesta a su creciente debilidad"
20 de noviembre de 2018
Por Jipson
John y Jitheesh
P.M.
Krítica
Entrevista a Samir Amin, poco antes que
falleciera, realizada por los periodistas indios Jipson John y Jitheesh P. M.,
para el Instituto de Investigación Social (Tricontinental)
"El declive del sistema es un momento
peligroso. El capitalismo no va a esperar su muerte tranquilamente. Se
comportará cada vez más salvajemente para mantener su posición, para mantener la
supremacía imperialista de los centros"
¿Cómo entiende la globalización en
tanto proceso social?
AMIN: La globalización no es nada nuevo. Es una
dimensión antigua e importante del capitalismo. Ustedes los indios deberían
saberlo mejor que nadie. Han sido conquistados y colonizados por los británicos
desde el siglo XVIII hasta el XX. Eso también fue globalización. No la
globalización que querían, pero fueron integrados al sistema capitalista global.
La colonización fue una forma de globalización.
Pero el pueblo de India luchó contra ella y reconquistó su independencia bajo un
liderazgo que no fue socialista revolucionario, sino que fue el nacional
populista de M. K.Gandhi y Jawaharlal Nehru. Su independencia en 1947 tuvo dos
costos.
· En primer lugar, una parte importante de la India, lo que ahora son
Pakistán y Bangladesh fueron separados de ella. Este fue un acto criminal de los
colonizadores.
· Segundo, la independencia que se ganó fue hegemonizada por la
burguesía india, liderada por el partido Congreso Nacional de la India con una
amplia alianza popular que incluía partes de la clase trabajadora.
Por lo general, hoy está de moda decir que la
globalización después de la Segunda Guerra Mundial fue bipolar: Estados Unidos
de un lado y la URSS del otro, engarzados en una Guerra Fría. Esto es
básicamente incorrecto. La globalización que tuvimos después de la Segunda Guerra Mundial,
digamos desde 1945 hasta 1980 o 1990 es lo que llamo globalización negociada.
Con «globalización negociada» quiero decir que los gobiernos y
pueblos de Asia, África, la URSS, los Estados Unidos y sus aliados crearon una
estructura negociada multipolar que gobernaba el orden mundial.
Esta estructura se impuso al imperialismo y lo obligó a ajustarse al bloque de
poder que surgió de la Revolución Rusa de 1917, de la Revolución China de 1949 y
de la conferencia de Bandung de 1955.
El progreso industrial, iniciado en la época de
Bandung no siguió una lógica imperialista, sino que fue impuesto por las
victorias de los pueblos del Sur. Fue en esta época que países como la India,
Indonesia, Ghana y Tanzania lograron su independencia. Esta globalización
negociada produjo cuatro bloques históricos diferentes, cada uno luchando con el
otro:
1. La alianza imperialista de Estados Unidos y
Europa occidental con sus aliados: Japón, Australia y Canadá.
2. La Unión Soviética con sus aliados de Europa
oriental.
3. La República Popular de China, que a pesar
de pertenecer al así llamado campo socialista había desarrollado una política
independiente desde al menos 1950.
4. Los países que crearon el Movimiento de
Países No Alineados (MNOAL) en 1961, pero que se reunieron en Bandung en 1955.
En Bandung, Indonesia, los representantes de
los pueblos de Asia, China, India, Indonesia y algunos otros países se reunieron
por primera vez. Habían pasado pocos años desde que la India reconquistó su
independencia, pocos años después de que el Partido Comunista Chino entrara en
Beijing; habían pasado también pocos años desde que Indonesia recuperara su
independencia de los holandeses. Fue un campo que incluyó no solo países
asiáticos sino también la mayoría de los países recién independizados de África
en ese momento. Las colonias portuguesas se unieron luego y Sudáfrica más tarde
aún.
Cuba fue el único país de América Latina que se
unió a este grupo. Los regímenes nacional-populistas de este cuarto grupo se
unieron institucionalmente en el MNOAL (Movimiento de Países No Alineados) que
se reuniría cada año y armonizaría una línea política, así como en el Grupo de
los 77 que sería el bloque del Sur dentro de Naciones Unidas.
Tuvimos un patrón de globalización que fue una
globalización multipolar, que se negoció entre los cuatro grupos. Desde el punto
de vista de los pueblos de África y Asia, fue una época durante la cual el
imperialismo se vio obligado a hacer concesiones y aceptar los programas
nacional-populares de India y otros países asiáticos y africanos.
En lugar de que los países del sur se ajustaran
a las necesidades y demandas de la globalización, fueron los países
imperialistas los que se vieron obligados a ajustarse a nuestras demandas. Cada
una de estas partes de la globalización multipolar desarrolló sus propias formas
de desarrollo.
– Occidente, como resultado de las victorias de
la clase trabajadora desarrolló un patrón de los llamados Estados de bienestar.
– El bloque socialista – la URSS, Europa
Oriental, China, Vietnam y Cuba – que desarrolló diferentes patrones de
socialismo.
– El tercer pilar, esto es la India, liderada
por el Partido Congreso Nacional,el Egipto de Nasser, y otros Estados en África
y Medio Oriente que desarrollaron algún tipo de “socialismo”, por lo menos así
lo llamaron.
Los tres pilares alcanzaron sus límites
históricos en los años ochenta y noventa, cuando colapsaron. Algunos colapsos
fueron brutales, como el de la Unión Soviética en 1991. No sólo que el país se
dividió en 15 repúblicas, sino que la mayoría de ellas se trasladó hacia la
órbita europea, algunas de ellas ingresaron en la Unión Europea y a la alianza
militar de Occidente, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La derrota del comunismo en el Este no resultó en una victoria para
la socialdemocracia en Occidente. Incluso la socialdemocracia fue derrotada.
Los socialdemócratas se volvieron
socio-liberales, o, en otras palabras, en un espacio político que aceptaba la
inevitabilidad del capitalismo y una «democracia de baja intensidad» que eclipsó
la política de lucha de clases (como expongo en El virus liberal, 2004).
Ahora no hay diferencia entre los partidos
gobernantes socialdemócratas o socialistas en Europa occidental y los partidos
de derecha normales, tradicionales. Son todos socioliberales.
Esto significa que
tanto los viejos conservadores como los antiguos socialdemócratas están aliados
ahora con el capital monopolista global.
El tercer pilar, nuestro pilar, también se
quebró de diferentes formas. En algunos casos, hubo golpes de estado. En otros,
como en India, la clase dominante se desplazó hacia la derecha y aceptó las
condiciones y patrones de la llamada globalización liberal. Esto sucedió desde
la época de Indira Gandhi en adelante.
El proceso fue similar en Egipto. Después de la
muerte de Nasser en 1970, su sucesor Anwar Sadat dijo que no teníamos nada que
ver con esa «porquería» llamada socialismo y que deberíamos volver al
capitalismo y aliarnos con los Estados Unidos y otros.
Los chinos siguieron su camino de forma
diferente luego de la muerte de Mao en 1976 y se desplazaron hacia un nuevo
patrón de globalización, pero con algunas especificidades por sus propias
necesidades. No se trata sólo de la especificidad política del Partido Comunista
de China, que mantuvo el dominio sobre el país, sino también su especificidad
socioeconómica que diferencia a China de la India. La enorme diferencia entre
ambos países es que China ha experimentado una revolución radical que la India
todavía no ha tenido.
Por lo tanto, tenemos una variedad de patrones.
El colapso de estos tres sistemas, la llamada socialdemocracia en Occidente, el
sistema soviético y nuestro sistema, es lo que proporciona todas las condiciones
para que el capitalismo imperialista tome la ofensiva y haga cumplir su nuevo
patrón de globalización
¿Cuáles son las características del actual
patrón de globalización?
AMIN: La creciente ofensiva del capitalismo
imperialista NO solo está relacionada con la derrota de los socialistas o los
comunistas o incluso los nacional-populistas. También está relacionada con los
cambios en los países capitalistas imperialistas de Europa, Estados Unidos y
Japón.
El término clave aquí es capitalismo
monopolista global. El capitalismo monopolista, como fuerza social, no es nada
nuevo. Se movió en dos etapas
·
La primera etapa del capitalismo monopolista fue desde fines del
siglo XIX hasta la Segunda Guerra Mundial, un largo período de más de un siglo.
Este capital monopolista fue analizado por socialdemócratas como John A. Hobson
y Rudolf Hilferding. Durante este período el
capital monopolista tenía carácter
nacional.
Hubo imperialismo británico, imperialismo estadounidense, imperialismo alemán,
imperialismo japonés e imperialismo francés.
