miércoles, 17 de febrero de 2016

III. A 40 años urge enfocar qué país orientan a construir las luchas abajo por justicia y la vida.

Nosotros, los de abajo, debemos y podemos decidir
concretar nuestros buenos vivires que
el poder real prohíbe, sobre todo, desde los 70 hasta hoy.
Derrotarlo es ir por el Nunca Más a su dictadura.


"Las recientes inundaciones en las cuencas de los ríos Paraná y Uruguay cobraron notoriedad por dejar a miles de familias evacuadas. Pero también mostraron las consecuencias de un persistente deterioro ambiental, la incapacidad de los gobiernos en coordinar sus políticas en ambiente y aguas, y el avance del desarrollo convencional.
Se han esgrimido varias razones para explicar las inundaciones que ocurrieron a fines de 2015 e inicios de 2016. Muchos identificaron el fenómeno climático conocido como El Niño como el principal responsable de las intensas lluvias producidas en la cuenca, pero otras voces señalaron la falta de planificación en la urbanización de ciudades ribereñas, las escasas obras de contención para evitar los desbordes, la ausencia de sistemas de alerta y de estrategias de evacuación y los efectos de las represas.
Otro factor identificado como responsable son las estrategias extractivistas promovidas en los últimos años en la región, en particular el monocultivo de soja que provocó una severa deforestación eliminando (como sostiene Darío Aranda[1]). En efecto, durante lo que va del siglo se intensificó en los cuatro países de la cuenca del Paraná y Uruguay el monocultivo de soja a gran escala destinado a la exportación. Los impactos sociales y ambientales de esa estrategia han sido debidamente estudiados y denunciados en varias oportunidades".

Inundaciones sudamericanas
Ecología política del caos hídrico
15 de enero de 2016
Por Gonzalo Gutiérrez Nicola (Alai)


