Entonces los de abajo hoy
debemos y podemos decidir
qué país necesitamos.
Ya lo está concretando de esta manera:
El Frente de Organizaciones en Lucha inaugura un plan de viviendas organizado
26 de mayo de
2017
El Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) este sábado 27 de mayo
realizará la inauguración de la segunda etapa de 23 viviendas en Florencio
Varela, provincia de Buenos Aires.
Por Prensa FOL
Desde El Frente de Organizaciones en Lucha
estamos orgullosas y orgullosos de comunicar que este sábado 27 de mayo
realizaremos a partir del mediodía la inauguración de la segunda etapa de 23
viviendas en Florencio Varela, provincia de Buenos Aires.
Después de mucho trabajo, vamos a celebrar el cierre de una etapa, donde demostramos que podemos organizarnos de manera independiente a cualquier gobierno. Inauguramos un barrio cuya construcción tiene la particularidad de no tener patrones. También será el comienzo para forjar nuevos desafíos. Lejos de ser el cierre de una etapa, esta inauguración es el comienzo, es el impulso para seguir construyendo un mundo nuevo.
Reproducimos a continuación la historia
de lucha y esfuerzo que llevó estos años la construcción de nuestro barrio:
¡Barrio que lucha, barrio que se escucha!
¿Qué es, y qué hace el Frente de Organizaciones en Lucha?
Los
movimientos sociales de nuestro país impulsamos, desde mediados de los 90´, las
primeras muestras de resistencia al neoliberalismo, organizando a los sectores
de trabajadoras y trabajadores desocupados en defensa de nuestras fuentes de
empleo y enfrentando las políticas de saqueo y privatización de las empresas
estratégicas, promovidas por la clase dominante, de la mano de las recetas
implantadas por el FMI y los organismos internacionales de crédito.
Empezamos a organizarnos en condiciones muy
adversas, para reconstituir los lazos sociales resquebrajados junto con la pelea
por recuperar la cultura e identidad de trabajador@s. Promovimos desde siempre
en los barrios populares, el método de la acción directa y la lucha como la
única forma de recuperar el trabajo, la dignidad y todos nuestros derechos
expropiados por los diferentes gobiernos de turno. Desde entonces,
mantenemos nuestra independencia política desde una posición clasista, en ese
camino militamos sin descanso para generar valores enraizados en las mejores
tradiciones de lucha de nuestro pueblo: la unidad, la solidaridad, el
compromiso, la abnegación, la rebeldía, la democracia de base y la acción
directa.
Nuestra organización, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), es parte también, del Frente Social y Político La Brecha, junto con otras organizaciones hermanas de distintos sectores que impulsamos desde hace años numerosos esfuerzos genuinamente unitarios, e innumerables acciones callejeras, con la persistente búsqueda de poner en pie, junto al resto del campo popular, una alternativa política participativa, anticapitalista y antipatriarcal, única esperanza de futuro para nuestro pueblo.
El compromiso con los profundos padecimientos de
l@s de abajo, a través de impulsar su organización de manera unitaria,
democrática y combativa, con absoluta independencia del estado y de todos los
patrones, ha sido siempre nuestro permanente norte.
En ese camino, nos hemos abocado, también muy
pacientemente, a la construcción concreta en temas productivos, educativos,
culturales, de géneros, de formación política, de salud, tierra y vivienda,
comunicación, y organización multisectorial para la intervención política, entre
tantos otros ejes de trabajo que promovemos en todos los rincones del país donde
crece nuestra organización.
Impulsamos hace ya más de 10 años esta construcción, que es social y es política, en unas 45 localidades del conurbano
bonaerense, y la capital federal, así como en las provincias de Jujuy, Misiones,
Santa Fe, Mendoza, Río Negro, Neuquén, Córdoba y Tucumán. Procedentes de
experiencias organizativas previas, todas con similar impronta, nos cohesionamos
bajo la identidad de FOL allá por febrero de 2006. Desde entonces, hemos
construido y luchado juntas y juntos sin interrupciones, dando sanamente debates
y promoviendo la más amplia participación y democracia de base.