Como escribió Lenin en sus estudios sobre el
imperialismo en 1916, estas fuerzas imperialistas no sólo conquistaron y
subyugaron a la periferia, sino que a la par estaban luchando entre sí. La lucha
entre ellas condujo a dos Guerras Mundiales.
Todas las revoluciones socialistas de ese
período tuvieron lugar en la periferia del sistema imperialista global,
comenzando en la semi-periferia, con el eslabón más débil, Rusia y luego en las
periferias reales, Cuba y Vietnam. Ninguna revolución tuvo lugar en Occidente.No
hubo una revolución socialista en la agenda de Estados Unidos, Europa occidental
o Japón.
· Después de la Segunda Guerra Mundial, gradualmente primero y
repentinamente después, a mediados de la década de 1970, el capital monopolista
en Occidente se movió a una nueva etapa que he denominado
capital
monopolista generalizado.El capital monopolista fue lo suficientemente exitoso como para someter todas
las otras formas de producción social a la posición de ser sus subcontratistas.
Eso significó que el valor producido por las actividades humanas fue, en gran
medida, absorbido por el capital monopolista en forma de renta imperialista. En
esta nueva globalización,
nuestros países son invitados a ser subcontratistas del
imperialismo. Esto es obvio en el caso de la India.
Tomemos el caso de la ciudad de Bangalore. Se
ha desarrollado como la región más promisoria para la subcontratación del
capital monopolista no sólo para Gran Bretaña y los Estados Unidos sino también
para el capital monopolista de Europa y Japón.
Un elemento importante es aclarar que la
maquinaria del Estado no se disuelve en esta era de globalización.
La realidad es que
el capital monopolista, incluso en los países imperialistas, necesita de la
maquinaria del Estado.
El Estado ha sido domesticado para servir exclusivamente a los
intereses de los imperialistas. Lo pueden ver en la forma en que Donald Trump
utiliza el gobierno en Estados Unidos y lo pueden ver en los llamados consensos
nacionales de Gran Bretaña, Francia y Alemania.
Por lo tanto, decir que las fuerzas del mercado reemplazan al Estado es una
tontería. El Estado con sus aparatos de poder militar y policial es esencial para el proceso de globalización.
¿Cuáles son los desafíos que esta
globalización plantea a los países del Sur?
AMIN: El desafío para nosotros hoy es luchar
por una alternativa a la globalización. Tenemos que salir de este patrón de
globalización. En tiempos antiguos era la globalización colonial para India y
otras naciones.
Después de nuestra victoria, de la victoria del
pueblo indio junto con la victoria de los chinos y otros, negociamos la
globalización. Ahora estamos de regreso a la llamada globalización liberal, que
es decidida unilateralmente por los países del G7 (Grupo de los 7), esto es
Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón.
El desafío que tenemos ante nosotros es
rechazar este patrón de globalización, no tener ilusiones con esta
globalización. Para los países africanos la globalización significa el saqueo de
sus recursos nacionales como petróleo, gas, minerales y también tierras
cultivables.
Para la India, al igual que para muchos países
de América Latina y del sur de Asia, toma otras formas. Esto incluye
aprovecharse de nuestra mano de obra barata, transfiriendo valor creado en
nuestros países a través de la extracción de renta monopólica para el sistema
imperialista. Este es el desafío que tenemos ante nosotros.
John Bellamy Foster del Monthly Review escribe
que sólo nos quedan dos opciones: el socialismo o la exterminación, ya que el
capitalismo ha llegado a un callejón sin salida. Usted ha escrito que el
capitalismo se ha vuelto obsoleto. ¿El fin del capitalismo está en el horizonte?
¿Qué es lo que hace del capitalismo un sistema social obsoleto?
AMIN: El capitalismo está en una crisis
estructural. A mediados de la década de 1970, las tasas de crecimiento de los
centros desarrollados capitalistas, Estados Unidos, Europa y Japón cayeron a la
mitad de lo que habían sido en los treinta años anteriores. Y no se han
recuperado desde entonces. Esto significa que la crisis continúa e incluso se
profundiza año tras año.
Y los anuncios de que estamos saliendo de la
crisis debido a que la tasa de crecimiento en Alemania está subiendo de 1,2% a
1,3% son simplemente risibles.
Esta es una crisis sistémica, no una crisis en
U, sino una crisis en L.
La Crisis en U es del tipo normal de las crisis capitalistas. Se refieren a racionalidad que conduce a la recesión en primer lugar, con cambios estructurales menores, para traer de vuelta el crecimiento. El gráfico de la crisis se ve como una U, una caída y luego de un período, el crecimiento vuelve a aumentar.
La Crisis en L significa que el sistema no
puede salir de la recesión. No hay línea que vaya hacia arriba después de la
caída. La única salida posible es cambiar el sistema. Los cambios menores no son
suficientes. Hemos llegado al punto en que el capitalismo ha empezado a
declinar.
El declive es un momento muy peligroso. El
capitalismo no va a esperar su muerte tranquilamente. Se comportará cada vez más
salvajemente para mantener su posición, para mantener la supremacía imperialista
de los centros. Esta es la raíz del problema y de las guerras imperiales.
La guerra comenzó en 1991, inmediatamente
después del colapso de la Unión Soviética. La primera salva fue la Guerra de
Irak en 1991. El desmembramiento de Yugoslavia entre 1991 y 2001 trajo esa
guerra a Europa.
Ahora, en mi opinión, el sistema europeo en sí
mismo ha comenzado a implosionar. Esto se ve en los resultados negativos de las
políticas de austeridad. Son negativas para la gente, pero también para el
capitalismo porque no provocan crecimiento imperialista.
Las políticas de austeridad no traen crecimiento. Las respuestas políticas a estas políticas públicas, sea el proceso del Brexit, sea el régimen de austeridad en España o los gobiernos ultra reaccionarios y chauvinistas de Europa del Este, no responden a una solución real para el sistema. De hecho la guerra y el caos están inscritos en la lógica de este sistema en descomposición.
En «El retorno del fascismo en el capitalismo
contemporáneo» usted argumenta que la crisis del capitalismo contemporáneo crea
condiciones fértiles para el retorno del fascismo en el mundo actual. Esto es
evidente por la emergencia de varias fuerzas de derecha en diferentes partes del
mundo. ¿Está apuntando a una repetición del fascismo clásico?
AMIN:
El sistema de la llamada globalización
neoliberal no es sostenible. Genera mucha resistencia en el Sur, así como en
China. Esta
globalización ha creado enormes problemas para el pueblo de Estados Unidos,
Japón y Europa. Por lo tanto, esta globalización no es sostenible. Ya que el
sistema no es sostenible, el sistema mira hacia el fascismo como la respuesta a
su creciente debilidad.
Es por esto por lo que el fascismo ha reaparecido en Occidente. Occidente exporta el fascismo a nuestros países. El terrorismo en nombre del islam. Es una forma de fascismo local. Y hoy, tenemos en India la reacción derechista hinduista . Esto también es un tipo de fascismo. India era un país democrático. Aunque India es un país donde la mayoría de la gente practica el hinduismo, quienes no lo hacen eran igualmente aceptados. El régimen en India ahora es una forma de semi-fascismo o fascismo suave.
No es suave para todas las personas ya puede
ser más duro contra algunas de ellas. Tenemos la misma situación en el mundo
islámico, empezando por Pakistán y siguiendo con Irak, Siria, Egipto, Argelia,
Marruecos y otros. Estas formas de fascismo local también han penetrado en
muchos otros países.
(...)
¿Cuáles son las perspectivas y los desafíos
para la izquierda en el escenario político contemporáneo?
AMIN: En mi libro, ¿Salir
de la crisis del capitalismo o salir del capitalismo en crisis?, sostengo
que no podemos salir de esta crisis sin empezar a salir del sistema capitalista.
Es un desafío gigantesco. La solución no se encontrará en unos pocos años en
ningún lugar, ni el norte ni en el sur. Tomará décadas. Pero el futuro comienza
hoy. No podemos esperar hasta que el sistema nos haya llevado a una guerra
gigantesca y a una catástrofe ecológica para reaccionar. Tenemos que reaccionar
ahora.
Esto requiere que la izquierda sea audaz. Por
la izquierda, me refiero a la izquierda radical, que es mucho más amplia que,
pero incluye a los actuales herederos de la Tercera Internacional, es decir los
partidos comunistas.
Hoy en día, hay movimientos de resistencia en
todo el mundo. En algunos casos, son movimientos de resistencia muy fuertes. Las
y los trabajadores están en luchas perfectamente legítimas, pero están a la
defensiva. Esto es, están tratando de defender cualquier cosa que hayan ganado
en el pasado, que gradualmente ha sido erosionada por el llamado neoliberalismo.