 
Las recientes inundaciones en las cuencas de los ríos Paraná y Uruguay cobraron notoriedad por dejar a miles de familias evacuadas. Pero también mostraron las consecuencias de un persistente deterioro ambiental, la incapacidad de los gobiernos en coordinar sus políticas en ambiente y aguas, y el avance del desarrollo convencional.
Se han esgrimido varias razones para explicar las inundaciones que ocurrieron a fines de 2015 e inicios de 2016. Muchos identificaron el fenómeno climático conocido como El Niño como el principal responsable de las intensas lluvias producidas en la cuenca, pero otras voces señalaron la falta de planificación en la urbanización de ciudades ribereñas, las escasas obras de contención para evitar los desbordes, la ausencia de sistemas de alerta y de estrategias de evacuación y los efectos de las represas.
Otro factor identificado como responsable son las estrategias extractivistas promovidas en los últimos años en la región, en particular el monocultivo de soja que provocó una severa deforestación eliminando (como sostiene Darío Aranda[1]). En efecto, durante lo que va del siglo se intensificó en los cuatro países de la cuenca del Paraná y Uruguay el monocultivo de soja a gran escala destinado a la exportación. Los impactos sociales y ambientales de esa estrategia han sido debidamente estudiados y denunciados en varias oportunidades (por ejemplo, desde CLAES en Lapitz, Evia & Gudynas [2]).
A su vez, un factor que también ha sido señalado, aunque con menos énfasis de lo que se debería, es la pérdida de humedales y zonas de bañados en los países de la región (ver por ejemplo la posición de los Guardianes del Iberá, Argentina [3]). Los humedales se sitúan en tierras bajas y actúan como una esponja natural capaz de contener grandes cantidades de agua. La pérdida de estas áreas con fines productivos –principalmente para el cultivo de arroz y la forestación– ha provocado cambios en el régimen hídrico, y las aguas llegan a nuevos sitios, inundándolos.
La irrupción de estas grandes inundaciones y sus miles de evacuados dejan muy en claro la gravedad del problema. Pero también muestra que hay muchos factores intervinientes, y se vuelve muy difícil indicar si uno fue el más importante. Por lo tanto, estamos ante escenarios caóticos en el manejo y gestión de los sistemas hídricos en la región. En unas regiones llovió en demasía, en otros sitios desaparecieron los humedales y bosques que amortiguan el crecimiento de los cursos de agua, y en otras zonas los sectores más pobres invaden las orillas de los ríos. A su vez, se autorizan distintas canalizaciones, desecaciones, deforestaciones y otras intervenciones en los ecosistemas. Las estrategias productivas basadas en monocultivos han provocado severos impactos en los ecosistemas, alterando la dinámica del agua a escala regional. Todos estos componentes interactúan y se entremezclan en distinto grado.
Las perspectivas convencionales tienen muchas dificultades para lidiar con estos fenómenos que involucran a muchos factores sobre el ambiente. Es que las posturas tradicionales piensan usualmente en relaciones directas entre unas pocas causas y sus efectos. En estos casos, en cambio, interactúan múltiples procesos, no hay necesariamente vínculos simples causa-efecto, y todos ellos se derraman en enormes áreas geográficas. A su vez, la visión simplista pone toda su fe en unas pocas respuestas, olvidando que muchas veces las estrategias paliativas pueden contribuir a agravar el problema. Por ejemplo, una solución a escala local (como puede ser construir defensas para evitar las crecidas), podría agravar la problemática a escala regional. Finalmente, tampoco puede olvidarse que los tiempos políticos son muy distintos de los tiempos de los ecosistemas.
Algunos de estos factores son globales, como El Niño, pero la mayor parte de los otros son de resorte nacional e incluso local, como tolerar la deforestación o permitir desecar humedales. Los gobiernos involucrados en estas inundaciones han acusado a El Niño e incluso al cambio climático global, ya que eso les permite desviar la atención sobre sus responsabilidades nacionales y locales.
A su vez, mientras estas inundaciones se manifiestan como un drama regional, afectando a cuatro países, no existen buenos mecanismos de coordinación entre los estados para lidiar con el manejo del agua y los ambientes compartidos. No ha sido posible lograr en el seno del MERCOSUR efectivas gestiones de cuenca.
La propia cobertura en los medios de prensa convencionales es sintomática de la mirada fragmentada que se tiene sobre el tema; en particular en Argentina y Uruguay se señala a la inundación como un fenómeno que “viene de afuera” y sobre el que poco podemos hacer más allá de tomar recaudos para minimizar sus impactos. Las referencias a otros países no van más allá del conteo de evacuados y alguna referencia puntual, como la evacuación de los leones de un zoológico en una ciudad uruguaya. No se dimensiona ni se responsabiliza a las estrategias productivas utilitaristas sobre el ambiente promovidas desde todos los países de la cuenca.
A diferencia de la mirada convencional, debe entenderse que problemas como estas inundaciones, sin duda pueden estar agravados por una transformación global (cambio climático), pero sobre todo son consecuencia de decisiones tomadas en cada país. En tanto los efectos se vuelven regionales, es necesario trascender las lógicas nacionales, para pensar y diseñar las soluciones entre los cuatro países involucrados (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). Sus contenidos no pueden ser solamente las respuestas en la emergencia, tales como los planes para lidiar con miles de evacuados, sino también organizar planes de acción para evitar que ocurran esas inundaciones y que si suceden, evitar que afecten a miles de familias.
En el centro de esa discusión deberán estar las implicancias de estrategias de desarrollo basadas en los extractivismos, y entre ellos, en los monocultivos que se aplican en toda la región. También la falta de planificación en los usos del suelo y en la urbanización. Los responsables aquí son los gobiernos nacionales como municipales.
Es necesario generar mecanismos que permitan la participación de la ciudadanía en la discusión y fortalecer el vínculo entre las comunidades de la cuenca. Aquí una vez más la visión fragmentada promovida por los gobiernos y los medios ha consolidado un nacionalismo estrecho. Se amplifican las diferencias entre comunidades que tienen mucho en común desde el punto de vista cultural e histórico, y que obtendrán mayores beneficios en el trabajo conjunto antes que en la confrontación. La perspectiva de bioregiones es una alternativa a tener en cuenta, en la línea de desarrollar estrategias de complementariedad ecológica y productiva entre los países.
Los gobiernos de la región han minimizado –cuando no ridiculizado– las advertencias de organizaciones ambientalistas y de la academia; otro tanto han hecho con las miradas de las comunidades locales e indígenas. Pero la discusión e investigación sobre las inundaciones como fenómeno socioambiental debe ser un asunto prioritario y darse en un marco muy amplio, donde sean escuchadas todas las voces y los actores involucrados.
En la medida en que prevalezcan miradas sesgadas con énfasis utilitaristas –sean promovidas por gobiernos progresistas o por gobiernos de derecha– que consideren a la naturaleza como un conjunto de recursos destinados al consumo humano, seguiremos asistiendo año a año a los efectos de cada nueva inundación sobre las comunidades y el ambiente.
Referencias
[1] Aranda, Darío. La mano humana tras el agua. Página 12, 29 diciembre 2015 http://goo.gl/y9A50o
[2] Lapitz, R., Evia, G. y Gudynas, E. (2004) Soja y carne en el Mercosur. Comercio, ambiente y desarrollo agropecuario. Editorial Coscoroba, Montevideo. Disponible en http://agropecuaria.org/sojacarne/index.html
[3] Argentina: Inundaciones, arroceras y forestaciones agravan la situación del incremento de cuerpos de agua en Corrientes. BiodiversidadLA http://goo.gl/qvdFGm
- Gonzalo Gutiérrez Nicola es investigador en el Centro Latino Americano de Ecología Social (CLAES). www.ambiental.net
"No hay discusión en torno del impacto directo de este esquema “productivo” con la debacle de las inundaciones recientes en la zona del litoral y norte argentino, que además son las importantes en los últimos 60 años.(...)
Con la reciente catástrofe de las inundaciones, uno de las provincias más afectadas, Entre Ríos, y una de sus ciudades, Concordia, demuestran en la práctica que este esquema de desmonte ,que en 7 años arrasó con 2 millones de hectáreas, de las cuales 620000 eran bosques protegidos, y en la que, como decíamos más arriba, Entre Ríos, destruyó 85000, no tiene razón de seguir como hasta ahora; recordemos que la situación de Selva Misionera, atravesada por los ríos Uruguay, Paraná e Iguazú, es crítica ya que sólo queda un 7% de la superficie original de bosques, un ejemplo vivo de lo que hasta ahora ocurrió.
 
