Día Internacional de la Lucha Campesina 2017 -
¡Llamado a movilización global!
3 de abril
de 2017
¡Derechos de los Campesinos, Derechos Humanos! ¡Avancemos hacia una Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales!
(Harare, 23 marzo de 2017) El movimiento campesino internacional La
Vía Campesina llama a todos sus miembros y aliados a movilizarse el 17 de abril,
Día Internacional de las Luchas Campesinas. Este año, queremos que el mundo sepa
que los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales han estado
trabajando muy duro por sus derechos. La iniciativa de los derechos de los
campesinos, iniciada hace 17 años por La Vía Campesina, es ahora un proceso
avanzado dentro de las Naciones Unidas hacia una Declaración de los Derechos de
los Campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales. Esta
declaración, si se aprueba, creará un instrumento jurídico internacional para
proteger los derechos y llamar la atención sobre las amenazas y la
discriminación que sufren los campesinos y otras personas que trabajan en las
zonas rurales.
La necesidad de una Declaración de las Naciones Unidas sobre los
Derechos de los Campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales es más
urgente y evidente en el siglo XXI. Los campesinos, que producen la mayor parte
de los alimentos consumidos mundialmente, siguen enfrentándose a la
criminalización, la discriminación, los desplazamientos y la persecución a pesar
de la existencia de numerosos instrumentos legales internacionales para el
reconocimiento y la protección de dichos derechos.
Los derechos básicos de los campesinos son cada vez más vulnerables
a medida que empeora la crisis económica y ecológica. Esta situación está
estrechamente relacionada a las violaciones de los derechos humanos:
expropiación de tierras, desalojos forzosos, discriminación de género, ausencia
de derecho a la tierra y falta de desarrollo rural, bajos ingresos y falta de
acceso a los medios de producción, protección social insuficiente y
criminalización de los movimientos que defienden los derechos de los campesinos
y de las personas que trabajan en las zonas rurales.
Por ejemplo, en África más del 70% de la producción y el cuidado de
la agricultura se realiza por mujeres, pero hay poco reconocimiento de sus
derechos en relación con la propiedad de los activos, el acceso al crédito, a la
información y participación en la decisión de las políticas, etc. En Brasil, a
pesar de muchos años de luchas campesinas por una reforma agraria integral, la
falta de una distribución justa de la tierra persiste.En Europa, la Política
Agrícola Común y la desregulación del mercado del sector lácteo afecta a cientos
de miles de ganaderías familiares. En Asia, al igual que en el resto del mundo,
los tratados de libre comercio y los tratados bilaterales han destruido los
mercados locales y continúan amenazando las formas locales y tradicionales de
agricultura y de intercambio entre agricultores. La concentración de la tierra
está aumentando a medida que algunos de los agricultores afectados se ven
obligados a vender sus tierras. Por último, la participación de los jóvenes en
la agricultura está en sus horas más bajas.
Hacemos un llamamiento mundial para conmemorarel Día Internacional
de las Luchas Campesinas y continuar trabajando para reforzar la soberanía
alimentaria, la lucha contra el cambio climático y la conservación de la
biodiversidad; luchar por una auténtica reforma agraria y una mejor protección
contra el acaparamiento de tierras; continuar conservando, usando e
intercambiando nuestras semillas; y fortalecer la solidaridad entre los propios
campesinos. Esto nos fortalece para defender nuestra tierra contra el interés de
las empresas transnacionales, la persecución y la violencia contra los
campesinos y contra otras personas que trabajan en las zonas rurales.
Este año, en julio, en el País Vasco, La Vía Campesina celebrará su
VII Conferencia Internacional para profundizar nuestro análisis de la crisis
actual y acordar las líneas estratégicas de acción para fortalecer nuestro
movimiento, como una expresión de la voz de las campesinas y campesinos a nivel
global.
También hacemos un llamamiento a los países para que apoyen la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales. Movilizaremos a nuestros miembros y aliados para presionar a nuestros gobiernos y para garantizar el éxito en la próxima negociación en la cuarta sesión del Grupo de Trabajo Intergubernamental de Composición Abierta sobre los Derechos de los Campesinos y otras personas que trabajan en el área rural, en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra. Creemos que, al defender los derechos de los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales, la humanidad también gana.
Únanse a nosotros este 17 de abril de 2017 organizando
manifestaciones, presionando a los gobiernos, organizando debates y discusiones
públicas, proyecciones de películas, mercados de agricultores, festivales o
acciones solidarias. ¡Todas las ideas y planes son bienvenidos! Compártelos
enviándolos a lvcweb@viacampesina.org para
que podamos recogerlos y difundirlos previamente en nuestro mapa de acciones a
nivel mundial. Envíanos también las fotos, audios y vídeos.