Eso es legítimo, pero no es suficiente. Es una estrategia defensiva que permite que el sistema de poder del capital monopolista mantenga la iniciativa. Tenemos que pasar de la actitud defensiva a una estrategia afirmativa, es decir, a una estrategia de ofensiva e invertir las relaciones de poder. Hacer que el enemigo -los sistemas de poder-, nos respondan en lugar de responderles a ellos. Quitarles la iniciativa. No soy arrogante. No tengo un plan en mi bolsillo sobre lo que un comunista en Austria debería hacer, ni sobre lo que deberían hacer los comunistas en China o los de Egipto, mi país.
Pero tenemos que discutirlo franca y
abiertamente. Tenemos que sugerir estrategias, debatirlas, probarlas y
corregirlas. Esto es vida y lucha. No podemos parar. Quiero decir que ¡lo
primero que todos necesitamos es audacia!
Ahora, puede comenzar el cambio si los
movimientos populares se mueven de la resistencia hacia una alternativa
agresiva.
Eso podría suceder en algunos
países. Ha comenzado a suceder, pero sólo en algunos países de Europa, como
Grecia, España y Portugal.
En Grecia, hemos visto que el sistema europeo
derrotó ese primer intento. El pueblo europeo, incluso aquellos que simpatizan
con el movimiento griego, han sido incapaces de movilizar una opinión lo
suficientemente fuerte como para cambiar la actitud de Europa.
Esta es una lección. Debemos comenzar
movimientos audaces, y creo que luego empezarán en diferentes países. He
discutido esto con, por ejemplo, personas de La Francia Insumisa, un movimiento
liderado por Jean-Luc Mélenchon. No he propuesto planes específicos, sino que
señale estrategias en general, comenzando con la re-nacionalización de grandes
monopolios y específicamente las instituciones financieras y bancarias.
Le dije que la renacionalización es solo el
primer paso. Es la condición previa para, eventualmente, ser capaces de avanzar
a la socialización de la gestión del sistema económico. Si nos detenemos sólo en
la nacionalización, entonces se tiene capitalismo de Estado, que no es muy
diferente del capitalismo privado. Eso sería engañar a la gente. Pero si se
concibe como primer paso, abre el camino.
El capitalismo ha alcanzado un nivel de
concentración de poder político y económico que no se puede comparar con el que
tenía hace 50 años. Un puñado, unas pocas decenas de enormemente grandes
empresas y menos de 20 instituciones bancarias deciden la dirección de todo.
François Morin, un importante experto
financiero, ha dicho que menos de 20 grupos financieros controlan el 90% de las
operaciones del sistema financiero y monetario global integrado.
Si añadimos unos 15 grandes bancos, vamos del
90% al 98%. Se trata de apenas un puñado de bancos. Eso es centralización,
concentración de poder. La propiedad permanece diseminada, pero eso es de menor
importancia. El punto es cómo se controla la propiedad. Esta centralización del
control de la propiedad ha llevado al control de la vida política.
Estamos ahora lejos de la democracia burguesa
del siglo XIX y de la primera mitad del siglo XX. Vivimos ahora en un mundo con
un sistema de partido único. Los socialdemócratas y los conservadores son ahora
social-liberales.
Puede haber dos partidos que compiten en las
elecciones, pero en realidad son el mismo partido. Esto significa que vivimos en
un sistema de partido único. En Estados Unidos, demócratas y republicanos han
sido siempre un solo partido. No era así en Europa y, por lo tanto, en el
pasado, el capitalismo pudo ser parcialmente reformado. Las reformas
socialdemócratas de bienestar después de la Segunda Guerra Mundial fueron
grandes reformas.
En mi opinión fueron reformas progresistas,
incluso si estaban asociadas con el mantenimiento de una actitud imperialista
frente a los países del Sur. Ahora eso se ha vuelto imposible. El sistema de
partido único ha llegado, pero ha estado perdiendo legitimidad. Eso también abre
un camino para el fascismo, para el neofascismo, que está creciendo en todas
partes. Esta es una de las razones por las cuales tenemos que desmantelar el
sistema.
La protesta contra el capitalismo no puede ser una protesta de movimientos contra las consecuencias de los ataques neoliberales frontales contra los intereses del pueblo. Deben alcanzar el nivel de hacer que las personas sean políticamente conscientes.Esta conciencia debe conducir a la creación de una amplia alianza social para reemplazar a las alianzas de las burguesías compradoras que gobiernan nuestros países y a las alianzas proimperialistas que gobiernan los países occidentales.
¿Estas fuerzas aisladas en diferentes países
del mundo pueden suponer un desafío al capital monopolista generalizado, que es
de carácter verdaderamente internacional? ¿Qué pasa con la necesidad de alguna
forma de cooperación internacional o la reactivación del espíritu del
internacionalismo entre las masas que luchan?
AMIN:
Necesitamos reavivar
el internacionalismo como parte fundamental de la ideología del futuro, pero
también debemos organizarlo, es decir, intentar interconectar las luchas de
varios países. Ahora, este internacionalismo no puede ser una reproducción de la
Tercera Internacional (la Internacional Comunista). Porque la Tercera
Internacional vino después de la victoria de la Revolución de Octubre y con el
apoyo de un nuevo Estado fuerte, la Unión Soviética. Ahora no estamos en esa
posición. Por lo tanto, debemos imaginar otro modelo para nuevos vínculos
internacionales.
Actualmente, estamos en una situación diferente. Tenemos fuerzas potencialmente radicales, pro-socialistas, anticapitalistas, antiimperialistas que son diferentes en diferentes países. Tenemos que unirlas. Tenemos que entender que lo que compartimos en común es más importante que las diferencias entre nosotros. Tenemos que discutir las diferencias y discutirlas libremente, sin arrogancia, sin proclamar «yo tengo la razón y tú estás equivocado». Lo que tenemos en común es más importante y debería ser la base para reconstruir el internacionalismo. Lo digo tanto para el Norte como para el Sur. Cada uno tiene sus condiciones específicas, y las condiciones son diferentes de un país a otro. La visión general es similar, pero las condiciones son diferentes. En cualquier momento, esta es mi visión sobre cómo comenzar el proceso.
Existen estas ambigüedades y no podemos
evitarlas. Debemos tener alianzas amplias con personas que nunca pensaron que el
socialismo debería ser la respuesta a la crisis del capitalismo. Todavía piensan
que el capitalismo puede ser reformado. ¿Y qué importa? Si podemos trabajar
juntos contra el capitalismo como es hoy, sería un primer paso.
Pero tenemos que pensar de antemano sobre cómo
crear una nueva dinámica internacional. No tengo un plan para hacerlo. No se
trata de establecer una secretaría o cuerpos de liderazgo organizacional.
Primero, los compañeros deben estar convencidos de la idea, lo que no siempre
ocurre. Segundo, los europeos han abandonado la solidaridad antiimperialista y
el internacionalismo a favor de aceptar las llamadas intervenciones humanitarias
y de ayuda, ¡incluyendo bombardear a la gente! Eso no es internacionalismo.
Creo que las políticas públicas nacionales,
utilizo estas palabras porque no hay otras, son todavía el resultado de luchas
dentro de las fronteras de los países. Sea que esos países sean realmente
estados-nación o un Estado multinacional, luchan dentro de fronteras definidas.
Tenemos que cambiar el balance de fuerzas dentro de los países, lo cual nos
permitirá cambiar el balance de fuerzas a nivel internacional.
Tenemos que reconstruir una nueva dinámica internacional, una internacional de las y los trabajadores y otras personas. Eso implica un gran número de campesinos y segmentos de la sociedad que van mucho más allá del proletariado. En India, puedes ver que si no hay una alianza entre el proletariado urbano y los pobres urbanos -que tienen poca conciencia proletaria- y la gran mayoría de la sociedad rural india o campesinado, no puedes construir resistencia. Estas son fuerzas sociales diferentes y pueden estar representadas por diversas voces políticas. Pero tenemos que saber lo que compartimos en común. Los intereses que compartimos en común son más importantes que nuestras diferencias. Necesitamos una amplia alianza política que pueda movilizar a personas que pertenecen a diversas clases pero que son todas víctimas del imperialismo de hoy.
Contextualicemos
análisis sobre Argentina (o el Abya Yala)
no sólo visualizando el sistema mundo capitalista sino también poniendo de relieve,
por un lado, qué democracia tenemos al compenetrarnos sobre cómo ataca a las
comunidades mapuche. Y por otro, porqué los poderes establecidos lo hacen.