El agravamiento de la situación en el litoral y el norte de nuestro país, recicla un esquema de la dependencia y de desidia. El sitio del desastre es una zona geo- estratégica para la región y se constituye como un sector territorial en el cual han puesto los ojos los países más importantes del mundo, incluido EEUU como el principal.

La Cuenca del Plata acopia el 82% del caudal de los ríos de Argentina, entre ellos Paraná, Paraguay, Uruguay y de La Plata, en Sudamérica es el tercer reservorio de agua dulce y la quinta cuenca hídrica más grande del globo. Es decir, su importancia es central en cuanto de la preservación del ecosistema que lo rodea, incluido los cinco países que atraviesa.

Tener uno de los sistemas más biodiversos del mundo requiere un sistema de preservación y sustentabilidad, acotado a sus propios requerimientos naturales, desequilibrar éste, trae lo que hasta ahora hemos visto, un éxodo enorme de pobladores nativos viviendo en condiciones de hacinación y desesperanza, hasta ahora son 20000 los evacuados, para algunos solo un número". 

Una lógica que produce inundación y daño ambiental
Acumulación y desmonte
1  de enero de 2016
Por R. Gómez Mederos (Rebelión)
Desde los tiempos de la brutal conquista de Nuestramerica hasta nuestros días, el proceso de construcción histórica de nuestros territorios ha estado atravesado por un constante esquema de acumulación de territorio, acotado a los esquemas de los estilos de desarrollo propuestos por los centros hegemónicos de poder capitalista contemporáneos ,que impusieron sucesivamente un determinado modelo de país. 

Desde siempre el avasallamiento sobre grandes contingentes humanos fue uno de los modos de apropiación del territorio; fueron las naciones originarias las primeras en sufrir el éxodo constante y el embate de la violencia de la conquista.

Según el Banco Mundial, en estos últimos años se está produciendo un boon comprador por parte de corporaciones de grandes extensiones de tierras en países en vías de desarrollo, los cálculos son 50 millones de hectáreas; el resultado: extranjerización, acaparamiento, reordenamiento y zonificación, con una fuerte re diagramación de la distribución de las aéreas de cultivo intensivo, minero y maderero respectivamente.

Desmonte y tragedia

Es más que evidente la relación directa entre el modelo de desmonte y extensión de la frontera agropecuaria hacia zonas extra-mesopotámicas, pero también la tala de bosques nativos hacia las zonas “estipuladas pretenciosamente” como de exclusividad agrícola industrial.

No hay discusión en torno del impacto directo de este esquema “productivo” con la debacle de las inundaciones recientes en la zona del litoral y norte argentino, que además son las importantes en los últimos 60 años.
 
La sojización provoca la falta de drenaje de superficies como consecuencia del monocultivo y la intensificación de su impacto se hace sentir de manera brutal, la dinámica del desmonte como consecuencia de la ampliación de la frontera agrícola, avanzó sobre 85000 hectáreas de monte nativo solamente en la provincia de Entre Ríos, una de la provincias más afectadas por las inundaciones. Pero estas no solamente se han producido a la orilla del Río Uruguay y toda la zona del litoral, sino que además en los límites con Brasil y Paraguay, dos países con las mismas características en cuanto del esquema productivo que han adoptado, lo que hasta ahora ha causado la evacuación de 170000 personas en los tres países.

La conservación de un equilibrio biodiverso es la garantía de una estabilidad climática local, pero el impacto de la modificación eco geográfico, la modificación del paisaje y el uso abusivo de la tierra no respetando el ciclo natural de descanso, pero fundamentalmente cambiando el uso de la tierra, en el 80 % de los casos, provocando un vergonzoso desmonte, dibujan un escenario futuro con pocas chances de cambiar, las bajas a las retenciones del campo dan aún más vía libre a un incentivo mayor al aumento de la productividad y la súper explotación de las tierras de cultivo, con las ya sabidas consecuencias.

Aunque hasta ahora el panorama presente y futuro es por demás desalentador, no termina ahí la desgracia; según un informe de la ONU, Argentina es el país número 10 en la tala de sus árboles, para distintos usos, pero fundamentalmente para ampliar su frontera agroindustrial, solamente por año se talan nada menos que 300000 mil hectáreas, contrariamente , Argentina vende commodities baratos a países como China, el que aumenta 1,5 millones de hectáreas de sus bosques , la misma cantidad que perdió nuestro país entre el año 2010 y 2015 ; hacia el año 1990 Argentina contaba con casi 35 millones de hectáreas de bosques , hoy solo tiene 27 millones ,es decir que en 25 años perdió la cuarta parte de ellos.