Es vital que nuestros derechos como campesinos se garanticen. El
acceso a la tierra es esencial para una vida digna en el campo y para conseguir
la Soberanía Alimentaria para todos los pueblos del mundo. ¡Miren y compartan
nuestro nuevo video, disponible aquí!
Descarguen el afiche de alta resolución para web o impresión en A3
para el póster aquí.
Síguenos en Redes Sociales: @via_campesina y Facebook
Para más información sobre el proceso dentro de la ONU, haga clic aquí.
¡Alimentamos a nuestros pueblos y construimos el movimiento para cambiar el
mundo!
Recordemos:
El
Llamado de Yakarta
10 de julio
de 2013
Llamamiento de la VI Conferencia de la Vía Campesina Egidio Brunetto - 9 al 13 de junio
(Yakarta, el
12 de Junio de 2013) Nosotros, La Vía Campesina, venimos a extender nuestro
llamado urgente a tejer hilo a hilo la unidad a nivel global entre
organizaciones del campo y la ciudad para participar activa, propositiva y
decididamente en la construcción de una nueva sociedad, basada en la soberanía
alimentaria, la justicia y la igualdad. Nos encontramos aquí convocados por el
espíritu de nuestros amigos y líderes, y todos aquellos cuyo coraje y compromiso
con nuestras luchas nos inspiran. La Vía Campesina, un movimiento internacional
campesino que reúne a más de 200 millones de campesinas y campesinos, pueblos
indígenas, pescadores, recolectores y trabajadores agrarios. Con la creatividad
de las mujeres y el entusiasmo de nuestros jóvenes venimos de 150 organizaciones
y 70 países. Estamos en Asia, hogar de la mayoría de campesinas y campesinos del
mundo para festejar nuestros primeros veinte años de lucha.
Comenzamos nuestro camino en Mons (Bélgica) en el año 1993 y articulamos nuestra
visión radical de la Soberanía Alimentaria en 1996 en Tlaxcala (México),
logrando reposicionar al campesinado, hombres y mujeres como actores sociales
centrales en los procesos de resistencia a la agenda de comercio neoliberal y en
la construcción de alternativas. Los pueblos de la tierra somos actores
indispensables en la construcción, no sólo de un modelo de agricultura distinto,
sino de un mundo justo, diverso e igualitario. Somos nosotras y nosotros los que
alimentamos a la humanidad y cuidamos la naturaleza. Las generaciones futuras
dependen de nosotros para el cuidado de la tierra.
Hoy más que nunca, otro mundo es urgente y necesario. La destrucción de nuestro
mundo a través de la sobrexplotación y desposesión de los pueblos y la
apropiación de los bienes naturales está produciendo la actual crisis climática
y profundas desigualdades que amenazan a la humanidad en su conjunto y a la vida
misma. La Vía Campesina dice un rotundo NO a esta destrucción impulsada por las
corporaciones.
Nosotros estamos construyendo nuevas relaciones entre los seres humanos y con la
naturaleza sobre la base de la solidaridad, la cooperación y la
complementariedad. En el corazón de nuestra lucha está en la formulación de una
ética para la vida que atraviesa todas nuestras acciones y búsquedas. La Vía
Campesina se ha comprometido a dar visibilidad a todas las luchas locales
alrededor del mundo, asegurando que sean entendidas desde una perspectiva
internacional y contribuye a involucrarlas en un gran movimiento global por la
soberanía alimentaria, el cambio social y la autodeterminación de los pueblos
del mundo.
Llamamos a todas nuestras organizaciones, a nuestros aliados y amigos, amigas,
hermanas y hermanos en la lucha, y a todos aquellos comprometidos con un futuro
mejor a continuar caminando juntos y juntas, a rechazar la agenda de la
“Economía Verde” y a continuar construyendo la Soberanía Alimentaria.
Nuestras luchas
Soberanía Alimentaria Ya – Transformando el mundo
La Soberanía Alimentaria es el eje central de la lucha por un proyecto de justicia social que hoy convoca a amplios sectores del campo y la ciudad. La soberanía alimentaria es el derecho fundamental de todos los pueblos, naciones y estados a controlar sus alimentos y sus sistemas alimentarios y a decidir sus políticas asegurando a cada uno alimentos de calidad, adecuados, accesibles, nutritivos y culturalmente apropiados. Ello incluye el derecho de los pueblos para definir sus formas de producción, uso e intercambio tanto a nivel local como internacional.