Cientos y cientos de compañeras y compañeros
muy humildes, que el capitalismo arrojó sin más a la marginalidad y a la más
profunda miseria, nos hemos puesto de pie en cada barrio,
bajo
la misma bandera: Trabajo, Dignidad y Cambio Social.
Sin embargo nuestro camino no ha sido ni es sencillo. Circunstancias verdaderamente difíciles hemos tenido que transitar. Pero no nos hemos sentado a esperar a que las cosas cambien solas algún día. Sabemos que la voluntad mueve montañas, y tenemos a nuestro favor las únicas herramientas invencibles para los de abajo: la organización y la lucha.
Nuestra organización se ha forjado en las
calles, y es así que nuestros días no son todos iguales. No son pocas las veces
que salimos muy temprano desde nuestras casas, somos miles de familias que nos
vamos reuniendo poco a poco, viajando 2 ó 3 horas, llevamos l@s chic@s a
cuestas, o hemos arreglado para dejarl@s a cuidado de algún pariente. Hemos
preparado comida entre vari@s y la llevam@s en incómodas cajas, atadas con
cuerdas para poder cargarlas durante la larga jornada que nos espera. Además
llevamos abrigo por si refresca, y en algunos casos banquitos para sentarnos,
agua para tomar y el infaltable mate.
Las mamás y los papás vamos con dos o tres hij@s, y l@s más chiquit@s atados a la espalda, como acostumbran hacerlo las compañeras paisanas. Vamos por las calles de las ciudades de las diferentes provincias, llevando en alto nuestras convicciones y nuestras banderas.
Las mamás y los papás vamos con dos o tres hij@s, y l@s más chiquit@s atados a la espalda, como acostumbran hacerlo las compañeras paisanas. Vamos por las calles de las ciudades de las diferentes provincias, llevando en alto nuestras convicciones y nuestras banderas.
Vamos unid@s un@s con otr@s, caminando cuadras
y cuadras en fila india, por barrizales, rutas, y anchas avenidas. Vamos en
busca de los trenes del conurbano, esos que se cancelan continuamente por falta
de mantenimiento, o le mangueamos a los colectiveros para que nos lleven en
grupos. Siempre nos rechazan un par de veces pero, por pura decisión,
insistimos, hasta que al fin nos llevan. Vamos a manifestarnos conscientemente
hasta las puertas de los insensibles y despiadados ministerios y oficinas del
gobierno en cada uno de esos lugares, porque queremos insistentemente que
escuchen nuestros largos y antiguos reclamos.
Padecemos la inflación más que ningun@, no
tenemos paritarias, no hay aumento alguno, no hay vacaciones pagas, no hay
aguinaldo, no hay licencias cuando nos enfermamos. Somos compañeros y compañeras
que trabajamos todos los días bajo condiciones laborales precarias. Lo hacemos
en cooperativas con trayectoria, o en humildes productivos, que se han podido
levantar con demasiado esfuerzo, y años de militancia.
Hemos sufrido la represión, también unas
cuantas derrotas, sin embargo nunca nos desmoralizamos. En el FOL hemos
aprendido a reponernos, a mejorar nuestra lucha, y hemos terminado obteniendo
victorias importantes para nuestro sector, después de mucha insistencia, como ha
sucedido tantas veces. Les ganamos por la fuerza de estar organizados, por el
poder de luchar en serio, pero también porque somos tenaces y confiamos
plenamente en nuestro ánimo y en nuestra altísima moral para lograr nuestros
objetivos de largo plazo.