Con la reciente catástrofe de las inundaciones, uno de las provincias más afectadas, Entre Ríos, y una de sus ciudades, Concordia, demuestran en la práctica que este esquema de desmonte ,que en 7 años arrasó con 2 millones de hectáreas, de las cuales 620000 eran bosques protegidos, y en la que, como decíamos más arriba, Entre Ríos, destruyó 85000, no tiene razón de seguir como hasta ahora; recordemos que la situación de Selva Misionera, atravesada por los ríos Uruguay, Paraná e Iguazú, es crítica ya que sólo queda un 7% de la superficie original de bosques, un ejemplo vivo de lo que hasta ahora ocurrió.
 
El agravamiento de la situación en el litoral y el norte de nuestro país, recicla un esquema de la dependencia y de desidia. El sitio del desastre es una zona geo- estratégica para la región y se constituye como un sector territorial en el cual han puesto los ojos los países más importantes del mundo, incluido EEUU como el principal.

La Cuenca del Plata acopia el 82% del caudal de los ríos de Argentina, entre ellos Paraná, Paraguay, Uruguay y de La Plata, en Sudamérica es el tercer reservorio de agua dulce y la quinta cuenca hídrica más grande del globo. Es decir, su importancia es central en cuanto de la preservación del ecosistema que lo rodea, incluido los cinco países que atraviesa.

Tener uno de los sistemas más biodiversos del mundo requiere un sistema de preservación y sustentabilidad, acotado a sus propios requerimientos naturales, desequilibrar éste, trae lo que hasta ahora hemos visto, un éxodo enorme de pobladores nativos viviendo en condiciones de hacinación y desesperanza, hasta ahora son 20000 los evacuados, para algunos solo un número. 
"En efecto, no se ha considerado que los agrotóxicos de mayor uso de este modelo de producción agro industrial como el 2,4-d y Glifosato, han sido declarados agentes cancerígenos por la Agencia de Investigación sobre el Cáncer (IARC) - órgano asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) - y otros de igual peligrosidad como el carbofurano, clorpirifós y la atrazina   han sido prohibidos como dominosanitarios por el Ministerio de Salud de la Nación en virtud de evidencias científicas.
En contrasentido a esas valoraciones de rigor científico que demandan medidas de protección y un replanteo del uso de agrotóxicos en la agricultura, el proyecto de ley que pretende aprobar la cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires, estipula disminuir las distancias de las fumigaciones aéreas con agrotóxicos, de 2km a 500 metros (en relación a las plantas urbanas) para productos clase III y IV. Al mismo tiempo, establece distancia cero de protección para las fumigaciones terrestres. Esto permitirá el uso casi sin restricciones de varios formulados con los agrotóxicos mencionados más arriba.
Desde nuestros espacios de lucha acompañamos esta denuncia, y mostramos seria preocupación por la ofensiva que el estado provincial está llevando adelante con el fin de continuar consolidando un modelo de agronegocio que nos está matando.
Consideramos que este proyecto de ley intenta avanzar sobre las luchas que han logrado cristalizar sus triunfos en ordenanzas municipales que establecen distancias ejemplares de fumigación e intenta doblegar nuestros esfuerzos por garantizar el cumplimiento de nuestros derechos humanos y políticos.
El modelo productivo basado en el uso de agrotóxicos es insostenible desde la perspectiva de la salud humana y el cuidado del ambiente".
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"Los gobiernos del Mercosur alarman con la amenaza del Zika y sus microcefalias y proponen más de lo mismo. El agronegocio ofrece los servicios de la Fuerza Aérea Sojera para rociar ciudades y pueblos.(12) El monocultivo, el uso masivo de agrotóxicos, el desmonte, la destrucción de la flora y fauna, el desequilibrio ecológico, el cambio climático, la desigualdad, no son considerados como causa del problema.
A la desigualdad social estas epidemias le suman desigualdad sanitaria, los gobiernos con agresión química generan desigualdad ambiental".-