Durante las últimas dos décadas nuestra visión de la Soberanía Alimentaria ha inspirado a una generación de activistas comprometidos con el cambio social. Nuestra visión del mundo implica una revolución agrícola que significa profundas transformaciones agrícolas, socioconómicas y políticas. La Soberanía Alimentaria ha enfatizado la importancia crucial de la producción local y sustentable, el respeto por los derechos humanos, precios justos para los alimentos y la agricultura, comercio justo entre países y la salvaguarda de nuestros bienes comunes contra la privatización.
Soberanía Alimentaria Ya – Transformando el mundo
La Soberanía Alimentaria es el eje central de la lucha por un proyecto de justicia social que hoy convoca a amplios sectores del campo y la ciudad. La soberanía alimentaria es el derecho fundamental de todos los pueblos, naciones y estados a controlar sus alimentos y sus sistemas alimentarios y a decidir sus políticas asegurando a cada uno alimentos de calidad, adecuados, accesibles, nutritivos y culturalmente apropiados. Ello incluye el derecho de los pueblos para definir sus formas de producción, uso e intercambio tanto a nivel local como internacional.
Durante las últimas dos décadas nuestra visión de la Soberanía Alimentaria ha inspirado a una generación de activistas comprometidos con el cambio social. Nuestra visión del mundo implica una revolución agrícola que significa profundas transformaciones agrícolas, socioconómicas y políticas. La Soberanía Alimentaria ha enfatizado la importancia crucial de la producción local y sustentable, el respeto por los derechos humanos, precios justos para los alimentos y la agricultura, comercio justo entre países y la salvaguarda de nuestros bienes comunes contra la privatización.
Hoy estamos frente a la mayor crisis de nuestra historia y la misma es una
crisis sistémica. Las crisis alimentaria, laboral, energética, económica,
climática, ecológica, ética, social, política e institucional están llevando al
colapso en muchas partes del mundo. En simultáneo, la crisis energética se
agudiza día a día frente al agotamiento de los combustibles fósiles y es
enfrentada con falsas soluciones que van desde los agrocombustibles a la energía
nuclear, la cual ha demostrado ser una de las peores amenazas para la vida sobre
la tierra.
Rechazamos el capitalismo, que en este momento se caracteriza por un agresivo
flujo del capital financiero y especulativo hacia la agricultura industrial, la
tierra y la naturaleza. Esto ha generado un inmenso acaparamiento de tierras, la
expulsión de campesinas y campesinos de su tierra, la destrucción de pueblos,
comunidades, culturas y sus ecosistemas, creando migraciones y desempleo
masivos. Esto genera masas de migrantes económicos y refugiados climáticos y
desempleados, incrementando las inequidades existentes.
Las transnacionales en complicidad con los gobiernos y las instituciones
internacionales están imponiendo, bajo el pretexto de la Economía Verde,
monocultivos de transgénicos, la megaminería, las grandes plantaciones
forestales, la imposición de plantaciones de agrocombustibles, la construcción
de grandes represas, el fracking y los oleoductos o la privatización de nuestros
mares, ríos, lagos y nuestros bosques. La Soberanía Alimentaria recupera el
control sobre nuestros bienes comunes devolviéndolos a manos de las comunidades.
La Agroecología es nuestra opción para el presente y para el futuro
La producción de alimentos basada en la agricultura campesina, el pastoralismo y la pesca artesanal sigue siendo la principal fuente de alimentos en el mundo. La agricultura campesina de base agroecológica constituye un sistema social y ecológico que está conformado por una gran diversidad de técnicas y tecnologías adaptadas a cada cultura y geografía. La agroecología elimina la dependencia de los agrotóxicos; rechaza la producción animal industrializada; utiliza energías renovables; permite garantizar alimentación sana y abundante; se basa en los conocimientos tradicionales y restaura la salud e integridad de la tierra. La producción de alimentos en el futuro estará basada en un creciente número de personas produciendo alimentos en forma diversa y resiliente.
La agroecología protege la biodiversidad y enfría el planeta. Nuestro modelo
agrícola no solo puede alimentar a toda la humanidad sino que también es el
camino para detener el avance de la crisis climática enfriando el planeta a
través de la producción local en armonía con nuestros bosques, alimentando la
biodiversidad y la reincorporación de la materia orgánica a sus ciclos
naturales.
Justicia social y climática, y solidaridad
A medida que avanzamos y construimos a partir de nuestra diversidad cultural y geográfica, nuestro movimiento por la soberanía alimentaria se ve reforzado, integrando la justicia y la igualdad social. Practicando la solidaridad por sobre la competencia, rechazamos el patriarcado, el racismo, el imperialismo y luchamos por sociedades democráticas y participativas, libres de explotación de las mujeres, los niños, los hombres o la naturaleza.