Para ello valoremos qué nos aclaran los mapuche: "Hoy en día hay un
renacimiento como pueblo y como nación, de esa fuerza que se perdió en la
época de la conquista. Esto va más allá de ser un militante político. Es
espiritual y filosófico. Eso es lo que nos mueve. Nuestro pueblo se está
despertando y se está levantando con fuerza. El Estado no sabe qué hacer.
Esto no es porque sí. Esto tenía que pasar. Si nosotros no tenemos este
compromiso y convicción, no va a quedar nada para nuestros hijos. Esto se
hace para que las generaciones que vienen tengan un lugar y que el
capitalismo no destruya todo. El presidente está entregando todo el
territorio. Lo que ellos quieren es destruirlo. Nuestra fuerza sale de ese
territorio. Nosotros tenemos que defenderlo para que nuestros hijos tengan
un lugar donde levantarnos. La fuerza está en el territorio, no está en la
ciudad. Tenemos que volver a los territorios. A nosotros nos van a sacar
muertos del territorio. No nos importa perder la vida. Sabemos que estamos
haciendo algo por nuestros hijos. Hasta para esa gente que fue a dispararle
a Rafael Nahuel, y
hasta el mismo juez. Ellos no saben que están haciendo.
Contaminan y destruyen todo. Nosotros defendemos la naturaleza.
De ahí sacamos nuestra fuerza. Es algo más espiritual. Nuestro
pueblo está llamado a levantarse".
[RNMA.difusión] Otro día de cacería de mapuche
(Entrevista de Enredando las mañanas)
La Red Nacional de
Medios Alternativos dialogó con Elisabet Loncopan y Mirta
Curruhuinca, vocera y mamá de Lautaro González Curruhuinca,
respectivamente. La grabación de esta nota fue por la mañana. Al
mediodía, mientras se emitía al aire de las radios de la RNMA, ambas
fueron detenidas junto a otras 8 mapuche, durante un acto por el primer
aniversario del crimen de Rafa Nahuel.
AUDIO descargar
Lautaro González Curruhuinca está clandestino -prófugo para la justicia- junto a Fausto Jones Huala. Ambos bajaron el cuerpo aún con vida de Rafael Nahuel a la Ruta 40 el 25 de noviembre de 2017. Hoy, lejos de ser para la justicia testigos fundamentales de la causa, están procesados y con pedido de captura nacional e internacional. Mientras tanto, los prefectos que participaron de aquel operativo no tienen procesamientos.
Elisabet y Mirta están ahora
detenidas junto a Maria Nahuel, Adrian Dominguez, Marcos Curcui,Cristian Teufal, Jessica
Bonefoi y 4 menores, entre ellas la Machi (una autoridad para las
comunidades), que acaba de ser liberada al tiempo de la publicación de
esta nota. Este fue el diálogo largo que mantuvimos con ellas antes de
las detenciones.
Red
Nacional de Medios Alternativos: Lautaro y Fausto fueron quienes bajaron
el cuerpo de Rafael Nahuel.
Elisabet Loncopan: Tanto
Lautaro como Fausto no son solamente los mapuches que bajaron el cuerpo
de Rafael tratando de auxiliarlo, sino que
han sido los sobrevivientes y principales testigos de la emboscada que
sufrieron los comuneros el 25 de noviembre del año pasado. Muchísimos
kilómetros arriba de lo que determinaba la orden de desalojo del juez
Villanueva. Esto es importante que se empiece a plantear. No se logra
visibilizar cuál fue el rol de los dos lamien dentro de la causa
judicial. Hoy
son los únicos imputados por resistencia a la autoridad y usurpación
dentro de la misma causa donde se investiga el asesinato de Rafael
Nahuel. Todo esto está en un mismo expediente, lo que imposibilita ser
testigos, contar lo que pasó y relatar ese momento sobre la montaña. Hay
otros testigos que pueden relatar qué pasó abajo y cómo fue el operativo
sobre la ruta y en la ciudad. El relato de ellos, hoy en la causa,
impide que se logre individualizar a cada uno de los albatros que subió
a esa emboscada.
RNMA: Los testigos de las causas, tanto en la de Santiago Maldonado como
en la de Rafael Nahuel, más que protegidos son perseguidos por la
justicia, ¿no?
EL: El modus operandi
de la justicia y del poder ejecutivo se mantienen en la misma línea. Lo
que el año pasado pasó en el caso de Santiago Maldonado es lo que está
pasando ahora: tratar de invisibilizar a los testigos que pudieron salir
a declarar para seguir judicializando gente, identificando personas y
perseguir familias. Las personas que se dispusieron a contar todo lo que
se había visto adentro de lo que fue el allanamiento y la represión del
1 de agosto que culminó con el secuestro, posterior asesinato y haber
plantado el cuerpo de Santiago Maldonado en la misma comunidad.
Va en
la misma línea que en la que va ahora la investigación en cuanto al
asesinato por la espalda de Rafael Nahuel. Hay 2 testigos que no están
en la causa. Nos llama la atención como tanto a Fausto como a Lautaro
les plantaron la teoría del enfrentamiento, como que tuvieron algo que
ver con la muerte de Rafael Nahuel. Fueron detenidos en ese mismo
instante cuando llegan a la ruta. No se les dio ningún tipo de
asistencia, ni a ellos ni a Rafael, que, en teoría, se encontraba ya sin
vida, algo que no está claro todavía. Recién fueron trasladados a la
ciudad de Bariloche sobre las 12 de la noche, casi 6 horas después de
que llegaran a la ruta. Fueron empapelados de una manera tal que generan
un mamarracho jurídico alrededor de ellos. Salieron excarcelados el 29
de noviembre y la revocatoria de la excarcelación terminó culminando el
15 de mayo por una orden de la Cámara de Casación, que además pretende
imputarlos por otro delito que es atentado al orden constitucional.
El juez Villanueva pidió que se los llame para detenerlos nuevamente y se les impute este delito. El 18 salió la orden de detención. Se presentaron distintos pedidos para apelar esta orden de revocatoria de excarcelación, que no fueron tenidos en cuenta hasta un mes después cuando la Corte Suprema dijo que no iba a hacer lugar a la apelación porque no se han presentado y no se han cumplido los requisitos que requería la excarcelación. Esto fue en el mes de junio, aun teniendo en cuenta que la Fiscal Little, en su pedido de revocatoria, introdujo un nuevo elemento en la causa que es culparlos de tenencia de armas. En la causa judicial no están imputados por tenencia de armas. Sus imputaciones son por usurpación y por resistencia a la autoridad, agravado por ser más de 3 personas. En ningún punto del expediente se encuentra visualizado ni probado que por parte de la comunidad haya habido armas ni ningún otro tipo de resistencia que no fuera la de la defensa.
Porqué volvemos a hablar de una emboscada. Albatros disparó más de cien
veces sobre el grupo de comuneros que se encontraba a varios kilómetros
del lugar que les correspondía cuidar y por el cual estaban como preventores. La orden de desalojo del juez Villanueva fue de 200 x 300
metros. No implicaba toda la fracción de territorio por la cual Parques
Nacionales hace la denuncia en su momento. Este mamarracho jurídico
siguió el 10 de agosto, cuando se dictó una orden de captura a Fausto y
a Lautaro. Días después, suspendieron la defensa. Posteriormente, se
pidió nuevamente una pericia sobre las ropas de Rafael, de Lautaro y de
Fausto para tratar de probar si había restos de pólvora. Tanto en las
manos de Fausto como en Rafael se encontraron muy pocas partículas de
pólvora que no son compatibles al hecho de haber tenido ni disparado un
arma ese día. Se encontraron mayor cantidad de restos de pólvora en las
manos de Pintos. Esto no fue tenido en cuenta.
Todo pretende ir directamente a probar desde su parte que hubo un enfrentamiento, lo cual es totalmente ilógico. Hay que tener en claro que la teoría del enfrentamiento es algo que viene de arrastre. Generar un enemigo interno le permite empezar a aislarlos y romper esos lazos solidarios que hemos generado desde hace 3 años que se encuentra la comunidad en resistencia recuperando territorios. Hay que tenerlo claro para entender cómo se genera toda la estigmatización, ahora también sobre la comunidad Latismuypuimapu.
Es
muy llamativo tener la presencia del juez Villanueva investigando
durante un año una muerte en la cual él decidió llevar a cabo el
desalojo sin tener ningún tipo de medida. Dejó el lugar librado al azar
y dejó actuar a los Albatros, cuando en realidad el predio estaba abajo.