COMUNICADO
Noviembre 2015
Las Organizaciones, Asambleas y personas que suscriben el presente documento, informamos que  el día 27 de Octubre de 2015 se ha llevado adelante una presentación ante el Presidente de la Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires bajo Nro Leg 141/ 15-16, con el fin de denunciar el intento de aprobación express de un Proyecto de Ley que busca modificar la actual ley de agrotóxicos provincial N° 10.699, presentado por el Senador Coll Areco.
En la presentación se denuncia que el tratamiento de este proyecto no sólo contiene irregularidades en el procedimiento de aprobación, sino que además, desconoce principios jurídicos y derechos reconocidos por la Constitución Nacional Argentina.
La Cámara de Senadores intenta aprobar el proyecto en tiempo record, sólo con el dictamen favorable de la Comisión de Ambiente, evitando el giro correspondiente a las Comisiones de Salud Pública, Organización Territorial y Derechos Humanos y Garantías aún cuando el mismo texto del anteproyecto reconoce que “el objetivo de esta ley es la propensión a la protección de la salud humana y de los ecosistemas, optimizando el manejo y la utilización de agroquímicos”.
Además de violar procedimientos legales básicos para la aprobación de una ley, la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires intenta ignorar la obligación de los poderes del estado de establecer lineamientos para una democracia participativa (establecidos en la Constitución Nacional de 1994) y el objetivo presente en la Ley General del Ambiente (N°25.675) que consagra la participación ciudadana como elemento central de la política ambiental.
Finalmente, este proyecto de ley viola el orden público ambiental que establece el principio de no regresión, es decir que ninguna nueva ley puede hacer retroceder derechos ambientales ya consagrados por una ley anterior. Asimismo vulnera los principios de precaución y prevención.
En efecto, no se ha considerado que los agrotóxicos de mayor uso de este modelo de producción agro industrial como el 2,4-d y Glifosato, han sido declarados agentes cancerígenos por la Agencia de Investigación sobre el Cáncer (IARC) - órgano asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) - y otros de igual peligrosidad como el carbofurano, clorpirifós y la atrazina   han sido prohibidos como dominosanitarios por el Ministerio de Salud de la Nación en virtud de evidencias científicas.
En contrasentido a esas valoraciones de rigor científico que demandan medidas de protección y un replanteo del uso de agrotóxicos en la agricultura, el proyecto de ley que pretende aprobar la cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires, estipula disminuir las distancias de las fumigaciones aéreas con agrotóxicos, de 2km a 500 metros (en relación a las plantas urbanas) para productos clase III y IV. Al mismo tiempo, establece distancia cero de protección para las fumigaciones terrestres. Esto permitirá el uso casi sin restricciones de varios formulados con los agrotóxicos mencionados más arriba.
Desde nuestros espacios de lucha acompañamos esta denuncia, y mostramos seria preocupación por la ofensiva que el estado provincial está llevando adelante con el fin de continuar consolidando un modelo de agronegocio que nos está matando.
Consideramos que este proyecto de ley intenta avanzar sobre las luchas que han logrado cristalizar sus triunfos en ordenanzas municipales que establecen distancias ejemplares de fumigación e intenta doblegar nuestros esfuerzos por garantizar el cumplimiento de nuestros derechos humanos y políticos.
El modelo productivo basado en el uso de agrotóxicos es insostenible desde la perspectiva de la salud humana y el cuidado del ambiente.
En la actualidad millones de litros de agrotóxicos son utilizados en este proceso agro industrial que provocan contaminación en el ambiente, afectan seriamente la biodiversidad y representan un grave riesgo de daño grave e irreparable a la salud humana, tanto por la exposición directa de la población  a las fumigaciones con  agrotóxicos, como la exposición indirecta por el consumo de alimentos con residuos de aquellos.
Los legisladores de la provincia de Buenos Aires no sólo dan vuelta la cara a las evidencias concretas de cómo los agrotóxicos nos enferman y nos matan en los campos, en los pueblos, en las escuelas rurales de nuestra provincia, sino que además intentan avasallar nuestro derecho a participar en decisiones de carácter público que atentan directamente contra los intereses de nuestra ciudadanía. 
Por todo esto las Organizaciones Sociales y Ambientales de la Provincia de Buenos Aires y de la Argentina(*) decimos:
·    Exigimos que se frene el tratamiento de este proyecto de ley provincial y que se abra un real debate público sobre la problemática de los agrotóxicos.
·         Convocamos a los ciudadanos y ciudadanas a participar de esta denuncia  enviando el formulario on line(...)
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Informe de Médicos de Pueblos Fumigados sobre
Dengue-Zika y fumigaciones con venenos químicos
3 de febrero de 2016
Por Red Universitaria de Ambiente y Salud (REDUAS)
Las malformaciones que se detectan en miles de hijos de las mujeres embarazadas que viven en las zonas donde el estado Brasileño colocó piriproxifeno en el agua para beber no parece una casualidad, por más que el Ministerio de Salud culpe directamente al virus del Zika por este daño, trate de ignorar su responsabilidad y descarte la hipótesis del daño químico directo y acumulado por años de disrupción endocrina e inmunológica en la población afectada.