Justicia social y climática, y solidaridad
A medida que avanzamos y construimos a partir de nuestra diversidad cultural y geográfica, nuestro movimiento por la soberanía alimentaria se ve reforzado, integrando la justicia y la igualdad social. Practicando la solidaridad por sobre la competencia, rechazamos el patriarcado, el racismo, el imperialismo y luchamos por sociedades democráticas y participativas, libres de explotación de las mujeres, los niños, los hombres o la naturaleza.
Demandamos justicia climática ya mismo. Quienes más sufren este caos climático y
ecológico no son los que lo han provocado. Las falsas soluciones de la economía
verde para continuar el crecimiento capitalista están empeorando la situación.
Se crea una deuda ecológica y climática que debe ser corregida. Por esta razón
demandamos la inmediata detención de los mecanismos de mercados de carbono,
geoingeniería, REDD y los agrocombustibles.
Ratificamos la necesidad y nuestro compromiso de luchar en forma permanente
contra las corporaciones transnacionales, entre otras cosas, boicoteando sus
productos y rechazando cooperar con sus prácticas de explotación. Los Tratados
de Libre Comercio y los acuerdos de inversión han creado condiciones de extrema
vulnerabilidad e injusticias para millones. La implementación de estos tratados
trae como resultado la violencia, la militarización y la criminalización de la
resistencia. Otra consecuencia trágica de los mismos es la creación de una masa
masiva de migrantes mal pagados, con trabajos inseguros e insalubres y con
violaciones de sus derechos humanos y discriminación. La Vía Campesina ha
logrado colocar los derechos de los campesinos y campesinas en la agenda del
Consejo de los Derechos Humanos de la ONU y llamamos a los gobiernos a ponerlos
en práctica. Nuestra lucha por los derechos humanos está en el corazón de la
solidaridad internacional e incluye los derechos y protección social de los
agricultores migrantes y trabajadores de la alimentación.
Las luchas por el derecho a la tierra, a la alimentación, al trabajo digno,
contra la destrucción de la naturaleza, son criminalizadas. Son cientos los
compañeros y compañeras que han sido asesinados en los últimos años y otros
muchos ven amenazadas sus vidas o son perseguidos y encarcelados, frecuentemente
con el apoyo o la complicidad de las autoridades públicas.
Un mundo sin violencia y discriminación contra las mujeres
Nuestra lucha es para construir una sociedad basada en la justicia, la igualdad y la paz. Exigimos el respeto de todos los derechos de las mujeres. Rechazando el sistema capitalista, patriarcal, la xenofobia, la homofobia y cualquier tipo de discriminación, reafirmamos nuestro compromiso en lograr una equidad total entre hombres y mujeres. Esto requiere el fin de toda forma de violencia contra las mujeres, doméstica, social e institucional, tanto en las zonas rurales como en las zonas urbanas. Nuestra Campaña contra la Violencia hacia las Mujeres está en el corazón de nuestras luchas.
Un mundo sin violencia y discriminación contra las mujeres
Nuestra lucha es para construir una sociedad basada en la justicia, la igualdad y la paz. Exigimos el respeto de todos los derechos de las mujeres. Rechazando el sistema capitalista, patriarcal, la xenofobia, la homofobia y cualquier tipo de discriminación, reafirmamos nuestro compromiso en lograr una equidad total entre hombres y mujeres. Esto requiere el fin de toda forma de violencia contra las mujeres, doméstica, social e institucional, tanto en las zonas rurales como en las zonas urbanas. Nuestra Campaña contra la Violencia hacia las Mujeres está en el corazón de nuestras luchas.
Paz y desmilitarización
Vivimos un incremento de conflictos y guerras para la apropiación, proliferación
de bases militares y criminalización de la resistencia. La violencia es
intrínseca a este sistema capitalista mortal basado en la dominación, la
explotación y el pillaje. Nosotros estamos comprometidos con el respeto, la
dignidad y la paz.
Nos duelen y nos honran los cientos de campesinas y campesinos que han sido
amenazados, perseguidos, encarcelados, asesinados por sus luchas. Continuaremos
exigiendo rendición de cuentas y castigo para quienes violan los derechos
humanos y los derechos de la naturaleza. Demandamos también la liberación
inmediata de todos los presos políticos.