Cuando desalojó la comunidad quedó él a cargo del predio. Y es el juez
Villanueva el que sigue investigando durante un año, cubriendo a los
asesinos, cubriendo a quienes dieron las órdenes políticas de que se
entrara ese día a desalojar a la comunidad.
Hay que recordar que el
Comando Unificado sigue funcionando y viene funcionando desde hace más
de un año. Hubo un acuerdo entre los gobernadores de Chubut, Río Negro y
Neuquén para poder llevar adelante la represión sobre las comunidades
que pretendan poner en jaque los intereses de los grandes capitalistas. La
recuperación a Parques Nacionales siempre ha sido tenida en cuenta como
una de las acciones más radicales de las comunidades cuando en realidad
son muchísimas las comunidades cuyos territorios están siendo usurpados
por Parques.
RNMA: la decisión de Fausto y de Lautaro
de no presentarse ante la justicia ¿fue personal o colectiva?
EL: En
cuanto a las decisiones, cada familia es autónoma y cada
comunidad es una familia. No es que ellos decidieron darse a la
clandestinidad. Fueron obligados por la cantidad de presiones
que se generan jurídica y políticamente. Esperamos que los
organismos de derechos humanos tomen una postura necesariamente
política y salgan a defendernos. Son las personas que pueden
relatarnos lo que pasó durante esa emboscada, montaña arriba, y
que nos pueden definir quiénes fueron los que dispararon y cómo
actuaron. Está probado en la causa y en el expediente jurídico
que la bala salió del arma del Albatros Pinto. Hubo otros 6 que
intervinieron cuyos roles están definidos. Hoy están llamados
como testigos cuando en realidad son tan homicidas como el que
disparó ¿Cuál es el rol del juez Villanueva investigando una
muerte que él mismo ocasionó? ¿uál es el rol del Ministerio de
Seguridad, Noceti, Burzaco, Patricia Bullrich? ¿Cuál es el rol
del poder ejecutivo a cargo de Mauricio Macri y de los distintos
poderes de las provincias?
Esto es lo que necesitamos que se
ponga en discusión. Nos molesta mucho y nos duele el hecho que
la muerte de Rafael Nahuel no haya generado las mismas presiones
que generó la desaparición forzada de Santiago Maldonado; que no
se hayan acercado las distintas organizaciones a conversar, a
plantear una estrategia y a ver cómo se acompaña. Lo que llegó a
dilatar el caso es que tuviéramos al mismo juez que dio la orden
de matar a Rafael a cargo de la investigación un año. Ahora se
fue, retomó Moldes, que es otro juez que viene persiguiendo a
las comunidades y a las distintas organizaciones y activistas
sociales desde hace dos décadas. Moldes es el primero que
criminaliza una protesta social en Bariloche. El
panorama no es nada alentador. Tampoco es alentador que el
resto de las organizaciones y la sociedad hacen silencio ante
esta arremetida de los poderes.
RNMA: Ahora
el juez Moldes libró un alerta roja de Interpol pidiendo la
detención de Lautaro y de Fausto.
EL: Hace dos
días salió una alerta roja de Interpol. Es llamativo que esta
medida se dé a días de que se inicie en Chile el juicio hacia el
lonko Facundo Jones Huala. Todos saben que las familias se van a
movilizar. Deja abierta la puerta para que las fuerzas
represivas del Estado chileno puedan investigar, perseguir,
seguir criminalizando a los integrantes de las distintas
comunidades que puedan llegar a dar su solidaridad en este
juicio. No nos sorprende para nada. Los argumentos por los que
la Interpol da este alerta roja no tienen ningún tipo de
sustento. Son en base a un supuesto número que podría pertenecer
a alguien cercano a Lautaro. Lo real es que no tienen nada, pero
la persecución continúa. La siguen profundizando. Nos molesta
mucho saber que hay silencio del otro lado. Los lamien tienen
pedido de detención desde hace seis meses y un pedido de captura
desde hace tres meses. Al volver al juzgado de Bariloche, Moldes
podrá tomar decisiones trascendentes que Villanueva no se animó
a tomar. El pedido de la fiscal Ávila sobre un nuevo desalojo en
la comunidad está aún latente. Villanueva no le hizo lugar, pero
es posible que Moldes sí le haga lugar y le pida que se allanen
distintas comunidades como se hizo el año pasado con la excusa
de tratar de buscar a Santiago Maldonado. Ahí se allanaron
distintas comunidades en distintos lugares.
El Comando Unificado
ya tiene acuerdos de cómo van a reprimir y a quiénes van a
criminalizar. Nos tiene preocupados que se puedan librar órdenes
de allanamientos con la excusa de buscar a Fausto y a Lautaro,
que puedan llegar a cualquier comunidad generando los desastres
que generan, desapariciones, muertes, torturas y violaciones. El
Pu Lof tiene un importantísimo arsenal de denuncias contra las
fuerzas represivas.
Estamos expuestos a que cualquier orden de allanamiento o de
represión pueda culminar con desapariciones y muertes contra
todos los que nos encontramos en el territorio hoy resistiendo.
Necesitamos que se los reconozca a Fausto y a Lautaro como las
personas que nos pueden relatar lo que pasó en aquella emboscada.
Rafael era el sobreviviente de una colonización que nos
atraviesa hace siglos. Estaba reconstruyendo su identidad y fue
fusilado por la espalda defendiendo un territorio de su
comunidad y de su pueblo en conjunto. Son las cosas que
necesitamos que se empiecen a visualizar.
Luego de la charla
con Elisabet Loncopan, la Red Nacional de Medios Alternativos
también pudo charlar con Mirta Curruhuinca, la mamá de Lautaro,
apenas minutos antes de que fuera detenida durante la protesta
por Rafael Nahuel.
“Yo soy la mamá
Lautaro. Como madre estoy orgullosa con el acto de humanidad que
hizo mi hijo: querer salvarle la vida a una persona. Nosotros
como familia quedamos muy marcados con lo que pasó con Santiago.
La desaparición, los allanamientos y todo lo que tuvimos que
sufrir en ese tiempo. Nadie denuncia nada. Nosotros nos tenemos
que unir como madres. Duele mucho ver lo que les hacen a
nuestros hijos. Estamos orgullosos de lo que él hizo al querer
salvarle la vida a este lamien. Más allá de toda la persecución,
seguimos firmes y no vamos a bajar los brazos. No le tenemos
miedo al Estado. Vamos a seguir luchando. Yo también estoy
imputada en la causa de La Trochita, no puedo salir del país.
Lo
único que queda es unirnos y tratar de defendernos entre
nosotros. Todo va a ir complicándose más. El juez que viene
ahora parece bastante antimapuche. Acá seguimos fuertes y con la
frente en alto. No queremos ser los mapuches a los que la gente
les tenga lástima. Tampoco somos delincuentes. Tampoco somos
personas que hagamos cosas malas. Somos familias que estamos
volviendo al territorio. Estamos construyendo una identidad y
una cultura. Lo que dice la prensa es un circo mediático, para
después golpear. Estamos atentos”, comenzó diciendo Mirta.
RNMA: La
imputación en La Trochita fue por una medida para visibilizar el
conflicto. Luego hubo una gran represión en enero del 2017.
MC: La
represión fue bien dura. Ellos decían que tenían que desocupar
las vías. No tenían que haber llegado a la casa como llegaron.
Ahí en la casa entraron y golpearon. A mi niña, que tenía 11
años, la arrastraron y la sacaron de los pelos. Nos golpearon.
Eso fue a la mañana. La persecución no es solo con nosotros sino
también con la gente que se solidariza con las represiones.
Después hubo 5 lamien más que fueron llevados a juicio, personas
que fueron a ser solidarias con la comunidad. Terminaron
imputados y con causa por enfrentamiento a la policía. Es un
circo que uno realmente no entiende. Nos damos cuenta que el
Estado nos tiene miedo. Sino no haría todo este circo mediático.
RNMA: ¿Cómo vivís
la clandestinidad de tu hijo?
MC: Una madre
siempre tiene la preocupación de no saber cómo está ni dónde
está. Estratégicamente, la policía, el Estado y el juez a las
primeras personas que van a seguir son a los padres y a las
familias. Él fue obligado a tomar esa decisión y nosotros la
respetamos. Hemos visto otros casos donde los chicos caen presos
y después dicen que fue un suicidio o un enfrentamiento en la
misma cárcel. Ellos son testigos de lo que pasó allá arriba.