Puntos principales: 
1-La epidemia de Dengue en Brasil se sostiene en forma endémica (permanente) en la marginalidad y miseria de millones de personas, sobretodo en el Nordeste brasileño. Ahora se suma la circulación del virus Zika, una enfermedad similar, aunque más benigna.
2. Se detecta aumento de malformaciones congénitas en forma muy llamativa, sobre todo microcefalia en recién nacidos. El Ministerio de Salud brasileño rápidamente lo vincula con virus Zika. Aunque desconoce que en la zona donde viven los enfermos desde hace 18 meses aplican un larvicida químico que produce malformaciones en los mosquitos, y que este veneno (piriproxifeno) el estado lo aplica en el agua de consumo de la población afectada.
3. Las epidemias previas de Zika no generaron malformaciones en recién nacidos, a pesar de infectar al 75% de la población de los países, tampoco países como Colombia registran casos de microcefalia y si mucho Zika.
4. El piriproxifeno que se utiliza (por recomendación de la OMS) es producido por Sumimoto Chemical, una subsidiaria japonesa de Monsanto.
5.Los médicos brasileños (Abrasco) denuncian que la estrategia de control químico contamina al ambiente y a las personas y no logra disminuir la cantidad de mosquitos, y que esta estrategia encierra una maniobra comercial de la industria de venenos químicos con profunda inserción en los ministerios latinoamericanos de salud y en la OMS y OPS.
6. Fumigar masivamente con aviones como se está evaluando por parte de los gobiernos del Mercosur es criminal, inútil y una maniobra política para simular que se toman medidas. La base del avance de la enfermedad se encuentra en la inequidad y la pobreza y la mejor defensa pasa por acciones basadas en la comunidad.
7. La ultima estrategia desplegada en Brasil y que pretende ser replicada en todos nuestros países es la utilización de mosquitos transgénicos; un fracaso total, salvo para la empresa que provee los mosquitos.
 
Introducción
A la crónica epidemia de Dengue en Brasil (prácticamente endémica en el Nordeste brasileño junto con la pobreza y marginalidad de millones de personas) se le suma desde hace 9 meses un brote de Zika, virosis también trasmitida por mosquito Aedes.
En Pernambuco cerca de 4000 niños recién nacidos en 2015 presentan malformaciones congénitas, principalmente MICROCEFALIA (cabeza más pequeña de lo normal). Rápidamente el Ministerio de Salud de Brasil afirmó que era consecuencia de la infección por el virus Zika(1)
Descubierto en 1947 en el bosque Zika en Uganda, el virus ZIKA es un arbovirus del género Flavivirus, similar al virus del dengue, la fiebre amarilla, la encefalitis japonesa, al de la fiebre del Nilo Occidental, y los virus de la encefalitis de San Luis. Los primeros casos humanos de infección por Zika se describieron en la década de 1960 en África, luego aparecieron brotes en el sudeste de Asia y en Oceania(2).
Hasta el año 2007 en que una gran epidemia irrumpió en Yap, una isla del Océano Pacifico (Micronesia), las infecciones por Zika habían permanecido limitadas a casos esporádicos o epidemias de pequeña escala. Durante la epidemia en Yap, se estimó que tres cuartas partes de la población local habían sido infectadas. (2)
El área de distribución en expansión de ZIKA convirtió a la fiebre Zika en una enfermedad emergente, confirmada por la presente epidemia que afecta a la Polinesia francesa desde octubre de 2013 y a la Nueva Caledonia con casos reportados desde finales de 2013. Estas islas del Pacífico se caracterizan por la gran cantidad de mosquitos que proliferan, sobre todo en las aldeas de población nativa. (2)
En mayo de 2015, la Organización Mundial de la Salud reportó casos autóctonos identificados en Brasil. En diciembre, el Ministerio de Salud de ese país estima que 440.000 a 1.300.000 casos sospechosos de la enfermedad del virus Zika se habían producido en Brasil en 2015. (2)
La verdadera incidencia de la fiebre Zika es desconocida, debido a las manifestaciones clínicas que imitan la infección por el virus del dengue, y a la falta de pruebas de diagnóstico de laboratorio fiable simples. En las zonas endémicas, los estudios epidemiológicos mostraron una alta prevalencia de anticuerpos contra ZIKA. Por ejemplo, la epidemia de Yap en 2007 dio lugar a una tasa de ataque de 14,6 cada 1.000 habitantes y una seroprevalencia de 750 cada 1000 habitantes después de la epidemia (es decir que 750/1000 tuvieron la infección sin desarrollar enfermedad). La infección parece ser sintomática solo en el 18% de los casos. (2-3)
Suele presentarse como un síndrome similar a la influenza, a menudo confundido con otras infecciones por arbovirus como el virus del Dengue o el de Chikungunya. La forma típica de la enfermedad se asocia a una fiebre de bajo grado (entre 37.8 °C y 38.5 °C), artralgia, en particular de las pequeñas articulaciones de las manos y los pies, mialgia, dolor de cabeza, dolor retroocular, conjuntivitis y erupción cutánea maculopapular. Problemas digestivos (dolor abdominal, diarrea, estreñimiento), ulceraciones de membranas mucosas (aftas) y prurito pueden ser más raramente observadas. La astenia después de la infección parece ser frecuente.(2)
En Diciembre de 2013, durante la epidemia de Zika en la Polinesia Francesa se informa aumento de casos de Síndrome de Guillain Barré, una parálisis  neurológica que se vincula a disrupción inmunológica generada por virus, vacunas o/y tóxicos ambientales. (4) No hay referencias a casos de malformaciones congénitas.
 