Tierra y territorios
Defendemos una Reforma Agraria Integral que ofrezca plenos derechos sobre la
tierra, reconozca los derechos legales de los pueblos indígenas a sus
territorios, garantice a las comunidades pesqueras el acceso y el control de las
zonas y ecosistemas de pesca y reconozca el acceso y el control de las tierras y
las rutas de migración de pastoreo. Esta es la única manera de asegurar un
futuro para los jóvenes del campo.
La Reforma Agraria Integral, vista como una distribución masiva de tierras junto
con el apoyo con recursos para la producción y el sustento, debe garantizar el
acceso permanente a los jóvenes, las mujeres, los desempleados, los sin tierra,
para complementar a las pequeñas fincas, a los desplazados y todos aquellos que
estén dispuestos a participar en la producción a pequeña escala de alimentos
agroecológicos. La tierra no es una mercancía. Deben reforzarse las leyes
existentes y crear nuevas para protegernos de la especulación y un marco
jurídico que impida la especulación con ellas y su acaparamiento. Continuaremos
nuestra lucha en defensa de las tierras y los territorios.
Semillas, bienes comunes y agua
Enaltecemos a las semillas, el corazón de la Soberanía Alimentaria, con el principio Semillas Patrimonio de los Pueblos al Servicio de la Humanidad, reafirmado hoy por cientos de organizaciones en todo el mundo. Nuestro desafío pasa hoy por seguir manteniendo a nuestras semillas vivas en manos de nuestras comunidades, por multiplicarlas en el marco de nuestros sistemas campesinos. Continuaremos la lucha contra su apropiación a través de diversas formas de propiedad intelectual y su destrucción por su manipulación genética y otras nuevas tecnologías. Nos oponemos a los paquetes tecnológicos que combinan transgénicos con el uso masivo de pesticidas.
Semillas, bienes comunes y agua
Enaltecemos a las semillas, el corazón de la Soberanía Alimentaria, con el principio Semillas Patrimonio de los Pueblos al Servicio de la Humanidad, reafirmado hoy por cientos de organizaciones en todo el mundo. Nuestro desafío pasa hoy por seguir manteniendo a nuestras semillas vivas en manos de nuestras comunidades, por multiplicarlas en el marco de nuestros sistemas campesinos. Continuaremos la lucha contra su apropiación a través de diversas formas de propiedad intelectual y su destrucción por su manipulación genética y otras nuevas tecnologías. Nos oponemos a los paquetes tecnológicos que combinan transgénicos con el uso masivo de pesticidas.
Seguimos hoy enfrentando la Leyes de semillas que, de la mano de los intereses
de las corporaciones, son privatizadas y mercantilizadas. Seguimos enfrentando a
los transgénicos y luchando por un mundo libre de transgénicos.
Los ciclos de la vida fluyen a través del agua y ella es una parte esencial de
los ecosistemas y la vida. El agua es un bien común y como tal debe ser
protegido.
Construyendo desde nuestras fortalezas
Construyendo desde nuestras fortalezas
Nuestra gran fortaleza es crear y mantener unidad en la diversidad. Nosotros
tenemos una visión del mundo inclusiva, amplia, práctica, radical y esperanzada
como invitación a unirnos en la transformación de nuestra sociedad y la
protección de la Madre Tierra.
- Las movilizaciones populares, la confrontación con los poderosos, la resistencia activa, el internacionalismo, el compromiso con los movimientos de base locales son esenciales para lograr cambios sociales efectivos.
- En nuestra heroica lucha por la Soberanía Alimentaria continuaremos construyendo alianzas esenciales con los movimientos sociales, los trabajadores y organizaciones urbanas y de las periferias, con migrantes, con quienes luchan contra la megaminería y las megarepresas, entre otras.
- Nuestras principales herramientas son la formación, la educación y la comunicación. Estamos fomentando el intercambio de conocimientos acumulados hasta el presente con metodologías y contenidos de formación cultural, política e ideológica y técnica; multiplicando nuestras escuelas y experiencias de educación de nuestras bases y desarrollando nuestras herramientas de comunicación desde nuestras bases.
- Nos comprometemos a crear espacios especiales para potenciar a nuestros jóvenes. Nuestra mayor esperanza hacia el futuro es la pasión, energía y compromiso de nuestros jóvenes articulada en los jóvenes de nuestro movimiento.
·
Nos vamos de esta VI Conferencia Internacional de La Vía Campesina dando la
bienvenida a las nuevas organizaciones que se han integrado al Movimiento,
seguros de nuestras fortalezas y llenos de esperanzas hacia el futuro.
¡Por la tierra y la soberanía de nuestros pueblos!
¡Con solidaridad y lucha!
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