Como testigos los tenemos que cuidar. Él no está clandestino
porque se quiso hacer el rebelde. Está clandestino porque
tenemos que salvarle la vida. Hoy en día no se puede confiar en
la justicia.Él fue obligado a ser clandestino. Como mapuches
nunca tuvimos justicia. Hoy estamos fuertes, con firmeza. Como
madre estoy orgullosa de mi hijo. Quiso salvarle la vida. No
entiendo al grupo Albatros, si no tienen hijos o no sé que son.
Nosotros somos más ser humano que esas personas, por más que nos
quieran pintar como salvajes, delincuentes y terroristas. Tiene
20 años Lautaro.
RNMA: ¿Hace
cuánto que la familia está en el proceso de reconstruir la
identidad mapuche?
MC: Muchos
años lleva esto. Desde que ellos nacieron, sabíamos que éramos
mapuche. Acá estamos en esta lucha. Siempre supimos que somos
mapuche y somos de una Nación.
RNMA: ¿Viven en
una recuperación o en Bariloche?
MC: Ahora
estoy en la ciudad tratando de visibilizar todo esto. Yo vivo en
el territorio de Cushamen.
RNMA: ¿Pensaste
en abandonar la lucha?
MC: No.
Sabemos que nacimos por algo y esto es por lo que nacimos. No es
porque uno quiere militar y es así. Hoy en día hay un
renacimiento como pueblo y como nación, de esa fuerza que se
perdió en la época de la conquista. Esto va más allá de ser un
militante político. Es espiritual y filosófico. Eso es lo que
nos mueve. Nuestro pueblo se está despertando y se está
levantando con fuerza. El Estado no sabe qué hacer. Esto no es
porque sí. Esto tenía que pasar. Si nosotros no tenemos este
compromiso y convicción, no va a quedar nada para nuestros
hijos. Esto se hace para que las generaciones que vienen tengan
un lugar y que el capitalismo no destruya todo. El presidente
está entregando todo el territorio. Lo que ellos quieren es
destruirlo. Nuestra fuerza sale de ese territorio. Nosotros
tenemos que defenderlo para que nuestros hijos tengan un lugar
donde levantarnos. La fuerza está en el territorio, no está en
la ciudad. Tenemos que volver a los territorios. A nosotros nos
van a sacar muertos del territorio. No nos importa perder la
vida. Sabemos que estamos haciendo algo por nuestros hijos.
Hasta para esa gente que fue a dispararle a Rafael Nahuel, y
hasta el mismo juez. Ellos no saben que están haciendo.
Contaminan y destruyen todo. Nosotros defendemos la naturaleza.
De ahí sacamos nuestra fuerza. Es algo más espiritual. Nuestro
pueblo está llamado a levantarse.
Ambas hablaron en
nombre de Lautaro González Curruhuinca ante su imposibilidad de
hacerlo por la situación que atraviesa. Ahora, tanto Mirta como
Elisabet necesitan que alguien hable en nombre de ellas.
Fotos: Roxana Spataro
FB: Rox Ana
FB: Rox Ana
Destapemos
que debemos confrontar con el capitalismo y no sólo con el
neoliberalismo e imperialismos."Presenciamos en la actualidad
a escala planetaria, una agudización sin precedentes de las históricas
contradicciones sociales y ecológicas del desarrollo capitalista mundial".
Señala, en otro artículo,
Emiliano
Teran Mantovani
y concluye:
Si las luchas masivas tienden inevitablemente a declinar, a agotarse, después de una ola ascendente y efervescente, y con ello, la composición política se hace más adversa a la producción y reapropiación de lo común, y el Estado se hace más reaccionario y conservador, la única alternativa ante esto es procurar el florecimiento territorial de lo común, de la comunalidad –vista como estabilización de lo común–, que permita que los procesos de lucha social, la configuración de alternativas y transformaciones, se hagan más orgánicas.
Si el Estado es también una creencia colectiva, es fundamental construir
nuevos sentidos comunes, nuevas creencias sociales que busquen desplazar a
la conciencia colectiva de su inevitabilidad, al fetiche del Estado, a su
capacidad de abstractalizar el
poder, a su esencia trascendente, para en cambio territorializar la
posibilidad emancipatoria.
Leer
Chavismo, crisis
histórica y fin de ciclo:
repensarnos desde
el territorio.
4 de enero de
2016
Por
Emiliano Teran Mantovani
(Rebelión)
Los resultados
electorales del 6-D 2015 en Venezuela parecen ser el síntoma de un proceso de
estancamiento y reajuste conservador que se ha estado desarrollando ante
nuestros ojos. Lo que tenemos ahora es la oficialización de un nuevo escenario
institucional en el cual, dos de los sectores políticos más reaccionarios de los
que disputan el poder en el país – neoliberales mutantes o
edulcorados, y neoliberales uribistas [1] –
, y como bloque, en América Latina, se harán del control de mecanismos de
decisión formal y de sectores del aparato estatal, buscando allanar el camino
para la expansión de procesos de acumulación por desposesión.
Este desplazamiento político parece apuntar pues, a una
estrategia de remodelación radical de toda la arquitectura progresista de la
Revolución Bolivariana, amenazando más abiertamente los medios de subsistencia
de la población trabajadora y a la naturaleza. Estas visibles amenazas, junto
con una serie de mitos, slogans y tabúes políticos que se terminaron de romper a
partir del 6-D, han estimulado un debate descarnado, plagado del ¿qué hacer? en
una situación excepcional. La sensación de distanciamiento que tienen las bases
sociales chavistas respecto a las cúpulas gubernamentales, junto con esta
sensación de desmoronamiento y restauración conservadora, invitan, con mucha
fuerza, a discutir nuevamente, todo, desde
abajo.
El poder desde
abajo: ¿condiciones para la configuración de un nuevo ciclo político de luchas
en Venezuela?
Si algo parece que siempre se le ha reclamado al proceso político
venezolano reciente, ha sido su falta de organicidad en facetas claves: no ha
habido suficiente gente deseando la comuna, no se ha logrado configurar un
sólido entramado cultural e ideológico para salir del rentismo y " construir el
socialismo " , no se ha constituido un núcleo material productivo suficiente
para darle sustento al proyecto y apuntar a la muy nombrada independencia. El
proyecto ponía mucho énfasis desde arriba para lograr los grandes objetivos
nacionales del socialismo. Pero tal vez convenga admitir que, en los momentos de
mayor esplendor de los de abajo, sean en pequeñas o grandes expresiones (ej.
13/04/2002), la política general fue la de contención y administración de la
potencia popular –que en los primeros años del proceso parecía decir ¡queremos
todo!, ¡podemos con todo!
Nuestra hipótesis es que, luego del ciclo histórico de luchas populares en Venezuela entre 1935-1970, se inició otro a partir de 1987/1989, el cual podría haber culminado entre 2005/2007. La hegemonía del Petro-Estado a partir de 2004/2005 comenzó a cambiar las formas de la producción política y las movilizaciones de calle del bloque contrahegemónico se fueron corporativizando, regulando y mermando. Entre 2008/2009 (crisis económica global), pasando por 2013 (año del fallecimiento del Presidente Chávez), hasta este caótico cuasi-trienio (marzo 2013/2015), el proceso ha evolucionado del estancamiento a la entropía (como caotización sistémica). Algo parece haberse quebrado y podrían generarse las condiciones para la configuración de un muy complejo nuevo ciclo de luchas populares.
Chavismo,
subjetividad y contrahegemonía en el devenir de una tormenta política
Nunca es suficiente recordar una y otra vez que toda la
producción de una política progresista viene
precedida, y es sostenida, de luchas concretas desde abajo – de esta forma,
Chávez y la Revolución Bolivariana son paridos y recreados numerosas veces por
las fuerzas sociales de calle (27-F 1989, 13-A 2002, dic-ene-feb 2002-2003,
etc.) –. El futuro de la «Revolución Bolivariana», de las posibilidades de
mantener políticas sociales favorables a las clases trabajadoras, de salir del
rentismo petrolero, del Partido Socialista Unido, o en general de cualquier
agenda de izquierdas, progresista, o de transformaciones con un horizonte
emancipatorio, se constituyen, en primera instancia, por estas luchas populares.
Pero estas luchas populares desde abajo no tienen por qué ser pensadas solo en abstracto. Luego de casi 100 años de desarrollo del capitalismo petrolero en Venezuela, desde fines del siglo pasado se han producido las condiciones para la fertilización del proceso de producción de subjetividad contra-hegemónica más potente y masivo tal vez de la historia republicana del país, y esto ha ocurrido alrededor de códigos comunes que han girado en torno a un complejo proceso identitario que podemos llamar chavismo.