Hoy, tras varios años de esfuerzo colectivo,
nos toca festejar, luego de muchísima dedicación y esfuerzo, de tantísimas
decisiones autogestivas, de kilómetros de asambleas de quienes habitarán el
barrio (pues se trata de un barrio organizado), de muchísimas asambleas de la
cuadrilla (pues lo construyó la cooperativa del FOL), estamos inaugurando la
segunda etapa de viviendas construidas por nuestra organización, en la regional
Buenos Aires. Es el resultado de nuestra decisión, de nuestra terquedad para
enfrentar al estado y de nuestra capacidad de trabajo colectivo, estos han sido
los pilares que han hecho posible un barrio organizado, construido por sus
propios trabajadores y trabajadoras.
Barrio que lucha, Barrio que se escucha
El proyecto de un barrio organizado nació hace
6 años, como una respuesta colectiva a la imposibilidad de acceder a la vivienda
por parte de much@s de nuestr@s compañer@s, condenados a vivir en condiciones
precarias y de hacinamiento.
Decidimos comprar colectivamente un terreno como organización, sobre el cual construir nuestro barrio, incluyendo un espacio verde, un espacio comunitario y la Casa de la Mujer.
Decidimos comprar colectivamente un terreno como organización, sobre el cual construir nuestro barrio, incluyendo un espacio verde, un espacio comunitario y la Casa de la Mujer.
Después de mucho búsqueda, elegimos un terreno
de una hectárea en General Savio y Sicilia, en el partido de Florencia Varela.
Tomamos para comprarlo un crédito que, con cuotas bastante bajas, en tan sólo
dos años cancelamos.
Así conseguimos arrancarle al gobierno la aprobación de un proyecto para la construcción de 34 viviendas, bajo una modalidad precisa: iba a ser el FOL quien se hiciera cargo de ejecutar la totalidad del proyecto. Todas las asambleas del movimiento fueron las encargadas de discutir y avalar, de acuerdo a su compromiso y participación, junto con la necesidad, a las 34 familias que serian las protagonistas del proyecto.
Así conseguimos arrancarle al gobierno la aprobación de un proyecto para la construcción de 34 viviendas, bajo una modalidad precisa: iba a ser el FOL quien se hiciera cargo de ejecutar la totalidad del proyecto. Todas las asambleas del movimiento fueron las encargadas de discutir y avalar, de acuerdo a su compromiso y participación, junto con la necesidad, a las 34 familias que serian las protagonistas del proyecto.
Fue también en todas las asambleas, con plena
participación de tod@s, donde se fue conformando la cuadrilla que estaría a
cargo de la construcción. Compañeros y compañeras del FOL y del MTD Aníbal Verón
fueron elegid@s para el trabajo, dejando de lado la idea machista, tan
extendida, que sólo los hombres pueden trabajar en la construcción. Una idea
falsa con la que, por supuesto, pudimos dar por tierra.
En esta inauguración recordamos numerosas
historias, contratiempos, recuerdos de todo el proceso desde el comienzo: la
primera llegada al terreno con los yuyos más altos que las personas, las
innumerables horas de trabajo voluntario, las asambleas de vivienda para decidir
cómo serían las casas, que tipo de techos tendrían, o para organizar las tareas
grandes y las pequeñas, las jornadas de apoyo mutuo para aportar al avance de
las viviendas, las jornadas de trabajo especiales con cientos de colaboradores.
A través de la persistencia, pudimos superar cada obstáculo, demostrando con
hechos concretos que la dignidad de l@s de abajo puede construirlo todo.
Nuestro barrio será un barrio colectivo y
permanentemente organizado. Finalizada la totalidad de la obra, las decisiones
importantes se seguirán tomando entre tod@s, en reunión de l@s vecin@s/-
compañer@s. Así se organizará el mantenimiento de los espacios comunes, los
criterios de convivencia, las eventuales diferencias entre vecin@s que hubiera
que resolver en el futuro.