Zika en Brasil
En Enero de 2016 la Asociación Brasileña de Salud Colectiva (ABRASCO) publica una Nota Técnica y Carta Abierta al Pueblo Brasileño(1) cuestionando el análisis lineal del Ministerio de Salud brasileño que vincula las emergentes malformaciones congénitas al Zika, deja de lado otros factores que pueden estar incidiendo en el problema y minimiza que las extensas epidemias del Pacífico y la actual en Colombia no refieren casos de malformaciones y menos aún microcefalia. Principalmente ignora el rol del modelo químico para el control de vectores. Este modelo implica la utilización masiva de venenos químicos para tratar de disminuir o erradicar la presencia del mosquito y se lleva adelante desde hace 40 años en las zonas más vulnerables del Nordeste brasileño mientras se multiplican las epidemias, la pobreza, la marginalidad social, el desmonte y el cambio climático.
Desde el segundo semestre del año 2014 el Ministerio de Salud brasileño (5) deja de utilizar temefós (agrotóxico organofosforado ante el cual las larvas de Aedes se volvieron resistentes) como larvicida e incorpora masivamente el veneno Piriproxifeno cuyo nombre comercial es Sumilarv fabricado por Sumimoto Chemical, empresa japonesa asociada o subsidiaria de Monsanto en América Latina(1,5).
La distribución espacial por lugar de residencia de las madres de los recién nacidos con microcefalia muestra mayor concentración en las zonas más pobres, con urbanización precaria y saneamiento ambiental inadecuado del Nordeste brasileño. Extensas zonas de Recife y otras ciudades del Nordeste con provisión de agua potable de forma intermitente llevó a estas poblaciones a que almacenen en su domicilio agua en forma insegura, condiciones muy favorables para la reproducción del mosquito Aedes aegypti al constituir “criaderos” que no deberían existir y que son pasible  de eliminación mecánica, por la insuficiente protección de los depósitos destinados al consumo humano.(1)
El piriproxifeno es aplicado por el Ministerio de Salud de Brasil directamente en los resevorios de agua potable que utiliza la población de Pernambuco y otros estados; aquí la proliferación de mosquitos Aedes es muy alta (similar a la situación en las islas del pacifico).(6) Este veneno, recomendado por la OMS, es un inhibidor del crecimiento de las larvas de mosquitos alterando sus procesos de desarrollo larva – pupa – adulto, generando así malformaciones en los mosquitos en desarrollo que ocasionan su muerte o incapacidad. Es un análogo de la hormona juvenil o juvenoides del insecto, con el efecto de inhibir el desarrollo de características de insectos adultos (por ejemplo, las alas, la maduración de los órganos genitales externos) y reproductivos, manteniéndolo con aspecto “inmaduro” (ninfa o larva), quiere decir que actúa por disrupción endócrina y es teratogénico.
Las malformaciones que se detectan en miles de hijos de las mujeres embarazadas que viven en las zonas donde el estado Brasileño colocó piriproxifeno en el agua para beber no parece una casualidad, por más que el Ministerio de Salud culpe directamente al virus del Zika por este daño, trate de ignorar su responsabilidad y descarte la hipótesis del daño químico directo y acumulado por años de disrupción endocrina e inmunológica en la población afectada. Los médicos de la Asociación Brasileña de Salud Colectiva (ABRASCO) reclaman urgentes estudios epidemiológicos que consideren esta opción causal sobre todo cuando entre los 3.893 casos de malformaciones confirmadas al 20 de enero de 2016, 49 de estos niños habían fallecido y en cinco, solamente, se había confirmado la infección con Zika.(1)
Fácilmente muchos gestores de políticas públicas, incluso de la OPS y de la OMS, médicos epidemiólogos, sanitaristas, químicos y políticos en general olvidan que los humanos, cada uno de nosotros, hemos desplegado procesos de desarrollo embrionarios donde pasamos etapas muy diferentes. La evolución de huevo o cigoto a embrión, de embrión a feto y de feto a recién nacido, no está muy alejado al proceso de desarrollo del mosquito afectado por el piriproxifeno. También con suma facilidad intentan desconocer que en la especie humana el 60% de nuestros genes activos son idénticos a los de insectos como el propio mosquito Aedes. Y todo es mucho más confuso cuando son “asesorados” por expertos de Fundaciones y empresas de insecticidas químicos (por ej.: Fundación Mundo Sano y Chemotecnica) o los decisores de los ministerio de salud son ex empleados de las empresas mundiales de venenos “para uso sanitario”.
Brasil fumiga contra el Aedes adulto utilizando malation, un compuesto organofosforado cancerígeno para la OMS. Paraguay adquirió miles de toneladas de clorpirifós para “derribar” mosquitos, aunque sabemos que clorpirifós afecta el cerebro en desarrollo de fetos y recién nacidos. En Argentina el “control” de vectores se hace con piretroides, un poco menos tóxicos pero prohibidos en Europa por sus efectos sobre las personas.