En otros espacios hemos planteado por
qué creemos que la narrativa originaria del chavismo se fue configurando desde
abajo, que el chavismo se ha constituido como una comunidad política y afectiva,
y que es una
identidad en disputa
– y por tanto tiene facetas contradictorias – , en la cual se ha producido un
progresivo desplazamiento de sus potencialidades emancipatorias y una
neutralización de su fuerza expansiva contrahegemónica por parte de una trama
burocrático corporativa.
A pesar de los múltiples ataques y agresiones que ha sufrido, sea
por la reaccionaria oligarquía tradicional, o bien por la élite burocrática que
se ha hegemonizado en el Petro-estado, el
chavismo sigue siendo una fuerza viva. Y esto es así, no principalmente por
sumarse más de 5 millones y medio de votos al Gran Polo Patriótico Simón
Bolívar. El chavismo nunca ha sido una invención electoral, o una identidad
vacía, inoculada de arriba hacia abajo, sino fundamentalmente el índice de un
proceso histórico de producción de subjetividad.
La ontología del chavismo, su base
fundamental, se sostiene aún, sobre dos pilares:
a) una base discursiva definida – un imaginario – , esencialmente anti-neoliberal,
que enarbola un ideal nacionalista-popular, de reivindicación histórica de los
sectores excluidos, de justicia social. Es
una construcción política literalmente progresista; y b) una potencia
material –una fuerza bio-política colectiva
– , desafiante, levantisca, turbulenta, ciertamente contradictoria, pero
irresistible, movible, expansiva y niveladora, que se inscribe en lo que parece
ser una especie de tradición histórica de lucha popular en Venezuela.
Ambos pilares de la ontología del chavismo representan la base
orgánica de un largo proceso histórico de producción de subjetividad
contrahegemónica, de la cual no se puede anunciar ligeramente su muerte o su
“adiós”, como múltiples voceros, fundamentalmente reaccionarios y cercanos a la
coalición de la MUD, lo han hecho principalmente después de la derrota electoral
del 6D.
De ahí que, el chavismo popular, el contrahegemónico, el ”salvaje”, ha sido, es, y seguirá siendo el principal objetivo de la guerra permanente contra el proceso de transformaciones que se ha producido en Venezuela en las últimas dos décadas. Éste es la clave en esta partida de ajedrez, porque es el elemento vivo que podría en realidad efectuar un « golpe de timón » o detener la ola restauradora. Por esta razón, el inicio de la crisis económica global (2008+) y de la burocratización del proceso allanan el camino para una estrategia conservadora de disolver la Revolución Bolivariana, carcomiéndola por dentro, como un cuerpo canceroso –en consonancia con lo que hemos llamado la metástasis de capitalismo rentístico –, en una disputa vital que se ha estado produciendo sobre el tejido social venezolano, impactando significativamente a esa comunidad política que llamamos chavismo.
Si resaltamos que los procesos
e identificaciones políticas no son en ningún modo estáticos y que numerosas
transformaciones han ocurrido no sólo en el período 1989-2015, sino incluso en
este caótico cuasi trienio 2013-2015,
debemos destacar dos ideas que consideramos determinantes en estos tiempos de
cambios e incertidumbre:
-
el agotamiento de un ciclo político histórico no supone necesariamente, o de manera lineal, el fin de un ciclo de luchas populares. Un ciclo político histórico –que se puede periodificar y delimitar geográficamente– se refiere fundamentalmente a un período en el cual predominan modos de hacer política, discursos y símbolos, regímenes de gubernamentalidad (Foucault), modalidades en la acumulación capitalista, que eventualmente empiezan a dejar de funcionar como lo habían venido haciendo, y comienzan a abrir las puertas al surgimiento de otros patrones generales de producción política – de ahí que en nuestros tiempos se haya abierto este debate sobre fin de ciclo en América Latina – . Sin embargo, un ciclo de luchas populares desde abajo, determinado por ciertos patrones de lucha, de subjetividades, marcos reivindicativos, y en especial, por su pertinencia en las transformaciones históricas – masividad, potencia, proporcionalidad en una correlación de fuerzas general – , puede atravesar estos ciclos, producirlos, o también ser producidos por estos [2] .
El agotamiento del “ciclo progresista”, no representa el
final de una historia de luchas, sino la continuación de la misma bajo nuevas
condiciones, determinadas por complejos factores de carácter sistémico.
Esto podría también abrir un nuevo carácter de pertinencia histórica de las
mismas, con nuevas modalidades, narrativas y formatos. Por esto, un posible
agotamiento del período de la « Revolución Bolivariana » –como tipo de
gubernamentalidad, de modalidad de acumulación de capital, de marco de
movilizaciones sociales – no necesariamente supone el agotamiento del chavismo
como canal de conexión de múltiples luchas desde abajo. Más bien cabría evaluar
si, ante un eventual avance restaurador abiertamente neoliberal en el país, la
población en general comienza a resistirla a partir, en buena medida, de los
principios de la “cultura chavista” desarrollada en los últimos años.
-
La Revolución Bolivariana no podía convertirse sólo en fuerza de estabilidad, conservación e “irreversibilidad”. Las transformaciones histórico-sociales son inevitables. Además vivimos una profunda crisis civilizatoria, y podríamos estar presenciando una desestructuración histórica del sistema-mundo tal cual lo conocemos. Esto a fin de cuentas, conviene pensarlo también ante los peligros de un anclaje o esencialización respecto a una idea del chavismo. Si el neoliberalismo post-consenso de Washington ha venido mutando en sus mecanismos de acumulación, si continúan emergiendo nuevas formas de dominación y nuevos tiempos se configuran para América Latina y el Caribe, y si van cambiando las condiciones materiales de vida de numerosas personas, de la misma manera se va transformando la producción de identidades políticas. Cabría entonces evaluar cómo el proceso de emergencia de subjetividades que se ha producido en torno al chavismo se está transformando en el devenir de esta tormenta política.
También podemos preguntarnos, ¿qué posición ocupa el chavismo
popular como una fuerza inherentemente contrahegemónica y aún orgánica, que
potencialmente resiste al capital y a la opresión de los poderes fácticos, en la
desgastada dicotomía gobierno-oposición? O bien, ¿Cómo gobierna, si lo hace? ¿Y
a qué se opone, si lo hace?
Algunas
coordenadas de la crisis: amenazas para los pueblos y la naturaleza
Quisiéramos destacar puntualmente algunas amenazas y tendencias
que se abren o intensifican en este punto de bifurcación en el que nos
encontramos:
-
Uno de los detonantes fundamentales de la actual caotización del capitalismo rentístico venezolano es sin duda la crisis económica mundial, y su persistencia en el tiempo (2008-actualidad). Sus factores causales no solo no han desaparecido, sino parecen intensificarse. Estamos ante el agotamiento de los elementos que atenuaban esta crisis reciente, y conviene analizar las perspectivas de un "estancamiento secular" – adiós al crecimiento sostenido en el largo plazo [3] –. ¿Cómo impactará a las dinámicas de acumulación y a los procesos de conflictividad interna en Venezuela una subida de las tasas de interés como la que realizó la Reserva Federal de los Estados Unidos por primera vez en una década [4] ? ¿Cómo la profunda crisis global se vincula con una eventual desestructuración del patrón energético global, tal y cómo lo conocemos? ¿Cómo se conecta esto con las perspectivas de los precios del crudo y las vías para solventar la crisis económica en el país? Como lo ha propuesto el economista Michel Husson, aunque no se sabe dónde se podría producir un punto de ruptura (¿la bolsa, la banca, la deuda, el tipo de cambio?), “la perspectiva de una nueva crisis parece casi inevitable” [5] . La pregunta clave podría ser, ¿qué forma pueden tomar los ajustes en esta nueva fase de acumulación?
-
El desarrollo de nuevos esquemas de dominación en el neoliberalismo post-consenso de Washington, supone una participación más activa del Estado en los procesos de acumulación, a diferencia del principio ortodoxo del « Estado mínimo » . No es prudente pensar que los sectores más reaccionarios que intentan una restauración conservadora en Venezuela y América Latina vayan necesariamente a desmantelarlo todo. Más bien, podrían usar parte de las estructuras y la institucionalidad construida y reconstruida en el proceso bolivariano para intentar garantizar una facilitación a la acumulación de capital y al mismo tiempo tratar de afianzar un modelo de dominación más viable.
