Introduzcámonos en fundamentos para situarnos en contra del «progresismo» y
comprender porqué, desde los últimos años, Vía Campesina se incluye en la
institucionalidad capitalista o mejor dicho, su dirigencia ha optado por la
conciliación de clases.
Sobre "América
Latina y el capitalismo global: una perspectiva crítica de la globalización", de
William I. Robinson
América Latina y el capitalismo global
29 de octubre de 2016
29 de octubre de 2016
Por
Gilberto
López y Rivas
(La Jornada)
El libro América Latina
y el capitalismo global: una perspectiva crítica de la globalización, de
William I. Robinson, se inscribe en los estudios sobre la globalización,
específicamente la teoría del capitalismo global, que desarrolla basada en tres
elementos: producción trasnacional, clase capitalista trasnacional y Estado
trasnacional, la cual aplica para explorar y revelar los cambios trascendentes
que ha sufrido América Latina en las últimas décadas. Para el autor, “la
globalización es la dinámica subyacente que impulsa los procesos sociales,
políticos, económicos, culturales e ideológicos alrededor del mundo del siglo
XXI. A medida que cada nación y región es integrada dentro de las estructuras y
procesos trasnacionales emergentes, han surgido –en América Latina y otros
lugares– nuevas estructuras económicas, políticas y sociales. Hay una nueva
configuración del poder global que se manifiesta en cada nación y cuyos
tentáculos bajan hasta el nivel de comunidad. Cada individuo, cada nación, cada
región están siendo incorporados a los procesos trasnacionales que han socavado
las autonomías y provincialismos anteriores. Esto hace que sea imposible abordar
temas locales –si no es que incluso cualquier asunto de importancia social,
política o intelectual– al margen del contexto global”.
Coincido plenamente con el llamado de Robinson a los intelectuales
a ejercer una opción preferencial por
la mayoría en la sociedad global. Intelectuales “capaces de proporcionar a las
mayorías populares estos conocimientos teóricos como insumos para sus luchas en
el mundo real por desarrollar relaciones sociales alternativas y una lógica
social alternativa […] En otras palabras,
los estudios críticos de la globalización tienen que ser capaces de inspirar
la acción emancipadora, de reunir a múltiples corrientes en el desarrollo de
programas que integren la teoría y la práctica.
Las aportaciones de Robinson para el análisis crítico de esta nueva etapa del capitalismo son tantas que me limito a exponer sólo las que me parecen cruciales para entender su perspectiva; entre éstas, enumerar los cambios fundamentales en el sistema: 1] el aumento del capital verdaderamente trasnacional y un nuevo sistema globalmente integrado de producción y finanzas, 2] la trasnacionalización de las clases y el surgimiento de una clase capitalista trasnacional como clase hegemónica en todo el mundo, 3] el surgimiento de un aparato de estado trasnacional, 4] nuevas relaciones de poder y desigualdad en la sociedad global. Temática fundamental que también aclara Robinson gira en torno a que la globalización no significa el fin del Estado-nación, sino su trasformación en estados nacionales neoliberales, que sirven a la acumulación de capital global sobre la local.Señala que estos estados realizan tres servicios esenciales: 1] adoptar políticas fiscales y monetarias que garanticen la estabilidad macroeconómica, 2] proporcionar la infraestructura básica necesaria para la actividad económica global (puertos y aeropuertos, redes de comunicación, sistemas educativos, etc.), y 3] proveer el orden social, es decir, estabilidad, lo que requiere de instrumentos que mantengan el control social, aparatos coercitivos e ideológicos.
Según Robinson, las instituciones trasnacionales intentan coordinar
el capitalismo global e imponer la dominación capitalista más allá de las
fronteras nacionales. Conceptualiza el aparato de Estado Trasnacional [ETN] como
una red informal compuesta por las instituciones políticas y económicas inter y
supranacionales, junto con los aparatos de Estados nacionales que han sido
penetrados y transformados por las fuerzas trasnacionales, y que todavía no han
adquirido (y tal vez nunca lo hagan) una forma centralizada.
Muy importante es la aclaración de que si
bien es cierto que el poder y la autonomía del Estado-nación se han reducido en
relación con las estructuras de poder trasnacionales, esta imagen es un poco
engañosa,
ya que estas estructuras de poder trasnacionales están localizadas dentro de
cada país, constituidas por fuerzas sociales concretas que son material y
políticamente parte del bloque de poder trasnacional emergente. Asimismo,
advierte: una de las contradicciones
fundamentales del sistema capitalista global es la que se da entre la
globalización de la economía y un sistema político basado en el Estado-nación.
El aparato de ETN es incipiente e incapaz de regular el capitalismo global o de
corregir muchas de sus tendencias a la crisis.
Obra excepcional e imprescindible para conocer la realidad de Nuestra América.
Fuente original: http://www.jornada.unam.mx/2016/10/28/opinion/020a2pol
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