Para los médicos de ABRASCO el problema es que detrás de estas decisiones está la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de Salud con sus comités de “Pesticidas” que no dialogan con los comités ambientales, de saneamiento y de promoción de salud. En éstos órganos los comités que hacen la prescripción de uso y la regulación de compra de los insumos de control vectorial para el mundo son imperiales. Son esos organismos que convencen y dan el aval a los procesos licitatorios de los gobiernos nacionales.(1)
Cómo enfrentar estas enfermedades
La estrategias hegemónicas para enfrentar estas enfermedades trasmitidas por mosquitos y multiplicadas por la pobreza, la falta de saneamiento ambiental, de excretas, de agua segura, son programas de intervención vertical, con venenos químicos (larvicidas y adulticidas) que desmovilizan a la población al depender todo el éxito de las propiedades del veneno, que a la vez los enferma, mata a la predadores naturales de los mosquitos y genera la necesidad de repetir las aplicaciones para beneficio de las empresas de venenos químicos.
Numerosa información científica independiente demuestra como esta estrategia es defectuosa y sólo útil para las fotos de los gobernantes de turno. Las estrategias basadas en la comunidad, con participación y movilización social dan mejores resultados frente a la inminencia de las epidemias.(7,8,9) Las medidas que posibilitan derrotar la enfermedad están vinculadas a la justicia social y la equidad. Claramente los sectores sociales afectados por dengue y Zika son los más pobres y desposeídos de servicios y derechos.
En algunos momentos muy puntuales puede ser recomendable fumigaciones masivas sobre aéreas habitadas, pero sus efectos se limitan a disminuir el número de mosquitos adultos por 2 o 3 días, los que pueden ser útiles cuando llegan los días más fríos, recordemos que con menos de 23°C el Aedes se inmoviliza y no se reproduce ni alimenta.
Aplicaciones controladas alrededor de la residencia de los primeros casos (control de foco) son útiles en lograr disminuir el avance de la epidemia, pero fumigar masivamente ciudades enteras requiere un análisis costo sanitario (daño a  la salud humana y al ecosistema) vs beneficio sanitario (control y mitigación de la epidemia) que no se justifica de ninguna manera “sanitaria”, aunque es utilizada por los gobiernos y la prensa hegemónica para simular que toman medidas defendiendo la salud de las personas.
Nuestra experiencia de la epidemia de Dengue en Córdoba en 2009, donde participamos directamente, mostró que la distribución de los casos correspondía a la misma distribución de la mortalidad infantil del año 2007 y a la distribución de la población con mayores necesidades básicas insatisfechas, es decir: falta de vivienda, trabajo, educación y salubridad,.
Fumigar masivamente no soluciona el problema, es solo generar un negocio dentro del problema.
Nueva estrategia: mosquitos transgénicos (nuevo negocio)
En este marco se inscribe una nueva estrategia de intervención sanitaria en Brasil, que intentaran expandir a toda la región: Los mosquitos transgénicos.
La empresa Oxitec de Inglaterra vende mosquitos transgénicos machos para supuestamente disminuir la población de Aedes. Estos mosquitos sufren la inserción de un gen letal que se trasmite a la descendencia ocasionando la muerte de las larvas si no es bloqueado por un antibiótico (tetraciclina).
El objetivo es que se liberen millones de mosquitos machos que se apareen con las hembras silvestres y que los huevos de estas hembras generen larvas que morirán espontáneamente.(10,11)
El negocio es vender a los gobiernos estos mosquitos de laboratorio, luego las poblaciones tienen que “proteger” a los mosquitos porque supuestamente no es necesario ni recomendable eliminar los cacharros con criaderos.
En Brasil en estos momentos se liberaron casi 15 millones de mosquitos transgénicos y el fracaso es total, donde se realizaron ensayos a campo, menos del 15% de las larvas eran transgénicas, es decir… las hembras silvestres no aceptaban al mosquito inglés de Oxitec. La respuesta: aumentar las liberaciones en las barriadas pobres. (10)
Además, hay que tener en cuenta que la biología de la enfermedad muestra que la hembra “pica” solamente cuando esta gravídica, cuando está generando huevos al haber sido fecundada por un macho; en ese estado y solamente en él, porque necesita componentes de la sangre para desarrollar sus huevos. Entonces se liberan millones de mosquitos machos habría muchas más hembras fecundadas buscando sangre de mamíferos para succionar y se aumentará así la transmisión de la enfermedad de personas infectadas a personas sanas!!!
Ante la amenaza del Zika fumigaciones masivas en el Mercosur
Los gobiernos del Mercosur alarman con la amenaza del Zika y sus microcefalias y proponen más de lo mismo. El agronegocio ofrece los servicios de la Fuerza Aérea Sojera para rociar ciudades y pueblos.(12) El monocultivo, el uso masivo de agrotóxicos, el desmonte, la destrucción de la flora y fauna, el desequilibrio ecológico, el cambio climático, la desigualdad, no son considerados como causa del problema.
A la desigualdad social estas epidemias le suman desigualdad sanitaria, los gobiernos con agresión química generan desigualdad ambiental.-
Referencias: (...)

Equipo de Producción, Reduas, Coordinador: Dr. Medardo Avila Vazquez

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