-
La crisis de largo plazo del capitalismo rentístico (1983-ACT.), en su fase de alta caotización, ha configurado el caldo de cultivo para intentar (re)abrir un proceso de ajuste y flexibilización económica. Nuestra hipótesis es que, ante la insostenibilidad del modelo histórico de acumulación nacional, el pico de las reservas convencionales de crudo en el país y las transformaciones en los patrones de acumulación en la economía global, el proyecto de «desarrollo nacional», en cualquiera de sus versiones, apunta a un cambio importante y prolongado en la territorialidad del capitalismo rentístico venezolano, como forma de solventar la crisis del modelo y de gobernabilidad . Esto es, una significativa reorganización geoeconómica del territorio alrededor del extractivismo, teniendo como polos a la Faja del Orinoco, el Arco Minero de Guayana junto a otros enclaves mineros del país, y las importantes fuentes de gas offshore [6] . Las implicaciones de un proceso de transformaciones de este tipo, en el marco de un modelo histórico de profundas desigualdades sociales, devastación ambiental y dependencia sistémica, serían trascendentales.
-
Los factores globales y nacionales antes mencionados parecen favorecer a una intensificación de las contradicciones sociales y de la conflictividad política en el país. El « Pacto de Punto Fijo » (1958) conformó las bases materiales para una gobernabilidad a partir del auge de la economía mundial y de los precios del petróleo en la posguerra, pero sobre todo, cuando el modo de acumulación capitalista rentista petrolero todavía tenía un margen de reproducción “equilibrado”. ¿Cuál es la base material para un pacto político y social nacional basado en un modelo que no puede ya reproducir sus circuitos económicos vitales de manera sostenible?
-
Esta caotización sistémica, pero sobre todo, la guerra permanente que se ha dirigido contra las fuerzas populares para revertir el avance de los factores contrahegemónicos de la Revolución Bolivariana, han golpeado muy fuertemente al tejido social venezolano. Esta tal vez sea una de las amenazas más determinantes para el proceso de transformaciones de los últimos años, y tal vez estemos en presencia de la crisis institucional más severa de toda Suramérica (instituciones sociales, instituciones políticas formales, instituciones económicas), a lo cual es fundamental poner nuestra atención.
Repensarnos
desde el territorio: la ecología política del chavismo
Una de las paradojas de la Revolución Bolivariana ha sido que,
mientras se otorgaban a las luchas populares algunas banderas de reivindicación
radicales, generalmente no se concretaba una territorialización
del poder que
posibilitara la constitución masiva del proyecto. Esto significa que las
pulsiones y las energías se orientaron fundamentalmente a grandes ideales (el
Socialismo del Siglo XXI), factores metafísicos y trascendentales, tiempos
pasados y futuros, y a formas mediadas de poder, y muy poco a reproducir desde
abajo, en el aquí y el ahora, esta radicalidad emancipatoria.
Si recordamos las luchas sociales del primer siglo republicano
(de principios del siglo XIX a principios del XX), estas estaban movidas
fundamentalmente por un deseo de recuperar la riqueza concreta (principalmente
la tierra). Con el desarrollo del capitalismo rentístico, y con el perfil urbano
que toma la territorialidad y la subjetividad del venezolano, las pulsiones de
las luchas populares se han dirigido hacia la riqueza abstracta (básicamente, la
renta del petróleo), y esto sigue siendo así en la actualidad.
Discutir nuevamente, todo, desde abajo, al calor del sacudón del giro electoral reciente, es una ocasión para repensar estos procesos históricos, y los ocurridos en la Revolución Bolivariana en los últimos años, y tratar de recuperar el centro de la producción política en el territorio, en la superficie. Esto de ninguna manera implica un aislamiento o abandono de las luchas a escalas nacionales o estatales, que serán trascendentales en el futuro. Más bien nos hace recordar que una de las expresiones más radicales del « mandar obedeciendo » en Venezuela en los últimos años se produjo el 12 y 13 de abril de 2002, mostrando cómo los de abajo sacuden las bases de un movimiento de restauración conservadora y reinician un proceso instituyente hacia arriba. La vuelta popular contrahegemónica a Miraflores ahora, en estos tiempos, cobra el sentido de la exigencia a que los de arriba hagan parte del planteado « golpe de timón » y que se recupere la esencia reivindicativa del proyecto.
Pero si entonces la lucha popular territorial fuese el punto de
partida político de cualquier agenda, a cualquier escala geográfica, la pregunta
clave parece ser cómo comenzar a reterritorializar las luchas sociales en
Venezuela, que podrían estar configurándose en un nuevo ciclo histórico; cómo
resignificar el chavismo originario sobre sí mismo, sobre la materialidad de sus
cuerpos, de sus entornos, de sus cotidianidades.
Necesario es recuperar la centralidad de los medios
de reproducción de la vida en la
agenda de lucha popular – y no sólo atender a los medios de producción, como lo
ha planteado Silvia Federici – . Ahí se juntan y se encuentran todos los de
abajo: chavistas convencidos, chavistas desencantados, exchavistas, opositores
de las clases trabajadoras, « ni-nis » de los barrios urbanos, pero también esas
subjetividades un tanto más alejadas de nuestra modernidad petrolera como los
pueblos indígenas, que no obstante se vieron de una u otra forma involucrados en
el proceso de cambios.
La subjetividad popular del
chavismo nació precisamente de la negación radical que el capital – en su forma
rentista – hace a las personas de sus medios de reproducción de la vida. Tal vez
ahí, en primer lugar, deba reencontrarse.
No hay socialismo sin agua, no hay autonomía política ni
resistencias sostenibles (resiliencia) a una restauración conservadora sin
autonomía material, no hay proyecto emancipatorio sin las posibilidades de
acercarnos a la gestión de la vida y el territorio. Esto es lo que hemos llamado la
ecología política del chavismo contrahegemónico.
Los tiempos animan para reimpulsar agendas populares de
transformación. Sobre esto propondremos para cerrar:
Ø En Venezuela básicamente en la actualidad no hay un referente
ético que nutra el discurso político. Ante la metástasis de la corrupción y el
descrédito que salpica los proyectos políticos, es necesario hacer un claro
deslinde: ¿qué supone, por ejemplo, para las bases populares del chavismo,
denunciar a una burocracia corrupta y decir ¡no en nuestro nombre!? Y luego,
¿cuál es el proyecto colectivo que surge de esta reivindicación ética?
Ø Es necesario reconocer que un proyecto de lo común en Venezuela
tiene sus particularidades: no tiene, por ejemplo, los rasgos generales de las
comunidades indígenas como en Bolivia, Ecuador o Guatemala, siendo en cambio
fundamentalmente de perfil urbano. Son pues, formas de comunidad muy movibles,
diversas, volátiles y en permanente reformulación. Estas son las bases sobre las
cuales debemos partir para pensarnos desde lo común.
Ø Luchas desde abajo aisladas no tienen pertinencia histórica. En
este sentido, la proliferación de redes de organizaciones populares y
plataformas de movimientos sociales es vital. Hay un interesante saldo de
experiencias, saberes y organización que ha dejado la Revolución Bolivariana.
Tenemos demasiado para aprender unos de otros, de los de abajo, que conforman un
tejido de saberes y haceres populares que representan la base material para un
proyecto emancipatorio: redes de producción agrícola, producción cultural en
barrios urbanos, formas de economía cooperativa y solidaria, gestiones
territoriales comunitarias en las ciudades y en zonas rurales, y un largo
etcétera. Esto está ahí. Ahora, ¿cómo lo convertimos en una amplia red?
Ø Una agenda mínima popular compartida ¿hacia dónde podría
enfocarse?: una auditoría social de todas las cuentas de la nación, incluyendo
la deuda – el pueblo no tiene por qué pagar los desfalcos de unos pocos – y la
canalización de mecanismos nacionales de contraloría social de las mismas ; la
democratización de la ciudad y la « revolución urbana » es una de las claves;
redes interregionales de producción agrícola popular vinculadas al consumo
urbano; nuevas formas de gobernanza nacional-territorial – ¿cómo fomentar la
comuna en tiempos turbulentos? –; acceso y cuidado de los bienes comunes para la
vida, con especial atención en el agua; sostenibilidad energética a partir de
experiencias piloto (como en la
propuesta de los TES en el Zulia );
salarios dignos y protección a trabajadores y trabajadoras ante la precarización
laboral; auditoria social de los proyectos extractivos –principalmente en la
Faja del Orinoco– y moratoria de los proyectos mineros en el país; igualdad de
género y respeto a la sexo-diversidad en todas las instituciones sociales; redes
sociales de promoción de saberes populares, comunes y tradicionales como
plataforma de construcción de modos de vida alternativo; y redes sociales de
seguridad y protección social-territorial.
* Emiliano Teran
Mantovani es sociólogo e investigador en ciencias sociales, y hace parte de la
red Oilwatch Latinoamérica
Fuentes consultadas (...)
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=207450
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