En el espacio verde que está previsto en el
predio, junto a la plaza para l@s niñ@s que se construirá en el futuro, ya se
levanta la primera planta de otro de nuestros proyectos más añorados: la “Casa
de la Mujer”, un lugar donde puedan vivir, durante el tiempo que lo requieran,
las compañeras que den los pasos necesarios para superar la violencia machista y
donde junto a sus hij@s puedan recibir contención y acompañamiento de
profesionales militantes de disciplinas diversas, contando con el pleno cobijo
de todo el FOL.
Otro paso adelante
Para nuestro movimiento, llegar a la
inauguración de la segunda etapa de 23 viviendas ratifica la forma de construir
que venimos llevando adelante desde hace años. Es muy valioso para nosotr@s
poder constatar que, con el mismo presupuesto que funcionari@s municipales,
empresas privadas, o burócratas de diverso tipo, han realizado viviendas
notoriamente más básicas o precarias, nosotr@s hemos sido capaces de realizar
casas de calidad, con techo de losa, con 3 habitaciones, con instalaciones
completas, y sobre todo hermosas, incluso aptas para ser ampliadas en el futuro,
modularmente, o hacia una segunda planta, cuando las familias se agranden.
Cuando organizaciones populares se trazan grandes objetivos, y los emprenden con
seriedad y compromiso real, la demostración que hay otra forma de hacer las
cosas queda en incontestable evidencia para el resto de la comunidad.
No queremos que el barrio de viviendas del FOL sea un simple barrio. Queremos que sea como nos gustaría que sean todos los barrios del mundo: abiertos, participativos, comunitarios, alegres, solidarios y combativos. Donde no pise el narcotráfico, donde la violencia hacia las mujeres no sean consideradas un problema individual, sino un problema colectivo y donde el compañerismo y el trabajo mancomunado estén por encima del interés individual.
Este gran avance carecería de sentido, si no lo
consideramos como una pequeña parte de un objetivo general muchísimo más grande
y noble: la acumulación de fuerzas, de más y más poder popular hasta alcanzar un
cambio social profundo y de raíz, que acabe con todas las desigualdades, y con
todas las formas de explotación y opresión en nuestra sociedad.
La lucha por tierra y vivienda
Argentina sufre un déficit habitacional que
ronda los 3,8 millones de viviendas, de las cuales más de 1 millón pertenecen al
Conurbano bonaerense. Buenos Aires y sus alrededores, la región más poblada del
país con 13,5 millones de habitantes, posee carencias en cuanto a servicios e
infraestructura básica, centros de educación y salud, redes de transporte, a lo
cual se suma el creciente desempleo y es cada vez mucho más lejana la idea de la
casa propia.
La contracara de esta realidad que afecta a
millones de pobres, son los terratenientes que mantienen la concentración de
suelo, que controlan el mercado del suelo e inmobiliario, basado en la
especulación. Para esto, cuentan con un Estado cómplice y corrupto, que
interviene sistemáticamente a su favor. A pesar de esto, como pueblo nos
organizamos y alzamos las banderas de la tierra y la vivienda como un derecho y
no como un privilegio. Así, desafiamos a las fuerzas represivas, tomando la
tierra ociosa para trabajarla y vivirla. Nos organizamos en nuestros barrios
para arrancarle al Estado la infraestructura y servicios que necesitamos para
vivir con dignidad.
Reconocimiento
Compartimos esta victoria, en primer lugar con
todos los trabajadores y trabajadoras de nuestra organización que fueron los
forjadores de este proyecto, con nuestras familias que hoy recuperan el derecho
a la vivienda digna, con las y los militantes, delegadas y delegados del FOL de
las diferentes regionales y provincias que fueron la garantía del cumplimiento
de todos nuestros objetivos y que siempre estuvieron presentes para dar aliento
y compartir todos los esfuerzos.
Nos recordamos de aquellos compañeros y
compañeras que han sido parte del proceso de lucha que hoy no están físicamente,
pero que son parte de nuestra historia y siguen alimentan con su ejemplo
nuestros sueños y esperanzas.
FRENTE DE ORGANIZACIONES EN LUCHA
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